GEOMORFOLOGIA DEL ESTADO DE JALISCO PROYECTO ”ORDENAMIENTO ECOLOGICO DEL ESTADO”
LAS ESTRUCTURAS DEL RELIEVE DEL ESTADO DE JALISCO Dr. Rosier Omar Barrera Rdz. y Dr. Fernando Zaragoza Vargas
INTRODUCCION El término estructura, además del significado propio, tiene múltiples acepciones en cada una de las disciplinas de la ciencia. En geología, por ejemplo, señala accidentes geológicos como fallas, fracturas y pliegues; en arquitectura indica los elementos rígidos de un edificio que sostienen las partes complementarias. En geomorfología su significado se asemeja al arquitectónico, por cuanto la estructura del relieve expresa el esqueleto o el armazón del relieve. En esta rama de la geografía el término estructura implica la composición litológica y la evolución geológica de la cual resulta la disposición de las rocas. La Geomorfología como parte de la Geografía se encarga del estudio de las formas del relieve y de su evolución. En esta breve definición se presentan dos términos responsables de la dualidad aparente de esta disciplina: formas y relieve. Las formas son consecuencia de los procesos externos morfoclimáticos y el relieve es resultado de procesos internos geológicos. De allí la estrecha relación entre geología y geomorfología. Por otra parte conviene destacar que la geomorfología se dedica entonces al análisis de las estructuras del relieve y de las formas impresas por los agentes morfoclimáticos. Esta circunstancia obliga al geomorfólogo al empleo de tres lenguajes distintos a saber: un lenguaje topográfico para señalar los accidentes de la superficie terrestre(ejemplo: cerro o loma), un lenguaje geológico para expresar las estructuras resultantes de los procesos internos (ejemplo: cuerpo intrusivo) y un lenguaje geomorfológico para manifestar el modelado del relieve como producto del intemperismo (ejemplo: cerro testigo, inselberg). Hechas estas breves aclaraciones, el propósito de este trabajo es presentar los tipos de estructuras del relieve del estado de Jalisco y las características fundamentales de cada una de ellas, con el fin de establecer una tipología y una denominación adecuada conforme a los principios fundamentales de la geomorfología La herramienta básica de este trabajo ha sido la imagen vía satélite a partir de la cual se realizó el análisis topográfico y geológico del territorio del Estado, con la ayuda de las cartas topográficas y geológicas escala 1:50,000 y 1250,000 del INEGI.
Por razones de escala el análisis geomorfológico se limitó a individualizar y tipificar las estructuras del relieve del Estado de Jalisco representables en un mapa a escala 1:250,000 o bien a escala 1:500.000. El análisis geomorfológico propiamente dicho, es decir, el análisis morfoclimático y la tipificación de las formas resultantes necesita de una cartografía escala 1:10,000 ó 1:20:000 lo cual no se ajusta a las necesidades del proyecto. El trabajo correspondiente a los Sistemas de Información Geográfica, análisis y procesamiento de la imagen de satélite, así como la cartografía estuvo a cargo del Dr. Fernando Zaragoza Vargas. II.-CARACTERES GENERALES DEL ESTADO DE JALISCO El estado de Jalisco se encuentra en el occidente de México por lo que puede considerarse como la puerta del Pacífico con respecto a las comunicaciones del centro de la República Mexicana con el oeste y noroeste del país y con los países de la Cuenca del Pacífico. Limita al N con los estados de Aguas Calientes, Zacatecas, Durango y Nayarit; al S con los estados de Colima y Michoacán; al E con San Luis Potosí, Guanajuato y Michoacán y al W con el océano Pacífico. Jalisco se extiende desde los 18º 55’06’’ hasta los 22º46’24’’ de latitud N y desde los101º30’54’’ hasta los 105º41’20’’ de longitud W ; es decir que su eje longitudinal tiene una distancia de 428 km. y su eje transversal de 464 km. aproximadamente. De acuerdo a su posición geográfica astronómica el Estado se encuentra inmerso en la zona tropical del hemisferio N del planeta, sobre el margen oriental del océano Pacífico y a una distancia del Golfo de México de 780 km. y de las influencias del Atlántico. Uno de los principales atributos naturales del Estado lo constituye el hecho de ser una zona de traslapamiento de tres grandes provincias fisiográficas del territorio mexicano; Jalisco es la zona de contacto entre la Sierra Madre Occidental y el Sistema Neovolcánico o Eje Neovolcánico, entre la Sierra Madre Occidental y la Sierra Madre del Sur y entre esta última y el Sistema Neovolcánico. De allí la gran variedad de aspectos litológicos, geológicos y morfológicos que presenta el territorio jalisciense así como gran variedad de paisajes naturales. El relieve de Jalisco se caracteriza por el predominio de las montañas y la ausencia total de extensas llanuras. Desde el punto de vista de las estructuras del relieve en Jalisco predomina el estilo tectónico de “relieve de bloques”, en contraposición al estado de Michoacán donde sobresale el relieve volcánico joven sin grandes alteraciones tectónicas. El N del Estado es el dominio de los grandes bloques del “plateau riolítico” de la Sierra Madre Occidental, dispuestos longitudinalmente y separados por profundos valles de vertientes abruptas. El S es la región de los macizos plutónicos que forman la estructura de la Sierra Madre del Sur.
