Nada permanece, todo cambia, luego me pregunto si eso tiene algún sentido, pues la nada ni fluye ni permanece, todo… me da una idea de algo que permanece y que a la vez fluye. A mi edad es obvio que mi cuerpo ha sufrido todas las transformaciones posibles como corresponde al simple paso del tiempo, empero a pesar que mi conciencia también pasara una vez que yo muera, mi conciencia parece ser lo único que permanece sin muchos cambios, conservo recuerdos de cuando era tan solo un niño de un año de edad quizá, una escena donde estoy en la silla que aquí en mi tierra llaman periquera, mi madre lleva el alimento a mi boca y en una de esas me decidí por morderle su dedo, lo que me costó un golpecito y un regaño, recuerdo mi llanto. También recuerdo como a los cinco años ya gustaba de ser un niño tímido, introspectivo, soñador, que rehuía el trato con los demás, el tiempo me hizo abandonar mi timidez pero hasta hoy sigo siendo introspectivo y soñador. La flor del cerezo es símbolo de lo efímero de esta vida, y de todas las cosas de este mundo, sí, estoy en una etapa de la vida donde se siente con intensidad lo efímero de la vida, me parece que pronto ya no estaré aquí, y eso considerando que puede que viva los años que ya llevo vividos, 46 al día de hoy, así que aun pensando que pueda llegar vivo a los 92, el tiempo que falta para ello es tan solo un suspiro. Existen dos modos de afrontar la pobreza, uno produce frutos y fomenta aquella visión que idealiza la pobreza, el otro produce un infierno, una pobreza donde los pobres ambicionan tener lo que no pueden tener. Es una locura, una carrera por acumular lo que no se puede acumular, este tipo de pobreza genera individuos frustrados, sin escrúpulos, genera escoria humana, de aquí nacen criminales y gente de la peor calaña, animalitos que se rigen por sus instintos, el otro modo de afrontar la pobreza
genera frutos diferentes, aquí el individuo en realidad no es pobre, a pesar que evidencie mucha pobreza, pues la verdadera riqueza es aquella que se lleva en el corazón. No voy a hablar de los ricos, por la razón de que no conozco a ninguno, es decir, no soy amigo de ninguno, aunque puedo imaginarme una vida llena de máscaras, hipocresía, una vida dedicada a la imagen, o sea a la parte más superficial de su persona, pero admito que es tan solo lo que yo imagino, solo conozco gente de la clase media, los cuales son una mezcla de inteligencia para unas cosas y excelsa estupidez para otras y lo que imagino de los ricos aplica perfectamente para la gente de clase media, quizá los ricos sean diferentes, no lo sé, si algún día llego a conocer a alguno lo sabré, sospecho que con los ricos ocurre lo mismo que con los pobres, aquellos que están apegados a sus bienes no son más que una partida de estúpidos, criminales sin escrúpulos y aquellos que no lo están de verdad pueden ser felices. Hay días como estos que la adversidad golpea con fuerza mi existencia y creo que Dios no existe, que es solo una referencia mítica que nace del deseo de los hombres de ser inmortales, de la trágica esperanza de que con la muerte no termina nuestro asunto, en días así me deprimo y me da por dejarme caer, como si estuviera al borde de un precipicio y me arrojara de cabeza, Jesús dijo de si mismo que era Dios y eso le costó la vida, ¿acaso mintió? Pero entonces ¿Cómo llevar una mentira a costa de su propia vida? El mentiroso se derrumba cuando le cortamos todas las salidas y lo amenazamos si no dice la verdad, pero Jesús no se detuvo sino que siguió adelante aun a sabiendas de que le aguardaba la crucifixión, luego si no mintió ¿será que se engaño a sí mismo? Eso tiene cierta verosimilitud, pues en la cruz Jesús grita “Dios mío, Dios mío ¿Por qué me has abandonado?...” parece como si Jesús en su ultima hora perdiera toda esperanza y efectivamente se derrumbara, pero esto no es más que un argumento para inocentes
diletantes, cualquiera que haya leído las Escrituras se dará cuenta que Jesús no se derrumbó sino que oraba, pues ese grito es la frase inicial de un salmo, el 22, entonces Jesús no mintió ni se derrumbó, luego ¿estaba loco? Basta leer el sermón de las bienaventuranzas para saber que fue un hombre muy cuerdo. Aun así siempre queda una elección negativa, no creer en Jesús. He salido de mi crisis, esta vez ha sido el enemigo, el diablo, el que me ha hecho salir ¿existe el diablo? ¿No es el diablo la exteriorización de los impulsos salvajes que aún perviven en el corazón de los hombres? Pues bien Satanás si existe, hoy podemos verlo muy dueño de las naciones anglosajonas, los Estados Unidos e Inglaterra, parece que no tenemos esperanzas de que acabe el dominio nefasto de estas naciones. Los Estados Unidos me parecen la gran Ramera, la Babilonia, del apocalipsis. Si el diablo existe, Dios también. Tengo otros recuerdos… Una guitarra y un piano negro vertical Canciones que marcaron mi vida Una familia feliz y unida Una adolescencia que se marcó para siempre en 1976, cuando solo contaba con 14 años, no sabíamos porque pero la crisis de ese año nos politizó en contra del régimen establecido. La crisis nunca se fue, llego para quedarse, con pequeñas épocas donde parecía que iba a ser superada y con golpes fatales que nos recordaban que no se había ido, solo permanecía silenciosa, los trabajos se hicieron más exigentes sin que la exigencia se recompensara con un buen salario. Cursaba el tercer año de secundaria y el maestro de ciencias sociales era un partidario del régimen, una vez le
llenamos su auto con calcomanías del partido opositor, el director estuvo a punto de expulsarnos, pero no lo hizo. Algunas personas dejan huella… Un abuelo que me enseñó a despreciar la jactancia y a mirar con igual desprecio al liderazgo, paradójicamente ejerció cierto liderazgo conmigo pues me inculcó el amor a la lectura. Una madre con miras más allá de sus posibilidades, las palabras “no se puede” no figuraban en su vocabulario. Un padre esforzado de nobles sentimientos que nunca supo rendirse a la adversidad Un hermano que jugaba a tener muchos dólares, no se ha ganado hasta hoy muchos dólares, pero en su favor puedo decir que le ha ido bien con la moneda nacional. Una hermana cuyo genio pasó desapercibido para los maestros de su escuela, aprendió a leer a los tres años de edad, pero eso no le dijo nada a nadie. Mi vida se compone de instantes, a través de ella puedo descubrir el dolor, pero si he de formular una síntesis de mi existencia debo concluir que he sido feliz, hoy la gente vive buscando la felicidad y eludiendo el dolor, la gente feliz se supone, se siente alegre, pero la alegría me parece que es un camino que conduce al dolor, vivir duele, mi existencia me parece abrasada por fuego, algunas veces creo es fuego fatuo, otras veces creo es el fuego de la pasión, a veces me siento reducido a cenizas otras veces me siento renacer, la gente huye del dolor y pretende suprimirlo de sus vidas, vaya pretensión absurda, a favor del dolor hemos de decir que sin dolor no es posible saborear la alegría , vivir es lucha, luchar es difícil, el camino es áspero, por eso me carcajeo ante las promesas de los políticos que quieren garantizar un vida segura y cómoda.
