Recuerdos Del Goretti
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- Words: 1,154
- Pages: 3
- De las 34 alumnas del 4to GORETTI, 14 contestaron la encuesta y enviaron noticias de su vida. - 13 de ellas siguieron estudios en la enseñanza superior y la mayoría obtuvo su título profesional. - De estas 14 “jóvenes”, 9 están casadas y 5 permanecen solteras (supongamos que no fanáticas). - Las que han sido madres (con o sin papeles), han aportado a la humanidad 8 hijos y 7 hijas. Cuando cada una de nosotras se puso a escarbar entre los recuerdos de aquellos años, salieron al aire muchas anécdotas, que al escuchar nos dejarán muy claro quienes eran las “creativas” del curso. En 2º ó 3º medio estábamos cambiándonos el abrigo por el delantal, cuando escuchamos unos gritos de estupor y vimos como el pizarrón caía sobre Sandra Miranda, quien solo dejó oír un leve “ay” cuando este aterrizó sobre su cabeza. La conmoción fue súper grande y motivó a las monjitas a llevarnos a la sala de catequesis de la media para continuar nuestra jornada escolar, no sin antes darnos nuestra respectiva dosis de agüita de las Carmelitas para pasar el susto.
Cuando estábamos en 4º medio, tuvimos una prueba de Historia con el Manolo Díaz en la sala de catequesis de la básica. El profe nos enviaba a la sala a medida de terminábamos la prueba… y fue en ese momento cuando “manos negras” sacaron todos los pajarracos embalsamados del museo y las dejaron en nuestros puestos en la sala… de ahí nos fuimos al patio de la básica chica a cantar. El profe estaba todo urgido y al final Sor Queta nos felicitó por la talla. ¿Quien no recuerda al ñandú en el puesto de Gina y un canario en el de Rossana?
En algún momento de nuestra enseñanza media, se juntaban víveres para acción social. Entre estos se encontraban unos sobres del nunca bien ponderado jugo “Yupi” y estos “desaparecieron” en los estómagos de algunas compañeras. Se armó la grande con eso y se terminó con reunión de apoderados.
Otro recuerdo que nos acompañó en estos años, es la parodia de pelea que hicieron Marcela y Giovanna, ante los espantados ojos de la profe Mónica y con la complicidad de todo el curso
Nany: ¿Qué te motivó a arrojar los uniformes de las alumnas de 4º a la taza del water? No entiendo… si eran tan “simpáticas”
Una vez Nani Velasco y compañía llenaron las campanas de los pasillos con diario y cuando tocaron el timbre no sonaba nada. ¡Eso si que se llama creatividad!
La mochila de Gina salió por la ventana del segundo piso y su base Max Factor tuvo que ser pagada por las responsables de tal acrobacia aerea.
Claudia Barrientos junto a Marcela Quente, se escondían al final de la sala, detrás de los abrigos para no tener que ir a misa (sobre todo en el mes de María).
Cuando Melón y Melame fueron el boom humorístico de nuestro páis, no eran nada nuevo para las que vimos a Nani con Rossana sobre sus rodillas y esta última imitaba a una marioneta. Además otro clásica de ellas eran el show de los bracitos cortos, con una tapada hasta el cuello con un abrigo y la otra detrás, con los brazos en las mangas del famoso abrigo, y haciendo gestos de acuerdo a lo que hablaba la que mostraba su cara. ¡Algo fuera de serie!
Una vez Nany y Rossana llevaron “Pachulí” para ponerle a la almohadilla del pizarrón. Hugo Luna se los quitó y lo tiró por la ventana. Otra de Hugo Luna es cuando estaba explicando sabe Dios que cosa de Biología y notamos que tenía el cierre abierto. Parece que fuimos demasiado obvias, porque se dio vuelta hacia el pizarrón y se lo subió… con la cara un “poco” sonrojada. Para finalizar los recuerdos que involucran al profe Hugo Luna, hay que recordar a Gina llevando la batuta cuando él estraba a la sala y le cantábamos “Bésame… bésame mucho…” con las voces más profundas que podíamos sacar Para continuar rememorando a los profes… ¿recuerdan cuando llegó a clases Hugo Vera y se nos ocurrió saludarlo al estilo nazi? El reto duró más que un fin de semana sin plata. Puede ser que muchas no recuerden a Marisol Burgos, que estuvo con nosotras solo en 1º medio. Ella se destacaba por su “pechonalidad”. Un día el profe Hugo Vera se puso a entregar unas pruebas y cuando tenía que entregar la de Marisol dijo “Señorita Bustos”… se produjo carcajada general y el consiguiente bochorno del profe y de nuestra compañera.
