INTRODUCCIÓN Nuestra exposición pretende mostrar el origen, funcionamiento y la mecánica del teatro romano, así como el contenido y recursos de los diversos tipos de espectáculos escénicos. Antes que todo se dice que: El Término Teatro viene del griego theatrón que significa: 'lugar para contemplar' y de la palabra drama, que quiere decir acción. Durante la exposición mencionaremos los diferentes géneros teatrales, empezando lógicamente por la tragedia y la comedia, pero insistiendo en los que gozaron de una mayor popularidad, es decir, el mimo y el pantomimo. •El ámbito uno se centra en los géneros y los autores dentro de un espacio en el que cobran protagonismo las máscaras. •El segundo ámbito se dedica al marco escénico para hacer más comprensible su funcionamiento. Terminaremos la presentación haciendo una analogía entre el Término Mimesis (como imitación) y Interpretación literal en las artes de hoy día, caracterizando de manera especial, la arquitectura.
Los romanos, grandes admiradores de los griegos, establecieron sus propios "juegos oficiales" desde el año 364 a. C. Pero la significación cultural que, por así decirlo, presidio la evolución del teatro ateniense no tuvo lugar en Roma. Por el contrario, los romanos vieron en el teatro un aspecto pragmático y político que no habría comprendido los atenienses. Para los romanos el teatro era un lugar de reunión conveniente para el entrenamiento y la ostentación.
El teatro en Grecia y en Roma era un género poético, es decir, se trataba de poesía dramatizada. Los más antiguos autores romanos escribieron tragedias y comedias traducidas o adaptadas o imitadas de la escena griega. Eurípides era el preferido para la tragedia y Menandro para la comedia. Antes de la influencia helénica, había en Roma un teatro popular: fabullae atellanae (improvisada sin texto previo). Tipos groseros y grotescos: Maccus, el tonto glotón; Bucco, el fanfarrón; Pappus, el viejo ridículo. Ese teatro se mantuvo más tarde durante las representaciones serias como una especie de entremeses. Los juegos fescenninos, de Etruria, con su ambiente de burla y chanza.
Parece ser que fueron autores de época arcaica quienes conocieron mayor éxito con sus obras trágicas, traducidas de obras griegas. La tragedia romana tenía en Eurípides el modelo fundamental. El papel de los coros se redujo y la danza desapareció, si bien abundaban las partes cantadas, monódicas y corales. Siempre hay una intención moralizadora. Los temas principales de la tragedia romana son: el destino y las consecuencias de las acciones arbitrarias.
La comedias conservadas de estos autores corresponden al tipo denominado fabula palliata, que toma su nombre del pallium, una especie de manto griego con el que se cubrían los actores. Los personajes y la ambientación eran griegos. La acción transcurre en Grecia (obedeciendo a un posible deseo de huir de la realidad).
Se atiende a los diferentes géneros teatrales, empezando lógicamente por la tragedia y la comedia, pero insistiendo en los que gozaron de una mayor popularidad, es decir, el mimo y el pantomimo. No se dejan tampoco de lado los elementos esenciales de la coreografía, la música y la danza.
La palabra Mimo se deriva del griego mimos que significa imitación de la realidad y posteriormente es sinónimo de actor; el mimo (en Grecia), “imitaba la vida que veía”, era una forma hablada y contada, además de corporal.
El mimo presenta como característica, al contrario de los demás géneros, el hecho de que los papeles femeninos son representados por
mujeres.
preponderante
En
el
mimo
y
el
pantomimo
juega
la expresión corporal y también
miméticas, es decir, imitativas.
un
papel
las acciones
…..........El cuerpo descubrió la gesticulación, decir sin hablar, la capacidad de “hablar” sin emitir sonidos. El cuerpo se hizo intelectual y satisfizo las reglas”. La palabra pantomima viene del griego pantónimos, que significa: “el que imita todo”. El origen de la pantomima se encuentra en las dionisíacas, donde el lenguaje corporal era el instrumento de representación por excelencia. Los romanos rendían culto al cuerpo y por ello lo que contaba en la pantomima era el actor, así éste llegó a serlo todo.
Al no declamar mientras otro hablaba por él, el actor acabó por suprimir la palabra y representar toda la obra con mímica.
El pantomimo era un espectáculo en el cual un bailarín, llamado pantomimo, danzaba, y llevaba máscaras. En realidad éste no hablaba, sino que empleaba la gestualidad del cuerpo y de las manos para interpretar los distintos personajes y tramas.
Parece que los actores del mimo y del pantomimo tuviesen
una
filosofía
común: el espectáculo, por
bonito,
conmovedor o divertido que sea, acaba por aburrir cuando va más allá de un cierto límite de tiempo.
En suma, el objetivo último del Teatro Romano: LA PUESTA EN ESCENA es presentar el teatro como el reflejo de una sociedad en evolución, tanto en la escena como en el graderío, además de poner de relieve obras, argumentos, técnicas y formas de representación.
Como ya se dijo anteriormente, Mimesis significa
imitación
y fue un término
adoptado muy temprano en estética Griega. Según Tatarkiewicz, el término se aplicaba inicialmente a la danza como Expresión de sentimientos y la manifestación de experiencias a través del movimiento, el sonido y las palabras.
Este concepto de mimesis “aún existe todavía”. El mimo es un actor especial que imita a través de la expresión facial, el movimiento y los gestos, situaciones de la vida, sentimientos de placer, tristeza y melancolía.
En este sentido, imitación como expresión de sentimiento es una condición de bienvenida, desde las pretensiones de la arquitectura para evocar sentimientos, especialmente emocionales y espirituales.
