Relatos Del Japon

  • April 2020
  • PDF

This document was uploaded by user and they confirmed that they have the permission to share it. If you are author or own the copyright of this book, please report to us by using this DMCA report form. Report DMCA


Overview

Download & View Relatos Del Japon as PDF for free.

More details

  • Words: 22,796
  • Pages: 62
DIAS DE FABRICA: GENEROSIDAD Y FRIALDAD Por Freddy Ortiz Nishihara “Sucede que muchas veces los seres humanos somos un poquito diferentes …..sucede que cuando estas en las buenas todos te alaban y cuando te llega el Invierno muchos te desprecian o te ignoran” Me hallo ahora en la ciudad de Quito , Sudamérica diez años después de lo acontecido y realmente sentí nostalgia al imaginar su gracioso y querendón tono de voz en Portugués , como un eco en mi alma . No quiero que su historia quede anónima como la de muchos que pasamos por la tierra de nuestros ancestros allende el Pacífico en el país del sol naciente. El quizás se aún encuentra allí o se halle caminando en otra senda que nos escribe el libreto de la vida. Era un día de Verano , cuando los sonidos de nuestra bicicletas retornando en tropel haciendo comentarios y “brincadeiras“( bromas) se detuvo en seco en el patio de la zona de apartamentos temporales o cubículos donde nos ubicaron los japoneses. “ Oí Você é peruano ñao…..¿gostaria de escutar musica brasileira? “ , la voz me sorprendió era la de un muchacho que me había estado observando desde que salimos de la fábrica , pasamos por el anden del ferrocarril de Suzaka

Shi,

abordamos el tren y bajamos en la siguiente estación, para luego emprender la larga bicicletada “Muito obrigado cara você é novo ¿no? “ ( muchas gracias amigo Tu eres nuevo ¿no?) le pregunte con una sonrisa , mientras los demás se retiraban a las duchas y solo Murayama se quedaba para observarnos. En la penumbra de las luces artificiales del patio , su rostro casi tan nuevo como el de un adolescente que se estrena como hombre no era el de un típico descendiente de japonés, no tenía ojos rasgados y parecía mas bien un brasilero neto , cuya mirada reflejaba solo inocencia. “ Vocé conhece a todo mundo na firma ya? ( ¿Conoces a todo el mundo en la empresa?) Le dije con un gesto de confianza porque siempre me gustó tratar bien a la gente y sobre todo si era amable como este muchacho novato.

“Ainda ñao , só alguns……. mas olhe que o senhor e uma boa pessoa” ( todavía no, solo a algunos, pero creo que Ud. Es una buena persona) · Obrigado “ le agradecí mientras avanzabamos y el me seguía con Murayama para poder tomar las duchas . A la mañana del día siguiente que teníamos un descanso, por ser una festividad budista tocaron a mi puerta muy cortésmente, me levanté y deje el texto que estaba escribiendo y abrí la puerta, frente a mi el muchacho me extendía dos discos compactos

con música de samba brasileira contemporánea. Le miré

asombrado, no porque otros no me hubieran ofrecido con gran solidaridad y cortesía cosas que nunca pedía para hacerme sentir mas cómodo, sino, porque era la primera vez que alguien tan joven y que conocía poco me transmitía una sonrisa de humanidad y palabras tan fraternales. “Vocé fica sózinho ñao ? ,……imagino que o señor precisa de nós, ah… vocé fala e brinca como brasileiro mesmo, ainda ñao

conheci a outra pessoa

igual…”(Ud. Vive solo ¿no?.....creo que Ud. Nos necesita, ah…pero Ud habla y bromea como si fuese brasilero, aún no conocí a otra persona igual) “Muito obrigado cara “( muchas gracias hermano) a veces soy tan sensible frente a estos gestos que rompen fronteras, formalidades y nos hacen sentir que somos solo una misma variedad que siento realmente que la integración es vida, son hechos concretos y que las palabras sobran cuando habla el corazón. Poco a poco me enteré que Paulo se había convertido en benefactor y proveedor colectivo de cosas que nos faltaban. Si alguien no tenía víveres por no poder ir al mercado o no tener dinero ahí estaba el, si alguien quería diversión ahí estaba Paulo llevándole su equipo de sonido o su monopolio, si alguien no tenía con que planchar allí estaba ofreciéndonos, inclusive antes que se lo pidamos su plancha y finalmente si a alguien se le agotó el dinero ahí estaba Paulo, diciendo “cuanto precisa Voce cara” ( cuanto necesitas hermano) sacando su billetera. Pero de repente este afán por querer dar todo se convirtió en algo muy extremo, comenzó a regalar su cosas o a prestar y no pedir devoluciones, un día me sorprendió aún más con un gesto mas que generoso

“oi Paulinho Vose me presto sua plancha

…. Muito obrigado” ( Paulito me

prestaste la plancha….muchas gracias) y el me contestó “Fredao Vose precisa mais que eu iso, fique con ela” (Freddy Ud. la necesita mas que yo, quédese con ella) me sentí desconcertado “ Mais Paulinho eu hacho que ire manha a la cidade y comprarè uma….” (pero Paulito creo que mañana voy a la ciudad y compraré una) “ ¡No señor iso e de Vose!…..”( ¡no señor es suya!) pensé que no podía rechazar su voluntad y que el tendría otra, pero luego me enteré que no solo era conmigo había regalado cosas a todos; llegando al extremo de quedarse casi sin nada. Una mañana de Invierno que iba a salir a trabajar con la nieve envolviéndome como un manto blanco hasta las rodillas y ese frío tan profundo que a veces te hace sentirte arrepentido de haber venido a estas tierras le vi con la mano vendada y sin uniforme de trabajo, me preocupó mucho. “Paulino que aconteció con Vose? Curto la mao. Vose esta ferido….poso fazer algo?” ( Paulito ¿Qué te pasó? Te has cortado la mano, estas herido ¿puedo hacer algo?) el solo sonrió y respondió con tono de brincadeira: “ foi um acidente nel trabalho ¿sabe cara? Na segunda feira eu me hallaba na mia maquina, cuando ela quebro … enton eu machuque y corte vose olhe…... muita sangue, por iso os chefes falaron para mi tomar um descanso , alguns dias” ( fue, un accidente de trabajo ¿sabe amigo? El dia Lunes, estaba em mi máquina cuando ella se destrozó....entonces me aplasté la mano y me corte....mucha sangre, por eso los jefes, me dieron permiso para tomar descanso por algunos dias) “ Bon Paulinho mais Vose ainda fico vivo, seu brazo no foie em bora no? , falo” (Bien Paulito, pero aun esta vivo y no perdió el brazo, chau) me despedí de el en tono jocoso Aquel día recordé las muchas oportunidades en que había tenido heridas en diversas partes del cuerpo, con tantas quemaduras y pérdida de sangre que aquí en Japón ello no parecía tan importante ni preocupante como cuando ello te hubiese sucedido en tu país. Se me vino a la mente el primer día que trabajé en la fundición subsidiaria de la Toyota y la máquina explotó, dándome una bienvenida de fuego al frente del trabajo de verdad, que resisten solo los “machos”, como

decía “Chacalón” y pese a estar bien cubierto de pies a cabeza, como un guerrero samurai con su coraza, un poco del aluminio que volaba por los aires cual lava de volcán, me alcanzó en el pie izquierdo, perforando la bota de acero y haciendo un hueco de entrada y salida. Pese a ello me mordí los labios y no me quejé del dolor, miré alrededor y agradecí que nadie me hubiese visto en ese momento tan doloroso, porque aún no tenía seguro y si se enteraban de ello, mi familia tendría que pagarle a la mafia Yakuza que me trajo porque como debía mi pasaje a lo que sumarían una carga de deudas inventadas y costos de tratamiento médico, la mafia me triplicaría y estando en trámite mi visa como descendiente me hubiesen declarado incapaz y vuelto al Perú. Por eso no dejé de asistir ni un solo día, pese a las quemaduras, fingí naturalidad al caminar, trepar, bajar de las máquinas sonriendo y rápido. Correr para ayudar a traducir del Japonés al Español, arrastrarme sobre el petróleo y los restos de metal sin ningún reparo. Por eso no recibí ningún tipo de tratamiento médico, tuve que invocar al cielo y esperar tres meses para ver cicatrizar la herida usando solo mentol y agua hirviendo ( consejo de mamá que siempre me acompañó) , lo mas terrible fue ver salir esos gusanitos blancos, a los que mataba sintiendo el dolor del agua caliente sobre la piel. Recordé también la vez que vi rodar la cabeza de aquel japonés decapitado por la guillotina del acero, debido a un error en la línea de armado de los vehículos terminados y finalmente la sangre fría de aquel que perdió el dedo por un error de cálculo, a quien solo suministraron coagulantes y analgésicos, quien como si nada cogió su dedo lo metió en una bolsita y sonriendo dijo que volvería en dos días. Pensar que todo ello sucedió apenas a fines del siglo XX. Mi abstracción sentado en la banca que daba al patio central fue interrumpida por unos pasos acelerados que me trajeron al presente, Murayama y los demás se acercaban bromeando “Oi Murayama que aconteció con o Paulao “ ( Oye Murayama que le pasó al Paulon) pregunté con cierta preocupación Entonces uno de los que trabajaba en la sección, me respondió como mezclando la burla con la dureza

“Fredao seu amigo sempre foi doente, ele fodio todo ….loco de merda….ja, ja,ja” (Fredon su amigo siempre estuvo enfermo. El jodio todo…un loco de mierda… ja,ja,ja) y apresurando su bicicleta se alejó bajo el brillo de la luna “ a verdade e que ele no aprendio ben o servicio cara ….sempre ficaba nervoso y fodia o vidro …..” ( la verdad que el no aprendió bien el trabajo…siempre estaba nervioso y malograba el vidrio) hablo mirándome con cierta tristeza Nakanishi “ ¡Mais cara tudo o mundo fodia a ele! o mesmo brasileiro que era o asistente do chefe japones no ensino ben y tudo o mundo chamaba a ele de louco, bobo ….iso foi” ( Ma todo el mundo lo jodia, el mismo brasileño asistente del jefe japonês no lê enseñó bien y ademas todo el mundo le decía loco, bobo, por eso fue...) Falo Murayama Lo que había sucedido es que aquel día, los brasileros que se burlaban y lo molestaban manha , tarde e noite (mañana, tarde y noche) , habían decidido la broma final, colocando un tipo de combustible para vidrios mas gruesos en su máquina , desapareciendo el tipo “Y” que debía usar para los mas delgados. Según dicen tuvo una ligera sospecha, antes de encender los controles al notar una sonrisa extraña en el operario de la máquina mas cercana pero frente al tiempo que pasaba lo colocó. El resultado nefasto, 10 minutos después la máquina se detenía estruendosamente, lanzando al aire todos los vidrios quebrados, explotando en añicos los moldes. En su desesperación Paulinho cogiò un pedazo de vidrio y corrió al baño. Esta era supuestamente la décima vez que hacía lo mismo, yo no podría afirmar como Murayama que lo sabotearon desde antes, pero la diferencia era que ahora si se notaba la trampa. Los compatriotas suyos fueron en masa a buscarlo, movidos por el “líder” de la sección. En ese momento parecía que todos, hasta los bolivianos “cambas” cazaban a una fiera o un delincuente para lincharlo. Pauliño, solo atinó a esconderse en los baños y cortarse las venas. Cuando los jefes japoneses vinieron a preguntar que pasaba, el encargado brasilero y los demás, le dijeron que se había equivocado otra vez y que no servia para nada que lo sacaran lo mas pronto posible. No se acordaban cuantas veces ellos habían cometido el mismo error, es que era tan delicado trabajar rápido y al

mismo tiempo no equivocarse con la visión al aprovisionar las máquinas con el combustible adecuado para cada tipo de vidrio, pues no eran tan diferentes los colores necesarios para pulir una pantalla de computador, un reloj de cuarzo o piezas de uso químico. Ellos argumentaban que no podían seguir soportando ver a alguien tan torpe que les desconcentraba. Yo me preguntaba dentro de mi si se habían olvidado de los regalos que les hizo, de los préstamos o del refresco y las cervezas que pagó para todos. El jefe y el estado mayor japonés se dirigieron entonces a los servicios, ordenando volver al trabajo a los demás. Solo Roberto Matsumoto, quien era colega mío Licenciado en Administración de Sao Paulo, una persona muy preparada les dijo que Gerson, era el verdadero responsable al cambiar la posición del combustible “Io kankenai ( esta bien no te metas) , fue la respuesta seca del segundo jefe de sección . Dicen que golpearon la puerta por cerca de quince minutos, pero como no quiso abrir la puerta y oír su llanto de niño a punto de ser molido a golpes , finalmente el supuesto “líder” brasilero de sección pidió permiso y de un puntapié rompió la puerta , justo cuando empezaba a cortarse la yugular. Los jefes se reunieron con el y con un tío suyo, le dijeron que prescindían de sus servicios y solo le daban dos semanas para recuperarse. Desde entonces, comenzó a esconderse de todos, convertidos en lobos crueles que querían devorar su alma y terminar destrozándolo psíquicamente con sus burlas e insultos directos. No se pero a veces me arrepiento de haberme quedado callado y mirado a otro lado, cuando me miraban a mi como amigo y lo observaban a él como un leproso, pero yo si tuve el coraje hasta el final de acercarme, saludarle , bromearle y animarle “ Voce sabe a verdade no fredao?” ( ¿Tu sabes la verdad no Fredon?)me dijo un día con el rostro mostrando como telón de fondo dos enrojecidos ojos por el llanto “ Paulino Eu se que elos fodieron a Voce ….caralho “ ( Paulito yo se que ellos te jodieron…carajo) le dije mientras le invitaba al bar del karaoke , donde atendían aquellas mas que generosas filipinas, encantadas de sentarse en las rodillas,

besándote y acariciándote cuando cantabas bien. No se cuanto tiempo estuvimos emborrachándonos y llorando por su partida, solo se me viene a la memoria el canto de los pajarillos cuando nos retiramos “sabe que depois de manha voy en bora ….. no se adonde cara , mais no podo ficar aqui, os japoneses falaron……” ( Sabes que pasado mañana me voy…no se adonde hermano, pero no me puedo quedar…los japoneses dijeron…) “ Deus sempre vai ficar con Voce ….. ah lembre Paulinho eu tengo na cartera um endereco de uma empreitera da construcao donde voce pode ir a procurar emprego” ( Dios siempre va a estar contigo…ah recuerdo que tengo una dirección de una empresa de construcción, donde puedes conseguir empleo) le dije recordando en mi borrachera que hace un tiempo conocí al dueño de una constructora , quien me dio su tarjeta, invitándome a trabajar en construcción. Entonces empezó a sonreír como un niño ilusionado , diciendo que era bueno trabajar al aire libre y no encerrado que como no había muchos brasileros en construcción, solo trataría con japoneses

que ellos si eran honorables y

respetuosos, como nos habían enseñado los mayores en nuestra patrias antes de venir a sus tierras yo solo sonreía, pero me dolía engañarlo confirmando sus ilusiones con mis gestos , pues sabía también lo que era trabajar a menos 20 grados centígrados en la nieve o trepar sin equipo de protección a la altura de un edificio de veinte pisos , soportando los gritos de locura marcial de aquellos jefes que sentían estar tratando con soldados en el frente , frente al tiempo como el enemigo invisible al que debían vencer. En la tarde de ese mismo día, los golpes insistentes en mi puerta y las voces chillonas en Portugués me despertaron para enterarme que había regalado toda su ropa y

así en paños menores , envuelto en una toalla se había ido al

supermercado a pedir que le fiaran algunos víveres y el dueño había llamado a la fábrica . Murayama y yo nos sentimos como si nos hubieran noqueado el alma, Endo demostrando su nobleza, nos sacó del letargo y dijo que debíamos avisar a su tío . Nos imaginamos que había enloquecido. Pero el dueño de aquel pequeño supermercado era realmente uno de los mas comprensivos japoneses que conocí, Cuando llegamos le había regalado una camisa y un pantalón que a simple vista

parecían nuevos. No hizo caso a las viejas, ni a las jóvenes que hipócritamente pedían que lo llevaran al puesto policial por sátiro. “ Lo que acontece es que hache um japones muito pobre enton eu di a ele mia ropa e o poquinho de dinero que ainda tenhìa” ( lo que pasa es que encontre a um japonês muy pobre, entonces lê regale mi ropa y el poço dinero que aún me quedaba) nos explico Paulinho sobre su conducta. “Voce pense mais en sua vida no fique doido por tudo o mundo” ( Tu piensa mas em tu propia vida, no te vuelvas loco por todo el mundo) lê trate de explicar como a un Hermano menor “¡No sea mais bobo o vai em bora a Brasil, Eu fico envergonhado por Voce caralho!!” ( No seas mas tonto y vete al Brasil, yo tengo que pasar tantas verguenzas por ti ¡carajo!)

me cortó su tío en un tono muy agresivo y

que

coincidía con la mirada tan rencorosa en el rostro. Preferí no despedirme, porque confieso que soy muy sentimental de decir adiós a un amigo que está en una situación muy difícil que no puedo remediar con solo palabras, hable con su tío y le dije que lo mandara a Brasil con sus padres, de pronto necesitaba algún tipo de tratamiento, pero el solo atinó a decir “que vai a fazer uma besta como ele ala….” ( que va a hacer una bestia como el allá) Solo preferí pensar mas en Dios y en las injusticias que comete al darnos mas sufrimientos a unos mas que otros. Al no hacer comprender a los demás sobre lo que hacemos y que se demuestra mas en obras que en simples palabras. Pasaron dos meses y yo siempre procuraba rezar por el y por todos los seres que sufren en la tierra, le preguntaba a todos donde estaba trabajando solo Murayama me dijo que estaba en la empresa de construcción que le recomendé. Doña Cecilia , la brasilera que administraba el comedor , nunca me informó de sus llamadas telefónicas, según ella para no molestarme, hasta que Murayama me contó que imploraba como un niño para ubicarme y decir que me necesitaba a su lado para darle valor, pues yo era como el hermano mayor que perdió una vez de niño . Solo tuve tiempo de salir del comedor y me vencieron los sentimientos mientras caminaba por los pasadizos y me dirigía a mi habitación , el llanto se

venia incontenible, como la lluvia de verano que empezó a caer ….Lloré si lloré mucho por mi pequeño hermano en aquella noche del Invierno de 1995, lástima que la Empresa ya había establecido la nómina de los que se irían a trabajar a la filial de Hawai en los Estados Unidos y luego pasaría un mes de vacaciones allí antes de volver al Perú con un gran dolor, pero también con una gran esperanza de que el hallara otro hermano mayor que también le ayudara como yo ……han pasado tantos años ya no soy el joven de entonces la vida me golpeó mucho , las arrugas empiezan a cubrirme, pero siempre veo en mi mente aquel rostro infantil sonriente , envuelto de esa aureola de verdadera inocencia y generosidad fraternal, diciéndote: “ Precisa de ajuda meu amigo?.....” ( ¿necesitas ayuda mi amigo?.......)