En la preparatoria cuando cursaba el cuarto semestre, conocí a quien sería después mi mejor amigo, recuerdo que se sentaba en la silla de la fila a mi lado, yo era delgado y bastante elástico, en uno de los primeros días de ese semestre en la clase de historia, se me ocurrió subir ambas piernas por encima de mi nuca, luego le chiste para que observara, lo que provocó su risa, sin embargo durante el semestre nos juntábamos solo allí, en el salón de clases, fue casi al finalizar el semestre que asistí a su casa por su cumpleaños que comenzamos a juntarnos y de ahí en adelante la amistad se consolido, una amistad así es un don de Dios. Por esos años soñaba con ser músico, tuve la fortuna de tocar con músicos excelentes pero esa misma fortuna se convirtió en la tumba de mis aspiraciones, pues así descubrí que no contaba con la suficiente preparación para ser músico y quizá tampoco tenía la vocación. Después de la preparatoria ingresé a la facultad de medicina, entre allí porque no sabía a dónde ir, no tardé en descubrir que tampoco quería ser médico. Fue hasta 1984 que me decidí por mi profesión, no naci amando a mi profesión, me enseñé a amarla después de trabajar en ella. Desde niño me gustaba la lectura, por mi abuelo, recuerdo que mi hermano y yo nos perdíamos en los paseos al centro de la ciudad, mis padres ya sabían dónde buscarnos, no en las jugueterías, sino en las librerías, nos gustaba admirar los libros, amor a primera vista, con todo y eso las buenas lecturas llegaron hasta 1992, por un compañero de trabajo que estudiaba maestría, también yo estudiaba la maestría aunque no termine esos estudios, recuerdo que mi compañero llegó con un libro de Mortimer Adler que hablaba sobre el arte de leer bien, según Adler cualquiera con una inteligencia promedio es capaz de comprender cualquier libro por muy complicado que este fuera. Mi compañero escogió tres libros de una lista de cien, que según Adler eran los mejores, yo escogí tres para
acompañarlo en su aventura, mi elección fue la siguiente: la Ciudad de Dios de San Agustín, los Diálogos de Platón y la Critica de la Razón Pura de Emmanuel Kant, leí con relativa facilidad los dos primeros libros, pero la crítica de Kant la abandone cinco veces antes de finalizar la primera lectura, a partir de ahí me he convertido en un amante de los libros, cazando palabras, feliz el hombre que se interna en la selva de la literatura para cazar palabras, decía Alfonso Reyes, estoy buscando incendiar mi propio lenguaje, a veces las palabras vienen a mí con facilidad, otras ocasiones el sentimiento de aridez es el síntoma de la dificultad para hilar palabras, a las palabras hay que amarlas y odiarlas, hay que estar a la altura de ellas. Una noticia que ya no escandaliza a nadie… Un hombre asesinó a tubazos a su abuela, un análisis psiquiátrico reveló que padecía de sus facultades mentales, vivía en tiempo presente lo que quiere decir que el pasado y el futuro no los concebía mentalmente, el locutor dijo que tenía dificultades para adaptarse a la sociedad. Entrevistaron al padre del homicida, un hombre pequeño cuya actitud me revela que quizá hay otros culpables de ese asesinato, no adaptarse es negativo, pero me pregunto si yo querré adaptarme del todo a una sociedad secular a la que encuentro despreciable, un asesinato así pone de manifiesto el grado de descomposición social, vivimos en una sociedad en vías de desintegración ¿Cómo adaptarnos? Una búsqueda incesante… Tu sabes que te estoy buscando, aunque ya no te nombre, aunque no te pronuncie, tú lo sabes, sabes que te amo, aunque no te ame, aunque no sea visible este cariño, huyo de ti, pero luego vuelvo a buscarte, el dolor y las heridas me alejan, pero luego vuelvo a buscarte, lo absurdo de mi existencia y la aridez, me hacen rebelarme, pero luego vuelvo a buscarte. Tú lo sabes.
Mi auto se descompuso, así que temprano, tomé un camión urbano y me bajé en la estación del metro, la gente allí se asemeja a la masa, masa informe con prisa, por llegar a algún lado, supongo que el destino final de la mayoría es el trabajo, ese lapso de traslado desde la casa al trabajo me pregunto si se vive, o si solo se transcurre, con prisa e impaciencia, después de todo el traslado es un viaje y un viaje puede ser toda una aventura, la cuestión no es evadir la rutina, sino aprender a saborear cada momento. Un niño, al que le gusta sumergirse en la fantasía Después se convierte en un adolescente que desafía al mundo, se rebela ante la idea de ser como los demás. Un joven que conoce a una chica y se enamora de ella, a los tres meses de noviazgo le pide que sea su esposa. Con el tiempo llegaron tres hijos, un varón y dos mujeres. Un hogar modesto, con carencias materiales, pero lleno de Dios y por lo tanto de amor. El tiempo sigue su marcha, no se detiene, la muerte se encuentra a la vuelta de la esquina. Sin embargo el tiempo no pasa por la conciencia, ahí adentro los años no transcurren, en ese interior espiritual tenemos nuestro pedazo de eternidad, por dentro sigo siendo… un niño. Quizá por eso, gracias a Dios, soy feliz y sospecho que el secreto de la felicidad se encuentra oculto en esas frases de Jesús “dejad que los niños vengan a mi” y aun mas explicito en estas otras “quien no se vuelva como niño no podrá entrar al reino de los cielos”, quien conserva al niño que fue por dentro, no tendrá problemas pese a cualquier adversidad en ser feliz, me gusta la definición de madurez de Nietzsche, es recuperar la seriedad con la cual jugábamos cuando éramos niños. Retirarse a la soledad es recorrer el camino que ha de conducirme a mí mismo, pero ese camino es un camino de
aflicción, porque la soledad envía un mensaje, no estás con los demás, no eres como los demás, te apartas del rebaño, te defines como persona, y la esencia del rebaño es la no definición, la masa y el anonimato. Por la soledad se sufre la incomprensión de los demás, pero la misma soledad te purifica, te acrisola, en verdad el sufrimiento es como fuego que te abrasa hasta reducirte a cenizas, una mirada atenta te descubre que no todo ha sido arrasado por el fuego, lo que eres siempre permanece, solo se destruyen aquellas fichas o etiquetas que se han querido agregar como si fueran parte del ser. Siempre me gustó imaginar las crisis como tormentas, huracanes furiosos e inteligentes que te persiguen aunque no lo desees, no imaginaba mi personalidad superficial como fichas o etiquetas, sino como estatuas que se hacían añicos ante la violencia de la tormenta, acostumbrado desde niño a la introspección me gusta hacerla de observador de mi mismo en circunstancias difíciles y no poca sorpresa me produjo observar que siempre lo que somos, permanece, no se destruye. Durante algún tiempo me sentí único por observarme de ese modo, pero luego leí a escritores que hacían lo mismo que yo y que describen el mismo proceso. La adversidad tal vez me hubiera llevado a la conclusión de que Dios no existe, pero siempre impidió semejante conclusión, la conciencia de un adversario sugiriendo dejarme caer de cabeza, muchas veces seguí la sugerencia pensando que no valía la pena la lucha y perdí así miles de batallas, el amor de Aquel que yo deseaba negar, hacía que me pusiera nuevamente de pie. Desconozco el significado de estabilidad, el sentirse satisfecho, instalado, tan pronto como comienzo a sentirme así, Dios me desinstala.
