Resumen - Herpes Virus Ebv, Cmv, Hhv 6, 7 Y 8

  • November 2019
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RESUMEN DE LA CLASE TEÓRICA SOBRE VIRUS EPSTEIN-BARR, CITOMEGALOVIRUS Y HHV-6, 7 Y 8 Prof. Dr. Norberto Sanjuan (Se describen los puntos más importantes de los temas o aquellos contenidos que no están en los libros de texto. El resto de la información debe ser obtenida de esos libros).

VIRUS EPSTEIN-BARR (EBV) En la década de 1950 Burkitt, un cirujano inglés que trabajaba en África describió la existencia de linfomas en niños, con compromiso mandibular, y envió muestras de tejidos a Barr y a Epstein quienes, por microscopía electrónica, visualizaron un virus “herpes-like” en los tumores. Este hecho es extremadamente inusual en la oncogénesis viral. El virus fue cultivado en linfocitos B humanos, a los cuales sistemáticamente inmortaliza y transforma “in vitro”. Los puntos más importantes del conocimiento de este virus son el de su patogenia y el tipo de latencia que produce. Se postula que el virus se transmite por cantidades relativamente importantes de saliva. Por ese hecho y por observarse la aparición de mononucleosis infecciosa en la adolescencia y en la juventud se llamó a esta enfermedad causada por el EBV “enfermedad del beso”. No obstante, recientemente se detectaron numerosos casos de mononucleosis infecciosa en pediatría, lo que pone en duda este mecanismo de transmisión. Se acepta que luego de un período de incubación prolongado (30-50 días) el virus replica en el epitelio faringoamigdalino y luego infecta a linfocitos B vírgenes (naïve). El genoma viral se expresa en varios “programas”.

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En el linfocito B virgen se desarrolla el programa de “crecimiento”, con la expresión de los 6 genes EBNA y los genes LMP-1, LMP 2A y LMP 2B bajo el control del factor de transcripción EBNA 2.

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El linfocito B virgen se transforma así en linfocito B de memoria y por acción de LMP-1 y LMP2 forma centros germinativos. En este linfocito el virus desarrolla el programa de “default” donde sólo expresa EBNA 1, LMP-1 y LMP-2. El linfocito pasa a la circulación y el virus entra en estado de “latencia” donde no expresa gen alguno, estando su genoma circularizado.

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Cuando el linfocito B se divide, el virus sólo expresa EBNA-1 y estas células son atacadas por linfocitos T citotóxicos que, por su morfología, se denominan “células de Downey”. Estas células no son propias de la mononucleosis infecciosa sino que también pueden verse en otras virosis como sarampión o rubéola, pero cuando se las encuentra asociadas a linfocitosis y con un cuadro clínico compatible hacen sospechar el diagnóstico de mononucleosis.

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Por último, cuando el linfocito se diferencia en plasmocito en el tejido linfoide amigdalino produce antígenos tardíos (VCA) y ensambla partículas virales infecciosas que pasan a la saliva. Como consecuencia, el paciente presenta adenomegalias múltiples (a predominio occipital) esplenomegalia (que es la que marca la necesidad de reposo) y hepatitis (medida por marcadores enzimáticos). También puede presentar exantema e ictericia. Se asocia a esto fiebre, una importante astenia (cansancio) y una faringitis que puede ser seudomembranosa simulando una difteria.

El diagnóstico de laboratorio actual se realiza por una prueba de aglutinación con el suero del paciente y glóbulos rojos de caballo (monotest), que es derivada de la antigua reacción de Paul Bunell- Davidson y eventualmente la detección por inmunofluorescencia indirecta de IgM específica anti-VCA. El virus ha sido asociado al carcinoma nasofaríngeo, al linfoma de Burkitt, a la enfermedad de Hodgkin (variedad celularidad mixta) en niños y a algunos otros linfomas y neoplasias, pero en forma dudosa. CITOMEGALOVIRUS Este tema puede ser estudiado preferentemente del libro “Virología Médica” de Carballal- Oubiña, remarcando algunos puntos: 1. La mayor parte de la población adulta en la Argentina está infectada en forma subclínica y tiene serología positiva. 2. El virus es eliminado por casi todos los fluidos corporales. 3. Luego de la introducción de la vacuna antirrubeólica es la causa más frecuentes de malformaciones congénitas y retardo mental de la primera infancia. 4. Si la primoinfección ocurre durante el embarazo pueden presentarse múltiples malformaciones en el niño, incluyendo hidrocefalia e hydrops fetalis. 5. Una población particularmente susceptible la constituyen los pacientes transplantados, inmunodeprimidos o que padecen SIDA. En estos grupos pueden darse lesiones múltiples (ulceraciones cutáneas y en las mucosas del esófago y el colon, coriorretinitis, hepatitis, infección renal, etc). 6. Las lesiones histológicas son patognomónicas y cuando se asocian con inmnunomarcación el diagnóstico es de certeza.