EN LOS ACANTILADOS DE MIYAQUEJIMA Por Freddy Ortiz Nishihara Hoy la Isla de Miyaquejima no existe mas, pues en un día de Julio del año 2003 fue sepultada por el volcán local , que destruyó todo lo que la mano del hombre había edificado y pensar que hace diez o mas años atrás un grupo de trabajadores laboramos construyendo muelles y mejorando la infraestructura turística de esta Isla a 10 horas en Ferry de Tokio y 2 horas en Japan Airlines, nuestra huellas y padecimientos quedaron sepultados para siempre, reapareciendo solo en mi memoria de aquel poblado acompañado de esa música enka tan sentimental en las noches tropicales, acompañados por la preciosas bar tender filipinas o coreanas.El presente relato trata sobre esa Historia del trabajo , protagonizada por modernos héroes laborales de ancestro japonés o no ( los que falsificaron su Identidad)

Hayaku….hayaku ¡” ( ¡rápido , rápido ¡) sonó ruda y marcial la voz del veterano jefe de nuestro grupo de trabajo, quien siempre se ufanaba de haber causado muchas bajas a los americanos en la isla de Saipán, disparándoles desde un árbol y haber huido a sus dieciséis años en un bote de madera hasta el Japón , para no rendirse, ni cometer harakiri. Esta misión ya había sido discutida en el campamento y el ingeniero dijo que teníamos cinco días para armar el nuevo muelle, sucediese lo que sucediese, no había opción, el contratista vendría de Tokio en diez días para inspeccionar Todos respondimos afirmativamente en japonés, mientras el tifón soplaba y procurábamos mantenernos bien pegados a la larga cadena de acero para no volar despedidos por el viento monstruoso de la tormenta tropical hacía el Océano, donde nos esperaban los tiburones

o los árboles. Sentí por primera vez la

sensación que deben tener los perros en el verano. Agua por debajo de los impermeables o piel artificial en ese momento, por que sudábamos como caños abiertos y sobre nuestros cobertores de plástico el agua caía con una fuerza terrible “camarada… nos jodimos estamos en el infierno, dile al ponja que paremos un rato” se quejó amargamente con su rostro desencajado de japonés quebrado del mercado central Jose Inamine. Le di una palmada y sonreí, sin imaginarme que nos acercábamos a una de las filiales del infierno y le dije en una palabra que mezclaba el japonés con el español “Gambatea ….ya llegamos” ( del japonés “gambate” o ánimo)…… El “colocho” , la única persona que tiene hasta ahora la nacionalidad peruana , por su pasaporte como Carlos Miyazawa , “nacido en el Puerto del Callao” , solo atinó a sonreír y decir con un poco de calma en aquel dejo extraño para nosotros y aquella expresión de hermano evangélico. “ Ya llegamos….ya vieran Uds. En Colombia , avanzábamos igual ,pero los guerrilleros estaban aguardándonos en los matorrales, aquí no…aquí no…calma” mientras el viento soplaba mas y

Goto se había soltado de todos , quizás

distraído por su agotamiento y era arrastrado hacía los acantilados por el “taifu” (tifón en japonés) , debiendo correr todos desesperadamente para traerlo otra vez

a la cadena…. De todos modos ya caía cuesta abajo por la pendiente, cuando decidí saltar y asido a la mano del jefe traerlo con un esfuerzo sobrehumano hasta el sendero, sentí que mi brazo era arrancado por el peso de su cuerpo, pero creo que cuando veo a alguien en peligro o enfrentándose a alguien mas fuerte, pierdo la razón por ayudarlo, dejando de lado el instinto de supervivencia y despreocupándome por las consecuencias. “¡Carajo se cae el cerro!....traduce al viejo “ gritó desesperado “chacalón”, mientras se venia una capa de lodo, piedras y todo lo que se podía arrastrar Parece que el viejo entendió el gesto aterrorizado e inmediatamente me dijo “¡shitsukani! Suiyaku shite Nishihara , asoconi ikimasho, ansenna desu” ( ¡calma! tradúceles Nishihara nos iremos para allá es seguro) y efectivamente había otro cerro mas alto justo detrás de nosotros ….. Hice la traducción gritando a todo pulmón , porque con el viento no me escuchaban nada……. Goto sangraba copiosamente por la nariz y gritaba de dolor no se porqué……. Corrí hacía el en medio de la niebla creada por el polvo, el viento y las olas marinas. Una cadena de las que llevábamos le había alcanzado y le había impactado en el rostro dañándole las fosas nasales. “ !Suguni San Goto wa dame desu… kusuri iru!” ( rápido señor Goto necesita medicina) le grité desesperado al jefe de la cuadrilla, mientras, el viento nos arrastraba y veía que algunos árboles eran movidos bruscamente del suelo y nosotros nos aferrábamos a las cadenas y todo aquellos que nos mantuviera pegados al suelo. “ ¡Gambate conerro… kowacunaide…core suguni o warimasu!” ( ¡ánimo carajo no tengan miedo esto terminará pronto!) bramó nuestro líder en medio de aquel ataque de la naturaleza a nuestro alrededor y con una mirada que transmitía el don de mando nos hizo entrar a una pequeña caverna donde llegamos arrastrándonos. Allí acostamos a Goto en una esquina y le dimos un coagulante que cargábamos en el maletín de emergencias, luego como le dolía la nariz, le dije al jefe que podría tener una fractura. El viejo reaccionó con un poco de frustración y rabia quejándose contra los latinos por su falta de valor, pero luego comprendió.

Entonces dijo “ ¡El resto de la cuadrilla a los acantilados!” avanzamos un poco traumatizados, pero poco a poco vimos que el sol había vuelto a salir y la normalidad se respiraba en la isla. “ Goto no te preocupes, ahorita le sacamos la mierda a este viejo concha de su madre y volvemos” gritó Chamán del norte mientras salía del hueco. Luego Inamine le dio una palmada y finalmente yo le dije que le dejábamos algo de Ocha ( té amargo) y galletas marinas. El nos contestó solo sujetando nuestros brazos y mirándonos como diciendo “vuelvan pronto, por favor”, porque supongo que no podía hablar. “ ¡Mimna san ima daiyobu desu, tenki ga ii…umi de shigoto shimaho!” ( ¡Todo el mundo ahora esta bien el clima , vamos a trabajar al mar!) Traduje para el viejo y todos marchamos hacía el antiguo muelle, volviendo a cargar los equipos mas el de Goto, que hoy día descansaría hasta que lo recogiéramos a la vuelta. “Esto no se hace en ninguna parte….es un abuso, puede ser peligroso, viejo hijo de puta” argumentó en voz baja Inamine, el viejo entonces volteando el rostro me pregunto “¿nani o ikta cono hito?” ( ¿que dijo esta persona?) “Bueno señor el dice que está bien, pero hay que tener cuidado , no vaya a volver el tifón que sea un buen jefe” le traduje “ Carajo, lo salvaste a mi compadre Ina….Nishihara” me dijo Chacalón, mientras pisábamos tierra húmeda que había dejado el mar al ser impulsado por el tifón. El mismo viejo se hundió hasta la cintura en una especie de pantano que parecía tierra firme, pero irguiéndose trató de hacer una broma y dijo “ Oruro….ofuro desu….kimochi” ( es un pozo de agua de baño caliente, que rico) mientras nos animaba a sonreír y mirar antes de pisar el suelo. Finalmente, luego de media hora, estábamos frente a la gigantesca estructura que como molde debía ser tirada al océano, para empezar nuestra labor……. Consistía en un cuadrado metálico vacío sin mas contenido que las planchas de diez centímetros estrechas que la cruzaban de lado a lado, cual puentes en el vacío y las rampas para trepar con garfios a los que podías quedar empalado.

De pronto se escuchó un potente motor, atinamos a mirar en todas las direcciones, pero no veíamos hasta que apareció la gigantesca máquina del tamaño de cuatro pisos del edificio. Era las mas grande que he visto durante toda mi vida “¡Mimna san ueni hayaku!! ( todos suban arriba de la caseta) y yo se los traduje, como vino la orden. “ Está cojudo el viejo ....yo no subo ahí ni cagando....” intentó resistirse chacalón, mientras los demás veíamos la forma de trepar como el hombre araña, por los recodos sin siquiera sujetadores en este gigantesco cascarón metálico que sería nuestra plataforma de trabajo sobre el océano durante quince o mas horas. A las justas y rasgándonos la piel con los fierros no pulidos, rasgándonos los uniformes coronamos la superficie, desde donde se veían las personas como miniaturas. “ ¡Coloquen la polea con cuidado y amarren las cadenas al medio ¡” gritó el viejo, mientras me apresuraba a traducirlo al Español, y el equilibrio se mantenía a duras penas a esa altura sin ninguna cadena de seguridad alrededor de nuestro cuerpos que desde abajo parecerían muñecos balanceándose. La gigantesca polea que equivalía al tamaño de un Volkswagen se movió bruscamente y por poco nos destroza la cabeza a chacalón y a mi que íbamos a caer al vacío cincuenta o cien metros abajo. El viejo se irguió en medio de una de los filos como un acróbata y llamándonos nos hizo sentir el viento de la altura que nos empujaba para uno y otro lado, pero tomando coraje pudimos amarrar la misma en los cuatro costados de la caseta, luego antes que la gigantesca máquina la tomase levantándola y la llevara hacia el océano, el viejo nos ordenó bajar lo mas rápido posible a un solo ritmo en menos de un minuto, lo que hicimos frente al temor de morir colgados o lanzados al piso. Solo el “colocho” se enredó la basta del pantalón en una punta de metal oxidada que sobresalía “ ¡ayúdenme por favor…. Onegaishi masu ! ( por favor en Japonés), sin pensarlo dos veces subí y junto con el viejo que había trepado con su rostro de león marino lo dejamos libre de aquella trampa en la que cayó y aunque sangraba pudo bajar, justo cuando la máquina empezaba a hacer balancear el casquete y lo movía bruscamente.

Luego empezamos a correr detrás de la gigantesca grúa que se dirigía al muelle y con asombro vimos como colocaba el casco sobre el mar abierto más cercano a la orilla, apresando a muchos peces, entre ellos algunos tiburones. Yo pensaba en el pobre de Goto y en los dolores que debería sentir abandonado en esa cueva y los bichos que le estarían trepando, recordé que en las zonas del trópico hay unas moscas que te plantan las crías en un instante y cuando menos te imaginas te salen gusanos, recordé los míos hace tres años de color blanco saliendo de mis pies y moviéndose en la herida aquella mañana de soledad y llanto lejos, muy lejos de casa, pero con el sentimiento de resistir hasta el final y nunca jamás ser una carga para nadie en la vida. “Ano sumimasen Oyakata tabun Goto san tetsudao iru, ikireba de ii desuka?”(señor por favor Goto puede necesitar nuestra ayuda ¿puedo ir a verlo?) le dije al viejo, luego de culminar esta primera fase de nuestra labor, el asintió con una mueca que semejaba al perfil de un lobo marino mostrando su indiferencia y ordenó que una cuadrilla de dos me acompañara para traerlo. Mientras caminábamos por los acantilados y pasábamos viendo la verde y bella naturaleza, sentimos la libertad mas profunda de por lo menos imaginar que nadie nos controlaba y que éramos turistas que sin preocupaciones respiraban el aire puro y bebíamos nuestros refrescos tropicales al lado de una buena compañía, no contando los segundos, ni los minutos; viviendo una eterna “Manha de Domingo” (mañana de domingo), como cantaban los brasileros Gal Costa y Tim Maia. “ ¡Carajo soy libre!, nadie me controla compadre”, dijo chacalón mientras se revolcaba sobre la playa y el agua le llegaba a los tobillos. “ Vamos rápido ......al regreso con Goto a salvo, nos liberamos un poquito” “ Ojala pudiésemos quedarnos en la arena sin ningún uniforme, mas que con nuestros desnudos y libres cuerpos, que nada nos aprisionara, sin tiempos ni jefes que nos observaran ¿no?” dije inconscientemente

mientras mis pensamientos que

hipnotizaban mi alma se liberaban como las aguas de la catarata que caía al medio de un lago de película. “ ¡Camarada despierta carajo…Goto está allí sentado….salió solo de la cueva!” me trajo a la realidad Chacalón, mientras el colocho se mataba de risa.

Efectivamente nuestro amigo, se había desplazado fuera de la cueva y acercándose a una laguna muy bonita con una cascada, parecía rezar el padrenuestro, pidiendo mas por su familia que por el, lo dejamos en tranquilidad y procuramos no molestarlo. Entonces al ritmo de un pajarillo silvestre intervine suavemente ” Goto, mi hermano ¿cómo va esa herida?” dije mientras sacaba un poco de alcohol y mertiolate y le colocaba una gasa y esparadrapo provisional. Procurando hacerse entender con los gestos, supongo por el dolor, escribió en un papel “Estoy bien.....pensé mucho sobre mi esposa mis hijos y mi madre, sintiendo la libertad de estar sin nadie que te controle todos los movimientos...gracias por venir”. Al regreso cargamos a Goto y lo llevamos a la orilla del mar, donde extasiados por el relajo profundo en nuestras mentes y corazones, todos nos revolcamos y nos dimos unos 15 minutos exactos de libertad total, jugando con el mar y sintiendo la caricia de la vegetación alrededor y sobre todo respirando libertad. Por fin después de muchos meses o años en el caso de algunos nos tomábamos un breve descanso para respirar la libertad de la naturaleza verde y el color del cielo despejado, como visitantes inesperados, liberando pesadillas y rígidos cuerpos en este pedacito de espacio que quizás tenga a nuestros espíritus grabados por siempre, repitiendo la misma escena en noches de luna llena.

