El nous penetra algunas cosas y otras no, ANAXÁGOR AS CONCIBE EL NOUS COMO IRIGEN DEL UNIVERSO
llama a encontrar las cosas cotidianas de lo que ocurre en el mundo
hizo formar parte de su explicación de la realidad al concepto de nous, inteligencia.
¿Cómo se produce esa agregación y esa separación de las semillas? Aquí hace intervenir Anaxágoras un elemento novedoso en la especulación filosófica: el Nous o inteligencia. El movimiento de las partículas o semillas estaría sometido a la inteligencia; sin embargo, el papel de la inteligencia queda reducido al de causa inicial del movimiento que, una vez producido, sigue actuando por sí mismo sometido a causas exclusivamente mecánicas. Las partículas son sometidas por el Nous a un movimiento de torbellino que será la causa de la constitución de todas las cosas tal como nosotros los conocemos. Este Nous, Mente o inteligencia, es concebido por Anaxágoras como algo infinito y autónomo, y separado de la semillas y de todas las demás cosas que existen, llamándole "la más fina y pura de todas las cosas, poseedor de todo el saber sobre cualquier asunto y del mayor poder". También le concibe como ocupando un espacio, por lo que parece que Anaxágoras mantiene una concepción material del Nous o Mente, formado de la materia más pura y más sutil, pero lejos todavía de una concepción inmaterial o incorpórea del ser.
ANAXÁGORAS
Se enfrenta al problema de explicar el cambio Admite la permanen cia del ser
Pero este no puede generarse ni corromperse
LA CUESTIÓN FUNDAMENTAL DE LA FILOSOFÍA PRESOCRÁTICA la interrogación por el ser permanente con vistas a la explicación de lo que acontece y cambia, es resuelta por Anaxágoras no mediante la suposición de un principio único ni mediante la afirmación de que sólo el ser es, al modo de Parménides, sino por la hipótesis de un número infinito de elementos, de gérmenes o semillas, que se diferencian entre sí cualitativamente, que poseen propiedades irreductibles y por cuya mezcla y combinación nacen las cosas visibles. Confusión, separación y mezcla son lo que determina la formación de las cosas sobre la base de estas semillas a las cuales llamó Aristóteles homeomerías. Estas semillas estaban en un principio confundidas y sin orden; estaban "todas juntas" en un primitivo caos que sólo ha podido ser ordenado por el espíritu, la inteligencia y la mente. La masa originaria de las homeomerías fue sometida a un torbellino impulsado por el espíritu, por "la más fina y pura de todas las cosas".
El Nous es así el principio del orden, pero también el principio de animación y de individuación de las cosas que constituyen el orden armónico del universo. Mas el Nous produce el orden no de un modo previsto desde siempre, no como un destino, sino como una fuerza mecánica, que se desarrolla a partir de su propio centro, esto es, del centro de su movimiento en torbellino. El Nous es, por lo tanto, principio del movimiento, pero de un movimiento que se extiende casi ciegamente, porque es animación más bien que cumplimiento de una necesaria justicia. La percepción de las cosas tiene lugar, según Anaxágoras, mediante la sensación de las diferencias entre nuestros sentidos y los objetos externos. Las cosas son percibidas por sus contrarios; si hay una imposibilidad de captar la realidad en sus partes mínimas, ello es debido únicamente a la insuficiencia de los órganos sensoriales que, por otro lado, reflejan con toda exactitud lo que se pone en contacto con ellos.
FRASES CÉLEBRES Si me engañas una vez, tuya es la culpa; si me engañas dos, es mía. Todas las cosas participan de todo, mientras que la inteligencia es infinita y se gobierna a sí misma y no está mezclada con nada. La inteligencia es lo más puro de todas las cosas. Tiene un conocimiento total de cada cosa y es la máxima fuerza. La inteligencia conoce todas las cosas y ordenó todas las cosas que van a ser y las que fueron y las que son ahora y las que no son. El hombre es inteligente porque tiene manos. El espíritu gobierna el universo. La ciencia daña tanto a los que no saben servirse de ella, cuanto es útil a los demás.