PLEGARIA ¡Madre! engo de un mundo perfecto, llamado voluntad de Dios, que me anidó en tu dulce vientre, donde recibí alimento, protección y ternura. Quiero que al nacer me acaricies desnudo sobre tu pecho, para sentir la tersura de tu pie, el aroma de tu amor y un mañana feliz. Cuando el rocío de tu cariño bese la aurora de mi vida, dependeré de ti por haberte convertido en un ser maravilloso. Entonces quiero estar juntico a ti, para que me prodigues amor, calor, caricias y abrigo como lo hacías antes de nacer. Recibí toda la bondad del mundo cuando me nutriste con tus elementos vitales, ahora quiero hacerlo con tu leche que es la continuidad de tanta belleza. Mi cuerpo es frágil, mi cerebro inmaduro, ambos necesitan de los componentes insustituibles de tu leche, no me prives de ella. Por favor no me den nada artificial que atente contra mi salud y futuro. Dios alimentó a su pueblo con MANA, la leche materna puede alimentar la humanidad entera, por eso la llamaría "MANA DE MAMA". Si me das leche materna, amor y familia unida, Dios te otorgará bendición y, la humanidad estará eternamente agradecida por seguir los mandatos de la naturaleza. Si no me amamantas dejas inconclusa la sinfonía más maravillosa del universo, como es un nuevo ser. No hagas de mi vida un carnaval con la máscara artificial del biberón. ¡POR TODO MUCHAS GRACIAS! BEBE Alvaro Enrique León Lara
mamantar es dar y recibir, es compartir calor humano, es oportunidad de contacto, es expresión de cuidado y ternura, es ocasión para enseñar paciencia, para sentir asombro...
En fin, es encuentro que reafirma a la mujer y permite un decolage seguro del niño en la vida!