Viviendo En Las Nubes2

  • November 2019
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  • Words: 17,779
  • Pages: 49
PRIMER ACTO Un saloncito cómodo y confortable en el hotelito que ocupan las hermanas ramos, en la

colonia residencial de las afueras. ADRIANA.- ¿ A qué no sabes por que se va? Petra.- (sin apartar el libro) NO Adriana.- por tu culpa Petra.- ¡Vaya! Adriana.- ¿ Hasta cuando va a durar esto? Petra.- Eso ( Adriana le quita el libro de las manos y Petra sigue leyendo en las manos.) Creo que me tengo que graduar la vista. Adriana.- ¡Yo me voy a morir! ¡Eso es! ¡Ponte de pie! ( Petra no lo hace) ¿Té falta algo? Petra.- ¡ Sí, que tonta! El reloj. Es que... Adriana.- ¡Pero Dios bendito! Petra, mira para abajo ¿ Notas algo? Petra.- Adriana discúlpame. Sé que odias estos calcetines, pero el caso es que no he encontrados otros a mano. Adriana.- (Enfurecida) ¡Los pantalones! Petra.- no te preocupes. Mañana le digo a la chica que me los planche. Adriana.- Que no los llevas! Petra.- ¡anda! Ya decía yo... ¡ Qué fresquita me siento! Adriana.- Pues por sentirte tan fresquita se nos acaba de despedir la doncella. Sí, Martina Petra. – Lo siento yo apreciaba a Martina Adriana.- ¡Es que con esta son cuatro! Las que se van ¡ Y menos mal que te olvidas de ponerte los pantalones. El día que te olvides las bragas nos llevan presas. Petra.- Adriana te juro que no lo hago aposta. ¡Cómo salgo tan poco! Tu debes de comprenderme Juan... Adriana.- ¡No! ¡No lo soporto! No tolero una mención más a Juan. Petra.- Era mi marido. Adriana.- Y le mataste. Petra.- ¡ No ¡ fue un accidente. ¿Cómo iba a suponer yo que se iba a quedar dentro de la nevera. Adriana.- ¡tu cerraste la nevera! Petra.- Sí. Aquella dichosa nevera tan grande, tan amplia que parecía una carroza frigorífica. No sabia que Juan estaba dentro intentando coger una cerveza. Adriana. – Juan se murió. Y te dejo todo su dinero. Después vine yo. Y a mi no me encerraras en la nevera. Ni pienses siquiera que vas acabar conmigo a disgustos, porque yo no te lo voy a tolerar. Petra.- Pero Adriana... Adriana.- A todas partes tengo que ir sola. Te lleve un día en casa de los Román, te sentaste a jugar al domino y cuando más tranquilos estábamos dijiste: “Veinte en bastos y no hay quien me quite las diez de monte”. ¿En que piensas?

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Petra.- Pues no sé... si no pienso en nada. Adriana.- ( tocando un timbre) ¡No lo soporto! ¡ No puedo soportarlo! ( Por la izquierda entra Acacia. ) Acacia.- ¿qué jaleo hay armado ahí fuera? Martina está diciendo a todos los vecinos que la tía es lesbiana y que le ha tirado dos tejos. Adriana.- ¡ Mírala! Acacia.- ¿Pero otra vez sin pantalones? Adriana.- ¡otra vez! Acacia.- ¡Y habrá salido así delante de la criada! Adriana.- ¿Cómo que ha salido así? Que se le ha puesto delante y le ha dicho: “Lo que ya sabes Martina” Petra.- Me refería al desayuno. Adriana.- Y la muchacha con lo rara que tú eres sé a imaginado que era el desayuno. Acacia.- Por Dios tía. Es un bochorno. El Otro día vino Fran Ribera y lo llevó al lavabo empezada en que arreglase el grifo del agua caliente. Petra.- Fran tiene cara de fontanero. Las cosas como son. A ti te podrá gustar el chico, o no. Pero tiene cara de fontanero. Adriana.- Tu, te callas. Acacia.- ¡Qué sabrás tu! Adriana.- Espero de corazón que la criada se vaya de una vez y que los vecinos no le hagan caso. Como tenga el mínimo jaleo te echo del hotelito. Petra.- ¿Pero a donde? Adriana.- Al Palace. Tienes dinero de sobra. Acacia.- Deja de gritarla y que se ponga los pantalones, la falda o lo que quiera Adriana.- Estoy harta de llamar al timbre. ¡Beatriz, Beatriz! (Entra Beatriz, vestida de cocinera, en la mano trae unos pantalones) Beatriz.- ¿llamaba? Adriana.- ¿Qué si llamaba? Estoy cansada de llamar. ¡ Ah los trae usted! Beatriz.- La señora se los dejo en el dormitorio Adriana.- Déselos y que se los ponga de una vez. Beatriz.- Permítame que la ayude señora. A estas chicas de ahora les impone ver a una señora en bragas pero no ver a un hombre desnudo. Acacia.- Esta bien. No comente. ¿Y su hijo? Beatriz. – Vendrá dentro de un instante. Hoy dijo que vendría antes... Acacia.- Ya, ya lo sé. No es preciso que entre por la puerta de servicio. Su hijo es un muchacho fino. Puede entrar por la puerta de los señores. Beatriz. – Gracias, señorita. Se lo advertiré cuando venga. Adriana.- Esta noche espero invitados. ¿Qué va a poner usted? Beatriz.- Pues creo que en la Calle Mayor. Adriana.- ¿Qué?

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Beatriz.- o si no, seguro que bajando por el centro Médico Adriana.- Pero ¿usted se ha dado cuenta de que la he preguntado? Beatriz.- Que donde podía encontrar una farmacia, ¿no? Adriana.- Esta usted en las nubes. ¿Qué le pasa? Parece como si se marchase de aquí y dejase solo la cara. ¡Jesús que sufrimiento con el servicio! Ayer me deje el bolso al salir. Acacia. Como de costrumbre mama Adriana.- volví a por él sé lo pedi. Y me dio una silla. Petra.- Traerías cara de cansancio. Adriana.- ¡tu, cállate! No esta en lo que hace. No oye. Y le viene por rachas. Es como si se durmiera de pronto. ¿Come usted bien? Beatriz.- ¡Oh, sí! Adriana.- ¿Le duele algo? Beatriz.- No. Adriana.- Pues procure estar más atenta. Beatriz.- Lo procurare, señora. Adriana.- Le decía que esta noche espero invitados ¿Qué va a poner de cena? Beatriz.- ¿Le parece bien “merluza a la bresniana? ¿Y escalopines de Bresnia? Des postre podíamos poner helado Bresnia. Adriana.- Beatriz ¿qué clase de cocinera es usted? Lleva dos meses en casa y el pollo nos lo hace a la Bresnia, la sopa es de Bresnia, y el arroz a la cubana le llama bresniatich páprika” Beatriz. – Aprendí cocina en un Manual húngaro. Adriana.- quiero platos nacionales. Gambas al ajillo y patatas, para ayudar al Gobierno. Beatriz.- Tratare de aprender, señora. En cuanto a Bresnia, es un país que limita con Bulgaria, Hungría, Rumania y Batidle. Acacia.- No pretenderá darnos lecciones ¿verdad? Beatriz.- No, señorita. Adriana.- tiene gracia. ¡Es el colmo! Llegó a casa con un vestido sucio y viejo. Con los zapatos rotos y con un hambre que se comió hasta la comida del gato. Le di vestidos míos, la calcé.. La llene él estomago y ahora intenta explicarme lo que es Bresnia que por cierto, me importa un pimiento. ¡Quiero una cena como Dios manda! ¿Entendido? Y tendrá que servir la mesa usted hasta que yo haya encontrado otra doncella. Beatriz.- Sí, señora. Adriana.- Viene gente muy importante. El señor Martusi y señora, que son los dueños de varias fabricas. Los Quesada que son los que no entregan el mercedes. Los Apiondo. Quiero que esto este como los chorros del oro. (A Petra) Tu, naturalmente cenaras en tu habitación. Petra.- Sí, Adriana. ( La luz disminuye)

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Adriana.- ya esta. El apagón de siempre. La condenada colonia de los diablos que no acaba de arreglarnos lo de la luz. En seis meses llevamos un apagón diario. Y además duran por lo menos una hora. Petra.- Tendré yo la culpa. Adriana.- No me extrañaría. Tu tienes la culpa de todo. ( A Beatriz) coloque velas en los candelabros y procure que haya siempre provisión. ¿Estamos? Beatriz.- Sí señora. ( La luz cobra vigor) Adriana.- Parece que por hoy nos salvamos. De todos modos, no se olvide. Siempre velas en los candelabros. Beatriz.- descuide. Adriana.- Vamos, niña. Te han traído siete trajes de coktail para que elijas seis. A ver que haces. ( Medio mutis por la derecha) Deje recado por ahí de que necesito una doncella. La señora de Trueba parece que conoce una, pero de todos modos... Beatriz.- Sí, señora. ( Hace mutis Adriana por la derecha. Petra chasquea la lengua y se enciende un cigarro) Petra. – créame que estoy consternada. Beatriz.- (como ausente) claro... claro Petra.- Lo de los pantalones es imperdonable. La verdad es que desde un día en el que mi hermana dijo: “Aquí la que lleva los pantalones soy yo, no sé por que se me olvida ponérmelos. Beatriz.- ( Ausente) Es un problema, porque en cualquier bisutería se podía encargar. Basta que sea parecida de momento. Y el abanico grande lo tengo. Petra.- tiene usted razón. Pero no se trata de ponerse los pantalones al salir de la habitación. Se trata también de acordarse de salir de la habitación. Beatriz.- ¿Pero como puedo comprar en una bisutería lo que necesito? ¡Eso no! Petra.- Agradezco su consejo. Me pondré los pantalones lo primero. ¿Quiere darme ese libro? Beatriz.- (le entrega un candelabro) Desde luego, señora. Petra.- Muchas gracias. ¿No le importaría darme una copita de coñac? Beatriz.- En absoluto ( le sirve leche en una jarra) Creo que usted tiene una grabadora... ¿no es cierto? Petra.- ¡ah, la grabadora ¡ Sí, claro. Lo tengo ahí. Beatriz.- Tal vez... me lo pudiera prestar una hora. Necesito grabar unas cuantas recetas de cocina. Petra.- Claro que sí. Utilícelo. Beatriz.- Su coñac. ( le entrega la leche) Petra.- gracias (Prueba) Excelente. ( Mira el candelabro que tiene en la mano) ¿Usted recuerda para que he cogido yo este candelabro? Beatriz.- Pues no. Pero puede dejarlo tranquilamente.

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Petra.- Sí. Es cierto. ¡Ah, la grabadora! Aqui la tengo. ¡Tiene una cinta puesta! ( pone la grabadora) (Voz de petra: - Mi hermana es una asquerosa. Adriana Asquerosa fea. Fastídiate bruja, que son las cuatro de la mañana y estoy despierta. Bruja, bruja) (petra apaga la grabadora) Petra.- Bueno, a veces cuando estoy sola me permito ciertos desahogos. (pone en marcha otra vez la grabadora) Voz de Petra.- Mi sobrina es una cursi. Lleva unos vestidos horribles. Cursi, mal vestida, tonta. Adriana hermana mía.. Fastídiate que lo grito: bruja, bruja. Petra.- Esta cinta no tiene por donde cogerse. Beatriz.- eso veo. Petra.- será mejor que ponga usted una cinta nueva. Aquí la tiene ¿Sabe hacerlo? Beatriz.- sí. Petra.- Pero siéntese. Póngase cómoda. Beatriz.- Si sale la señora. Petra.- No. Se marcha directamente a la calle desde su habitación. Por el jardín. Desde que se vino a vivir conmigo siempre ha hecho lo mismo. Se va por la mañana, vuelve a comer, se va por la tarde, vuelve a cenar, se va por la noche... Beatriz.- Vuelve a dormir... ¿o no? Petra. ´- ¡oh, sí! Debe venir. No sé. No me entero. Estoy en mis cosas. Beatriz.- Pero a su sobrina la quiere usted como a una hija. Petra.- si he de serla sincera me importa un pimiento. Lo que ocurre es que yo me morí hace años. ¿Me da un vaso de leche? Beatriz.- Claro. (sirve una copa de coñac) Petra.- Perdone que la moleste pero me encanta hablar con usted. Beatriz.- no me molesta en absoluto. (Echa el contenido de la copa de coñac en un florero. Entrega el vaso a Petra, que apura el vaso sin beber nada y exclama) Petra.- Una leche muy fresquita. Beatriz.- Sí Petra. – Le estaba diciendo que me morí hace años. Estaba tan tranquila y me nombraron presidenta de una asociación. Luego me dieron el Nóbel. Alguien organizo una tertulia todos los sábados en un café. Me morí. Note que no vivía ¿me comprende? Beatriz.- muy bien. Petra.- me compre un coche y deje de mezclarme con la gente. Mas muerta. Compres una tele de plasma y no salí al cine. Mas muerta. Cadáver completo. Aun no sé si todo empezó por aquel nombramiento de presidenta o yo busque que me nombraran presidenta para suicidarme así. Es muy complicado. Debieron hacerme mucho daño un día. Debí sufrir mucho. Pero no me acuerdo. Eso paso cuando yo estaba viva. Usted no me entiende.

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Beatriz. – Le aseguro que sí. (Salen Adriana y Acacia por la derecha) Adriana.- Beatriz... ¿Qué hace sentada aquí? Beatriz.- Pues..... Adriana: - ¡que falta de respeto! Sentada junto a la dueña nominal de la casa. No se lo voy a aguantar... Si es es preciso despedirla.. La despido a usted también. Beatriz.- Por Dios señora. Se lo ruego. Acacia.- ( con frialdad)¿Pero no se da cuenta usted de que es una falta de respeto? Beatriz.- Pues... Acacia.- ¿Y que su sitio es la cocina? Beatriz.- Sí, Señoría. Mi sitio es la cocina. Acacia.- Conviene no mezclarse... ¿Comprende? Los criados con los criados, los señores con los señores. Que sea la ultima vez. Pláncheme el vestido verde. La plancha muy templada. Adriana.- Todo en orden. No sé si vendremos a comer, Petra. Compónmelas como puedas. Petra.- Sí, Adriana. Adriana.- ( la quita el cigarro y lo apaga) Estoy harta del tabaco... ¿Comprendes? Toda la casa huele. ( Va a la grabadora) Y este cacharro ¿es tuyo? (Le da al botón. La voz de Petra suena) Voz de petra.- Adriana, eres un espantajo. Bruja repugnante. Que no tiene un duro. No me duermo. Ahora rompo una silla. Hago lo que quiero. Adriana, bruja, bruja ( Petra, apaga a grabadora) Petra.- Son unos ejercicios fonéticos. Para estar bien de voz. Adriana.- Pero si eres tu. Acacia.- ¿Te ocupas de grabar eso? ¿Por qué no se lo dices a la cara? Adriana.- Por que se la rompo. ¡Es increíble! Se dedica a insultarme en cinta. Oye Petra, aquí el único espantajo que hay eres tu. Tú estas loca... ¡Sí loca de remate! Y no olvides que tengo pruebas suficientes para incapacitarte. Y que en las cuentas corrientes me pusiste a mí por si te pasaba algo. Y como quiera te cierro el grifo. Y te tienes que ir a dormir al paseo. ¿Cómo se graba aquí? Petra.- Dándole a esto y hablando. Adriana.- Ponlo. Petra.- Sí Adriana.Adriana.- a la grabadora) Un, dos, uno, dos. Eres un sapo sarnoso. Petra. Una chalada de campeonato. Y si no te meten los médicos en el manicomio, te meteré yo misma, porque soy mas fuerte que tú y te puedo ( ofreciéndole la grabadora a su hija) ¿quieres decir algo? ( Acacia niega. A Petra) ¿Y tu? Petra.- Un saludo a todos los radio-oyentes Adriana.- ¡Idiota! Petra.- Perdona, no me había dado cuenta.

