Robo Picasso
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- Words: 502
- Pages: 1
Jueves 11 de junio del 2009
Especialistas en arte cifran en 710 las obras robadas de Picasso
En una de sus citas más celebradas, Picasso dijo: «Si veo algo para robar, lo robo». Obviamente, se refería al plagio artístico, pero muchos delincuentes parecen haberse tomado la frase al pie de la letra con su obra. Prueba de ello es que el Art Loss Register, un archivo de obras de arte robadas creado por especialistas en arte en Gran Bretaña para contribuir a su recuperación, ha cifrado en 710 las obras del genio malagueño que figuran actualmente como desaparecidas. Y solo durante el pasado año fueron sustraídas 93. El interés que los ladrones de arte tienen por la obra del genio malagueño se debe a tres factores fundamentales: la fama de Picasso, los desorbitados precios que sus piezas alcanzan en el mercado y lo abundante de su producción. En 75 años de carrera, Picasso realizó aproximadamente 13.500 pinturas y más de 100.000 grabados. Por su enorme productividad, pero sobre todo por su influencia artística, es uno de los pintores más cotizados del siglo XX. Tras su muerte, en 1973, el valor de su obra no ha hecho más que crecer; el pintor español situó dos obras entre los diez cuadros más caros de todos los tiempos, Garçon a la pipe, en cuarto lugar (104 millones de dólares) y Dora Maar au chat en el quinto (vendida por más de 95 millones de dólares). Ambas telas fueron subastadas por la neoyorquina casa Shoteby's y adquiridas por compradores anónimos. La última desaparición de obra de Picasso se detectó precisamente el pasado martes. Era un cuaderno de dibujos expuesto en el Museo Picasso de París que, a pesar de su importancia, es solo una de las más 3.000 obras de arte que, según la Interpol, cada año se roban en Francia. La ministra francesa de Cultura, Christine Albanel, estimó que el valor del cuaderno robado se sitúa en unos tres millones de euros, mientras que fuentes policiales habían avanzado el martes la altísima cifra de ocho millones de euros. Sea como fuere, lo exagerado de las cotizaciones que se manejan en el mercado de las obras de arte, y la existencia de coleccionistas con mucho dinero y pocos escrúpulos lleva a pensar que golpes tan llamativos y cinematográficos como el de este domingo en París o el audaz robo de El grito de Munch en Oslo, en agosto del 2004, se van a seguir cometiendo en un futuro. En el caso de las obras desaparecidas de Picasso, resulta difícilmente calculable a cuánto asciende todo lo robado. Según la Interpol, los países que más robos de arte sufren son Polonia, Rusia, Alemania, Italia y Francia. Otras fuentes policiales estiman que el tráfico de obras de arte es el tercer comercio ilegal más importante y lucrativo después de los de la droga y las armas. La Interpol, por su parte, subraya que es imposible evaluar económicamente el volumen de capital que mueve el tráfico de obras de arte.
Especialistas en arte cifran en 710 las obras robadas de Picasso
En una de sus citas más celebradas, Picasso dijo: «Si veo algo para robar, lo robo». Obviamente, se refería al plagio artístico, pero muchos delincuentes parecen haberse tomado la frase al pie de la letra con su obra. Prueba de ello es que el Art Loss Register, un archivo de obras de arte robadas creado por especialistas en arte en Gran Bretaña para contribuir a su recuperación, ha cifrado en 710 las obras del genio malagueño que figuran actualmente como desaparecidas. Y solo durante el pasado año fueron sustraídas 93. El interés que los ladrones de arte tienen por la obra del genio malagueño se debe a tres factores fundamentales: la fama de Picasso, los desorbitados precios que sus piezas alcanzan en el mercado y lo abundante de su producción. En 75 años de carrera, Picasso realizó aproximadamente 13.500 pinturas y más de 100.000 grabados. Por su enorme productividad, pero sobre todo por su influencia artística, es uno de los pintores más cotizados del siglo XX. Tras su muerte, en 1973, el valor de su obra no ha hecho más que crecer; el pintor español situó dos obras entre los diez cuadros más caros de todos los tiempos, Garçon a la pipe, en cuarto lugar (104 millones de dólares) y Dora Maar au chat en el quinto (vendida por más de 95 millones de dólares). Ambas telas fueron subastadas por la neoyorquina casa Shoteby's y adquiridas por compradores anónimos. La última desaparición de obra de Picasso se detectó precisamente el pasado martes. Era un cuaderno de dibujos expuesto en el Museo Picasso de París que, a pesar de su importancia, es solo una de las más 3.000 obras de arte que, según la Interpol, cada año se roban en Francia. La ministra francesa de Cultura, Christine Albanel, estimó que el valor del cuaderno robado se sitúa en unos tres millones de euros, mientras que fuentes policiales habían avanzado el martes la altísima cifra de ocho millones de euros. Sea como fuere, lo exagerado de las cotizaciones que se manejan en el mercado de las obras de arte, y la existencia de coleccionistas con mucho dinero y pocos escrúpulos lleva a pensar que golpes tan llamativos y cinematográficos como el de este domingo en París o el audaz robo de El grito de Munch en Oslo, en agosto del 2004, se van a seguir cometiendo en un futuro. En el caso de las obras desaparecidas de Picasso, resulta difícilmente calculable a cuánto asciende todo lo robado. Según la Interpol, los países que más robos de arte sufren son Polonia, Rusia, Alemania, Italia y Francia. Otras fuentes policiales estiman que el tráfico de obras de arte es el tercer comercio ilegal más importante y lucrativo después de los de la droga y las armas. La Interpol, por su parte, subraya que es imposible evaluar económicamente el volumen de capital que mueve el tráfico de obras de arte.