Los sin rostro, aquellos que viven marginados y en silencio ¿Cuál es su historia? Una pobreza que va más allá de la condición social, que tiene que ver más con la desidentificacion del individuo, con su descosificación. Me he sentido así, sin rostro, sin voz, sin clichés que me pertenezcan. Dos epidemias se han desatado en mi país… Una es peligrosa pero no tanto como la otra Una es la influenza, es mala pero no es la peor. La más nociva es la epidemia del miedo, utilizada para asustar, asustar a las masas y las masas se asustan fácilmente, en solo dos días las calles se llenaron de individuos con tapabocas que dicho sea de paso, no sirven de gran cosa, eso es lo que se respira en las calles, el miedo, no me gusta vivir con miedo. Sospecho que la epidemia de la influenza es mentira, un pretexto para manipularnos. La búsqueda continúa… Todos los seres humanos buscan algo, lo nombran de mil maneras, distintas, multiformes, multicolores, pero en el fondo todos buscan lo mismo, lo que se nombra es acariciado por el nombre mismo y su imagen se apega en nuestro espíritu, ya pueden decirle, riquezas, poder, éxito, buena imagen, comodidad, placer, felicidad, etc. En el etcétera mismo encontramos la esencia afín a todo lo que hemos nombrado, el hombre es el que busca, el que nombra, el que lucha y se resiste incluso ante la muerte. Los animales se abandonan dócilmente a la muerte, incluso los mas feroces, solo los hombres queremos escapar a este designio…
La vida moderna, nos impulsa a vivir con prisa, pero no estamos diseñados para vivir con prisa, el que vive con prisa, se olvida de saborear la existencia. Si experimentas que el tiempo transcurre con lentitud, haz un alto en el camino y brinda por ello, no existen instantes inútiles, todos están llenos de vida, somos nosotros los que quisiéramos que algunos instantes se fueran rápido o de ser posible que no existieran. Por fortuna nadie puede recomenzar su vida en el tiempo, nadie puede regresar a su niñez, por fortuna, sería una desgracia quitarle su encanto a los errores, tan vilipendiados por nuestra moderna sociedad y sus estándares de calidad y excelencia. Hay tanto que agradecerle a nuestros errores incluso a los más estúpidos. Los errores y también los aciertos son resultado de nuestras decisiones y de la influencia del medio ambiente, marcan nuestro camino y determinan a que personas hemos de conocer en nuestra vida, si tuviéramos el poder de suprimir un error pasado podría esto ser el equivalente a suprimir personas en nuestra existencia. Supongo que en la prehistoria el hombre era como las demás especies, no puedo imaginar, una especie pobre, un león insatisfecho, un tigre con dudas existenciales, cuando el hombre toma conciencia de sí, es entonces cuando se ve a sí mismo como diferente del resto de las especies, es cuando se vuelve un ser solitario, ya había reparado ha tiempo en eso, pero la conclusión se la debo al padre Larrañaga. Todas las especies tienen dentro de su comunidad jerarquías, pero en ninguna he visto que la marginación llegue al extremo de privar a los más débiles del mínimo necesario para una vida decorosa, de acuerdo con su propia posibilidad, eso solo lo he visto en la sociedad humana. Es
menester concluir que la pobreza como la conocemos hoy es un pecado inaceptable. No sé de animal alguno que sienta envidia, ese es un sentimiento exclusivo de los hombres, a nadie le gusta reconocer su envidia porque el simple reconocimiento es la aceptación tacita de su mezquindad, el individuo se reconoce abyecto y despreciable, por eso la envidia nunca ataca de frente, la envidia siempre se cubre bajo la frondosa sombra de las razones y explicaciones, pero basta ser observador para descubrir que no hay razones en esa racionalización solo pretextos, pretextos para atacar y minimizar, por causa de la envidia, las relaciones entre los hombres pueden convertirse en verdaderos sitios de tortura. La envidia es el sentimiento apropiado para el estúpido, para el que no sabe vivir, para el hombre que compite. La edad media fue una época fructífera para el infierno, los hombres de aquellos años imaginaban un lugar eterno de tormento donde los consumía un fuego eterno, la edad moderna ha puesto a ese infierno en algún sitio de la abundante mitología humana, desacreditándolo, pero no por ello lograron eliminar al infierno, igual que como sucede con la esclavitud, que no desapareció solo se torno más sutil, el infierno moderno se instaló en las mentes de nuestros modernos hombres. La época moderna puso al alcance de todos las metas altas y con ello trajo la frustración y la depresión, antes de nuestra época la miseria y una vida modesta eran para las mayorías, podía ser injusto, áspero, incomodo, pero esas mayorías al aceptar la realidad en toda su magnitud y desnudez, no conocían la alienación. Necesito regresar a mi hogar… Miro hacia atrás y veo los últimos siete años, seis de ellos fueron una verdadera vorágine, me veo peleando por
sobrevivir, por mi estabilidad, por una estabilidad que se negaba a llegar, el huracán consiguió arrancarme lejos del hogar, por eso necesito regresar al hogar, al único hogar posible… la Santa Iglesia Católica. El peor enemigo de todo hombre es su resistencia, resistencia a los acontecimientos, a los resultados obtenidos, a los cambios no deseados, he resistido como fiero soldado, creyendo que le plantaba la cara a la vida, no sabía que estaba resistiendo a Dios, no quiero resistir mas, quiero ponerme en manos de Dios, es difícil no resistir porque la tendencia natural de los hombres es confiar en su propio rendimiento, en la fuerzas propias, queremos controlar nuestra existencia, y el no control nos produce una sensación de impotencia, de derrota, hoy escojo la impotencia, mi derrota y me pongo en manos de Dios. Quiero que Dios haga morada en mi, para eso debo recurrir a la oración, pero, no sé orar, de cualquier modo, hoy emprendo el camino. ¿Cuándo me marche de mi hogar? El día que reclame mis dones, mi herencia, hasta hoy entendí lo que significa la parábola del hijo prodigo, el hijo que reclama su herencia para despilfarrarla, pero en los países del Oriente, no existen casos así porque quien reclama la herencia en vida del padre, en realidad está deseando la muerte del padre, así que cuando yo he renegado de Dios, casi toda mi vida hasta hoy, cuando me he repetido que no existe o que si existe no tiene la menor importancia porque no se interesa por mí, he actuado igual que el hijo prodigo.