El W también es la región de los macizos plutónicos cuyos bloques conforman el sistema de la Sierra de Cacoma y de Perote, pero a diferencia de la anterior se desarrolla aquí un extenso piedemonte cuando la montaña no se aproxima al litoral del Pacífico. El E es el dominio de los altiplanos formados por las mesetas de los bloques elevados del “plateau riolítico” y de las llanuras aluviales formadas a expensas de la cuenca sedimentaria del río Verde. Finalmente el centro del Estado es una región de compartimentos, de alternancia montañas volcánicas o bloques de montañas y de valles o llanos de poca extensión como los de Atemajac, deTesistán y de AmecaCocula. El graben de Chapala, ocupado parcialmente por el lago más extenso de México, forma también relieves planos que se prolongan en el vecino estado de Michoacán. La heterogeneidad del relieve permite prever una gran variedad de climas; sin embargo, a juzgar por las características de la Circulación Atmosférica General y por las condiciones de las formaciones fitogeográficas que son la expresión cabal de los tipos de climas, éstos aparentan una cierta homogeneidad regional y una marcada estratificación climática, en función de la distribución de las precipitaciones, de SSW a NNE. Durante el verano y gran parte del año Jalisco sufre la influencia de las masas de aire provenientes del anticiclón del Atlántico (Anticiclón de las Bermudas) que son las responsables del régimen térmico y de una proporción relativa de las precipitaciones, estas masas de aire se manifiestan como vientos del E y del SE. También dejan sentir una marcada influencia los vientos los vientos ciclónicos del Pacífico los cuales penetran en Jalisco como vientos del SW y son los causantes de la mayoría de las precipitaciones de verano en el Estado. Durante el invierno influyen en el Jalisco las masas de aire provenientes de las altas presiones de la zona templada y polar provocando las bajas temperaturas y las lluvias frontales. Así mismo se manifiestan excepcionalmente las masas de aire del NW provenientes de las depresiones del N del Pacífico, causantes de lluvias frontales y bajas temperaturas. La corriente de altura del Jet Stream tiene que ver con el comportamiento de estas masas de aire frío del N. La orientación de las estructuras del relieve con respecto a la trayectoria de las masas determina las características de los climas regionales y locales. En Jalisco predominan los climas tropicales, dada la influencia de los vientos alisios y de los vientos ciclónicos y el régimen de precipitaciones de verano. El W y el S de Jalisco presentan un clima tropical húmedo con mas 1000 mm de precipitaciones anuales; el centro tiene un clima tropical semihúmedo con lluvias de 900 a 800 mm anuales y el N y NE un clima tropical semiseco con precipitaciones de 700 a 500 mm. La variaciones térmicas guardan estrecha relación con el relieve y la altura sobre el nivel del mar en función de las advenciones de las masas de aire tropical y de la zona templada.
La distribución de las aguas en el territorio mexicano se encuentra en relación inversa a la de la población y a las zonas agropecuarias económicamente más importantes. En efecto, mientras que la mitad S del país posee más del 70% de los recursos hídricos, alberga menos del 30% de la población y de las actividades agropecuarias. En la mitad N, en cambio, se encuentra menos del 30% de los recursos hídricos y alberga a más del 70% de la población y de las actividades agropecuarias y económicas en general. El estado de Jalisco por su situación y posición en el territorio nacional y en la zona tropical, presenta afortunadamente una distribución más equitativa de sus recursos hídricos con relación a la distribución de la población y de las zonas agropecuarias económicamente importantes. En efecto cuatro cuencas hidrográficas relativamente extensas abarcan gran parte de la superficie estatal. 1) La cuenca del sistema Lerma-Santiago ocupa en el sector E y N del Estado una extensión de 84,559 km2 incluyendo a los Estados vecinos. El río Verde cuya superficie pluvial se encuentra en el NE del estado de Jalisco se une al río Grande de Santiago frente a la ciudad de Guadalajara tiene una extensión de 20,502 km2. Otro de los tributarios importantes del Santiago en territorio jalisciense es el río Bolaños cuya superficie pluvial es de 14,755 km2. 2) El río Ameca tiene una cuenca de 12,220 km2 aproximadamente, nace en la Sierra de La Primavera, al SW de Guadalajara para desembocar en el extremo NW de Jalisco (Bahía Banderas) Una parte de su cuenca se desarrolla en territorio de Nayarit (3,259 km2). 3) La tercera cuenca importante en extensión corresponde al río Armería que nace de la confluencia de los ríos Ayuquila y Tuscacuexco. A pocos kilómetros de su nacimiento penetra en territorio del Estado de Colima en tramo comprendido entre el cerro Grande y el Nevado de Colima. 4) La cuarta cuenca corresponde al río Tepalcatepec, tributario del río Balsas, la cual se extiende en el sector SE del Estado en los municipios de Quitupan, Valle de Juárez, Manuel M Dieguez y Jilotlán de los Dolores. 5) Entre la cuencas de los ríos Ameca y el Armería, sobre la vertiente occidental del sistema de la Sierra de Cacoma y entre ésta y la costa se encuentran varias cuencas fluviales paralelas que desembocan directamente en el océano Pacífico. Se trata de los ríos Cuale, Bocas del Tomatlán, María García, Tomatlán, San Nicolás, Cuitzmala, Purificación y Cihuatlán. 6) Finalmente en el S de Jalisco, partir de la Sierra del Tigre, se desarrolla la cuenca del río Naranjo, que después de recorrer de N a S la fosa de Colima se une al río Coahuayana que sirve de límite entre Jalisco y Michoacán y entre Colima y Michoacán.
