Usando bien nuestro tiempo ...aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. (Efesios 5:16) Una vez había un niño gitano que más tarde llegó a ser el gran evangelista Gipsy Smith. En aquellos tiempos era prohibido que los niños, especialmente entre los gitanos, hablaran a sus mayores cuando éstos no les hablaban. Pues bien, Gipsy se había convertido al evangelio y tenía muchos deseos de que su tío también se convirtiera; pero no sabía cómo hablarle. Por fin el niño decidió orar y pedir a Dios que le ayudara a hablarle a su tío. Pasó el tiempo, Gipsy seguía orando, por fin, un día su tío se fijó en que los pantalones de su sobrino estaban muy gastados, y le dijo: “Gipsy, ¿por qué tus pantalones están casi agujerados de las rodillas y el resto de ellos está en buenas condiciones?” A lo que Gipsy respondió: “Están gastados de las rodillas porque he estado orando mucho tiempo por ti, tío; pues deseo con todo mi corazón que Dios te haga cristiano.” El tío miró con cariño a su sobrino, y poniendo su brazo en los hombros de Gipsy cayó de rodillas aceptando a Cristo como su Salvador. Sí, esta es una muy buena ilustración de que lo que hacemos con nuestro tiempo tiene una importancia vital. A veces decimos que no tenemos tiempo para nada, pero sin embargo, tenemos tiempo para dormir, ir a trabajar, comer, hablar con algunos amigos, ir de compras, etc. Y al mismo tiempo decimos que casi no tenemos tiempo para nuestros devocionales familiares, para meditar la Biblia y orar. Cuidado porque en ocasiones “no tener tiempo para nada” se convierte en “no tener tiempo para el Señor”. Miremos en el fondo de nuestro corazón y pidámosle a Dios que nos ayude a usar bien nuestro tiempo. Con amor, Jesús Polaino