Alemania, Francia e Inglaterra se declararon en bancarrota tras la Segunda Guerra Mundial.
Francia e Inglaterra tuvieron que renunciar a sus colonias (como India o Argelia).
Lograron además incrementar su poderío industrial y convirtiéndose así en potencias mundiales.
EEUU y la URSS se vieron beneficiados ya que no sufrieron estragos financieros o daños en infraestructura.
Esto daría inicio a la denominada Guerra Fría, donde estas dos naciones competirían por décadas.