Los regímenes fluviales del Estado de Jalisco son el fiel reflejo de los regímenes pluviales, de la distribución de las precipitaciones y de las condiciones geográficas. Las relaciones entre estos elementos del espacio geográfico se expresan en los coeficientes e índices de escurrimientos cuyos valores son representativos de los regímenes fluviales tropicales. Es decir que los caudales y volúmenes de los ríos de Jalisco dependen de las precipitaciones, de modo que los máximos caudales se registran en verano y los mínimos en invierno. Clima, relieve y litología se conjugan para dar lugar a una variedad de suelos cuya distribución se resume en consideración a las formas del relieve o las unidades geomorfológicas. Los litosoles predominan en las vertientes de la montaña, en cambio los regosoles se distribuyen sobre las planicies de piedemonte, principalmente de las montañas graníticas el W. En los llanos y valles del centro del Estado se desarrollan los andosoles y fluvisoles. En el E sobre los llanos de la fosa de Chapala predominan los gleysoles y los suelos hidromorfos Los suelos limo-arcillosos ácidos se distribuyen en la cuenca del río Verde, al NE del Estado. En algunas zonas deprimidas como en los lagos de Sayula, San Marcos, Zacoalcos y Atotonilco aparecen suelos salinos. En las altiplanicies, mesetas, y sobre algunos niveles pedemontanos y terrazas fluviales aparecen relictos de suelos ferruginosos, tales como los suelos rojos de Arandas. La cubierta vegetal en el medio tropical, mejor que en cualquier otra zona del planeta, refleja las relaciones entre el clima, el relieve y el suelo. Así pues en las zonas montañosas se presenta un perfil tipo de la distribución de las formaciones vegetales. El bosque espinoso y el matorral xerófilo se extienden en las zonas bajas y planas ; el bosque tropical caducifolio pertenece a las zonas bajas de las vertientes de las montañas ; por encima de éste el bosque de encinos y en las partes más altas el bosque de pinos. En las montañas más húmedas, al bosque de encinos le sucede en altura el bosque mesófilo de montaña y el bosque de pinos y abetos. En las zonas de mayor precipitación y humedad de la costa del Pacífico se desarrolla la selva tropical subcaducifolia y la selva baja caducifolia que se asemeja al bosque tropical caducifolio del interior del Estado. II. LAS ESTRUCTURAS DEL RELIEVE 1.- Montañas graníticas: Se consideran en este trabajo montañas graníticas aquellos cordones montañosos y macizos formados por cuerpos intrusivos de rocas macrocristalinas ácidas y mesosilícicas, es decir, granitos, granodioritas y sienitas. Por lo general estas rocas plutónicas están acompañadas por metamorfitas jurásicas, formadas a expensas de sedimentos del Mesozoico Medio marino y continental, por sedimentos marinos diagenizados del Mesozoico Superior (Cretácico) y por rocas volcánicas del Terciario Inferior y Medio (Andesitas, ignimbritas, riolitas y tobas
andesíticas y riolíticas. A pesar de ello, el cuerpo principal de cada unidad topográfica (cerro o cordón montañoso) está constituido por plutones intrusivos correspondientes a Cretácico Superior y al Terciario Inferior. Las montañas graníticas se ubican en sector occidental del Estado de Jalisco y pertenecen a la gran unidad fisiográfica del territorio mexicano de la Sierra Madre del Sur. En esta unidad se encuentran los siguientes cordones montañosos: Sierra de San Sebastián, Sierra del Cuale, Sierra de Los Reyes, Sierra de Jolapa, Sierra de Mascota, Sierra de Cabo Corrientes, Sierra de Cacoma, Sierra del Tuito, Sierra de Perote y Sierra de Manantlán. 2.- Planicie pedemontana granítica: Los cauces de las montañas graníticas que presentan sus vertientes hacia la costa del Pacífico, es decir hacia el W, han elaborado durante el Terciario Superior y el Pleistoceno Inferior y Medio, una extensa planicie de erosión o Planicie pedemontana, a expensas de los bloques graníticos adosados a la montaña, los cuales acompañaron a ésta durante los movimientos de ascenso del Plioceno Superior. Estos bloques graníticos son contemporáneos de los plutones que forman las montañas graníticas. En la actualidad esta planicie pedemontana presenta dos aspectos muy diferentes, el sector N, expone varios niveles de erosión y se extiende desde las márgenes del río Tomatlán hasta el río Purificación; el sector S no ha sufrido la misma evolución que el anterior y solamente manifiesta el aspecto de montaña, la cual representa el nivel de erosión o pedimento más antiguo, en general se identifica a este sector pedemontano con la sierra de Perote. 3.- Montañas graníticas mixtas: Se trata de montañas graníticas en las cuales la proporción de rocas sedimentarias marinas mesozoicas y de rocas volcánicas del Cenozoico es mayor que la de las rocas plutónicas, de modo que el cuerpo intrusivo representa una escasa porción de la montaña. Se consideran montañas graníticas mixtas a la sierra de Ameca, sierra de Guachinango, sierra de Guamúchil - San Marcos , Sector NE de la sierra de Perote y sierra de Manantlán. 4,. Cuencas sedimentarias: Como su nombre lo indica constituyen en su mayoría depresiones tectónicas que han servido de nivel de base de la red de drenaje local en un momento de su evolución geológica. Se excluyen en esta categoría las cuencas sedimentarias antiguas, anteriores al Cenozoico, que han sufrido procesos tectogenéticos para formar montañas de plegamiento o de bloques. También se excluyen en esta categoría, por razones de escala, a
