UN ENCUENTRO DE AMOR
Mikel y Rosana acababan de acostarse. El le miró en los ojos y, con cariño, le dijo: -Cada día estás más hermosa. -Es una aberración óptica muy particular tuya, hombretón mío contestó ella. -¿Dónde has aprendido esa expresión tan de aquí? -preguntó Mikel. Y añadió:- ¿No me irás a decir que así se expresan las argentinitas? De vez en cuando deberías decirme algo así como "Vos sos boludo, colega". -Sí -contestó Rosana y, ampliando su sonrisa, completó la frase-: Sos un boludo del carajo que me tenés tontita con tus pavadas. Rio abiertamente, esbozó una caricia e inició un beso que fue abortado por el familiar y cretino trrrrriiin, trrrrriiin, trrrrriiin del teléfono. Mikel lo descolgó. -Diga. -Buenas noches, Mikel -se escuchó al otro lado. El rostro de Mikel dibujó una mueca mezcla de fastidio y resignación. Tapó el teléfono y aclaró-: Es el pelma de Javier. La idea de un salto felino para arrancar el cordón que les conectaba al exterior, pasó fugazmente por la mente de Rosana. Pero no la llegó a realizar. Apreciaba a Javier, pues, amén de pelma, era un tipo majo y legal. Era un resto del 68 que, habiendo rechazado ofertas de montarse en el carro y condenado por ello al ostracismo, se debatía entre la depre de lo que pudo haber sido y no fue y la obsesión de concretar la utopía que llevaba dentro. Rosana, con un gesto, expresó a Mikel su ¡qué le vamos a hacer! y optó por una espera activa jugando a desenroscar con su dedo índice los caracolitos del pecho de su compañero. Mikel, destapado ya el teléfono, dijo:
-Mira Javier, son las 12'45. Estoy reventado y acabamos de acostarnos. Así que, haz el favor de ser breve. Javier, desde el otro lado, bastante alterado: -¡Es increíble! ¡Tenemos que correr al periódico! -Pero si no hace dos horas que hemos salido de allí. Todo un día como esclavos y me vienes ahora... -protestó Mikel. Javier, sin dejarle terminar la frase, continuó: -Me ha ocurrido algo increíble, realmente increíble. -¡Escupe!, por favor -Mikel, poniéndose nervioso. -Al llegar a casa me he puesto a enredar en el ordenador con el "programa vacuna" de Data Hard que había solicitado por lo de aquel asunto del "viernes trece". Mikel, ya enfadado, le cortó: -Javier, o te explicas mejor o no tengo ni pajolera idea de qué me estás hablando. ¿Qué es eso de las vacunas y del viernes trece? -¿No te acuerdas? -aclaró Javier-. Se publicó en el periódico. Se lanzaron al mercado unos programas preparados para estropear los datos de los ordenadores en una fecha concreta, en octubre, creo que del 89, un viernes trece precisamente. Pues bien, eso supuso la ocasión de comprar programas a bajo precio, como yo hice. Pero era necesario curarlos, por así decirlo. Para ello una empresa, Data Hard, te envía un programa vacuna. Justamente el que hoy he utilizado yo. ¿Te aclaras ahora? -Vale. Y ¿qué? -contestó Mikel bruscamente para infundir prisa en su compañero. Este, sin pausa, como si le hubiesen dado cuerda, prosiguió: -Que la pantalla oscilaba sin cesar. Lo he conectado y desconectado. He sustituido el programa repetidas veces. La pantalla me
ofrecía un mapa de puntitos. He pulsado insistentemente el intro. De repente ha aparecido una máscara de idiomas. He colocado el cursor en el castellano. En ese momento se ha desatado un texto incontrolado que, a gran velocidad, se sucedía en la pantalla. He tratado de pararlo o ralentizarlo por todos los medios. Nada. Mikel, fuera de sí, pero intentando mostrarse pausado, le cortó nuevamente: -¡Oye Javier! Tú te has hecho un lío con tu ordenador. Sabes que no entiendo ni jota de esos artilugios. ¿Quieres explicarme, entonces, para qué diablos me llamas? -Tranquilo Mikel -desde el otro lado-. Tengo el texto. Ha quedado en la impresora. Escúchalo y luego ya me dirás. Mikel, elevando el tono de su voz, insistió: -Pero al menos, dime de qué trata. -Se trata del Descubrimiento -contestó Javier. -¡Del Descubrimiento! -musitó perplejo Mikel. Al oírlo, Rosana, movida por la curiosidad, tomó el auricular supletorio y lo colocó entre su oreja y la almohada para escuchar también, sin abandonar por ello la tarea, ya iniciada, de acariciar a su compañero. Javier continuó para su, ahora doble, audiencia: -Nos han descubierto seres de otro planeta. Justamente este año 1992. -Claro, -Mikel vacilando- han venido a Sevilla, a las Olimpíadas y no han podido aguantar el irse sin enviarte un saludito ¿no? -No te cachondees. ¡Es un bombazo! Tengo en la impresora el texto de un mensaje televisivo del futuro, del año 2492. -Pero... -Mikel sin entender-, ¿no has dicho que nos han descubierto este año, 1992? ¿Qué tiene que ver el futuro?