PALABRA DE VILLANOS Durante mucho tiempo en los comienzos de la migración muchos malos peruanos se comenzaron a aprovechar de sus compatriotas a quienes esquilmaban con falsas promesas de trabajo, previo pago de cierta cantidad de moneda americana que fluctuaba entre los quinientos y dos mil dólares, una jugada maestra que solo se basaba en el clásico palabreo dirigido a los incautos y desesperados hombres y mujeres migrantes afectados por la recesión. Algunas veces nunca se recuperó ese dinero debido a la forma mafiosa en que protegían su delito, enfrentándose inclusive a la policía en los casos mas graves, matando o violando a

quienes se atrevían a reclamarles. Esta es una historia real que aconteció en 1993 en la ciudad de Tokio (Japón) La noche se tornaba luminosa a ritmos de trenes y jóvenes “gaijines” (extranjeros) que caminaban en forma compacta de un lado a otro de la estación procurando demostrarse que eran los guerreros de las mil sangres que olían el dinero por doquier avistando a los compatriotas que necesitaban trabajar. “ Oye compadrito mira ese lorna ….allí…¡allí!“ alertó el chiclayano mirando a un peruano que bajaba del tren con la apariencia de estar cansado y buscar trabajo varios días, cargando su mochila por los viajes realizados. Mientras que Pensaba que con su cabello cortado al estilo japonés y la mirada que intentaba cerrar mas, se estaba mimetizando con el ambiente, con una segunda piel japonesa. “ Es mío son mil o dos mi dólares ya los siento en mi bolsillo” retrucó “el chavo” con una sonrisa que hacía brillar mas su mirada de buitre descuidado que solo tomaba baño y se perfumaba para ir a las discotecas a bailar con las colombianas, los viernes por la noche. Avanzaron a ritmo acelerado e intentando cambiar sus apariencias, sonrieron “amablemente” y se relajaron para no ahuyentar a la presa, mientras caminaban al ritmo peruano que les permitía engañar a las presas peruchas que caían en su red. Pero una tercera silueta que apareció por arte de magia, los detuvo al llegar primero cerca al objetivo humano “ ¿Peruano? oye compadrito….estamos para ayudar” dijo muy convincentemente “el pituco” quien se había adelantado con las dos piernas que le abrían mas el gabán de lujo que usaba, a cada paso que daba con su cabello pintado de rubio, lo que complementado con los lentes de contacto verdes, la sonrisa cínica y su aliento a macoña disimulado le mostraban como un diablo de carnaval puneño disfrazado en forma muy moderna hablando con un aparente o real dejo de arribista engañoso que conquistaba chicas en Miraflores o San Borja, Ello tomó de sorpresa a los otros dos perujines ( peruanos en japonés) que ya habían afirmado posiciones en medio de las miradas extrañadas de los japoneses que sentían algo que no comprendían.

El abordado pensó que por fin luego de sentir varios días de hambre y frialdad encontraba una esperanza de “ayuda nacional” (mal cálculo). “Necesitas chamba compadre…ya la tienes, yo trabajo con los mejores contratistas de todo el Japón” ellos son mis asistentes, dijo presentando a las dos figuras a sus espaldas, era la jauría que atacaba de nuevo, disfrazada de ángeles cholos, mientras la noche se disipaba lentamente al ritmo de los neones de la estación y el frío se hacía casi insoportable fuera de los lugares donde no había calefacción “Si …iste por favor yo tengo seis meses en Japón, soy di Huancayo tromi, ¿puedes ayudarme? Yo tingo algo de platita” respondió el compatriota acosado. Los lobos arremetieron con mas voracidad, frente a esa confesión ingenua de la presa rodeándola con un falso manto de confianza y no esperando mas se lanzaron con las fauces abiertas y las sonrisas mas hermosas que pudiese imaginar una chica en un hombre guapo enamorado, solo que esta vez la víctima era de sexo masculino- En sus mentes pensaban como lo dijo una vez “ el pituco”: “un serrano de mierda ……que rico”. Era la falsa unidad nacional desbordándose en tierras extrañas, los complejos y los traumas de la conquista, mezclados con la crueldad y la discriminación mas sinceras de un poco de escoria costeña que era capaz de atrapar si fuese necesario y fuera de la vista de los japoneses a una niña y violarla sin ningún remordimiento en los arrabales de la ciudad. Porque ellos no tenían nada de complejos “como los cholos” eran gente de acción y despreciaban a todo el mundo, porque sus viejos les habían metido en el cerebro que “en este mundo solo sobreviven los pendejos” y si había que chocar con los ponjas u otros extranjeros se tenían los revólveres y las chairas bien escondidas, para casos de emergencia, pues en Japón no vale ser “rochoso” y hay que seguir el modelo nacional de “cortesía delincuencial” que clava un puñal con una sonrisa amigable y palabras cariñosas. “ Compadrito….que suerte la tuya, nosotros trabajamos con varios contratistas que te ponen en las mejores chambas, con apato ( departamento en Japonés) de primera y trabajos huevos , ganando 1, 500 yenes la hora…..justo acá tenemos las

listas y las direcciones de los contratistas mas chéveres de Tokio y otras partes de Japón” “Los contratistas son nuestros patas cholito…..así que si quieres ir a la oficina, podemos organizar una visita a la fábrica y si la chamba te gusta al toque te instalan en tu futura mansión ¿ah? “ remató el chavo Cansado y desesperanzado al ermitaño le brillaban los ojos con una especie de hambre por el dinero y la falta de chamba, pensó que ahora sí había llegado su buena hora, acarició su barba larga y encanecida en algunas partes y sintió mas profunda la picazón en los pies. Lo que denotaba que era el momento de hallar un trabajo y justo en ese momento se le vino a la memoria el rostro de su pequeño hijo llorando en una casucha miserable, en el pueblo de Iscos, al otro lado del Pacífico, de donde vino con documentos falsos. “ Vamos hermano decídete.....ya necesitas, un baño, una chamba y en la noche yo te llevo a un karaoke”. Dijo con su sonrisa hipócrita el Pituco, mientras que un cuarto personaje hacía aparición en escena, como cuando en los documentales de la National Geographic, la presa está rodeada y aparte de los leones, aparecen los merodeadores carroñeros, buscando su parte. Era un tipo moreno de apariencia norteña típica y con una sonrisa pícara que le mantenía congelado el rostro. “ ¡Oye chochera .....da gracias a Dios que te has encontrado con gente que no te quiere joder, sino ayudar......no seas pendejo y pon tu billete por la colaboración!” dijo, mientras trataba de mostrar un puño amenazador. A veces estos amigos mezclaban un conjunto de técnicas psicológicas de presión que adormecían al más despierto en circunstancias normales. “No le hagas caso a este vago.....por ellos es que nos miran mal en el extranjero, nosotros solo queremos ayudarte” dijo con una falsa y cínica sonrisa el chavo. Tal y como estaba el hombre y con las tripas que le resonaban, los ojos que se le salían de antojo por la bebida helada que había comprado un japonés en una de las máquinas expendedoras automáticas, se animó a preguntar: “ dime ¡¿como puedo hacer amiguito?!”, mientras se entregaba directamente a las fieras humanas que estaban dispuestas a comérselo con zapatos y todo.

“ Fácil chochera, ¿sabes? Tenemos que hacer una reservación de tu chambita ante la empresa, nos das tu pasaporte, y en tres días a lo mas nos llamas, ya te tenemos el empleo” “Por el servicio solo te pedimos cien mil yenes ( cerca de mil dólares americanos) que con tu primer mes al toque lo recuperas cuñadito” complementó el pituco. “la hiena” observaba, desde la escalera cercana al anden que llevaba a una de las líneas del tren subterráneo, su sonrisa burlona retumbaba en el viento, como un eco de maldad en la jungla de cemento, al mismo tiempo que golpeaba una baranda metálica con el puño. “Vamos a nuestra oficina..... yo te ayudo” dijo el chavo, mientras hacía el simulacro de querer ayudarlo a llevar su pesada mochila. “ Bueno puis ....muchas gracias buinos piruanos he encontrado” dijo el paisano, mientras se dejaba llevar por los tres que le habían rodeado y lo hacían avanzar como la pieza que ya ha sido cazada. Abordaron un tren dos andenes mas abajo, luego de cruzar una escalera. Los rostros de los japoneses eran muy distantes y los miraban con una forma especial de desprecio y a la vez de temor. Eugenio Baldeón Coyotupa o “Eugenio Sasaki Coyotupa”, como sonaba su alias de falso descendiente , había salido de su natal Iscos, un pueblo en la sierra central ubicado cerca de la famosa Chupaca, con muchas esperanzas para escapar de la pobreza que le aprisionaba en ese sueldo miserable de operario de fábrica de tercera o cuarta categoria sin seguro, ni bonificaciones, trabajando 12 horas por solo el equivalente a 5 dólares americanos al día. El gobierno de Alan ya había descontrolado todos los precios y no se conseguí ni siquiera arroz o azucar aún pagando el doble de su precio oficial, desesperado porque el hambre mordía y sus tres guaguas pedían mas y mas. Tomó llorando inconteniblemente la decisión al ritmo de las melodías del “Picaflor de los andes”, repitiendo una y otra vez la tonada “ Mi chiquitín”, pero cuando llegaba a la parte que decía “......sirve a la patria “ no entendía como le podía encomendar a su hijito mayor servir a esta “patria”, representada por las autoridades, quienes luego de sus bonitos discursos solo les tiraban comida malograda una o dos veces al año cuando estaban

reunidos en grupos de quinientos para que la gente se termine peleando ebria, mientras ellos sonreían y se llevaban a las profesoras mas guapas a la fuerza al carro oficial, era peor que cuando ellos les tiraban los huesitos que sobraban de las pachamancas a sus perritos, pero procurando darles por separado y nunca se les hubiese ocurrido juntar mas de dos canes, porque diosito castiga. Así al ritmo de los saxos y melodías viriles decidió ese día salir para ser rico en ese país de los “chinos japoneses”, pero como no tenía nada de dinero durante mas de una semana debió agachar la cabeza y suplicar para recolectar entre sus viejos, familiares y notables del pueblo un préstamo de cinco mil dólares para emprender la larga jornada con ese apellido comprado. Estaba en ese trance donde recordaba y maldecía su “suerte”, cuando una voz fuerte lo trajo al presente en este país de los “chinitos buena gente” que siempre ayudan a los pobres. “ ¡Llegamos cholo!,,,,,,,” le dijo el pituco cambiando sus gestos y sus aparentes buenos modales por una mirada que no llegaba a entender, pero que demostraba sus verdaderas intenciones. “Bajemos, aquí es donde vinimos, ahora te toca dar tu parte, carajo”.... le dijo el chavo, mientras le empujaba lentamente. “ lligamos dondi ista la empresa tromi...” dijo el, mientras intentaba comprender la situación que se había creado alrededor suyo, empezando a sospechar que iba a ser agredido, en medio de los arrabales de la selva de cemento Mientras caminaban empezó a sentir la sensación del novillo que va a ser sacrificado, notó que la forma de hablar de sus anfitriones se tornaba descontrolada y agresiva, como la gente maleada de Lima. “ Pobre cholito....no sabe lo que le espera.....ja,ja,ja” se dejó sentir sin ningún desparpajo la hiena “ Cuando dirigía mi columna de infantes de marina, todos éramos costeños, carajo salvo un huevón que era sentimental y era cholo, entramos al pueblo y metimos bala a todos los indios, para que sirven aunque no sean senderistas....” contaba el pituco con mucha sinceridad al mismo tiempo que se quitaba el gabán y se arrancaba algunos vellos del pecho.

“ ¡Ya carajo dejen de hablar....mi teniente! Dijo el chavo sacando una chata de ron que tenía escondida en la casaca” Entonces la cortesía se acabó, mientras alguien gritaba “Gracias papa Galan, por habernos sacado de las huellas de los terrucos” y le daba a Eugenio un brutal empujón. “Siéntate cholo..... ahora, el billete primero y luego la chamba ¿si? “ dijo el chiclayano, echando al aire una colonia de probable origen francés, como diciendo este cholo apesta. Los demás solo se rieron e hicieron el ademán de taparse las narices “ Si hubieses estado con Termo en achomaruca o huatayao....hubieras sentido como apestaban esos indios de mierda...... para mi lo mejor que podían haber hecho los españoles era acabarlos” dijo el pituco masticando su ignorancia, mezclada con la cocaína que le destrozó el cerebro gracias a su papi consentidor. Eugenio sintió finalmente que era el venado acorralado por los pumas y quiso esfumarse cerrando los ojos, pero no pudo. “ ¡La plata sobre la mesa cholo!! Dijo el pituco, mientras que “la hiena” se acercaba peligrosamente y le tocaba el hombro con rudeza, sintiendo que el apretón de sus dedos le causaba un dolor terrible en todo el cuerpo. Pensó firmemente en escapar y con una frase engañosa trató de convencerlos “Tromi me recordé que mi hermano ha llegado de Perú, voy a recogerlo y vuelvo” “ A ver sargento de pelotón, ¡revisen si el cholo miente!” dijo el pituco, recordando tiempos idos en la larga lucha contra los terrucos, mientras los otros sujetaban a Eugenio y lo empujaban contra la pared, dos sacaron sus verduguillos y uno un revolver, pero el huanca que sabía de la dura resistencia de su bravío pueblo serrano frente a los chilenos en peores condiciones, como nunca antes lo hizo ningún otro peruano, se liberó con dos trompadas al pituco y una patada a los genitales del chavo. Ello cogió por sorpresa a esta gavilla de ex milicos, un cholo enfrentándolos con fiereza. Mientras en la mente de Eugenio solo se reflejaba su recuerdo del águila atacada por los cernícalos en el cielo azul de su pueblo. “¡Caraju , son una mierda!” les espeto saltando felinamente sobre la mesa y procurando mantenerse alejado del ataque simultáneo de sus cuatro oponentes.

Mientras en todo el ambiente las mentadas de madre y las groserías se escuchaban con un eco ensordecedor que solo era callado de rato en rato por los sonidos, originados por los golpes de cuerpos que caían sobre los muros y los gritos de alguien sintiendo al que le habían golpeado una parte sensible interna o le habían quebrado algún hueso. El escenario se convirtió en un Rin de cachascán de verdad de 4 individuos armados contra uno que resistía y que logró herir a todos en varias partes del cuerpo especialmente al chiclayano, hasta que lo agarraron sangrando luego de media hora y la hiena le clavó lentamente, como señal de gracia y con la rabia de ser un degradado en la escala de la evolución, su puñal en el ojo mientras los demás buscaban y encontraban la plata en un bolsillo secreto cosido por su madre en la basta del pantalón. El terrible grito de Eugenio fue sofocado por un trapo que le colocaron en la boca, para que no escuchara ningún entrometido, por los alrededores. “ misión cumplida teniente....el cholo ya es una baja, se jodió” dijo el chiclayano, recordando algunos de los caseríos de la sierra ayacuchana por donde pasaron “Tírenlo lejos, cuando pase el shinkansen ( tren bala) de las 4 “ dijo el pituco imaginando que tenía todavía el uniforme de la gloriosa infantería de marina peruana, ordenando luego el embriague general “ Viva el Arpa...viva Galan...carajo” dijo la hiena, mientras todos sonreían al costado del desangrado cuerpo de Eugenio y uno le lanzaba un escupitajo. Trajeron a la puerta el vehículo con placas falsificadas que conducía el chiclayano, mientras cargaban como un paquete a Eugenio, y se lanzaron a toda carrera hacía el cruce mas lejano de la vía férrea con los sembríos de cebolla. “ Ahora te mueres por rebelde cholo, deberías haber sido educado y respetuoso” “.....Mi teniente pobre cholito ¿no?......ja,ja,ja.ja” rió la hiena” mientras le hincaba con su llavero en las heridas con un sadismo aprendido en las “escuela de las américas” de Panamá, los gritos lastimeros y terribles no los compadecían, sino les hacían sentir una euforia psicopática aun mas profunda, en sus almas negras. Finalmente en su estado desfalleciente escuchó que hablaban que el cruce mortal con la vía férrea estaba mas cerca, el mal llamado líder dio la orden de meterlo en

el costal, pero quizás milagrosamente en ese momento el chirrido de las llantas de un auto deportivo de último modelo al frenar y detenerse bruscamente, cortándoles el paso, fue una señal de “Taita Shanti”. Del vehículo sedan Mitsubishi cerrándoles el paso descendieron, 4 japoneses con apariencia de yakuzas, por los lentes oscuros, las casacas de cuero y los peinados cortos. uno de ellos llevaba un revolver y lo apuntaba moviéndolo como jugando a los blancos, directamente a la altura de la cabeza de los “perujin tachi” (peruanos) “ ¡Anata! ¿nani o suru cochi conerro tachi?” (Uds. ¿Qué hacen hijos de mala madre? Dijo el de más edad, mirándoles con furia, mientras se tocaba los bigotes “ ¿Qué dice el ponja?....¡ahorita nos matan carajo!” Preguntó el pituco al chiclayano que parecía ser el único que entendía un poco de aquel extraño idioma para ellos “ Vose peruano o sacho san falha ¿que fazen voses filos de puta?” ( Ud. Peruano el jefe dice ¿que están haciendo Uds. Hijos de puta?)dijo soltando una sonrisa el nikkei brasileño que les servía de interprete “ No entiendo fala en portuñol , pero no somos hijos de puta” dijo nervioso el pituco Aprovechando la confusión y el nerviosismo de sus agresores,. Eugenio salió como pudo del costal al presentir que debía aprovechar este momento, sus verdugos se quedaron quietos y solo atinaron a mirar adelante hacía los ponjas. El japonés apuntó con un revolver a la pierna del pituco y disparó “ Totemo warui ne bakana? ¡anata ni iranai …keisatsu wa itsumo cochi dakara” (totalmente malos ¿no? Estúpidos no les necesitamos, por eso la policía siempre para por aquí” El brasileño tradujo lo demás “ No falhen filos de puta o morren tudos emtenden vagabundos? Voses fodem noso trabalho , por iso la pólizia sempre fica aquí” (“No