El tiempo es el opio del hombre moderno… Vivimos atados al tiempo, pendientes de la hora exacta, la puntualidad ya se sabe es una virtud, una virtud de los hombres que viven con prisa, con una agenda apretada y entre tanta prisa el hombre solo puede enfocarse en una sola cosa, el trabajo quizá, poder y riqueza, éxito, que sé
yo, para lo que es realmente importante el hombre moderno por vivir con prisa, no tiene tiempo y dice que no tiene tiempo porque piensa que aquello de lo que no se ocupa no es importante, no vale la pena, solo la cercanía de la muerte los hace cambiar de perspectiva, cuando por fin ya no hay mucho tiempo, entonces el hombre moderno quisiera más tiempo, para dedicárselo a aquello que realmente vale la pena y de lo cual nunca se ocupó, solo entonces se percibe el gran engaño que han hecho de su vida, una vida comprometida para un futuro ideal que no llegara jamás y que si llega rápidamente es sustituido por otro futuro igual de idealizado que evita que pongamos los ojos en nuestro presente. El hombre se ha inventado los relojes que se adaptan como prenda a la muñeca, como un recordatorio del tiempo que vendrá, no del instante presente, sino del que vendrá mas delante, un reloj representa la obsesión de atender la hora exacta, el tiempo no ha de perderse, un reloj también representa el miedo de los hombres, un reloj es el grillete que denuncia la esclavitud a la que estamos sometidos, por razones como esta no me gusta usar reloj. Las correas metálicas dejan la huella de querer adherir el reloj a la piel, es como si quisieran mordernos, el reloj nos agrede, como agreden todos los tiranos, nos hace vivir para el futuro y lo único seguro en el futuro de cada hombre es la muerte. Lo voy a hacer hoy… No quería escribir sobre mi hermano, mi hermano es uno de esos seres que quizá sin proponérselo deja huellas profundas y positivas en la vida de una persona, tiene como todos tenemos, defectos, es un bruto para hablar y lo mejor que hay que hacer cuando está hablando, es no interrumpirlo para señalarle los errores de lo que está diciendo, mi hermano se ofende aunque no lo diga y piensa que uno tan solo desea fastidiarlo, pero tiene un gran corazón, un corazón de oro que hace que yo lo estime como
una de las joyas de valor incalculable que tanto aprecian los conocedores de joyas, anoche me di cuenta de que la sabiduría ha llegado hondo a su corazón, me dio gusto por mi hermano, no tarda en abrir los ojos. No quería escribir sobre mi hermano porque por lo general tenemos puntos de vista opuestos sobre la vida, le da importancia a cosas a las que yo no le doy importancia y viceversa, pero anoche percibí que nuestras diferencias no son relevantes y si siempre a pesar de nuestras diferencias hemos tendido puentes en vez de abrir brechas, hemos dado lugar a la conversación y a la amistad, si Dios nos presta vida creo que podremos saborear mejor aun los lazos que nos unen en un futuro no distante. ¿En que ha influido positivamente mi hermano sobre mi persona? Directamente en una sola cosa, en dedicarme con seriedad a mi carrera, cuando yo deseaba huir a toda costa de ella, me preguntó que entonces como había perdido tiempo y dinero en algo de lo que yo no quería saber nada, su pregunta caló profundo porque me hizo replantearme las cosas, le agradezco mucho esa pregunta. En el resto ha influido de modo indirecto y quizá en forma inversa de lo que él piensa… Para mi hermano es importante la imagen, para mi sale sobrando y el ha reforzado mi posición al respecto. A mi hermano le obsesiona el éxito, yo sigo preguntándome qué diantres es el éxito. Mi hermano le asigna mucha importancia a los resultados inmediatos, eso a mí me suena a pragmatismo y yo le hago el feo al pragmatismo. Yo estoy enamorado de mis decisiones, quizá por el solo hecho de que son mías. El resultado para mi es lo de menos.
Mi hermano piensa que si uno ya no objeta nada a sus razonamientos es porque estamos de acuerdo con lo que dice, en cambio yo, si guardo silencio, es porque no deseo dirimir con una discusión un asunto sin importancia y porque sé que el silencio es la mayor de las objeciones que puede hacerse a un argumento. A mi hermano le gusta actuar de inmediato y sin dudar, yo encuentro en cambio, muy interesante a la duda. La cuestión es que a pesar de estas diferencias, si tú me preguntas que pienso de mi hermano, te diré que es un gran tipo, que aparte de ser mi hermano, es uno de mis mejores amigos. Este instante… Una tira de papel bailotea frente a mí en la mesa, da círculos impulsada por la fuerza del viento creada por un abanico, que está ahí para refrescar a los que estamos a la mesa, a saber, mi hijo, su novia y yo, el papel de repente deja de girar y cae sin remedio al suelo, es como si la fatalidad persiguiera a ese pedazo de papel ¿y porque la fatalidad? Bueno, mi hijo y su novia están recortando papelitos para hacer barajas. ¿Era este el destino del papel? Por su mala ventura el papel no puede rebelarse a su trágico destino, una vez separado del resto de la hoja, bailoteó impulsado por el viento del abanico y luego cayó, ahora su designio es permanecer en el piso, indiferente para nosotros, el viento vuelve a impulsarlo y lo sitúa más lejos de nosotros, en el futuro del papel se encuentra alguna bolsa llena de basura, una tragedia si uno piensa en el futuro brillante de cualquier papel, sin embargo la tira de papel no parece acongojarse, no sufre, no nada. Un dato histórico de vital importancia… Marat fue junto con Robespierre uno de los terrores de la Revolución francesa, Marat murió dentro de una bañera, lo mató Charlotte Chorday, una mujer frívola. Qué muerte tan