Javier, impaciente, aclaró: -Lo que tengo es el texto, la voz, de una emisión televisiva de dentro de 500 años en el planeta "Töl", cuyas naves nos acaban de descubrir. En Töl dentro de 500 años van a celebrar el quinientos aniversario de nuestro descubrimiento. ¿Entiendes? -Ya -contestó Mikel.- O sea que en el 2492 ellos celebran el Quinto Centenario de habernos descubierto ahora en 1992. Lo dan por la tele y tú tienes lo que dicen. -Eso es -corroboró Javier. Y, sin pausa, prosiguió- Escucha, te lo leo literalmente. Dicho esto, inició la lectura de lo grabado por su impresora: "Celebramos el Quinto Centenario del Descubrimiento de Esferita. Conmemoramos el momento aquel en que nuestro valiente Esfero hizo posar su nave en diversos lugares del citado asteroide llamado tierra por sus antiguos habitantes. Esfero confirmó las previsiones fisicoquímicas sobre materiales y recopiló aportaciones sobre aspectos de su cultura. Pero, sin duda, lo fundamental de nuestro héroe fue el hecho del Descubrimiento. Esfero desveló un planeta salvaje. Hace 500 años, en 1992 en Esferita unos pueblos más desarrollados tecnológicamente, dueños del poder, aplastaban a la mayoría de los pueblos provocando hambres, articulando guerras para luego venderles armas o estrangulando sus economías. Por otro lado la euforia desarrollista iba degradando el planeta, sus bosques, sus mares, sus especies, su ozono... Hoy, el 2492 cumpleaños de Esferita, podemos decir que, gracias a nosotros, ese asteroide ha alcanzado la civilización abandonando su barbarie en el tiempo. Podemos decir que, merced al Trasvase Estelar Program, muchos de nuestros antepasados abandonaron generosamente nuestro planeta y fueron allí. Y allí, armados de valor y técnica, supieron aniquilar a los terroristas,
autodenominados terrósofos. Supieron concentrar en reservas a los díscolos. Y supieron también extender con ardiente generosidad sus espermatozoides a lo largo del hemisferio sur. Pero también hemos de ser conscientes de la aportación de Esferita a Töl, su planeta madre. Sí, su descubrimiento supuso un gran avance en los transportes interespaciales, en cartografía estelar, en las ciencias y, en general, en todo nuestro desarrollo. Supuso también grandes innovaciones merced a sus donativos y a sus envíos generosos desde Esferita de H2O, de Ozono, de más de la mitad de su Amazonía clorofílica.... En la actualidad Esferita es parte de nosotros mismos. Su Norte constituye una de nuestras bases más avanzadas. El Sur evoluciona merced a las plantaciones e industrias que nosotros hemos levantado y potenciado, merced a los préstamos del Banco Intergaláctico y merced, ¿por qué no decirlo?, a las invasioncitas y golpecitos maternales que han reconducido situaciones extremas." Si hasta ahora no se había desencadenado la conexión, esta vez sí. Un rayo atravesó los anaqueles de la memoria de Mikel, estableciendo conexiones mil. Todo resultó significativo. Todo tomó sentido en sí mismo y cohesionado a la vez con la mujer que estaba a su lado, con su vida, su clandestinidad, su desaparición, su tortura, su exilio. Entonces Mikel, sin mover un solo músculo, le miró. Sus ojos chispeantes y empapados testificaron que las neuronas femeninas habían sido más sutiles y ágiles que las suyas. Entre tanto, desde el otro lado, Javier no había cesado en su lectura: "En este momento, en el Quinto Centenario del Descubrimiento, es preciso dar un empuje a nuestra relación. Esta relación entre Esferita y Töl, entre hija y Madre, posibilitará nuestra propulsión en el Mercado Común Intergaláctico, nuestro apoyo a la construcción de Vialactia según el Tratado de la Unión de Klasclick y nuestro despegue en la Unión Intersideral. ¡Este es el auténtico sentido del Quinto Centenario! Y, ahora, como colofón, van a tener Uds. ocasión de contemplar un documento de infinita trascendencia. El mismísimo mensaje enviado por el Tam-Tam psicopirimórfico de Esfero. Algunas de sus afirmaciones pueden provocar en Uds. extrañeza o hilaridad. Incluso el mismo Esfero puede