hablen hijos de puta o mueren todos ¿entienden vagabundos? Uds. Joden todo nuestro trabajo…por eso la policía siempre para por aquí”) Subieron a Eugenio a su automóvil, mientras el pituco caía adolorido al suelo y los demás se tiraban de rodillas para implorar por sus vidas, temiendo lo peor, el japonés ordenó entonces que a cada uno de ellos los golpearan en el ojo como lo habían hecho con Eugenio. Luego el automóvil arrancó sus motores a toda velocidad y enrumbó hacía la ciudad, dejando el paraje lleno de quejidos de dolor y mentadas de madre en español, al tiempo que el sol se ocultaba en el horizonte, como el padre de la vida que parecía haber protegido al huancaíno, en este bello paraje, sembrado de vegetales, como también brillaría en las verdes chacras ubicadas en la comunidad de Eugenio. Pasaron muchos meses desde que Eugenio me terminó de contar su historia, mostrándose misterioso el ojo tuerto que le habían dejado como huella

por

atreverse a reclamar, los indeseables, se me salieron las lágrimas, porque soy bastante sentimental y justo en ese momento recordé que a mi hermano menor Luis se le presentaron unos tipos con las mismas características de los villanos en la estación del tren de Shin Sakae. Si me preguntas ¿Por qué mis historias son tristes y si son reales? Sabrás que la vida es un conjunto de sorpresas, cada uno debe enfrentar un destino, hago un alto, pues ahora ha oscurecido en Quito y aún recuerdo esos tiempos no tan lejanos, solo se que marcho como un guerrero sin comando, pero con una gran bandera pintada en el corazón, porque siempre fui un hombre sencillo y mis hermanos practicaron lo que siempre nos enseño nuestra madre querida y creo que lo seguiremos haciendo como samuráis de corazón. “ No te metas con gente como esa, los bambeados son peligrosos…. Tu sabes como actúan….” Le dije, recordando la anterior historia durante una conversación que tuvimos, cuando nos encontramos en un invierno tokiota, de esos fuertes donde la nieve lo ha cubierto todo y el frío te congela hasta el alma, pero el estaba desesperado por la para y el desempleo, realmente fue una discusión muy acalorada, fraternal y aniñada, porque terminamos en el suelo, luego que rodaran

nuestros cuerpos y solo frente a la llamada de atención de su esposa, nos levantamos como cuando nuestra madre nos separaba en las peleas caseras. “¡Eres cobarde le tienes miedo a todo…….así nunca vas a seguir adelante carajo!”, me respondió con la voz característica de su inexperiencia y rebeldía conjugadas permanentemente. A veces me pregunto, porque los hermanos somos tan diferentes y tenemos visiones distintas de la vida y porque Luis, no ha reconocido que siempre estuve dispuesto a apoyarlo en todo aun a costa de mi vida en diferentes circunstancias, quizás nunca lo sepa jamás. Me pidió acompañarlo a la estación para ver a unos supuestos “contratistas” y así lo hice, pero me bastó una mirada para reconocer a los tipos que habían dejado minusválido a nuestro paisano huancaíno, creí que tomaría en cuenta mis recomendaciones, pero un mes mas tarde el me llamaba urgentemente para pedir que le ayudara a recuperar sus mil dólares y su pasaporte entregados a esta banda de mal nacidos. “Luis no te preocupes, dime la dirección y los recuperamos…¡vamos apúrate, carajo!,” le dije delante de su esposa que nos miraba con temor, pues yo estaba decidido a todo, porque cuando veo la injusticia, siempre estoy dispuesto a darlo todo, inclusive varias veces rocé el sendero de la muerte y ni me interesó. Se debía ir en tren hasta Sakae y luego tomar un desvío como yendo al Norte, hacía la zona de Gunma Ken. Aun recuerdo que el tren era de color naranja con franjas negras y cuando subimos, solo estaba interesado en llegar lo mas pronto posible y en pensar que se me podría ocurrir para rescatar el dinero y el pasaporte de mi hermano. Ni me fije en los rostros, ni en los cabellos pintados de los iraníes que me ofrecían sus tarjetas telefónicas clonadas, ni siquiera me capturó la atención, la norteamericana o inglesa desinhibida que con una minifalda roja coqueteaba con todo el mundo desde que abordó el vagón. Quizás buscando encontrar una aventura o conseguir un cliente nuevo.

“Shin kuroi desu…. Shin kuroi desu”…. Solo la voz en Japonés me hizo parpadear y salir de mi ensimismamiento, al mismo tiempo que le decía a mi hermano, llegamos ¿no? Y el mirando su papelito, me decía si, entre nervioso e indeciso. El tren se detuvo lentamente y bajaron algunos pasajeros con nosotros, parecía una estación muy silenciosa, para esa hora de la tarde, En la que usualmente se suelen mover las mareas humanas de salary men ( oficinistas), estudiantes y los trabajadores de las fábricas, además de los nuevos habitantes de este Japón cibernètico que envejecía cada día, mas y mas.. Entonces salimos al lugar de la ciudad que se hallaba, fuera de la pequeña caseta de ingreso y salida, Lugar adonde como en todas las estaciones se arremolinaban una gran cantidad de bicicletas de todos los colores y todos los tamaños. En ese momento algo extraño en el ambiente me hizo advertirle “vamos Luis enséñame donde queda el sitio, esto parece un poco peligroso” “Vamos es por allá” me señaló mientras avanzábamos en silencio y luego de caminar unos diez minutos, le hice detenerse tocándole el brazo con una mano para conversar en privado. Cuando ya se suponía que estábamos a dos cuadras de la mencionada casa de los delincuentes, le dije “procuremos no fallar, este es el plan.: Tocamos y les dices que has venido a reclamar tu documento y tu dinero, el resto me lo dejas a mi ¿okey?, cuando yo diga Luis sal, tu corres a toda velocidad. Yo te cubriré hasta el final y me dejas, pase lo que pase ¿entiendes?” El asintió otra vez con cierto nerviosismo. Cuando llegamos, tocamos la puerta con mucha precaución e intuimos que se hallaban descansando, el apato ( departamento) era uno de primera y fuera parecía estar estacionado un vehículo muy moderno de su propiedad. Se demoraron en abrir

y al momento de hacerlo, un tipo de similares

características a “la hiena” me abrió sonriendo con una carcajada “ si chino ¿Qué quieres?, no vienen muchos descendientes por aquí o eres brashico?” me dijo Le mostré con suma rapidez. uno de mis carnets de estudios internacionales que se parecía a una placa de policía Entonces el plan cambio 180 grados. “Compadrito ¿Dónde esta tu jefe o quieres problemas con la policía? ¿Sabes? Yo podría hacerte detener…. Anata wa hontoni totemo warui ne? ( eres totalmente

malo ¿no?”) Devuélvele los documentos a mi hermano y te ahorras problemas” le dije mientras le mostraba un revolver de juguete de apariencia real que me había comprado en una tienda de juguetes en Tokio, hace un par de semanas. Parece que hice lo mejor por inspirarme y recordar mis lejanas clases de actuación en el taller teatral de Victor Carranza en la Lima de los 80. Abrió la puerta y me dijo “ No hagas chongo tombito,,,,,nosotros somos milicos, pasa….” Dijo mostrando algo de nerviosismo en su rostro y salió afuera como yendo a comprar cervezas o whisky. Al entrar el espectáculo era de una parranda con salsa, trago y voces de mujeres asiáticas de compañía en sus habitaciones. El que parecía ser el jefe reposaba en otro ambiente abierto. La pistola que mi hermano pensó que era verdadera, nuestra parte japonesa que afloró en ese momento, junto con el valor que compartíamos, nos hicieron imparables, pero creo que el factor sorpresa fue instantáneo “¡ Carajo, habla donde esta el pituco tu jefe, lo conozco bien y ahorita los jodemos a Uds y a ese concha de su madre” les dije mientras les mostraba el revolver y mi hermano intentaba hacer aparecer su celular como otra arma camuflada debajo de la casaca. En ese momento la cobardía los dominó, porque ellos temieron que fuésemos realmente descendientes de japonés miembros de la policía y aliados de la Yakuza o algo similar. “ Nanda conerro shorui to okane agete… Anata no boss wa doko’?!” ( Vamos hijos de puta traigan el dinero y la plata ….donde esta su jefe!) les dije bramando como uno de los yakuzas japoneses y al ver el terror en sus rostros, me di cuenta que me salía natural por mi origen japonés. El pituco salió, desesperado de una habitación, envuelto en una toalla y solo atinó a verme con cuidado y decirme “ Anata wa? “ ( ¿quien eres?) “ ¡Watashi wa Nishihara”…..devuelve el pasaporte o quieres que lo traduzcamos otra vez en japonés con las pistolas!” grité, mientras le apuntaba directamente a la cabeza.

“¿Dónde esta el chavo?” preguntó con voz chillona, mientras el aludido, descorría una cortina, para mostrar que estaba ocupado en su romance y solo atinó a cerrar su puerta aterrorizado. “El chiclayano” quiso correr a traer algún arma, pero al ver acosado a su jefe y no contando con el “chavo”, estando en la calle “la hiena, no quiso hacerse mas problemas, simplemente se paró en seco y volviéndose lentamente se puso al lado de su jefe. “ Anata wa nihon jin ….eres peruano, brasilero?” Dijo confundido en tono muy dubitativo y temeroso, parece que los hijo de putas, solo mostraban la fuerza con los débiles. “ Esta bien…señor policía no nos joda el negocio, pero nosotros si le vamos a conseguir un empleo a su hermano ¿si o no Pituco” me dijo el chiclayano “solo espere unos días y vera nuestra eficiencia” nos mencionó, mientras en el fondo las mujeres que tenían gritaban más que aterrorizadas y yo me hacía el matón para decirles. “Carajo no hay trato si no devuelven los documentos ¡ahora!”, mientras Luis me complementaba ““¡ conerro , bakatare! No hagan mas trampa, ahora están jodidos, ¡devuélvanme mis documentos y mi dinero, ya mismo!” “Pero no tenemos mas el dinero y el pasaporte sería lo único que podemos devolver ¿sabes?” respondió el pituco, con cierto cinismo. “lástima que tengamos que joder tu negocio compadre” le dije, mientras Luis me tanteaba la espalda al ver que alguien había entrado por la puerta trasera y se escondía detrás de las cortinas de la última habitación en el pasillo. Gesticulé con una muestra de afirmación, mostrando el puño y entre dientes mande a Luis al carajo, diciéndole que se comiera su miedo. Pensé por intuición que “la hiena” había vuelto con mas refuerzos, y solo imploré a Dios que los delincuentes no se hubiesen dado cuenta de nuestras “armas”. En ese momento no se como, pero milagrosamente mis ojos detectaron en uno de los cuartos una ruma de pasaportes y mucho dinero, sobre una mesa, entonces pregunté señalando al jefe de este grupos de miserables

“ Y eso compadre, quieres que me quede con todo?”. El “pituco¨ volteo sorprendido y me dijo, “ya no jodas” y se dirigió a todos los que nos intentaban rodear. “por un pasaporte y mil dólares yo no jodo el negocio, ya vieron el cuarto, se los voy a devolver” dijo mientras avanzaba resignado seguido por nuestras armas falsas. Le alcanzó a mi hermano uno de los pasaportes y mil dólares en billetes de cien y cincuenta. “¡Cuenta rápido, huevón!” ordené a mi hermano, con un poco de nerviosismo, viendo nuestra real situación y saliéndome un poco del papel a la cruda verdad. Contó, pero con paciencia y cierto titubeo, había 10 billetes de cincuenta y cinco billetes de cien dólares. “Si me das un billete chueco, estás jodido compadre, te buscaré y ¡jontoni anata ni o koroshimasu!” ( ¡y verdaderamente te mataré!), le dije mientras miraba con fiereza de Samurai al

“pituco”, mientras mi hermano hacía el simulacro de

controlar al chiclayano. “¿Contento?” me dijo el jefe de la organización, mientras mi hermano se ponía el dinero y el pasaporte en el bolsillo. “¡No quiero problemas para salir así es que ordena el despeje!” le grite a todo pulmón como respuesta. Como habíamos quedado, Luis me obedeció y empezó la retirada primero, me parecía que “el chiclayano”, ya había notado el truco, con el movimiento demasiado rápido que hizo al dejar caer el celular, aunque intentó cubrirlo rápidamente, pero felizmente ya llegábamos a la puerta de la calle y no había dudas ni murmuraciones en nuestras acciones. Al salir caminamos unos pasos simulando tranquilidad, como lo habíamos planificado y solo al ver que salían tres siluetas detrás de nosotros, le di una palmada a Luis y me acuerdo que grite “ ¡Vamos hayaku ( a prisa) corre Luis!”, mientras, yo me quedaba al final apuntando y los hombres se tiraban al piso.

Luego comencé a correr apuntando, pensando, solo en que el lograra el objetivo y yo no en la teoría de las probabilidades estadísticas, hasta que finalmente me dejé llevar por la inercia y no paré mas que a ver la distancia a la que se hallaban y escuchar en el viento las voces impotentes de nuestros perseguidores, los que no podían disparar por ser de día y el temor a policías y yakuzas japoneses, gritando: “ ¡nos han engañado carajo, alcáncenlos!” , las mismas voces nos amenazaban y mentaban la madre, pero yo estaba concentrado en hacer que mi hermano tuviese una ventaja de una cuadra con relación a mi persona, recordando quizás que mi madre, desde cuando éramos niños y otros lo querían agredir siempre me había recomendado protegerlo en toda circunstancia, esa imagen de nuestra progenitora se me proyectaba entonces en el corazón, mientras el aire parecía írseme y quedaba exhausto en esta carrera inacabable por la vida, hasta que llegamos a la estación y entrando a la boletería , le hice ingresar primero al anden, diciéndole al controlador que un pariente nuestro estaba enfermo y que debíamos llegar rápido. Este hombre solo atinó a mirarnos asustado y decir “ Jai” ( si ) y darnos paso libre al tren que llegaba, el mismo que abordamos por la primera puerta que se abrió, para luego caer sudorosos y jadeantes en los primeros asientos que rozamos, mientras gentes de este país del sol naciente de todas las edades, solo atinaban a mirarnos sorprendidos “hermanito….lo logramos, gracias” me decía Luis, mientras yo solo sonreía, perdiendo toda noción de puritanismo y me secaba mas el agua que me brotaba de la piel en una mezcla de calor y sudor frío indescriptibles en la frente, la espalda y las manos.

Ese recuerdo fluye en mi mente a través de tiempos y distancias como algo imborrable y real como ese instante que siempre vivirá en mi y espero también en mi familia, hermanos y sobrinos; no será pues la tradición oral, sino este relato que acabas de leer el que mostrará una parte de nuestra vida en la tierra de nuestros ancestros.

NUESTRO ESTANDARTE VIVO: “ MI BELLO SUFRIMIENTO” Cada día que pasa ella sigue manteniéndose firme en cada respiro que da, postrada en un sillón ella continúa pensando en que no podemos detenernos ante nada en la vida, que no debemos rendirnos, pese a las dificultades. La figura anciana maternal permanece allí todavía como nuestro estandarte, a pesar de que tiene aún los rezagos de aquella tisis, producto de los malditos que la explotaron al tratarla como una esclava en tiempos de guerra, la hernia que le colgaba siempre por la mala operación y ahora este derrame cerebral siempre escucho de sus labios de maternal fuerza japonesa: “siempre adelante, camina derecho, tu eres un señor, no has hecho nada malo” Si se pregunta quien la puso en esa silla de ruedas, quizás se piense en todos sus hijos, pues creo que en realidad todos éramos su preocupación Esta breve historia solo refleja la verdad de su vida, “ Mi bello sufrimiento” como ella quería colocarle a su obra, que yo trataré de escribir en estas líneas. Porque ahora yo soy mi madre y ella no habrá muerto, porque vive en mi sangre, en mis perfecciones y errores, es una larga y triste historia, pero espero contarla y poder transmitir la experiencia homérica de una persona de género femenino.

