Mario Marín, va al cura de la iglesia de su comunidad, y le dice: - Padre, quiero confesarme. - Claro hijo, ¿Cual es tu nombre? - Mario Marín, padre. - !Ah! El Gober. Mira, hijo, tu caso es superior a mí. Mejor vete a confesar al Obispado.
Se va Marín al Obispado, y le dice al obispo que se quiere confesar. - Claro hijo, ¿Como te llamas? - Mario Marín. - ¿El Poblano? No hijo, yo no puedo confesarte porque tú estás muy grave. Mejor vete al Vaticano.
Llega Marín al Vaticano, y le dice al Papa: - Su Santidad, quiero confesarme. - Claro, hijo mío. ¿Como te llamas? - Mario Marín. - ¿El de Puebla? - Si. - ¡Huy, huy, huy! Hijito, tú si estás muy difícil hasta para mí.. Mira, aquí, a un costado del Vaticano hay una capilla. Mejor ve ahí. En esa capilla está una cruz enorme. Solamente allí te podrás confesar.
Marín llega a la capilla y, frente a la cruz, dice: - Señor, vengo a confesarme. Jesus le contesta: - Claro, hijo mío.¿Cómo te llamas? - Mario Marín. - ¿El Gobernador de puebla? - Así es Señor. -Hijo mío... solamente tienes que dar gracias.
Marín, extrañado, le pregunta: -¿Gracias? ¿Pero gracias por qué? - Dale GRACIAS a los romanos que me clavaron en la cruz, porque sino bajaba y te sacaba a MADRAZOS de aquí, pedazo de hijo de PUTA...
TODO AQUEL QUE RECIBA LA PRESENTE. TIENE LA OBLIGACION CIUDADANA Y MORAL DE RETRANSMITIRLO A SUS AMIGOS, NO VAYA A SER QUE ALGUIEN VUELVA A VOTAR POR ESTE CABRON…