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La Plata, jueves 15 de septiembre de 2005
EMOTIVO ACTO EN EL CUARTEL CENTRAL
Los bomberos de Ensenada Junto a los vecinos se concentraron para pedir ayuda urgente. El cuerpo de voluntarios recibirá una “suba” otorgada
La dama del cuartel central Ingresó para trabajar en la parte administrativa. Poco a poco se fue apasionando con el trabajo que diariamente veía que hacían los hombres, hasta llegar a ser una de las 16 mujeres bomberos con que cuenta el cuartel de Ensenada. Se llama Silvana Colángeno y es la segunda mujer en convertirse en bombero. Hoy sufre al igual que ellos los avatares con los que se deben enfrentar a la hora de hacer el trabajo. Colángeno es hija de bombero y de chica no había día en que no se llegara hasta el cuartel para ver cómo trabajaban los voluntarios. “A los diez años dejé de venir y aparecí de vuelta para trabajar a los 20, en un lugar con cien años de historia de hombres”, dice orgullosa esta estudiante de Antropología que divide sus horas entre la facultad, su trabajo en un consultorio médico y el cuartel. Los primeros trabajos de Colángeno fueron más bien de ayuda a los bomberos que de participación activa, pero con el tiempo se fue adaptando y se ganó la confianza de los hombres para trabajar en incendios como el de la Petroquímica, que ella recuerda como “impresionante”.
Desgastadas chaquetas amarillas, botas emparchadas y cascos quemados graficaron la crítica situación que viven por estos días los Bomberos Voluntarios de Ensenada. La escena tuvo lugar ayer en el patio del cuartel central, donde los reclamos y los momentos emotivos se conjugaron en una misma latitud: sacar adelante una de las instituciones más prestigiosas de la región. Con dos autobombas de fondo embanderadas con adhesiones, las máximas autoridades de los bomberos explicaron por qué el cuartel más antiguo de la provincia se encuentra en estado de alerta. Volvieron a reclamar al Municipio y al Gobierno provincial “una toma de conciencia”.
para comprar nuevo equipamiento. “Nos va a alcanzar para paliar una situación transitoria, pero no para cuestiones más grandes”, explicó a Hoy el presidente del Cuartel de bomberos, Mariano Kalipolitis. Esas cuestiones son nada menos que equipar a los 100 voluntarios activos, que en la actualidad arriesgan su vida por la comunidad. Necesitan dijo- trajes, equipos de aire y autobombas. “Las que tenemos cuentan con más de 25 años de antigüedad, cuando para la ley esas unidades no deben superar los 15”, explican. Los vecinos también se hicieron escuchar: “Por más que suban los im-
puestos, no alcanza”, dijo emocionada Ana Yeco, hija de un ex comandante del cuerpo.
Los bomberos trabajan con trajes gastados y sin recibir sueldo a cambio, ya que son voluntarios ¿Se viene el cierre? Si bien no hay fecha para cerrar el destacamento de El Dique o Punta Lara (ambos del mismo Partido), como se
había anunciado, la amenaza sigue latente. “Alguno tendremos que cerrar para brindar mayor calidad operativa”, alertó Kalipolitis. “Operativamente no podemos funcionar”, reconoció el presidente del cuerpo de bomberos, luego de brindar un emotivo discurso que hizo derramar más de una lágrima entre vecinos y antiguos voluntarios que se niegan a ver decaer la prestigiosa institución. Tampoco lo hacen quienes a diario están pendientes de un trabajo que eligieron por vocación (no reciben sueldo a cambio). Ayer no dejaron de cantar, bombos incluidos, para hacer escuchar su pedido .
“Operativamente no podemos funcionar”, dijo el presidente del cuartel de bomberos, Mariano Kalipolitis Es cierto que hubo una buena noticia en medio de tanto gris. El porcentaje para bomberos incluido en la tasa municipal de Ensenada, a partir de ahora será de 1,50 pesos y no los treinta centavos que recibían desde hace nueve años. También es cierto que esa medida llega como último manotazo. Desde hace más de tres años, los bomberos vienen reclamando por “el estado de deterioro del equipamiento básico para el trabajo” y, sin embargo, dicen, “no hubo muchas respuestas”. Además, dicen que la flamante alícuota que decidió implementar el Municipio de Ensenada no será suficiente
Peligro. La faja de seguridad ilustra la situación en que se encuentra el cuartel de bomberos de Ensenada
Con las cuotas no alcanza
Su padre se salvó gracias a los voluntarios Roberto Tentri Sobre el improvisado escenario que combatió el incendio de armaron los voluntarios en el patio del cuartel, a Roberto Tentri no le los tres barcos de YPF. tiembla la voz al leer las adhesiones Allí estaba su padre
de apoyo que recibieron de distintas instituciones. Sin embargo, el brillo en sus ojos no hace más que desnudar la emoción que tiene el jefe del cuerpo de Bomberos de Ensenada por la situación que vive su segundo hogar.
