EN AUGE LA PROSTITUCION DE ALTA CLASE EN PUERTO RICO !
acciondemocraticalatina Miembro - Platino Brillante Mensajes: 15508 Registrado: 4/17/07
Visita Mi Página
Opciones
9/16/08 01:16 AM (1724 visitas)
A LA LARGA YO SABIA QUE LAMENTABLEMENTE ESTO IBA A PASAR...DE TODO COMO EN BOTICA EN "LA ISLA DEL ENCANTO"...CON TODO EL RESPETO QUE LE TENGO A MIS COMPATRIOTAS...UNA DE LAS RAZONES PARA EL AUGE DE ESTA MODA ES QUE EN LA PUERTORRIQUEÑA DE HOY DIA SE JUNTAN MUCHOS FACTORES QUE LLEVAN A LAS MUCHACHAS BORICUAS A EXPERIMENTAR CON LA PROSTITUCION DE ALTA CLASE, POR EJEMPLO, MUCHAS BORICUAS SON ALTAMENTE EDUCADAS, EN PUERTO RICO EN CADA ESQUINA HAY UNA UNIVERSIDAD O COLEGIO TECNICO PERO NO HAY TRABAJO, PERO SE VIVE UNA VIDA NORTEAMERICANA. FISICAMENTE MUCHAS BORICUAS SON EXOTICAS COMO LAS CUBANAS O DOMINICANAS PERO DENTRO DE UNA SOCIEDAD MAS IGUALITARIA, SE ALIMENTAN BIEN, TIENEN BUEN CUIDADO MEDICO, TIENE BUENAS FACILIDADES DURANTE SU CRIANZA Y PARA COLMO SON CIUDADANA AMERICANAS, USUALMENTE HABLAN O ENTIENDEN ESPAÑOL E
INGLES. MUCHAS DE ELLAS SON MADRES SOLTERAS QUE NECESITAN ALIMENTAR SU FAMILIA...CON LOS PROBLEMAS ECONOMICOS Y DE EMPLEO QUE HA TENIDO PUERTO RICO, PUES ES UN LUGAR PERFECTO PARA ESE TIPO DE PROSTITUCION DE ALTA CLASE...LAMENTABLEMENTE.. .
Sexo sin fronteras en Puerto Rico lunes, 15 de septiembre de 2008 Actualizado hace 1 horas Francisco Rodríguez-Burns / Primera Hora Buscan mujeres puertorriqueñas por su mestizaje, alto nivel educativo, porte y modales. Las seleccionan desde un catálogo cibernético o de las fotos digitales que se envían por e-mail desde el banco de datos de los dueños de las compañías de escorts. Se trata de turistas que pagan por un encuentro sexual con una prostituta de alto costo. Es el Puerto Rico que algunos extranjeros visualizan como un destino sexual upscale que ha cobrado relevancia por la aparente confiabilidad y seguridad que rige la industria local de escorts. A diferencia de otros países caribeños, donde la prostitución callejera ha cobrado notoriedad, en la Isla las citas se concertan y consuman tras las puertas cerradas de hoteles de lujo y residencias exclusivas de acceso controlado. No todas las escorts se prostituyen, aunque una gran mayoría sí sostiene relaciones sexuales con sus clientes. Las empresas que se especializan en estos servicios han ido ocupando terreno en el mundo de la prostitución mediante uno de los más valiosos instrumentos profesionales y recreacionales de la era moderna: la Internet. Las propias páginas cibernéticas, así como los operadores de algunos de los establecimientos, constatan el valor que ha asumido una empresa que ha trascendido la sección de clasificados de algunas publicaciones a la plataforma digitalizada, donde la mujer puertorriqueña está en alta demanda.
Los contestadores telefónicos de algunas de estas casas de escorts extienden sus servicios a la costa este y sureste de Estados Unidos en ciudades como Orlando, Nueva York y Newark. De forma similar a como se despliega la mercancía en un catálogo, las mujeres en las páginas cibernéticas de servicios de escorts detallan sus precios por hora y desglosan sus medidas corporales. Algunas fotos muestran cuerpos cubiertos por trajes de baño y ropa interior. Solamente los rostros permanecen difuminados por un efecto de computación. Otras páginas, sin embargo, no escatiman en mostrar las partes más íntimas del cuerpo humano. Madam Sofía Las encargadas de otras empresas de servicios sexuales, como Sofía, concertan las visitas de sus empleadas desde residencias que han sido costeadas con el dinero generado por la empresa criminal. Desde su apartamento, ubicado en un sector privilegiado de la zona metropolitana, la mujer recibe y realiza varias llamadas mientras atiende clientes y empleadas. Habla como muchas otras empresarias que reconocen el valor del tiempo y de todas las oportunidades que podrían presentarse en una conversación casual
Coordina los encuentros pasajeros en países tan lejanos como España, así como otros destinos tan cercanos como Miami y las Islas Vírgenes. No es inusual que algunas de las mujeres viajen a puntos lejanos en Estados Unidos o Europa para pasar varios días con su cliente tras pactarse una cantidad de dinero que podría sobrepasar los $25,000. "Son muchachas inteligentes y profesionales. Éste no ha sido su modus vivendi, pero tampoco les importa hacerlo por un tiempo. Tampoco es la que baila en el tubo. Requieren una educación universitaria. Necesitan poder sostener una conversación con clientes que, por general, evitan los clubes nocturnos", indicó Sofía, quien desafía el perfil prototipo de las encargadas de trabajadores sexuales por su lenguaje refinado. Sofía financió sus estudios universitarios en Estados Unidos trabajando como una escort y decidió dirigir una empresa en Puerto Rico al descubrir las oportunidades que presentaba la Isla como un idóneo destino sexual.