Cuando estábamos en 1º medio, a Rina le dio con que quería ser como Sheena Easton y fue a una peluquería en busca del peinado ad-hoc. Lo único que consiguió fue parecerse más a una punk que a la cantante.
Los días miércoles eran algo especiales… en las mañanas varias aprovechaban se capear clases con la chiva de que iban a confesarse. Una tarde de miércoles en algún electivo aflojaron los partidores de los tubos fluorescentes, para que las enviaran a casa porque no se podía hacer clases sin luz. ¡Pobreciiiitas! Las pillaron igual
Una anécdota memorable fue cuando la Rosanna, aprovechando que Sor Nora no estaba en ese momento, anunció en la escala del patio de formación que salíamos a las 12:00 y mientras ella hablaba no se daba cuenta de que la monja estaba al lado. Por ahí se supo que algunas compañeras aprovechaban las clases con Osvaldo Gamín para escaparse al paradero de Surco… aunque hay que destacar que siempre volvían. ¡Éramos tan buenitas! Ahora recordaremos al padrino de nuestro curso, el Polo, que nos hacía escuchar conciertos de la Camelot o estar en la Coral Salesiana para tapizarnos con sietes.
Otra del Polo, es que en el ensayo de Licenciatura le dijo a las cantantes del Medley que representaría al curso: “Si se les olvida la letra… lloren” La Haydeé tuvo que recurrir a ese sabio consejo en algún momento de su canción.
Otra cosa digna de recordar, porque prácticamente no se ve, es el patio del colegio dibujado con tejos y el famoso elástico que nos ponía a prueba día a día. ¿Alguna se atrevería ahora a hacer alguna de esas piruetas y saltos?
No sería justo dejar fuera las imitaciones de Nany, sus bailes sincronizados al mejor estilo Jappening, junto a Rina; a Rossana haciendo aletear a la mascota del curso, el ilustre Messone.
En fin… estos no son los únicos recuerdos de las alumnas del Goretti, pero si los que se pueden contar. Seguramente traerlos a nuestra memoria provoca que muchos más afloren y nos deje una sonrisa (o carcajada) en los labios. Espero que hayan sido significativos y que nos motiven a seguir en contacto por muchos años más. Con cariño Mariposa
Cuando estábamos en 4º medio, tuvimos una prueba de Historia con el Manolo Díaz en la sala de catequesis de la básica. El profe nos enviaba a la sala a medida de terminábamos la prueba… y fue en ese momento cuando “manos negras” sacaron todos los pajarracos embalsamados del museo y las dejaron en nuestros puestos en la sala… de ahí nos fuimos al patio de la básica chica a cantar. El profe estaba todo urgido y al final Sor Queta nos felicitó por la talla. ¿Quien no recuerda al ñandú en el puesto de Gina y un canario en el de Rossana?
En algún momento de nuestra enseñanza media, se juntaban víveres para acción social. Entre estos se encontraban unos sobres del nunca bien ponderado jugo “Yupi” y estos “desaparecieron” en los estómagos de algunas compañeras. Se armó la grande con eso y se terminó con reunión de apoderados.
Otro recuerdo que nos acompañó en estos años, es la parodia de pelea que hicieron Marcela y Giovanna, ante los espantados ojos de la profe Mónica y con la complicidad de todo el curso
Nany: ¿Qué te motivó a arrojar los uniformes de las alumnas de 4º a la taza del water? No entiendo… si eran tan “simpáticas”
Una vez Nani Velasco y compañía llenaron las campanas de los pasillos con diario y cuando tocaron el timbre no sonaba nada. ¡Eso si que se llama creatividad!
La mochila de Gina salió por la ventana del segundo piso y su base Max Factor tuvo que ser pagada por las responsables de tal acrobacia aerea.
