Sociedad
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- Words: 210
- Pages: 1
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El cerdo «Quinín» pasa su tranquila jubilación en Carral MASCOTA
Luisa Gutiérrez 11/12/2008
El cerdo más famoso de Galicia, Quinín, disfruta de su retiro en una finca de Carral. Su anterior dueño, en Dumbría, lo vendió con dos condiciones: que no lo mataran y que dejaran que todo el mundo lo pudiese ver. Los nuevos dueños lo llevan con discreción. Desde la sombra lo compraron, ya que el trato se gestionó a través de un intermediario, que se encargó también de buscar un lugar en el que Quinín pudiese pasar el resto de sus días. Así entró en esta historia Pedro Castro, natural de Carral, quien se encarga de atender al animal. De los dueños del cerdo no sabe nada, aunque antes de su llegada, ellos se encargaron de comprarle una enorme caseta para que no pasase frío. Por el momento, Quinín deja pasar los días en compañía de Pedro, que es casi como un amigo, y de dos ovejas, con las que comparte hierba. Mientras tanto, Quinín tira el caldero de agua para llamar la atención de Pedro y todas las mañanas se desvive por la gominola que este le da: una gran manzana que desaparece en cuanto entra en contacto con los morros del simpático Quinín.
El cerdo «Quinín» pasa su tranquila jubilación en Carral MASCOTA
Luisa Gutiérrez 11/12/2008
El cerdo más famoso de Galicia, Quinín, disfruta de su retiro en una finca de Carral. Su anterior dueño, en Dumbría, lo vendió con dos condiciones: que no lo mataran y que dejaran que todo el mundo lo pudiese ver. Los nuevos dueños lo llevan con discreción. Desde la sombra lo compraron, ya que el trato se gestionó a través de un intermediario, que se encargó también de buscar un lugar en el que Quinín pudiese pasar el resto de sus días. Así entró en esta historia Pedro Castro, natural de Carral, quien se encarga de atender al animal. De los dueños del cerdo no sabe nada, aunque antes de su llegada, ellos se encargaron de comprarle una enorme caseta para que no pasase frío. Por el momento, Quinín deja pasar los días en compañía de Pedro, que es casi como un amigo, y de dos ovejas, con las que comparte hierba. Mientras tanto, Quinín tira el caldero de agua para llamar la atención de Pedro y todas las mañanas se desvive por la gominola que este le da: una gran manzana que desaparece en cuanto entra en contacto con los morros del simpático Quinín.