VIRUS HERPES 6 (HUMAN HERPESVIRUS 6 ó HHV-6) y HHV-7 Ambos virus se describen en conjunto por sus similitudes. El HHV-6 fue descubierto en 1986 en cultivos de linfocitos B de un paciente infectado con HIV, razón por la cual fue originariamente denominado “HBLV”. No obstante, hoy se acepta que la célula blanco más importante es el linfocito T. Puede también infectar in vitro células NK, monocitos y linfocitos T gamma/delta. Existen 2 tipos: el HHV-6A y el HHV-6B que es el que produce patología. La patogénesis de este virus (al igual que la del HHV-7) no es clara. Se acepta que el virus está muy diseminado y puede encontrárselo en la saliva y en el moco del cervix uterino y se ha registrado también pasaje transplacentario. Se postula que la infección preponderantemente ocurre durante la infancia, produciendo el “exantema súbito”o sexta enfermedad. Si la infección ocurre en la vida adulta puede manifestarse como un cuadro “mononucleosiforme”. Aparentemente el contagio es a través de microgotas de saliva y, luego de la infección, el virus se disemina e infecta las células linfoides mencionadas pero también los ganglios linfáticos, los túbulos renales, las glándulas salivares y neuronas, astrocitos y oligodendrocitos del sistema nervioso central. El receptor es el CD-46, presente en todas las células nucleadas. Durante la infección el virus induce una respuesta inmune fundamentalmente T y tiene efectos inmunomodulatorios, estimulando a las células mieloides para producir IFN alfa, TNF alfa e IL1, aunque induce una disminución de la secreción de IL-2. El genoma viral codifica secuencias similares a los telómeros de los cromosomas, sitio en el cual el virus puede integrarse. Esto se ha observado en el DNA de fetos humanos. Luego de la fase aguda el virus queda latente en monocitos, o provoca infecciones crónicas. El virus latente puede reactivarse en pacientes inmunodeprimidos (transplantados, leucémicos infectados con HIV) y en mujeres durante el embarazo. Otras enfermedades, como el sarampión y el dengue también pueden reactivarlo. El exantema súbito se caracteriza por presentar 3 días de fiebre seguidos de 3 días de exantema de tipo rubeoliforme. El diagnóstico de laboratorio se realiza por detección de IgM específica por IFI. Se ha asociado al HHV-6 al “síndrome de fatiga crónica”, a la esclerosis múltiple y a algunos tipos de linfomas. El HHV-7 fue descubierto en 1990 de un cultivo linfocitario estimulado con anticuerpos anti CD-3 e IL-2. El HHV-7 replica en linfocitos T CD4+ donde luego queda en estado de latencia. La replicación aguda ocurre en el epitelio de las glándulas salivares, en el epitelio mamario, en la piel, el hígado, el riñón y las amígdalas. Puede también producir un cuadro de exantema súbito y reactivación por inmunodepresión. Recientemente se lo asoció con una enfermedad exantemática denominada “pitiriasis rosada de Guibert”. VIRUS HERPES 8 (HUMAN HERPESVIRUS 8 ó HHV-8) Cuando se observó que los pacientes con SIDA desarrollaban sarcomas de Kaposi (una enfermedad rara antes de la aparición del HIV) se llegó a la conclusión epidemiológica de que existía un segundo virus, distinto al HIV, que producía estos sarcomas y cuya transmisión era a través de las relaciones sexuales, especialmente entre varones homosexuales. Por una combinación de métodos de PCR se detectó el genoma de un virus que tenía componentes del Epstein-Barr y otros pertenecientes a un virus oncogénico de los monos: el Herpesvirus saimiri. Luego se lo pudo caracterizar como perteneciente a la familia Herpesviridae por microscopía electrónica de cultivos de linfocitos de un linfoma primario de la cavidad. Actualmente no sólo se lo asocia al sarcoma de Kaposi sino también a la enfermedad de Castleman multicéntrica, al linfoma de la cavidad en pacientes HIV positivos y, más dudosamente, al mieloma. La principal fuente de infección se da por vía genital, ya que el virus está presente en el semen. En cambio, su presencia es muy baja en las secreciones genitales femeninas. La otra fuente de infección es la saliva y también se elimina por la orina. Recientemente se realizaron cultivos organotípicos a partir de células epiteliales bucales y se observó que el virus madura concomitantemente con la diferenciación de los queratinocitos. Dado que se encuentra virus en la saliva pero no en las glándulas salivares, se postula que el virus es generado en la mucosa bucal y luego pasa a la saliva. Este mecanismo de transmisión permitiría explicar la alta incidencia de la infección por HHV-8 en niños africanos que no han tenido relaciones sexuales. El virus replica en linfocitos B, en células endoteliales, en macrófagos y en células de la próstata y luego induce una infección latente en linfocitos B (CD19+) y en monocitos de la médula ósea. Allí, el genoma viral expresa una sustancia muy parecida a la IL-6 y otra proteína asociada a la latencia y denominada LANA. En estas células se encuentra en forma episomal, en múltiples copias. Los genomas virales interactúan con los cromosomas celulares a través de la proteína LANA y de esta forma hacen que las células que resultan de la mitosis no pierdan los genomas virales. El pasaje de latencia a reactivación en los linfocitos B ocurre luego de la actividad transcripcional del ORF 50 del genoma viral. Luego de la primoinfección se han detectado cuadros de exantemas, fatiga, diarrea y linfadenopatías. Después de una prolongada latencia el virus puede producir transformación maligna de las células endoteliales, donde también puede replicar. Esa proliferación, sumada a la extravasación de eritrocitos, produce el típico cuadro de sarcoma de Kaposi, como lesiones papulares de color borravino. La patogénesis de estas neoplasias no es bien comprendida, pero el virus tiene la característica de que su genoma codifica genes homólogos a algunos genes regulatorios humanos (a esto se lo denomina “piratería genética”) como el de la Ciclina D, el bcl-2 (antiapoptótico), el de la IL-6 y el de un receptor que se acopla a las proteínas G. Las alteraciones que en el ciclo celular y en el sistema inmune pueden provocar estos genes están posiblemente involucradas en el desarrollo del sarcoma de Kaposi.

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