Zebra Y Patas (marina)

  • May 2020
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  • Words: 950
  • Pages: 4
Zebra y patas

¡AL RESCATE ! Un día Patas estaba en su casa, cuando… -¡¡SOCORRO!! Gritó un extraño animal. -¡Qué pasa!! Gritó Patas preocupada. El extraño animal dijo. - ¡EL LEÓN, EL ÁRBOL, DESASTRE! Patas no entendió ni pizca, y le dijo: -Primero, la presentación. Hay que ser educados, dijo Patas. Es que Patas desde que era pequeña tenía la manía de ser muy educada. El extraño animal dijo que era una cebra, llamada Zebra. Y Patas, que también se presentó dijo: -Bueno pues yo soy una tortuga y me llamo Patas. Ahora dime ¿Qué es lo que pasa con el león, el árbol y el desastre? Zebra dijo: -Encima de la casa del león se ha caído un árbol y se ha armado un desastre y yo soy la única que lo ha visto. Por eso vengo tan alterado. Patas dijo: -¡Pues a qué estamos esperando, vamos a ayudarles! Los pequeños animales fueron a rescatar al pobre león. Los dos compañeros estaban dispuestos a pasar por cualquier peligro para salvar al león. Por fín llegaron a la casa del león y… Allí estaba el león pidiendo ayuda porque el tronco se le había caído encima de su cuerpo y no podía salir. Los dos pequeños dijeron a la vez: -¡Tranquilo te vamos a sacar de ahí! Los dos pequeños empujaron con todas sus fuerzas. El tronco hacía unos ruidos espantosos. Y a causa de los ruídos, los demás animales de la selva fueron a ver qué pasaba.

Y vieron a los dos valientes en acción. Los demás animales se quedaron sorprendidos. Por fín los pequeños valientes lo consiguieron y el león pudo salir y les dijo: -Gracias pequeños ¿Cómo os lo podría agradecer? El león se quedó un rato pensando y descansando. Y de repente dijo: -Ya he encontrado la manera de agradecéroslo. Os daré una medalla nombrándoos ``LOS SALVADORES’’. Los animales aplaudieron y les dieron la enhorabuena. Los dos pequeños, al compartir esa experiencia, se hicieron muy amigos. Los pequeños se marcharon felices para ir a jugar. Tuvieron una conversación. Y Patas dijo: -Lo has hecho genial, amigo. A Zebra le gustó mucho lo que le dijo Patas y contestó: -Tu eres el que lo ha hecho mejor. Patas puso cara pensativa y dijo: -Oye, Zebra, ¿tu has visto a nuestros padres entre los animales que nos aplaudian? Y Zebra dijo: -Pués, ahora que lo dices, no ¿y por qué no vamos a contárselo a nuestros padres? Los dos amigos fueron a contárselo a cada uno de sus padres.Y Patas dijo: -Después de contárselo, se reunirán con nosotros en el árbol grande para conocerse. Los dos amigos cumplieron lo acordado, así que se encontraron cada uno con los padres del otro. Y la verdad, se cayeron muy bien. Los amigos siguieron quedando para ir a jugar a lo largo de toda la semana. Cuando pasó la semana y los pequeños estaban jugando, oyeron unas voces que decian: -¡Socorro, ayuda, mi bebé! Los pequeños fueron al rescate. Cuando llegaron al sitio de donde venían los gritos, vieron a una leona con la pierna vendada y encima de un árbol a su cachorro que no podía bajar, y los pequeños amigos dijeron a la vez: -Tranquila te lo bajaremos enseguida. Los dos pequeños entraron en acción muy deprisa.Y los padres de Patas y los

de Zebra que les vieron rescatar al cachorro, estaban muy orgullosos de sus hijos. Cuando Patas y Zebra rescataron al cachorro la madre de él les dijo: -Muchas gracias, sin vuestra ayuda no se que hubiera hecho. Seguro que vuestros padres estarán orgullosos de vosotros. Los dos miraron para otro lado y vieron a sus padres con una gran sonrisa en la boca. Y dijeron: -La leona tiene razón, vuestros padres están muy orgullosos de vosotros. Los ``SALVADORES´´ se pusieron muy contentos. Y el cachoro lamió las patas de los dos pequeños amigos porque esa era la manera de mostrar agradecimiento. Zebra y Patas se fueron cada uno a su casa porque ya se estaba haciendo tarde. Al siguiente día Zebra se despertó con muy mala uva y no tenía ganas de hablar con nadie. Cuando acabó de desayunar el pasto, fue a dar un paseo. De repente se encontró con su amiga Patas y le dijo: -Hola, Zebra ¿Qué tal has dormido hoy? Y como Zebra se había levantado con muy mala uva también, no le contestó, lo único que hizo fue dejar salir un poco de su sonrisa y se marchó.Cuando se estaba alejando, Patas se le quedó mirando. Zebra estaba pasando por una zona que había muchas piedras, se tropezó con una y se cayó al suelo y Patas fue corriendo a ayudarla y dijo: -Zebra ¿estás bien? A Zebra le vino muy bien la caída, porque se le quitó el enfado y dijo: -Sí Y gracias por preguntar, ¡Ah! y no me he levantado muy bien, que digamos. Zebra juró a su amigo que nunca le iba a volver la cara. Zebra, que sabe que a las tortugas les gusta mucho comer flores, le regaló a Patas unas flores hermosas. Llos dos amigos fueron juntos a dar un paseo por la selva y por el camino fueron rescatando a muchísimos animales. Cuando llegaron a un río se dieron un refrescante chapuzón, porque en la selva, ya se sabe, hace mucho calor. Los dos hicieron una guerra en el agua, mientras que otros animales que pasaban por allí, también se iban metiendo en el agua hasta que el río parecía una piscina enorme. Así pasaron la mañana lo dos amigos, hasta que vinieron sus padres a buscarles. Pero no les importó marcharse porque fue la mejor mañana de sus vidas.

Marina Temprano Seijas

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