“No pertenecemos a las cuevas; somos adoradores” 1°reyes 19:9y10: V.9 “Y allí se metió en una cueva, donde pasó la noche. Y vino a él palabra de Jehová, el cual le dijo: ¿Qué haces aquí, Elías? V.10 El respondió: he sentido un vivo celo por Jehová Dios de los ejércitos, porque los hijos de Israel han dejado tu pacto, han derribado tus altares, y han matado a espada a tus profetas; y sólo yo he quedado, y me buscan para quitarme la vida.” Elías fue un profeta de mucha importancia en el pueblo de Israel porque su ministerio hizo que en un momento de gran confusión dio a entender al pueblo quien era el verdadero Dios. Si bien sabemos fue un ministerio complicado, difícil a través de sus palabras en el verso 10 nos damos cuenta que él creía estar solo, que no había otro fuera de él que tuviera al Dios verdadero. (Una tremenda equivocación estaba Eliseo, solo había que buscarlo, hay más gente debemos ir en busca de ellas, nuestra labor aún no concluye en esta tierra hay trabajo por hacer). Cuando buscamos el significado de el nombre Elías encontramos que significa “Jehová es Dios” lo que nos quiere decir es que Elías solo con su existencia en esta tierra declaraba que Jehová es Dios. Cuan hermoso sería que la gente se diera cuenta solo al mirarnos que declaramos Jesús es Dios, porque somos diferentes al resto, “Nunca nos sintamos igual a los demás tenemos algo poderoso”, es el “ESPIRITU DE DIOS”.Pero me quisiera centrar en que Elías siendo un poderoso profeta de Dios en un momento de su vida sintió cobardía y se metió en una cueva, a lo mejor una gran cantidad de creyentes hoy en día estamos cayendo en lo mismo, ya que el hecho de que Elías se metiera a una cueva es como que un día dejemos de anunciar al Dios verdadero. La biblia nos habla en el libro de Génesis 23:19y20 que Abraham sepulta a Sara en la cueva de Macpela y en el verso 20 dice que quedó la heredad y la cueva que en ella había. Debemos tener por seguro que la cueva está presente hasta el día de hoy, tal vez no en una forma física pero si se manifiesta en una gran cantidad de cristianos. Las cuevas en el antiguo tiempo eran utilizadas como sepulturas lo veíamos en el ejemplo de Abraham y también un claro ejemplo es el de Lázaro la palabra nos habla en Juan 11:38 que el sepulcro en el que se encontraba era una cueva y tenía una piedra encima. No podemos escondernos en una cueva es para gente muerta, “somos una iglesia viva” en el libro de apocalipsis 3 habla sobre la iglesia de Sardis era una iglesia que tenía solo el nombre de que vivía pero estaba muerta. “No podemos tener solo el nombre” somos una iglesia “VIVA”, lo más probable es que el sepulcro donde estuvo nuestro Señor haya sido también una cueva porque las características eran muy similares a la de la cueva en la que se encontró Lázaro pero Jesucristo tuvo el poder para salir de ese lugar, y hoy podemos decir con toda autoridad “Jesús vive”, “Venció la muerte”. Ahora el Señor JESUCRISTO se acerca al sepulcro de Lázaro y sus palabras fueron “Ven fuera” diciéndole “este lugar no te pertenece”. Ni su hermana creía que el Señor podía resucitarle, y esto nos habla de los hermanos que juzgan a sus hermanos en la fe y dicen “este ya no tiene solución” o “ahí se quedó y de ahí nadie lo saca”. El Señor nos dice: “Yo soy la resurrección y la vida el que cree en mi aunque este muerto vivirá”. Él tiene el poder para levantarnos de donde quiera que estemos. El Señor Jesucristo en una oportunidad se acercaba al templo, y les dijo a los mercaderes “Escrito está mi casa, casa de oración será, mas ustedes la han convertido en cueva de ladrones” en el tiempo antiguo también las cuevas eran utilizadas por los ladrones para esconder lo que ellos robaban y esto nos habla acerca de los creyentes que esconden sus males a Dios. Sin darse cuenta que Dios nos conoce mejor que nosotros a nosotros mismos. Porque somos su creación, sus hijos, su pueblo. A)-David escondió por un año su pecado. (Haber mandado a que muriese de alguna forma Urías). B)-Adán y Eva se escondieron de Dios cuando pecaron. Es necesario que le digamos a Dios nuestros males, el desea oírnos. Sansón se encontró en una cueva pero al salir de ella venció a una multitud de filisteos: Fuera de la cueva encontramos VICTORIA. El valiente David también se encontró en una cueva llamada Adullam, y si bien sabemos David se destacaba por la alabanza, por sus salmos, cánticos, etc. Pero en esta cueva el perdió su adoración y su
libertad es por eso que en el Salmos 142:7 dice: “Saca mi alma de la cárcel, para que alabe tu nombre” La razón más poderosa por la cual no podemos estar en una cueva es porque allí perdemos la adoración que es lo que Dios más desea. Y también perdemos nuestra libertad. “Salgamos de la cueva”, “No pertenecemos a las cuevas; Somos adoradores”. Aleluya…!!!