A todos los adolescentes argentinos: “Romper esquemas de los que siempre callan, gritar aunque sea una sola verdad.” Las Pastillas del Abuelo. Los medios de comunicación sólo posan sus micrófonos y cámaras en nosotros cuando nos tomamos un tiempo de diversión, fundamental para cualquier ser humano que desea distenderse; pero nunca nos han dado el derecho a réplica ni la posibilidad de mostrar que también podemos tomarnos las cosas seriamente, que de hecho lo hacemos y podemos expresarnos con conocimientos y opiniones bien fundadas acerca de la realidad de nuestro país, de nuestra sociedad, de historia, de música, de danza, de literatura, de filosofía y de cualquier otro tema que sea propuesto. Somos adolescentes, estamos viviendo una etapa de fuertes cambios, de transformación, de formación, y precisamente eso nos lleva a plantearnos miles de interrogantes; porque además de buscar descubrirnos, buscamos descubrir el mundo en que vivimos, buscamos entender a nuestros semejantes para poder integrarnos sanamente y por nuestra propia cuenta, ya sin nuestros padres detrás para guiarnos. Si queremos cambiar esta realidad, si queremos que dejen de vernos como simples desinteresados de todo, excepto las fiestas y el alcohol, tenemos que comenzar a cambiar; tenemos que demostrarles que sí podemos pensar, que sí podemos expresarnos correctamente acerca de cualquier tema que sea propuesto, con conocimientos y convicciones firmes y bien fundadas. Somos gente pensante, que se consterna y angustia ante el contenido de un diario, ante las imágenes de un noticiero, frente a lo que observamos diariamente en las calles, donde nos tenemos que enfrentar y aprender a convivir con realidades muy diversas y difíciles. Nosotros, como todos dicen, somos el futuro del país, pero también queremos ser el presente. Para eso, necesitamos que los adultos nos orienten y, principalmente, que confíen en nosotros y nos den la oportunidad que reclamamos, sin prejuzgarnos por nuestra edad o por lo que hagamos los sábados a la noche, porque somos muchísimo más que todo eso. Y realmente el futuro para nosotros puede y debe empezar hoy. Seremos todos diferentes, nos tocará vivir realidades distintas, tendremos ideologías y convicciones contrapuestas, nos costará expresarnos o nos expresaremos en demasía, pero todos tenemos tres cosas en común: somos adolescentes, vivimos en Argentina y no somos lo que muchos quieren hacer creer. Por nuestra dignidad e integridad, porque nos reconozcan como seres pensantes... ¡a ponerse las pilas y demostrar lo que somos capaces de hacer! O lo que podemos ser, si nos ayudan. Los invito, entonces, a participar de los distintos espacios que ofrece el Primer Congreso Nacional Juvenil de Filosofía, a realizarse en el mes de Octubre. ¡Muchas Gracias!