¿Cómo es un acumulador hidráulico? Un elemento muy común en cualquier instalación industrial en dónde haya una cierta cantidad de equipos hidráulicos es el acumulador hidráulico. Es un elemento importante que debemos incluir en las listas de equipos a comprobar periódicamente. Podemos tener problemas de velocidades de trabajo, de paradas de secuencia o de vibraciones por oscilaciones de presión simplemente por tener un acumulador hidráulico en mal estado. Un acumulador hidráulico es simplemente un recipiente a presión diseñado para aguantar la presión máxima del sistema y pensado para acumular energía en forma de volumen de aceite que podemos utilizar en un momento determinado. Este volumen de aceite extra lo conseguimos comprimiendo un gas introducido en el acumulador, son los llamados acumuladores hidroneumáticos. Nos ocuparemos de ellos por ser los más utilizados en la industria.
Acumulador hidráulico en desalambradora de balas Las funciones del acumulador son principalmente:
almacenamiento de energía accionamiento de emergencia compensación de fugas de aceite compensación de volumen absorción de golpes amortiguación de pulsaciones de presión Interiormente, el acumulador lleva una parte llena del fluido hidráulico conectada al circuito y otra parte llena con el gas a comprimir, generalmente nitrógeno. Ambas partes necesitan estar separadas por un medio elástico, o bien una membrana o bien una vejiga. Cuando la presión del circuito supera la presión del nitrógeno, el aceite comienza a acumularse comprimiendo el gas, si la presión del circuito disminuye, el volumen de aceite acumulado en el recipiente es devuelto al mismo gracias a la expansión del nitrógeno.
Funcionamiento de un acumulador hidráulico Atendiendo a la forma constructiva del acumulador podemos clasificarlos:
acumulador de vejiga acumulador de membrana acumulador de embolo
Acumulador de vejiga en armario hidráulico Los más habituales en una fábrica de papel son los dos primeros. Generalmente, a la hora de repararlos nos centraremos en los acumuladores de vejiga. Sobre ellos podemos efectuar el cambio de la misma, no es complicado y podemos hacerlo en un breve espacio de tiempo. En cambio, los acumuladores de membrana utilizados en instalaciones papeleras, por su tamaño, no suelen repararse si no que tenemos que cambiarlos por uno nuevo dada su forma constructiva no desmontable. En ocasiones tendremos aplicaciones en las que el volumen acumulado tiene que ser grande (acumuladores de embolo de cierto tamaño), en estos casos se suelen usar botellas de nitrógeno adicionales conectadas entre sí formando una batería. También suele usarse este método cuando, entre la presión máxima y mínima del sistema no suele haber una variación muy notable, en este caso el volumen acumulado puede no ser suficiente si no conectamos botellas adicionales.
Acumuladores de émbolo con botellas de gas conectadas Para comprobar el estado de un acumulador debemos centrarnos en la presión de nitrógeno que tenemos en su interior. Con la instalación parada o el acumulador aislado y descargado hidráulicamente, es decir, con el gas totalmente expandido, conectaremos el equipo de medida adecuado, generalmente el mismo que utilizamos a la hora de efectuar el llenado del gas. Si encontramos la presión baja habrá que rellenar con nitrógeno, si esta presión medida es cero tendremos que pensar en cambiar primero la válvula de llenado (por si estuviera deteriorada), que es lo mas fácil y rápido, el acumulador entero si es pequeño (y, por supuesto, si no es desmontable) o la vejiga (si es de vejiga).