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Adriana.- Cuando estés aburrida le das al botón y escuchas todo eso. ¡Vamos! (Se detiene en la izquierda) Si pregunta por mí la señora de Angüeso le dices que estoy viviendo mi vida. Le hará mucha gracia. ( Salen por la izquierda) Beatriz.- La señora de Angüeso debe ser muy predispuesta a la risa ( Mira a Petra) ¿necesita usted algo? Petra.- No gracias. Beatriz.- ¿Le ha hecho daño todo lo que le ha dicho ella? Petra.- ¿qué ha dicho? Beatriz.- la entiendo. Yo no me entero de la mitad de las cosas que me dicen. Pero de lo que me interesa, des eso me entero muy bien. (Petra abre un cajón y saca un cigarro. ) Petra.- a mí me ocurre lo mismo. Beatriz.- Es usted una buena persona. ¿Cómo se la trajo a vivir aquí? Petra.- Ella estaba sola, .... yo estaba sola,.... es mi hermana. Beatriz.- Claro, claro ¿Para grabar es así? Petra.- Exacto. Le conviene poner otra cinta. Beatriz.- Estoy en ello Petra.- ¿Qué es eso de Bresnia? (Beatriz le coge de susto habla muy despacio) Beatriz.- Una pequeña nación que limita con Hungría, Rumania, Bulgaria y Batidle. La capital se llama Batel. Tiene ciento diez mil habitantes. Y la nación entera seis millones. Petra.- ¿Una republica? Beatriz.- una monarquía. Actualmente ejerce el Gobierno una republica popular. Petra.- Me gustan los reyes. Sobre todo de uniforme. Es bonito. Beatriz.- Bresnia producía ganado lanar. Exportaba, huevos , miel y un vino excelente. El Grismatock. Era vino de gala en las mejores mesas Europeas. Hoy Besnia produce tornillos. No tiene hierro , pero produce tornillos. Petra.- será normal. Beatriz.- ¿Me permite que me lleve la grabadora a mi cuarto? En compensación le dejare probar un poco de Grismatock. Tengo una botella guardada. Le gustara. Petra.- Desde luego.... Llévesela. Beatriz. Gracias. (Sale Beatriz. Y Petra se sienta a leer. Suena un timbre) Petra.- Ya voy yo. Debe ser el cartero. (Mutis y entrada rápida . La sigue una mujer con abrigo y guantes muy arreglada) Stablen.- ¡Oh , no tengo prisa! Puedo esperar cuanto haga falta. Petra.- Le he dicho....

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Stablen.- (Mirando la habitación) Su buen gusto... su proverbial buen gusto. Recuerdo que en Olillav vi un jarrón sobre una mesa y me dije: Esto es un regalo de los Saburgo Valstein. ¿Y que cree usted? Petra.- Pues.... Stablen.- Exacto. No era un regalo de los Saburgo Valstein. Era un regalo de los Gotha. Petra.- Unos reumáticos. Stablen.- Una dinastía. Pero habían sido asesorados por los Saburgo Valstein ¿Coñac’ Petra.- Sí Stablen. ¡Francés , claro! Petra.- Español. Stablen.- (sirviéndose una copa) ¡Viva España! Petra.- Usted vende el diccionario ilustrado Salvat.... ¿No? Stablen.- No. Petra.- Es que no entiendo por que esta aquí... Stablen.- Busco a Beatriz de Saburgo Valstein, reina madre de Bresnia. Pedro.- ¡ah! Pues en el ABC le darán las señas ( Toma un periódico) ES... (Recapacita) ¿Eh? ¿Ha dicho usted de Bresnia? Stablen.- Mi querida amiga. Tal vez le tranquilizara saber que vengo de parte de la reina Amadea. Petra.- (Perpleja) Sí. Eso me tranquiliza mucho. Stablen. La reina Amadea, ya sabe... Petra.- La de las monedas Stablen.- Amadea de Batidle. ¿No sabe lo que es Baltide? Petra.- Yo salgo poco y no voy a salas de baile. Stablen.- Batidle es una nación situada entre Bresnia, Italia, Yugoslavia y Hungría. Su reina es Amadea I. La capital de Baltide es San Hipólito, en plenos montes Surt. Batidle se halla ahora gobernada por una republica popular. Petra.- Batidle tenia ganado lanar. Stablen.- No. Cabras. Era el país de Europa que más cabras producía detrás de España. Petra.- pero en la actualidad hacen tornillos. Stablen.- No . Clavos. La divisa es : “ Con clavos , venceremos”. Me encanta su discreción, amiga mía. Como finge usted no saber nada , señora consejera. Petra.- Oiga. Stablen.- Señora consejera, Gran duquesa de Batel, Mariscala del Danubio. Petra.- muy bien. Usted gana. Stablen.- ¿decía usted? Petra.- Solo que... Stablen.- Esta bien. ¿Quiere decirle a su Majestad que la aguarda la baronesa Victoree Stablen, Consejera de su majestad Amadea I y preceptora de su augusta hija la princesa Juana? Petra.´De verdad, todo esto me parece una broma.

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Stablen.- No tome tantas precauciones. Le aseguro que he conseguido despistar a los periodistas. Aunque sé que hay dos que nos persiguen desde hace unas horas. Petra.- Pero esa Beatriz... aquí hay una Beatriz que... Stablen.- Sí, sí . La reina, por favor. Petra.- La reina... desde luego ( se rasca la cabeza) O es una apuesta, o tiene una trompa o esta peor que yo que ya es decir. Stablen.- Señora marquesa..... Petra.- Sí (toca el timbre) Viene enseguida. Stablen.- ¿Se ha enterado usted? Petra.- ¿del nuevo sorteo del Combo? Si, soy la única española que ha logrado entenderlo. Stablen.- Me refiero a lo de Batidle. Petra.- Pues... Stablen.- Ha estallado una insurrección contra Nijalia. Petra.- ¡Vaya! Cuanto lo siento. Stablen.- ¡qué buen humor! Me encantan sus dotes políticas. Nijalia es el opresor de Batidle. Petra.- ¡ah. Entonces no! Stablen.- Las posibilidades de una restauración monárquica son ahora en Batidle favoralisismas. (Beatriz entra por el foro) Beatriz.- ¿llamaba la señora? Petra.- Pues sí... aquí esta señora... Stablen.- ( con una reverencia) Majestad. Soy Victoria Stablen , baronesa de Stablen , consejera de Su Majestad Amadea I de Batilde y preceptora de su hija la princesa Juana. A los pies de Su Graciosa Majestad. Petra.- ( queriendo echarlo a broma) Es ocurrente ¿Eh? Porque hay gamberros que rompen faroles nada mas y .... Beatriz.- ¿le ocurre algo a la prima Alberta? Siéntese. Con su permiso , doña Petra. Estaba arreglando un poco el jardín. Me encanta ocuparme personalmente de eso. ( Se quita el delantal. ) ¿Cómo me localizo baronesa? Stablen.- Su Majestad Amadea I ha decidido establecer su residencia en Madrid. No nos sentíamos a gusto en Paris. Tememos que De Gaulle se proclame de un momento a otro y tememos motivos para creer que no le somos simpáticos. Llegamos hace unos días . Su Majestad ha comprado un delicioso hotelito a un kilómetro de aquí. Falta aún amueblarlo , pero el lugar es una maravilla. Beatriz.- Sí. En esta colonia va habiendo ya muchos reyes. Esta Eugenio de Renania, Maria Luisa de Latsia y la reina de Licuania. Stablen.- ¿Cómo? ¿Pero tenemos aquí a Federica? Beatriz.- Sí. Stablen.- ¡qué alegría tan grande se llevará Su majestad! Desde la boda de Raniero no había vuelto a verle.

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Petra.- (inquieta y ingenua) Oigan, yo quiero jugar a esto ¿con que resto se empieza? Stablen.- ( sonriente) hemos sabido que Su Majestad, para guardar el riguroso incógnito ha colocado a su consejero Gran Duque de Vatel al frente de su casa civil y como propietario de este hotel. Pero sabemos que eso no puede durar mucho en breve tendréis que salir a la luz pública. Beatriz.- Tratare de evitarlo. Baronesa. Stablen.- No creo que sea posible. Vengo a solicitar en matrimonio a vuestro augusto hijo el príncipe Enrique para Su alteza la princesa Juana. Beatriz.- Pero... Stablen.- Debo informar a su Majestad que su Majestad Amadea I esta dispuesta a abdicar en la princesa y que de este modo el príncipe Enrique podría ser rey consorte de Baltide en un plazo muy breve. Petra.- Ahora yo. ¿Saco las fichas de Poker? Beatriz.- ¿No le importa sentarse doña Petra? (Petra obedece9 ¿qué beneficio puede reportar para mi hijo el príncipe tal boda? Stablen.- Majestad, Batilde puede ser monarquía de un momento a otro. Ha estallado una revolución contra Nijaila. El pueblo está de parte de Amadea I Beatriz.- ¿Y quien se fía del pueblo? Stablen.- Su Majestad Amadea I logró poner a salvo algunos tesoros de la Corona y un sin fin de bienes particulares que, manejados con tacto garantizarían el esplendor de sus sucesores. Sabemos que la joya mas rica es vuestra diadema, majestad. Pero el cetro de mi Soberana no se queda atrás. Digamos, Majestad, que esta es una visita exploratoria. Si Su Majestad quiere sostener conversaciones con la Reina estará aquí en diez minutos. Menos aún. En tres. Me espera en su coche. Beatriz.- ( tras una pausa) Dígale a la querida prima Amadea que la aguardo. Stablen.- ¡Bravo! ¡Viva Bresnia! ¡Viva Baltide! Petra.- ¡Vivan los novios! Stablen.- eso. ¡Majestad! ( se inclina y sale) Petra.- Ahora vuelve a entrar disfrazada de bruja. Beatriz.- No creo. Petra.- ¿Pero para que ha hecho usted esto? ¿Para divertirme? Pues confieso que ha logrado interesarme pero... Beatriz.- Soy Beatriz de Saburgo Valstein , reina de Bresnia. Petra.- ¡no! Usted está de acuerdo con Adriana para que yo diga que tenemos una reina de cocinera y me metan en el manicomio. Beatriz.- Doña Petra, soy la reina. Petra.- pero.... Beatriz.- hace diez años que una revolución popular me arrojo de mi país. Días antes del golpe había muerto mi esposo, el rey Estaban I. Usted no sabe como lloraba el pueblo el paso del cadáver. Y usted no sabe lo empeñado que estaba en cortarnos la cabeza a mi hijo y a mi en el momento que estallo la revolución.

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Fuimos a Italia , después a Inglaterra. Ahora a Madrid. Se nos había acabado el dinero. El príncipe , mi hijo, tuvo que empelase en un banco como mecanógrafo . Yo.... había que comer. Petra.- pero esa diadema tan rica que.... Beatriz.- Si. Tenia treinta brillantes, cuatro rubíes y dos esmeraldas. Con los rubíes he vivido todo este tiempo. Las esmeraldas y los brillantes los empleo mi marido en recibir al presidente de los Estados Unidos. Petra.- Pero sus súbditos... Beatriz.-Los afectos a mi esposo forman parte del gobierno de Carlovi. No sé como se las han arreglado. Petra.- ¿qué va a hacer? Beatriz.- Hablar con Amadea. Esa fue siempre mas lista. Soy la reina y preveo un gran porvenir para mi hijo en la boda. Será tratado como lo que es. Un rey. Doña Petra... momentáneamente, no tengo con que recibir a Amadea, no quiero confesarle mi trabajo. ¿Podría ... podría recibir aquí a Su Majestad? Petra.- ¿Usted se da cuenta de que si mi hermana se entera de todo esto , vienen los del manicomio, empiezan por usted y terminan por su querida prima Amadea. Beatriz.- pero su hermana no volverá hasta la cena. Doña Petra... Petra.- Esta bien, está bien. Nos jugaremos la cara ¿Yo que hago? ¿Me subo a un cuadro? Beatriz.- No. Usted está delante. Petra.- ¿A santo de que? Beatriz.- La nombro Consejera, Gran duquesa de Vatel, Mariscal del Danubio. Petra.- ¡Ah muy bien! Tendré que ponerme una guirnalda. Y muchos collares. Beatriz.- No es necesario, doña Petra... ¿Podría utilizar alguno de los vestidos de su sobrina? No se lo que tengo en el baúl y.... Petra.- Supongo que si. Beatriz.- Gracias ( un timbre) Tendré que darme prisa. ( Se vuelve a ella) Doña Petra... ¿no le importará llamarme Su Majestad? Petra.- No, no. Beatriz.- ¿Quiere abrir, doña Petra? Petra.- A las reales ordenes de su Majestad. ( Beatriz hace mutis , Petra se va por el lado contrario. Vuelve a entrar, con el espinazo doblado y andando de espaldas. Tropieza con el sofá y cae en el . En la izquierda está Amadea) Amadea.- Le aconsejo que siempre que ande de espaldas mire de reojo hacia atrás. El respeto y el instinto de conservación son perfectamente compatibles. (Stablen detrás de Amadea) Stablen.- La gran duquesa de Vatel , Mariscala del Danubio. (Petra se pone a mirar hacia atrás) Me refiero a usted. Petra.- si, si , claro ( se inclina) ¡Majestad!