LA LLEGADA A LA NUEVA TIERRA

“ ¡Peru....Peru desu san......¡” ( Es el Perú….es el Perú) el barco entraba ya al puerto y se veían las esperanzas grabadas de un futuro mejor en las pupilas brillantes y los cánticos de esperanza, de hombres jóvenes, algunos ancianos, mujeres y niños, cuyos ojos se rasgaban mas, mientras sus sonrisas imparables y demasiado optimistas se liberaban como potros salvajes en alguna montaña mientras la sirena del vapor sonaba presagiando muchos futuros de Primavera y otros de Invierno en estas las nuevas tierras de América. “ Mimna san ¡banzai! “ ¡Peru …yokoso!” ( ¡viva a todo el mundo, bienvenidos al Perú!) Dijo el capitán de la nave” levantando los brazos y soltando una carcajada que le liberó por unos momentos de la gran responsabilidad de haber traído trescientos emigrantes en esta nave del Emperador, mientras el y los marinos lanzaban al aire sus gorros marineros y las gaviotas revoloteaban o se posaban en las barandas del “Akira Maru”, con sus blancos pechos que para muchos significaban la nueva vida apacible en este extraño y diferente país, al que solo conocían por Peru……gin no kuni ( Perú el país del oro) Luego de ciento ochenta días de una jornada por el Pacífico, plagada de tempestades, conflictos, enfermedades, mareos y nauseas terribles, donde parecía que se le salían todas las entrañas del alma. Uishi Nishihara, se paró en una de las barandas, al tiempo que escuchaba a lo lejos la voz ruda del capitán ordenando parar las máquinas mientras los demás se preparaban para descender en los botes. Mirando la costa de estas nuevas tierras, intentaba penetrar en el futuro que le aguardaría, mientras tomaba el poco de tierra que había traído de los cultivos de naranja de la familia en Hojjo Shi y que su madre le había dado sollozando al salir de casa, las lágrimas empezaron a caer en silencio haciendo contacto con el océano del país extranjero, mientras recordaba la voz de su madre en la lejanía, deseándole suerte durante aquel último carnaval en el pueblo, donde el cargó durante un tiempo las andas y danzó como los demás jóvenes por última vez, aquel ritmo tradicional que les hacía liberar sus emociones como pájaros que salen da la jaula donde han estado aprisionados, durante mucho tiempo.

Lamentaba no haber sido el mayor y haber nacido segundo hijo de la familia y por ello de acuerdo a la tradición japonesa tener que salir afuera, para conseguir por si mismo sus propias tierras, sino optaba por seguir como oficial del ejercito. Escuchaba a lo lejos los cañones y sentía la sangre de los prisioneros rusos que debió matar en combate, mientras lloraban tendidos en el suelo rendidos y por ello se prometió, nunca mas volver al ejercito imperial, ni combatir a nadie y optar por la migración como único camino para su incierto futuro, en un continente lejano, donde la única esperanza era el oro o la plata y su única misión volverse rico, para retornar a la patria. Observaba la distancia que separaba al navío de la costa peruana cuando escuchó sin querer las voces fantasmas de sus compañeros de correrías que le desafiaban a cruzar el estrecho de la franja costera a la isla de los venados Kashima”, que se hallaba localizada frente a Hojoo shi, su pueblo natal. “ Oye Uishi te apuesto a que no llegas de la costa a la isla” ,creyó otra vez escuchar en la lejanía, tantos años después de tal hecho Mirando como se movían las olas en este extraño mar, recordó el pasado. Después de unas braceadas que batían el océano y mostraban cuerpos batallando contra la corriente durante 15v a 20 minutos aproximadamente, uno a uno las siluetas humanas fueron arribando a la otra orilla “¡ Watashi wa shima de mite san!, mite san …..Yata san”( estoy en la isla, miren llegué primero, gané) retumbó la voz de Uishi en el eco de la quebrada, donde se escondían los ciervos salvajes y como por milagro, en menos de veinte minutos le había entumecido la sonrisa de burla a Sasaki su rival de competencias, que todavía padecía por vencer a la corriente marina con sus brazadas, mientras el se tiraba a descansar tranquilamente en la arena de la isla y Goto, Nishimura y otros llegaban y se tiraban a sentir las caricias del Dios sol. Estaba en esa extrañas meditaciones y recuerdos, cuando una voz en un idioma que nunca antes había escuchado le dijo “ Oye chino ya deja de soñar….¡Bienvenido al Perú carajo!” al escuchar las palabras volteó para ver quien se dirigía a el en el idioma desconocido de esta nueva tierra, era un ser de piel negra, de los que había visto siempre en sus libros

y revistas, pero ahora le hablaba con una voz amistosa, que el solo entendía por la sonrisa y los gestos. “ Yo nihon yin” ( yo japonés) fue la extraña mezcla de idiomas que le dio como respuesta al lugareño “ No te entiendo chino, Sígueme o te vuelves a Japón con el barco ” le dijo esta persona a la que solo podía ver bien por su sonrisa. Entendiendo los gestos de sus manos instándole a bajar del barco, pues la mayoría ya había descendido, el lo siguió con la mirada atenta, acompañada de la sonrisa y las reverencias de agradecimiento que siempre le enseñó su madre

como una forma de

comunicación, mas aún ahora que no entendía un idioma extraño como el Español, lo siguió y por fin abordó el bote que lo llevó a la costa. Apretó mas la tierra de su madre, de las chacras del mejor “mikan” ( naranja del Japón) y volvió a soltar una lágrima frente a las costas de Huarmey, pero en la distancia la imagen de mamá proyectada imaginariamente sobre ese fondo de rocas y desierto y las palabras de ella resonaron como un eco poderoso frente a la montaña desconocida que le daba la bienvenida mas allá del puerto de entrada. “ Itsumo oboete ne Uishi chan? Anata wa chicara mochi, itsumo guenki de imasu, gámbate, dokodemo ikireba watashi no cao cocoro ni motete” ( “Siempre recuerda no Uichisito siempre estarás bien...fuerza, donde estuvieras, donde fueres siempre llévate mi rostro grabado en el corazón”) Cuando el bote llegó al muelle, algunos de los japoneses, luego de descender a tierra firme, entre ellos Uishi san besaron el suelo y pidieron mentalmente la bendición del sagrado Buda, para regresar triunfantes algún día a casa Uishi san recostado en una de las camas de aquel hospital y con las fiebres de la terciana abrazando todo su cuerpo, sentiría todavía quince años después de haber desembarcado en esta nueva tierra repetirse en su frágil mente una y mil veces ese primer contacto. Adormecido con temperaturas de mas de 40 grados centígrados, veía a su madre llegar hasta su lecho de enfermo, luego de cruzar el inmenso océano que los separaba y decirle en sus delirios que el todavía vivía en

el corazón de su pueblo, que no se sintiera solo, pero que ahora debía asentarse también parte de esta nueva tierra, a la que debía amar y venerar. Rozaba ya los cuarenta años cuando volvió de Bolivia y se separó de Goto, su paisano, que decidió quedarse a vivir allá, casándose con una chica de Okinawa. Recordó entonces otra vez a su familia y con todo el dinero que había hecho se sintió solo y vacío en este lejano país, pensando en el retorno al archipiélago. Pero el anhelado día del retorno no llegó nunca, porque cinco o más años después conocería a una chica a quien doblaba la edad y se enamoraría de ella, sin querer, queriendo. Como dicen por estos lares y formaría su propia familia. En estos momentos su mirada respirando juventud y su sonrisa ilusionada eran lo único que importaba para batallar en estas nuevas tierras, a las que no llegaba como Colón para conquistar y por el contrario le conquistarían con su nobleza las gentes mas humildes y andinas, que curiosamente como el sentiría tenían el mismo culto por la madre naturaleza, se trataban horizontalmente en las relaciones entre líderes y subordinados, como si fuese una familia grande comprendiendo desde los responsables hasta el vasallo mas humilde como le enseñó su padre allá en las tierras que debió dejar al otro lado del Pacífico. Aún recordaría que caminando en una mañana por los caminos boscosos de la nueva tierra, entre las chacras sembradas de caña, sandias y algodón antes de entrar al desierto que le dijeron le llevaría a Lima, cargando sus ahorros en la espalda, luego de haber salido de la hacienda, donde trabajó durante muchos años, se le cruzaron en el camino dos sombras a caballo que le cortaron el paso, sintiendo el relincho y las sombras que se le lanzaban al mismo tiempo en forma agresiva. “ Japonés de mierda ….¿ya no quieres quedarte en la hacienda?...danos tu dinero Carajo, ¡agradece a esta república que te acogió!” le dijo el hijo del terrateniente que le había contratado como experto en semillas y supervisor de los chinos coolies, negros y cholos peruanos, con quien había tenido infinitas discusiones sobre los derechos que pudo defender de estas gentes, que eran seres humanos y que el rubio bastardo trataba como animales en un corral, mientras el mauser le apuntaba a la cabeza y el caballo se erguía confundiendo su color aún mas con el

del alma del oscuro rostro del señorito que le interrumpía el paso. Mientras el se concentraba en este remedo de persona con un apellido español y otro alemán sintetizados en un color blanco de piel, pero con el karma mas oscuro que había aprendido a diferenciar en la religión budista, pero mientras se concentraba en uno de ellos, su acompañante, el capataz había volteado su corcel y pasando por su costado le sorprendió con un latigazo en el rostro y otro en la espalda , lo que le hizo tambalear, pero en un reflejo felino, producto de las artes marciales que aprendió de los maestros okinawuenses y con la mirada de descendiente de Samurai, agarró al caballo bayo del agresor y lo hizo caer de bruces con un golpe mortal en el esternón, mientras el amo quedaba sepultado por el peso del animal retorciéndose mortalmente. El hijo del terrateniente, que había “luchado junto a las decentes fuerzas chilenas para destruir al bárbaro protector de indios llamado Cáceres”, según le había escuchado repetir en varias oportunidades, disparó a su cuerpo, pero el recordando la emboscada que los cosacos rusos le habían tendido a su regimiento en la guerra ruso – japonesa, se lanzó detrás del bulto formado por el capataz y caballo caídos. Desconcertado el terrateniente, frente al disparo que hizo, con la rabia y la admiración conjugadas brillando en sus ojos azules hacía aquel amarillo mas que sagaz que le desafiaba mas que cualquier otro adversario en su vida , misérrima en experiencias, quedaba desconcertado y aturdido, mientras su potro negro como la noche se estremecía e intentaba desbocarse. En un momento caballo de piel oscura y amo del mismo color de alma, rodaron por los suelos al lanzarles Uishi san un cuchillo dirigido a una zona muy débil en los equinos. “ Decir querer morir tu o hablar como caballeros….carajo” le dijo Uishi al ahora tembleque ex gobernador, ex funcionario del gobierno en aduanas, por la mágica vara de su padre que lo colocaba como un gran sabio, cuando solo había cursado dos ciclos como el peor de los alumnos de la universidad en Lima. El aterrado genocida y violador de indios anónimos, solo atinó a llorar y pedir por su vida, mientras su caballo negro agonizaba con relinchos que le hacían sentír mas terror que nunca.

“Chinito….disculpa…” Entonces recibió, una bofetada que le reventó los labios y le hizo sentir en las puertas del infierno “ Yo no ser chino wakarimasuka? ( entiendes?) yo Japonés…entiendes o no?” “Señor japonés yo le pido disculpas…no me mate se lo pido aquí tiene monedas de oro y plata …déjeme ir y le prometo que nunca lo asaltaremos…Ud es un hombre libre, por favor….” …en la espesura del bosque sus llantos se podían oír tan escandalosamente como el de una mujer , que algunos indios salieron a la vera del camino y viendo el espectáculo sonrieron a carcajadas y hasta algunos ignorando el castigo feudal que duraría hasta Octubre de 1968, se animaron a gritar: “ kausachum japonés …..Viva el japonés” “ ¿Entiendes tu?....Uds. burancos enfueremos de mente y corazón …¡yo libre siempre! Nunca esucaruvo ¿entiendes? …pobure indio, pobure neguro….Uds ladrones, malos….Yo querer matarte…. Yo muchos rusos de tu coror matar en guerra como soldado” le espetó con rabia, mientras el hijo del terrateniente demostrando su homosexualidad desbocada, quiso besarle los testículos en esa difícil posición, pero lo que obtuvo de Uishi san fue un corte con su cuchillo en el trasero. “ Hokama wa daikirai ( odio a los maricones)…Yo no deber nada a nadie ser hombre ribre, pagar mi deuda” le dijo en japonés, mientras le obligó a leer al medio hombre el texto que en parte decía que “el ciudadano japonés Uishi Nishihara ya no debía nada” y había pagado su deuda a la empresa japonesa que lo trajo como empleado y no debía nada a la hacienda. Luego se alejó del lugar dejando a ambos personajes en medio del bosque atrapados por sus caballos y el jolgorio de los indios, los negros y muchos chinos que atraídos por la chismoseria llegaron para reírse y burlarse mas de los bastardos que los maltrataban diariamente, mientras muchos se acercaban a Nishihara y le daban la mano, agradeciéndoles por este gesto que ellos hubieren querido realizar al ver a sus hijos menores de edad violados por el “desarrollo del país”, “ la patria y el crecimiento económico” que

eran

los

mensajes

del

patrón

para

justificar

sus

desmanes

y

crímenes.cotidianos. Hasta algunas mujeres negras e indias le trajeron muchos manjares y botellas de chicha para que pudiese aguantar el cruce del desierto. Solo dijo “ Domo arigaro….que significa muchas guracias a todosu”, alguien de improviso le trajo un caballo blanco como el que cabalgó en Volvogrado contra los rusos y el sintiendo la vergüenza de recibir algo gratis ( típico del japonés), pero a la vez, viendo el inmenso desierto que le esperaba, además de los presentes que cargaba, le obligaron a aceptar y sonreír y decir en una estruendosa voz “ ¡Mimna san domo arigatou …..Muchas gracias a todos… Fueruza….Animo!” Subió al corcel pisando los últimos arbustos de Huacho y recordando sus tiempos de milicía se alejó, alentando al caballo con la voz de mando necesaria., las masas solo recuerdan que el ponjita había estado con ellos mas de diez años y siempre los había defendido y les había enseñado muchas formas de poder luchar contra los abusos. Al mismo tiempo había trabajado bien y por eso pidió marcharse luego de haber ahorrado su dinero para poner un negocio en Lima. ´LA FAMILIA NISHIHARA EN EL BARRIO JAPONES Los ishikawa vivían en la esquina, el Sr. Sasaki y esposa moraban por la calle transversal, Honda san y su familia moraban entre Razuri y Husares de Junin , los niños Nishihara y sus padres habitaban en las proximidades, en una calle bastante tranquila llamada del farol solitario y así sucesivamente. La vida era muy tranquila y se centraba en la laboriosidad de los niños y adultos, integrándose lentamente a este país y sus formas de ver el mundo, sobre todo si se relacionaba el país con sus “dueños” gobernantes, que no aplicaban el criterio del trabajo en equipo y el respeto para vivir bien todos juntos por igual. Todavía resuenan como en las películas y grabaciones de la época, las grandes reuniones sociales con música japonesa y competencias deportivas de celebración y unidad colectiva, degustando los sushis, sahimis, catsudones y los dulces omochis ( dulces de arroz) entre todos por igual.

Estos colores de la niñez marcarían bastante las diferencia con la adultez de los niños de la familia Nishihara, Porque todo se vivía paso a paso y en forma colectiva, particularmente las celebraciones grupalesy la unidad de un nuevo grupo humano que había llegado a tierras lejanas conjugando todavía las melodías de Matsuri o de Enka. Como ahora los peruanos actuales en EEUU o en Europa sienten en su alma mas profunda e irónicamente con mas fervor que cuando estaban aquí, el sonido de marineras, huainos o sayas que se celebraban en la fiestas patronales del país y que ahora les hacen derramar lágrimas y nostalgia por la patria lejana, a la que nunca volverán, como en ese momento los Nishihara sentían las melodías y danzas que compartían pacíficamente.

