Tipos de amor en la tradición literaria occidental
El tema del amor: una constante Este tema presenta la interioridad del hombre y es fuente de diversos sentimientos, desde la alegría del amor correspondido hasta el dolor del que está ausente, como también la angustia, la soledad, la sensación de pertenencia, etc.
Todas las cartas de amor son ridículas Todas las cartas de amor son ridículas. No serían cartas de amor si no fuesen ridículas. También escribí en mi tiempo cartas de amor, como las demás, ridículas. Las cartas de amor, si hay amor, tienen que ser ridículas. Pero, al fin y al cabo, sólo las criaturas que nunca escribieron cartas de amor sí que son ridículas.
Quién me diera en el tiempo en que escribía sin darme cuenta cartas de amor ridículas. La verdad es que hoy mis recuerdos de esas cartas de amor sí que son ridículos. (Todas las palabras esdrújulas, como los sentimientos esdrújulos, son naturalmente ridículas). Fernando Pessoa
Tipos de amor asociados a tópicos literarios •
Carpe diem: o “aprovecha el día”. La idea central de este tópico se refiere a la necesidad de vivir el presente y disfrutarlo al máximo, antes de que sea demasiado tarde.
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Ubi sunt: o “¿Dónde están?”. Es la pregunta existencial sobre aquellos seres que formaban parte de la vida de un sujeto y que, por algún motivo, ya no están. Puede ser también una interrogación por un tiempo pasado o un estado de cosas que se ha perdido.
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Locus amoenus: o “Lugar ameno”. Este tópico presenta una visión idealizada del entorno natural, como un lugar en el que se anhela estar y que es muy frecuente en las églogas del Renacimiento.
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Edad de Oro: Se trata del recuerdo de un tiempo pasado y de la añoranza de una forma de vida que se considera mejor, en comparación con el presente. Habitualmente este tema se asocia a una visión utópica del mundo, en tanto se aspira a un mundo mejor que el que se vive.
De las armas y las letras: tópico del Renacimiento que exhibe la lucha interna del ser humano entre su pensamiento (las letras) y su capacidad de acción (las armas).
Corta las rosas, doncella o “Colligo virgo rosas”: este tópico se refiere a la necesidad de aprovechar la lozanía de la juventud mientras esta etapa de la vida dura, pues en la vejez ya no se disfrutará de la misma manera.
Tipos de amor
Amor sensual DESEO (Samuel Taylor Coleridge) Donde arde el amor verdadero, el deseo es la llama pura del amor; es un reflejo del cuerpo terrenal que toma su sentido de la parte más noble y traduce el idioma del corazón.
Amor idealizado EL INGENIOSO HIDALGO DON QUIJOTE DE LA MANCHA (Miguel de Cervantes) Carta de don Quijote a Dulcinea del Toboso Soberana y alta señora: El ferido de punta de ausencia y el llagado de las telas del corazón, dulcísima Dulcinea del Toboso, te envía la salud que él no tiene. Si tu fermosura me desprecia, si tu valor no es en mi pro, si tus desdenes son en mi afincamiento, maguer que yo sea asaz de sufrido, mal podré sostenerme en esta cuita que, además de ser fuerte, es muy duradera. Mi buen escudero Sancho te dará entera relación, ¡oh bella ingrata, amada enemiga mía!, del modo que por tu causa quedo: si gustares de acorrerme, tuyo soy; y si no, haz lo que te viniere en gusto; que con acabar mi vida habré satisfecho a tu crueldad y a mi deseo. tuyo hasta la muerte, El Caballero de la Triste Figura Cervantes, Miguel de. Don Quijote de la Mancha. Barcelona: Juventud, 1979).
Amor místico Se mueve al lado opuesto del sensual. Tiene como objeto de amor a Dios. Tiende a ser espiritual. VIVIR SIN VIVIR EN MÍ (Santa Teresa de Jesús) Vivo sin vivir en mí, y tan alta vida espero, que muero porque no muero. Vivo ya fuera de mí, después que muero de amor; porque vivo en el Señor, que me quiso para sí. Cuando el corazón le di puso en él este letrero: que muero porque no muero. (…)
Amor cortés Tipo de amor platónico, donde existe una sumisión del enamorado a la dama, la que está siempre distante y admirable. Canción Señora doña Isabel, tan cruel es la vida que consiento, que me mata mi tormento cuando menos tengo dél. Pero vivo, con la gloria que recibo, tan ufano en los amores, que procuro de estar vivo porque vivan mis dolores (…) Juan Boscán
Visiones del amor en la literatura
Amor imposible: LA CASA DE BERNARDA ALBA (Fernando García Lorca)
(…) Adela: ¿Por qué me buscas? Martirio: ¡Deja a ese hombre! Adela: ¿Quién eres tú para decírmelo? Martirio: No es ese el sitio de una mujer honrada. Adela: ¡Con qué ganas te has quedado de ocuparlo! Martirio (en voz alta): Ha llegado el momento de que yo hable. Esto no puede seguir así.