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Amadea.- buen hogar ha adquirido la prima Beatriz. Siempre tuvo un gusto extraordinario. Y fue buena la idea de ponerlo al nombre de usted, excelentísima señora. Petra.- Si, Fue buena la idea. Stablen.- Su Majestad querrá un poco de coñac español Amadea.- naturalmente (Stablen sirve dos copas entrega una a Amadea y se queda con la otra) ¡Chin , chin! Petra.- Como su Majestad diga, aunque lo diga en japonés. Amadea.- ES magnifico este coñac español. No le encuentro diferencia con el francés. ( se sienta) ¿y el príncipe? ¿Sigue tan aficionado a pasear? Petra.- ¡oh, si! Su... alteza Enrique de... de....¿cómo se dice hombre si lo tengo en la punta de la lengua? Stablen.- Saburgo Valstein. Petra.- Su alteza Enrique de Saburgo Valstein sigue siendo muy aficionado a pasear. Stablen.- Le encantaban los árboles y los jardines. Amadea.- recuerdo que cuando era niño tenia preferencia inusitada por los bancos de los jardines. Y por aquel de piedra foja que había en el palacio de Vatel. En cuanto se perdía y a sabíamos todos que estaba en el banco. Petra.- Y ahora. De nueve a una y de cuatro a siete lo tiene usted en el Banco con entera seguridad. ¿Otro coñacito, majestad? Amadea.- No, gracias. Stablen.- Yo si, Gran duque. Petra.- (un poco amoscada por la voracidad de Stablen)Bebéis mucho baronesa. Stablen.- Cuando voy de visita. ( Se sirve otro coñac) Amadea.- Bueno, gran duquesa... ¿qué opina de la reacción de Martina? Petra.- No se debía haber ofendido porque yo saliera sin pantalones. Lo hago a menudo, pero sin mala intención. Es casi un acto reflejo. Yo... Amadea.- Me refiero a la Gran Duquesa de Pomerania. Petra.- ¡oh! Es que hemos tenido aquí una doncella... ¿la gran duquesa? Mal, muy mal Amadea.- Pues yo creo que ha hecho bien. Stablen.- Bien, desde luego. Petra.- ( sonriendo) No, si . Ha hecho muy bien. Amadea.- Ante el asunto tan delicado... ¿Qué podía hacerse? Lo que ha hecho Martina..... Petra.- Claro.... ( con un leve malestar) ¿Qué ha hecho Martina? Amadea.- ya lo sabe usted. Petra.- Por favor, Majestad. Cuando me pica la curiosidad me pongo nerviosisima. Concretamente ¿qué ha hecho Martina? Amadea.- Pues.... ( Beatriz acaba de salir por la izquierda. Viste con elegancia) Beatriz.- Hola, Amadea.

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Amadea.- ¡querida Beatriz! ( se besan) Petra.- ¿qué ha hecho Martina? Beatriz.- Es una alegría muy grande para mi volver a verte . ¿Cómo te encuentras en España? Amadea.- Bien... muy bien. En Paris había colonias baltidiana y era fastidioso ver como los jóvenes defienden a ese Nijalia. Beatriz.- Si , En Roma también había unos cuantos baltidianos que estaban de parte de Carlovi. Aquí gracias a Dios no tenemos súbditos. Petra.- ¿Qué ha hecho Martina? Amadea.- Parece imposible que nuestras patrias se hayan conformado con prescindir de sus reyes ¿Recuerdas mi palacio? Beatriz.- ¡Como no! Entre los cipreses. ¿Y tus fiestas? Petra.- perdón . ¿Qué ha hecho Martina? Beatriz.- ¿eh? Amadea.- Se interesa por lo que ha hecho Martina Beatriz.- ¿la tía Martina? ¿La gran duquesa? Amadea.- Si. Beatriz.- Que por cierto ha hecho muy bien. Amadea.- Eso pienso yo... que ha hecho muy bien. Stablen.- Ha hecho estupendamente. Beatriz.- Puede usted estar segura, Petra que ha hecho lo mejor. ( A Amadea) Y bien. Amadea la baronesa me ha hablado así por encima... Amadea.- ¿Qué te parece? Enrique y Juana, se conocen desde pequeños, han hecho buena amistad y estoy segura de que se quieren. Y que se querrán mas cuando se traten. Beatriz.- No tengo ningún inconveniente, pero .... Amadea.- Se los peros, querida prima. Si algún Hertel- Valstein puede volver a Batilde es precisamente Juana. El pueblo la querrá mucho . Estoy dispuesta a abdicar en mi hija. Beatriz.- En tal caso yo coronare a Enrique como rey de Bresnia. Amadea.- ¿te das cuenta de la trascendencia que puede tener este acto político? Unimos dos economías la nueva nación pasará de los quince millones de habitantes y se establecerá una nueva Monarquía joven, en mitad de Europa Oriental. Beatriz.- ¡Es maravilloso! Amadea.- Juana va dotada de un millón de caracks Beatriz.- Enrique aportara un millón de selling bresnianos y las joyas de la Corona. Amadea.- No esperaba menos de tu generosidad. ¡Las joyas de tu corona! ( Se abrazan) Stablen.- ¡viva Bresnia!¡Viva Baltide! Petra.- ¡Viva! (Angustiada) ¿qué es lo que ha hecho Martina?

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Stablen.- Majestad, tengo listo el protocolo de abdicación. Solo falta coronar al príncipe y firmar el acta de constitución del nuevo imperio BresnoBaltido. Amadea.- Beatriz... Beatriz.- Ve por Juana. Quiero que este delante cuando corone a Enrique. Será un acto intimo, simbólico. Lo haremos aquí. Petra.- ( aterrada) ¿aquí? Beatriz.- exactamente. Petra.- (Pálida) ¿no será mejor en la Concepción? Beatriz.- aquí, Petra. Se trata de una ceremonia desprovista de todo boato. Es cumplir un requisito simplemente. Amadea.- Beatriz... No sabes lo que me alegra haber llegado a un acuerdo tan rápidamente. Casi diría que mi venida aquí ha tenido un objetivo. Y que ese objetivo ase ha cumplido para bien de nuestros dos pueblos. Beatriz.- hasta pronto. Amadea. No tardes. Amadea.- enseguida estamos de vuelta. Beatriz.- Acompáñalos Petra. Petra.- Si, majestad (salen y Beatriz queda como ensimismada) Nada. Que no hay forma de enterarse de lo que ha hecho Martina....Beatriz , Beatriz ¿se da cuenta? Beatriz.- (como despertando) ¿Eh? Petra.- Yo soy un poco despistada.... Un ser absurdo , lo se. Pero ahora va venir una chica.... Beatriz.- (corrigiéndole ) Una princesa. Petra.- Claro. Una princesa. Y usted va a coronar a su hijo aquí en la Colonia de la Romera, calle del Cisne, 6 , en mi hotelito. Beatriz.- Si. Petra.- pero si viene mi mujer, la coronación la terminamos en Ciempozuelos. Por lo mas santo... ¿es que no lo comprendes? Beatriz.-Es un acto político de una importancia extraordinaria. Enrique será rey de quince millones de hombres y mujeres. Uno de los soberanos más importantes del mundo. Petra.- Pero , Beatriz... ¿querrán marcharse los que ahora están para que su hijo se.... bueno se siente en el trono? Beatriz.- ¿Eh? ¿Me decía? Petra.- Que hay unos señores en Bresnia que tienen un ejercito y están colocados. ¿No lo entiende? Beatriz.- (extrañadísima) perdone... este vestido... ¡ah , si! Lo cogí del dormitorio de su mujer.... ¿unos señores? Si claro. Pero eso está al margen. Usted no lo comprende.... ( La puerta del foro entra Enrique) Enrique.- ¡Mama! ¡Ah, perdone usted, es doña Petra! Beatriz.- Enrique .... Creí que no ibas a llegar a tiempo. Tengo la mejor noticia que darte. Enrique.- Y yo tengo una magnifica para ti.

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Beatriz.- No puede ser tan buena como la mía Enrique .- Vamos a la cocina y te la cuento Petra.- Prefiero que se queden aquí. Beatriz.- Petra.... no va usted a dejarme ahora. Es todo lo que tengo. Es el cimiento en el que apoyo mi esperanza. Usted no va a dejarme ¿verdad? Petra.- Pero si hace media hora me parece que estoy viviendo un sueño. Si esto no es normal. Beatriz.- No va a dejarme. Estoy segura. Será conveniente que se ponga el traje mas serio . El azul marino que le planche ayer. Petra.- (apurada) Si, Beatriz. Beatriz.- ¡Por Dios, los pantalones! ¡No se olvide de los pantalones! Petra.- Estese tranquila . No me olvidare de los pantalones. (Sale Petra.) Beatriz. – Es muy buena persona. Enrique.- ¿Qué ocurre? Beatriz.- ¡oh... es algo muy hermoso y simple! Cuéntame tu primero. Enrique.- ¿Te acuerdas de Isabel, aquella chica que conocí hace un mes? Bueno, pues no se como se las arreglado , pero acaba de proporcionarme un puesto en Luingua. Es una academia de idiomas. Voy a enseñar francés, ruso, italiano. Eso representa mas de doce mil pesetas al mes. Si me afianzo y saco clases particulares, en medio año podremos tener un piso y tu dejaras de cocinar... ¡Parece un sueño!( Le muestra unos papeles) Mira. Los contratos de trabajo. Y el sueldo ¡Es fantástico! En el banco no hacia mas que escribir. Ni podía pertenecer a la plantilla. Ahora todo es distinto. (Beatriz no le atiende) Me gustaría que conocieras a Isabel. Es una chica muy sencilla. Tiene unos padres encantadores.... tu... ( la mira) Mama ¿No te das cuenta? He resuelto nuestro porvenir. El mes que viene empezare a cobrar una cantidad importante. Beatriz.- ha venido Amadea. Enrique.- ¿quién es Amadea? Beatriz.- Mi prima... Amadea. La Reina Amadea. Enrique.- ¡Vaya! Le hacia en Francia. Mama estas pálida. ¿Has dormido bien? Beatriz.- desde que llegamos apenas puedo dormir. Enrique.- Pero el medico te dio unas pastillas. Beatriz.- No era un medico. Era un psiquiatra. Enrique.- Los psiquiatras son médicos. Y fuiste quien quisiste ir a que te viera. Beatriz.- Es que a veces temo volverme loca. Tu no sabes que es eso. Ponía la sartén en el fuego, echaba aceite, cebolla, patatas, huevo. Y de pronto ya no tenia sartén en la mano. Estaba en Vatel en el desfile del 12 de diciembre y saludaba al Embajador. Y olía las rosas de Ircuba y no la cebolla. Y mientras servia la tortilla , oía: “Écheme un poquito mas” “ A ver si le sale un poco mas jugosita” Por yo no estaba en el comedor. Yo estaba en el palacio de verano oyendo las fuentes.. Y vivía y no vivía. Y estaba aquí y no estaba. Y eso es terrible. Enrique. Cuando

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se queda una sola nota que ha hecho mil cosas mal. Que le pidieron el salero y dio una porcelana. Enrique.- Bueno todo eso pasará. Ahora ya no vas a guisar para nadie más que para mí , si quieres (Beatriz se echa a reír con todas sus ganas) Mamá..... Beatriz.- Es maravilloso, maravilloso. Enrique. La prima Amadea ha comprado un hotelito. Esta aquí con Juana. ¿Adivinas lo que hemos convenido? Sí, si. Vuestra boda. Pero Amadea abdicara en Juana y yo voy a coronarte rey de Bresnia. ( Toma el globo terráqueo que hay en la librería) ya no habrá Batilde y Bresnia. Ya todo será un Imperio de quince millones de habitantes. ¿Ves? Desaparece la frontera de Graz y la de Pascua. El mundo entero se estremecerá con la noticia. Lo pondré enseguida en conocimiento de Inglaterra y Francia. ¡Cómo les va a sentar a los ingleses! Amadea dota a Juana con un millón de dracks y yo concedo un millón de shillings. Es formidable. Enrique.- pero, mama..... Beatriz.- Se van a firmar ahora mismo los acuerdos. Enrique.- (apurado) ¿Dónde? Beatriz.- Aquí. Enrique.- ¿Y que dice doña Petra? Beatriz.- la he nombrado Consejera, Gran duquesa de Vatel y Mariscal del Danubio. Enrique ( con un apuro terrible) ¿y su hermana y su sobrina? Beatriz.- No saben nada. Es todo muy fácil. Enrique. En cuanto esté constituido el Imperio solicitare prestamos a los Estados Unidos, como hace todo el mundo. Y al volver a Bresnia...... Enrique.- Es que ... tal vez.... no volvamos a Bresnia, mamá. Beatriz.- En cuanto el pueblo se entere de que eres el Rey de un Imperio... te llamaran a gritos . ¡Va a ser magnifico! Enrique.- ¡Cálmate, por favor! Yo creo que podemos aplazar un poco esas decisiones. Beatriz.- ¡aplazar!¡Después de haber esperado tanto este instante! No. Hay que hacer las cosas corriendo. Aguarda... no se si ese traje será conveniente para el acontecimiento. Enrique.- Esta bien mama Beatriz,- ¿Cómo me encuentras? Enrique.- Muy elegante. Beatriz.- no se donde diablos estaba este vestido . Me lo he encontrado de pronto puesto. Sería muy oportuno que llevaras una banda con los colores de Bresnia. Aunque habrá que crear una nueva enseña para el Imperio. ( Suena el timbre) Deben ser ellos. Enrique. – Mamá, por Dios, no me gustaría que..... Beatriz.- Juana te quiere. Siempre te ha querido. Estará contentísima de volverte a ver. ( Petra aparece por las escaleras. Lleva un traje con sus pantalones y todo. Pero se ha olvidado de ponerse la camisa.)

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Petra.- ¿Son ellos? Beatriz.- Supongo que si. ¡Dios mío! Mírese. Petra.- Los pantalones los llevo porque me he metido las manos en los bolsillos y no me las he sacado. Beatriz.- la camisa. Petra.- ¡Que pequeña se ha quedado! Beatriz.- como que es el sujetador. Petra.- ¡Dios santo! ¡Ahora vuelvo! ( sale a cambiarse) Enrique.- Ya abriré yo. Beatriz.- tu eres el rey. Que esperen. Es cuestión de un minuto. ¡Petra.! Petra.- (desde dentro) en seguida, Majestad. Beatriz.- Debes mostrarte muy afectuoso con Amadea. Dentro de unos instantes serás rey. Enrique.- Mamá, ¿vas a escucharme? Beatriz.- En Vatel haremos la coronación oficial. En San Patricio, con el batallón de húsares cubriendo la carretera. Nadie lo olvidara. Enrique.- ¡mama! Beatriz.- ¿Qué? Enrique.- Nada... nada en absoluto. (Entra Petra corriendo) Petra.- ya estoy yendo. ¡Un instante! Disculpe su Majestad. ¿Estoy bien así? Beatriz.- Perfecta. Petra.- Note su majestad el elegante detalle de la condecoración en la solapa. Beatriz.- Lo noto. Petra.- ¡Volando! Beatriz.- ponte derecho.... así. Tu delante. Sonríe. (Entra Petra. Se sitúa a un lado de la puerta y anuncia) Petra.- Su Majestad el Rey Amadeo de... de... ¿Cómo se llama esto, hombre? Stablen.- ( que ha entrado) Hertel- Valstein. Petra.- Gracias. De Hertel- Valstein y la Prima Juliana. Ninoska.- ( Que ha entrado detrás de Stablen) Juana.... Petra.- Gracias. Juana de ... ¿lo mismo? Ninoska.- Lo mismo, claro. Petra.- Juana de ... ¿Ha dicho usted? Stablen.- Hertel – Vasltein. Petra.- Hertel- Valstein.. El Valstein no se me olvida pero el Hertel lo tengo aquí entre ceja y ceja. ( Amadea entra seguida de Juana, Ninoska acompaña a Juana y Stablen se va al bar y se pone una copa) Amadea.- ¡querido sobrino, Enrique! Estas hecho un hombre. Beatriz.- Es que es un hombre.