DIAS DE LECCIONES Y CONVIVENCIA ARMONICA Mamá nunca olvidará los días aquellos en que otochan Uishi ( papito Uishi), los vestía con sus mejores prendas dominicales llevando a todos los niños a comprar frutas en el mercado y luego de contemplar el océano en su inmensidad y hablarles de Japón al otro lado del Pacífico, el enrumbaba con el compacto grupo infantil a visitar primero el imponente edificio del Larco Herrera y uno por uno entregándoles a todos ,los hermanitos frutas y diciéndoles “Vicutoria, Fuan, Teresa, Angerica chan pobre roquito, ¿no? No tener fuamiria, entrega manuzana, puratano, poburecito” y uno por uno debía cumplir el ritual de entregar a cada enfermo mental, una fruta diferente. Luego se dirigían al denominado entonces albergue de niños huérfanos y el otosan (papá en Japonés), fungiendo de maestro, les comentaba “ No tener papa….muy triste codomo tachi, ‘Oruga, Angerica, Fuan, Vicutoria entregar fruta a niños!” y el ritual se iniciaba otra vez con otra bolsa llena de plátanos, manzanas y mandarinas. Otras veces el les hacía recolectar la ropa que

no usaban y la llevaban al puericultorio, junto con la suya y la de mamá al hospital neuro psiquiátrico. Por eso quizás se me haya grabado eternamente en la memoria, aquellas veces en las que mamá, se convirtió en la benefactora de los niños pobres de las zonas aledañas a los chalets confortables, donde habitábamos en Arequipa, Ayacucho, Huanuco, Trujillo y en todas las zonas del país por donde pasamos debido al trabajo de papá como Director regional de educación. Recuerdo que fueron varias las veces, cuando en un acto de despedida, donde muchas veces lloramos y sentimos la tristeza de los corazones infantiles de todos aquellos con quienes jugaban con nosotros, a quienes mamá nos hacía regalar nuestros omochas (juguetes) viejos o a quienes les arreglaba nuestras ropas usadas para que les quedaran bien o les invitaba algo de comer. Venían gritando y sonriendo el último día en que el camión con todas nuestras pertenencias a bordo ya estaba listo y la casa que habitábamos había quedado vacía. Sentíamos que el corazón se nos desgarraba por dos motivos: porque dejábamos a nuestros amiguitos, quizás para siempre y la casita que con sus jardines a la que nos habíamos acostumbrado parecía brillar de soledad y decirnos que también sentiría nuestra ausencia. Entonces ellos espontáneamente nos rodeaban y se ponían a llorar con nosotros y mamá, les dábamos algunos regalos preparados para la ocasión, porque ella decía que nunca mas los veríamos quizás, les procuraba dar consejos, como siempre lo hizo con nosotros, sobre su vestimenta, la limpieza, el trabajo y el ser buena gente con otros, como nosotros les habíamos ayudado a ellos. El camión arrancaba con todos nosotros arriba y los niños no paraban de seguirnos por cuadras enteras y luego veíamos que nos hacían la señal del adios, escondiendo sus cabezas entre las manos, igual que nosotros y cuando mirábamos a mamá, veíamos que papá lloraba con ella, mientras el conductor aparentando frialdad solo pisaba mas el acelerador y nos adentrábamos mas hacía la Panamericana. Jamás olvidaré aquel día de la gritería que se armó en el barrio pituco de Trujillo donde habitábamos, todos gritaban algo contra aquel joven que en estado calamitoso todavía podía cargar esa mochila raída y mostrando los dedos a través

de los viejos mocasines. Supimos que era extranjero y que todos los vecinos se negaban a darle un vaso de agua, porque decían que era ecuatoriano. Mamá salió y lo miró con bondad a los ojos le hizo el gesto de que pasara y nos hizo traerle un poco de jugo y luego de darle la bienvenida e invitarle algo de comer, nos hizo saludarle y así pudo descansar y conversar muchas cosas sobre aquel país que nos habían enseñado a odiar y por mas que intentamos encontrar alguna señal de que no era tan humano y que tenía algo de mono, no la pudimos hallar. El se despidió agradecido y deseándonos suerte, como corolario de esta lección de humanidad que nunca olvidaré y que nosotros repetimos siempre, mamá dijo: “ No se puede negar a nadie agua…pobre hombre, Dios lo bendiga” DIAS DE GUERRA Y DESAPARICION Primero fue “El Comercio” de Lima, en aquella triste fecha a comienzos del año 1941 que dedicaba su portada entera a un probable plan de invasión y conquista del Perú por los japoneses, quienes no eran mas los ingenuos e ignorantes nativos indígenas, los africanos o indígenas de Nueva Zelandia que habían masacrado impunemente, ni los coolíes chinos, sino un nuevo tipo de emigrantes que debido al convenio formal firmado con el capitán Aurelio Gracia y García, abrían un nuevo capítulo en la historia peruana,. Por ello el gobierno peruano en mérito a los tratados internacionales sobre migración, juró respetar los derechos de estas personas, mano de obra especializada para la agricultura, Tratado que leyendo con cuidado y escuchando cada cláusula debía respetar individual y colectivamente el derecho de cada uno de los nuevos migrantes que aceptaba el gobierno peruano. Pero la envidiable y rápida prosperidad, la humildad y sencillez de estas personas con los indígenas, negros y mestizos; que contrastaba con el carácter despótico de los anteriores y únicos dueños de fundos o comerciantes, les hacía sentir mas ira a los señores que dominaban el Perú. Por eso el discurso incendiario de Prado (nieto de aquel traidor que huyo A Europa llevándose los recursos para le defensa frente a Chile, quizás ahora la historia se repita no porque yo lo diga sino por los hechos mismos con el Presidente actual, al

momento de escribir los relatos presentes), azuzando a las masas a saquear el barrio japonés fue un colorario sangriento y terrible que terminó con viviendas en llamas, negocios robados, además de 10 muertos según las estadísticas japonesas y solo 10 en las peruanas, decenas de heridos y cientos de japoneses detenidos y perseguidos, por la policía o bandas armadas de pseudos patriotas o ancestros “ideológicos” de paramilitares actuales, recién me acabo de enterar que fueron hermanos “guadalupanos” ( primer Colegio Nacional del Perú), mi alma mater final en secundaria, quienes a golpes y utilizando armas blancas degollaron y ultimaron a golpes a decenas de japoneses varones al mismo tiempo que violaban japonesas, quienes hacían el uso del legítimo y universal derecho a la defensa de los bienes por los que habían luchado toda una vida de emigrantes, Me pregunto tendrían ellos o sus descendientes la calidad moral para pedir que los norteamericanos o europeos no los despojen de sus propiedades y no matándolos los saquen de Japón, Europa o EEUU? Considero que NO. El abuelo Uishi se sentó con los niños en silencio en la habitación mas escondida, mientras les pedía a sus hijos mayores de 14 y 12 años no salir, ni prestar resistencia al ataque peruano. Mientras en la calle se escuchaban golpes y gritos de algunos japoneses que salían a defender su propiedad y eran muertos a tiros o a cuchilladas por esta gente descontrolada, según datos semioficiales un promedio de 10 ciudadanos del país del sol naciente fueron ultimados por las turbas sin control, motivadas por el hijo del traidor Prado.. “truanquilo ….calma….onegaishi masu….gaman shite ( por favor controlémonos) Mientras, cargaba a Carlos, el recién nacido, llorando inconteniblemente y miraba a los niños abrazando a la esposa. Uishi san pensó prudentemente que no era responsable arriesgar su vida y llorando se quedó tranquilo, mientras las masas se llevaban sus treinta años de esfuerzo en este país, pensando que todo se quedaba en lo material. Pero se equivocó, porque al mes siguiente las fuerzas armadas recibieron las órdenes de Prado (el hijo del traidor que se llevó el dinero recaudado para la defensa del Perú, durante la guerra con Chile y nunca mas volvió al Perú), para que difamatoriamente y antes de Pearl Harbor, Mordido por la envidia en el

vertiginoso progreso y ascenso de los japoneses en la industrias y haciendas, ordenara la detención de todos los japoneses mayores de 18 y menores de 70 años, para expropiarles sus propiedades y quedarse con ellas en forma gratuita. (hasta el momento la ley peruana con un criterio injusto y discriminador que solo calla sus errores o delitos no ha procedido a resarcir a la colonia del país del que recibe mas donaciones y créditos sin reembolso, algo increíble y que raya con la sinvergüencería y maldad) Solo se recuerda que un día que todos estaban en silencio, en una reunión en la que los mas pequeños no entendían la razón de la misma y solo miraban despreocupados. Comprendiendo solo los mayores, al colocar la “mama” a Carlos el bebé recién nacido, en los brazos de papá Uishi, mientras ella se echaba a llorar y el también lo hacía contagiado por la emoción, encomendándoles con voz quebrada a los mayores una misión que traspasaba tiempos y espacios “, Angerica,Fuan, Vicutoria, cuidar hermano siempre no olvidar, siempre limpio, siempre aderante, nunca laduron, mar hombure…..

PUROFESIONARU

Onegaisehi masu ( por favor)” Vicutoria, Fuan Y Angerica solo recuerdan que el padre se despidió en la madrugada de la madre y tomó un destino incierto y que según los datos recolectados en el mismo Japón, solo terminó a las 4 A.M de un día Noviembre de 1941 en la Prefectura de Junín, cuando falleció, golpeado y enfermo debido a los daños causados por la policía peruana, pero hasta ahora cuando vamos a dicha entidad pública todavía nos niegan su paso por ahí, los registros han sido borrados. Quizás mi madre muera sin saber adonde orar y su tumba vacía en Japón quede como la de un alma vagabunda, que solo ha sido registrada, mas no enterrada como lo merece un espíritu que es sepultado para descansar con Paz. INTENTANDO EVITAR LA SEPARACION DE LOS HERMANOS Mamá recuerda que los italianos entraron por la puerta principal y buscaron conversar con la madre en un día de verano, luego de haber transcurrido mas de uno o dos años de la desaparición de otosan Uishi ( papa Uishi)

“ Comadre Ud. Sabe que es lo mejor para su hijita, nosotros llevarla a nosa Italia, Ud. es una buena mujer y buena madre ¿no?”….escucharon en un párrafo de la larga conversación sostenida Fuan y Vicutoria, viendo los llantos de mama y la mirada inocente de Teresa chan ( Teresita) la agarraron por las manos y la sacaron por las calles, para llevarla lejos en su imaginación infantil de las manos de esa gente que escucharon se la iba a llevar a otras tierras, lejos muy lejos de casa “ al otro lado del Atlántico……..” Ellos salieron a la calle a la que no podían salir en Jesús María desde hace mucho tiempo, salvo en las tardes o en las noches, cuando los fanáticos sirvientes de la oligarquía o los niñitos de la clase acomodada y sus padres no los persiguieran como si fuesen reencarnaciones del demonio en la tierra, apedreándolos e inclusive golpeándolos, solo por tener los ojos rasgados y no poder mentir diciendo que eran chinos. “ Vicutoria allá, vamos ….Teresa chan ( teresita) anda para allá” ordenó el hermano jefe, mientras entre el y Victoria sujetaban a la mas pequeña de sus dos manitos, con la plena seguridad que felizmente los indias y cholas si les iban a proteger escondiéndoles bajo sus polleras “chinito guaguas vengan…..” les dijo la anciana indígena que vendía frutas en su carretilla apostada en la esquina al ver que las tres siluetas asiáticas huían de algo y pese a que ya se había desatado la jauría de los perseguidores de japoneses arrojándoles piedras y lanzando a sus perros o sus sirvientes para golpearlos, ellos hallaron ese refugio temporal, de aquella anciana indígena dispuesta a dar la vida por los retoños de Uishi Nishihara, su casero mas respetuoso y a quien también le debía la vida, cuando impidió que el patrón violase a una de sus hijas en la hacienda hace muchísimos años atrás. Al oír el escándalo en la calle, los italianos que deseaban llevarse a la niña por ser sus padrinos y la mama, salieron a ver que pasaba y ella solo atinó a decir “ compadritos….ellos quieren a su hermanita y se la han llevado lejos….disculpen” Ellos solo respondieron con un lacónico “ volveremos…..pe la bambina” y abordando el Mustang se retiraron

MI BELLO SUFRIMIENTO O LA TRAGICA HISTORIA DE LA ESCLAVITUD EN TIEMPOS MODERNOS La historia de la esclavitud siempre tendrá el mismo imperdonable rostro de inhumanidad, sea cual fuese la apariencia o el rostro de la persona que lo padeciese Mi madre ahora está postrada en cama como una flor de sakura que caída del árbol se resiste a desaparecer inerme en el suelo, porque nosotros tratamos de mantenerla siempre viva y mostrando su belleza y vitalidad, ella parapléjica y como está me obliga a no huir de estas tierras, a pesar de tantos problemas

y

tantas penurias que sufrimos en nuestra dignidad humana. Mantenerme a su lado honrándola, porque vuelven a mi mente las imágenes de mamá en la niñez, ayudando a los pobres en las diversas zonas por donde pasamos en este país y entonces me cubro de una coraza invisible de sueños y valentía, pero creo que se acerca el tiempo de la despedida final,; solo se que siempre recordaré este extracto de su vida que yo escribo ahora como testimonio El guardia civil solo atinó a señalar que iba a cuidar de su ahijada como las leyes de la iglesia lo señalaban, la madre sollozó mucho, pues era la segunda de sus hijas que le arrebataba la miseria y el hambre creada por los sitiadores americanos y sus siervos peruanos. La embajada de España ya había decidido no representar al gobierno japonés y pagar los subsidios para los ciudadanos de aquel país que además pensaban se parecía muy poco a sus colonias, llenas de “dignos” descendientes del criador de credos y genocida Pizarro.L La niña recuerda que el viaje fue muy largo, y que por vez primera subió a un tren luego que la madre le recomendó portarse bien y obedecer a sus supuestos “padres espirituales” El primer signo de maltrato se dio con la forma mas salvaje de trato, la niña traía de Lima, por conocimiento de la mama que iba a subir a la sierra, un abriguito de piel muy protector, ellos los padrinos se lo quitaron, mientras sonreían viéndola

tiritar en ticlio y la empujaron al anden cuando comenzó arrojar por el choque de la altura que por primera vez sufría este organismo desprotegido. Los días de infierno que ella siempre solía contarnos padeció a manos de estos “peruanos”, siempre viven en mí y quizás algunos de mis hermanos, pero nunca olvidaré que la trataron, peor que un perro, los ecos de su llanto, al repetir y contarnos su sufrimiento, me hacen comprender ahora al momento de escribir esto que ella resistió como una niña de nueve años y durante cuatro años, una situación de esclavitud. Ojala pudiese hallar alguno a de esos miserables, para hacer lo que cualquier hijo en cualquier cultura haría. “ Ellos me obligaban desde el primer día y a golpes a ir a un río yo no sabía que iba a hacer allí” El padrino y la madrina se acercaron amenazantes con un palo en sus manos, cada uno, Yo no sabía que iba a suceder ¿Qué me iban a hacer…que querían de mi? Ahora que mi madre está en estado parapléjico soy su voz y su espíritu, no se hasta cuando. Déjenme decir que mis hermanos están sanos y tienen muchas mujeres, dejaron de lado su responsabilidad y no se preocupan como deberían ni por mi madre ni por sus hijos y quiero decirles a ellos que cuando uno tiene semillas debe cuidarlas y ahorrar recursos por ellos. Luis y Mario deber reconocer que durante su cuasi eterna etapa de estudios ya gozaron lo suficiente y no vieron por mi madre de tal modo que hasta el momento de escribir este texto ellos tienen esposa e hijos. Pero es esencialmente Marco, debido a la injusta e ilegal agresión de

Ministerio

de

Justicia,

mi

persona

la

que

viene

siendo

afectada

económicamente, pero nunca les he pedido ayuda a mis ancianos padres y les he ayudado como he podido. Espero que ellos leyendo estos relatos, piensen en sus hijos y no cometan el error que reconoce haber cometido mi padre, quien dice ser ignorante “sobre los deberes de un padre” , lo cual dudo, porque he conocido padres campesinos y muy ignorantes y conocen muy bien cual es su deber. Ella continuaba con su relato en cada oportunidad y solo provocaba llantos en mí, porque me veía impotente frente a la injusticia y l a maldad en mi estado de niño “ Me llevaron al río durante cinco años, al aparecer el sol , las 7 de la mañana a golpes y haciéndome cargar una canasta de ropas, mientras ellos llevaban entre

los dos tres paquetes mas de ropa y un campesino traía consigo tres o cuatro enormes paquetes de ropa, recuerdo bien el primer día, me rompieron la nariz y la boca a golpes, para hacerme entender que debía frotar la ropa con una piedra y lavarla toda, acabar con los seis o siete paquetes gigantescos……” luego echaba a llorar inconteniblemente, yo entiendo y comprendo mas entre sus hijos este sufrimiento, pero no entiendo porque mis hermanos, no se sentían afectados por ello. pero a mi por el amor que sentía me conmovió tanto y me paralizó de tanto temor hacía la gente de este país, que hasta ahora recibo tratamiento especializado por culpa de estos hechos que jurídicamente se realizaron en territorio peruano y era responsabilidad del gobierno de este país detenerlos y no incentivarlos. “Me tiraban tres panes y una botella de agua, para resistir todo el día”, al momento de escribir, las lágrimas invaden mi alma, no ce que hacer, frente a esta injusticia, la niña de 9 , 10…..14 años era una esclava, ello es responsabilidad de alguien…..pero seguro que los EEUU o Perú se lavarán las manos ¿Qué hacer? “ A las 6 de la tarde venían y golpeándome, me ponían una cadena al cuello y me llevaban arrastrándome a la plaza de armas de Jauja, ahí sin haberme dado bocado alguno me ponían un letrero que decía “SOY UNA HIJA DE JAPONESES ABANDONADA, POR FAVOR AYUDENME Y DENME UNA COLABORACION” me tenían desde las 6 P.M hasta las 10 P.M. Muchos de los campesinos mirándome creían esa historia y ponían el poco dinero que tenían, los mas duros eran los descendientes de españoles que se reían y sin poner un solo centavo

a veces hacían tiro al blanco conmigo

lanzándome piedras a ver si me impactaban en la cabeza o las piernas, los señores que me tenían a su cargo no hacían nada, matándose de risa cómplicemente con estos hijos de la supuesta nobleza jaujina, era mas bien un dirigente campesino o un grupo de los nativos del campo los que pedían y lograban interceder por mi ante la policía” . Después de esa dolorosa y agotadora jornada ellos me llevaban arrastrada como un becerro a dormir junto a las vacas sin ningún tipo de abrigo en el corral”

