Canto a Fidel
Editorial:
HOMBRES HISTORICOS Hay hombres sin los cuales la historia sería diferente, son los hombres históricos. Fidel es uno de ellos. Sin Fidel la historia de la humanidad sería diferente. Fidel resume, conduce, expresa y es expresión de la voluntad del Pueblo Cubano y de la Revolución Cubana. Sin ellos no existiría la referencia viable del Socialismo, que perseveró y persevera allí como esperanza para toda la humanidad, no habría sociedades marcadoras de un rumbo distinto al camino al infierno que nos señala el capitalismo. El Socialismo Cubano, labrado por Fidel y por el pueblo cubano, tallado a pulso sobre la dura piedra de la historia, es hoy un monumento que señala rumbos. A ese pueblo muchos y fuertes obstáculos se les presentaron en el camino hacia la tierra prometida, y todos los superó: Playa Girón, la crisis de los misiles, el “período especial”, el bloqueo, fueron oportunidad para que ese pueblo se creciera en disciplina, dignidad, entrega a la causa redentora de la humanidad, en amor. La historia de Fidel y de la Revolución Cubana, que ya alcanza más de medio siglo de resistencia y entrega, está llena de invalorables enseñanzas. La conducta de Fidel, su vida, nos muestran características importantísimas de un líder: Una de ellas, el líder corre riesgos vitales por lo que piensa, se lanza al vacío para demostrar que es posible volar, corre riesgos de vida o muerte para demostrar sus ideas y apoyar sus sentimientos. Así lo hizo Fidel en el Asalto al Cuartel Moncada. En contraste, el falso líder habla, tiene retórica, pero llega sólo hasta la orilla del abismo. No arriesga, en realidad no es líder, es rebaño que sigue la dirección del viento, es incapaz de ir contracorriente, nunca será revolucionario, no conducirá a pueblos para las grandes tareas. Otra enseñanza, el líder tiene audacia teórica, afianza sus talones en el conocimiento, en los pensadores revolucionarios que lo antecedieron, y desde allí, desde esa atalaya, da el salto creador que lo separa de la mediocridad. Esta audacia teórica, la valentía de separarse de los manuales que dogmatizaron al Socialismo, que justificaron y lubricaron su deslizamiento al capitalismo, fue lo que salvó a la Revolución Cubana de ser arrastrada al despeñadero de la historia. Otra enseñanza, el líder es honesto, se equivoca, pero lo reconoce y lo corrige, su fundamental arma es la verdad, un líder no miente jamás, y así su palabra va adquiriendo el valor de la certeza, referencia de veracidad: “si lo dice el líder es verdad”. Así lo ha hecho Fidel siempre, así lo hizo en la crisis de los misiles, en el período especial, en el fracaso de la zafra de los diez millones. Otra enseñanza, el líder corre la misma suerte del pueblo que conduce, no tiene otra vida que la vida de su pueblo, no tiene alternativa separado de la causa de su pueblo, por eso el líder triunfa o muere si su Revolución es verdadera. De esas enseñanzas trata este número de Debate Socialista. EDITOR Eduardo Hernández R. CONSEJO DE DIRECCIÓN German Zambrano Franklin Villegas Editado por Editorial Capicúa C.A.
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COLABORADORES Antonio Aponte Néstor Kohan Frank Llegas Alejandro Mena Colectivo AMAUTA (Argentina) Neptalí Reyes Jean Cabot
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DIAGRAMACIÓN David Luhan ILUSTRACIONES Tomado de Guayasamín
Vámonos, ardiente profeta de la aurora, por recónditos senderos inalámbricos a liberar el verde caimán que tanto amas. Vámonos, derrotando afrentas con la frente plena de martianas estrellas insurrectas, juremos lograr el triunfo o encontrar la muerte. Cuando suene el primer disparo y se despierte en virginal asombro la manigua entera, allí, a tu lado, serenos combatientes, nos tendrás. Cuando tu voz derrame hacia los cuatros vientos reforma agraria, justicia, pan, libertad, allí, a tu lado, con idénticos acentos, nos tendrás. Y cuando llegue el final de la jornada la sanitaria operación contra el tirano, allí, a tu lado, aguardando la postrer batalla, nos tendrás. El día que la fiera se lame el flanco herido donde el dardo nacionalizador le dé, allí, a tu lado, con el corazón altivo, nos tendrás. No pienses que puedan menguar nuestra entereza las doradas pulgas armadas de regalos, pedimos un fusil, sus balas y una peña. Nada más. Y si en nuestro camino se interpone el hierro, pedimos un sudario de cubanas lágrimas para que se cubran los guerrilleros huesos en el tránsito a la historia americana. Nada más.
Che Guevara México, 1956
Dos lobos hambrientos y una caperucita roja Una idea básica ocupaba mi mente desde mis viejos tiempos de socialista utópico. Partía de la nada con las simples nociones del bien y el mal que a cada cual le inculca la sociedad en que nace, lleno de instintos y carente de valores que los padres, en especial las madres, comienzan a sembrar en cualquier sociedad y época. Como no tuve preceptor político, el azar y la casualidad fueron componentes inseparables de mi vida. Adquirí una ideología por mi propia cuenta desde el instante en que tuve una posibilidad real de observar y meditar los años que viví como niño, adolescente y joven estudiante. La educación se convirtió para mí en el instrumento por excelencia de un cambio en la época que me tocó vivir, de la cual dependería la propia supervivencia de nuestra frágil especie. Después de una larga experiencia, lo que pienso hoy sobre el delicado tema es absolutamente coherente con esta idea. No necesito pedir excusas, como prefieren algunos, por decir la verdad aunque sea dura. Hace más de dos mil años, Demóstenes, orador griego famoso, defendió con ardor en las plazas públicas una sociedad en la que el 85 por ciento de las personas eran esclavas o ciudadanos que carecían de igualdad y derechos como algo natural. Los filósofos compartían ese punto de vista. De allí surgió la palabra democracia. No se les podía exigir más en su tiempo. Hoy, que se dispone de un enorme caudal de conocimientos, las fuerzas productivas se han multiplicado incontables veces y los mensajes a través de los medios masivos se elaboran para millones de personas; la inmensa mayoría, cansada de la política tradicional, no quiere oír hablar de ella. Los hombres públicos carecen de confianza cuando más la necesitan los pueblos ante los riesgos que los amenazan. Al derrumbarse la URSS, Francis Fukuyama, ciudadano norteamericano de origen japonés, nacido y educado en Estados Unidos y titulado en una universidad en ese mismo país, escribe su libro El fin de la historia y el último hombre, lo que muchos seguramente conocen, pues fue muy promovido por los dirigentes del imperio. Se había convertido en un halcón del neoconservadurismo y promotor del pensamiento único. Quedaría, según él, una sola clase, la clase media norteamericana; los demás, pienso yo, estaríamos condenados a ser mendigos. Fukuyama fue partidario decidido de la guerra contra Iraq, como el vicepresidente Cheney y su selecto grupo. Para él la historia finaliza en lo que Marx veía como "el fin de la prehistoria". En la ceremonia inaugural de la cumbre América Latina y Caribe-Unión Europea celebrada
en Perú el pasado 15 de mayo, se habló en inglés, alemán y otros idiomas europeos sin que partes esenciales de los discursos se tradujeran por las televisoras al español o al portugués, como si en México, Brasil, Perú, Ecuador y otros, los indios, negros, mestizos y blancos -más de 550 millones de personas, en su inmensa mayoría pobreshablasen inglés, alemán u otro idioma foráneo. Sin embargo, se menciona ahora elogiosamente la gran reunión de Lima y su declaración final. Allí, entre otras cosas, se dio a entender que las armas que adquiere un país amenazado de genocidio por el imperio, como lo ha sido Cuba desde hace muchos años y lo es hoy Venezuela, no se diferencian éticamente de las que emplean las fuerzas represivas para reprimir al pueblo y defender los intereses de la oligarquía, aliada a ese mismo imperio. No se puede convertir la nación en una mercancía más ni comprometer el presente y el futuro de las nuevas generaciones. La IV Flota no se menciona, por supuesto, en los discursos que se televisaron de aquella reunión, como fuerza intervencionista y amenazante. Uno de los países latinoamericanos allí representados acaba de realizar maniobras combinadas con un portaviones de Estados Unidos del tipo Nimitz, dotado con todo tipo de armas de exterminio en masa. En ese país hace unos pocos años las fuerzas represivas desaparecieron, torturaron y asesinaron a decenas de miles de personas. Los hijos de las víctimas fueron expropiados por los defensores de las propiedades de los grandes ricos. Sus principales líderes militares cooperaron con el imperio en sus guerras sucias. Confiaban en esa alianza. ¿Por qué caer de nuevo en la misma trampa? Aunque es fácil de inferir el país aludido, no deseo mencionarlo por no herir a una nación hermana. La Europa que en esa reunión llevó la voz cantante, es la misma que apoyó la guerra contra Serbia, la conquista por Estados Unidos del petróleo de Iraq, los conflictos religiosos en el Cercano y Medio Oriente, las cárceles y aterrizajes secretos, y los planes de torturas horrendas y asesinatos fraguados por Bush. Esa Europa comparte con Estados Unidos las leyes extraterritoriales que, violando la soberanía de sus propios territorios, incrementan el bloqueo contra Cuba obstaculizando el suministro de tecnologías, componentes e incluso medicamentos a nuestro país. Sus medios publicitarios se asocian al poder mediático del imperio. Lo que dije en la primera reunión de América Latina con Europa, celebrada hace nueve años en Río de Janeiro, mantiene toda su vigencia. Nada ha
cambiado desde entonces excepto las condiciones objetivas, que hacen más insostenible la atroz explotación capitalista. El anfitrión de la reunión estuvo a punto de sacar de sus casillas a los europeos, cuando en la clausura mencionó algunos puntos planteados por Cuba: 1. Condonar la deuda de América Latina y el Caribe. 2. Invertir cada año en los países del Tercer Mundo el 10 por ciento de lo que gastan en las actividades militares. 3. Cesar los enormes subsidios a la agricultura, que compiten con la producción agrícola de nuestros países. 4. Asignar a Latinoamérica y el Caribe la parte que les corresponde del compromiso del 0,7% del PIB. Por las caras y las miradas, observé que los líderes europeos tragaron en seco durante unos segundos. Pero, ¿por qué amargarse? En España sería todavía más fácil pronunciar discursos vibrantes y maravillosas declaraciones finales. Se había trabajado mucho. Venía el banquete. No habría en la mesa crisis alimentaria. Abundarían las proteínas y los licores. Faltaba sólo Bush, que trabajaba, incansable, por la paz en el Medio Oriente, como es habitual en él. Estaba excusado. ¡Viva el mercado! El espíritu dominante en los ricos representantes de Europa era la superioridad étnica y política. Todos eran portadores del pensamiento capitalista y consumista burgués, y hablaron o aplaudieron en nombre de este. Muchos llevaron consigo a los empresarios que son el pilar y sostén de "sus sistemas democráticos, garantes de la libertad y los derechos humanos". Hay que ser expertos en la física de las nubes para comprenderlos. En la actualidad, Estados Unidos y Europa compiten entre sí y contra sí por el petróleo, las materias primas esenciales y los mercados, a lo que se suma ahora el pretexto de la lucha contra el terrorismo y el crimen organizado que ellos mismos han creado con las voraces e insaciables sociedades de consumo. Dos lobos hambrientos disfrazados de abuelitas buenas, y una Caperucita Roja. Fidel Castro Ruz Mayo 18 de 2008 10 y 32 p.m.