En arquitectura, se está de acuerdo en que la imitación no puede producir creatividad. A lo largo de la imitación, conceptos como PRÉSTAMOS y DERIVACIÓN han sido de controversia a través de la historia de la arquitectura, tanto estética como personalmente. Imitación, sin embargo, ha sido generalmente considerada como una
palabra sucia, ya que para la mayoría de los estéticos
de la época moderna, las creaciones imitadas son estéticamente inferiores. Igualmente que son para ellos, los términos ecléctico y derivado, considerados como un escape.
Horacio Greenough dice: “La Conformidad implícita de lo precedente borra y aniquila lo individual, su violación, no justificada por la teoría o por resultado práctico,
pone lo
individual en ningún pedestal envidiable. El Trono podría convertirse en un castigo.” Como respuesta de Greenough a la
imitación
inconsciente,
dice:
“las
obras
de
arte
(incluyendo arquitectura) deberían ser….”encarnaciones de pensamiento….y sentimiento” o encarnaciones de teoría.
Se sugiere entonces que la actitud de Greenough es el más convincente resumen de lo que podría ser clasificado como una “teoría
estética ortodoxa”. Los
arquitectos de hoy día desean trabajar en arquitectura como resultado de imitación DESDE ADENTRO, y no desde afuera, esto quiere decir, que:
Debemos crear no basados en la imitación formal o visual y en las características externas, sino basado en una comprensión genuina de requisitos internos, de estructura y geometría del edificio, las leyes inherentes de la naturaleza que ayudan a desarrollar un cierta forma lógica. Arquitectura
desde
el
punto
de
vista
ortodoxo,
o
desde
el
aspecto
“conservacionista de la apreciación de la estética” es en cierto modo más pobre que otras artes, como el teatro, que de hecho son legítimamente concebidas como imitaciones de la vida.
Tragedia = Imitación?
La definición de tragedia de la antigua Grecia, de acuerdo con Aristóteles,
tenía imitación
como el elemento central de este
concepto: “Porque tragedia es la imitación de un acto, importante y perfecto”. (Aristóteles, Poética, 1944).
Para Arnheim, “jugar” (en arte) como imitación de un aspecto agradable de la vida es una
condición aceptable.
Y es que
Arnheim apunta a la inmoralidad de la imitación del arte a través del concepto de “jugar” como un acto de imitación, en caso de que el concepto asociado de “prestar” no es el correcto.
Arnheim es también contrario del concepto “copiar”, comentando que: “no hay otra cosa como la fiel copia de la realidad física”. Copiar no es sustituto del considerable esfuerzo de entender y mostrar la esencia de un objeto o un cuerpo.
Para el individualista: Todo trabajo o forma, pose su propia individualidad y espiritualidad. Una vez que sabemos que construir en lugares históricos, siguiendo los estilos de generaciones anteriores, tan determinante por los códigos de dichos lugares, es
inmoral, Vemos Hoy día esta situación como un reto, y pensamos que representa tal vez la prueba más difícil para el arquitecto talentoso, ya que este deberá considerar la disposición del cliente, tomando las apropiadas decisiones en el problema de la individualidad contra la colectividad tan percibido a través del estudio del cliente y la comunidad en la que el mismo construye, y eventualmente creará una obra que supere los signos visibles del aspecto imitativo del proyecto.
El “enemigo” de los lugares tradicionales que han adoptado ordenanzas para hacer imitación de lo antiguo es el Arquitecto que evita el problema, o el
arquitecto”
“malo
que no haría nada, ofreciéndoles a sus clientes fácilmente copias
de lo ya construido, sin ningún conocimiento de interiores y sin ningún esfuerzo para crear nueva vida fuera de lo antiguo.
De esto solo podemos decir que: La Imitación, ciertamente no conduce al individualismo, más aún, no podemos ni podríamos ser capaces de trabajar con él, si fuera necesario. Solo podemos hacer nuestro mayor esfuerzo para elevar nuestra retribución a la arquitectura.
El estudiante de arquitectura debería estar, por lo tanto, animado con complacer imitativos, derivados y ejercicios eclécticos, como opuesto a abstenerse y ha conformarse con un dogma, sea o no lo lógico hoy día. Ciertamente endosamos la actitud de que copiar es inaceptable y que el plagio, deplorable.
………lo literal degrada lo imitativo”
Los
arquitectos
que
emplean
interpretaciones
literales
desestiman la habilidad de la mente para percibir y crear conceptos más amplios fuera de las partes o abstracciones de partes de un edificio que ha sido construido.
Proyecto de cenotafio. Étienne-Louis Boullée
Proyecto de forno. Claude-Nicolas Ledoux
Inicialmente todos estos proyectos pudieron ser para una disposición humorística, que de cierto modo ha funcionado como tal, pero en la mayoría de los casos es un
ingenuo
esfuerzo de creatividad que, con la ausencia de algo más relevante, recurre a los trucos de literalismo y el mímico visual, esto quiere decir, como ha dicho Arnheim:
Tal como luce, así es.
El Literalismo tiene un potencial negativo para agrandar la muchedumbre de
desestimulación,
de personas
inimaginativas.
Por esta razón,
debería ser evitado por los arquitectos. Sin embargo, tampoco debemos desalentar a aquellos estudiantes, de que sus ideas de diseñar algo excepcional, son tentativas en vano. El instructor debería mantener al estudiante en su curso y retarse a sí mismo por las ideas del estudiante, así como de no negar los posibles méritos de exploración de diseño a través de la imitación, la derivación e inclusive el eclecticismo.
La meta debería ser elevar el arte de la arquitectura al nivel de otras artes miméticas como el teatro, como parte de una imitación genuina de lo esencial de la vida, desprovisto de las desventajas de bajo literalismo y derivación.