Poema[1]

Las historias mas comunes aparecen cuando el sol aparece. Las estrellas miran otro cielo y las lágrimas decaen cada vez que no te encuentro. Si supieras respirar y soltar una mirada tibia frente a mi, yo simplemente sería feliz, si miras mis ojos y dices lo que estoy pensando, podré besarte y sentirme como una sirena nadando en el océano. Lo que siempre he desea es tenerte todos los días acompañando mis canciones y alentando mis atardeceres, cuando la noche quiere llegar y no me queda mas remedio que dejarla entrar. Si supieras lo que pienso, ya estarías de regreso, pero lo que yo quiero es verte feliz y mirar por la ventana sabiendo que todo es perfecto; yo se que los errores no se pierden en las disculpas, yo se que nadie es perfecto. Pero el camino de la vida siempre llega hasta la cima aunque uno no siempre aprende a ser como es y a mirar su alrededor como nadie lo ve. Las historias nunca tienen fin, siempre alguien las recordará. Las estrellas son tuyas si mis lágrimas decaen por ti.