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Neftalí Reyes La Revolución Cubana es el eslabón histórico que une a Bolívar con el Socialismo. Allí en Cuba se enlazan el profundo sentimiento Bolivariano con las construcciones socialistas. El bolivarianismo se proyecta sobre Cuba con los Rayos y Soles de Bolívar, precursores de las ansias independentistas de la isla, que se concretan con Martí, el primer bolivariano de la América, y con Máximo Gómez. Carlos Baliño (desde las páginas del periódico Patria. José Martí había definido a su amigo y ardiente patriota independentista como un "hombre de pluma y lengua de oro), es expresión, representa la evolución de las ideas bolivarianas hacia el Socialismo. Baliño fue fundador junto a Martí del Partido Revolucionario Cubano, y también, junto a Julio Antonio Mella fundador del Partido Comunista de Cuba. Allí en Cuba, con la derrota del imperio español, concluyen las tareas independentistas del continente y comienza la tarea de la conquista del Socialismo, y allí los dos procesos se unen, se mantiene la continuidad. Cuando Martí sentencia que: Bolívar tiene todavía mucho que hacer en la América, está restableciendo un vínculo histórico que las oligarquías tratan de romper, separando a Bolívar de la marcha de los pueblos americanos hacia su redención, separando al bolivarianismo del Socialismo. Lo que Bolívar tenía ahora que hacer en la América no era la independencia, ésta ya la había realizado, lo que restaba por hacer era concluir la tarea de redención de estos pueblos que la independencia dejó inconclusa.
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La línea histórica nos lleva, entonces, desde San Pedro Alejandrino, hasta dos Ríos. El hilo se corta en una calle de México, con el asesinato de Julio Antonio Mella. Pasó más de medio siglo de intentos de restablecer la continuidad histórica, la que sólo se logra con El Asalto al Cuartel Moncada, cuyo autor intelectual fue Martí, y que significó el restablecimiento del hilo revolucionario que se había iniciado en 1810. Si investigamos el proceso de redención americano, encontraremos que El 1810 tiene una continuidad histórica con el 26 de julio, Bolívar con Martí y con Fidel. Cuando la Revolución Bolivariana que comienza el 4 de febrero de 1992, se encuentra con el Socialismo, se produce el ensamble definitivo del Socialismo con el bolivarianismo, Bolívar se hace Socialista, y el Socialismo se hace Bolivariano, se cierra el gran ciclo histórico, el ciclo de redención americano, que había comenzado en 1810. Así aparecen Fidel Castro y Hugo Chávez en la historia subidos en una montaña de coraje que Bolívar, Martí, Julio Antonio Mella, Baliño, Zamora, Fabricio, Américo Silva, construyeron con su sangre. Bolívar en la presentación de la Constitución de Bolivia, clamaba: ¡LEGISLADORES! La infracción de todas las leyes es la esclavitud. La ley que la conservara, sería la más sacrílega. ¿Qué derecho se alegaría para su conservación? Mírese este delito por todos aspectos, y no me persuado que
haya un solo Boliviano tan depravado, que pretenda legitimar la más insigne violación de la dignidad humana. Un hombre poseído por otro ¡Un hombre propiedad! Una imagen de Dios puesta al yugo como el bruto! Dígasenos, ¿dónde están los títulos de los usurpadores del hombre? La Guinea nos los ha mandado, pues el África desbastada por el fratricidio, no ofrece más que crímenes. Trasplantadas aquí estas reliquias de aquellas Tribus Africanas ¿qué ley o potestad será capaz de sancionar el dominio sobre estas víctimas? Trasmitir, prorrogar, eternizar este crimen mezclado de suplicios, es el ultraje más chocante. Fundar un principio de posesión sobre la más feroz delincuencia no podría concebirse sin el trastorno de los elementos del derecho, y sin la perversión más absoluta de las nociones del deber. Nadie puede romper el santo dogma de la igualdad. Y ¿habrá esclavitud donde reina la igualdad? Tales contradicciones formarían más bien el vituperio de nuestra razón que el de nuestra justicia: seríamos reputados por más dementes que usurpadores. Superar al hombre propiedad es una aproximación íntima a la idea socialista. El hombre propiedad, la esclavitud de la que se quejaba Bolívar, devino en el trabajador explotado y el humano excluido del capitalismo, que es la misma esclavitud pero más refinada. El Comandante Fidel, en una de sus reflexiones, se refiere al capitalismo en estos términos: "El capitalismo convierte en mercancía todo lo que se pone a su alcance" "Es consecuencia de la lógica del
proceso de acumulación, que tiende a la incesante mercantilización de todos los componentes, materiales y simbólicos, de la vida social" En Salamanca, España, 14 oct del 2005 El Presidente de Venezuela, Hugo Chávez, da unas declaraciones en las que propuso cambiar el modelo capitalista por el Socialista: "Estamos planteando retomar el Socialismo, un socialismo nuevo, fresco, del siglo XXI. Pero yo también decía que no hay tiempo para el debate y es una de las críticas que hago siempre en las cumbres. Reitero que en estas cumbres el cómo se debe acabar con la pobreza es fundamental y lo que hemos venido diciendo es que en el marco del modelo capitalista y neoliberal es imposible terminar con la pobreza en América Latina. El capitalismo -argumentó- es el culpable del desastre más grande que los pueblos de América Latina han vivido en toda su historia. Se trata de romper ese modelo donde el Estado juegue un papel distinto, que se convierta en un Estado social, de justicia donde la sociedad asuma protagonismo". El Comandante Chávez en La Habana, nos dice que: "Bolívar, 70 años antes que Martí, adivinó el imperio. El imperio no se veía todavía, pero él lo adivinó y lo dijo claro en 1886: Los Estados Unidos de Norteamérica parecen destinados por la providencia para plagar la América de
miserias a nombre de la libertad. ¡Vaya qué genio el de Bolívar, el primer gran antimperialista conjuntamente con Martí…!". Y recordaba las palabras de Martí: "Bolívar está en el cielo de América, vigilante y ceñudo, sentado aún en su roca de crear, con el inca al lado y un haz de banderas a los pies; así está él, calzadas aún las botas de campaña, porque lo que él no hizo sin hacer está hasta hoy, porque Simón Bolívar tiene que hacer en América todavía". Es evidente la coincidencia de las ideas de Martí, Fidel y Chávez con las angustias del Libertador, cuando se lamentaba de un hombre propiedad, o nos alertaba de los peligros de un imperio incipiente, es incuestionable que la lucha es la misma, la lucha por la redención del humano, del esclavo y del esclavista, por la liberación de la humanidad del yugo que ella misma ha creado. Y es el Socialismo un escalón superior en el camino por la redención definitiva del humano. La humanidad ha visto renacer sus esperanzas en las luchas que hoy se libran en la América. La Revolución Bolivariana que en su evolución se ha encontrado con el Socialismo, que ha comprendido el carácter internacional del enfrentamiento al imperio, ha construido alianzas fraternales, y una estructura para esa fraternidad: El ALBA, que es un germen de organización social internacional donde el centro es el hombre, donde se avanza hacia niveles donde no sea posible el "hombre propiedad" del que se lamentaba El Libertador.
Es una Revolución que ha encontrado sus raíces, el Bolivarianismo y ha encontrado su estrella, el Socialismo. Es una Revolución destinada a tomar el cielo por asalto y ser ejemplo para el resto de la humanidad. No hay duda que el gran ciclo histórico que comenzó en Caracas en 1810, se completa en la Revolución Bolivariana. Desde esta situación de avance inmenso, de abertura del horizonte de redención, la Revolución Cubana se yergue inmensa en su resistencia heroica, su defensa de la causa del Socialismo, el enriquecimiento y custodia de la pureza ideológica de la Revolución. La Revolución Cubana, a noventa millas del imperio, a pesar de la caída del campo socialista, supo resistir, atravesar un período especial equivalente a un estado de guerra sin detonaciones, soportar tentaciones, heroicamente resistir, perseverar, cuidar el patrimonio más preciado de la humanidad que es la posibilidad de construir un mundo viable, que en contraste con el camino al infierno que nos propone el capitalismo, le de esperanzas a la humanidad de sobrevivencia. Podemos decir, sin temor a exagerar, que la Revolución Cubana con su ejemplo ha salvado la vida sobre el planeta. Llegará el día en que el mundo tome cuenta de esta épica y reconozca al pueblo cubano como un pueblo héroe de la humanidad. Permítasenos concluir como Fidel concluyó una de sus reflexiones: proclamando junto a Chávez la consigna bolivariana, guevarista y cubana de: "Patria, Socialismo o Muerte" ¡Venceremos!