higiénica tuvo Marat, un tirano despótico y poderoso cayó en manos de una mujer, que representaba todo aquello que Marat deseaba destruir, y la muerte lo sorprende bañándose. Contrato de compra y venta Vender y comprar parecen dos caras de la misma moneda, polos de un mismo imán, pero quizá no es así… Puedes vender un cuerpo pero jamás podrás comprar el alma, ya dirás que no son la misma cosa, quizá, pero van unidos cuerpo y alma ¿Cómo es que uno se puede vender pero el otro no se puede comprar? Un hombre poderoso o un grupo poderoso, es posible pueda condenar a una nación entera a sufrir la pobreza. Hay algo sin embargo de lo que no pueden disponer, del alma de esa nación. Dentro de las mentes de esos poderosos queda posiblemente la satisfacción de la meta conseguida, pero el resultado final será al revés de lo que pensaban. Los grupos de poder me parece se constituyen por gente que son una mezcla de inteligencia y estupidez combinadas, una mezcla donde la estupidez va ganando la partida, las masas por lo tanto, deben ser estúpidas para no evidenciar la estupidez de las elites, en el pasado ya hubo quien los evidencio y fue condenado a muerte por ello, a beber de la cicuta. Estamos llamados a ser felices, luego acaso nos hemos extraviado, porque por más que me esfuerzo no consigo ver hombres felices, todos invariablemente deben sumergirse en las aguas del dolor, será tal vez que nuestro concepto de felicidad es un concepto absurdo. Vivir duele, y cuanto más duele más a nuestro alcance se encuentra la felicidad, que paradoja. Las cosas no son normalmente como las vemos, aparece el surrealismo y luego resulta que ya no sabemos que es la
realidad, la materia está en constante movimiento, pero nosotros no percibimos ese movimiento, a las cosas les asignamos consistencia, dureza o blandura según sea el caso, el mismo suelo donde nos paramos, no es otra cosa que átomos en movimiento y no lo percibimos, el planeta y la galaxia giran a gran velocidad pero nosotros no percibimos esa velocidad, luego parece justificada esa pregunta surrealista por la realidad ¿Qué es la realidad? El hecho de que nuestros ojos estén limitados y que podamos ver solo un espectro reducido de luz, ¿significa que nuestro espíritu no puede aprehender la realidad? ¿No será que como especie este es nuestro modo de aprehenderla? El hombre, siempre el hombre, es el único que se pregunta por esto y por aquello. Negar que podemos conocer la realidad es un contrasentido, que esconde la pretensión vana de intentar descodificar la realidad más allá de las propias posibilidades. Todavía recuerdo las preguntas surrealistas ¿el tornillo es tornillo por ser tornillo? ¿Es así por tener forma de tornillo? ¿Es posible otra realidad para el tornillo? Pero el tornillo no se hace esas preguntas, estas preguntas siempre las hace un individuo, consciente de que es y a la vez no es porque transcurre y tal vez esa contradicción en su espíritu es la que lo obliga hacerse este tipo de preguntas. Nada permanece, pero aquí estoy en este momento escribiendo, transcurriendo mientras permanezco sentado en este lugar. Somos la especie que niega su realidad con el ánimo de ir mas adelante, trascendiendo siempre su origen. Por cierto que no hay nada que parezca tan surrealista como cualquier teoría de conspiración, es fácil desacreditarlas, de modo que quien sostenga una tesis de conspiración, será ridiculizado sin muchos problemas, porque cualquier tesis de conspiración supone que hay un circulo posiblemente amplio que se ha puesto de acuerdo
para influir de algún modo en la sociedad, afectando los intereses de terceros y no siempre resultan fácil los acuerdos, a veces entre dos personas. También porque una teoría de conspiración supone enemigos ocultos, posiblemente reales o posiblemente imaginarios, planes que suenan fantásticos para entorpecer el camino de otros, manos ocultas tras la piedra arrojada que hacen suponer que la persona que cree en teorías de conspiración, tan solo cree en patrañas, imaginaciones febriles, nada serio, siempre falta la prueba que respalde las afirmaciones de quien sustenta una teoría de conspiración. Por eso en nuestra época, es relativamente fácil conspirar, una época que resalta la importancia de la imagen, es de notar que el modo de atacar a quien crea en conspiraciones no es presentando pruebas que den en el suelo con las creencias conspiracionales, sino sobre la imagen del individuo, ridiculizándolo, como si el hacerlo así fuera un argumento en contra de las ideas del individuo. Quienes viven del poder conspiran, ya sea para mantenerse en el poder o bien para acceder a el, por lo cual negar sin más armas que el ataque a la imagen, el uso de adjetivos calificativos (entiéndase insultos) es un recurso simplista de mentes que quizá son tan ignorantes como ignorantes suponen a aquellos que creen en la conspiración y tal vez haya de sobra ingenuidad en ese recurso. Aceptar sin más las pretensiones pseudocriticas de quienes atacan a los que creen en la conspiración es dar por sentado con toda la simpleza del mundo que las independencias latinoamericanas del siglo XIX fueron obra exclusiva de la conciencia colectiva de cada pueblo, es creer que simultáneamente los pueblos latinoamericanos tomaron conciencia de los cambios que sucedían en el entorno mundial y decidieron cortar casi al mismo tiempo sus lazos con la corona española, es no querer ver la mano negra de los Estados Unidos e Inglaterra alentando la independencia de Latinoamérica para minar el poderío de España, en querer creer que las dictaduras en Latinoamérica existen
porque se las merecen sus pueblos, no porque una mano más poderosa las pone allí y las consiente. La autoridad manifiesta es visible genera ordenes de hacer esto o aquello, es fácil posicionarse ante una autoridad así, cualquier teoría de conspiración por muy descabellada que sea, se basa en un hecho, la autoridad aprendió a ser invisible, esto era necesario para la implantación del capitalismo, pues hasta la sociedad feudal el mundo no conocía la libertad individual, la libertad era el privilegio de pocos, entendidos estos como la nobleza, este mundo hoy antiguo y obsoleto compensaba la ausencia de libertad individual con un fuerte sentido de pertenencia y protección grupal, con un fuerte sentido de identidad existencial, se tenía un lugar fijo en una estructura social ordenada, la época moderna le ha otorgado al individuo un pensamiento crítico sobre todo contra la figura institucional feudal por excelencia, la Iglesia Católica, a cambio lo ha dejado solo y desamparado, lo que logre el individuo debe ser por su solo esfuerzo, pero hay algo que no ha cambiado y es que la libertad prometida sigue siendo el privilegio de pocos, es verdad que ahora el individuo no está atado a la tierra, tiene libertad de movimiento, pero la promesa de acumulación de bienes sigue estando restringida, no existe un lugar fijo ni identidad existencial, en vez de seguridad el individuo tiene miedo y se siente angustiado, este aislamiento individual impide percibir a la autoridad invisible, mucho más efectiva que la visible, asistimos al reino de la autoridad anónima, puesto que nadie llega a sospechar que las tendencias de su propia época son el resultado de las ordenes de algún o algunos individuos y la cuestión es que estas órdenes deben ser cumplidas, quien no lo hace, se expone a la crítica de los demás, quien no siga las ordenes que están codificadas por los nuevos movimientos que supone el progreso es mirado como anacrónico y obsoleto, como un desadaptado. El individuo, es una creación de la época moderna, antes el hombre no tenía de si mismo esa conciencia individual, por
