Ramiro y el de los pies peludos. Escrito por: ERICA CORREA Para: Avanza Kids Un día un niño llamado Ramiro, caminaba por su barrio, notó que se habían mudado vecinos nuevos, trato de mirar y asomarse por la ventana pero no pudo ver nada a si que regreso al día siguiente, pero solo vio la luz prendida no se oía juegos, niños, ni perros. Así que luego de varios días comenzó a imaginarse si tal vez allí se había mudado un ser grande, con cara de enojado, gruñón, con dietes enormes amarillos, con peludos pies bastantes sucios, que odia a los niños, tal vez lo observaba mientras el jugaba en su vereda. Entonces tubo miedo y le contó a su Mamá, ella le dijo que para pensar de esa forma hay que conocer a la gente y no dejarse llevar por la imaginación. Fue así que su Mamá preparo un rico pastel y decidió ir con Ramiro a darle la bienvenida a ese nuevo vecino tan temido por el niño, el aun detrás de la falda de su Mamá tocaron el timbre... y se escuchaba que alguien caminaba arrastrando los pies.. y de repente la puerta se abrió ah que alivio era una hermosa y tierna ancianita que vivía solita y no caminaba muy bien a si que requete contenta esta abuelita recibió el pastel y tomaron un rico te y charlaron toda la tarde. Ramiro ya no tiene miedo y aprendió que para hablar de alguien hay que conocerlo primero. Muchas personas hablan de Dios pero no lo conocen nunca se tomaron el tiempo para compartir una charla con el. las personas tiene la imagen de Dios equivocada algunos piensan que esta sentado en una nube con un látigo dispuesto para castigarnos ante la primera falla , otros creen que es un anciano de barba blanca muy indiferente, otros creen que es solo una fuerza una energía flotando en el cielo. Pero la realidad es que es una persona que nos ama muchísimo nos perdona nos ayuda en todo y mando a su único hijo a morir en la cruz para que todos nosotros seamos limpios del pecado y estemos para siempre a su lado. FIN
TODAS LAS COSAS AYUDAN A UN BIEN Hace muchos años, un campesino volvía a su casa a caballo luego de haber estado varios días en una fiesta en París. Mientras hacía su camino revivía en su imaginación los agradables momentos que había disfrutado. También se imaginaba el gozo que iluminaría el rostro de su esposa y de sus hijos cuando vieran los regalos que les traía, los cuales venían envueltos dentro de una gran maleta. Apenas había visto que el cielo se oscurecía rápidamente. De pronto comenzó a llover, y el hombre se empapó hasta los huesos. Estaba encolerizado. ¿Por qué le sucedía esto justamente a él y en ese mismo momento? Mientras continuaba quejándose de su mala fortuna, desde unos arbustos de junto al camino saltó un ladrón con el revólver desenfundado. Pálido de terror, el campesino oyó el ¡click! del percutor cuando el bandido preparó el arma. Pero no hubo disparo. Algo sucedió. Sin perder un momento, nuestro hombre clavó las espuelas a su caballo y pronto estuvo fuera del alcance de su atacante. "¡Qué necio he sido" pensó. "Me quejé de que la lluvia estaba arruinando mi viaje a casa. Pero si la lluvia no hubiera humedecido la pólvora del arma del ladrón, yo habría sido muerto. Nunca hubiera llegado a casa para reunirme con mi familia". Cuán a menudo nuestros lamentos se tornarían en alabanzas si pudiéramos ver que alguna amarga vicisitud es realmente una bendición disfrazada. Cesarían nuestras murmuraciones tontas. Pero los que confían en Dios no deben preocuparse por los sinsabores que la vida le brinda. Su fe debe descansar en las promesas que Dios ha hecho para nosotros. Dios es lo suficientemente poderoso para convertir nuestros problemas y nuestras derrotas en las victorias más increíbles del mundo. Donde sólo vemos oscuridad, Dios ve el sol de mediodía. Todo lo que nos sucede ahora, es semilla del gozo eterno que tendremos en la nueva Jerusalén. Es cuestión de ser optimista y confiar que Dios hará tal como Él ha prometido y nos asegura que Él no nos va a fallar. Así lo hicieron todos los grandes hombres y mujeres de la Biblia, su secreto era esperar en Dios y Él mostraría su fortaleza en sus debilidades. Así resucitaron a los muertos, predicaron el evangelio, ganaron batallas y mucho más. Es asunto de fe y confiar que Él hará. 24 Me inclino reverentemente ante El Señor
M.E. Winston Pauta Avila
ESPERANDO LA AYUDA DE DIOS Hubo una inundacion muy grande en un pueblo pequeno. Todas las personas buscaron la manera de salvarse, pero un hombre se quedo solo en ese lugar, subio al techo de su casa y rezaba incansablemente pidiendo que Dios lo salvara. Este, confiaba plenamente en el Senor y estaba seguro que lo salvaria, de repente fue interrumpido por un hombre que pasaba en una balsa invitandolo a subir, sin embargo el hombre respondio "Dios me salvara" y lo dejo ir. Luego pasaron un hombre en un bote, luego una lancha y finalmente un helicoptero. A todos los rechazo diciendo: "Dios me salvara." Finalmente se ahogo y llego al cielo. Dios lo recibio a la entrada. El hombre, molesto, le dijo a Dios: "¿Por que no me salvaste si yo confiaba en ti?" Dios le respondio: "¿Y la balsa, el bote, la lancha y el helicoptero que te mande?
consigna
a) reflexionar sobre los tres cuentos y escribir un breve comentario