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La aparición de un libro del presidente cubano Fidel Castro siempre es noticia. Esta vez, con total seguridad, lectores de todas partes del planeta sentirán curiosidad por un texto suyo -con discursos, cartas e intervenciones- dedicados al pueblo y a la nación venezolanos. Al vuelo, surgirán tres interrogantes claves: ¿Qué motivaciones humanas e históricas tiene Fidel para estar tan cerca de Venezuela? ¿Por qué ha sido tan prolífero en sus palabras y referencias a ese pueblo? ¿Cómo Fidel Castro y Hugo Chávez encontraron el camino para hermanar su liderazgo en función de un mundo más justo? Sobran argumentos para responder estas preguntas, pero existe un hecho que los resume a todos: Venezuela fue el primer país visitado por Fidel tras el triunfo de la Revolución cubana el 1 de Enero de 1959 y ha sido el sitio geográfico al que más ha viajado en sus 80 años de existencia: 11 veces pisó Fidel tierra bolivariana de manera oficial y en todos los casos siempre tuvo, de forma directa o indirecta, en vivo o por televisión, contacto con el pueblo venezolano. Sus análisis sobre la situación continental y del mundo, la información de primera mano acerca de la Revolución Cubana, la evocación de Bolívar y de Martí, el seguimiento al histórico ascenso y la formación como líder del presidente Hugo Chávez y el desarrollo de la Revolución Bolivariana destacan en su corazón y por ende en sus discursos. Esta excelente compilación no es una fría cronología de esos encuentros entre Fidel y Venezuela. Son piezas emblemáticas meticulosamente seleccionadas- de la oratoria del Presidente cubano. En estas páginas se transparenta la devoción de Fidel por la palabra, su poder de seducción, el ímpetu de su inspiración. El estilo de un estadista que aprendió, como una regla personal de la comunicación, a hacer trabajo de masas en el contacto directo con el individuo; sembrando en el ser humano el ejercicio de la reflexión y esgrimiendo siempre la verdad como un arma invencible y digna de imitar. La palabra como artillería de las ideas. El discurso como un estratégico campo de batalla. Análisis aparte merece el contenido visionario, casi profético, de las palabras de Fidel a los venezolanos. En sus referencias a esa cualidad del Presidente cubano, el Premio Nobel de literatura Gabriel García Márquez afirma que "su más rara virtud de político es esa facultad de vislumbrar la evolución de un hecho hasta sus consecuencias remotas..., pero esa facilidad no la ejerce por iluminación, sino como resultado de un raciocinio arduo y tenaz. Su auxiliar supremo es la memoria y la usa hasta el abuso para sustentar discursos o
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charlas privadas con raciocinios abrumadores y operaciones aritméticas de una rapidez increíble". Lo que leeremos en este libro editado por Ocean Sur es, en amplia muestra, la confirmación de eso que El Gabo denomina "dotes comunicacionales" de Fidel: "Es un hombre con una confianza absoluta en el contacto directo. Tiene un idioma para cada ocasión y un modo distinto de persuasión según los distintos interlocutores. Sabe situarse en el nivel de cada uno y dispone de una información vasta y variada que le permite moverse con facilidad en cualquier medio. Una cosa se sabe con seguridad: esté donde esté, como esté y con quien esté, Fidel Castro está allí para ganar". Y no se equivoca García Márquez en esta sentencia sobre el líder cubano: Fidel, no es un secreto, ha ganado el cariño, la admiración y el respeto de millones de venezolanos, gentes de pueblo y líderes políticos; intelectuales y periodistas; estudiantes universitarios y militares…, que de una u otra manera han tenido acceso o han sido testigos excepcionales de los discursos y encuentros que recorre este libro. Muchos venezolanos no olvidan -y agradecen- aquella deferencia del Comandante guerrillero, que sin apenas quitar de sus botas de campaña el polvo de la Sierra Maestra, eligió a Venezuela como el primer sitio a donde llevaría el mensaje de la revolución triunfante. Sólo 15 días después de haber entrado victorioso a La Habana, llegaba Fidel a Caracas el 23 de Enero de 1959, para poner en esta capital los ojos de todo el mundo, deseoso de conocer las intenciones y el verdadero alcance de la gesta guiada por el joven e irreverente barbudo. Por ese momento histórico y fundador comienza este libro. Aquí están las palabras de Fidel, como retumbando en la Plaza Aérea del Silencio, en el centro de Caracas, el 23 de enero de 1959: "Si pudiera con alguna frase expresar la emoción que he experimentado en el día de hoy, lo diría todo afirmando que he sentido una emoción mayor al entrar en Caracas que la que experimenté al entrar en La Habana". Es evidente que aquel era un viaje de profundo agradecimiento al pueblo de Bolívar: "De Venezuela -dijo Fidel- sólo hemos recibido favores. De nosotros nada han recibido los venezolanos y, en cambio, nos alentaron durante la lucha con su simpatía y con su cariño; hicieron llegar el bolívar hasta la Sierra Maestra, divulgaron por toda la América las trasmisiones de Radio Rebelde, nos abrieron las páginas de sus periódicos y
algunas cosas más recibimos de Venezuela. Y después de haberlo recibido todo, después de haber estado recibiendo favores de este pueblo en nuestra lucha por la libertad, al llegar a Venezuela nos encontramos con que nos reciben con el mismo cariño con que nos recibieron los cubanos". Aún cuando el Comandante victorioso parecía limitarse a informar a los venezolanos del camino elegido por el pueblo cubano y de sus retos tras el triunfo revolucionario, aquel discurso cauteloso ("no me corresponde a mí hacer análisis sobre el proceso y sobre la historia de Venezuela"), era también la confirmación de su vocación antiimperialista, resumida en las interrogantes con que azuzaba la reflexión del pueblo: "¿Hasta cuándo vamos a permanecer en el letargo? ¿Hasta cuándo vamos a ser piezas indefensas de un continente a quien su Libertador lo concibió como algo más digno, más grande? ¿Hasta cuándo los latinoamericanos vamos a estar viviendo en esta atmósfera mezquina y ridícula? ¿Hasta cuándo vamos a permanecer divididos? ¿Hasta cuándo vamos a ser víctimas de intereses poderosos que se ensañan con cada uno de nuestros pueblos? ¿Cuándo vamos a lanzar la gran consigna de unión?". En ese discurso del 23 de enero de 1959, Fidel posó su mirada en el horizonte futuro de una Venezuela que hoy, 47 años después, estamos conociendo: "Los cubanos -dijo Fidel aquel día- estaremos al lado de los venezolanos y sabemos que los venezolanos sabrán cumplir con su deber (…). Venezuela unida, Venezuela cada vez más madura, Venezuela cada vez más alerta y Venezuela contando con Cuba, Venezuela con su pueblo, Venezuela con su riqueza, Venezuela con sus montañas, Venezuela tiene asegurado un formidable y brillante porvenir en América. Venezuela tiene asegurada su libertad". Un día después, en sus discursos en el Parlamento Nacional y en la Universidad Central de Venezuela, Fidel sentaba las bases de ese proceso de integración que se consolidó, definitivamente, con la llegada de Hugo Chávez a la presidencia: "Si los cubanos queremos a Venezuela como se quiere a Cuba, los venezolanos quieren a Cuba como se quiere a Venezuela, son las bases de una misma patria", afirmó a los parlamentarios. Y sentenció a los estudiantes: "Tengan la seguridad de que somos hombres conscientes de nuestra responsabilidad con nuestra patria, con los pueblos oprimidos y de nuestro deber ineludible de solidaridad con todos los pueblos del continente americano". Treinta y cinco años después -el 14 de
Prólogoallibro "Venezuela y Chávez"de Ocean Sur diciembre de 1994-, también ante un auditorio de jóvenes universitarios, pero esta vez en el Aula Magna de la Universidad de La Habana, Fidel volvía a referirse al papel que le correspondía a Venezuela como guía en América Latina y a la importancia de que crecieran muchos hombres como Hugo Chávez en nuestros sufridos países: "Estoy seguro de que habrá muchos hombres como Hugo Chávez, porque las ideas surgen de las realidades; sus ideas surgieron de las realidades que estaban viviendo, enraizadas en el pensamiento de los fundadores de la independencia de los países de América Latina, los que nacieron hace 200 años, o los que nacieron cuando nació Martí, hace menos tiempo". Transcurrieron otros cinco años y Fidel volvía a dialogar con los estudiantes de la Universidad Central de Venezuela (UCV). Pero esta vez, con un mayor conocimiento de la realidad contemporánea del hermano país e inspirado por la alegría que representaba la llegada a la presidencia del líder bolivariano Hugo Chávez, el Comandante pronunció en la UCV uno de sus más trascendentales discursos. Él mismo escribiría después unas notas, a manera de prólogo, para un libro que recogió la memorable intervención de seis horas, aquel 3 de febrero de 1999: Un nuevo y joven Presidente, tras espectacular victoria política y apoyado por un mar de pueblo, había tomado posesión de su cargo apenas 24 horas antes. Con motivo de la visita que por tal causa realicé a ese país, entre otros muchos invitados, las autoridades y los estudiantes de la mencionada universidad se empeñaron en que yo ofreciera lo que se ha dado en llamar una conferencia magistral, cuyo sólo calificativo suscita rubor y angustia, en especial a los que no somos académicos ni hemos aprendido otra cosa que el modesto oficio de usar la palabra para trasmitir en forma y estilo propios lo que pensamos. Fue el estilo propio de Fidel el que hizo de ese discurso en la UCV algo más que una conferencia magistral. Había concebido su exposición para el pueblo venezolano, que comenzaba a vivir un momento estelar de su historia, pero terminó haciendo que sus reflexiones se convirtieran en una brújula para el público de nuestra América y de otras latitudes. En él encontrará el lector un compendio didáctico y ameno -matizado con anécdotas fabulosas-, conmovedor y razonado, que hizo honor al título que el propio Fidel eligió para el texto: "Una revolución sólo puede ser hija de la cultura y las ideas". Al recorrer sus palabras de ese día, uno
