Stavely Yo

Yo – YO SOY Por A. L. Staveley Por necesidad una gran parte del trabajo en mí misma concierne a este “yo” – el yo que todos los demás pueden ver llanamente y que es tan difícil para mi ver, especialmente al principio. Tanto es falso, tanto es imaginario, tanto es hábito o condicionamiento. Mi capacidad de dirigir mi atención es casi nula, mi debilidad eliminadora, mi deseo tan sólo disparejamente presente y luego por ajustes y comienzos. Pero intento lo mejor que puedo, y por un largo tiempo es muy confuso. Mientras más asomos tengo a esta irreal y desintegrada bola de contradicciones, empujadas y jaladas de aquí a allá por todo fuera de mi – más veo que no inicio nada por mi misma – más tiendo a preguntarme: ¿Quién soy? Y mientras más observo, mientras más pregunto, lo menos capaz soy de responder. Al mismo tiempo sé que hay una respuesta y hasta sé donde está esta respuesta. Por un lado comienza a haber algo como un sabor de mi misma como existo ahora. No es agradable, especialmente para comenzar, sino algo amargo. Es muy difícil dejar al sabor solamente ser sin tratar de cambiarlo o escapar de él o compensarlo recolectando “credenciales” – algo para compensar mi descontento con lo que siempre he creído ser, pero no es, “yo misma”. Al mismo tiempo, inconscientemente por supuesto, me propongo a encontrar algo con que identificarme para decirme a mi misma “yo soy esto” o “yo soy aquello.” A pesar de mi misma pienso de “ser” como un fin a obtener, algo a ser visto y sensado (sentido) y conocido más que algo que hace ver, sensar (sentir) o conocer posible. YO SOY. Porque yo soy, puedo. El yo soy, el ser, es el centro. Yo es todas mis funciones, todas mis actividades, todas mis manifestaciones. Es la circunferencia. Yo es lo que aparece. Siempre esta ahí. Puede, hasta cierto punto, ser conocido. Solo el verdadero Yo puede conocerme mas allá de ese punto. Pero, ¿cómo puede el verdadero Yo estar en mi presencia, en mi totalidad, cuando no puede ser visto, sensado o conocido por mi aparto ordinario – por mi? Está dormido y necesita despertar. En cierta manera esta ahí pero ahora, tan solo como una posibilidad para mi. Hay algo que puede hacerse y esto es afirmar. Yo soy. Yo afirmo mi ser. Ultimadamente solo el centro puede afirmar al centro, y cuando esto se hace mas posible para mi algo comienza a volcarse hacia adentro en vez de hacia fuera hacia el perímetro, hacia quietud y silencio en vez de hacia la constante agitación de “yo” afuera. Varias veces últimamente gente hablado de ser capaz de escuchar las voces de la mente diciéndoles que son esto o son aquello – usualmente algo negativo – pero lo que sea que la mente te diga, no eres eso. Sería bueno darse cuenta de aquellas voces falsas para que pudieran convertirse en un recordatorio para nosotros. Es inútil pelear con ellas o tratar de pararlas. Lo que es posible es hacer un pequeño alto al momento mismo de escuchar una voz mental de este tipo, y luego reunir la atención de uno y hacer una afirmación – en voz alta cuando se esta solo, o en voz baja si están otros. Una afirmación debe hacerse varias veces al día. Se convierte en una fuente de fuerza, especialmente si practico sensar al

mismo tiempo. Solo el verdadero Yo puede conocerme. Pero necesita ser llamado, el Yo necesita despertar. Nadie puede hacer esto por mí. (Estas palabras se leyeron el 21 de Marzo en el funeral de Michael Smyth – un estudiante de largo tiempo de la Sra. Staveley y miembro fundador de “Two Rivers Farm” – quien murió el 18 de Marzo de 2001. Esta página web © 2001 Gurjieff Electronic Publishing Presentada: Edición Primavera 2001, Vol. IV (2) Revisión: Abril 1, 2001.