parecerles un pobre ingenuo hablando de viejos conceptos como utopía o solidaridad. Pero piensen que todo han de entenderlo contextualizado en aquel remoto tiempo histórico en que tuvo lugar el Descubrimiento. Tras estas consideraciones, la grabación: Frrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr klack... Acabamos de establecer las tomas de contacto previstas con el planeta Tierra, localizado por las informaciones de El Principito venido del asteroide volcánico B-612. Se trata de una bolita pequeña y de bellos colores entre los que domina el azul sobre los verdes, ocres y amarillos. Los indígenas son chiquitos y cabezones, más o menos gruesos, con dos globos oculares no orientables y con una piel en colores varios, en la gama del rosa al negro. Hemos realizado en circunvalación espiral tres de las cuatro tomas de contacto preseleccionadas. La primera ha tenido lugar en India. Indígenas abundantes de tez oscura y ojos negros se nos acercaban uniendo ante nosotros sus colgantes miembros superiores y saludándonos con una sonrisa ocular y un "Namasté" oral. En la segunda toma de contacto los indígenas eran negros de piel, con ojos sobresalidos y costillaje muy prominente. Este lugar denominado Somalia nos ha infundido cierta tristeza. La tercera ha sido en un paisaje poblado de árboles y llamado Veronhez, en Rusia. Se trataba de indígenas muy jovencitos de ambos sexos. Se besaban y abrazaban cantando y bailando en torno a una hoguera de latas coloradas y pantalones azules. La cuarta toma de contacto, prevista en San Francisco, ha tenido que ser suspendida al detectar nuestros sismógrafos ronroneos asteroidales internos que, en un momento dado, pudieran haber descabalado la ovalidad de nuestra toma de contacto. En un punto cercano hemos lanzado nuestros rebotes lasser en busca de datos. Unos han captado a unos indígenas pálidos y rígidos, de
desarrollo mental infantil. Otros unos indígenas del mismísimo color de piel, como si de hermanos trasladados se tratase, de los de las costillas prominentes. Lo que sobresalía en ellos no eran las costillas, sino su manera de conjugar las evoluciones de su cuerpo con la fuerza de gravedad del asteroide al ritmo de una música incitante. Desde esta nave toda la tripulación os enviamos un emocionado saludo. Somos conscientes de lo que este Encuentro va a suponer a nuestro planeta Töl y a Tierra. Somos conscientes también de que este momento pasará a la Historia como el momento de un Encuentro. Un Encuentro de Amor y Solidaridad entre dos mundos y dos civilizaciones. Y ahora, polarizados en la ruta de regreso, os eviamos desde aquí la imagen de esta bolita luminosa que juguetea alrededor de la Tierra. Véanla. Voy recorriendo con el cursor de mi pantalla los idiomas de los indígenas y Uds. pueden escuchar los nombres que recibe: Ilargi...Luna...Moon... Un saludo y corto. Klack Frrrrrrrrrrrrrrrrrr -¿Qué te ha parecido, Mikel? -preguntó Javier, sin aliento. Mikel, sin salir de su ensimismamiento y sin saber muy bien por qué, contestó: -Terrible. -¡Espeluznante! -corroboró Javier y añadió:- O es una tomadura de pelo. Mikel quedó mudo, pensativo y bipolarizado en su pabellón auricular, por un lado, y por otro, en los ojos de Rosana que la humedad había cargado de un especial fulgor. Tras un silencio, salió de su mutismo para afirmar: -De todas maneras, si es una conexión anticipada en el tiempo, que puede serlo, estamos en una espiral infernal. Repetimos nuestros errores porque no somos capaces de verlos en su justa medida.
Estuvieron callados un tiempo más hasta que habló Javier: -Mira, Mikel, es tarde y estamos agotados. Mañana a primera hora nos vemos en la redacción. Veremos qué hacer. Además, no quisiera ser pelma. -dicho esto, concluyó- Un beso para Rosana y hasta mañana. Agur. Clinnnnnn. Mikel y Rosana se miraron en profundidad. Ella fue desvelando paulatinamente una sonrisa cargada de dulzura. Sin apartar sus ojos de los de Mikel, y con gran suavidad, fue acoplando su cuerpo al de su compañero en un lento abrazo. En un susurro, dijo: -Vamos a realizar nuestro encuentro como lo ha soñado Esfero, un encuentro de amor. A partir de entonces, sus cuerpos y hasta sus almas se unieron al unísono en un abrazo intenso, en un Encuentro de Amor. Como pudo haber sido y debió haber sido, más que un descubrimiento, un Encuentro de Amor.
OCTUBRE 1992
JAVIER MINA, Iruña, Enero de 1990
Publicado en “Navarra Hoy” 10-1992 y “Antojos de Luna” 12-1995