descubre con facilidad cuánta emoción envolvió al orador. Motivos puede haber muchos. Pero hay ciertos aspectos singulares a destacar: ha sido la única vez, fuera de Cuba, donde Fidel pronuncia un discurso en un mismo sitio, cuarenta años después. Y lo hizo en una coyuntura mundial y regional muy sensible, dejando claro que Venezuela podría desempeñar un papel destacado en la solución de los problemas de nuestros pueblos al sur del Río Bravo y del Tercer Mundo. Fidel, muy entrada la noche, se despidió de estudiantes y profesores de la UCV con la lectura de su breve y antológica ponencia, expuesta al resumir una reunión de economistas de América Latina y el Caribe, en que, luego de preguntar cuáles serían las armas esenciales para alcanzar "una globalización solidaria, socialista, comunista o como ustedes quieran llamarla", respondió: "las ideas, las conciencias". Su segundo discurso en la UCV es eso, un haz de luz, que nos muestra las convicciones de Fidel: una obra maestra para cultivar certezas y encender el raciocinio y las esperanzas. La Historia trajo a Fidel a Venezuela una y otra vez. El 27 de octubre del 2000, en un discurso en el Palacio Legislativo, aseguró ante la Asamblea Nacional que "la enorme autoridad política y moral que emana de lo que la Revolución Bolivariana puede hacer por el pueblo, aplastaría políticamente a las fuerzas reaccionarias. La cultura y los valores revolucionarios y patrióticos que ello engendraría en el pueblo venezolano harían imposible el regreso al pasado". Era su certeza en el camino irrenunciable elegido por los bolivarianos; la reiteración de aquella sentencia en la UCV: no hay revolución sin cultura y sin ideas. No cabe duda, que el pueblo venezolano y de manera particular el Presidente Chávez, han reconocido y premiado esa dedicación de Fidel a la causa bolivariana. El 11 de agosto de 2001, al recibir la Orden Congreso de Angostura, en el oriental estado Bolívar, el presidente cubano respondió al homenaje: "Yo no merezco el inmenso honor de la Orden que ustedes me han otorgado en la tarde de hoy. Sólo en nombre de un pueblo que con su lucha heroica frente al poderoso imperio está demostrando que los sueños de Bolívar y Martí son posibles, la recibo". Dos años después, en una carta enviada a Chávez el 20 de junio de 2003, con motivo del inicio de la campaña de alfabetización -Misión Robinson-, Fidel hace recordar aquel ofrecimiento solidario y fundador de una hermandad de enero de 1959: "A ti te digo, Hugo, con el corazón en la mano, que por
Venezuela, la Venezuela de Bolívar, Sucre y Simón Rodríguez, los cubanos estamos dispuestos a dar nuestras vidas". En ese momento de la historia, ya Cuba y Venezuela habían sellado sus destinos. Fidel y Chávez, a través de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA) -que se formalizó el 14 de diciembre de 2004- estaban trascendiendo las fronteras de la solidaridad y daban al mundo un ejemplo concreto de unidad y colaboración. Sin Chávez y sin Venezuela esa realidad estaba distante. Así lo reconoce Fidel en los momentos cruciales de su amistad con el presidente bolivariano: "Hoy -le dice durante la imposición de la Orden "Carlos Manuel de Céspedes", el 14 de diciembre de 2004- nos parecen pocos los merecidos honores de que hablaste y las dos condecoraciones que te hemos otorgado. Lo que más nos conmueve es que volviste, como también prometiste, para compartir tus luchas bolivarianas y martianas con nosotros". En otra ocasión, durante el programa televisivo "Aló, Presidente", desde la ciudad occidental cubana de Sandino, el 21 de agosto de 2005, Fidel responde con alegría a una aseveración de Chávez: "Hugo, la máquina del tiempo me dijo que los dos seríamos absueltos". Y unos meses después, en el acto de entrega del Premio Internacional José Martí de la UNESCO a Hugo Chávez, el 3 de febrero de 2006, Fidel asegura: "No hay nada comparable al capital humano, y un día las futuras generaciones le reconocerán al proceso bolivariano dos cosas: la primera, la más importante, haber desarrollado el capital humano venezolano, haberlo multiplicado, sabiendo que no se agota jamás; y haber defendido los recursos naturales del país, haber proclamado la integración y la cooperación en una América Unida". A esa unidad necesaria, soñada y luchada por Bolívar y Martí, le canta este libro, en las reflexiones, las advertencias y las premoniciones de Fidel. Aquí está contado, para la Historia, el papel y la misión que un hombre de la estatura y la credibilidad de Fidel Castro le otorgaron a Venezuela, a su pueblo y al proceso revolucionario bolivariano que encabeza el presidente Hugo Chávez. Se trata de una obra de total vigencia, de una brújula de vida, de un texto ético acerca de cómo se construyen revoluciones y sociedades justas: con la verdad, las ideas, el trabajo, el honor y la cultura. Todo eso es Fidel. Ocean Sur 2006
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EL MIR DESPUÉS DEL GOLPE MILITAR EN CHILE La filosofía del golpe fue el escarmiento, y eso va a persistir a través del terrorismo de Estado que exterminó físicamente a dirigentes del MIR, del Partido Comunista, del Partido Socialista, fue una política de liquidación física de los dirigentes, de los militantes, para atemorizar, para que el pueblo no ose a cuestionar que los que siempre han tenido el poder lo sigan teniendo, ellos decían: vamos a hacer entender a estos audaces, a estos muertos de hambre, que eso no se puede hacer en este país. Esa visión, esa política de las clases dominantes, del imperio, es lo que se sigue aplicando en América Latina hoy, hasta ahora no lo han logrado pero esto no impide que estemos en víspera de acontecimientos parecidos y ojalá no sean tan horrendos como lo que ocurrió en Chile. Por ejemplo, países como Venezuela, como Bolivia, donde la nueva carta del imperio intenta un proyecto de separatismo, la fragmentación de los Estados, en Ecuador con Guayaquil, en Venezuela el Zulia, amenazando y debilitando a los Estados.
dirigentes del MIR se asiló dado que no tenían donde esconderse, ni siquiera una piedra bajo la cual esconderse, finalmente se asilaron. El MIR fue muy dogmático en ese sentido, por ejemplo, todos los militantes que se asilaron fueron expulsados del partido. Cuando nos dimos cuenta que en el exterior había alrededor de cinco mil militantes del MIR expulsados, vino una política de reconsideración, de recalificación. Aunque había casos en que merecían la expulsión, había también una buena cantidad de casos que indudablemente era impensable que siguiera un camino de suicidio. Miguel Henríquez y su compañera Carmen Castillo, habían logrado crear una célula en semiclandestinidad previa al golpe y cuando se materializa el golpe, se clandestinaliza casi por completo. En ese momento empezaron a caer depósitos de armas, dirigentes del MIR y Miguel Henríquez -contraviniendo todo lo que hemos aprendido como normas de la vida clandestina que todavía no lográbamos asimilar porque en Chile habían pasado años que no teníamos un gobierno militar-, se movían de un lado a otro por toda la ciudad hasta que fueron descubiertos.
los militantes que estaban en exterior, incluyendo los que habíamos sido expulsados del país y regresamos clandestinamente, desde el Secretario General Andrés Pascal Allende hasta los dirigentes y militantes que habían sido seleccionados, preparados (medianamente preparados) para enfrentar la clandestinidad y reconstruir el MIR en el interior, entre ellos me tocó a mí y en esas condiciones viví casi diez años. Este proceso fue bautizado por la prensa de derecha en Chile como la operación retorno. Fue un proceso muy lento, desarrollamos una política de resistencia popular que básicamente eran núcleos de simpatizantes de la causa de izquierda, en particular del MIR. En mi caso, como miliciano, me encomendaron tareas de sabotaje, de propaganda, de bombas de ruido, bombas con panfletos, etc. LA LUCHA CLANDESTINA DEL MIR
Aunque la historia del MIR no termina con el golpe, viene un período muy difícil. El MIR primero plantea una política -pienso yo muy equivocada por los efectos finales que tuvo-, de no asilarse. El golpe produjo una estampida de todos los partidos políticos hacia las embajadas, la "capacidad hotelera" de las embajadas fue ampliamente sobrepasada por parlamentarios, dirigentes, intelectuales conocidos, etc. Otra parte de los militantes fuimos a dar a la cárcel, entre ellos me tocó a mí y a una buena parte de dirigentes del MIR que fueron sorprendidos porque no alcanzaron a resguardarse, a tener una buena casa de seguridad y fueron agarrados a las semanas y meses posteriores.
Muchos militantes estuvimos presos durante años en varios campos. Yo estuve preso hasta el año 1975 y me expulsaron del país, un día me tomaron y me pusieron en un avión, allí me encontré con mi familia y fuimos a Cuba. En el año 1979 regresé clandestinamente con mi mujer y, en esa etapa, un gran número de militantes del MIR regresamos a Chile. Hubo un momento en Chile -estamos hablando de historia y no hay por qué ocultar ciertas cosas-, en que los militantes y la dirección clandestina interna no eran más de 120 personas mientras que en el exterior habían alrededor de 5000.