las pequeñas cuencas sedimentarias poco profundas formadas por sedimentos cuaternarios que según la terminología aplicada por el INEGI han merecido el nombre de suelos residuales. Otra de las cuencas sedimentarias de mayor desarrollo y extensión en Jalisco es la del río Verde, en el E del Estado. Se ha formado por los aportes sedimentarios de una extensa red de drenaje a partir del Plioceno y ha funcionado como tal hasta la actualidad. La cuenca sedimentaria de Chapala es la más extensa del Estado y del W de México. Se extiende desde el borde de la meseta de Arandas, hasta el borde de la Sierra de la Difunta y de la meseta del Volantín – Sahuayo. La parte más profunda de la cuenca está ocupada por el Lago Chapala. Hacia el SE del lago la cuenca se extiende hacia río Duero, en terreno de Michoacán. La importancia geológica de esta unidad estructural radica en sus sedimentos lacustres correspondientes al Plioceno Superior y Pleistoceno. La cuenca del río Verde se desarrolla en el E del Estado sobre una superficie de 11,669 km2 aproximadamente. Se extiende entre la Sierra de Nochiztlán y la meseta de San Julián. Otra de las cuencas sedimentarias extensas del Estado se encuentra entre la Sierra de la Primavera, la sierra de Ahuisculco, el volcán de Tequila, la Sierra de Ameca y la Sierra de Quila. Es conocida como la cuenca de Tala-Ameca. Hacia el N se extiende la cuenca de Magdalena, sede de la laguna del mismo nombre y la cuenca de EtzatlánSan Marcos, entre la sierra de Ameca y la de San Marcos. Hacia el S se abre una extensa llanura sedimentaria entre las serranías del borde SW de la Sierra de Tapalpa y la sierra de Ahuisculco, es la llanura de Cocula y de San Martín Hidalgo. 5.- Montañas de plegamiento de rocas sedimentarias marinas: Durante el Mesozoico Medio y Superior casi todo el territorio mexicano estuvo invadido por el geosinclinal marino con excepción de los terrenos elevados de las montañas antiguas (paleozoicas y permotriásicas). Los sedimentos acumulados en este geosinclinal fueron plegados por la orogenia Laramídica o Larámica y formaron las montañas de la Sierra Madre Oriental y una gran profusión de montañas de plegamiento en el W de México. En Jalisco las montañas de plegamiento de sedimentos marinos están formadas por calizas, lutitas y areniscas calcáreas de edad Cretácica. Los estratos principales de estos sedimentos constituyen la Formación Morelos a la cual se relacionan la mayoría de las calizas. En general se identifica a estos sedimentos como calizas cretácicas aunque no todas son exactamente sedimentos con elevado contenido de calcita y y carbonato de calcio. Se considera montañas de plegamiento a la Sierra del Tigre que en realidad es un complejo montañoso que comprende varios cordones ubicados entre el valle de Zapotlán y el alto valle del Tepalcatepec, al N y NW del macizo granítico de Manuel M. Dieguez. También forman
montañas de plegamiento varios cordones que se ubican entre la Sierra de Tapalpa y la Sierra de Cacoma y Manantlán conocidos como Sierra de Amula. 6.- Volcanes y conos cineríticos básicos (basálticos): Se han agrupado en esta unidad a volcanes y conos cineríticos básicos formados en el Plioceno Superior y Pleistoceno la mayoría de los cuales forma estructuras aisladas y se sobreponen, como todos los relieves volcánicos, a estructuras antiguas del Terciario Medio, es decir a estructuras riolíticas (plateau). El basalto y las tobas básicas son las rocas que forman estas estructuras. Corresponden a esta unidad el complejo volcánico de Tequila y pequeños aparatos volcánicos y conos que se ubican al S y E de la llanura de Toluquilla y sobre el plateau riolítico de los Altos de Jalisco, en el altiplano de Tepatitlán, de San Julián y de Arandas (ejemplo Cerro Gordo). 7.- Serranías volcánicas piroclásticas básicas; Pertenecen a esta unidad el conjunto de cerros volcánicos lávicos y piroclásticos que se ubican entre la Sierra de la Primavera y la Sierra de Tapalpa y entre la sierra de Ahuisculco y la sierra de La Difunta. Al S y SW de la sierra de Ahuisculco esta unidad entra en contacto con la sierra de Tapalpa y la llanura de Cocula - San Martín Hidalgo. También pertenece a esta unidad la serranía de Sayula y de Usmajac que se interponen entre la cuenca de Sayula y la de Zapotlán y entre la Sierra del Tigre y la de Tapalpa. Al E y NE del macizo granítico de Manuel M. Dieguez en los límites con el territorio de Michoacán se encuentran cerros volcánicos piroclásticos que se extienden hacia el E . 8.- Montaña volcánica ácida moderna: Se considera representativa de esta unidad a la Sierra de la Primavera ubicada al NW de la ciudad de Guadalajara, se trata de un complejo volcánico que representa el relieve montañoso más joven de Jalisco. Abarca una superficie aproximada de 300 km2 en el sector S del municipio de Zapopan.
