Cultura Sexualidad y Género. Reflexión sobre la película París en llamas. Orozco Toledo José Roberto En la película “París en llamas” podemos vislumbrar como el drag o la cultura subversiva del género constituye la forma en que los géneros son apropiados, teatralizados, usados y hechos; esto implica que todo género es un tipo de suplantación y aproximación. En otras palabras, en este caso las drags demuestran que el género no es natural o fijo, sino más bien un performance o performativo. Retomando a Bulter en el Género en Disputa, lleva esta idea un paso más allá, y argumenta que si esto es cierto, entonces no hay un género original o primario que el drag imite, sino que el género es un tipo de imitación para el cual no hay original, es decir no existe un género natural, auténtico o verdadero, sino que el género en sí mismo es solo una copia de una copia. Las presentaciones de género solo tienen significado a través de esta repetición. Por ejemplo, nuestra comprensión de la masculinidad y feminidad es solo inteligible porque se ha repetido una y otra vez, no hay masculinidad o feminidad original o natural para presentar.
El análisis de Butler sobre género, cuando se usa para analizar la película de París en llamas, muestra las formas en que las normas de género establecidas pueden ser subvertidas. El Drag demuestra la manera en que se puede jugar y manipular el género, así como las formas en que se puede cambiar el género. El género, como el drag, es una performance. De la misma manera que los miembros de cada casa actúan, cada uno de nosotros hacemos nuestros propios géneros todos los días.
En la película París en llamas también podemos hablar sobre la cuestión del parentesco no-heternormativo, en parte la película muestra que el parentesco no está condicionado consaguinidad y la heterosexualidad sino que es toda forma de amor y cuidado que las personas se dedican de modo relativamente continuado.