El MIR desarrolló al calor de la lucha clandestina contra la dictadura una serie de técnicas que tuvieron mucha importancia. Por ejemplo, en tareas de documentación, el MIR alcanzó tener una sección de documentación falsa para los clandestinos en Chile, para los viajeros, pasaportes, cédulas de identidad, certificados de todo tipo, naturalmente recibimos la asesoría de expertos de otros países y alcanzamos un desarrollo importante en esa actividad. También en la fabricación de cierto tipo de armamento, incluyendo subametralladoras que fue uno de los logros más notables de nuestros ingenieros, se logró desarrollar una línea de trabajo no sólo para ingresar personas clandestinamente, sino también equipamientos, desarrollamos las radios emisoras clandestinas, que se hacían con vehículos o a pie, que interferían las radios con mensajes, se hacían llamamientos, también interferían las ondas de televisión, pero era limitado, eran aparatos pequeños, no se podía cargar mayor cosa.
La política de "el MIR no se asila" fue sobrepasada porque una gran cantidad de
A partir de allí se inicia todo un proceso de reconstrucción del partido, se seleccionan a
Todo esto se desarrollaba al calor de una represión muy fuerte que nos asestaba golpes
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PROCESO DE RECONSTRUCCIÓN DEL MIR
muy duros, intentos de infiltración, etc., porque la policía, los servicios de seguridad en la dictadura se hizo muy eficiente. Al principio fue muy débil pero a medida que se fueron desarrollando técnicas y conocimientos, asesorados por brasileños y norteamericanos, se hicieron eficientes. CONCESIÓN A LOS SECTORES DEMOCRÁTICOS BURGUESES Se hizo un trabajo político, se hicieron alianzas con los demás partidos que estaban todos ilegalizados. Pero llega un momento en que los antiguos partidos aliados se ponen de acuerdo con el departamento de estado, con el vaticano, se ponen de acuerdo para una transición porque a los Estados Unidos las dictaduras militares comienzan a incomodarle y, los dirigentes de esos partidos empiezan a ejercer cargos. Entonces, la situación va cambiando y el MIR es dejado fuera de todo eso, luego marginan también al partido comunista. Al final nosotros quedamos fuera de todos esos acuerdos. Así y todo, se logró desarrollar una estructura política amplia semiclandestina en algunos casos. En un MIR que ni de lejos logra llegar a los niveles de organización, de fuerza que tuvo, comienzan a gestarse corrientes, pugnas, distintas interpretaciones sobre el desarrollo de la política en Chile, partidarios de esas alianzas amplias, impugnadores de ese tipo de alianzas quienes sosteníamos -en el caso mío yo estaba en la línea dura-, que había que luchar por la libertad, por la democracia, pero después de todo lo que había ocurrido en Chile había que ponerle la varilla un poco más alta para plantarse un objetivo de justicia social, había que dar la lucha pero no
haciéndole la concesión a los sectores democráticos burgueses, porque vino toda una conversión de la democracia de sectores que habían estado de parte de la dictadura, sobretodo el área que encarna la democracia cristiana, gente que había apoyado a la dictadura, que se habían hecho millonarios en la dictadura, todos se volvieron demócratas. Los sectores que estábamos en contra de esa amplitud de la alianza fuimos sobrepasados por los acontecimientos, pero eso generó recriminaciones internas por los errores cometidos, los muertos duelen mucho y pesan mucho en la conciencia, en la moral de los partidos que sucumben a esas persecuciones, eso motiva rencores y pases de cuentas. FRAGMENTACIÓN DEL MIR Finalmente eso fue produciendo una explosión, una atomización del MIR que se dispersó en montones de grupos, algunos de ellos existen todavía en muchas ciudades de Chile, de pronto uno va por allí y se encuentra con grupos que se llaman MIR que lamentablemente todavía siguen hablando en el lenguaje de los años 60, 70, que les ha costado mucho reconvertirse en la nueva realidad del país, del mundo, captar que estamos en una nueva época, no sólo estamos en una época de cambios, sino que estamos en un cambio de época y, que para ser fiel a los principios, hay que reacomodar la forma de actuar, el lenguaje. En la generación a la cual yo pertenezco, yo soy un hombre de 74 años de edad formado políticamente cuando ni siquiera existía la noción de la ecología, no existía la
noción de la heterogeneidad de lo sexual, la diversidad, esas cosas no existían, en cambio ya son hechos de la causa, valores con los cuales tenemos que trabajar. Por ejemplo, la ecología, como ustedes deben saber en la antártica Chilena en la noche del domingo y en la madrugada del martes, desapareció un lago, 200 mil millones de litros de agua se fueron por un túnel que perforó un glaciar, que desempeñaba el papel de contenedor del lago y que por el recalentamiento abrió un orificio por donde se fue el lago. En menos de tres días fueron a ver el lago y el lago estaba seco, había desparecido y el glaciar se estaba derritiendo. Eso es para ilustrar lo que quiero decir, ese tipo de problemas que están a la orden del día no existían y hoy día existen. Otro ejemplo es que el valor que le hacíamos al cristianismo en su versión, en contenido, lo cambiamos cuando los curas y las monjas empezaron a ser militantes del MIR. En ese momento empezamos a avisparnos de que la ideología, por así decirlo, del cristianismo es parte consustancial de la ideología revolucionaria. LA ACTUAL TAREA REVOLUCIONARIA EN CHILE De nuevo en Chile está planteado, como tarea revolucionaria, construir una fuerza revolucionaria con concepciones contemporáneas de lo que hoy se llama vagamente porque creo que todavía no nos ponemos de acuerdo- el Socialismo del Siglo XXI, qué es, cuáles son los ingredientes ideológicos, políticos, estratégicos, programáticos, del Socialismo contemporáneo, que evidentemente es una necesidad impostergable.
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Leonardo Depestre Catony
La connotación política del trabajo realizado por Carlos Baliño tanto en la Guerra del 95 como en las primeras décadas del siglo XX y su rol de miembro fundador del primer Partido Comunista cubano hacen a veces olvidar que fue, además, un hombre de fecunda actividad periodística. Baliño nació el 13 de febrero de 1848. Siendo aún muy joven colaboraba ya con poemas y artículos en las publicaciones El Fénix, El Alacrán y La Crítica, de Guanajay, en la provincia de Pinar del Río. Fue también alumno de pintura en la Academia San Alejandro y con apenas 21 años, forzado a abandonar los estudios, se trasladó a los Estados Unidos. En Norteamérica vivió en Cayo Hueso, Tampa, Nueva York y Nueva Orleáns. En cada una de estas ciudades desplegó actividades revolucionarias de apoyo a la insurrección en Cuba y trabajó como obrero tabacalero. En Cayo Hueso fue redactor del periódico La Tribuna del Pueblo. En 1892 suscribió las bases y el acta de constitución del Partido Revolucionario Cubano, fundado por José Martí y guía de la revolución independentista. En 1897, hallándose en Tampa, colaboró en la fundación de La Nueva República. Baliño fue en todo momento un propagandista de la revolución de Martí y un defensor de los intereses de la clase obrera dentro de la cual desenvolvió su quehacer. Con la instauración del la República, su palabra y su pluma denunciaron las injusticias económicas, al tiempo que sus textos en La Voz Obrera, órgano del Partido Obrero Socialista, apoyaban el acontecer revolucionario en la Rusia de 1905. Publicó por aquellas fechas Verdades socialistas (1905), que en nueva edición apareciera en 1941 bajo el título Verdades del socialismo, prologado esta vez por Blas Roca. En 1964 se editó una compilación de los Documentos de Carlos Baliño, y en años posteriores su vida y su obra han sido objeto de variados textos de análisis crítico bajo el prisma contemporáneo. Carlos Baliño colaboró también en El Productor, El Obrero Cigarrero, Justicia y Lucha de Clases, siendo director de este último. Trabajó también para la revista Juventud, dirigida por Julio Antonio Mella. En verdad, la palabra de Carlos Baliño está en cuanta publicación de perfil proletario y/o socialista ve la luz durante las décadas iniciales del siglo XX. Ya sabemos que figuró entre los fundadores de nuestro primer Partido Comunista en agosto de 1925, junto a Julio Antonio Mella y otros militantes que, de inmediato, sufrieron una feroz persecución por parte del entonces recién instaurado régimen del presidente Gerardo Machado. El 14 de enero de 1893, desde las páginas del periódico Patria, José Martí había definido a su amigo y ardiente patriota independentista como un "hombre de pluma y lengua de oro". Baliño falleció el 18 de junio de 1926. 10
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La Habana Marzo 1965 "Año de la agricultura" Fidel: Me recuerdo en esta hora de muchas cosas, de cuando te conocí en casa de María Antonia, de cuando me propusiste venir, de toda la tensión de los preparativos. Un día pasaron preguntando a quién se debía avisar en caso de muerte y la posibilidad real del hecho nos golpeó a todos. Después supimos que era cierto, que en una revolución se triunfa o se muere si es verdadera. Muchos compañeros quedaron a lo largo del camino hacia la victoria. Hoy todo tiene un tono menos dramático porque somos más maduros, pero el hecho se repite. Siento que he cumplido la parte de mi deber que me ataba a la Revolución cubana en su territorio y me despido de ti, de los compañeros, de tu pueblo que ya es mío. Hago formal renuncia de mis cargos en la dirección del Partido, de mi puesto de Ministro, de mi grado de Comandante, de mi condición de cubano. Nada legal me ata a Cuba, sólo lazos de otra clase que no se pueden romper como los nombramientos. Haciendo un recuerdo de mi vida pasada creo haber trabajado con suficiente honradez y dedicación para consolidar el triunfo revolucionario. Mi única falta de alguna gravedad es no haber confiado más en tí desde los primeros momentos de la Sierra Maestra y no haber comprendido con suficiente claridad tus cualidades de conductor y de revolucionario. He vivido días magníficos y sentí a tu lado el orgullo de pertenecer a nuestro pueblo en los días luminosos y tristes de la crisis del Caribe. Pocas veces brilló más alto un estadista que en esos días, me enorgullezco también de haberte seguido sin vacilaciones, identificado con tu manera de pensar y de ver y apreciar los peligros y los principios. Otras tierras del mundo reclaman el concurso de