Esta montaña volcánica moderna está formada por lavas y tobas ácidas correspondientes a las efusiones más recientes que dieron comienzo hace 120,000 años (Pleistoceno Superior) y finalizaron en los años 30,000 a 20,000 A. C. (Holoceno). Las sucesivas etapas desarrolladas durante este lapso dieron lugar a la formación de alineamientos de domos volcánicos constituidos por materiales piroclásticos con predominio de tobas, brechas vítreas y obsidianas, de aparatos volcánicos que afloran en una extensa caldera (cerros Alto y Nejahuete) y arcos volcánicos que rodean el complejo extrusivo como el del cerro del Pinar, La Venta, La Lobera y otros. Esta estructura montañosa representa un elemento ecológico de alto valor como regulador del medio ambiente del la Zona Metropolitana de Guadalajara debido principalmente a su topografía y extensión y la cubierta vegetal formada por bosque de pino - encino. 9.- Relieves mesetiformes basálticos: Corresponde a esta unidad la planicie basáltica que se ha formado por las erupciones del Volcán Tequila. Los derrames lávicos de rocas basálticas, acaecidos durante el Plioceno Superior y Pleistoceno, se han depositado sobre la planicie del plateau riolítico del terciario Medio conservando el relieve de la antigua meseta. Esta planicie se extiende en semicírculo desde el cerro Tequila hacia el N, hasta la garganta del río Grande de Santiago que la separa de los bloques elevados del plateau pertenecientes a la Sierra Madre Occidental. Se incluyen en esta unidad las mesas basálticas de Los Altos de Jalisco, que se ubican tanto en la cuenca sedimentaria del río Verde como sobre el plateau riolítico. Son estructuras menores que se han formado por derrames de lavas Cuaternarias ya sea a partir de fisuras de la corteza terrestre o bien a partir de aparatos volcánicos las cuales han sufrido procesos de disección de tal modo que aparecen aisladas y desvinculadas del cuerpo volcánico que las originó. Los ejemplos característicos de estas estructuras se presentan en la Mesa Redonda y Mesa Larga, al E de San Juan de Los Lagos. 10.- Bloques del plateau volcánico: Las estructuras geológicas, así como el relieve regional del W de México y en particular de este sector de la Sierra Madre Occidental, son la expresión más significativa de los movimientos de la corteza terrestre a la luz de la teoría de la Tectónica de Placas. En efecto, los grandes bloques del relieve, es decir, las unidades morfológicas, corresponden a los accidentes geofísicos. La disposición de las estructuras del relieve y de la morfogénesis es consecuencia directa de la amplitud de los movimientos asociados a la compresión y a la subducción de las placas tectónicas a partir del Terciario Medio-Superior y de los cambios climáticos que éstos provocan.
En el primer caso la dinámica cortical correspondiente a la fase postorogénica larámica, es responsable de la formación de grandes fosas tectónicas longitudinales a través de las cuales se produce, durante el Terciario Inferior-Medio, la mayor manifestación volcánica y acumulación de lavas del territorio mexicano. Estas dan lugar a la formación de montañas volcánicas y del plateau riolítico que constituye la estructura fundamental del relieve de la Sierra Madre Occidental. En el segundo caso, la presencia de montañas y plateau forman quizás la primer barrera orográfica paleoclimática responsable de los contrastes entre el cinturón costero del Pacífico y el interior del territorio mexicano. La desaparición de la placa de Rivera y la reactivación de los movimientos compresivos son los responsables del fracturamiento de montañas y plateau riolítico. Esta fase tectónica correspondiente al Mioceno-Plioceno ( ?) conduce a la formación grandes bloques longitudinales y de fosas tectónicas como las sierras de los huicholes y las fosas de Bolaños y Jesús María. Es probable que durante este lapso se hayan producido también fracturas transversales que dividen al plateau en los tres sectores a los que se ha hecho mención, entre los ríos El Fuerte y Baluarte. Importantes fracturas y fallas normales regionales, en el área de estudio, señalan la presencia de un relieve estructural formado a expensas de una tectónica de bloques orientados de Noroeste a Sudeste. El sistema de fallas normales que afectó a los grandes depósitos volcánicos ácidos del Terciario Medio parece haberse producido durante el Plioceno Inferior ; La cual dio lugar a la formación de los bloques longitudinales y las respectivas fosas tectónicas. El dislocamiento de estas morfoestructuras regionales se habría producido durante el período tectónico correspondiente al Plio-Pleistoceno habría dado lugar a la formación de las actuales estructuras del relieve local o de las morfoestructuras locales. A este período también corresponde la reactivación y formación de fallas transversales, responsables de las diferencias locales de estas morfoestructuras. De tal manera el esquema estructural se presenta en la disposición de los siguientes bloques : n Bloque de la Sierra de Santa Bárbara y de la Sierra Los Huicholes(Oeste) n Bloque de la Sierra de Tlacuache y de mesas del Centro Norte. n Bloque de la Sierra Pajaritos n Bloque de la Sierra de los Huicholes(Este) n Bloque del Trapiche n Bloque de Pinabete n Bloque de Monte Escobedo n Bloque de Morones Las fosas tectónicas longitudinales y las fracturas transversales han permitido la formación de un dispositivo de escalonamiento que se repite en las vertientes correspondientes a los abruptos de falla, lo cual acentúa