Oh Dios mío, escribiendo y reproduciendo esas frases de mi madre soy un kamikaze capaz de todo, preguntándome porque nuestro país fue siempre de los malditos ricos que tratan como perros a los pobres, a los débiles y a quien pueden explotar y dicen ellos que esto es “¿democracia?” “debemos respetarla ¿por quien y para quien? ¿para ellos y por ellos? VAYANSE AL CUERNO BASTARDOS, NO LES TENGO RESPETO, PORQUE NO EXISTE PARA MI UNA REPUBLICA SIN PRINCIPIOS ETICO MORALES NI BASES LEGALES, QUE RESPETEN LOS DERECHOS HUMANOS DE LAS PERSONAS MAS DEBILES. AHORA QUE ESTALLARON LOS ESCANDALOS DE ALAN GARCIA, LEON ALEGRIA, EL TRAIDOR DE FUJIMORI Y EL DROGADICTO BUSCAPROSTITUTAS DE CHOLEDO. Ella seguía contándome con el corazón en sus labios “ A raíz de ello me enfermé de tuberculosis y empecé a arrojar mucha sangre, mientras ellos se reían y decían ¿Qué le pasa a la japonesita hay que darle mas palo? felizmente un campesino otra vez me ayudó y denunció el hecho al médico del hospital Olavegoya de Jauja y el humanitariamente ordenó internarme, bajo pena de arresto a mis padrinos” “ Pasé cerca de dos o tres años ahí, venía mucha gente de Lima de diverso origen, ahí conocí a una chica de ascendencia árabe que llegó a ser mi mejor amiga, pero murió….dejándome sola otra vez…pensé que yo también iba a morir, sin padre, sin madre y en

una parte del mundo donde solo había recibido

maltratos” “Felizmente las plegarias de mi madre tuvieron efecto y luego de los tres años, alguien se compadeció de mi, la prima de la esclavista, llamada María Laguna, le pidió la custodia y logró luego de una breve batalla judicial que me fuera con ella., ahí mi vida cambió, porque esta mujer que me estimaba, realmente se hizo mi madrina, me impulsó a salir adelante, yo estudié por correspondencia Modistería en las escuelas argentinas yb luego de dos años me gradué como modista. Llegué a ser conocida como una de las mejores de Jauja, a mi acudían las hijas de la clase lata de esa provincia y luego de trabajar con la dueña de un gran taller me independicé y comprando mis máquinas con mucho esfuerzo y ahorrando mis dinero.

Trabajando hasta el amanecer y leyendo mucho en las madrugadas hasta las 3 o 4 A.M, procurando recuperar el tiempo perdido en los años de mi esclavitud, y porque a mi me gustaba leer mucho, ¿ sabes hijito? llegue a aprender muchísimo y a manejar el negocio y sus estrategias” “ llegué a tener tres máquinas y producía yo sola haciéndole la competencia a mi antigua empleadora, pero entonces me enamoré de tu padre y el me pidió vender dos de mis máquinas, quizás no lo hubiese hecho, pero lo hice, por el” Recordando todo esto he reproducido las conversaciones, las lágrimas y el sufrimiento injustificado de mi madre en tierras ajenas, que amarga coincidencia en el departamento donde mi abuelo Uishi Nishihara desapareció. Aunque se que mefalta narra un poquito mas sobre la historia de los encuentros y la historia de mi padre, considero que hoy 13 y 14v de Septiembre del 2008, he hecho lo suficiente para dejar lo mas importante de la historia de mi madre grabado en palabras.

BUSCAN DO Y REUN IFICANDO NU ESTR O P ADRE: DE CANILLIT

A LA FAMIL IA

A A DIRECT OR REG ION AL

DE EDUCA CION DESDE EN TONCES AL PRES

ENTE : DIAS DE L UCHA Y

VICT ORIA, NUE STR O UNICO P ADRINO ES TA E N EL CIEL O Siempre recordaré a mi madre como la mujer que en plena montaña andina, me mantuvo vivo a mas de tres mil metros, estando en vigilia hasta el amanecer para evitar que las hormigas gigantes me dañaran o los ciempiés o alacranes, me envenenaran. ¿Qué mas se podía pedir a una mujer que había sufrido en un país quasi extranjero, sobreviviendo a los maltratos físicos, violencia e intentos de estupro o asesinato de esta gente? Que ahora es mi pueblo, a pesar que siento algo contradictorio y extraño dentro de mi alma.

Por ello mis pasos se han congelado en esta vieja casa de un barrio periférico de la zona mas pobre de Lima y sigo sobreviviendo por una limosna y soportando los prejuicios de quienes me dicen “Dr. Ud. No es para esta zona. Nadie lo va a reconocer. Ud. Debe irse al extranjero salir de este sitio tan bajo o irse al centro de Lima” No se , después de todo lo que me ha hecho el Ministerio de Justicia, si ellos tienen razón o no, a veces pienso que me mienten y me temen, porque ellos son corruptos y no quieren ser descubiertos, pero es la gente del Ministerio de Justicia del Peru la que realmente me hace sentir mal ( kimochi warui …como se diría en Japonés), Lo único que si llevaré por siempre a pesar que el llanto me vence por ser impotente y no poder parar el tiempo y congelarlo en esa sonrisa de mamá junto a la montaña verde y el río puro, junto a “ringo”, nuestro cachorro saltando por detrás y dándonos de lambidos, mientras el día nos esperaba liberado de controles y castigos- Viendo que mamá sentía junto a esta humilde gente andina que no había tanto control, ni tiempos que nos perturbaran., para vivir tranquila y honorablemente. Cuando llegamos a la gran ciudad, Lima, solo recuerdo entre una de las frase que ella mencionaba permanentemente que nosotros no teníamos padrino. “Su único padrino está en los cielos, órensele, el les va a ayudar”, pues mi padre tenía un trauma que aun ahora muestra inconscientemente con sus jefes (amos modernos que le ven el color de la piel, aparte de su gran capacidad que el tiene) Después de tanto tiempo se que hemos logrado salir adelante, pero muchos miembros de la familia nos hallamos atrapados debido a las dificultades laborales, la traición de falsos amigos y los desengaños amorosos que sufrí me han dejado como las hojas secas del Invierno. Se que he luchado también en forma honorable Bueno a continuación narraré algunos de estos episodios de mi vida como ser humano en este país del Nambei ( Minami América o Sudamérica)

POR QU E LUCH E S OL O HAS TA EL FI NAL FRE NT E A LOS AB US OS Y LA COR RUP CIO N

(todos estos hechos acontecieron en la vida real y pueden ser verificados con documentos válidos, filmaciones, audios) “porque viven en mi las imágenes de la claridad del estanque tranquilo con los peces casi mirándonos a los ojos, porque los llegué a tocar en blanco y negro y en mil colores, porque miré a las águilas cara a cara, conocí cielo e infierno, grandeza y miseria, pero sigo siendo lo que soy, un descendiente de japonés que lucha por un mañana mejor, solo con sus palabras y su cuerpo contra las injusticias y el abuso de los poderosos de este país dominado por el veneno eterno que les inyectaron a gran parte de los conquistados……los malditos españoles” AQUEL PERDIGON QUE LLEVO CON ORGULLO HASTA AHORA EN EL OJO Las primeras heridas que sufrí en una lucha por preservar ideales y contra el intervencionismo en la autonomía universitaria por parte del APRA fue en 1988. Cuando era Director de la Academia de la FEP. Ese día la policía nos reprimió salvajemente, disparando desde tierra y aire (los helicópteros) bombas lagimógenas y perdigones. Los cristales de los grandes ventanales de la facultad de Derecho, caían destrozados mientras los aterrorizados alumnos no vinculados a la subversión yacían por los suelos mezclando el polvo con el hedor y nausea que causaban estos elementos químicos. Precisamente fue una de esas esquirlas desconocidas para un joven de 23 años, la que me dañó la vista. Recuerdo que en un instante hice salir a todos los alumnos y me quedé hasta asegurar su integridad, cuando saqué la cara para moverme. Sentí una leve explosión a mi alrededor mientras que a una velocidad increíble se me incrustó un elemento extraño en la vista, sintiendo que todo se me nublaba y caía desvanecido por los suelos con un dolor terrible en la cabeza, algo me había entrado en el ojo y pese a mis esfuerzos no lo podía sacar como cuando antes me había entrado una simples astilla, esto había penetrado dentro, de tal modo que mis manos ya no podían tocarlo o el soplido de mis compañeros hacer que se desprendiera., era algo que no se como se había incrustado en la vista, sin reventármela, pero me había dejado ciego ¿ milagro o maldición?. No lo se hasta ahora. Recuerdo en blanco y negro que me llevaron a rastras a la enfermería. Allí los quejidos, los

gritos de protesta y hasta el llanto se confundían en esa unión de cuerpos anónimos retorciéndose, mientras en la vanguardia siluetas anónimas que corrían agachadamente y en una reacción natural, lanzaban piedras a los guardias. Porque pienso que hasta los perros muerden si les pisas la cola. Solo se que me transportaron esquivando los proyectiles, mientras en la retaguardia los verdaderos senderistas jugaban con sus petardos y la cobarde policía no les enfrentaba y practicaba al tiro al blanco con los alumnos mas zanahorias. En la enfermería me pusieron en una camilla y me examinaron el ojo, una voz me preguntaba tratando de hacerme volver a la realidad si veía o no, respondiendo que solo conseguía ver una pared en blanco en mi vista. Dijeron entonces que una esquirla de perdigón me había entrado y el dolor me hacía desear morir. La puerta comenzó a ser golpeada y pateada, parecía que la iban a tirar abajo. Mientras las explosiones todavía continuaban en la vanguardia ( Policía) y la retaguardia ( Los alzados en armas) La Dra. A cargo del Centro de salud, una mujer anciana y diminuta respondió con dureza frente a los gritos destemplados de “¡carajo! Abran la puerta” “¡saquen a los terrucos!”. “ ¡De aquí nadie sale señores! Aunque me disparen”, ¡retírense! luego preguntó con su voz firme a los demás médicos y enfermeras, “¿me apoyan o no?”. Ellos vieron el liderazgo en la anciana de carácter y a una sola voz dijeron que sí. Luego de dos horas o mas de sitio A las 4 P.M, los carros de la Cruz Roja llegaron y con banderas blancas nos pudieron evacuar a diversos nosocomios. Mientras la sirena sonaba sentía haber perdido la noción del ser completo dentro de mi alma envuelta en la oscuridad, imaginando hasta ahora aquel rostro decidido a todo de aquella gran mujer que nos salvó de morir a manos del inu de Fujimori ( perro de Fujimori) 2 HISTORIA: TIEMPOS DE PRENSA Y DESENMASCARAMIENTO DE LA DICTADURA Habían pasado casi 8 años, después del perdigón, cuando retorné de Japón, donde había estado juntando capital, para ingenuamente pensar que podría volver a recuperar totalmente la visión y a la vez hacer reales mis sueños de organizar una empresa, pero lo primero que hice fue irme a Huancayo mi santa tierra. Ese breve relax me sirvió para hallar en unos minutos de libertad, mis raíces de verde naturaleza y aire puro, aunque algo me remordía en las entrañas por

la voz invisible del abuelo pidiendo lo buscara para llevar sus cenizas a la familia, pero decidí sentir que el viviría siempre en mí , porque nunca moriría, yo tambien era Uishi Nishihara, entonces mirando el río todavía limpio y puro prometí, así como la vida aún presente en este ecosistema dedicarme a luchar con todas mis fuerzas contra el tirano. Me dije que si había tenido el valor para salvar de ser detenido y secuestrado en la comisaría de la Corcona al japonés, Matsumori Toshiro, un joven aventurero que había conocido en el avión y venía como mochilero a conocer el Perú, quizás recordando lo que le hicieron a mi abuelo Uishi enfrentándome al jefe de puesto, mostrándole mis documentos como ex empleado de la CASIO Y LA NITTO. Logrando que lo soltaran a viva voz, notando en la mirada de buitres descontrolados de los oficiales y los subalternos que el país se había hundido en estiércol y había que luchar para limpiarlo, no se si mi decisión fue bien tomada o no. Pero creo que ahora por lo menos estamos aprendiendo a defender derechos, saliendo a las calles, a protestar y hacer retroceder a falsos promotores del “desarrollo”, solo para sus intereses o los de las minorías corruptas. Porque creo que muchos de los VERDADEROS profesionales con ETICA no nos venderemos y siempre opinaremos objetivamente, el dinero será solo lo accesorio, lo importante es servir. De acuerdo a lo decidido escribí en todos los medios de Prensa adonde pude, CORREO, PRIMICIA, CAMBIO y en el mismo diario de la colonia japonesa EL PERU SHIMPO. Ataqué al tirano duramente, a la vez que escribía mis relatos sobre el Japón y temas legales. Ninguno de los actuales funcionarios del Ministerio que me persigue y ataca con violencia y que me juzgó subjetivamente jamás se arriesgó a escribir algo contra el dictador ni su maldito asesor, ellos jamás sintieron el sabor de la sangre, luego de ser masacrados a golpes. Seguro le lamieron los pies u hasta otra cosa LA HISTORIA DE “EL FIRME” Y “EL TROME” Y LOS PROYECTOS DE JUVENTUDES DE CASTAÑEDA LOSSIO Pienso que un verdadero Líder, está enterado de todo, porque es como el “tuquirico” (el que todo lo ve y lo sabe) incaico (sino incurre en responsabilidad mediata). Me duele hasta ahora que castañeda Lossio no haya reconocido a quienes luchamos por su imagen y Marketing y sea un aparente corto de vista político y aparentemente seamos mas invisibles que corruptos como Menchola ( denunciado en el Congreso

por haber contratado a su amante), a quien por Etica ya debería haber sacado del grupo, si el MISMO SE APRECIA COMO LIDER. Pues como lo demostramos documentadamente al diario LA PRIMERA y lo mostraremos a LA REPUBLICA, nosotros donamos mas de tres mil dólares, para sacar adelante el proyecto de los diarios EL FIRME y EL TROME que no le costaron nada a Castañeda y todavía nos debe dinero por el hecho de arriesgar la vida como subdirector y periodista A QUIENES NO PAGO UN SOLO SOL. Pese a haber pasado como sea el acoso de la policía en las madrugadas limeñas y logrado distribuir el diario en forma gratuita en los puestos, arriesgando nuestras vidas. No deseo que se ponga a decir como Ivan Rodríguez Chavez, rector de la universidad Ricardo Palma quien logró colocarse en el puesto adonde se ha atornillado, que “me han informado que ud donó el proyecto”. Eso es falso, porque en el caso de Castañeda y su grupo, dirigido por Menchola. Fueron Francisco Gavidia Arrascue y su “amigo” Jose Carlos juarez, quienes me hicieron amanecerme para elaborar muchos de los proyectos que ahora se están aplicando ( sobre Juventudes y Medio Ambiente), tengo pruebas que podrán demostrarlo oportunamente y esperaba por lo menos un agradecimiento público. UNA EMBOSCADA PARAMILITAR Fue precisamente a la labor de cambiar de redacciones y talleres de impresión en cada tirada, así como a las labores de resguardar en las madrugadas el material y distribuirlo clandestinamente, llegando a regalarlo inclusive a loa dueños de puestos de periódico. Como Subdirector y periodista de EL FIRME y EL TROME que me enfrenté a la agresión de un grupo de paramilitares en un día que ya ni recuerdo, pero consta en una denuncia de la Dirección de Defensa Gremial del Colegio de abogados de Lima. Habíamos salido con Andrés Salas de uno de los centros de distribución, pero en forma inesperada sentimos de pronto la fuerza del lado oscuro que nos agredía en pleno centro de Lima, específicamente en el Jirón Puno. Recuerdo que Salas y yo habíamos pasado por la calle, cuando de una de las casonas salieron cinco individuos con porte militar ( por el corte rapado al ras), uno de ellos me apuntó con un revolver en el