ejemplo el individuo no existía en la época medieval, el hombre no se concebía a sí mismo como individuo, sino como miembro de una raza, pueblo, familia, partido o gremio, la época medieval era un mundo abigarrado de relaciones sociales que tenía como núcleo primordial a la familia, el mundo moderno nos ofrece al individuo, pero este hombre moderno en su individualidad se encuentra aislado, solo, toda la protección y seguridad que el hombre medieval encontraba en su medio ambiente, el hombre moderno no lo tiene a su mano y por ello recurre al único paliativo posible, las posesiones, por esta razón, en el mundo moderno el hombre es evaluado según las posesiones que acumula, el hombre individual encuentra alivio bajo la seguridad de sus posesiones pues ellas le indican que su camino ha sido un camino de éxito, pero semejante criterio sitúa el valor del hombre fuera de sí mismo, los objetos externos y no la interioridad son las que dimensionan el valor de un hombre de modo que la sociedad se enfrasca en una carrera de consumo con la intención de acumular sin percibir que esta obedeciendo órdenes muy convenientes para quienes las ordenan, los individuos buscan por medio de esa carrera aumentar su valor y sucede con ello exactamente lo contrario, la desvalorización del hombre por los objetos, una sociedad así es un medio propicio para el cultivo de las sectas religiosas, donde Dios se convierte en una palabra y en un objeto, un “bien externo” que promete la felicidad individual con tan solo hacer ciertas confesiones orales con pretensiones de espirituales. En palabras de Erich Fromm el poder es la perversión de la potencia humana, representa la aspiración máxima de los individuos mediocres e impotentes, porque para un individuo impotente la dominación ejerce una fascinación obsesiva. El lujo es la corrupción de una necesidad básica de acuerdo con Sócrates…
El éxito es el camino del hombre mediocre según dijo alguna vez Menotti… En palabras mías dos más dos son cuatro, espero que no salga alguna voz autorizada que me desmienta… La vida de todo hombre es una pasión, es decir, un camino… No quisiera ser amigo de un tirano, no vaya a decir “Inmolo a Molas y despeño a Peña”… Quería hablar con el presidente de México y prevenirlo de su homónimo de los Estados Unidos pero parece que es misión imposible, pobre México tan lejos del cielo y tan cerca de los gringos, para desgracia del presidente de México no me conoce, (lástima, no puedo escribir mi carcajada) Mi hermano y yo tenemos la costumbre de escribir a los diarios, tal vez se debe a una vocación de escritor oculta, en realidad no son muchos diarios, antes era solo uno, pero desde hace tiempo me convertí en lector del diario Crónica capitalino, comencé por escribirle a un editorialista cuyos editoriales me gustan, un día me sorprendí viendo una de mis cartas convertida en editorial, escribir, escribir… ¿Por qué estorba la Iglesia Católica al poder? Bueno, algunas veces no se estorban sino que parecen los mismos, eso es cuando los jerarcas de la Iglesia traicionan al Reino de Dios, pero si permanecen fieles al Reino, entonces la Iglesia se convierte en un estorbo, porque el poder no tolera enfrente a otro poder con pretensiones de servicio y no de dominación. No existen los instantes inútiles… Sí que es difícil saborear cada instante, algunos instantes son desabridos y hasta dolorosos, uno quisiera evitarlos y huir lo más lejos posible. Un día no muy lejano, no estaré aquí, así que quiero saborear cada momento.
Fueron mis viajes de trabajo los que me hicieron percibir que la gente parece ausentarse mientras espera, un lapso, un momento que debe transcurrir porque si, un instante de poca utilidad. La utilidad, ¡por eso desprecio profundamente al pragmatismo! la vida no tiene sentido para el pragmático, si no le encuentra alguna utilidad, sobre todo en términos de rentabilidad. En muy poco valora su vida el pragmático, por eso casi todos los pragmáticos, son muy inteligentes para elaborar planes, alcanzar objetivos, etc. Pero demasiado estúpidos para vivir, casi todos son de personalidad plana y superficial, por eso no me extraña su amor por la imagen. El orden en la vida, una vida cómoda son la excepción, el común de la gente intenta vivir de acuerdo con esta excepción, por eso no tiene nada de raro que consideren un absurdo su existencia, pues un presupuesto absurdo es la clave de su existencia. Incluso me parece que quienes consiguen una vida cómoda, se sitúan por fuera de la normalidad de la vida y su visión de la vida es la visión de un anormal, no por pertenecer a una minoría sino porque esa comodidad produce una distorsión sobre la existencia, por eso no son escasos los ejemplos de alienación entre la gente bien. A Nietzsche le produjo vértigo la existencia de Dios, un ser fuera de lo temporal ¿Es que acaso hay alguien que pueda decir que el tiempo no existe? Pues le faltaron algunos pocos años y salud mental para conocer la obra de Einstein. ¿Un Nietzsche cristiano…? Una idea loca para quienes lo hemos leído, sin embargo tanto encono contra el cristianismo, me hace sospechar que Nietzsche estaba enamorado del cristianismo y que se llenaba de ira ante su imposibilidad de ser un cristiano, ante la imposibilidad de compaginar su amada cultura griega con el cristianismo.
