Prosa-verso

  • May 2020
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  • Words: 1,443
  • Pages: 8
Título: La historia de Abril Pseudónimo: Julieta Categoría: Primer ciclo Modalidad: Prosa LA HISTORIA DE ABRIL

Soy Abril, una niña de 6 años que vive en un pequeño pueblo de un lugar del mundo que nadie sabe donde esta, en mi pueblo solo hay 8 personas. Mis abuelos paternos, Maruja y Juanito, mis abuelos maternos, Lola y Pedro, mi padre Santiago, mi madre Mercedes y mi hermana mayor África. Tengo varias teorías para explicar esto, una es : Hace mucho, mucho tiempo había un plebeyo que se enamoró de la princesa de su reino, la mujer mas hermosa del universo pero su padre, el rey Federico no quería que su hija se casara con un plebeyo que no tenia dinero ni para comprar una barra de pan. Entonces el plebeyo fue al palacio y decidió plantarle cara : Majestad si me dieseis una oportunidad le demostraría que soy digno de vuestra hija, y para demostrarlo encontraré un reino que nadie ha visto antes, y solo para ella. Dijo el plebeyo arrodillado y suplicándole al rey. Estáis loco, pero si tanto lo deseáis iros, nadie os lo impedirá, haremos un trato, si

vos conseguís ese reino antes de que haya luna llena, mi hija es toda vuestra y a demás haré que os cubran de oro pero si fracasáis mandaré que os corten la cabeza. Dijo el rey con tono de burla. Esta bien, pero con una condición tendréis que darme un barco y tripulación. Por supuesto. Al día siguiente el plebeyo se fue al puerto, subió al barco y desapareció en el horizonte, desde ese momento nadie mas volvió a verlo. Así que una explicación totalmente lógica para que en este pueblo solo este mi familia es que el plebeyo encontró el reino pero no estaba deshabitado había una casa y en la casa había una mujer, entonces el plebeyo la conoció, se enamoraron y estas son las raíces de mi familia. Pero claro, os preguntareis, de donde salió esa mujer y esta es su historia: En los tiempos mas temibles, una noche fría y lluviosa aparecieron unos piratas, el capitán era muy guapo, tenía el pelo oscuro, los ojos mas negros que se hayan visto en la historia del hombre y además era muy musculoso. Llevaba un gran sombrero negro con una calavera y una gran pluma roja, tenia una camisa blanca, y llevaba unos pantalones marrones con un cinturón del que colgaban

todo tipo de armas, se decía que cuando era niño todo el mundo se reía de el porque era huérfano y por eso con los años se fue volviendo mas y mas malvado hasta convertirse en el pirata mas cruel y sanguinario del mundo. Detrás de él iban 16 o 17 piratas, se bajaron de las barcas y empezaron a robar, y a matar, el capitán, en cambio se dirigió a una casa, allí estaba ella, la mujer de la historia anterior, la cogió como a un saco de patatas y se la llevó al barco, hizo una señal y todos los piratas le siguieron. En el barco la pobre chica dijo: ¿Que quieres de mi?, no tengo dinero, solo soy una pastora de ovejas No quiero dinero solo quiero tener a alguien que me quiera, desde que nací he estado solo, mis padres murieron cuando yo tenia 2 años, y desde ese momento todo el mundo se ríe de mi, por eso me hice pirata, para ser respetado… -Dijo el capitán con una lágrima en el ojo Esta bien, me quedare, pero tendréis que tratarme como a una reina. El capitán y la chica navegaron juntos 3 años por todos los mares y océanos de la tierra, hasta encontrar ese reino, entonces el pirata les dijo a la tripulación que se

retiraba de la piratería para vivir junto a esa chica que tantos años había buscado, pero la tripulación no estaba de acuerdo, así que mataron a su capitán y abandonaron a la chica en esa isla porque estaba embarazada. Otra historia completamente distinta es que mi familia vivía tranquilamente en algún lugar pero unos extraterrestre nos trajeron aquí para crear un nuevo mundo pero eso ya sería demasiado, ¿no crees? No se , lo que pudo pasar, le preguntare a la abuela Lola, que seguro que lo sabe. Abuela, abuela ¿me puedes explicar la historia del pueblo? Claro, tu abuelo estaba arto de la ciudad, por ello decidimos irnos, y encontramos esta isla, aquí estaban tus otros abuelos, nos hicimos muy amigos después nacieron tus padres y por eso solo estamos nosotros.

