MECHANICVS/ATOMICVS/ANATOMICVS
La contemporaneidad nos salta encima con todas sus alimañas virtuales, con todo el atractivo que ofrece lo cyber, nos acecha con la artillería del consumo y sus ataques son prácticamente ineludibles. Ante un auténtico bombardeo mediático y la constante necesidad de sufragar múltiples necesidades (en realidad algunas nada básicas), llegamos a la bifurcación donde uno de los posibles caminos se encuentra prácticamente cerrado o simplemente somos muy cobardes, hemos sido cegados y tememos tomarlo (ese viejo miedo a lo -ahoradesconocido). ¿Qué estamos dejando atrás y hacia donde nos encaminamos? ¿Qué entra en el olvido y qué abrazamos y convertimos en parte de nosotros? ¡Que miedo da ahora ser sincero y decir lo que siento! ¡Que miedo abrazar a alguien simplemente porque me dio la gana! ¡Que miedo sentir el contacto, esa práctica arcaica, el calor, la emoción! Pero… ¡Que fácil hablarle a la máquina, esa que no discute (por ahora), esa a quien le digo que hacer y no refunfuña de mala gana, simplemente obedece! El cajero automático, la dispensadora de alimentos, el automóvil y, aún más, la computadora, esa no tan nueva amiga por medio de la cual me comunico con otro ser solitario al lado opuesto del planeta, a quien engaño diciéndole mentiras acerca de quien soy para que se convierta en mi nuevo mejor amigo o, tal vez, algo más. Los fríos mecanismos a los que hoy entregamos la vida y toda nuestra humanidad dejan en el olvido la posibilidad de ser felices con el detalle, con la contemplación de lo macro a través de la óptica de lo micro, con la posibilidad de pasear por un paisaje atómico-anatómico y sonreír, sensibilizarse, vivir realmente olvidando todo eso que supuestamente debo hacer para “ser alguien”, perderse en la belleza de un bosque, escuchar la lluvia, cerrar los ojos en medio del silencio… ¡Que miedo da ahora buscar alegrías en algo más que el televisor gigante de plasma, el carrazo último modelo o la billetera a reventar! (Que miedo hacerlo, aún si es por un solo día). Al final todos buscamos una sola cosa en común que de niños venía hacia nosotros naturalmente pero cuya simple obtención parecemos haber olvidado: la felicidad.
Pablo Murillo 2008
ACANTILADO GONALÓGICO
MECHANICVS I
CAÑÓN TENDONAL
MECHANICVS II
CORDILLERA VERTEBRAL
MECHANICVS III
DUNA ABDOMINAL
MECHANICVS IV
FALLA FALANGIANO-NASAL
MECHANICVS V
GRUTA POPLÍTEA
MECHANICVS VI
KÁRSTICA PODOLÓGICA
MECHANICVS VII
MESETA MENISCAL
MECHANICVS VIII
SIERRA FEMORAL
MECHANICVS IX
Agradecimientos: Fiamma Aleotti Sol Acuña
© Pablo Murillo www.pablomurillo.com 2008