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Amadea.- pero no ha perdido ese carácter rebelde, esa mirada agresiva que tenia de niño. ¿Cómo me encuentras? Enrique.- Tu siempre has estado bien. Amadea.- ¿Y a tu prima? ( Enrique la mira con cierta angustia) Enrique.- Estas muy guapa , Juanita. Juana.- gracias Enrique. Beatriz.- (besando a Juana) Desde que nació tenia cara de reina. Amadea.- Me parece oportuno dejarles que charlen un rato. A solas ¿Por qué no me enseñas el jardín Beatriz? Beatriz.- En efecto, debemos dejarlos solos. Podemos salir por aquí. Sígueme. (Salen Amadea y Beatriz) Stablen.- Me parece que no hemos podido dejar de lado a los periodistas que nos seguían. Están ahí fuera en un coche. Petra.- ¿Y que podemos hacer? Ninoska.- portarse bien con ellos Stablen.- (coge una botella) ¿Ginebra? Petra.- (fastidiada) aceite de ricino. Stablen.- Creo que necesito purgarme. ( Se sirve una copa. Abre una caja ) ¿tabaco? Petra.- de chocolate. Stablen.- precisamente los que yo gasto. ( Coge un puñado) La gran Duquesa Martina se encontraría a sus anchas aquí. Sobre todo después de lo que ha hecho. (sale) Petra.- ¿Y que... es lo que ha hecho? Ninoska.- (coge del brazo a petra y la va sacando) Me han dicho que hacen ustedes unos aparcamientos provisionales con oportunidad de tener que rehacerlos porque se caen, de merito enorme y me gustaría que charlásemos de eso....( salen y entra corriendo petra) Petra.- (coge una botella de coñac) estos con el coñac por medio me cuentan lo que ha hecho la gran duquesa, pero como me llamo Petra. ( sale, silencio) enrique.- Bueno , creo que has viajado mucho... Juana.- ¡Oh, si! He estado en Londres y Nueva York. Y en el Cairo. ¿Lo conoces? Enrique. No. Juana .- Es una ciudad maravillosa. Mitad antigua y mitad moderna. Claro no se puede comparar en nada con Paris. ¿Sabes? Yo he vivido Paris por dentro. Conocí a un muchacho. Canta. ¿Conoces la canción “Tous jours de ma vie”? Enrique.- Ives Clairent. Juana.- Precisamente. No me digas que le has escuchado. Enrique.- Estuve en un concierto suyo hace poco. Juana.- ¿qué te parece? Enrique .- Lo encontré muy simpático y me gusta como canta. Juana.- Es formidable. Pues el me llevo a conocer Paris. ¿Madrid es igual?

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Enrique.- Mas o menos. Hay peor humor. Juana.- pues la ciudad parece bonita. Enrique.- es una de las ciudades mas bonitas del mundo. Ha de gustarte. Yo te la enseñare. Juana.- ¿De veras, no te importa? Enrique.- Todo lo contrario, Juana. Isabel nos acompañara. Juana. - ¿Isabel? Enrique.- Digamos que ha sido mi Ives Clairent en Madrid. Juana.- ¿Qué hace ella? Enrique.- estudia Filosofía. Y hace canciones muy extrañas y bonitas. ¿Has oído hablar del Retiro? Juana.- Si. Enrique.- Iremos esta tarde a verlo. Juana.- ¿NO se enfadara Isabel? Enrique .- Supongo que ese chico francés no va a enfadarse porque des una vuelta conmigo. Juan.- ( se pone de pie) Estoy enamorada de el. Enrique.- Ya, ya me lo he supuesto. Has dicho que era formidable y es feísimo... Juana.- ¡Enrique! Enrique.- ( riendo) es un autentico oso. Juana.- No te lo tolero. ¿Le has mirado a los ojos? Enrique.- pero si solo tiene una ceja. Juana.- Estúpido niño bobo, majadero.... Enrique.- Esta bien, Juana. Para ti es formidable y eso basta. Yo también estoy enamorado de Isabel. Juana.- que es una cursi. Enrique.- Bueno , te admito que Isabel es una cursi si me admites que el francés es feísimo. Juana.- Dejémoslo en que los dos están estupendos. Enrique.- ¿Sabe el quien eres tu? Juana.- Le dije : Soy Juana de Hertel- Valstein, princesa heredera de Baltide. Enrique.- ¿Y que contesto? Juana.- No importa. No soy supersticioso. Enrique.- ( riéndose ) Pues yo no se lo he contado a Isabel. Juana.- ¿te preocupa eso? Enrique.- Si me preocupa. Pero no es lo quemas me inquieta. Juana.- ¿entonces? Enrique.- ¿Sabes ya? Juana.- Si. Que quieren casarnos, crear un imperio. Ya se les pasara. Eso es una cosa ridícula.

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Enrique.- algo peor. Es una locura. Nosotros somos unos pobres fantasmas que de vez en cuando nos sacan en las revistas del corazón. Yo Por mi parte he abandonado la idea de volver a Bresnia. Pero ... ¿Y ellas? Juana.- ¿Quién? Enrique.- tu madre ... y la mía. Juana.- Irán pasando los años y se les quitara de la cabeza. Enrique.- Voy a contarte una cosa. He encontrado a mi madre hablando sola muchas veces, abanicándose con el abanico ese tan grande que le regalo mi padre. Hablaba de Vatel , con condes, ,marqueses... y no había nadie en la cocina. Porque mi madre es la cocinera de esta casa. Juana.- ( Sorprendida) Enrique. Enrique.- Al llegar a España, tuvimos que hacerle frente a la vida. Ella aquí de cocinera y yo pasando textos en la Dirección de un Banco. Había que comer al menos dos veces al día. Juana.- Lo siento , Enrique. Enrique.- He oído que piensa dotarme con un millón de Shellings . Y que tu padre te dotara a ti con un millón de draks. Juana.- Pero si no los tiene. Reconozco que en la huida se llevo lo que pudo, pero para administrarlo con cuidado y vivir de ello. Enrique.- El psiquiatra me dijo que mama padecía algo así como delirio. Se ha negado a admitir la realidad, y vive en un sueño. Juana.- Con el tiempo se curará. Enrique.- no es eso. Es que no se si ella se da cuenta. Juana.- ¿Qué? Enrique.- No se si ella sabe que todo esto, es imposible. No se si se finge loca para no tener que admitir este tiempo nuestro. ¿Me entiendes? Juana.- Creo que sí. Enrique.- Sea como sea, no me siento con fuerzas para despertarla. Voy a dejar que me corone, dejare que hagan lo que quieran. Contendré como pueda la risa. Pero no la despierto. Juan.- Enrique yo... Enrique.- Te iba a pedir que me ayudaras Juana.- Yo te iba a pedir que ahora mismo planteáramos las cosas como son. Enrique.- No puedo. Yo no sabría. Juana.- déjame al menos que lo haga yo. Tranquilo . Se como tengo que decir las cosas. Enrique.- ¡Por favor, sin hacerle daño! Juana.- Claro que no. ¿De quien es esta casa? Enrique.- ¿Has visto a esa pobre mujer del traje? Juana.- Si. Enrique.- Pues es de ella. Otro fantasma. Vive en las nubes. Pero es un pedazo de pan. Y le tiene cariño a mama. Juana.- Enrique si necesitáis dinero...

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Enrique.- ¡Oh, no, no! Acabo de encontrar una colocación estupenda... ¡Cuidado viene ahí por lo mas santo, sin hacerle daño! Juana.- te lo juro ( Por la derecha salen , Stablen, petra y Ninoska) Beatriz.- No son las rosas de Ircuba, claro ¿Te acuerdas de aquellas rosas? Amadea.- Son las mas bonitas del mundo. Baronesa. Stablen.- Majestad.... Amadea.- ¿No vio a unos muchachos detrás de la verja con unas cámaras? Stablen.- Creo que si Beatriz.- Que, ¿habéis hablado? Enrique.- ¡Oh si! Beatriz.- ¿y os habéis entendido bien....? Enrique.- Pues... Juana( apartándolo a un lado).- tía, creo que somos demasiado jóvenes .. Beatriz.- ¡Que tontería! Yo me case a los 18 Juana.- No es solo eso , Tía.... Beatriz.- (dulcemente) ¿Qué? Juana.- Todo esto es..... Beatriz.- demasiado maravilloso ¿Verdad? Juana.- Pues.... Beatriz.- Ibas a decir eso ¿no? Juana. – Lo que yo quiero decir... es.... Beatriz.- que en medio de un mundo oscuro y terrible tu vas a volver al palacio de Vatel y vas a llevar vestidos preciosos. Y saldrás en carroza a inaugurar el parlamento y te llevaran rosas de Ircuba. Te envidio yo seré solo la Reina madres. Es mucho tu tendrás el cariño del pueblo y el homenaje de todos ¿es eso lo que me querías decir? ( Silencio) contesta. ¿Es eso? Juana.- Si. Eso. Beatriz.- Dame un beso, reina. Este es el día mas feliz de mi vida. Enrique... ¿Qué día es hoy? Enrique.- diez de mayo. Beatriz.- de mil novecientos?? Enrique.- del dos mil cinco. Beatriz.- pues esa será la fiesta Nacional del nuevo estado. Amadea.- de acuerdo. Beatriz.- Estoy dispuesta, Amadea. Cuando quieras. Amadea.- Ninoska el protocolo de abdicación. Ninoska.- majestad Amadea.- Gracias . ( Se dispone a leer) ¿dónde están mis gafas leche? Ninoska.- las lleva puestas majestad.

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Amadea.- Yo. Amadea Hertel- Valstein , primera de mi nombre, reina de Batilde y emperatriz de las islas colidias, Fertas y Dominicas, y demás propiedades , provincias y colonias de mi corona. Petra.- ¿tienen colonias? Pues mire a ver si tiene la de Chanel que se me callo el otro día el bote y se me rompió ( Todos la chistean) Amadea.- Considero de interés para el país abdicar y renunciar a todos mis derechos al trono en la persona de mi hija , Juana Hertel- Valstein, que desde el día de hoy reinara en Batilde con el nombre de .... ¿qué nombre tomaras, Juana? Juana.- ¿Eh? Amadea.- que te puedes cambiar el nombre. Juana.- Mama. Enrique (cortando) Juana esta bien. Juana.- eso , Juana. Amadea.- Con el nombre de Juana II. La pluma de oro , Stablen. Stablen.- Si, Majestad. Aquí firmara su Majestad con mas comodidad . ( Le dispone una mesita enfilada a la ventana) ¡Que gran júbilo para Batilde! Ninoska.- Tenemos reina. ¡Viva la reina Juana de Batilde! Todos.- ¡Viva! Amadea.- di algo , Juana. Juana.- el caso es que.... Amadea.- son palabras para el pueblo. Juana. – Pero yo.... Enrique.- esta demasiado emocionada, tía. Dispénsela. Amadea.- Claro que si. Beatriz.- Acércate, Enrique. Voy a coronarte. Petra.... debes tomar nota de mi discurso en la coronación. Quiero que queden grabadas las claves de la postura monárquica de Bresnia ante la confederación de Batilde. Petra.- a sus ordenes Su Majestad. ( Se busca en los bolsillos)¿tenéis un boli ¿ Stablen.- Una mont blan, gran duquesa. Petra.- da lo mismo, baronesa. Beatriz.- Ven aquí. A mi lado. Bresnianos... Yo se la enorme alegría con que vais a acoger mi s palabras. Cien años de monarquía en Bresnia os han hecho monárquicos. Stablen, Amadea y petra.- Bien... muy bien... ¡Bravo! (Aplausos) Beatriz.- Yo se que estabais esperando desde hace tiempo esta decisión que para bien de nuestro pueblo acabo de tomar ( suena el timbre) (Petra le da la pluma a Stablen y sale por la puerta) Quiero que sepáis que ya en la mente de nuestro queridísimo rey , mi inolvidable esposo , anidaba desde hace tiempo la ilusión de dar mas campo a nuestro suelo y mas esplendor a nuestra Monarquía. Tenemos necesidad de un ejercito grande, potente, de mas hombres. De mas maquinas... ¿y por que no? ... de mas Imperio. Stablen.- ¡Viva Bresnia!

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Amadea.- ¡Viva! (Entra Petra nerviosisima) petra.- Mi hermana.... Beatriz.- Solo quedaba una solución viable y venturosa. La confederación con nuestros vecinos de Batilde, con una monarquía de nuestra sangre. Petra.- A propósito de sangre , mi hermana. Beatriz.- ¡Callad Gran duquesa! Petra.- Ni gran duquesa ni porras. Que.. Esta... ahí .... mi... Hermana! ( Suena el timbre de nuevo. Amadea, Beatriz y Stablen como locos) Beatriz.- ( muy deprisa) por ello ... he decidido hoy tras la coronación de mi hijo y heredero Enrique, la confederación con Batilde. Bresnia y Batilde son una nación bajo el reinado de mi augusto hijo y su esposa Juana II de Batilde. Stablen y Amadea.- ¡Bravo ¡ ¡Bravo! (Aplausos) Petra.- ( A Enrique) Haz algo. Van a tirar la puerta. Haga algo o se cargan a la Gran duquesa del Danubio. Enrique.- Espero. ¿Su hermana no sabrá nada? Petra.- ¡Que va a saber! Beatriz.- Por ello... con toda solemnidad voy a proceder a la coronación ( Enrique esta hablando con Juana y Ninoska. Esta asiente y finge un desmayo cayendo en el sofá) de mi augusto hijo... Enrique.- ¡Mama! ¡Juana! Beatriz.- ¡Un atentado! Amadea. Hija mía, se ha desmayado. La emoción. Enrique.- Vamos al jardín... un instante. Beatriz.- pero. Enrique.- en seguida continuamos... Baronesa ¿Quiere ayudarnos? Stablen .- Siempre a sus ordenes Alteza. (Stablen, Ninoska y enrique, sacan a Juana) suena el timbre. Petra.- majestad, salid con ellos. Beatriz.- Volvemos en seguida, Petra. Petra.- Claro, claro. ( Salen Beatriz y Amadea. Petra hacia el otro lado vuelve a entrar corriendo tropieza con el sofá y se cae en el. Entra Adriana) Adriana.- ¿Pero se puede saber que es lo que te pasa? Petra.- Nada, nada. Adriana.- ¿Por qué me has tenido una hora en la puerta? Petra.- No oía el timbre. Adriana.- no si además de chalada , sorda. Me he dejado el bolso con la llave y el dinero. Y es por tu culpa. Nos estas poniendo los nervios al tope. Y va a pasar algo muy gordo. (Tras el ventanal se ve a Amadea y Stablen)

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Petra.- (Aterrada) no te quede la menor duda. Adriana.- Pues conmigo no. Yo te llevo a un manicomio. (Intenta volverse: Petra. La agarra para que no se gire) Petra.- A ver; repítemelo. Adriana.- que te llevo al manicomio. ¿Pasa algo? Petra.- No nada. Que quería oírtelo de frente. Adriana- ( Intentado volverse)Y ya esta bien. Petra.- ( la tapa los ojos y la gira) gallinita ciega que se te ha perdido... Adriana.- ( muy enfadada) que te ha dado ya? Petra.- No pero me va a dar de un momento a otro. Adriana.- ¿Quién es capaz de aguantarte a ti? (Enrique aparece por el ventanal. Petra le hace señas para que se vaya y se lleve a los otros enrique obedece) Esto nuestro lo vamos a solucionar como se solucionan en España las diferencias entre hermanos. Petra.- Pegándose. Adriana.- Con abogados. Tenlo en cuenta ¿ pero ahora que ocurre? Petra.- El humo. Que hay humo en la habitación y como se que te molesta Adriana.- No me molesta en absoluto. Petra.- A tu hija. Adriana.- tampoco. Petra.- Pues debe de ser a mi. Adriana.- Mejor será que coja el bolso y me vaya. Petra.- ¡Eso márchate! Adriana.- ¿Por qué tienes tanto interés? Petra.- Es que tenemos aquí una coronación. Adriana.- ¡Petra! Petra.- Digo, no ..... que te marches y te diviertas. Me encanta que te diviertas. ( Adriana sacude la cabeza como queriendo decir que su marido no tiene arreglo. Sale. Petra acude al ventanal .Allí esta enrique. Petra.- Se va a marchar. ES que se olvido el bolso. Reténgalos un instante. ( Enrique hace señas de que no puede) Si, si , tiene que poder o nos vamos todos de aquí con la camisa de fuerza. Alteza, por lo mas alto. ( Adriana con el bolso) Alteza, vos sabéis hacer las cosas bien. Retened a Su majestad unos minutos. Y pedid a su alteza Amadea I que se esconda en el cobertizo, que se le ve desde todas partes. Alteza...( Enrique se va. Petra se vuelve y ve a su hermana) Alteza de miras... eso es lo que tienen algunas mira que decir la Bermúdez que le ha echado siete al Antonio David... Adriana.- petra, tu no te has dado cuenta aún de lo que te estas jugando. La incapacitación y quedarte sin un euro. Petra, que tu estas muy mal ¿ A quien le hacías señas? Petra.- a nadie. Es que de vez en cuando me hablan.