rostro y con la mano temblorosa en el gatillo me trató de amedrentar diciéndome: “¡ahorita mueres concha de tu madre!….arrodíllate ¡carajo! ¡traidor de los japoneses!”, pero como vio que yo no tengo miedo a la muerte por convicción y herencia japonesa y me quedé parado mirándole desafiantemente ( además yo no era el traidor sino fujimori) al recluta, comenzó a temblarle el pulso, mientras yo le decía que tendría problemas con el gobierno japonés, dado mis méritos. Entonces como no se decidía a dispararme y yo estaba dispuesto a acabar con esta deshonra a Japón y a mi abuelo, encarnada en fujimori esencialmente le dije “dispara, vamos no tengas miedo”, pero como me miró a los ojos y dudó, sus compañeros me comenzaron a apalear en la cabeza con los mangos de madera de lampas y picos que había podido conseguir. Mientras Andrés logró huir, con algunos golpes en la espalda y los lentes rotos, yo me quedé en la retaguardia y los enfrenté una y otra vez, sin temor con las técnicas de karate que había dejado de practicar hace muchos años atrás en mi adolescencia, usando solo mis manos hasta que una señora, me hizo volver a la realidad al gritar desde un tejado “ Joven…..Joven, lo van a matar….¡escape por favor!” No se como pensé en mi madre que me esperaba en casa y decidí salir de ahí. Mi compañero Salas Concha me halló desangrándome unos metros mas adelante, junto a los patrulleros de la policía. Intentamos pedir apoyo, porque estaba bañado en sangre y la hemorragia no paraba de salir de mi cabeza, como un río incontenible, pero frente a su negativa tajante a llevarnos a un hospital y la posibilidad de ser desaparecidos, atinamos a retirarnos e ir con nuestros propios medios adonde un practicante de medicina, cuyo nombre no declaro por razones de seguridad para el y su familia, nos prestó los primeros auxilios y nos suturó las heridas abiertas, todavía recuerdo el ardor terrible que el alcohol me produjo en los pliegues de la piel abiertos y sangrantes. LA MARCHA DE LOS CUATRO SUYOS Y LOS INCENDIOS QUE AYUDAMOS A DETENER Siempre pienso que muchas veces, el impulso por una causa justa me desborda e invade mis cuatro sentidos, por ejemplo el llanto de una niña agredida por un muchacho mayor, me transformó en su padre y no me detuve hasta ponerla a buen recaudo o como aquella vez que

mi rumbo se cruzó en pleno Jr. De La Unión con el del anciano en el suelo al borde del llanto con la mirada perdida al haberle arrebatado los serenos su pequeña canasta de roscas, clamando inútilmente por ayuda a una multitud de almas muertas, mientras dos serenos se reían y estaban a punto de patearlo y darle de cahiporrazos, me indignó saltando e interponiéndome con furia, deteniendo con mi voz fuerte y una mirada firme la agresión; para luego sin medir las consecuencias y mostrando mi carnet de abogado, logré recuperar a viva fuerza la canasta, devolviéndosela y pidiéndole que saliera de ahí, mientras me preparaba para recibir los impactos de sus armas. Pero creo que Dios estuvo ahí y ellos se quedaron paralizados con mi actitud y me retiré asombrado. Otra fue la situación durante la marcha de los cuatro suyos. Convocada por la resistencia contra la dictadura corrupta y en la que todo ciudadano con un mínimo de dignidad debía participar. Frente a la convocatoria de Colegio de abogados de Lima (Comisión de Defensa Gremial). Decidí participar como abogado voluntario para evitar detenciones arbitrarias. Esa mañana me desplacé hasta el parque universitario y observé que aparentes grupos de civiles, empezaron a apedrear y prender fuego a las instalaciones del edificio Alzadora Valdez y edificios vecinos, como el del Banco que ahora es un parque. Al costado la policía no hacía nada para detenerlos. La verdadera movilización solo llegó hasta la plaza San Martín y ahí se comenzaron a turnar los oradores, pero de vez en cuando aparecía un “instigador”, para decir con ajos y cebollas “ ¡la lucha está adelante…avancen!”, pero la masa lo rechazaba como infiltrado y no avanzó. Entonces las bombas comenzaron a ser lanzadas en grandes cantidades por aquellos policías que no hacían nada contra los vándalos, que destruían todo a su costado, en dirección de la gente que protestaba pacíficamente solo con sus gritos contra la dictadura sin mover un solo dedo. Muchos ancianos y muchos niños que habían venido con sus padres caían inermes por algunos sectores de la plaza y entonces se formaron grupos de voluntarios que los llevábamos a las piletas frente al terrible ardor y la falta de respiración terrible que reproducían las bombas. Luego los evacuábamos en las ambulancias. Pero la gente quería seguir haciendo sentir su voz de protesta y no retrocedía. En ese momento muchas personas que se desprendieron del grupo de “revoltosos”, vinieron y comenzaron a querer romper las lunas del Embassy y del hotel Bolivar. Solo recuerdo que avancé y luego de un

breve intento de pugilato con dos de ellos, logré arrebatarles los instrumentos contundentes que cargaban y romperles las molotov que llevaban en la otra mano. Luego las masas me apoyaron y procedieron a desnudarlos y golpearlos; hallándoles carnets de la policía y la fuerza aérea. Llego un momento en el que la desesperación insana hizo ver a los altos mandos policiales y apropio Fujimori que su plan no daría resultados, que habían fracasado y entonces se lanzaron con todas sus tanquetas y los piquetes policiales disparando bombas hacía la Plaza san Martín.Allí una masa debilitada y herida se retorcía de dolor y vértigo. Al continuar viendo que disparaban y que había mucha gente que no soportaría me paré y le hice frente a la primera tanqueta, de la que descendió un policía, quien me apuntó con su escopeta, mientras mostrándole mi visible medalla del Colegio de abogados, yo gritaba “ ¡ Dejen de disparar, hay muchos heridos…Colegio de abogados de Lima!” En un momento que no recuerdo, el policía se levantó la mascara y luego de unos instantes de sonreír, apretó el gatillo. Solo veo todavía, que una especie de sombra metálica venía con una velocidad inusitada hacía mi cuerpo y yo me quedé paralizado por mi asombro. Solo atine a reaccionar cuando caí al piso y aquella especie de lata, prendía mi casaca causándome las quemaduras de segundo grado que aún llevo en el cuello, luego un río incontenible de color rojo me bañó desde mi propio interior. Me erguí inmediatamente y me lancé con furia contra el primer portratopas que puede hallar, trepándome a este para cobrarles cuentas y desenmascarar con mi muerte al “gomi” (basura en japonés), de Fujimori pero alguien se acercó por atrás y luego de ponerme cloroformo me desvaneció y me arrastró hacía un carro de bomberos estacionado en una esquina, para luego llevarme con rumbo desconocido….. LAS TORTURAS PSICOLOGICAS Y EL INTENTO DE HACERME FIRMAR UN DOCUMENTO EN BLANCO EL PROCESO JUDICIAL: QUEMADURAS DE SEGUNDO GRADO CALIFICADAS COMO LESIONES LEVES 3 HISTORIA: ¿QUE HICE DE MALO? SEÑORES DEL MINISTERIO DE JUSTICIA

3.1.- SI ME FALTARA TIEMPO No se si me alcanzará tiempo para continuar mis relatos sobre Japón y tantos proyectos que pienso realizar en esta vida, solo se que soy un ser humano y que batallo hasta donde puedo, “cargando una cruz”, “tirándome todo a la espalda” como me decía mi madre. No se que será de ella. Me gusta cuidarla y estar con ella, dada su minusvalía y terminar los relatos sobre su vida antes de que ella parta a encontrarse con las divinidades. Quizás lo logre si salgo de esta situación de inestabilidad y daño emocional que me causan los hechos causados por la gente del Ministerio de Justicia, quienes han venido ejerciendo presión y me han venido dañando con cada una de sus decisiones ilegales, por acción u omisión: escondiendo mis documentos académicos, negando su validez, haciéndome quedar mal ante las entidades a las que representaba. Hasta llegar a cerrar por orden de Manuel Noya Sarmiento, Cesar landa Arroyo y por la consejería de Miguel Angel Benito Rivera Gamboa, Alfredo Solf Monsalve, con la anuencia del Ministro de Justicia el año 2004.el centro de Conciliación donde ejercía mi vocación y con el que me gano el pan limpiamente. La sentencia que no cumplen señala que violaron derechos constitucionales, pero ellos Desacatan hasta ahora el Mandato legal y en rebeldía contra la ley, demostrando que solo se exige deberes a quienes provenimos del pueblo y que para ellos no rigen los señalados en la Constitución. Luego Tatiana Mendieta Barrera y Ruben Callirgos Velarde, violando el principio NOVIS IN IBUM (no se puede procesar dos veces sobre los mismos hechos). Me hicieron un nuevo proceso sobre los hechos juzgados en los cuales el Poder Judicial me había declarado víctima entre el 2006 -2007. Me indigna escuchar en boca de funcionarios públicos, pedidos de perdón para los responsables, quienes ganan mas de tres mil o cuatro mil soles mensuales y que FUERON SELECCIONADOS MAYORMENTE A DEDO ( No tienen méritos académicos ni publicaciones, ni siquiera en la net), y dañaron a profesionales que por vocación con la Justicia de Paz, ganábamos menos de mil soles y ahora el Dr. Lechuga de la Oficina de Control de la Magistratura, me ofende al llamarme “vengativo”, así como lo hicieron ciertos comisionados de la Defensoría del Pueblo, del Colegio de abogados y otras entidades, movidos por amistades y subjetivismo en su accionar.

Ellos pueden aplastarnos ilegalmente y nosotros quedar quebrados económica, moral o psíquicamente, porque todavía no se ha pagado nada por la indemnización. Eso será Democracia para Mario Vargas Llosa y los ideólogos de ese pseudo liberalismo prepotente. Lo cierto es que hasta la Defensora del Pueblo Dra. Beatriz Merino Lucero, declaró según el diario La República del 29/8/08, con relación a hechos cometidos contra los DDHH, La Justicia y el Derecho “….Se requiere sancionar a los responsables. No se trata de venganza ni rencor, sino de luchar contra la impunidad y el olvido” Por otro lado si puedo afirmar con orgullo es que en mi paso por esta vida es que siempre he solidó ser muy idealista y me sacrifiqué muchas veces por los demás, incluso a costo de mi propia integridad, las huellas y las cicatrices en la vista, la cabeza y otras partes del cuerpo lo demuestran. La gente celebra la caída de la dictadura mas corrupta y sangrienta de esta etapa republicana, pero quizás yo me desengañé de haber impulsado una pseudo transformación, junto a tantos que derramamos nuestra sangre, mas por un sentido de Justicia y humanidad que de política barata, como ellos. Muchos han llegado a decir que lucharon contra la dictadura, cuando en realidad, fueron peones de la misma y luego se vistieron de demócratas, hoy son apristas y mañana …..hasta quizás nacionalistas. Nunca olvidaré el día en que empezaron los problemas para mi, que me había hecho solo luchando en el Japón, pese a mi minusvalía y a varios accidentes de trabajo, que había constituido un Centro de Conciliación y asesoraba al Colegio de abogados de Junín, a la universidad Ricardo Palma y otras instituciones. Fue como un día de pesadilla, cuando como todas las mañanas me dirigí normalmente a la entonces Secretaría Nacional de Conciliación y Milagros Rosales que ya me había aprobado el proyecto que venía trabajando durante mas de ocho meses, de pronto había cambiado de rostro. Parecía que un vampiro la había mordido, como en las películas de terror. “ Buenos días Milagros ¿ Cómo va mi proyecto?”, le dije con toda confianza, pues ya nos habíamos hecho amigos por el trato durante tanto tiempo y súbitamente, su rostro congelado, respondió tratándome como a un extraño. “ Dr. Ortiz su proyecto ha desaparecido” , la miré sorprendido mostrándole el cargo de RECIBIDO y no entendiendo que pasaba allí,

pues la gente de la universidad confiaba en mí y el trabajo ya estaba con un informe de aprobado. No supe que decir, solo pedía en mi corazón “diosito no me puedes hacer esto….yo que respiro responsabilidad, por todos mis poros” . Así le supliqué que buscara bien, me trajo finalmente un fólder sucio de Manila de 10 hojas y yo había dejado siete tomos completos anillados con mas de 1000 hojas. Me despedí y le dije que buscara que yo volvería al día siguiente. Al volver a reclamar, me dijo con su nuevo rostro de “demócrata amargada”, “ no esta….no lo tenemos”, pero en un descuido logré ver mi proyecto en una gabeta y pese a que estaba detrás de ella, pasé y lo saqué frente a su incomprensible resistencia. “¿Esto que es Dra Milagros Rosales?….explíqueme!” solo calló y miró con rabia el piso. Al día siguiente me comunicaban por escrito que Ivan Ormaechea Choque había observado mi proyecto y lo había descalificado. En realidad el informe estaba referido a otro proyecto y no era definitivamente el mío, lo que me dieron como respuesta fue el primer knock out que saliendo de entre las sombras, puede darle un boxeador invisible a tu alma “ Debía rehacer el proyecto, porque ellos habían modificado las normas”, los amigos y especialistas, coincidieron conmigo en que no era legal y fue la primera de tantas injusticias que soportaría, por la incapacidad y el temor que sentían (porque en el fondo son tan maricones e inseguros que atacan como hienas, porque cuando ven alguien del pueblo solitario lo atacan en jauría), mi trabajo ya había sido aprobado y no podía haber retroactividad legal dañina, sin embargo me la impusieron a la mala con gritos y amenazas, lo tuve que hacer otra vez. Me amanecí tres días seguidos, porque siempre esa parte japonesa de mí me ha vuelto un guerrero y a pesar de no dormir 4 días seguidos, trabajando de 6 A.M a 5 A.M y desvaneciéndome de cansancio y sueño, lo entregué nuevamente. Otra fue la escena que viví al retribuir la visita de un “gringo” a mi centro de Conciliación en san Juan de Lurigancho, yo estaba recorriendo provincias como capacitador principal, cuando me dijeron que este personaje ( que lamentablemente llevaba el mismo apellido de una chica de la cual me enamoré platonicamente en San Marcos: María Ruska Barrenechea) había venido muy generoso a plantear alianzas estratégicas y había copiado y tomado nota de todas nuestra funciones Know how. En ese momento éramos seis conciliadores y tres auxiliares. Todos rotabamos como notificadotes.

Decidí retribuir la visita y llevarle un ejemplar de “Relatos del Sol Naciente” y otro de “La Conciliación Extrajudicial” publicados con San Marcos, la escena que viví me descubrió el verdadero Yo del autor de los folletos “Carlitos Busca”, publicados por una entidad que recibía mucho dinero del extranjero…….CONTINUARA

POEMA MI CORAZON ESTA SIEMPRE ABIERTO A LA AMISTAD Y SI PUEDO OFRECER Y DAR MI MANO POR TU VIDA LO HARIA GUSTOSO, PORQUE SIEMPRE LAS CUATRO ESTACIONES CUBRIERON MI CORAZON DE VIDA Y TERNURA, PORQUE PIENSO QUE BEBI MUCHO DEL AGUA PURA DE LA AMISTAD Y LA SOLIDARIDAD EN LOS REGAZOS DE MI MADRE Y EN LA MIRADA PURA DE LOS NIÑOS INDIGENAS CON QUIENES NO TERMINABAMOS DE CONTAR LAS ESTRELLAS INFINITAS DURANTE AQUELLAS JORNADAS DONDE TODO ERA BARCOS DE JUGUETE Y SONRISAS INFINITAS REGALADAS AL PADRE SOL

A veces siento que vuelvo a mis dulces días de niñez y los veo parados a Uds. con sus eternas sonrisas de juventud y sus miradas en la sala llena de nuestra casa en un día Domingo cualquiera, ese presente mágico en ese mundo fantástico que está naciendo aquí en mi corazón me atrapa tan dulcemente que no quiero salir. El cuy esta en un lado con su tamaño pequeñito y con sus ojos llenos de inocencia jugando con aquella perdiz anónima, mi hermano choves està corriendo por el jardín de Muquiyauyo con las medias negras altas que le protegen de los mosquitos, las flores retozan y en la otra esquina Egoves sale corriendo en su triciclo azul marino para ir a ver a su suegra, mi madrina y a la pequeña pocha en la acera del frente, mientras Mario nos llama para tocar la música clásica de los discos y empieza a hablar contándonos

historias de bárbaros, reyes, imperios que imaginamos y yo pienso en terminar las tareas para ver al "gordo y al flaco" para reir todos, abriendo la puerta de madera del televisor grande que semeja al teatro mas pequeño del mundo corriendo sus cortinas ceremoniosas para llevarnos a ese mundo en el que todos cabemos Bueno espero que les haya gustado , yo siempre tratando de salir adelante, como lo hice hasta ahora y relajarme

Related Documents

Relatos Del Japon
April 2020 8
Japon
April 2020 21
Japon
May 2020 18
Japon
June 2020 11
Relatos Del Infierno
November 2019 6
Relatos Del Viento
October 2019 15