La alcachofa Planta herbácea, de tallo alto y estriado, hojas lobadas y espinosas con la cara superior de color verde oscuro y el envés blanquecino. Los tallos terminan en grandes cabezuelas carnosas compuestas de brácteas que constituyen la alcachofa que se consume como alimento. Las flores son azuladas y vistosas. El fruto es un aquenio ovalado. Con fines medicinales se recogen las raíces y las hojas. Contienen taninos, mucílagos, cinarina, inulina, vitaminas A, B y C y flavonas y glucósidos de luteolina. La infusión tiene propiedades estimulantes del apetito, es colagoga y tiene propiedades hipoglucemiantes. La alcachofa ha demostrado una acción anticolesterolémica, reduciendo la síntesis de colesterol en el hígado y mobilizando las grasas del hígado y del tejido adiposo. También reduce los niveles elevados de triglicéridos. El extracto de las hojas de alcachofa reduce los síntomas del síndrome del colon irritable y de la dispepsia. Su acción colerética se atribuye a la cinarina. Es especialmente útil en el caso de congestión o hígado perezoso, ictericia y mala digestión de las grasas. Al estimular la secreción biliar, actúa también sobre los estados de estreñimiento, ya que la bilis permite activar los movimientos intestinales, contribuyendo a favorecer la eliminación de las materias fecales. La hoja de la alcachofa contiene además esteroles, magnesio, potasio... compuestos que actúan en sinergia con la cinarina. Por ello, conviene utilizar el polvo criomolido, el único que garantiza la integridad de todos sus componentes.
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Aloe La alcachofa es popular por el sabor entre amargo y dulzón que es atribuído a la cinarina y a la cinaropicrina, forma Planta originaria del Africa central de la familia de las liláceas con una roseta de hojas grasas, largas y con espinas del que surge un tallo rematado por largas inflorescencias cilíndricas de color rosado. Con fines medicinales se utilizan las hojas que al cortarlas, exudan un líquido acuoso, de sabor muy amargo llamado acíbar, que se recoge en recipientes adecuados y se condensa evorando el agua al baño maría. Después de retirar la espuma, queda un sólido entre amarillo o rojo pardo que se utilizará posteriormente para la preparación de fármacos. Contiene aloína, resinas y principios amargos. El alóe es un purgante muy enérgico cuya acción se manifiesta sobre todo en el recto, por lo que no se debe utilizar en pacientes con hemorroides. Tampoco conviene su administración a mujeres embarazadas. Entra a formar parte de preparados (gotas, supositorios, tabletas, etc) laxantes. Así, algunas formulaciones populares en su día fueron: Pildoras de Holloway: alóe, 4 g.; ruibarbo de China, 12 g; Pimienta: 0.5 g; Azafrán: 0.2 g y Sulfato sódico: 0.2 g. (para 160 píldoras conteniendo 25 mg de alóe/pildora) Píldoras de Anderson: alóe: 20 g; goma guta: 20 g; aceite volátil de anís: 2 g; miel: c.s. (para 250 píldoras conteniendo 80 mg de alóe/píldora) El alóe es un ingrediente fundamental en los preparados dermatológicos y cosméticos, siendo un agente emoliente e hidratante. También se le atribuyen propiedades cicatrizantes y ha sido utilizado con un cierto éxito en el tratamiento del herpes genital
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