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Adriana.- ¿Quién? Petra.- Seres indeterminados. O Felipe II . Ya ves tu que era muy callado, pues a mi me habla. Adriana.- ¿Felipe II? Petra.- Si. Adriana.- ¿Y Carlos V? Petra.- También. Adriana.- Eso . Ahí están los reyes para hablarte a ti. Petra.- Si tu supieras.... Adriana.- Dile a la cocinera que salga. Petra.- ¿Eh? Adriana.- He dicho que salga la cocinera. Petra.- La he mandado a por el periódico. Adriana.- El periódico esta aquí desde las ocho de la mañana. Petra.- Es por el del suplemento. Adriana.- Está bien . Cuando vuelva , le dices que va a venir una doncella nueva. La mandan del hotel de los Trueba. Que la atienda y que no la trate muy bien. Y tu procura no salir desnuda delante de ella, si es posible. Hasta luego... y a ver lo que hacéis. Petra.- ¿Quién? Adriana.- Los reyes y tu. Petra.- ¿Qué reyes? Adriana.- Felipe II y Carlos V Petra.- ¡Ah si! ¡Claro! (sale y entra Enrique) Enrique.- ¿Se ha ido ya? Petra.- Si, se ha ido. Enrique.- Tranquilícese. No ha notado nada. (entra Amadeo con Juana y Ninoska) Amadea.- No ha sido nada, Juana. Un mareo. Ya estas bien. Juana.- Si, ya me encuentro mucho mejor. Enrique.- Creo que Juana. Debe descansar. Debemos dejar para mañana la coronación. Beatriz.- mañana es el anuncio oficial de vuestro compromiso. Estar esto lleno de gente. Vendrá el rey de Renania, la reina Maria Luisa de Latsia .... Petra.- Eso, Y el Real Madrid con suplentes y todo. Beatriz.- ¿Decías? Petra.-Nada , nada. Beatriz.- Amadea... ¿Tienes pensado que colores va a llevar la nueva bandera? Amadea.- No. Beatriz.- me gustaría que fuera azul celeste... como el cielo de los montes Urbinos. Gris como las rocas junto al lago Bless y verde ... como toda mi esperanza. Ninoska.- apuntando) Tomo nota, majestad.

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Amadea.- Azul , gris y verde. A franjas horizontales. Beatriz.- y en el centro los escudos de Batilde y Bresnia unidos por rosas rojas de Ircuba. Ninoska.- Tomo , nota, Majestad. Amadea.- Muy hermoso. Ninoska.- he tomado nota Majestad. Mañana quedara lista el acta de confederación. Amadea.- La firmaremos en la fiesta. ¡Delante de Federica! Petra.- ¡Eso! Beatriz.- Y ahora Petra... mi fiel Petra... ¿quieres escribir? Petra.- Si majestad. Beatriz.- “ Yo , Beatriz de Saburgo- Valstein, soberana de Bresnia, corono a mi hijo heredero legitimo de la corona, que desde ahora reinara con el nombre de ... Enrique.- (tras una pausa) Enrique. Beatriz.- Enrique primero. La pluma , Petra. Petra.- Si, Majestad. (Beatriz firma) Beatriz.- ya esta hecho. Petra.- ( Alarmada) pero... estas llorando... Enrique. – Mama, eso no ¿por qué lloras? Beatriz.- ES que .. Ha habido veces que he temido que se extinguiera nuestra monarquía. ¡Y soy tan feliz... tan feliz de haber apartado esa amenaza!( A enrique) Arrodíllate ( Enrique mira a Juana y se arrodilla también) Enrique I de BresniaBatilde. ¿Juras defender la constitución , el territorio y el pueblo del que eres soberano? Enrique.- si juro. Beatriz.- ¿Juras ser fiel a los principios de nuestra religión y a los mandados de tu sangre y dinastía? Enrique.- Si , juro. Beatriz.- Que dios te conceda su gloria si lo cumples y si no que te demande su faltas( se limpia los ojos llorosos) Levántate( Enrique se levanta y va a abrazarla pero ella se arrodilla y besa su mano) ¡Hijo mío...!¡Siempre a las ordenes de su Majestad!

TELON

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ACTO SEGUNDO. ( Adriana y Acacia- vestidas de cocktail- están en el salón. Acacia hablando por el móvil) Acacia.- Si, ¿pero se da la cena? Adriana.- ¿Qué dice? Acacia.- Espera un momento, mama. Si, si. Ya ( A su madre) Parece ser que Martusi esta mejor y que la dan. Adriana.- ( quitándola el móvil) Oye, Clara. ¿Tu vas a ir si o no? ¿Nosotras? Pus claro que estamos vestidas y con los abrigos puestos. ¿Pero que le ha pasado a ese idiota? ¿Una angina de pecho? ¡Siempre incordiando a su mujer! ¿Qué dice el medico? Claro, ni angina de pecho ni nada. Un mareo. Eso, nosotras vamos y en cuanto nos vea se anima. Acacia.- ( quitándole el teléfono a su madre) Clara... ¿Va a ir Fran Rivera? ¿Seguro? Entonces nosotras vamos sea como sea. Hasta luego. ( Cuelga. Petra entra precipitadamente. Trae un libro de la enciclopedia en las manos y viste muy elegante) Adriana.- Oye... ¡No se te habrá pasado por la imaginación venirte con nosotras! Petra.- ¡no!¡No! ( llamando por su móvil) Adriana.- ¿Entonces por que te has puesto eso? Petra.- ¿Qué me he puesto? Adriana.- Ese vestido Petra.- ¡que alivio! Creía que me había puesto el bikini. ( al teléfono) ¿Doctor Céspedes? ¿El catedrático de historia contemporánea?. De parte de la señora... señora ( a su hermana) ¿cómo me apellido? Adriana.- ( en broma) Marichalar Petra.- La señora Marichalar. Gracias Aguardo. ( Mira sonriente a su hermana) ¿Me llamo Marichalar? Adriana.- (Frenética) te apellidas Ramos. Petra.- ¡ah!... Ya me parecía a mi. Adriana.- ¿pero es posible? ¿En que clase de nube vive que ni se acuerda de su apellido? Petra.- Perdona, Adriana. Pero hay tantos Ramos que.... Adriana.- ¡Cállate! Petra.- desde luego. ( Al teléfono) ¡Ah señor Céspedes! No siento defraudarle pero no soy la infanta. Soy Ramos. Hubo una confusión. Soy amiga del señor.... espere que lo tengo aquí apuntado... en la cubierta del libro... Suesma. German. Sí. ¡Gran persona! Le pedí su teléfono para hacerle una preguntita. Gracias. ¿Qué ha hecho Martina? ( Acacia y Andrea la miran asombradas) Me refiero a la gran duquesa de Pomerania. Si. ¿Inaugurar un pantano? Se lo supone usted. ¿Otra cosa no? No se ¿algo mas original? Inaugurar un pantano. Bien . Si . Consulte sus libros por favor. Llevo diez tomos de la Espasa y de la historia de Pierenne

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entre ayer y hoy. Gracias. Le llamare mañana. Adiós profesor Céspedes.( Cuelga y le da el teléfono a Acacia) Es el profesor Céspedes. Adriana.- ¡A mi me va a dar algo! Petra.- Pero... Acacia.- tía... ¿para que te has puesto ese vestido? Petra.- no se. ¡Cómo no me lo pongo nunca! Adriana.- Tampoco te pones el traje de la guardia civil y no te ha dado por ponértelo ahora. Petra.- es que no lo tenia a mano, si lo hubiera encontrado me lo pondría con mucho gusto. Aunque creo que te sentaría mejor a ti. Adriana.- ¿Qué quieres decir? Petra.- ¿no es verde? Adriana.- si. Petra.- el color de la esperanza. ¡De la esperanza! Adriana.- ¿Y que? Petra.- ¿Cómo se llamaba mama? Adriana.- Angustias. Petra.- ¿Ves? Adriana.- ¿qué veo? Petra.- Que tras las angustias viene la esperanza. Adriana.- ¡Se acabo! Acacia, llama al psiquiatra. Acacia.- Mama... Adriana.- Tu llama al psiquiatra. A esta la reconocen y me van a certificar... Petra.- ¿a dónde? Adriana.- ¿a dónde que? Petra.- ¿Qué a donde te van a certificar? Adriana.- Me van a certificar que estas como una cabra y que resulta peligroso que tengas ningún bien a tu nombre y te tienen que ingresar ¡Ahora mismo! Petra.- ( alarmada) No mañana ¡Mañana por favor! Te lo pido con toda mi alma. Te lo pido por lo que mas quieras. Adriana.- ¡Llama! Acacia.- Mama por favor. Adriana.- ¿pero no ves que ahora solo le da por decir que se pondría el uniforme de la guardia civil pero mañana se lía a golpes con el primero que vea. Petra.- (suplicante) Adriana, mañana yo me iré voluntariamente a que me reconozcan... te firmare lo que quieras diciendo que los bienes son tuyos, que yo estoy enferma... pero hoy no, por favor. Adriana.- tenemos el antecedente de que a su marido lo metió en una nevera. Acacia.- Esta bien, mama. Déjalo. Que haga lo que quiera. Sí, mañana vendrá el psiquiatra. Por esta noche, no. Por favor. Nos están esperando. ( Entra Lorenza con un uniforme de doncella) Lorena.- El taxi que pidió , ha llegado

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Adriana.- Esta bien. ¡Ah. Lorena! Esta es mi hermana. Lorena.- ¿Esta usted bien? Petra.- muy bien. Adriana.- ¿hablo usted con la cocinera? Lorena.- Si, señora. Le pregunte donde estaban los uniformes. Y me ha contestado que de eso se encargaba la Mariscala del Danubio. Adriana.- ¡Vaya! Lorena.- Chulerías de las cocineras. En la otra casa donde servia cuando le preguntaba a la cocinera que íbamos a comer , me contestaba siempre lentejas, por lo de si quieres las tomas y si no las dejas. Adriana.- ¿de donde es usted? Lorena.- de donde la mantequilla. Adriana.- ¿de Soria? Lorena.- de Ciudad Real. ¿O es que en ciudad real no se puede hacer mantequilla? Adriana.- Ya, ya ( a acacia) entre la despistada de la cocinera y esta espabila vamos a ir bien servidas . ¿Vio usted ya su cuarto? Lorena.- si señora, con ducha y todo, muy mona. Adriana.- lo celebro. Lorena .- es que yo soy muy limpia. Para la casa no tanto, pero para mi como los chorros del oro. Adriana.- ¿Si necesita algo...? Lorena.- No, señora. Yo no soy exigente. Con que no pasen cosas raras. Es que no las aguanto. En la otra casa estaba una tan tranquila y se encontraba con la señorita del brazo de un señor “mi primo”- decía. Y al otro día venia otro primo. Y se llevaban los ceniceros de plata. Cosas raras. Un día se dieron una entre dos primos. Y llego un señor. Yo le pregunte ¿Es usted primo? Y me dijo: “como si lo fuera . Soy el marido” . Y ese señor es el que nos saco a todos de la comisaría. Cosas raras. Eso no. Que yo sepa quien es quien. Aquí la señora me dice... mi hija, mi hermana, la otra, lo que sea.... pero que yo no vea cosas raras. Adriana,..- (A Petra) ¿Te enteras? Petra.- ( en su nube) ¿Eh? ¡Ah, si, si! Adriana.- de acuerdo. A las nueve y media le sirve la cena a la señora. Lorena.- si señora. Adriana.- (a petra) procura no darme mas guerra. Petra.- ¡Claro que no! Acacia.- ¡Mama, el bolso te lo dejas! Adriana.- ¡la cabeza es lo que me voy a dejar un día! ( Salen Adriana y acacia. Lorena tras ellas. Petra corre y dice hacia dentro) Petra.- Majestad ¡Majestad acaban de irse! Beatriz.- (desde dentro) ¿ha venido el príncipe? Petra.- aún no. Beatriz.- ¿Entregaste las invitaciones?

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Petra.- ¿las hicimos anoche en el ordenador? Beatriz.- si. Petra.- Esta mañana las he llevado personalmente. Reina de Renania, reina de Latsia, reina de Licuania, Expresidente de la República de Ayuca, expresidente de la Republica de Chinagua... Duques, condes, embajador de Inglaterra y señora , embajador de Francia y señora... Beatriz.- Muy bien, Ve recibiéndolos. Petra.- Majestad, están al llegar y yo... Beatriz.- Obedéceme , Petra. Petra.- si Majestad. (Petra se pone una banda con los colores azul, gris y verde. Entra Lorena- Se sorprende al ver la banda. Lleva un periódico en la mano.) Esta .... ¿cómo me ha dicho que se llama? Lorena.- Lorena. Petra.- Lorena, advertirá algunas mesas con pastelitos y vino dentro del cobertizo. Sáquelas y colóquelas en el jardín. De la luz de la piscina y tanga lista la puerta de atrás. ES posible que vengan algunos coches. Lorena.- Si. ¿Me puede ayudar la cocinera? Petra.- No ... la cocinera la he mandado por foi-gras. Por ahí... por ahí llegara antes. Lorena.- ¿usted tenia puesto ese trapo? Petra.- ¿la banda? Si. La llevo siempre puesta. Lorena.- ¿Y que premio ha ganado usted? Petra.- Ninguna. Lorena .- creía que le habían nombrado dama o reina de las fiestas. En mi pueblo le ponen una banda parecida. Petra.- no. Yo lo hago por abrigarme. Por ahí Lorena. Gracias. Lorena.- el periódico de la noche. Petra.- Muy bien. ( Sale Lorena y entra Beatriz con un magnifico vestido y una diadema en la frente) Beatriz.- ¿el embajador ingles? (Petra se queda mirándola asombrada) ¿qué te ocurre? Petra.- verdaderamente es la reina. Beatriz.- ¿quién? Petra.- (hace una reverencia) Su Majestad. Beatriz.- La reina ya potencialmente es mi sobrina. Solo soy la reina madre. ¿Ha venido el embajador ingles? Petra.- Aun no, Majestad. Beatriz.- ¿Pero tu le entregaste la invitación? Petra.- A las nueve de la mañana estaba en la embajada inglesa. Beatriz.- ¡como estarán rabiando los ingleses! Quiero tener al embajador, muy cerca, cuando anuncie el compromiso de Juana y Enrique. Se va a quedar pálido. Petra.- Si, Majestad. Beatriz.- Odio a los ingleses. Y les admiro. ¡Nadie ha podido robarles sus costumbres! Su parlamento sus carrozas, Buckinghan Palace. ¡Que admirable es Inglaterra!