Adela: Esto no es más que el comienzo. He tenido fuerzas para adelantarme. El brío y el mérito que tú tienes. He visto la muerte debajo de estos techos y he salido a buscar lo que era mío, lo que me pertenecía. Martirio: Ese hombre sin alma vino por otra. Tú te has atravesado. Adela: vino por el dinero, pero sus ojos los puso siempre en mí. Martirio: Yo no permitiré que lo arrebates. Él se casará con Angustias. Adela: Sabes mejor que yo que no la quiere. Martirio: Lo sé. Adela: Sabes, porque lo has visto, que me quiere a mí. Martirio: Sí. Adela (acercándose): Me quiere a mí. Me quiere a mí. Martirio: Clávame con un cuchillo si es tu gusto, pero no me lo digas más. Adela: Por eso procuras que no vaya con él. No te importa que abrace a la que no quiere, a mí tampoco. Ya puede estar cien años con Angustias, pero que me abrace a mí te hace terrible, porque tú le quieres también, le quieres. Martirio (dramática): ¡Sí! Déjame decirlo con la cabeza fuera de los embozos. ¡Sí! Déjame que el pecho se me rompa como una granada de amargura. ¡Le quiero!
XI El amor imposible -Yo soy ardiente, yo soy morena, Yo soy el símbolo de la pasión; De ansia de goces mi alma está llena. ¨A mí me buscas? -No es a ti; no. -Mi frente es pálida; mis trenzas, de oro; Puedo brindarte dichas sin fin; Yo de ternura guardo un tesoro. ¨A mí me llamas? -No; no es a ti. -Yo soy un sueño, un imposible, Vano fantasma de niebla y luz; Soy incorpórea, soy intangible; No puedo amarte. -¡Oh, ven, ven tú!
Amor eterno CUMBRES BORRASCOSAS (Emily Bronte)
(…) A poco, Catalina hizo un movimiento, y esto me tranquilizó. Levantó la mano, cogió la cabeza de Heathcliff y acercó su mejilla a la suya. Heathcliff la cubrió de exasperas caricias y le dijo, con acento feroz: - Ahora me demuestras lo cruel y falsa que has sido conmigo. ¿Por qué me despreciaste? ¿Por qué traicionaste tu propio corazón, Cathy? No sé decirte ni una palabra de consuelo, no te la mereces… Bésame y llora todo lo que quieras, arráncame besos y lágrimas, que ellas te abrasarán y serán tu condenación. Te has matado a ti misma. Tú me amabas. ¿Entonces qué derecho tenías a dejarme? ¿Qué derecho? Respóndeme. ¿Por la tonta atracción que sentías por Linton? Ni la desdicha, ni la degradación (…) Yo no he roto tu corazón, sino tú misma, y al romperlo has roto el mío. Y si yo soy más fuerte, ¡peor para mí! ¿Para qué quiero vivir cuando tú…? ¡Oh Dios, quisiera estar contigo en la tumba! (…)
Amor trágico ROMEO Y JULIETA (William Shakespeare) (…) Príncipe: Esta carta prueba las palabras del monje. Nárranse en ellas los incidentes de tales amores, la noticia de la muerte de Julieta, y aquí escribe Romeo que adquirió de un pobre boticario un sutil veneno, con el que vino a esta ripta decidido a morir y reposar al lado de su amada. ¿Dónde están esos enemigos? ¡Capuleto! ¡Montesco! ¡Mirad qué castigo ha caído sobre vuestros oídos! ¡Los cielos han hallado modo de destruir vuestras alegrías por medio del amor! ¡Y yo, por haber tolerado vuestras discordias, perdí también a c a dos de mis parientes! Hoy el cielo a todos nos castiga.