Un mal día, nada más

Has llegado a un estado de escepticismo hacia todo el mundo que notas como las mentiras te abrasan la piel, cual flechas incendiarias contra una fortaleza. Estas cansado de tanta ignorancia, de tanta hipocresía, de las persona que se creen el tejido universal y no pasan de fibra. Sientes que el mundo se derrumba, que la gente no piensa, que parece autómata, y que la humanidad se autodestruye por mayoría absoluta. Caminas, pero no sabes dónde. Estás en la calle. Las personas que hay a tu alrededor no te prestan la menor atención porque tienen cosas más importantes que hacer que mirar a un extraño, un perfecto desconocido. Alguien, no sabes quién, te pregunta si estás bien y tu le vociferas que no es cosa suya, ¿Por qué le he hablado así, si solo intentaba ser amable? Te paras y miras al cielo, hacía tiempo que no lo veías de esta forma, encapotado, en una atmósfera tan densa que se podría cortar con un cuchillo. Y es que, la bóveda celeste se enfada, proclamando su discordia con truenos y relámpagos, asustando a los de abajo, creyéndose importante. “la tormenta se acerca”, piensas, mirando los destellos celestes. Continúas caminado, y sientes una gota en tu cabeza, y otra, y después otra más. El clima se traspasa a tu estado de ánimo, antes sentías irritación al estar con otras personas, ahora te sientes triste de que no estén contigo, ¿qué paradoja, no? Un trueno, como redobles, te avisa que la función ha comenzado. Una cortina de agua te cae encima, y ves a aquellas personas extrañas como corren a resguardarse del aguacero. A ti no te importa, sigues caminando tranquilamente. Parece que nunca acaba y te comienzas a cansar de ello, a cansarte de estar triste, porque como el tiempo, eso tampoco lo puedes controlar aunque así lo creas. Harto de esa desesperación e impotencia te cae una lágrima que se revuelve con las gotas de lluvia. Como por arte de magia la cortina de agua se aligera y sientes una liberación y un cosquilleo que va desde tu estómago hasta la punta de los dedos de los pies. El firmamento se asusta, ahora, después de manifestar su rabia con truenos, e intenta escabullirse tan pronto como puede. Mientras se aleja, tú te sientes mejor, y entre los nubarrones que se disuelven, un rayo de sol incide sobre ti, secando tu lágrima, haciéndote olvidar todo lo ocurrido, el astro se asoma con todo su esplendor y elegancia habituales, y tu, agradecido, sigues caminando de la nada a la

nada viviendo la vida y afirmándote a ti mismo que una tormenta no te va a detener.

THAIS TRASMONTÁN (3ºA)

Pesadilla Me despierto en mitad de la noche, con urgencia de ir al baño. Salgo del dormitorio. Camino hacia el cuarto de baño cuando, entre la inmensa oscuridad de la casa percibo algo. Algo que me observa. Voy corriendo por el pasillo. Algo me persigue. Siento un par de ojos siniestros. Puedo oler el acero de su cuchilla. El pasillo está invadido de puertas cerradas. Al final del pasillo hay una ventana y detrás, la noche. Negrísima. La Luna está llena. Redondísima. Ilumina poco, pero ilumina. Los ojos me persiguen. Sé que están atados eternamente al pasillo. Si logro saltar por la ventana, estoy salvada. Pero la ventana sigue lejos. Cruzo puertas... más puertas... más puertas. El cuchillo me va a alcanzar la espalda y voy a ver la punta asomándose por el pecho.

La ventana estará pronto teñida de carmín, y voy a morir mirándola, pensando que lo que podría haber sido mi salvación será, en cambio, mi tumba. Pero lo hice... estoy saltando, dejando atrás la ventana. Los brazos me cubren la cara. Los ojos se pierden en la oscuridad. Quedaron eternamente atrapados en el pasillo oscuro. Y yo voy cayendo. El pasillo queda alto. Los cristales reflejan la luz lunar y se confunden con gotas de rocío cayendo. Gotas de rocío que se clavan en mí. Caigo al suelo. Debería estar muerta, pero no... estoy en mi cama.

Pseudónimo: MV Bachillerato