MALA SUERTE Uno debe tomar medidas para dejar de hacer las cosas que causan mala suerte. Esta lección es una examinación de las acciones, de los hábitos y del pensamiento en la gente desafortunada, de modo que usted pueda aprender a evitar la mala suerte. Seis Cosas Que Causan Mala Suerte 1. El culpar: Culpar a otros -aun cuando es justificado- es una de las acciones más desmotivadoras que usted puede cometer. Al enfocarse en culpar a otras personas pone las cosas fuera de su control y así es como lo malo y negativo tienden a sucederle aún más. Esta bien reconocer que alguien comparte una cierta culpa en una situación determinada, pero después de eso inmediatamente pregúntese: ¿qué puedo yo hacer diferente la próxima vez? ; de esta manera usted va a poner el control de regreso en sus manos. 2. Fabricación de excusas: Este hábito de la mala suerte es a menudo más sutil. Por ejemplo: un agente de propiedades inmobiliarias dice, "no puedo vender muchas casas porque no tengo los contactos que otros tienen". Esto podría ser 100% exacto. Sin embargo, la solución, la cual es desarrollar más contactos, es ignorada por justificar los malos hábitos de hacer excusas. Si por el contrario él dice: "sé que yo puedo vender más casas satisfaciendo a más clientes y haciendo más contactos". Ciertamente esta afirmación va a conducirlo a la buena suerte, al éxito. 3. Esperando por la suerte: Este es quizás uno de los peores hábitos de la mala suerte. Es el trabajo el que invita a la suerte, no el estar esperando. Mientras un hombre espera a que su barco llegue, otros están construyendo los barcos. La gente desafortunada espera y deja que las cosas sucedan -para mejor o peor- y así pierden todas las oportunidades que están allí afuera lista para ser agarradas. 4. El actuar con impulsos destructivos: En una ocasión conocí a un hombre que se encontraba en camino a ver si su solicitud de asistencia social había sido aprobada, y durante la conversación me dijo -muy orgulloso- sobre el gran sombrero de vaquero que recién había comprado en $200. ¿Es éste un problema de
impulsos destructivos, o qué?, ¿Es posible que sus malos hábitos lo llevaran a necesitar asistencia de bienestar social?, A propósito, si usted se identifica con este escenario por favor no diga nada hasta que lea el número dos otra vez (fabricación de excusas. Para superar este hábito de mala suerte espere un día antes de tomar cualquier acción que incluya un compromiso a largo plazo, cualquier decisión que requiera energía o gasto de dinero hacia algo que no es una meta importante en su vida. Haga esto hasta que llegue a ser rutinario, porque consultarlo con la almohada es importante y verá como probablemente cambiará su manera de pensar al día siguiente. 5. No aprender de los errores: Si desea la peor de las suertes entonces tiene que incurrir en las mismas equivocaciones una y otra vez. Comience a aprender de sus errores. De hecho, asuma siempre que usted tiene cierto papel en los desastres o las irritaciones que le acontecen, y busque cuáles son. Identifique lo que usted está haciendo que causa sus malas situaciones o las hace peores. Entonces cambie su manera de proceder, invente nuevos modos, nuevas estrategias. Incluso aprenda de los errores de los otros y así usted puede evitar hacer muchos de los suyos propios. Vea cómo otros crean mala suerte y no repita lo mismo. 6. Ser demasiado crítico: Si usted puede encontrar el lado débil de todo y de cada plan, esto prueba su inteligencia. ¿Pero cómo puede usted tener suerte si tira abajo todas las oportunidades, si a todo le ve un pero? Es bueno pensar críticamente, ver la verdad, y así reducir el riesgo. El problema viene cuando una persona ve solamente el riesgo y los defectos. Por ejemplo, esta clase de pensamiento considera solamente el hecho de que el 80% de restaurantes fracasan, pero no hace caso del otro 20%. Si usted desea moverse hacia adelante, usted debe ver las debilidades en su plan, pero también debe reconocer lo positivo del mismo y agregar lo que puede mejorar, cambiar, enriquecer. Desafortunadamente muy pocas veces deseamos reconocer el papel que desempeñamos en nuestra propia mala suerte.