Una historia de la Vida Real Hace dos años conocí a un joven que hoy día es mi amigo, por guardar su identidad le llamaré Pablo. Pablo nació en una familia adinerada. Su abuelo fundó una compañía eléctrica de renombre en los EE.UU. y el resto del mundo. Las ventas anuales de esta empresa están sobre los billones de dólares. En el tiempo que he conocido a Pablo me llama la atención que es un joven que ama a Dios y anhela agradarlo en todo. Estudió en un colegio bíblico para cumplir con "su llamado". Está involucrado en la alabanza y adoración y es líder de jóvenes. Nunca falta los domingos ni a los eventos que organiza la iglesia. Tiene todas las cualidades de un ejemplar joven cristiano, aunque veo un problema. Pablo nunca se interesó en hacerse de una carrera universitaria. Solo quiso ejercer en el instituto bíblico. Nunca se preparó para poder tomar el lugar que un día sería de él en la compañía de su familia. Su mamá que ahora es la presidenta de la corporación y única dueña es una gran devota cristiana. Ella es muy dadivosa, considerada y se ha destacado como una de las mujeres más importantes de Houston, Texas. Mas como es de esperarse, a ella le gustaría retirarse algún día y dejarle este imperio a sus hijos; Pablo y Linda. Desgraciadamente ninguno de ellos podría encargarse de la empresa pues no tienen la capacidad para tomar las riendas. De acuerdo a la mesa directiva que dirige esta empresa ninguno de los hijos puede ser el futuro presidente de esta compañía. Ninguno se preparó para tomar el lugar de su madre. Todo lo que su abuelo preparó para su familia por una mala interpretación de la voluntad de Dios se fue por los suelos. Algo está mal como para que esto llegara a este final. Pablo quiso agradar a Dios en todo, pero se confundió y tomó las decisiones incorrectas. Quizás muchos digamos: "No te preocupes Pablo, Dios tienes una herencia en los cielos para ti". Yo sé que así es, pero lo triste es que muchas veces cometemos errores por querer seguir las emociones en vez de las convicciones. Estoy seguro que la voluntad de Dios era que Pablo pudiera tener la posición más alta en la empresa de su familia para poder gobernar Él y tomar las decisiones que beneficiarían financieramente al Reino de Dios en la tierra. Es tiempo que nos demos cuenta que tenemos la responsabilidad de ser buenos administradores de lo que Dios nos da. El Padre está buscando jóvenes en los cuales pueda confiar las riquezas del mundo. Cómo es posible que la voluntad de Dios haya sido que Pablo solo estudiara en el instituto bíblico y que dejara
pasar todo lo demás por alto. Creo que la responsabilidad de Pablo era estudiar y prepararse académicamente para que un día tomara el lugar de su madre. También creo que la voluntad de Dios es que entendamos que él quiere que aprendamos su palabra paralelamente con una educación académica. Que triste que Pablo ahora tenga que vivir con esto y pensar que otro está en su lugar. Podemos aprender de esta historia de la vida real que Dios está queriendo levantar una juventud diferente a la que se ha visto en los últimos años. Desea levantar jóvenes que se interesen en educarse. Somos cabeza y no cola, está llamando a jóvenes que estén dispuestos a ser los mayordomos y administradores del dinero del Reino. Dios es el dueño del oro y de la plata y se lo quiere dar a aquellos que quieran administrarlo. Te animo a que cambies la historia tomando decisiones sabias.