Tristeza En los sueños se unen realidad y fantasía de un modo irracional, de una manera que nos es imposible explicar en vigilia, en los sueños conviven juntos lo que es y lo que no es, algo puede ser blanco y negro al mismo tiempo, vivo y muerto, grande y pequeño, en fin todas las variedades que se te ocurran, otra cosa notable de los sueños son los intensos sentimientos que producen sucesos, que despiertos nos parecen poco trascendentes. Me pregunto si esos sentimientos no existen también cuando estamos despiertos, es decir, si a un nivel por debajo de la conciencia, esos sentimientos no se generan como en los sueños y nos hacen actuar de modo poco racional, como guiados por una intuición. Hace unas pocas noches dormí en la cama del cuarto de Tomás, él estaba un poco indispuesto y reclamaba a su madre, por lo tanto yo ocupé su lugar, y él el mío. No sé si el cambio de lugar influyó en mi sueño, pero por alguna razón que no puedo explicar esa fue la sensación que me quedó. Soñé que pasaba caminando frente a la casa donde hace años vivimos con Margarita y Natalia, en el porche de entrada había alguien haciendo algún trabajo y pronto desapareció de la escena. Por alguna razón yo entré al porche, sabía que Margarita y yo estábamos separados, y a la vez sabía que ella estaba muerta. A poco de entrar ella salió de la casa, iba vestida con una especie de camisón de tela similar a la seda, blanco. Al verme, sin decir una palabra, me besó y me abrazó. Creo que ahí terminó el sueño, como ves lo sucedido es casi intrascendente, se puede contar en tres renglones, lo que no puedo contar o explicar es los sentimientos que dejó en mi, son algo así como dolor, ternura, abandono.