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Petra.- sobretodo siendo Ingles. Beatriz.- ¿Esta bien guardada la botella? Petra.- Si , su majestad. Beatriz.- Cuando te diga: “ordena que traigan eso” sacas la botella. Petra.- si. Beatriz.- ¿Te acuerdas del abanico? Petra.- si. Beatriz.- Me lo regalo el rey. Mira.... ahí esta la dedicatoria. Petra.- A Beatriz, con quien vuelo todos los días. Con mmi amor, Esteban. ¿Era piloto? Beatriz.- NO. Volar no es ir en avión. Volar con una persona tiene su ciencia. ¿Quieres volar conmigo? Petra.- Pues si. Me gustaría. Beatriz.- anda. Piensa en algo que te guste mucho. Petra.- Vale un helado de fresa. Beatriz. – me sirve. Cierra los ojos. Vamos a volar. ¡Caramba, mira que heladería italiana! ¿La ves? Petra.- No. Beatriz.- como que aún hay niebla. Espera, espera. En cuanto pase este coche se despejara. Ya ¿Ves la heladería? Petra.- Pues no. Beatriz.- Pero si esta ahí. Tiene las puertas con persianas verdes. Y hay un mostrador a la derecha pintado de azul, con adornos niquelados. Y una pareja tomando un sorbete de vainilla. ¡Cuidado que vas a tropezar con ella! ¿ Lo ves? Petra.- (entusiasmada) Si . Es prodigioso. Ya lo estoy viendo. Beatriz.- Pues volar es abrir ahora los ojos y seguir viendo la heladería. Atenta. Ábrelos poco a poco. ¿Esta ahí? Petra.- ¡Se ha ido! Beatriz.- Cierra los ojos. Si se va la heladería no podrás tomarte el helado de fresa.... ¡y es tan rico ...! Con pedacitos crujientes de hielo... y hay un chico muy guapo moreno con un uniforme blanco preguntándote que deseas. ¿La ves? Petra.- ahora si. Beatriz.- abre despacito los ojos. ¿La ves? Petra.- ( asombrada) ¡si! ¡Si! Le veo. Beatriz.- Bien. Ya estas en la heladería. ¡Vamos pide lo que quieras! Petra.- ( como sonámbula) un helado de fresa. Muy grande , si así como ese, Gracias ( se come el helado) Perdone pero se me ha olvidado el bolso con el dinero ¿no tengo que pagar? ¿No existe el dinero? Es que el dinero que tenia me lo quito mi hermana. ¿Eh? Por ahí ¿Qué en esa ambulancia se llevan a mi hermana al psiquiátrico? Estaba loca, pobre. ¡Deme mas helado de fresa! ( Como si saliera de un sueño) ¿Qué me pasa? Quiero volver. Volver. Sáquenme de aquí... ¡quiero volver! ( Beatriz la agita)

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Beatriz.- ¡Petra! Petra.- Dios mío que sensación mas terrible. Beatriz.- Si. Al principio de volar ocurre eso. Hay algo que se revela a seguir volando, porque parece como si te fueras a morir ¿Verdad? Petra.- Exacto. Beatriz.- pero no se muere, Petra. Se continua volando. Petra.- Es prodigioso. Estaba aquí y no estaba. Veía a su Majestad y no la veía. ¡Es una maravilla! Beatriz.- ¡Claro! ¿Sabes lo que he hecho mientras tu estabas en la heladería? Petra.- No. Beatriz.- Me he ido a la India. Hacia tiempo que estaba detrás de una lámpara de plata. El mercader me ha dicho que la había vendido a un noble italiano. Con lo que me he marchado a Capri. El noble vivía en un palacio sobre la roca. He hablado con el . La lámpara se había caído al mar. Contrate dos buzos y no han podido encontrarla. De regreso he pasado por Vatel. Es curioso. había un hombre en mi palacio. Muerto. Y varios militares llamaban por teléfono a esta casa preguntando por la reina Beatriz. Me pedían que volviese... ¡Ha sido tremendo!( Suena el teléfono . Va a cojerlo pero se detiene) tu, Petra. Petra.- Si. Majestad. (Lo coge) ¿Eh? (Tapando el auricular) mi hermana. Voy a intentar volar. ( Al teléfono)No. No ha llamado Fran Rivera. Si.... si... si... ( cambia la cara) Si., Si, si, si, si, sí....( cuelga y abre los ojos) La lámpara la tiene el anticuario Linares. El de la Carrera de san Jerónimo. Beatriz.- ¿Seguro? Petra.- Acabo de hablar con los buzos de Capri y me han confesado que la hallaron y se la vendieron a un español. El español era un medico que me ha dicho que se la vendió a Linares. Beatriz.- ¡Estupendo! ¡Mañana iras a por ella! ¿Estas seguro de que el embajador ingles recibió la invitación? Petra.- Este tranquila su Majestad. ( Entra Lorena) Lorena.- Ya están las mesas. ¡Anda la cocinera! Pero que.... Petra.- La cocinera no esta en casa. Esta señora no es la cocinera. Lorena.- pero si es clavada. Beatriz.- Petra. Petra.- si Majestad. Beatriz.- ¿Has ordenado que se preparen las mesas en el jardín? Petra.- ya esta todo listo. Beatriz.- Voy a echarles un vistazo. Estoy muy nerviosa. ( Se detiene ante Lorena)¿Es nueva? Petra.- ¿Cómo se llama? Lorena.- Pues ... Lorena, Majestad.

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Beatriz.- Lorena, cuando lleguen los invitados los va anunciando y que pasen al jardín. Excepto el embajador de Inglaterra. A ese lo recibes tu Petra. Y le haces esperar aquí, por lo menos diez minutos. Petra.- A las ordenes de su Majestad. ( sale Beatriz) Lorena.- Pues no es la cocinera. Petra.- ya te lo decía. Lorena.- ¿Quién es? Petra.- La reina Lorena.- ¿de que? Petra.- de un país que cae muy lejos. Lorena.- ¿Y que hace aquí? Petra.- es muy largo de contar. Tu limítate a recibir a los invitados , anunciarlos y pasarlos al jardín. Lorena.. ¿Puedo hablar? Petra.- Si, pero poco. Lorena.- Lo que no entiendo es ser reina y estar fuera de su tierra. Eso es lo que tiene su miga. ¿Es que ha venido de viaje? Petra.- no. Lorena.- Todo esto es muy raro ¿no? Petra.- ¡No,! Vamos a ver yo soy la que te paga , digo esto se hace y no hay por que discutir. Lorena.- si me parece muy bien. Pero yo les avise de que no quiero cosas raras. Petra.- ¿Pero que hay de raro aquí? ( Suena el timbre) tu primera oportunidad.¡Vamos! Lorena.- ¡no es normal! Yo le juro que esto no es normal. (sale, Entra Beatriz y la luz oscila) Beatriz.- ¿Qué ocurre con la luz? Petra.- Lo de siempre. Que a estas horas baja la tensión. Y no seria raro que se apagara. Beatriz.- ¡Dios santo! ¿Hay dispuesto algo? Petra.- Aquí tengo estos dos candelabros. Y en el jardín podemos utilizar las antorchas de decoración y las velas de las mesas. (entra Lorena) Lorena.- Su majestad Amadea I. Y nos vamos a quedar sin luz. Beatriz.- que pase. Lorena.- Pa dentro. ( entra Amadea, muy elegante con la banda de Bresnia- Vatilde) Amadea.- Querida prima... estas encantadora. Beatriz.- tu si que estas elegante, querida prima. Lorena.- ¿Ya empezamos con los primos...? Petra.- Son primas. Lorena.- Y ahora usted nos saca de la comisaría. Petra.- Lorena, si pudieras ver , oír y callar, te lo agradecería. No entiendes nada.

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Lorena.- Cosas raras... ( timbre) Petra.- ¡Anda! Lorena.- Si, señor. (Petra. Va encendiendo los candelabros) Amadea.- he invitado a la marquesa de Pontirole. ¿No te importará? Beatriz.- ¿Pontirole? Amadea.- La que se caso con un Ildebrand. Beatriz.- ¡Ah si! Medio francesa.. Medio italiana. Una magnifica mujer... Amadea.- (riendo) Siempre con tus salidas. ¿Qué ocurre Petra? Petra.- Prevenimos un posible corte de luz, Majestad. Antes de ayer tuvimos uno que duro tres horas. Lorena.- ( entrando) su majestad la Reina Luisa de Latsia y la Infanta Margarita de Amsburgo. Y cada vez hay menos luz. Pasen. (entran dos mujeres vestidas muy elegantemente) Beatriz.- ¡querida prima Mª Luisa! Luisa.- querida Prima Beatriz. ¡Querida prima Amadea! Amadea.- ¡querida prima Mª Luisa! Beatriz.- Infanta Margarita cuanto tiempo sin verla. Margarita.- Lo mismo querida Beatriz. Amadea.- prima Margarita. Lorena.- Pero porque no vendrán cuñados, los sobrinos, los abuelos y los hijos putativos? ¿Es que yo me tengo que encontrar con los primos siempre? Petra.- Cállate. En el pasillo hay mas candelabros. Sácalos al jardín. Y llama a unión FENOSA y pregunta si van para mucho rato. Lorena.- si , señora. ( Sale) Beatriz.- Sonríe, Mª Luisa. Tu eres la sonrisa de Europa. Estas tan guapa como siempre. Mª Luisa.- ¿Guapa? Lo único que me queda es el pelo. Eso si . Lo reconozco. Margarita.- De buena gana me tomaría una copa de tu vino, Beatriz. ¡ese Grisnatock! Amadea.- Aun me parece estar viendo paladear la rey Víctor la vino de Bresnia. Mª Luisa .( ríe) creo que me han hecho bien este puente. El dentista es un descuidado. Margarita.- ¡tus dientes! Mª Luisa.- Los voy perdiendo. La sonrisa de Europa me llamaban. Ahora será mejor no sonreír. ( Se va la luz y queda la escena alumbrada por los candelabros) Petra.- ¡ya no hay remedio! Margarita.- ¿La conozco? Beatriz.- Es mi consejera, la Gran Duquesa de Vatel. No os podéis hacer una idea de cuanto me ha aguantado aquí. Le debo ,la continuidad de mi corte. Petra.- No es para tanto Majestad.

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Amadea.- a propósito Petra. Constituye para mi un placer nombrarla Marquesa de Brusi, y madame de la orden de Mins. Petra.- pero, Majestad. Amadea.- Debo de advertirle que este nombramiento os da derecho al trato de Excelencia y a hablarme cuando yo no me dirija a vos. Petra.- me abrumáis. Beatriz.- Y para completar la jornada . Petra, quiero nombrarte Archiduquesa de Malam, portaestandarte de primera, con mando efectivo. Petra.- ¡Por Dios! Mª Luisa.- Y para agradecerte los servicios a mi prima me es muy grato concederle el título de Princesa de Ansorem. Amadea.- Mª Luisa no esperaba menos de ti. Petra.- ( muy atenta) A ver, a ver, los títulos que tengo que me he hecho un lió. Soy Gran duquesa de Vatel y Mariscala del Danubio... Beatriz.- Y Archiduquesa de Malam Petra.- Portafirmas de Beatriz.- Portaestandarte de primera con mando efectivo, lo que quiere decir que dejo en cualquier batalla la enseña patria bajo tu custodia. Petra.- ¿Pero es que va haber tiros? Beatriz.- No. Pero si los hubiera tu debes de salvar por encima de todo nuestra bandera. Amadea.- Y además , marquesa de .... Petra.- Brusi. Amadea.- Exacto. Petra.- madame de la orden de Mins. Amadea.- Eso. Petra.- lo cual me da derecho a hablar a su majestad cuando no se dirija a mi. Mª Luisa.- y por ultimo, princesa... Petra.- de Ansoren. Beatriz.- que te da derecho al tratamiento de alteza. Petra.- ( tartamudeando) Alteza... yo alteza... Beatriz.- Ved . Este es el milagro que podemos hacer. Una plebeya , puede llegar a princesa, puede legar sus títulos y su sangre roja se ha convertido automáticamente en azul. Petra.- ¡Parece un sueño! Me siento como doña Leticia, Gracias... gracias. ( Entra Lorena) Lorena.- Se ha ido la luz, doña Petra. Petra.- De momento , llámame alteza. Lorena.- ¿qué? Petra.- Alteza. Lorena.- ¿Pero por que? Petra.- Porque tengo sangre azul. Lorena.- Bueno, pero eso ahora con una operación se quita.

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Petra.- Que graciosa. Soy Princesa. Y Gran Duquesa y Archiduquesa y Marquesa y portaestandarte y madame. De modo que desde ahora, Alteza. Lorena.- Oiga. Petra.- Alteza. Lorena.- Bueno. Petra.- ¿Has puesto los candelabros? Lorena.- Si, alteza. Petra.- ¿Has llamado a unión FENOSA? Lorena.- Si he llamado, Alteza. Y me han dicho que la cosa va para media hora, Alteza. Petra.- Pues al jardín. Lorena. Si, alteza. ( Saliendo) Alteza, ¿qué hacemos con el ágape? Como su alteza lo ha metido en el cobertizo esta lleno de hormigas. Petra.- Yo me ocupare de eso Lorena.- Eso. Y llame Su alteza al medico para que me vaya recetando un tranquilizante de caballo. ( sale Lorena y suena otra vez el timbre) Beatriz.- ¡será el embajador ingles! Hazle esperar unos minutos. Petra.-Si, Majestad. (sale petra) Amadea.- No perdón, Beatriz. Beatriz.- No. No les perdono. ¡Esos ingleses! En cuanto se sientan en un sitio no hay manera de echarlos... No los sabes bien, Amadea. Las colonias de Daunde , Echique y Colulo eran nuestras. Pero como al Gobernador de Colulo se le ocurrió convidar a Lord palmer a comer, Lord Palmer acepto y al terminar la comida, cuanto todos esperaban el brindis dijo: “Tomo posesion de esta colonia en Nombre de la Reina de Inglaterra” se sento cogio el periódico y ya no hemos podido echarlos de alli. Amadea.- Esteban no quiso provocar una guerra por una colonia africana. Petra.- Su Majestad Federica de Licuania y la marquesa Isabel de brick (Beatriz sonríe divertida) Mª Luisa.- ¿Cómo ¿ No me habíais dicho nada de que venia Federica. Si lo hubiera sabido... ¡Dios bendito! (entran la reina Federica y la marquesa Isabel) Federica.- Querida prima. Beatriz.- Querida prima Federica. Isabel.- Alteza. Beatriz.- Isabel, que bien os encuentro. Federica.- Querida prima, Amadeo.. Querida prima Mª Luisa, infanta Margarita. ( Lorena se sienta con el candelabro en la mano) he recibido esta mañana vuestra invitación. Me has dado muy poco tiempo para arreglarme. Ya sabes que yo en la elección de los pendientes tardo por l menos dos horas. Beatriz.- Sigues siendo la misma Federica.

