Venga Tu Reino lo que deberíamos pedir y por lo que deberíamos trabajar es porque Viniese a nosotros Tu Reino. Tu Reinado de los cielos a nuestra pequeña tierra. Que reine ante todo la verdad verdadera, algo que está en función con la voluntad tuya. No algo que tiene que ver con papeles, con naciones, pueblos, países, algo que comienza conmigo. Hablar del Reino no significa proclamar un programa, ni establecer una plataforma política, ni religiosa, significa afrontar un desafío personal en el cual aceptamos o rechazamos Tu voluntad, siempre sencilla y sincera, obediencia que brote desde el corazón de la fe cristiana, y esto aquí y ahora, mientras llegamos a la verdad completa, a la verdad viva y eterna que es Tu Hijo en el Reino. Venga, Señor, Tu reno de justicia; no una justicia estrecha, cicatera y generosa, sino la Tuya, desbordante y generosa, creativa y superadora. Que venga por eso el Reino del amor, no del amor egoísta, chiquito, pasajero, sino del gran amor Tuyo, amor de misericordia y de perdón, de perseverancia de paciencia y de fidelidad: amor para toda la vida y hasta la muerte, hasta el extremo, como fue el de Tu Hijo Jesús.