Recuerdos Por John D. Clement Dedicado a mi madre, Quien soportó lo bueno y lo malo, Mientras entregó lo mejor que tenía. Este libreto tiene derecho de propiedad y es exclusivo de John D. Clement; puede ser sólo exhibido según la restricciones al final de esta página. Una habitación casi vacía, con algunas cajas de empaque y una mesa y sillas. Victoria, quien está notablemente embarazada, revisa el contenido de una caja sobre la mesa, dando su espalda a la entrada. Se escucha un golpe en la puerta. Sube la vista momentáneamente, pero luego sigue revisando. GritaVICTORIA - Está abierto! (Sebastián entra y camina detrás de Victoria quien todavía está visiblemente enfocada en revisar.) SEBASTIÁN - ¡Hola hermanita! VICTORIA - (mira hacia arriba, luego baja la vista) Me alegra verte. SEBASTIÁN - ¿Un poco abrumada con todo, no? VICTORIA - (una pequeña queja) La fechita que elegimos para mudarnos... SEBASTIÁN - (apunta a su estómago) Vas a necesitar el espacio extra muy pronto. VICTORIA - (deja de revisar y se apoya sobre el respaldo de la silla) Tienes razón. Me gustaría que Esteban estuviera aquí SEBASTIÁN - Estaría aquí si pudiera. VICTORIA - Lo sé. Pero eso no lo hace más fácil. SEBASTIÁN - (deliberadamente galante) No temáis, bella hermana, por que yo, vuestro pronto a ser tío, me postro a vuestro servicio. VICTORIA - ¡Fantástico! (comienza a pensar) Mira, hay que – SEBASTIÁN - (rápidamente agrega) Pero no ayudo ni con pianos, o sofás, ni camas, o ventanas. VICTORIA - ¡Qué gran ayuda que eres!
SEBASTIÁN - ¡Sólo bromeaba! VICTORIA - ¡Más te vale! SEBASTIÁN - Para probar mis buenas intenciones (le entrega una tarjeta) esto es para ti. VICTORIA - Una tarjeta para el Día de la Madre... (lee la tarjeta) Que dulce – pero todavía no soy madre. SEBASTIÁN - Claro que lo eres. Puede que todavía queden algunos meses para que nazca mi sobrino o sobrina, pero tú definitivamente ya eres una mamita. VICTORIA - (se da cuenta de las flores y apunta hacia ellas) Esas también son para mí? SEBASTIÁN - No, esas son para Mamá, cuando llegue. VICTORIA - (se da cuenta) Oh no. Me olvidé completamente. SEBASTIÁN - (ofrece las flores) Pueden ser de los dos. VICTORIA - Gracias, Sebastián. Creo que la mudanza y todo (acaricia su estómago) me han dejado un poco loca. SEBASTIÁN - Lo estás haciendo bien. VICTORIA - Tanto está pasando – y va pasar. ¿Cómo se las arreglaría mamá? SEBASTIÁN - No fue fácil con nosotros. Tú eras terriblemente desordenada! VICTORIA - ¡Yo! ¿Y qué pasó contigo? No fui yo quien a la edad de 3 decidió cortarse su propio pelo. SEBASTIÁN - ¿No? Bueno, definitivamente no te importó llevar tijeras a mi cuna. VICTORIA - Eso fue distinto. Tú estabas invadiendo mi terreno. SEBASTIÁN - ¡¡¿Por nacer?!! Bueno, que tal de la vez en que me tiraste un dardo en mi nariz? VICTORIA – Fue un accidente – tú te cruzaste en el camino. SEBASTIÁN - Yo subí las escaleras corriendo hacía mamá, con el dardo colando de la nariz. ¡Eso debe haber sido todo un espectáculo!
VICTORIA - Pero mamá lo solucionó. Igual que cuando tú escondiste los sacos de dormir cuando mis amigos se quedaron a dormir. SEBASTIÁN - Oye – ellos estaban invadiendo MI terreno. VICTORIA - Guerra de Terreno. SEBASTIÁN - Se terminó sólo cuando te fuiste a estudiar a la universidad. VICTORIA - Los dos éramos una carga para ella, no? SEBASTIÁN - No siempre estuvimos metidos en problemas. Sí tenemos algunos buenos recuerdos. VICTORIA - Te acuerdas de ese verano que plantamos la huerta juntos? ¡Estuvimos eternamente comiendo zanahorias! SEBASTIÁN - Y esa mañana de invierno. Nos despertamos y mamá nos mostró cinco radiantes cachorritos que parió Polly. VICTORIA - Yo me acuerdo cuando marchamos para las Fiestas Patrias. Nosotros estábamos con trajes especiales que nos hizo mamá. VICTORIA - A la mamá le encantaban tus obras de teatro del colegio. SEBASTIÁN - Y ella fue a cada una de tus carreras de atletismo. VICTORIA - Ella era de todo – entrenadora, enfermera, jardinera, bióloga, artista, porrista – SEBASTIÁN - La mamá... VICTORIA - (con mirada asustada) No estoy lista para todo eso. tengo lo que se requiere.
No
SEBASTIÁN - Hermanita, ya tienes lo más esencial para ser una madre – amor. De la experiencia (gesto con los hombros y sonríe), ya va a venir. Mientras tengas tu mirada puesta en Dios... VICTORIA - (asiente) Sabes, me pregunto cuáles fueron los momentos en que la mamá sintió más orgullo. SEBASTIÁN - Cuando tu relevo quebró el récord de la escuela. VICTORIA - Cuando tú diste el discurso de cuarto medio. AMBOS - ¡Cuando te casaste! (ambos se ríen por algunos segundos) VICTORIA - (pensativa) Creo que quizá para mamá el momento de más orgullo fue cuando nos vio bautizarnos en la iglesia.
SEBASTIÁN - (asiente) Puedes estar en lo cierto. Pero sabes – creo que ver a su nieto o nieta va a llegar cerca. VICTORIA - (abraza a su hermano) Gracias, Sebastián. SEBASTIÁN - (devuelve el abrazo) Feliz Día de la Madre, ...Mami. TELÓN Copyright 1999, John D. Clement, todos los derechos reservados. Detalles de Presentación Reparto:
1 actor, 1 actriz
Props: algunas cajas de embalaje, mesa y un par de sillas Misc: almohada para mostrar una mujer embarazada
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