Mundo es el nombre común que atribuye o significa cuando concierne al ser humano, más específicamente la experiencia que lo circunda y en concreto aspectos más determinados que abarcan su vida y su civilización. Algo más abstractamente se considera mundo a la naturaleza o el universo físico, humano y social donde se sitúa el hombre y que constituye su entorno. Por otra parte y de forma más reciente, con mundo se alude también al planeta Tierra,1 entendiendo por tanto como otros mundos el resto de planetas o astros presentes en el universo.
Índice
1Definición objetiva y representaciones históricas 2Contexto filosófico o 2.1Definición filosófica o 2.2Clasificación sobre conceptos de mundo o 2.3Distintas formulaciones filosóficas de mundo 3Contexto teológico cristiano 4Contexto histórico 5Contexto político 6Contexto de la geografía humana 7Contexto de la geografía física 8Etimología y uso 9Dimensiones características o 9.1Dimensiones físicas o 9.2Características por región 10Humanidad 11Expresiones 12Religión y mitología 13Viajar por el mundo 14Referencias 15Enlaces externos
Definición objetiva y representaciones históricas[editar]
Viñeta que muestra las cinco partes del mundo conocido en el siglo XII, separando la parte conocida de las antípodas desconocidas por el océano y la zona tórrida en el ecuador (manuscrito del siglo XII)
Mapa Mundi del mundo medieval conocido por el monje Beato de Liébana (hacia 780)
El mundo constituye, en su forma conocida o mundo conocido, la materia, el espacio y los fenómenos que nos son accesibles por los sentidos, la experiencia o la razón. El sentido más corriente designa nuestro planeta, la Tierra, con sus habitantes y su entorno más o menos natural. En sentido lato o extenso designa el universo en su conjunto. Las representaciones históricas en general lo reflejan geográficamente con una clase de mapa, el llamado planisferio terrestre o mapamundi.
Contexto filosófico[editar] Definición filosófica[editar] En el contexto filosófico, y más precisamente ontológico, es un concepto abstracto y posee el significado absoluto que le da la reducción fenomenológica: todo lo que no es parte del "yo", todo lo que no es el hombre. Y por otra parte, en modo más concreto, sería la realidad como experiencia, la realidad empírica y objetiva. El término latino mundus 'ordenado, limpio' se empleó para traducir el término griego κόσμος kósmos '[buen] orden, arreglo, ajuste, compostura, perfección'. Estos términos reflejan la noción prefilosófica de que el mundo en sentido filosófico constituía una construcción intencionada bien organizada. Por eso en la noción grecolatina existían dioses y entes encargados del mantenimiento de la estructura y buen orden del mundo. En filosofía, el término mundo posee varios posibles significados. En algunos contextos, se refiere a todo lo que conforma la realidad o el universo físico. En otros, puede tener un específico significado ontológico. Mientras que aclarar el concepto de mundo ha estado siempre entre las tareas básicas de la filosofía occidental, este tema parece haber surgido explícitamente solamente al inicio del siglo XX2 y ha sido objeto de continuos debates. La cuestión sobre lo que es el mundo aún no ha sido resuelta.
Clasificación sobre conceptos de mundo[editar] Para Francisco Miró Quesada hay tres ejes para clasificar las distintas concepciones filosóficas del mundo: el eje materialista-espiritualista, el eje finalista-contingencialista y el eje esencialista-existencialista.3 Por ejemplo, Marx veía al mundo de una forma «materialista finalista» (materialismo dialéctico) mientras que las religiones ven al mundo desde una óptica «espiritualista finalista» (escatología y el fin del mundo) ya sea en su vertiente esencialista (Santo Tomás) o existencialista (Gabriel Marcel). El mecanicismo ve al mundo de una forma «materialista contingencialista», es decir, en el universo no hay razón o finalidad específica para el cual las leyes de la naturaleza sean de una manera, pues pudieran haber sido de otra.3
Distintas formulaciones filosóficas de mundo[editar] Parménides Parménides argumenta que la percepción diaria de la realidad del mundo físico tal y como es descrito en la doxa, esto es, en la opinión común, está errada, y la realidad del mundo es ser como es descrito en alétheia: un todo inalterable, inengendrable e indestructible. Platón En su mito de la caverna, Platón distingue entre formas variables e ideas inmutables e imagina dos mundos distintos: el mundo sensible y el mundo tangible. Hegel En la filosofía de la historia de Hegel, la expresión Weltgeschichte ist Weltgericht (La Historia Mundial es un tribunal que juzga al Mundo) es utilizada para afirmar el punto de vista de que la Historia juzgará a los hombres, sus acciones y sus opiniones. La ciencia nació del deseo de transformar al mundo en relación al hombre; su meta final es la aplicación técnica. Schopenhauer El mundo como voluntad y representación es el trabajo central de Arthur Schopenhauer. Schopenhauer vio la voluntad humana como el noúmeno o cosa en síkantiana. Él creyó, entonces, que podríamos obtener conocimiento acerca de la cosa en sí, algo que Kant dijo era imposible, ya que el resto de la relación entre la representación y cosa en sí podía ser entendida por la analogía a la relación entre la voluntad humana y el cuerpo humano. Wittgenstein "El mundo es todo lo que acaece" o, en otras traducciones, "es el caso", escribió Ludwig Wittgenstein en su influyente Tractatus Logico-Philosophicus, publicado por primera vez en 1922. Esta definición serviría como la base del empirismo lógico, que se la suposición de que hay exactamente un mundo, consistente en la totalidad de los hechos, sin importar la interpretación que cada individuo haga de ellos. Heidegger Martin Heidegger, entre tanto, argumentaba que "el mundo circundante es diferente para cada uno de nosotros y, sin embargo, nos movemos en un mundo común".4 El mundo, para Heidegger, era aquel en el que siempre éramos "lanzados" y con el que nosotros, como seres en el mundo, debemos llegar a acuerdos. Su concepción de "divulgación mundial" fue elaborada más notablemente en su trabajo de 1927 Ser y Tiempo. Freud En respuesta, Sigmund Freud propuso que no nos movemos en un mundo común, sino en un proceso de pensamiento común. Él creía que todas las acciones de una persona estaban motivadas por una sola cosa: la libido. Esta fuerza condiciona toda nuestra visión del mundo o de la realidad, que es fruto del pulso entre tendencias instintivas inconscientes y tendencias represoras superconscientes. David Lewis Algunos filósofos, a menudo inspirados por David Lewis, argumentan que los conceptos metafísicos como la posibilidad, la probabilidad y la necesidad son mejor analizados al comparar el mundo a un rango de mundos posibles; un punto de vista comúnmente conocido como realismo modal. Para él existe un número infinito de mundos causalmente aislados y el nuestro es tan sólo uno de ellos. Markus Gabriel
Para el filósofo Markus Gabriel el mundo no existe pues lo considera un superobjeto. La existencia de un objeto, por definición, se trata de su aparición con características propias que lo distinga de otros objetos en un contexto dado. No así ocurre con el concepto de superobjeto o mundo pues este tendría toda las características de todos los objetos que contiene haciéndolo indistinguible y, por lo tanto, inexistente.5 Gabriel, al proclamar que no existe un superobjeto o Mundo, termina adoptando una postura filosófica pluralista.5