Para implorar la salud. Padre nuestro, que estás en los cielos, al igual que el sol que ilumina la tierra y le da calor y vida; él nos recuerda tu amor. Porque en tí es en que vivimos, nos movemos, existimos. De la misma manera que has estado muchas veces a la hora de la dificultad en el pasado, continúa bendiciéndonos ahora con tu ayuda. Mira Señor, lo que se está haciendo en provecho (de ........). Guía con sabiduría al médico y a todos los que cuidan de sus necesidades. Préstales tu fuerza curativa para que le sean devueltas la salud y la fortaleza. Te doy gracias por tu generoso y solícito cuidado. Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Quiero ser bueno (a nombre personal de ......) No me entiendo, muchas veces me siento desorientado porque siento dentro de mí cosas muy contrarias. Quiero el bien con toda mi alma joven; me gusta la virtud porque es hermosa y limpia; porque es fuerte, robusta, sincera; porque mi alma la desea... . Se me pega lo malo como costra sucia encima de una herida, como algo inmundo que me mancha. No quiero lo malo, lo detesto. Pero me siento como impregnado del polvo del camino. No quiero lo malo y muchas veces hago lo que no quiero. Me siento triste, Como una rosa marchita y deshojada, como la tierra que pisotean mis pies. Me siento lleno de esa viscosidad pegajosa que deja el pecado en mi alma. Yo quiero ser bueno y fuerte y valiente contra las tentaciones; Pero me siento como un perro apaleado por pensamientos que me atormentan, por imaginaciones que se pegan a mi cabeza como moscas. Tú sabes que quiero ser bueno; ayúdame. Sólo tu Hijo, mi Señor puede librarme de mí mismo. De estas telas de araña que me atrapan. Que no caiga en la tentación. Amén.
Señor Jesucristo, redentor de los hombres, que en tu pasión quisiste soportar nuestros sufrimientos y aguantar nuestros dolores; te pedimos por (.........) que está enfermo. Tú que lo has redimido, aviva en él la esperanza de su salvación y conforta su cuerpo y su alma. Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.