Quizá por eso escribió “que sabe del amor quien no ha tenido que despreciar lo que mas amaba” Los restos arden, se escucha solo el crepitar del fuego, fuego abrasante que quema todo, sin importa si hay o no resistencia, anhelos rotos y dispersos, un sentimiento desabrido, una agonía que no termina, una negación. Y después de todo que bien sabe vivir. En mi familia la comida siempre ha sido mucho más que solo la comida, recuerdo de niño que visitábamos a los abuelos, los padres de mi madre, la abuela siempre tenía una cazuela enorme, mucha comida para muchos comensales, la comida como signo de la amistad, las puertas de par en par, como decir sin palabras “te quiero tal como eres”, en mi casa mi madre nos deleitaba con los platillos que preparaba, la comida daba comienzo a una charla que proseguía después de finalizado el banquete, las charlas de sobremesa, cuando alguien de mi familia te invita a comer, te está diciendo, “eres amigo y gozamos de tu compañía”. A veces nos visitan unos primos, que viven en los Estados Unidos, en California, siempre que vienen se quedan admirados porque a donde los invitan la fiesta gira alrededor de un banquete. Un poco de historia mexicana… Deberíamos resarcir a Porfirio Díaz, quizá es el mejor presidente que ha tenido México, no es que su actuación haya sido muy humana o que Díaz fuera un hombre justo, los errores y defectos que le atribuyen dan en el clavo, pero cada vez que leo a alguien haciendo gala de la historia oficial, cuestionando aquellas frases de Díaz como “mátalos en caliente…” o criticando la situación deplorable de las mayorías, me parece leer a alguien de aquellos que tiran piedras y luego esconden la mano, basta preguntar quienes de aquellos que han ejercido el poder en México, sobre todo en aquellos años, fueron diferentes de Díaz. Don Porfirio es el villano de la revolución mexicana, pero sus maldades
palidecen al lado de la tiranía y ambición desmedida de Benito Juárez, claro que un político mexicano se escandalizaría ante semejante comparación porque Juárez es uno de los iconos santificados por la historia oficial de México. Propongo un día oficial de Porfirio Díaz y que se haga una apología en su honor. Claro que de antemano sé que semejante proposición está condenada al fracaso, Díaz tiene la imagen del dictador que dio origen a la revolución mexicana. Detrás de la revolución mexicana hay manos más negras que las de Don Porfirio. Otro que debería ser un icono de nuestra historia es Hernán Cortés, fuera del mar de Cortés, no conozco que alguna región de México lleve el nombre del conquistador español, ni le celebramos algún día ni nada parecido. Me parece escandalosa esta omisión, ya que la mexicanidad primero que nada se la debemos a Cortés. A la imagen de Cortés se asocia la del conquistador sin escrúpulos, la explotación de los nativos, pero una mirada atenta nos advierte que técnicamente Cortés no es conquistador, pues en México no encontró una nación, sino una multitud de reinos, y algunos de ellos se unieron de buen gusto a los españoles. Si bien es cierto que los españoles cometieron injusticias contra los nativos, estas injusticias palidecen frente a la actuación de los ingleses. Me pregunto cómo se escucharía decir Cd. Díaz o Cd. Cortés… Cuando uno se olvida de las metas, pone sus ojos en lo que tiene enfrente, la vida, sus sensaciones, sabores, colores, los amigos, la familia. En definitiva la vida no dialoga conmigo, se impone, brutalmente diría yo, me rebelo contra la idea de adoptar actitudes estereotipadas. Esta semana he tenido la oportunidad de observar a un individuo, muy competente en su trabajo, pero que en
algún rincón de su subconsciente, alberga una autoestima baja, que cuando aflora a su personalidad, lo presenta como un payaso vanidoso que pretende imponerse a los demás con su perfil competitivo, es posible que sea bueno en lo que hace, pero para llegar a la verdadera grandeza, le falta humildad. Mi relación con Dios es una serie de encuentros y desencuentros, cuando me encuentro con Dios, fácilmente lo vuelvo a perder y debo buscarlo de nuevo. Pero me pregunto porque somos culpables ante Dios y de que somos culpables, si nos hizo libres ¿Por qué se enoja si hacemos nuestra voluntad y no la suya? ¿No consiste en eso nuestra libertad? Y si solo por Dios podemos ser libres, entonces ¿Por qué nos dio la capacidad de elegir? Y si el camino de la libertad se forja por medio de esas elecciones, entonces ¿Cómo es que se molesta con el hombre si no elige bien? Antes que nadie diga nada, sé que esas preguntas tienen respuesta, pero eso no me impide volver a preguntar. Tenía previsto asistir a una fiesta, un día sábado, iba en el auto con mi familia y mientras esperaba con el vehículo detenido para ingresar en el entronque que nos llevaría a la finca donde se realizó la fiesta un motociclista imprudente se impactó en mi auto en el costado del lado del conductor, el motociclista saltó por los aires con su motocicleta, dio en el suelo y la motocicleta se impactó en otro vehículo que circulaba en sentido contrario, el motociclista quedó muy lastimado, el asunto es que arruinó mi fiesta y también arruinó los planes del conductor del otro vehículo, me acerqué al señor motociclista y le dije que debía dar gracias a Dios por conservar su vida. Y la verdad es que nos fue bien a los tres a pesar de todo, nuestros destinos tan separados y distantes se unieron en un solo instante que pudo ser trágico, nos obligo a hacer un alto en el camino y a preguntarnos por el otro.
En el futuro tendré la decencia y el buen gusto de estar muerto Pero mientras viva, le daré gracias a Dios, por estar vivo y por todo lo que me rodea, por las personas que conozco, por el trabajo con el cual me gano el sustento, por ser lo que soy. La mercadotecnia de nuestra muy moderna sociedad afirma y grita a los cuatro vientos que nadie recuerda al segundo lugar y todo mundo recuerda al ganador o a los ganadores, afirmación que es aceptada sin más por aquellos que deberían validar la veracidad de esta aseveración, nunca me han gustado las “verdades” de mercado, de poco valor, baratas, no resisten ningún cuestionamiento. Y la verdad es que esta afirmación no resiste ningún análisis porque para empezar el pueblo, sujeto que debería llevar a cabo el memorial de los triunfadores, no tiene memoria y rápidamente olvida no solo al segundo lugar y al resto de los participantes sino que también olvida a los ganadores, baste preguntar a nuestro muy futbolero pueblo, tan apasionado, quienes fueron los campeones en la década de los sesentas, y aun mas, quien fueron los lideres de goleo de cada torneo en esa década y aunque es perfectamente posible que se encuentre a algún individuo coleccionista de datos que acierte a esas preguntas, el pueblo ya se ha olvidado del asunto. Eso me lleva a pensar que el triunfo tal y como es ponderado hoy no es más que un suceso efímero. Los atletas se preparan para obtener la gloria en las olimpiadas pero ¿Quién recuerda a todos los medallistas de oro de una sola olimpiada? Solo alguien que viva del deporte pudiera hacerlo. Detrás del deseo de poder yace el deseo de ser inmortal, de perpetuar la memoria después de la muerte, triunfar solo tiene sentido si nuestro triunfo trasciende la existencia, si la victoria es memorable para otros y ese deseo es tan solo un deseo vanidoso. Hay otro camino pero
