INFORMÁTICA I Trabajo de Envío Obligatorio I El Hombre como animal social La vida humana es vida social. El individuo aislado es una ficción filosófica (por ejemplo, el “buen salvaje“ de Rousseau), o un accidente, como el caso del hombre salvaje. Los hombres viven juntos y participan de una vida común, o sea, una “cultura“, que regula su existencia colectiva, y les da métodos para adaptarse al mundo que los rodea, y para tratar de controlar y manejar las fuerzas naturales. Los sociólogos estudian la sociedad y la cultura, las normas y las relaciones sociales, las creencias colectivas y los valores generales, la estructura social y la conducta, como entidades diferentes a los individuos, que pueden ajustarse o desviarse respecto a las normas sociales, que pueden adherirse a las creencias y valores, y que participan en las relaciones que integran las estructuras sociales. Pero aunque parezca que se descuida al individuo, es necesario recordar que la “Sociedad” está formada por individuos que se relacionan entre si, y que son miembros de distintos grupos. La “Cultura” como concepto abstracto, se concreta en las mentes y acciones de las personas individuales . El estudio sociológico parece contrastar tajantemente con el aspecto concreto de la persona individual. Por eso es necesario considerar la relación entre sociedad e individuo, entre cultura y personalidad. El individuo es un producto de su sociedad y su cultura. Al nacer, el niño recibe algunos patrones fijos de conducta, respuestas automáticas llamadas “reflejos“(agarrar, chupar, parpadear, etc.); posee un aparato físico determinado, y puede crecer y madurar. Tiene la capacidad de aprendizaje (algo distintivo de los seres humanos); tiene impulsos y necesidades (hambre y alimento; sed y bebida; libido y satisfacción sexual; respuestas emocionales tales como enojo, temor, amor, odio). Pero sus rasgos genéticos y sus potenciales individuales se desarrollan en la experiencia en el ambiente social. Es decir que depende de la cultura y de la estructura de la sociedad. La experiencia social es la que permite que el organismo humano, en tanto material biológico, se transforme en una persona social que participa en la vida de su sociedad. Además, en su propia supervivencia depende de los demás.