aún más la disimetría de las vertientes de los bloques y de las fosas tectónicas ocupadas por los valles longitudinales. A estas estructuras de la Sierra Madre Occidental debe agregarse las que corresponden al plateau riolítico que forman los relieves mesetiformes de los Altos de Jalisco en el E del Estado: Bloque de San Julián y Bloque de Arandas. 11.- Montaña de bloques basálticos: La composición predominante de estas estructuras está dada por los basaltos correspondientes al Plioceno Superior y Pleistoceno; es decir que se trata de erupciones modernas que han formado espesos mantos de lava y aparatos volcánicos. La tectónica de finales del Plioceno y del Pleistoceno Medio se encargó de fracturar a estos espesos mantos de lava que se han comportado, frente a los movimientos corticales, como bloques rígidos elevándose diferencialmente. De allí que generalmente estos bloques presentan vertientes asimétricas. Es el caso de la sierra de Nochiztlán que está limitada hacia el SE por un abrupto de falla pronunciado en tanto que, hacia el NW, la vertiente desciende en forma escalonada hacia el valle del río Calvillo. El bloque de la sierra de Los Guajolotes al NE de la ciudad de Guadalajara y al N de Ixtlahuacán de los Membrillos cuyo abrupto mira hacia el W, e frente al desfiladero del río Grande de Santiago en tanto que, hacia el E, sus vertientes descienden a través de una superficie pedemontana, a la planicie del arroyo Achichilco, Este tipo de relieve volcánico predomina en el centro del Estado, al N y S del Lago de Chapala: es el caso de los bloques de San Sebastián y Cajititlán, la sierra de Madroño, sierra de la Difunta, sierra de Atoyac y las montañas y serranías que se disponen entre la sierra de Tapalpa y la de Cacoma. Es evidente que estos bloques basculados merced a los movimientos que han sufrido, han adoptado una estructura distinta a la volcánica original para dar lugar a un nuevo estilo estructural que hemos definido como “bloques volcánicos” o “montañas volcánicas de bloque”. 12.- Montaña mixta de bloques: Se asemejan a las estructuras anteriores por el predominio en superficie de basaltos, pero también existen entre sus componentes rocas volcánicas ácidas de la serie riolítica del Mioceno, rocas intrusivas y sedimentarias marinas del Mesozoico Superior: como ejemplos se encuentra la sierra del Tecuán o del Travesaño, la sierra de Madroño, la Sierra de Tapalpa, sierra de Ameca y sierra de Nochiztlán 13.- Planicie pedemontana piroclástica. Corresponde a esta unidad la planicie pedemontana que se desarrolla al S de la Sierra de la Primavera. Las rocas que la forman
pertenecen a las tobas de la formación Tala que se extienden en menor superficie hacia el NW de esta montaña moderna. Los amplios depósitos de estas tobas han sido disectados por la erosión en el Holoceno de modo que presenta las características de un piedemonte sedimentario. 14.- Montañas riolíticas: Las rocas ácidas de estas montañas corresponden a volcanes y cuerpos efusivos formados entre el Oligoceno Superior y Mioceno Superior. El ejemplo típico de esta unidad lo constituye la sierra de Tesistán ubicada en el NW de Guadalajara.También pertenece a esta unidad el extremo occidental de la sierra de Los Huicholes. 15.- Volcán riolítico: El único ejemplo de aparato volcánico aislado, antiguo, por consiguiente riolítico, correspondiente al Terciario Medio, es el cerro de Magdalena, ubicado al NW del cerro Tequila que contrariamente pertenece al vulcanismo básico moderno del Plioceno Superior. El cerro La Col de la sierra de Tesistán es del mismo periodo efusivo de este volcán. 16.- Llanura aluvial litoral: Las llanuras de acumulación corresponden a las superficies planas que se desarrollan en la desembocadura de los cauces principales de la costa de Jalisco, como la llanura del río San Nicolás, la llanura comprendida entre La Fortuna y Chamela, la del río Cuitzmala y, más al sur, la del río Purificación. Estas llanuras costeras están compuestas por sedimentos fluviales, conglomerados, limos y arcillas, de edad Cuaternaria y Reciente. 17.- Llanuras y serranías de calizas y toba: Se han agrupado en esta entidad las serranías y llanos que se ubican entre la sierra de Tapalpa y la Sierra de Manantlán, al N de Cerro Grande. Las calizas corresponden al Cretácico Superior en el cual dieron lugar a la gran cuenca sedimentaria mesozoica. Forman estructuras de plegamiento de reducida extensión. Las tobas corresponden a erupciones del complejo del Nevado de Colima. La disección producida por la erosión cuaternaria forma con estos materiales relieves de “bad lands”. 18 .- Montaña dacítica: El único ejemplo de montaña formada casi íntegramente por lavas dacíticas es la sierra de la Media Luna ubicada al N del complejo del Nevado de Colima. Sirve de límite occidental al valle de Zapotlán.
19 .- Macizo antiguo de la Mesa Central: Pertenece a esta gran provincia fisiográfica del Territorio Mexicano el NE del Estado, en los límites con Aguas Calientes y San Luis Potosi . Hemos conservado este nombre para todos los relieves mesetiformes elevados por encima de los 2,200 y 2,400 m s n m que forman parte de la Mesa Central y se hallan separados de los relieves más bajos del borde occidental por un extenso piedemonte que se confunde en partes con la serranía del Cordón del Cerro Verde y con la cuenca sedimentaria del río Verde. Litológicamente estos relieves están compuestos por rocas ígneas extrusivas ácidas (ignmbritas, riolítas y dacitas) posiblemente de edad Terciario Medio (Mioceno) y de lavas básicas (basaltos) de edad pliopleistocena. Las primeras reposan sobre un plateau más antiguo permotriásico (?) compuesto por rocas plutónicas y metamórficas que afloran en las montañas que hemos denominado como Bloques Marginales de la Mesa Central (sierra de San Isidro y sierra de Cuatralba). Indudablemente que el tectonismo también afectó a esta unidad geológica separándola en bloques diferencialmente elevados; así, la Mesa del Toro se encuentra a 2,500 m, la Mesa de Chinampas a 2,400 m, la Mesa de los Hoyos a 2,320 m s n m. III.- LOS PAISAJES NATURALES El Estado de Jalisco es un intrincado mosaico de paisajes naturales en virtud de las cualidades físicas que se han trazado muy someramente, de las cuales el relieve y la cubierta vegetal constituyen los elementos fundamentales que permiten caracterizar cada paisaje o cada sistema de paisajes. No obstante es imposible dejar de considerar a la actividad de la sociedad jalisciense que ha sabido plasmar en el medio su impronta cultural en la trama de los elementos del paisaje para darle a cada porción del territorio de Jalisco su particularidad. 1.- EL SECTOR SEPTENTRIONAL: El N del Estado, dominio de la Sierra Madre Occidental y del clima tropical semiseco, es la zona de paisajes de montañas, altiplanicies, mesetas y mesas elevadas (1,900 a 2,400 m snm) cubiertas de bosques de pinos y encinos, separadas por profundos y amplios valles longitudinales cubiertos por el matorral xerófilo y el bosque espinos de mezquites y huizaches. Las instalaciones humanas se distribuyen preferentemente en estos profundos valles bañados por ríos de respetable caudal, de modo que la principal actividad agropecuaria se concentran en estos valles (p.e. San Martín de Bolaños); en tanto que las zonas elevadas y planas de difícil acceso son sede de comunidades indígenas, en donde la actividad agropecuaria es extensiva y rudimentaria.