“Si esto sigue así, el cierre se va a ir dando progresivamente”, dice emocionado el bombero con 38 años de trabajo
Roberto Tentri lleva toda una vida trabajando como bombero
Tentri tiene 38 años de trabajo como bombero y cientos de anécdotas dentro de la institución, con situaciones que lo llevaron a ponerse la chaqueta, el casco, y salir corriendo sin importar el horario ni lo que estuviera haciendo. Así es la vida del bombero, y Tentri
lo sabe muy bien, aunque siempre hay circunstancias en las que el trabajo se mezcla con los sentimientos y se hace más difícil ganarle la batalla al fuego. Como ocurrió aquel 5 de mayo de 1969, cuando se produjo una fuerte explosión de tres barcos que pertenecían a YPF en el Puerto La Plata. En pocos minutos un voraz incendio afectó las embarcaciones. Para Tentri no fue un incendio más el de esa noche: su padre estaba dentro de uno de los barcos. Pero fue uno de los que pudo salvarse en esa terrible jornada gracias a la labor de los bomberos de Ensenada. Hoy, las lágrimas de Tentri nada tienen que ver con la emoción que le trae el pasado, sino con la incertidumbre del futuro del cuartel que lo cobija desde joven. “Si esto sigue así vamos a tener que cerrar, es algo que se va a ir dando progresivamente”.
Reclaman más colaboración para cumplir su tarea “¿Incendios e inundaciones sin bomberos?”. La pregunta que ayer se leía en un cartel que el cuerpo de voluntarios colgó a la entrada del edificio no sólo estuvo dirigida a los organismos oficiales, sino también a la comunidad toda. Es que desde la comisión directiva ven que las cuotas con las que colaboran las grandes firmas de nuestra región no alcanza. “Si algo grave ocurriera en las industrias, van a necesitar de todo nuestro potencial”, dijo Mariano Kalipolitis, presidente de cuerpo de bomberos de Ensenada. También el bombero Claudio Pagliaricci dijo que “sería bueno que todas las empresas colaboren con el pueblo a través de los bomberos”.
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encienden la alarma
Los gastos son abultados y los recursos escasos
por la Municipalidad, pero no alcanza para renovar los equipos. Piden más colaboración
Los números asustan. Mantener un equipo completo necesario para cada uno de los bomberos sale 1.500 pesos, y actualizar un autobomba, cerca de 300 mil pesos. Ante esta situación es que las cuentas en el cuartel de bomberos son algo así como una gran utopía sin la ayuda de las autoridades políticas, de las empresas y de toda la comunidad.
“Ser bombero se lleva en la sangre”, dice Juan Benítez, que vive en el mismo cuartel Juan Benítez ve ese panorama todos los días, cada vez que se levanta. Este bombero que lleva 20 años de servicio vive en el cuartel de Ensenada junto a su esposa, también bombera, y sus cinco hijos. Trabaja de telefonista hasta que la necesidad lo obliga a dejar todo para colocarse la
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Juan Benítez. Voluntario
chaqueta y el casco. “Es una situación difícil que espero podamos resolver”, dice Benítez, que eligió este oficio por su tío y sus hermanos bomberos. “Ser bombero se lleva en la sangre”, cuenta Benítez, mientras camina por el patio del cuartel, ya sin el ruido de bombos y cánticos.
En el cuartel. Los voluntarios y sus familiares se reunieron ayer, para difundir sus reclamos
Prevén marchar a Gobernación
Las botas. Fueron emparchadas
Kalipolitis. Está preocupado
Con bombos y redoblantes. Los bomberos transmiten su preocupación a quien quiera escucharlos
El dato
NECESITAN ELEMENTOS NUEVOS
“Me falló el equipo autónomo de aire”
El comienzo de una verdadera sociedad El día que se incendiaron varias casillas de madera en Ensenada fue el debut del cuerpo de bomberos, que hoy pelea por seguir trabajando en mejores condiciones, teniendo en cuenta las tareas de riesgo que debe enfrentar periódicamente. Fue el 23 de enero de 1896, y esa jornada marcó el comienzo de lo que sería la segunda Sociedad de Bomberos Voluntarios en la Argentina, después del cuartel de La Boca, en la Ciudad de Buenos Aires.
“Este es el primer paso, pero vamos a seguir luchando”. Con esta frase, el presidente del cuerpo de bomberos de Ensenada, Mariano Kalipolitis, cerró un discurso marcado por la emoción de vecinos, voluntarios y comandantes jubilados de la institución nacida en 1896. Sin asegurar el día, desde la comisión directiva del cuartel de bomberos aseguraron que marcharán hasta la Gobernación provincial “para que tomen en serio nuestra situación”, indicó Kalipolitis. Por otro lado, buscan hacer llegar las necesidades a toda la comunidad, para que se asocien y contribuyan con $ 3 por mes. Actualmente trabajan con el aporte de 1.700 socios, pero lamentablemente ese esfuerzo es insuficiente.
Claudio Pagliarini es bombero desde hace 16 años
El suegro de Claudio Pagliarini era bombero. Y el verlo dejar todo por salir a ayudar en un incendio o en un accidente, lo motivó a elegir ese oficio, por el que siente tanto orgullo como preocupación por estos días. Pagliarini tiene 38 años, y desde hace 16 se sube a la autobomba para realizar la labor que también eligió su esposa, Verónica. La situación que este bombero registra como “la más impresionante”, la vivió hace diez años, con el incendio en una de las plantas de la refinería de La Plata. “Fue terrible, y aún recuerdo la sensación de temer por mi propia vida”, recuerda
Pagliarini, quien también trabaja como telefonista en el cuartel de bomberos. Hace poco el peligro nada tuvo que ver con un voraz incendio. No fueron las llamas, sino un desperfecto en el equipo autónomo de aire que llevan los bomberos para evitar intoxicaciones. “Estaba en mal estado, y me falló la alarma acústica y el manómetro”, recuerda Pagliarini. Afortunadamente la experiencia del bombero hizo que en seguida advirtiera de que se acababa el aire comprimido con que cuentan estos imprescindibles equipos. La preocupación es constante, ya que lo que falta es dinero para comprar nuevas herramientas.