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Isabel.- Una mujer mal vestida es una falta de respeto. Beatriz.- Esperar un instante. Tengo una sorpresa para vosotros. Petra.... Petra.- Si, Majestad. Beatriz.- ¿Quieres ordenar que traigan eso? Petra.- será un Honor para mi servirlo yo misma. ( A Lorena) ¿Qué haces ahí? Lorena.- es que los que han llegado también llaman primos a todos. Petra.- Es que son familiares, ya te lo he dicho. Lorena.- Oiga, parecen actrices. Parece como si hicieran de reinas. Petra.- ¿qué pasa con este candelabro? Lorena.- que no tiene velas. Petra.- trae seis copas. O si no déjalo. Utilizare estas mismas. Yo buscare las velas. Puedes marcharte. Lorena.- si , señor.... ( Sale tambaleándose, Petra saca una botella de la librería y la muestra.) Petra.- Majestad. Beatriz.- ¡Et voila! Una botella autentica de autentico Grismatock. Margarita - ¡El Grismatock! Beatriz.- Amadea ¿Quieres mirar la fecha? Amadea.- cosecha de 1750 Isabel.- Parece imposible. Luisa.- ¿La tenias guardada? Beatriz.- la he guardado durante ocho años como uno de mis tesoros mas queridos. Yo serviré Petra. Gracias. (Petra. Sale) Parece mentira pero el vino tiene mas de dos siglos. Luisa.- Estoy nerviosisima. Beatriz.- ¿Solo por el vino? Luisa.- ¿Por qué otra cosa va a ser? Beatriz.- a federica un poco mas que se que le gusta beber Federica.- solo por la noche. Beatriz.- con este vino se brindo en Asium por la derrota de Napoleón. Amadea.- Y ahora por el nacimiento de Bresnia- Batilde. (Chocan las copas) Beatriz.- ¿habéis oído el cristal? Isabel.- Yo he oído este sonido antes... déjame que recuerde . Ah, hace muchos años en San Hipólito cuando la alianza de Batilde – Latsia. Beatriz.- Ahora casi no se oye. Los cristales no son tan buenos. ( Golpea la copa) debe de ser el vino lo que la hace tan sonora. (beben ) Margarita.- será viejo, pero... ¡Dios santo! ... que calor tiene. Federica.- Creo que se va a casar Aurelia de Setien- Janson. Isabel.- ¿Con quien? Federica.- Con Igori II de Dantzig. Igori esta desterrado en Nueva york. Luisa.- Me alegro de que la prima Aurelia se case.

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Isabel.- ¿también es de la familia? Margarita.- Debías saber que todos los reyes son de la misma familia. Es una única familia la que reina en Europa desde hace siglos. Federica.- Me ha parecido un acierto la confederación, Beatriz. Y la boda de Enrique y Juana un prodigio de cordura. Amadea.- En mi reino, empiezan a reclamar nuestra presencia. Beatriz.- Y tal vez una Junta Militar derribe a Carlovi de un momento a otro. Estoy esperando que suene el teléfono. Amadea.- ¡Beatriz , no me habías dicho nada! Beatriz.- son informes extraoficiales. De todas formas podemos invadir Bresnia y Batilde simultáneamente. Amadea.- ¡Beatriz! Beatriz.- podemos desembarcar en Kandens, es una playa casi abandonada. Amadea.- ¡Es cierto! Beatriz.- Les pillaremos por sorpresa en un ataque hacia el sur. Dividiremos al enemigo y después hacia Vatel. Lo que me preocupa es que Inglaterra y Francia me aseguren su neutralidad. Federica.- ¿Pero como vamos a invadir....? Beatriz.- Tenemos ayuda financiera importante. Un noble italiano que vive en Capri y que compro una lámpara de plata que a mi me interesaba . Por cierto se le cayo al mar. Isabel.- ¿Qué esta puesto a dar? Beatriz.- Lo que haga falta. Amadea.- déjame que te abrace, Beatriz. Eres la mas inteligente de todos. Mª luisa.- ¿no podíais invadir también Latsia? Es muy pequeñita. Beatriz.- pero Licuania es mas grande.. Federica.- ¿qué quieres decir? Beatriz.- Te propongo una confederación con Mª Luisa. Mª Luisa.- Yo no quiero. Beatriz.- Oídme. Ha llegado el momento de las realidades. No sirve de nada soñar. La realidad es que unidas sois una fuerza que pesa en el orden internacional. Federica.- No tengo nada que oponer. Mª Luisa.- ¡Claro que vas a oponer! Soy yo la que se confedera con la reina mas bromista de Europa. Margarita.- Anda Mª Luisa , confedérate, que esto parece muy divertido. Mª luisa.- si es que luego no me deja en paz Isabel .- perdónala ya sabes como es. Federica.- te prometo no meterme contigo, ni con tu sonrisa ni tu melena rubia. Mª Luisa .- Acepto la confederación . Por motivos políticos. Beatriz.- Pero si estabas loca por hacer las paces con Federica si es con la que mejor te lo has pasado siempre. Amadea.- Que día mas grande para Europa, Beatriz. ¡Cuanta historia estamos haciendo!

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Margarita.- queda concertada la confederación y un pacto ofensivo – defensivo con Bresnia – Batilde. Federica.- Uy con las ganas que tenia de preguntártelo. ¿Desde cuando te tiñes el pelo Maria Luisa? Mª Luisa.- Miradla ya empieza. Me voy al jardín por no responderte. Beatriz.- Ven conmigo. Trae la botella Margarita. Brindaremos en el jardín. Isabel.- Muy bien. Estará al llegar el Expresidente de la Republica de Chinagua. Quiero que le conozcáis. Estaaaa... quiero decir que es un gran tipo. Es vecino mío. Margarita.- ¡Ah , si! Federica.- La restauración monárquica creo que lo ha echado de su país pero nos tiene gran simpatía. ( van saliendo) ( Entra Enrique y Lorena detrás.) Enrique.- No se preocupe. Me conocen. Lorena.- ¿Usted es primo de quien? Enrique.- De nadie. Lorena.- ¿De su alteza? Enrique.- ¿Qué alteza? Lorena.- La dueña del manicomio Enrique.- ¿qué? Lorena.- de esta casa. Enrique.- ¿doña Petra es Alteza? Lorena. Si. Enrique.- ( señalando hacia el jardín) Soy el hijo de aquella Señora. Lorena.- ¿De su Majestad? Enrique.- Si, De su Majestad. Lorena.- ¿quiere que la llame? Enrique.- ¡No, déjelo! ( La luz vuelve) ¡Vaya! La luz. Lorena.- Si quiere un consejo no apague las velas. En cuanto las apague se irá otra vez la luz. Llevo cuatro meses sirviendo en la colonia y cuando empiezan los apagones estamos toda la noche con ellos. Enrique.- Muchas gracias. (Suena el timbre) Yo, abro. Déjelo. Lorena.- Es con un poco de suerte el rey Faruk. Enrique.- No se preocupe. Yo me las entenderé con él. Lorena.- mejor, porque yo ya no me entiendo con nadie. Y dentro de diez minutos voy a tirar la cofia y al que le de que se aguante. (Desaparece por el foro. Enrique sale a abrir. Vuelve a entrar seguido por Juana y Ninoska) Enrique.- Creí que no ibas a venir nunca. Juana.- había quedado en traerme esa loca de Stablen. Ninoska.- Seguro que ayer se fue de fiesta para conmemorar el nombramiento. Y todavía no se abra levantado.

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Enrique.- Quítate eso, Juana. Por Dios, esa banda. Vamos a acabar locos nosotros también. Juana.- Pero.... Enrique.- ¡quítatela! Juana.- Si. (Obedece) Enrique.- ¿Es que no te das cuenta? ¡Estamos en una casa extraña y todo esto puede romperse de un momento a otro. Cuando se rompa no quiero que tu y yo nos caigamos. Juana.- ¡Es tan curioso! Yo creí que mi madre daba por perdida Batilde. Pero cuando habló con tu madre... cuando concertó nuestra boda , pareció cambiar. Estaba como Entusiasmada... Enrique, se lo creía... ¡creía posible todo! Enrique.- Si. Si hasta hubo un momento... Cuando juré... no sé, no puedo decírtelo. Sentí como si no estuviera aquí sino arrodillado en San Patricio. Todos vivimos un poco en las nubes. Juana.- Lo que te aseguro es que yo no voy a negarme . Si hoy anuncian nuestro compromiso que lo anuncien. No seré yo quien les saque de su sueño. Enrique.- ¿Pero delante de quien van a anunciarlo? Mira. (Desde el ventanal) Son como fantasmas. Hablan de cosas pasadas. No tienen realidad. Pregúntale ahora a Federica que ha hecho de su lago de recreo en Isma. Dirá: MI lago de recreo... donde la marquesa de Tal remaba con gentil continente” .. ¡Pues es una presa! ¿Lo sabe? ¿Sabe lo que opina el guarda de la presa? La tierra hay que vivirla y saber como se alegran y se duelen nuestros amigos y enemigos. Juana.- Ninguno de los dos hemos nacido para reyes, Enrique. Enrique.- ¡Que tontería...!¡Cualquier hombre nace para rey! Y te aseguro que si volviese a Vatel seria un buen rey... distinto claro. Lo único que hago es plantearme las cosas como son, aquí ahora en este minuto. Y aquí , ahora, quiero ser profesor de idiomas, vivir una vida distinta hecha por mi y no aferrarme como un idiota al pasado . Juana.- Era tan... Enrique.- Si. Tan bonito. Estoy de acuerdo, Pero resulta que estamos en el presente. ( Cae en el sofá) ¡Es inútil! Si alquilo un piso mi madre seguirá siendo la reina. Y la criada la llamara Majestad. Y ella dará fiestas a unos fantasmas que hablaran siempre de lo mismo: ¿Te acuerdas de...? ¿Recuerdas que...? Será la Reina madre hasta que se muera. Y estoy hecho un lió. Juana.- Enrique... ¿Quieres que nos casemos, quieres que seamos lo que ellos desean? Enrique.- Y firmemos decretos para nadie y lancemos discursos entre nosotros. No... además Juana yo te tengo mucho afecto pero quiero a otra. Como tu quieres a otro que no es príncipe ni nada. Enrique.- Hay que ponerles frente a la realidad hoy mismo. Ahora mismo. Juana.- Ya viste lo que me ocurrió ayer. No puedo

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Enrique.- Un psiquiatra podía hacerlo con mi madre. ¿Pero como saber si se da cuenta de todo y se mete en esa nube por propia voluntad o es solo un delirio y no sabe lo que pasa? Ninoska.- ¡Dios mío! ¿Altezas han visto esto? Si no puede ser. Si parece una broma. Juana .- Fotografías de lo de ayer. Enrique.- Yo arrodillado, jurando Ninoska.- Su Majestad dijo que dos periodistas jóvenes estaban con un teleobjetivo siguiéndonos. ES posible que saltaran la verja y se acercaran a la ventana. Juana.- ¿Qué dice el articulo? Ninoska. “Carnaval en mayo. En un hotelito de la Colonia de la Romera, calle del Cisne, 6 , se ha jurado una constitución..... en Realidad su Majestad Beatriz es la cocinera de una delirante señora.... . Sabemos que se intercambiaron dotes de millones, cuando ninguno de los futuros contrayentes tiene dinero.... Beatriz reparte títulos. Se ha llegado hasta pactar una confederación entre Bresnia y Batilde. No es simpático todo esto y estamos de corazón al lado de esta heroica soberana. Enrique.- ( quitándole el periódico y viéndole el mismo) ¿Pero como se han atrevido? ¿Cómo han podido atreverse? Juana.- Hay algo raro, Enrique. Esos periodistas pueden haber tomado las fotos... pero ¿Cómo saben lo que dijimos? Enrique.- Si , Eso es cierto. Ninoska.- La dueña de la casa. Enrique.- Pobre mujer... ¡ La que se le viene encima como su hermana lea esto! Juana.- ¿entonces.. Quién puede haberles contado todo? ( Stablen entra, viene un poco borracha) Stablen.- ¿No salen sus majestades al jardín? Hace una noche deliciosa. Y os aseguro que jamás vi tantas personalidades juntas. Con vuestro permiso. ( Se sirve una copa) ¿Queréis una copa Majestad? Enrique.- Stablen... ayer vio usted a dos periodistas... Stablen.- ¿Yo? Enrique.- Si. Stablen.- ¡ah es cierto! Los chicos de la Prensa siempre tan curiosos... Enrique.- me refiero a estos dos.. ( Le enseña el periódico) Stablen.- Si. Andaban buscando información. El penoso deber informativo.... Enrique.- ¿Y usted no hablo con ellos? Stablen.- Los vi de lejos. Ni se si eran periodistas. Ninoska.- Entonces ¿como te explicas esto? Stablen.- ( tras mirar el periódico) ¡una execrable villanía! Inexacto todo... Enrique.- Porque usted no dijo nada, claro. Stablen.- Majestad, una fiel servidora como yo... Enrique.- Estoy acostumbrado a ver cosas rarísimas en los fieles servidores. Stablen.- Desde luego no.

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Juana.- ¿quién puede haber sido? Ninoska.- Eso se puede saber fácilmente llamando al periódico. Stablen.- Os ruego que no lo hagáis , Majestad. Enrique.- Stablen no se como se han enterado de todo lo que aquí se dijo. Yo no lo se. Se que alguien de nosotros se lo ha contado. Stablen.- Desde el primer momento he desconfiado de la Mariscala del Danubio. Enrique.- Mientras aclaro esto, lo importante es que mi madre no se entere de nada ... ¿Comprendido? Ese periódico tiene que desaparecer. Y usted se queda encargado de que no se acerque ningún periodista a la casa. Stablen.-Juro que lo haré. Enrique.- ¡Vamos Juana! ( Salen Ninoska, Juana y Enrique y entra Adriana y Acacia) Adriana.- La voy a matar... Antes de que me mate ella. ¿Es posible contestarme si, sí, si, si... cuando le estoy diciendo que se ha muerto Martusi? Acacia.- ¡también los médicos! Decir que era un mareo pasajero.... Adriana.- Y tan pasajero. Como que se ha ido al otro mundo. ¡ Se nos fastidio la fiesta! Era lo que decía la viuda: “ Hasta para morirse tiene que chafarme algo” Acacia.- Seguro que la tía no te entendió bien. Adriana. ¿Qué no me entendió? Que esta loca, o se lo hace que es mucho peor. Porque hacerse el loco como Dalí y sacar el dinero que saco Dalí, tiene una justificación pero hacerse el loca gratis... ( Ve a Stablen que se esta bebiendo una copa) Buenas noches.... Stablen.- ¡Buenas! ¿Invitada? Adriana.- ¿A que? Stablen.- Al compromiso. Acacia. - ¿De quien? Stablen.- no. Al de sus Majestades. Acacia.- Pero si el príncipe se caso hace ya un año. Adriana.- Soy la dueña de la casa. Stablen.- gran Duquesa.. Señora Mariscala ( hace una reverencia) Es una alegría para mi contar con su presencia. ¡Hoy es un día de jubilo nacional! Adriana.- ¿Ha subido el euro? Stablen.- Estamos asistiendo a un hecho de trascendencia histórica. Baronesa de Stablen, Consejera de su Majestad Amadea I, preceptora de la reina Juana. ( hace otra reverencia y se sienta) Acacia.- ¿Qué es esto? Adriana.- Que Dios los cría y ellos se juntan. Esta es alguna amiguita de tu tía que esta como ella y se va a beber todo el alcohol de la casa en cuanto nos descuidemos. ( Entra Lorena, sin uniforme y con la maleta. Hace una reverencia a Adriana) Lorena.- Alteza... Adriana.- ¿qué dices?