mis modestos esfuerzos. Yo puedo hacer lo que te está negado por tu responsabilidad al frente de Cuba y llegó la hora de separarnos. Sépase que lo hago con una mezcla de alegría y de dolor, aquí dejo lo más puro de mis esperanzas de constructor y lo más querido entre mis seres queridos... y dejo un pueblo que me admitió como un hijo; eso lacera una parte de mi espíritu. En los nuevos campos de batalla llevaré la fe que me inculcaste, el espíritu revolucionario de mi pueblo, la sensación de cumplir con el más sagrado de los deberes: luchar contra el imperialismo donde quiera que esté, esto reconforta y cura con creces cualquier desgarradura. Digo una vez más que libero a Cuba de cualquier responsabilidad, salvo la que emane de su ejemplo. Que si me llega la hora definitiva bajo otros cielos, mi último pensamiento será para este pueblo y especialmente para tí. Que te doy las gracias por tus enseñanzas y tu ejemplo al que trataré de ser fiel hasta las últimas consecuencias de mis actos. Que he estado identificado siempre con la política exterior de nuestra Revolución y lo sigo estando. Que en dondequiera que me pare sentiré la responsabilidad de ser revolucionario cubano, y como tal actuaré. Que no dejo a mis hijos y mi mujer nada material y no me apena: me alegra que así sea. Que no pido nada para ellos pues el Estado les dará lo suficiente para vivir y educarse. Tendría muchas cosas que decirte a ti y a nuestro pueblo, pero siento que son innecesarias, las palabras no pueden expresar lo que yo quisiera, y no vale la pena emborronar cuartillas. Hasta la victoria siempre. ¡Patria o Muerte! Te abraza con todo fervor revolucionario
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Lo primero que debemos discutir es sobre el poder y, para entender el problema del poder, debemos tocar una corriente del pensamiento que no hemos conversado: el postmodernismo. El postmodernismo es una corriente europea muy difundida en América Latina que está presente en el plano de la teoría, en el plano de los discursos académicos, sobretodo tiene peso académico y con mucho dinero de las ONG´S, y que propone al movimiento popular eludir el tema del poder. Recordemos que el Che Guevara decía que el gran presupuesto era la toma del poder y una vez que se da esa toma del poder, a partir de ahí ¿qué hacemos? Una de las grandes trampas del postmodernismo es que nos invita a desconfiar del Gobierno y del Estado. Un movimiento popular para ser puro, para ser sano, para ser genuino, no tiene que meterse con el Estado ni con el poder porque el poder es como un virus, como una tintura que si uno la toca se mancha, por tanto, no debía meterse con el poder. Entonces, a la derecha, todos estos consejeros le recomiendan ejercer el poder, tener una mirada global, en cambio a la izquierda le recomiendan quedarse en lo micro, en el barrio, en la política local. El poder es para la derecha y para nosotros el barrio. Nosotros discrepamos de esa visión postmodernista, pensamos como el Che Guevara que el gran proyecto es el poder y de allí viene la gran pregunta que se formuló Fidel Castro y es de cualquier revolucionario que logra llegar al poder, es allí donde empieza la Revolución, no donde termina. Los postmodernos nos acusan de que los marxistas somos autoritarios y lo único que queremos es llegar al Estado y allí termina todo. No es así, el Che Guevara dice que llegar al poder es el comienzo de la Revolución, ahí empieza la transformación. ¿Qué hacemos con esa herramienta? Una vez que los revolucionarios toman el poder, se inicia en Cuba el GRAN DEBATE, ese GRAN DEBATE rompió con ese mito de que el comunismo es una dictadura totalitaria,
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que impide las discusiones, por lo tanto, es algo viejo. En la experiencia cubana esos debates eran públicos, cada sector polemizaba no sólo en privado, también en público, siendo ambas corrientes Socialistas de verdad, no socialdemócratas. Ambas corrientes eran anticapitalistas, es decir, ambas tenían como presupuesto común que para construir una nueva sociedad, había que eliminar la empresa privada, había que superar el capitalismo, en esto estaban totalmente de acuerdo, pero tenían otras divergencias. Por ejemplo, el Che da una respuesta y muchos compañeros cubanos dan una respuesta muy distinta, hubo todo un debate en el seno de la Revolución Cubana. Planteamientos para la transición hacia el Socialismo en Cuba El sector que pasa a dirigir el Instituto Nacional de la Reforma Agraria, que era uno de los principales instrumentos del Gobierno Revolucionario, estaba encabezado por Carlos Rafael Rodríguez, un viejo cuadro político del antiguo Partido Comunista de Cuba fundado por Julio Antonio Mella, que en la década del 30 se va stalinizando, que en un momento por mandato de Moscú hace alianzas con batista que trajeron graves consecuencias políticas. Ese viejo partido tenía diversos dirigentes, algunos no querían a Fidel Castro, sin embargo, Carlos Rafael Rodríguez era el más simpatizante de Fidel Castro y del Che Guevara, incluso en 1958 sube a la Sierra Maestra, se entrevista con Fidel y le da el apoyo, era socialista, anticapitalista, pero su corazón estaba con la Unión Soviética y propone hacer en Cuba el modelo soviético, proponía trasladarlo, trasplantarlo. ¿En qué consistió ese modelo soviético? Después de la muerte de Stalin en 1953, en la Unión Soviética se profundizan las relaciones de mercado dentro del Socialismo, donde cada empresa Socialista, sin patrones, sin empresarios, manejaba su propio dinero, su propia cuenta, su distribución y asignación de recursos y el objetivo era obtener más ganancias y el incentivo a sus trabajadores era material. A partir de 1953 cuando asume un nuevo equipo dirigente en la política soviética dirigido por Jruschov, hombre famoso por la guerra de los misiles en la época de Kennedy, empiezan las reformas mercantiles. Entonces,
Carlos Rafael Rodríguez haciéndose eco de la política de los soviéticos, promueve un modelo de transición al Socialismo donde no sólo no desaparece el mercado, sino que había que incentivarlo porque de esa manera se iba a desarrollar la tecnología, las fuerzas productivas, la capacidad técnica y tecnológica para dominar la naturaleza, aumentar la productividad y obtener un mayor desarrollo económico, para ello había que alimentar al mercado. Ese modelo que se implantó en la Unión Soviética, en Yugoslavia, en Polonia, era un paquete de medidas que no eran sólo medidas de coyuntura, era una estrategia a largo plazo para construir una sociedad socialista y se llamó Cálculo Económico, porque el objetivo central era calcular las ganancias individuales de cada empresa, de cada unidad productiva. En el caso de Cuba se trataba fundamentalmente de las centrales azucareras. Cada central azucarera tenía que calcular cómo obtener más ganancias y disminuir las pérdidas de su propia central azucarera, no importaba la situación de la otra central, la cual, tenía que tener ese mismo cálculo, es decir, cada una tenía que guiarse por sus necesidades de obtener mayores ganancias y disminuir las pérdidas y para eso, como recurso, el incentivo material y el dinero de las Centrales era manejado por los gerentes, por los cuadros administrativos, debían tener salarios muy altos. Todo ese sistema que se llamó Cálculo Económico, se intentó implantar en el Instituto Nacional de la Reforma Agraria y lo promovía principalmente Carlos Rafael Rodríguez, quien no era un técnico, era un político, formado, estudioso y sabía que no podía enfrentar a una personalidad como el Che quien tenía un prestigio mucho mayor. Entonces, inició una confrontación indirecta, escribía y defendía sus posiciones a través de otra gente. Otros promotores y defensores del Cálculo Económico y de Carlos Rafael Rodríguez fueron: Alberto Mora, un joven que había sido guerrillero, que trabajó en el Ministerio de Industrias al lado del Che Guevara. Marcelo Fernández y otros cubanos acompañados de los soviéticos y, una autoridad académica de reconocimiento mundial, militante, comunista francés llamado Charles Bettelheim, profesor
de la Sorbona que había aprendido ruso en la década del 30 y vivió en Rusia como asesor de los soviéticos en la planificación. La Propuesta del Che Guevara El principal crítico de esta corriente fue el Che Guevara, quien venía estudiando marxismo desde muy joven. Cuando tenía 17 años comenzó a escribir un diccionario filosófico donde hablaba de Marx, de Freud, entre otros. Por esas paradojas de la historia, el Che siendo muy joven tuvo una gran simpatía por la Unión Soviética, incluso por Stalin. Cuando el Che hace su viaje en motocicleta por América Latina con su amigo Alberto Granado, llegan a la casa del médico comunista Hugo Pesce que había sido delegado personal de Mariátegui, fundador del marxismo latinoamericano. Es más que probable que Hugo Pesce le hablara al joven Guevara sobre Mariátegui y de la corriente latinoamericana del marxismo. Otra anécdota que tiene que ver con el marxismo del Che Guevara y cómo todo eso que aparentemente es casual, va a conducir a las posiciones del Guevara maduro que se enfrentó con Carlos Rafael y polemizó con la tradición soviética, es su traslado a una provincia llamada Córdoba donde es llevado por su familia a causa del asma que padeció desde niño, por esas casualidades de la vida tenía de vecinos a la familia Roca. El papá de esa familia, Deodoro Roca, marxista, había redactado el manifiesto inaugural de la Reforma Universitaria de 1918 en Argentina, que fue un movimiento político de mucha repercusión en América Latina, un movimiento al cual perteneció Mariátegui, Fidel Castro y en toda América Latina muchos dirigentes políticos e incluso, muchos presidentes de jóvenes, habían participado en la Reforma Universitaria. El Che se hace muy amigo del hijo de Deodoro Roca, que en Argentina es un militante de izquierda muy reconocido, fue abogado de muchos guerrilleros. La primera biblioteca política donde se forma el joven Guevara, donde lee sus primeras lecturas marxistas, era la biblioteca de Deodoro Roca. Por dos fuentes distintas el Che se nutre de la teoría revolucionaria. Por un lado, toma la obra de Mariátegui, a través de Hugo Pesce y, por otro, toma contacto con la Reforma Universitaria a través de la familia Roca. Luego el Che hace lecturas propias, leía a Marx, leía a Lenin. Cuando estaba en México junto con Fidel preparándose para embarcar el Granma e iniciar la guerra militar contra la dictadura en Cuba, hay testimonios de que el Che tenía en su cama libros subrayados como El Estado y la Revolución de Lenin y El Capital de Marx. Otro autor fundamental en la formación marxista del Che y que es muy importante para este debate fue Aníbal Ponce. En su libro
Humanismo Burgués, Humanismo Proletario, se hace toda la historia del humanismo y por qué para el Socialismo lo fundamental es el ser humano, no el dinero, no las mercancías, no el mercado, por eso Aníbal Ponce define al marxismo como un humanismo, pero no un humanismo burgués sino un humanismo proletario. Después que toman el poder en Cuba lee los Manuscritos Económicos y Filosóficos de Marx de 1844 donde habla de la enajenación. Durante un año, junto a Fidel y al profesor soviético-español Anastasio Mansilla, estudia El Capital. Con toda esa formación teórica que comprendió una serie de años de estudio, el Che dirige primero el Banco Nacional de Cuba y después el Ministerio de Industrias, con toda esa formación marxista interviene en el debate. A medida que el Che que se va formando, a medida que se va enterando directamente de la experiencia soviética, no se lleva una buena impresión porque en las actas del Ministerio de Industrias quedan desgravadas y taquigrafiadas las charlas del Che al equipo técnico y allí les contó que fue a la Unión Soviética y encontró que había una admiración al mercado que no entendía. Los soviéticos le mostraron la nueva experiencia en una de sus empresas en Alemania del Este, donde para incentivar a los trabajadores les daban un incentivo material, donde el objetivo central es la competencia, obtener más ganancias, etc. El Che les dijo que él ya conocía esa experiencia que eso no era nada nuevo, que eso era capitalismo. Hace año y medio se publicaron los Apuntes Críticos a la Economía Política que el Che hizo en 1965 a los manuales de la Unión Soviética, un año después del debate, cuando el Che estaba peleando en África con los negros del Congo contra los blancos de Bélgica y pierde el equipo cubano porque Bélgica enviaba mercenarios, asesinos profesionales, el equipo cubano se tiene que retirar y el Che se va a Tanzania, allí comienza a escribir y redacta después en Checoslovaquia las críticas del manual soviético. En el año 1965 el Che planteaba que la Unión Soviética estaba regresando al capitalismo, estaba involucionando porque le estaba dando alimento al mercado con argumentos supuestamente de izquierda, supuestamente Socialistas, estaba fomentando el desarrollo del mercado. Eso implica que la Unión Soviética perdió el rumbo y él usa la metáfora de un aviador que pierde la ruta de vuelo: La Unión Soviética es un avión que perdió la ruta de vuelo, se fue del Socialismo y va rumbo al capitalismo.