Estructuras del relieve: • Bloques del Plateau Volcánico • Cuencas sedimentarias • Montañas Riolíticas 2.- EL SECTOR ORIENTAL: El NE, señalado generalmente como Los Altos de Jalisco, es el dominio de la Mesa Central, de la cuenca sedimentaria del río Verde y de los bloques elevados del “plateau riolítico” que conforman la meseta de Arandas y de San Julián; es el dominio del clima tropical subhúmedo y semiseco y por lo tanto del bosque de encinos y de pinos (ya casi desaparecidos), del bosque espinoso y del matorral xerófilo. Aparecen en este sector del Estado tres paisajes diferenciados, más bien por el relieve y las formas de explotación agropecuaria que por otros atributos naturales. En efecto, en el extremo NE, colindante con los estados de San Luis Potosí, Zacatecas y Guanajuato, se presenta un paisaje de planicies, de mesas elevadas y de pastizales dedicados a la actividad ganadera y a una agricultura complementaria subordinada a la ganadería con escasos recursos hídricos. La mitad N y NW de Los Altos geomorfológicamente es el dominio de las planicies formadas a expensas de la cuenca sedimentaria del río Aguas Calientes, río Belén o río Verde. Esta cuenca limita al NW con la sierra de Nochistlán, al S y SE con el Altiplano de Tepatitlán y la meseta de San Julián. En esta zona el paisaje se caracteriza por los relieves planos, tabulares, fosilizados por coladas de basaltos geológicamente modernos y disecados por la erosión fluvial cuaternaria. Se presenta una sucesión de valles poco profundos y amplios relieves planos de terrazas y mesas. La Agricultura se practica en los valles y la ganadería extensiva en las planicies y llanuras de relativa extensión. En la mitad oriental de esta cuenca, en las inmediaciones de Lagos de Moreno y de la confluencia del río Lagos con el Belén (San Gaspar de los Reyes) los materiales litológicos de la cuenca presentan espesores considerables de sedimentos fluviolacustres calcáreos, regosoles, suelos halófilos y concreciones silíceas (tepetate) que limitan la agricultura y los campos de agostadero. El sector E y SE de Los Altos es el dominio de los relieves tabulares elevados, formados sobre bloques del “plateau riolítico”, se trata de la altiplanicie de Tepatitlán (1,900 m snm, las mesetas de San Julián y Arandas, separadas por el valle del arroyo Jalpa y cuya altura es de 2,000 a 2,200 m. Es la zona ganadera por excelencia de Los Altos donde el relieve plano y ondulado junto con el clima de mayores amplitudes térmicas y de mayor humedad, han permitido el desarrollo de suelos fértiles y de pastizales que han reemplazado a los bosques de pino y encino. Estructuras del relieve: • Bloques del Plateau Riolítico
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Montaña de Bloques Basálticos Relieves mesetifirmes Basálticos Montaña Mixta de Bloques Relieves mesetiformes basálticos Volcanes y conos cineríticos básicos Cuencas sedimentarias
3.- EL SECTOR CENTRAL: La región central del Estado es el dominio de los compartimentos geográficos donde alternan montañas y bloques de montañas volcánicas de materiales básicos o ferromagnésicos (en contraste con el plateau riolítico, ácido), de valles y llanos de escasa extensión y de amplias depresiones o fosas tectónicas ocupadas por lagos y lagunas (p.e. Chapala, Sayula, San Marcos, Atotonilco, etc.). Es la región que reúne la mayor parte de los asentamientos humanos y de la actividad agropecuaria del Estado. Se trata de los llanos de Tala - Ameca - Cocula, de la planicie de Tesistán, de los llanos de Atemajac (mal llamado valle de Atemajac), de los Llanos de Toluquilla, de los llanos de Chapala y La Barca, de las depresiones de Zacoalco y Sayula y del valle de Zapotlán. En esta región se instala la Zona Metropolitana de Guadalajara que alberga más del 60% de la población de Jalisco. Estructuras del relieve: • Volcanes y conos cineríticos básicos(basálticos) • Serranías volcánicas piroclásticas • Montaña volcánica moderna ácida • Bloques del plateau volcánicos • Montañas de bloques basálticos • Planicie pedemontana piroclástica • Montaña riolítica 4.- EL SECTOR MERIDIONAL: El sector S del Estado se caracteriza por la presencia de dos tipos de paisajes cuyas morfologías están impresas por el relieve, el clima y la cubierta vegetal. Es el sector donde se perfila un mayor determinismo geográfico sobre los asentamientos humanos y las actividades rurales. Por un lado el SE corresponde a la cuenca hidrográfica del río Tepalcatepec y al sistema montañoso de la Sierra Madre del Sur: Sierra del Tigre, Sierra del Lalo y Sierra de Jilotlán. Es el dominio de las tierras bajas, tierras calientes y del bosque tropical caducifolio que alterna con los bosques de pinos de las montañas. Escasos asentamientos humanos y precaria actividad económica rural son las consecuencias del aislamientos debido a la escasa fluidez del medio físico para las comunicaciones. Están son más frecuentes y ágiles cuando se dirigen al vecino estado Michoacán que le brinda mayores ofertas y posibilidades de integración.