Claudia Barrientos junto a Marcela Quente, se escondían al final de la sala, detrás de los abrigos para no tener que ir a misa (sobre todo en el mes de María).
Cuando Melón y Melame fueron el boom humorístico de nuestro páis, no eran nada nuevo para las que vimos a Nani con Rossana sobre sus rodillas y esta última imitaba a una marioneta. Además otro clásica de ellas eran el show de los bracitos cortos, con una tapada hasta el cuello con un abrigo y la otra detrás, con los brazos en las mangas del famoso abrigo, y haciendo gestos de acuerdo a lo que hablaba la que mostraba su cara. ¡Algo fuera de serie!
Una vez Nany y Rossana llevaron “Pachulí” para ponerle a la almohadilla del pizarrón. Hugo Luna se los quitó y lo tiró por la ventana. Otra de Hugo Luna es cuando estaba explicando sabe Dios que cosa de Biología y notamos que tenía el cierre abierto. Parece que fuimos demasiado obvias, porque se dio vuelta hacia el pizarrón y se lo subió… con la cara un “poco” sonrojada. Para finalizar los recuerdos que involucran al profe Hugo Luna, hay que recordar a Gina llevando la batuta cuando él estraba a la sala y le cantábamos “Bésame… bésame mucho…” con las voces más profundas que podíamos sacar Para continuar rememorando a los profes… ¿recuerdan cuando llegó a clases Hugo Vera y se nos ocurrió saludarlo al estilo nazi? El reto duró más que un fin de semana sin plata. Puede ser que muchas no recuerden a Marisol Burgos, que estuvo con nosotras solo en 1º medio. Ella se destacaba por su “pechonalidad”. Un día el profe Hugo Vera se puso a entregar unas pruebas y cuando tenía que entregar la de Marisol dijo “Señorita Bustos”… se produjo carcajada general y el consiguiente bochorno del profe y de nuestra compañera.
Cuando estábamos en 1º medio, a Rina le dio con que quería ser como Sheena Easton y fue a una peluquería en busca del peinado ad-hoc. Lo único que consiguió fue parecerse más a una punk que a la cantante.
Los días miércoles eran algo especiales… en las mañanas varias aprovechaban se capear clases con la chiva de que iban a confesarse. Una tarde de miércoles en algún electivo aflojaron los partidores de los tubos fluorescentes, para que las enviaran a casa porque no se podía hacer clases sin luz. ¡Pobreciiiitas! Las pillaron igual
Una anécdota memorable fue cuando la Rosanna, aprovechando que Sor Nora no estaba en ese momento, anunció en la escala del patio de formación que salíamos a las 12:00 y mientras ella hablaba no se daba cuenta de que la monja estaba al lado. Por ahí se supo que algunas compañeras aprovechaban las clases con Osvaldo Gamín para escaparse al paradero de Surco… aunque hay que destacar que siempre volvían. ¡Éramos tan buenitas! Ahora recordaremos al padrino de nuestro curso, el Polo, que nos hacía escuchar conciertos de la Camelot o estar en la Coral Salesiana para tapizarnos con sietes.
Otra del Polo, es que en el ensayo de Licenciatura le dijo a las cantantes del Medley que representaría al curso: “Si se les olvida la letra… lloren” La Haydeé tuvo que recurrir a ese sabio consejo en algún momento de su canción.
Otra cosa digna de recordar, porque prácticamente no se ve, es el patio del colegio dibujado con tejos y el famoso elástico que nos ponía a prueba día a día. ¿Alguna se atrevería ahora a hacer alguna de esas piruetas y saltos?
No sería justo dejar fuera las imitaciones de Nany, sus bailes sincronizados al mejor estilo Jappening, junto a Rina; a Rossana haciendo aletear a la mascota del curso, el ilustre Messone.
En fin… estos no son los únicos recuerdos de las alumnas del Goretti, pero si los que se pueden contar. Seguramente traerlos a nuestra memoria provoca que muchos más afloren y nos deje una sonrisa (o carcajada) en los labios. Espero que hayan sido significativos y que nos motiven a seguir en contacto por muchos años más. Con cariño Mariposa
