RECORDANDO A MICHAEL JACKSON Muere el último Ícono de la música mundial, que puso a cantar y a bailar a todo un planeta rompiendo barreras sociales, raciales e idiomáticas, haciéndonos llorar, reír y sentir la piel erizada de tanta energía concentrada en un solo hombre. Hace mucho no sentía una tristeza colectiva así, de las que se sienten en el pecho y te dejan abrumado. Es un sentimiento de “shock” y de pérdida muy específico. Y sin opción alguna, esta pérdida te hace revivir momentos personales de vida que fueron acompañados por el “soundtrack” de su música y por las imágenes innovadoras de sus videos. Michael me marcó desde mi adolescencia, siendo simple una imparable y continua fuente de inspiración. Lo seguí muy de cerca, admirándolo como artista y más adelante, tuve la fortuna de conocerlo en un nivel personal más como el ser humano que fue. Pienso que Él y artistas como Los Beatles, Elvis y Frank Sinatra cambiaron el ritmo del planeta tanto musicalmente como culturalmente. Nos hizo bailar el paso lunar, aprendernos la coreografía completa de “Thriller”, soñar con un mundo mejor con “We are the World" e imaginar la vida como un cuento mágico donde todo es posible. De vez en vez, uno se topa de frente con seres extra talentosos, inmensamente sensibles y magnéticos como esta leyenda que jamás desaparecerá. Hoy más que nunca, sale a flote el amor y la admiración tan enorme de millones de seres que prefieren, como yo, celebrar al genio y legado artístico de uno de los más grandes que permanecerá aún cuando ya nosotros no estemos aquí. ¡¡¡Michael, desde ya te extrañamos!!! Una vela, una oración y tus canciones. Muchas bendiciones para sus padres, sus hijos y su familia.