Por otro lado, el segundo tipo de paisaje que se vislumbra en el SE, es el que corresponde al dominio de la “fosa de Colima” ubicada entre la Sierra del Lalo en E. y la de Manantlán - Cerro Grande, al W. El Llano Grande que se extiende al W del Nevado de Colima y muy vinculado a la literatura jalisciense, no parece haber cambiado mucho después de las descripciones de Juan Rulfo, es el dominio de la selva baja caducifolia que compite con una rudimentaria ganadería extensiva y una agricultura de temporal precaria. Inmediatamente al S el Llano Grande se transforma en el amplio valle del río Naranjo formado a expensas de los derrames piroclásticos del Nevado y Volcán Colima. Mayor humedad y mayor desarrollo de los andosoles en las terrazas fluviales y llanos de tobas y de los fluvisoles en la vertiente de la Sierra del Lalo, permiten el incremento de la agricultura y de la ganadería, siempre gracias al sacrificio del bosque que jamás ha conocido la reforestación. Relieves estructurales: • Montañas graníticas • Montañas de plegamiento de sedimentos marinos • Serranías pirocláticas básicas • Montaña mixta de bloques • Llanuras y serranías de calizas y tobas • Montaña dacítica 5.- EL SECTOR OCCIDENTAL: El W del Estado, comúnmente señalado como la región de la costa, comprende tres tipos de paisajes: la montaña que corresponde a la Sierra Madre del Sur, representada por el sistema de la Sierra de Cacoma y de Perote, el extenso piedemonte de la montaña que se extiende hasta el litoral del Pacífico y la costa propiamente dicha. Las Estructuras del relieve que dominan este sector son las siguientes: • Cuencas Sedimentarias • Llanura aluvial Litoral En primer lugar el paisaje de la montaña, que se eleva por encima de 2,500 m snm y hasta los 2,700 m, ofrece un medio húmedo y boscoso donde alternan la selva tropical subcaducifolia en las zonas bajas, el bosque encinos en las vertientes intermedias y el bosque de pinos en las zonas altas. Los valles de Talpa y de Mascota, entre 1,800 y 1,900 m dispuestos longitudinalmente entre los cordones montañosos de la Sierra de Cacoma, son sede de antiguos asentamientos humanos hoy dedicados a la explotación forestal, a la ganadería y a la agricultura. Más al S, el Valle de Autlán - El Grullo en la vertiente oriental de la mencionada sierra, constituye una zona agrícola importante para la economía del Estado, por la siembra del tomate de exportación ; así como el valle de La Huerta, entre la sierra de Cacoma y de Perote, es otro de los valles intermontanos de importante actividad agropecuaria, aunque más bajo que los anteriores con respecto al nivel del mar (400 m). Este último valle difiere de los
anteriores por su vocación agrícola netamente tropical, como la manifiestan sus huertos de mangos, papayas y tamarindos. La Sierra del Cuale, al E de Puerto Vallarta, la Sierra del Tuito y la Perote, más al S, se extiende hasta la costa brindando un paisaje de mar y montaña de gran potencial turístico. Las estructuras del relieve: • Montañas Graníticas • Montañas Graníticas Mixtas El segundo tipo de paisaje de la región de la costa lo constituye el piedemonte de la Sierra de Cacoma que se extiende des la vertiente oriental de ésta hasta el litoral marítimo y comprende los municipios de Tomatlán y de La Huerta. Esta superficie pedemontana está formada por planicies escalonadas en tres niveles que descienden desde los 500 m hasta el litoral y se han elaborado a partir de los bloques graníticos bajos pertenecientes al sistemas de macizos plutónicos de la Sierra Madre del Sur. Estas planicies bajas, disectadas y escalonadas presentan un clima más seco que el de la montaña que se aproxima a la costa y que la vertiente de la Sierra de Cacoma, razón por la cual se ha desarrollado la selva baja caducifolia y el bosque tropical caducifolio, donde tradicionalmente se explota una ganadería extensiva tropical, a la cual se trata de convertir en agricultura bajo riego, a pesar de las limitaciones edafológicas, impuestas por la presencia de suelos arenosos, espesos y permeables. La Estructura del relieve es la • Planicie Pedemontana Granítica Finalmente el tercer tipo, es el paisaje de la costa o del litoral el cual se caracteriza por la alternancia de costas bajas y de costas de acantilados. Las primeras se corresponden con las llanuras fluviales elaboradas por los ríos Ameca, María García, Tomatlán, San Nicolás, Cuitzmala, Purificación y Cihuatlán, las cuales han dado lugar a la formación de amplias bahías limitadas por puntas o cabos de acantilados. Las costas de acantilados corresponden a las áreas montañosas que se extienden hasta el mar y albergan, contrariamente, pequeñas y pintorescas bahías. El paisaje de la costa es el mayor motivo de atracción turística del Estado, cuya potencialidad aún no ha sido suficientemente evaluada. Sin embargo, el desarrollo de centros de fama internacional como Puerto Vallarta y otros de menor envergadura, así como nuevas vías de comunicación a lo largo del litoral han lograr plasmar un paisaje típico de gran atracción. Las Estructuras del relieve que dominan este sector son las siguientes: • Cuencas Sedimentarias • Llanura aluvial Litoral R.O.B./F.Z.V.