El Che simplemente hace un análisis y vio de primera mano que habían fuertes tendencias pro capitalista dentro de la Unión Soviética mucho antes de la época de Gorbachov. Es probable que Gorbachov haya sido comprado ideológicamente por la burguesía, por el imperio norteamericano, pero un solo individuo no puede tirar abajo ese gigante, por tanto, el problema venía de antes y el Che ya tenía esa conclusión muchos años antes de la perestroika. Entre los argumentos que el Che encuentra en los debates con el mundo del Este (Yugoslavia, Polonia, Alemania, Unión Soviética), es que él ve que a los cuadros de las industrias les daban como premio unos salarios infinitamente más elevados que a un empleado común, y él, que era Ministro de Industria, lo veía muy peligroso porque si esa gente se mueve a partir de un premio material y no a partir de la conciencia, el capitalismo le puede ofrecer más y en esa pelea estamos perdidos, que fue lo que finalmente pasó, porque todos esos cuadros técnicos del mundo del Este hoy son empleados de las multinacionales. El Che decía que para ganar a los cuadros dirigentes técnicos, administradores, ingenieros de las empresas de la nueva sociedad, para ganarlos a un proceso de cambio, hay que ganarlos con el ejemplo. Cuando el Che hacia Trabajo Voluntario, él como máxima autoridad era el primero que iba a trabajar y decía es así como nos vamos a ganar a los cuadros, con la pedagogía del ejemplo no del dinero, es con la conciencia. Muchos subestimaron al Che, incluso sus amigos, decían que era idealista, romántico y que de economía no entendía mucho. En realidad no se dieron cuenta que el Che había visto las tendencias de la sociedad capitalista a largo plazo, de manera mucho mejor que estos supuestos economistas científicos. Hoy se sabe que el Che de marxismo sabía mucho, que había leído la obra de Marx, la obra de Lenin y que había advertido un problema en la organización de la industria que tenía que ver con el incentivo de los trabajadores. Lamentablemente esto no se aplicó en la Unión Soviética, al contrario, y en Alemania menos, ellos creían que con el mercado iban a sacar del estancamiento a la sociedad soviética. Es muy interesante comparar el mecanismo que había pensado el Che, donde el incentivo de los trabajadores no es material, donde a un trabajador que se esforzaba se le daba un incentivo moral, se le reconocía como un trabajador de vanguardia, como un ejemplo para la sociedad. Esto generaba un involucramiento mucho mayor que un salario mucho más alto.
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“...Una economía en transición al Socialismo, tiene que planificar la economía violentando los mecanismos de la ley del valor, incentivando de manera principalmente moral a los trabajadores, a largo plazo tenemos que priorizar los incentivos morales porque tanto el violentar los mecanismos mercantiles, como el priorizar los incentivos morales, como el priorizar la planificación, tienen por objetivo construir conciencia socialista y no sólo porque queremos que las personas sean mejores, que sean buenas, sino porque para desarrollar una economía que funcione si no hay Conciencia Socialista, se vuelve al capitalismo...”
Uno de los principales problemas que encontró el Che en datos de la economía cubana era el ausentismo. La gente en Cuba faltaba menos cuando habían grandes causas sociales que lo convocan, cuando los yanquis estaban a punto de lanzar una bomba no faltaba nadie, todo el mundo iba a trabajar, pero cuando venía la supuesta normalidad, volvían a faltar. Esto sucede porque en esos momentos la gente se siente más involucrada. Otro ejemplo que ponía el Che eran los huracanes que dejaban provincias destruidas, en esos días la gente trabajaba el triple. Entonces, el gran desafío del Socialismo era lograr que la emoción de los trabajadores en los grandes momentos de conmoción, se transformara en algo cotidiano, es decir, poner toda la energía todos los días, y eso se puede lograr con incentivos morales, no materiales. Sistema Presupuestario de Financiamiento El Sistema Presupuestario de Financiamiento consiste en eliminar el mercado o por lo menos reducirlo a su mínima expresión. El eje de este sistema es la planificación, todas las unidades productivas funcionan como partes de una gran empresa, tienen una cuenta bancaria única para que cada unidad productiva maneje sus recursos de acuerdo a la estrategia industrial del conjunto y no en su propia unidad productiva. Es el Estado Revolucionario, a través del Ministerio de Industrias, el que analiza cuáles son las necesidades globales de la Sociedad y en función de esa demanda global va a planificar una oferta global, por tanto, los equilibrios entre demanda y oferta no se piensan en función de cada unidad pequeña sino del conjunto de la industria. El Che Guevara decía que en el conjunto de una economía en términos globales, toda la demanda y toda la oferta deberían tratar de equilibrarse. Así al interior de cada unidad productiva se puede violentar el equilibrio. Por ejemplo, si una unidad productiva produce 100 productos pero necesita sólo 60, está bien que lo haga porque esos 40 adicionales el Ministerio los redistribuye a la unidad productiva que tiene mayor necesidad. El objetivo no es mantener una lógica mercantil donde cada unidad productiva tiene vida propia, sino el objetivo es redistribuir los recursos de acuerdo a las necesidades del conjunto y, eso implica en la economía de un país, violentar los mecanismos del mercado. El
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Che decía que si necesitamos que el pueblo cubano, donde el alcohol está muy difundido, disminuya su consumo de ron, si la botella de ron vale 100 pesos y ese precio está determinado de acuerdo al valor de la botella de ron -según la teoría marxista este valor de la botella de ron se determina de acuerdo al tiempo de trabajo socialmente necesario que es imprescindible para producir a nivel promedio una botella de ron-, según los mecanismos mercantiles la botella de ron tiene que valer 100 pesos. Ahora, a nosotros nos interesa que el pueblo tome menos y lea mas, entonces qué podemos hacer, la respuesta es vender la botella de ron a 400 pesos, pero eso no responde al valor real, por tanto, el precio esta sobreestimado. Este es un mecanismo que el Estado utiliza porque quiere desincentivar el consumo de alcohol. Por otro lado, un libro que nos interesa que el pueblo lea, supongamos que el precio es 150 pesos, nosotros queremos que el pueblo lea así que vamos a venderlo en 10 pesos, este precio está por debajo del valor del real, el Che dice: ¡Sí! El Estado tiene que violentar la ley del valor y lo que le saca de la botella de ron va a subvencionar los libros, vamos a meternos dentro de los mecanismos mercantiles violentando las relaciones de precios y valores de acuerdo a una estrategia política, ideológica y cultural. Vamos a incentivar la leche, vamos a desincentivar los habanos, queremos que los niños tomen leche y que el pueblo fume menos. Es un ejemplo de la vida cotidiana pero el Che lo multiplica y dice: Una economía en transición al Socialismo, tiene que planificar la economía violentando los mecanismos de la ley del valor, incentivando de manera principalmente moral a los trabajadores, a largo plazo tenemos que priorizar los incentivos morales porque tanto el violentar los mecanismos mercantiles, como el priorizar los incentivos morales, como el priorizar la planificación, tienen por objetivo construir conciencia socialista y no sólo porque queremos que las personas sean mejores, que sean buenas, sino porque para desarrollar una economía que funcione si no hay Conciencia Socialista, se vuelve al capitalismo. Por más que eliminemos al ejército burgués de batista, por más que eliminemos a los empresarios que se van a Miami, si dejamos el mercado y dejamos la lógica de la mercancía, donde el objetivo no es la conciencia sino es aumentar
ganancias y disminuir pérdidas, es la competencia entre las empresas en lugar de la planificación, si el objetivo es satisfacer el interés individual y no satisfacer las necesidades sociales, a la larga se vuelve el capitalismo. La Unión Soviética por más que tenga cohetes nucleares un ejército rojo, a pesar de todo eso va a volver al capitalismo porque ha dejado vivo al monstruo, a la mercancía. Esa es la conclusión política de ese libro que se acaba de publicar hace un año. La conclusión política que quizás pueda ser útil para discutir en Venezuela, en Bolivia y ojalá en otros países de América Latina, es que si queremos hacer una transición hacia el Socialismo no podemos fortalecer el mercado, por más que le pongamos un apellido bien intencionado al mercado, por ejemplo, mercado social, mercado popular, un mercado socialista como decía Carlos Rafael Rodríguez, pero si hay mercado, la lógica de este monstruo desde adentro se come los procesos revolucionarios. Si pudo derrumbar a la Unión Soviética qué no podrá hacer en nuestros países más pequeños. Todos estos planteamientos del Che fueron apoyados por el profesor europeo Ernest Mandel, economista belga que publicó muchos libros marxistas y que polemizó con Charles Bettelheim. Dos conclusiones: Una, el Che no fue un Socialista Utópico, no fue un muchacho bien intencionado, fue un gran hombre que se puso a estudiar en serio un mecanismo factible, realista de cómo administrar, cómo gestionar la industria en una sociedad en transición hacia el Socialismo. Dos, la gran conclusión para Venezuela es que no se puede marchar seriamente hacia el Socialismo creyendo ingenuamente que vamos a poder mantener el mercado de manera indefinida, a la larga el plan y el mercado, dice el Che, son términos antagónicos, uno de los dos se va a comer al otro, o el mercado se come a la planificación o la planificación se come al mercado, así funciona la economía. Si en Venezuela uno piensa a largo plazo como estrategia para la industria, estrategias para la administración, hay que pensar que planificación y mercado son términos antagónicos, por tanto, tenemos que apostar a que triunfe la planificación.