Les solicita pruebas de enfermedades de transmisión sexual a sus empleadas y no permite que éstas consuman sustancias controladas ni que tampoco tomen de una manera excesiva frente a un cliente. "En Puerto Rico se producen mujeres de ojos azules con curvas. Créeme, por muchas razones, la gente se ha enterado de la belleza de la mujer puertorriqueña ", indicó la madama luego de coordinar una cita de tres de sus empleadas para una "fiesta privada" que se celebraría en un yate. "En una página de Internet, por ejemplo, hay varias compañías y estamos interconectados. Todo depende, hasta cierto punto, del tipo de servicio que ofrecemos y nuestra reputación. Se va corriendo el nombre. La seguridad, la discreción y la confiabilidad son los pilares de nuestro negocio", sostuvo la mujer. La encargada de la empresa de escorts también marcó varias diferencias fundamentales entre sus "muchachas" y otras trabajadores de clubes nocturos que podrían vender su cuerpo de fijarse el precio adecuado. "El turista profesional, en general, no se mete en los clubes nocturnos. Éstos son locales de fiestecitas de iniciación. Estos turistas llegan a Puerto Rico y se quieren llevar las mujeres que conocen. Las que están en el negocio hablan los dos idiomas, la que menos estudia tiene un cuarto año de escuela superior. Aquí hay mezcla y aquí hay diversidad", sostuvo. Secretos y pasión en lujoso hotel de San Juan lunes, 15 de septiembre de 2008 Francisco Rodríguez-Burns / Primera Hora La otra mujer. En uno de los más lujosos hoteles de la zona metropolitana de San Juan, Puerto Rico, algunos empleados saben los nombres y los rostros de las prostitutas de alto costo que esporádicamente cazan clientes en la barra y la pista de baile de la hospedería. Tal como si se tratase de cualquier estrategia de negocios, las mujeres les dejan sus tarjetas de presentación a algunos empleados que servirían de intermediarios para futuras transacciones. En las tarjetas se hacen pasar por masajistas, bailarinas y escorts, pero para los visitantes las mujeres podrían tener la apariencia de cualquier fémina que cautiva por su elegancia y belleza. Sólo enseñan lo necesario, con escotes y faldas que apenas dan una muestra de lo que cubren. Su maquillaje tampoco es exagerado. Entre las piezas de merengue se deslizan por la pista de baile con pisadas calculadas.
Sus miradas retratan con precisión a los clientes potenciales que por su soledad han abierto una puerta a una pasajera conversación o una sonrisa que resume todo lo que una mujer le gustaría decir y hacer. "El management sabe que ellas están aquí y si alguna viene con una falda muy corta o enseñando mucho busto, los de seguridad se lo dicen", nos narra un bartender del hotel. "Incluso, una de ellas parece que cogió muchos tips, porque de un día a otro se vio un cambio impresionante en su ropa. Muchos de nosotros (los empleados) lo comentamos". Las prostitutas de alto costo que en ocasiones visitan el hotel también se pueden divisar en otras hospederías alrededor de la Isla. La gran mayoría son puertorriqueñas que dominan el inglés. Según el empleado de la hospedería, las más exitosas con los turistas estadounidenses tienden a ser las trigueñas, aunque entre las trabajadoras sexuales también despuntan las de tez blanca. Pero todas las trabajadoras constituyen una arma de doble filo para la gerencia del hotel. A puertas cerradas se reconoce su valor para mantener una clientela, a ese turista que le gustaría regresar a la hospedería una y otra vez. Pero al mismo tiempo la gerencia reconoce el peligro inherente que podría conllevar cualquier acto delictivo dentro de la hospedería. Se hacen de la vista larga hasta que su intervención se requiere por una circunstancia especial. Las que realmente han podido dominar su profesión a la perfección se ven, pero nunca se reconocen. Levantan dudas que rara vez son disipadas. Es la mujer hipnotizante que sorpresivamente sube a una habitación o que pacientemente aguarda en un restaurante por su cliente mientras toma un sorbo de su trago. Es la mujer que nadie cuestiona al sentarse en una silla de la piscina mientras esconde su vista detrás de unas gafas oscuras. Uno de los hoteles de Isla Verde se ha convertido durante los pasados años en uno de los lugares más visitados por las trabajadoras. Cada prostituta que estrena su majestuoso salón es conocida como la "nueva" . La que recién lleva el apodo apenas tiene 21 o 22 años de edad. Es trigueña, con facciones perfiladas y lucha por hablar inglés. "Es muy amable", dijo el bartender sobre la mujer, que se ha comenzado a divisar en otras hospederías alrededor de la Isla. "Siempre la dejamos entrar", indicó el empleado, blandiendo una sonrisa afilada. Señales y mensajes
Una cita con una prostituta de alto costo se concreta ocasionalmente de una manera mucho más discreta. Todo lo que se necesita es un número telefónico escrito sobre un pedacito de papel que el turista puede recibir de un taxista, un maletero, un bartender o cualquier otro trabajador con plenos conocimientos sobre las interioridades del negocio. Entre el cliente y el mediador de las empresas de escorts los silencios y las miradas guardan mucha más importancia que las palabras. En los hoteles caros, los trabajadores saben lo que sus huéspedes desean y éstos siempre podrán verificar la "calidad" de la prostituta mediante los emails y las páginas web. El servicio wireless es lo único gratis de la transacción, que en sólo una hora podría sobrepasar los $500. Quizás una de las formas más sencillas es llamar a los teléfonos que aparecen en algunos clasificados, pero muchos tienden a confiar en el "buen juicio" de los trabajadores que están para servirles.