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Lorena.- Ya que su hermana es princesa. Y tenemos la casa llena de reyes que da gusto. Y todos son primos. Y se abrazan. Y hablan de dignidad real y del poder real... ( le da la cofia) pues yo me voy a Ciudad Real. Adriana.- Pero Lorena... Lorena.- NO hay peros. Ya se lo dije cuando entre. Todo menos cosas raras. Adriana. - ¿cosas raras aquí? Lorena.- pero si esto es un acuario. Si no has terminado de ver langosta cuando aparece el pulpo. Lo dicho. Un poco de relax no me vendrá mal. Hay se queda alteza. ( Sale) Adriana.- ¡Esto es cosa de Petra! Este es un lió muy grande que ha armado Petra y le va a costar caro. ( Se dirige a Stablen. Esta le alarga el periódico) Stablen.- ¿Ha visto las últimas noticias? Adriana.- NO me interesan ¿quién es usted? Stablen.- Le aseguro que lo que pone en el periódico le interesa mucho ( Adriana coge el periódico y Stablen apura el vaso y se tambalea) Adriana.- ( Pálida y rabiosa) Acacia ven aquí lee. ( Entra Petra alarmada) Petra.- Stablen... Su Majestad el rey Enrique me ha dicho que me ponga en comunicación con usted ( ve a Adriana y Sonríe) Ya me ha sentado mal el vino que me ha dado la reina. ( A Stablen) ¿qué dice el periódico? ¿Qué? ( Mira a Adriana) A veces veo espejismos. Adriana.- Querida Petra... ( Su hija la sujeta) Estate tranquila Acacia. Y ate diré cuando tienes que sujetarme. ( A petra) ¿Has visto lo que dice el periódico? Lee. Petra.- con mucho gusto. Mejor si quieres lo leemos en el Ritz cenando . Yo invito. Adriana.- ¡Lee! Petra.- Adriana , creí que no ibas a volver y... Adriana.- ¡Lee! No me sujetes. Acacia. A su tiempo. Petra.- (Leyendo) Una delirante señora llamada Petra Ramos... ( a su hermana) Tiene gracia.. Es ingenioso..Todo esto es una historieta cómica que.. Acacia.- ( En el ventanal) ¡Mama! ¡La cocinera! ¡Y con mi vestido blanco! ( Stablen sonríe y se enciende un cigarrillo que ha cogido de la cajita de plata) Adriana.- ( en el ventanal) ¡Vaya! Por lo visto sigue la fiesta.. Aquí, cuando nosotras estamos fuera tu tía se dedica a dar bailes de disfraces. ¡Vamos allá! Petra.- No por Dios. Ahí fuera no. están los vecinos. Ahí fuera no. Adriana.- Pues que entren esos. Petra.- Por Dios, Adriana.. yo te daré todas las explicaciones que quieras... Acacia.- Esa mujer se tiene que quitar mi vestido. Petra.- Yo te compro uno nuevo. Pero dejadnos esta noche . Una noche nada mas. Adriana.- O entran o salgo. ¡Decide! Stablen.- Majestad... Majestad... por favor. ¡Es urgente! Vengan todos. Petra.- No los llame Stablen. No haga eso.

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Stablen.- Quíteme las manos de encima, doña Petra Ramos. Por primera vez en diez años me voy a divertir. ( Entra Amadea, Federica , Isabel, Juana y Ninoska) Amadea.- ¿Qué ocurre? Petra.- No . No ocurre nada. Federica.- nos han llamado a gritos. Stablen.- Estas señoras quieren hablar con su majestad la reina madre Beatriz. ( Beatriz acaba de entrar) Petra.- majestad, yo.... Adriana.- ¿Quién es? Acacia.- la cocinera. Adriana.- No. No es la cocinera. ( entran Enrique y Mª luisa seguidos de margarita) Acacia.- Si, Si lo es . Aquí lo pone. Y si la miras bien notaras que es la cocinera. Mª Luisa.- ¿Qué dicen esas mujerucas? Stablen.- Estas mujerucas son las dueñas de la casa, Majestad de Nadie. Amadea.- Stablen.... Stablen.- Ellas tienen un dinero que tu no tienes. ¡Farsa , farsa, farsa! Eres pura farsa, dando ordenes, humillando con tus malditas ordenes. Ninoska.- Estas borracha, Stablen. Stablen. –Solo un poco. Lo suficiente para suscribir cuanto dice ese periódico. Si, muchacho, fui yo. Una buena cantidad por la exclusiva y hablare por los codos hasta en el salsa rosa. ( A Adriana y Acacia) Es la cocinera. Si, su cocinera. Y no tiene ni un céntimo. Un millón de shillings.. Una confederación.. El juramento del rey. ¡Locos! Amadea.- Fuera... Stablen. Queda destituida de su cargo. Stablen.- ¿Cuál era mi cargo? Decir, si , Majestad. No , Majestad. Asistir a todas las tonterías de palacio. Amadea.- Fuera. Stablen.- Destituirme. Es gracioso. Como si pudiera destituir algo... dentro de nada vendrán a pedirme dinero todos los reyes de esta colonia. Y hay algo que no me marchare de aquí sin hacer llamar de tu a esta señora... ( Señala a Beatriz) que tiene tanto empaque y tanta altivez. Ninoska.- hazlo si te atreves. Beatriz.- ( suavemente) Si va a quedarse mas tranquilo... hágalo ( Stablen vacila y se va hacia la puerta, Mª Luisa se echa a llorar) ¡calla Mª Luisa! No eres una niña mimada eres la reina. Enrique.- ( desesperado) ¡Mama! Adriana.- ¡me ha puesto en ridículo!. Mañana todas mis amistades tendrán de que hablar en el entierro de Martusi. ¡Voy a ser el hazmerreír de la ciudad durante todo el año! Salgan pitando de quien antes que llame a la Policía.. ¡O a los loqueros! ¡Vamos!

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Federica.- ¡Venga Mª Luisa! ( van saliendo Federica, Mª Luisa , Isabel y Margarita) Acacia.- ¿Pero porque alzan la cabeza... Quien se creen que son? No reinan sobre nadie. Ahí lo dice... ¿A que viene esa postura? Enrique.- ¿os importa sacar de aquí a Juana? Juana.- Quiero quedarme contigo , Enrique. Amadea.- No . Enrique tiene razón. ¡Vamos! ( Se detiene ante la desconsolada Petra) Petra , te confirmo cuantos honores te concedí. ¿Quieres alguna cosa especial? ¿Puedo hacer algo por ti? Petra.- Si acaso decirme que es lo que ha hecho la Gran Duquesa Martina. Amadea.- ¿No lo sabes? Petra.- No lo he sabido nunca, Majestad. Amadea.- La han depuesto. Y para no abandonar su patria se ha fingido loca. Y ha hecho que la internen en un Manicomio. En el patio del loquero la llaman Su Majestad. ( Salen ) Adriana.- ¡Falta usted...! ¡Fuera! Enrique.- Señora... por favor. Yo he sido el culpable de todo esto. No teníamos dinero. Ella es su cocinera , pero le ruego que piense que es también una reina destronada de verdad. Por favor, no diga nada mas que pueda hacerle daño . Adriana.- ¡Esta bien! ¡Que se marche! Enrique.- Nos marchamos ahora mismo. Beatriz.- Espera Enrique. ¿Cuándo te empezaran a pagar en esa academia? Enrique.- El mes que viene. Beatriz.- Señora... yo... yo la pido humildemente perdón. No se que ha pasado. Yo le ruego que me deje estar unos meses mas a su servicio. Lo necesario para ahorrar un poco. Compréndalo. Adriana.- ¿Qué quiere? ¿Qué no me atreva a regañarla cuando haga mal el arroz? ¡No!¡No! ¡Váyase! Beatriz.- Pero es que quiero trabajar. Usted me regaña cuanto quiera. En mi país la mayor manera de humillarse es cruzar las manos así y bajar la cabeza. ¡Por lo que mas quiera ... perdóneme... y déjeme un sitio donde vivir y un sueldo! Si progresamos, yo misma le traeré otra cocinera. Adriana.- Está bien, está bien. Quite esas manos. Ya veremos como se arregla. ¡Por el momento quédese! Beatriz.- ¡Gracias! Acacia.- ¡Pero quítese mi vestido! Beatriz.- Si señorita, ahora mismo. Acacia.- Y ese abanico.... Beatriz.- ¡es mío! ( Mira a Petra) Querrá usted aceptar este regalo, señora? Lo tengo en mucha estima. ( Petra coge el abanico en silencio) Mañana vendrás a verme , ¿Verdad , Enrique? Las... las señoras querrán cenar. En seguida me pongo en la cocina. Un instante solo... un instante.

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( desaparece) Petra.- Ella no puede seguir así. No es su sitio. Enrique.- Déjela.- Al contrario. Es mejor así. Quizás pueda salvarse. ( A Acacia y Adriana) Gracias. ( Abraza a Petra) ¡Dios la bendiga! ( Sale) Adriana.- Bueno, Petra. Has ido demasiado lejos. Tu y tus locos habéis ido demasiado lejos y te advierto que... Petra.- ( con energía) ¡Cállate! Adriana.- ¿qué dices? Petra.- que te calles de una maldita vez. Adriana.- ¿Pero sabes con quien estas hablando? Petra.- Si. Con una loca que se hace pasar por lo que no es. Vives de mi, y eres una perturbada que va de fiesta en fiesta y de cotilleo en cotilleo. Adriana.- Oye... Petra.- Cada, cual con su locura... ¿Estamos? Yo no movería un dedo por ir a cenar en casa de este o del otro. Tu lo mueves. ¿Te digo algo? Vete cien mil veces al diablo y déjame en paz. Adriana.- ¿Pero que te has fumado? Petra.- Y no olvides que se cuales son mis derechos y si quieres incapacitarme te meto un pleito por injuria que se mueven hasta los cimientos de esta casa. ¡Déjame sola! Adriana.- ¿Pero que te ha pasado? Petra.- Que estar en este mundo es sencillísimo. Que tener avaricia y mala intención es lo mas sencillo que se pueda imaginar. ¿Comprendido? Todos sabemos estar en este mundo. Lo que me pregunto es si merece la pena nada mas . ¡Déjame sola! Adriana.- ( A su hija) Creo que he apretado demasiado los tornillos. Estas locas cuando saltan son peligrosas. ( Beatriz entra con el uniforme de cocinera. En la mano el vestido y en la cabeza la diadema) Beatriz.- Señorita.... el vestido... casi no tuve que hacerle nada... la cintura, si... ensanchar un poco la cintura. Muchas gracias ( Acacia se lo coge sin contemplaciones) perdón, señorita. Adriana.- La corona, Beatriz. Beatriz.- ¿Eh? ¡Ah si! Perdone usted.... (Se quita la diadema) Adriana.- Esa explosión de pronto. Ese carácter... nunca lo ha sacado. Acacia.- haber si va a ser lesbiana de verdad y se ha enamorado de ella? Adriana.- Íbamos a divertirnos. Vamos... ( Salen. Suena el teléfono. Petra lo coge) Petra.- Si. ¿Su majestad la reina de Bresnia? Si, si. Aquí es. De parte del embajador del Inglaterra. Es el en persona.

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Beatriz.- Señor Embajador. Un inesperado ataque de alergia. Espero que se mejore, Excelencia. Inglaterra presenta sus respetos a la Reina Madre y desea un venturoso reinado a sus hijos los reyes Enrique y Juana. Son ustedes admirables , señor embajador. De recuerdos a la Reina de mi parte... mil... mil ...gracias. ( Se limpia las lagrimas) Bueno, doña Petra.. ¿Qué quiere de cena? Petra.- No Beatriz. Usted es la reina. Beatriz.- La realidad es que soy una pobre mujer que necesita trabajar para comer. Petra.- no. Mire este abanico. Se lo regaló el rey Esteban. Beatriz.- Todo eso acabo, doña Petra. Nos consumimos como las flores entre las paginas de un libro. Yo también he muerto, doña Petra como usted. Jamás volveré a mi país, mi hijo no reinara. Petra.- No quiero vela así, no quiero vela así. Beatriz.- Pero es cierto. Es la realidad. Soy un simple fantasma. Petra.- Si dice eso va a volverse loca. ¿No recuerda..? usted me dijo que iba a sonar ese teléfono y una Junta Militar le avisaría de que el trono era de nuevo suyo... Beatriz.- Delirios. Felicitémonos , doña Petra, de que su hermana se haya apiadado de las dos. ¿Qué quiere de cena? Petra.- ¡No!¡No! Cierre los ojos. Vuele conmigo. Cierre los ojos de una vez. Se lo suplico.. ¿No oye? ... Está sonando el teléfono ( no suena nada) Lo oye ¿Verdad? Beatriz.- No. Petra.- pero si esta sonando continuamente. Cojalo . La avisan para que vuelva a reinar. Beatriz.- No lo oigo... no lo oigo.... Petra.- Beatriz... tiene que oírlo. Si no lo oye es que se ha vuelto loca, es que está aquí entre todos estos, aquí. Óigalo.... óigalo. Beatriz.- Si... si... muy lejano... aguarde. Es casi un suspiro. Se va acercando... mas, mas... mas... ¡Dios santo como suena ese teléfono!¡Cómo suena! ( Petra coge el auricular y se lo tiende a Beatriz) Si. De Vatel. Si . El general Tepiz. Una Junta Militar ha derrocado a Carlovi. El pueblo grita por las calles, le escucho, general ( llorosa) Es emocionante. El escudo de Saburgo- Valstein en todas las casas. Le escucho muy bien. Con toda claridad. El pueblo desea que vuelva la reina Beatriz y usted es del encargado de llevarla de nuevo al trono. Siga general, siga hablando... ( se yergue) yo soy la reina... yo soy la reina...

TELON

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DE:

ALFONSO PASO

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REPARTO POR ORDEN DE ACTUACION

ADRIANA.-

................................................... AMELIA

PETRA.-

................................................... CARMEN TRIGO

ACACIA.-

................................................... REYES

BEATRIZ.-

................................................... MERCE

STABLEN.-

................................................... MARTA

AMADEA.-

................................................... VIRGINIA

ENRIQUE.-

................................................... ANA GUTI

JUANA.-

................................................... REME

NINOSKA.-

................................................... Mª JESUS

LORENZA.-

................................................... Mª ANTONIA

FEDERICA.-

................................................... MARCE

MARGARITA

................................................... CARMEN

Mª LUISA

................................................... MONTSE

ISABEL

................................................... CARMEN LARA

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