ese es un camino silencioso y anónimo, el camino de Jesús, en ese camino no se compite ni se domina, en ese camino se sirve a los demás. Desde que vencimos a la naturaleza, a las otras especies, en esta carrera de la vida, el hombre no encontró a quien declararle la guerra como no sea a sus semejantes. El hombre le declara la guerra al hombre, y se atreve a afirmar que existen diferentes clases de hombres, es como si existiese un animal que se sintiera diferente de sus iguales. Murió un artista de color norteamericano, Michael Jackson, en vida fue idolatrado, a su muerte miles lloran su ausencia, para mí es un ejemplo de lo que no se debe hacer en la vida, pederasta, drogadicto, con una autoestima tan baja que modificó su cuerpo porque no se sentía a gusto en el. También es un ejemplo de que es lo que aplaude nuestro mundo moderno, aplauden a aquellos que en aras de un poco de brillo, son capaces de sacrificarse a sí mismos, de negarse y auto denigrarse hasta el hartazgo, se perdió a sí mismo con tal de ganarse al mundo, hubiera sido preferible que perdiera al mundo con tal de salvarse. La gente compite por insertarse en la gran rueda que es el sistema de nuestra sociedad, no se han dado cuenta que serán solo un diente mas en el engranaje, y que ese sistema los desgastará y aplastará al individuo que llevan por dentro. Sigo buscándote, es que tengo sed de ti, deseo tu amistad y tu sabiduría…deseo amarte. El hombre moderno huye del dolor, lo rechaza, lo niega, lo mira aterrorizado como si el dolor fuera bestia apocalíptica, como si sumergirse en el dolor fuera equivalente a reproducir una escena dantesca, nos hemos acostumbrado a pensar que tenemos derecho a ser felices y la verdad es que tenemos ese derecho, es solo que hemos invertido los
conceptos y los valores, hemos convertido al placer en sinónimo de felicidad, luego el hombre moderno piensa que tiene derecho a vivir con comodidad, a sentir solo placer y a eso lo nombra como felicidad. Quien huye del dolor, destierra para siempre de su vida al amor, y aquí hay que hacer aclaraciones, porque cuando digo amor, me refiero al amor verdadero, la fuente inagotable, no al sexo o al placer. Quien huye del dolor rechaza la felicidad. Y no es que debamos sentirnos eufóricos en medio de una dolorosa situación, eso sería alienación, el dolor se sufre, se asume, se vive en silencio y lo principal es que se ofrece, se ofrece a Dios. El cristiano lo ofrece a Jesús. Está de moda el ateísmo, según dice un diario local, eso debemos celebrarlo los teístas pues significa que el ateísmo ha descendido muy bajo, se volvió moda, es decir, de poco valor. En cambio Jesús no es moda y nunca lo ha sido. ¿Qué es la realidad? Un amigo mío, escritor anónimo como yo, me ha entregado un trabajo muy interesante sobre la realidad, independientemente de si podrá ver la luz su trabajo o no, o si tiene su trabajo puntos que puedan ser refutados, su planteamiento es interesante. Todo puede ser posible, incluso aquello que suena a descabellado, me gusta como escribe mi amigo. Lo he animado a que amplíe su obra, no porque le pueda faltar algo, sino por incitarlo a escribir más. Me ha llevado a preguntarme de nuevo por lo real, por ejemplo, hoy me he preguntado por la magia y sus posibilidades reales, constantemente se escucha en la televisión, acerca de la magia de la música, de la poesía, de la danza, de la vida misma, pero y ¿Que podemos entender por mágico? Porque resulta obvio que no se trata de hechicería, ni brujería ni cosas de esas, por mágico se quiere entender un suceso extraordinario, ¿son posibles los sucesos extraordinarios? ¿Es posible lo mágico? Quizá sea una sutileza del lenguaje, quizá sea un eufemismo con el
que queremos decir que a pesar de que la vida se nos aparece como problemática, brutal, descarnada, adversa, como un desafío inmenso para el que quiera ser optimista, a pesar de todo, la vida es encantadoramente extraordinaria. Escucho el crepitar del fuego, todo ha sido consumido y me rebelo ante la idea de ser solo yo culpable, me pregunto porque existe la culpa, si la culpa significa responsabilidad ante consecuencias inesperadas y desagradables, entonces todos somos culpables de algo en esta vida, mi alma arde y el fuego con que arde no es el fuego de la inspiración, no el fuego de la pasión, sino fuego fatuo, y con todo he sido reducido a cenizas, aun el fuego fatuo purifica, y después de las cenizas, mi alma me pregunta por Ti, aun te busco, aunque no te encuentre por mi propia ceguera, por mi propia culpa, te sigo buscando, te busco porque te amo y tú lo sabes. De Nietzsche he recibido con agrado el consejo de plasmar lo que sucede dentro de mi alma, vaya pluma la de Nietzsche, quizá no le falta razón a quien como critico de Nietzsche opinó que no ofrecía valores sino solo palabras, pues como escritor es un escritor genial y lleno de vitalidad, Nietzsche estuvo a la altura de las palabras y aunque pueda no ser un filósofo como Kant, es el filósofo de la opinión, el filósofo de las palabras. He leído diez de sus obras, ignoro si de alguna manera eso me convierte en nietzscheano, pero decididamente si he de buscar una influencia, cuando leo lo que he escrito, Nietzsche es uno de ellos. Otro que considero que influye en mi persona, es Julio Cortázar, cuando lo leo casi siento que estoy platicando con él, escritor surrealista, me sorprendió ver que comparto con Cortázar el desprecio por el pragmatismo, cada página suya es un intento por desentrañar la vida, una búsqueda incesante de la felicidad y la libertad del hombre, una búsqueda condenada de antemano al fracaso, porque
excluye a Dios de su camino y excluye a Dios de su camino por un sentimiento de rebeldía, “el Mesías brilla en el mundo por su ausencia” y el Mesías está ausente, en efecto, pero solo del corazón del hombre, en el mundo el Mesías sigue presente, pero el hombre se ha cegado por decisión propia, está ahí esperando a que el hombre descubra que su camino es el camino del hijo prodigo, esperando a que el hombre regrese para ofrecerle su amor y el perdón. Hay otro escritor que cuando lo leo me hace pensar, Giovanni Papini, Papini en “El diablo” nos ofrece una perspectiva diferente sobre el diablo, el cristiano es un ser movido por el amor, por lo tanto debe amar aun a sus enemigos, el diablo es enemigo del hombre, luego el cristiano debe amar incluso al diablo por ser enemigo, no se trata de un amor desbordado, sino del amor con el cual debemos mirar a aquellos que nos odian. “Gog” es una obra donde Papini hace una crítica punzante de la sociedad, pues dice que nuestra sociedad está basada en el papel, un recurso altamente perecedero, que se echa a perder con el paso de algunos pocos años, el dinero, los contratos, los títulos de propiedad, nuestro pensamiento, la historia, todo queda consignado en el papel y el papel no soporta el paso del tiempo, el dinero por cuya posesión el hombre es capaz de dar muerte, no es más que materia inerte, el uso del papel constituye un juicio contundente y negativo que la sociedad emite sobre sí misma, es una forma de decir “duramos poco, valemos poco”. El beso inesperado… Ya que menciono a Papini, la imaginación se desborda cuando escenifico dentro de mi mente el momento en que Judas traiciona a Jesús, los evangelios narran que en la última cena, dicen literalmente que Satanás entró en Judas, en pocas palabras se trata de una posesión, el diablo toma el cuerpo de Judas para actuar en lugar de él, así que
cuando Judas llega con los soldados para arrestar a Jesús, es el diablo quien dirige esa acción, sorprende por eso el impulso del diablo al estar frente a Jesús, pues sabe que está frente al hombre pero también frente a la divinidad y tal vez lo traiciona un deseo subconsciente, una añoranza de cuando era el predilecto del Altísimo, entonces decide besar a Jesús, ¡el diablo besando a Dios! ¿Se traiciono a sí mismo el diablo? ¿Fue acaso una manera de reconocer muy a su pesar, que aun ama a Dios? Es atrevido Papini en su conclusión, pero creo no se le debe desechar sin más.