LIBROS POR ENTREGA Esta modalidad de presentación de textos, utilizada con profusión por los clásicos, ha sido muy útil para la difusión y estudio de las ideas revolucionarias. Hoy, en Debate Socialista, retomamos esta modalidad. La abrimos presentando el trabajo del Che Guevara editado por Ocean Sur y el Centro de Estudios Che Guevara "Síntesis Biográfica de Marx y Engels" texto hasta ahora inédito, escrito por el Che Guevara después de la contienda internacionalista del Congo. Es una biografía en la que se refleja la esencia humanista de los fundadores del marxismo, así como el contexto y las reflexiones que sobre sus obras hiciera el Che. FRAGMENTO 8 En el año 1859, Marx da parcial remate a su obra económica, publicando Contribución a la crítica de la Economía Política. Pero esta obra fue solamente una variación, un antecedente de El Capital; abarca el estudio de la mercancía y el dinero, parte del primer tomo de su obra maestra. Sin embargo, la prosa está mucho más sobrecargada en este antecedente y se explica el poco éxito de crítica que tuviera y que, incluso Lassalle, quedara en ayunas de su real contenido, lo que no hubiera pasado de leer el tratamiento dado al tema en la obra terminada. Primero, el plan de la obra que comenzaba a publicarse en cuadernillos, contaba de seis partes. El tiempo y la profundización en los estudios haría variar este esquema. En carta a Engels de 1858 explica: Lo que sigue es un breve bosquejo de la primera parte. La porquería entera ha de dividirse en seis libros: 1 Capital; II Propiedad de la tierra; III Trabajo asalariado; IV Estado; V Comercio Internacional; VI Mercado mundial. Capital. Contiene cuatro '"secciones: A. El capital, en general (este es el material de la primera parte); B. Competencia, o acción de los diversos capitales unos sobre los otros; C. Crédito, en que el capital aparece como elemento general en comparación con los capitales particulares; D. Capitales por acciones, como la forma más completa (que pasa al comunismo) junto con todas sus contradicciones. Marx ansiaba liquidar su trabajo en economía pues estaba, según su propia afirmación, hastiado de esa ciencia que había avanzado, tan poco desde Smith y Ricardo. No obstante, ahora aparece enunciado (aunque no demostrado, pues no continuó la publicación de sus cuadernillos) uno de sus descubrimientos fundamentales: el mecanismo del valor, incluyendo en él el concepto de la fuerza de trabajo, sutileza. que le permitiría dilucidar el intrincado mecanismo de las relaciones capitalistas de producción y su resultante: la plusvalía. Aunque no la nombra, su explicación está anunciada en este párrafo:
Si el valor de cambio de un producto es igual al tiempo de trabajo que contiene, el valor de cambio de un día de trabajo es igual a su producto. O el salario del trabajo tiene que ser igual al producto del trabajo. Pero el caso es que sucede lo contrario. Ergo. Esta objeción se resuelve en el problema: ¿Cómo es que la producción, sobre la base del valor de cambio creado por el solo tiempo de trabajo conduce al resultado de que el valor de cambio del trabajo es menor que el valor de cambio de su producto? Resolveremos este problema en el estudio del capital. Pero esta parte no vio la luz sino ocho años después, en la versión definitiva de El Capital. Poco después de la publicación parcial de su obra, debido a una sucesión de intrigas, se vio obligado a escribir un panfleto polémico, El señor Vogt. En él se desenmascara a ese hombre, que lo había difamado, como a un agente de Napoleón. Es uno de los tantos personajes que la gran pareja hizo sobrevivir con una crítica que obliga a interesarse por el sujeto de aquélla. No agrega nada a la ciencia económica ni al prestigio de Marx. Los años siguientes le vieron ocupado en dos tareas fundamentales: El Capital y la Primera Internacional. Esta se fundó en 1864, en Londres, y su alocución inaugural fue redactada por el mismo Marx, así como los estatutos. La Primera Internacional tuvo una vida efímera, considerando su carácter, pero una gran importancia en la organización de la clase obrera. Las reticencias de los lassalleanos alemanes y las continuas pugnas con los partidarios de Proudhon y Bakunin, la convirtieron al fin en una cueva de intrigas. Sin embargo, su muerte se debió a la anemia provocada por falta de apoyo de los obreros organizados de Europa, alguno de los cuales, 1os ingleses en primer término, comenzaban a recibir las limosnas que el imperialismo distribuye a la clase explotada de su propio país cuando tiene otros lugares donde ejercer su expoliación sin tapujos. Continuará…
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Por: Antonio Aponte www.ungranodemaiz.blogspot.com
EL FACTOR FIDEL Las revoluciones, los revolucionarios, los pueblos en Revolución, deben estar inspirados por el Factor Fidel, de lo contrario es muy difícil que culminen con éxito su tarea. Expliquemos. Toda Revolución implica grandes sacrificios. No es posible pensar en cambios profundos sin enfrentar la adversidad. Los caminos sin obstáculos son propios de cuentos de hadas y no de la realidad de la lucha social. No es descabellado decir que los pueblos preparados para el infortunio, son los que tienen derecho a transitar caminos de felicidad. Podemos decir que el éxito revolucionario de un pueblo, tiene relación directa con el tamaño de las dificultades que puede soportar sin abandonar sus sueños. La vida de los grandes revolucionarios, la historia de las grandes revoluciones, es una cátedra, un ejemplo de comportamiento frente a la desventura. A Bolívar alguien lo llamó el hombre de las adversidades, y qué mejor ejemplo que El Paso de Los Andes para ilustrar los logros de un pueblo cuando se empina más allá de sus propias fuerzas, y vence montañas en su lucha contra la fatalidad. La historia reciente nos brinda un ejemplo extraordinario de este comportamiento revolucionario: Fidel, heredero de las mejores tradiciones de los grandes
revolucionarios del continente y del mundo, en 1953 asalta el Cuartel Moncada y la dictadura masacra a los muchachos que participan en ese acto heroico, es hecho prisionero y transforma la adversidad de la prisión en una escuela de pensamiento, es lo que se llamó la cárcel fecunda. No cesa en su afán revolucionario y sale a México, no a un exilio cómodo, sino a preparar Revolución; regresa en el Granma y, pronto, en el combate de Alegría de Pío, pierde el grueso de su tropa de revolucionarios, queda sin armamento, y en esas condiciones de suma dificultad lanza su consigna central: ¡Venceremos¡ Luego, triunfa la Revolución, y la historia se llena de la tenacidad de Fidel. Cuando cae la Unión Soviética, y la Isla, a noventa millas del imperio, queda desamparada como una brizna de paja en la tormenta de un mundo adverso. Fidel se crece de perseverancia, salva a Cuba, y con ella la esperanza socialista de la humanidad. Revisar la vida de Fidel es encontrarnos con la conducta de un hombre que se crece en las dificultades, las vence, las supera, y construye la posibilidad de redención de su pueblo. Los revolucionarios del mundo debemos imbuirnos del factor Fidel:
"Cuando parezca que todo está perdido, seguir adelante. No desmayar frente a las dificultades, a pesar de los abismos, más allá de cualquier obstáculo.” Pica