Linea Politica

  • June 2020
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PARTIDO DE LA REVOLUCIÓN DEMOCRÁTICA LINEA POLÍTICA

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RELACIONES INTERNACIONALES DEL PRD

Primera Parte. Las transformaciones mundiales

I. La política de guerra de EEUU, un costoso fracaso Los ataques a las Torres Gemelas de Nueva York el 11 de septiembre de 2001, marcaron el escenario político internacional del siglo que recién comenzaba. Sus implicaciones y consecuencias se han dejado sentir todo este tiempo, sobre todo por las acciones militares de Estados Unidos en Afganistán y luego en Irak. A casi seis años de dichos atentados, puede afirmarse que la política militar de EU ha agravado los conflictos en la región y ha sumido al mundo en un escenario de mayor confrontación, inseguridad y confusión. Además, la lucha contra el terrorismo ha llevado a los Estados Unidos a convertirse en uno de los principales gobiernos violadores de los derechos humanos en el mundo, sobre todo después de la invasión de Irak. Esta aventura militar se ha convertido en un verdadero atolladero para el gobierno norteamericano. Los EEUU han perdido ya más de tres mil soldados solamente en Irak. El país, lejos de estar bajo control vive hoy una guerra civil entre sus diferentes etnias y comunidades religiosas que ha costado la vida, en promedio, a cinco mil personas al mes. La invasión de Irak, además de no haber sido autorizada por el Consejo de Seguridad de la ONU, contó con la oposición de amplia mayoría de la opinión pública mundial. La participación de tropas españolas e italianas en esa guerra ayudó a poner fin a los gobiernos, respectivamente, de Aznar (2004) y Berlusconi (2006), al igual que contribuyó para la derrota de los republicanos en las recientes elecciones para el Congreso de los EEUU (2006). La oposición del Congreso norteamericano a la guerra, manifestada recientemente en la ley que obligaba a un retiro gradual de las tropas, fue vetada inmediatamente por el Presidente Bush, lo que dio lugar a una negociación entre las dos fuerzas políticas. Debido a ello, es probable que la guerra continuará por lo menos un año más y que las elecciones presidenciales de noviembre de 2008 se conviertan en un referéndum definitivo sobre este asunto. Lo peor de todo es que no se ve una salida pronta que pueda darle a la comunidad internacional una mayor estabilidad y una paz duradera.

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II. Los cambios económicos En el terreno económico, el derrumbe del socialismo soviético y el fin de la etapa histórica conocida como la “guerra fría” le imprimieron mayor velocidad al reajuste mundial, a la globalización económica neoliberal y a la corriente por un comercio internacional negociado1, que impactó de manera desigual a los países. La humanidad comenzó a atravesar por una transición dominada por el neoliberalismo. En esta nueva etapa del capitalismo se han configurado tres grandes bloques. Uno, encabezado por los Estados Unidos que incluye los países del NAFTA o TLCAN (Tratado de Libre Comercio de América del Norte) y las naciones que formarían el CAFTA (Tratado de Libre Comercio de América Central). Otro está constituido por los integrantes de la Unión Europea; y el tercero estaría formado por los países asiáticos más desarrollados. Un dato fundamental de esta nueva situación es que en la carrera por “conquistar” económicamente el siglo XXI, irrumpió abruptamente China, que en el 2006 se ha colocado como tercera o cuarta potencia económica mundial. Existe pues una disputa por el dominio económico mundial en general encarnada en estos tres bloques bajo una competencia muy fuerte cuyo desenlace, histórico por supuesto, aún está por verse. Estados Unidos ha perdido terreno económico en Asia, en particular en aquellos países que antes eran su “patio trasero” asiático, los llamados “dragones del pacífico”. En cambio, se ha fortalecido el bloque liderado por China, Japón y Corea del Sur. En el horizonte mediato también se perfila la posibilidad de que la India y Rusia se incorporen a ese mega bloque asiático. Hay pues un reacomodo o reajuste de las correlaciones de fuerzas mundiales en proceso, principalmente por el desarrollo de los nuevos grandes bloques comerciales, de un lado, y el debilitamiento del poderío económico de Estados Unidos por el otro. A pesar de este debilitamiento, algunas tendencias del capitalismo mundial, propias de la era del neoliberalismo siguen estando presentes e incluso se han fortalecido. En primer lugar, se sigue observando un crecimiento desmedido del sector financiero de la economía mundial, que empezó a instalarse a principios de los años 1970, con la crisis del petróleo y el fin de los “Acuerdos de Bretton Woods”. Este crecimiento desmedido del sector financiero se traduce, por ejemplo, en el movimiento mundial diario de aproximadamente US$ 1,5 billones de dólares, recursos que no están aplicados directamente en actividades productivas. Esto constituye en lo fundamental un giro especulativo que genera ganancias de corto plazo para el capital financiero y las grandes empresas, incluidas aquellas En realidad “libre comercio” internacional no existe: existen dos tipos de comercio entre países, el negociado denominado eufemísticamente como “libre” comercio, y el comercio no negociado o protegido. 1

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consideradas como “productivas” pero que muchas veces retiran de la especulación la mayor parte de sus ganancias. El crecimiento desmedido del sector financiero estuvo acompañado por un proceso profundo de reestructuración productiva y de alteración de los patrones de participación del Estado en la economía, de la reducción de los derechos laborales y sociales antes provistas por políticas públicas y estatales, así como de la reducción del proteccionismo vigente en diversas naciones, reducción a favor de las grandes empresas y potencias. Por otro lado, la economía mundial sigue siendo controlada por un puñado de mega consorcios. Estas empresas tienen influencia sobre los gobiernos de los países centrales y las instituciones multilaterales como el Fondo Monetario Internacional (FMI), Banco Mundial (BM) y Organización Mundial del Comercio (OMC). Estas instituciones, no por casualidad, han sido instrumentos fundamentales para la puesta en práctica de las medidas de liberalización y los dogmas del llamado “Consenso de Washington” o bien los temas en negociación en la OMC, ALCA y tratados bilaterales. Seguimos conviviendo, también, con un proceso de distribución regresiva de la renta y de exclusión social, situación que une la pobreza económica con la falta de acceso a derechos ciudadanos fundamentales como salud, educación, vivienda, agua potable, etc. Vivimos una modernidad capitalista profundamente desigual que ha beneficiado a unos y marginado a la mayoría de los habitantes del planeta. Se han cerrado las oportunidades de desarrollo y empleo y se ha condenado a la pobreza y a la economía informal, a miles de millones de personas. La globalización capitalista en lugar de cerrar la brecha entre ricos y pobres la ha ensanchado en proporciones alarmantes Se calcula que actualmente, en el mundo, mil doscientos millones de personas viven con menos de un dólar al día, o sea, por debajo de la línea de la pobreza, de acuerdo a los criterios de la ONU, y en situación de exclusión social. Millones de personas migran de un país a otro actualmente, ya sea porque son refugiados de los varios conflictos bélicos regionales, ya sea porque buscan trabajo en otros países más desarrollados, por no encontrarlos en los suyos. Esto sucede también en nuestro continente. Según datos de las Naciones Unidas, México es el país con el mayo número de habitantes que emigran hacia otra nación, seguido muy de cerca por China, Pakistán la India. Aunque en la globalización de los últimas dos décadas ha habido ganadores y perdedores, el caso de América Latina ha sido ejemplar. A pesar de haber aplicado al pie de la letra, en casi todos los países, incluyendo en primer lugar México, las recetas del FMI, los resultados han sido lamentables. La pobreza aumentó en vez de disminuir, la desigualdad se mantuvo. El crecimiento económico desde 1980 está prácticamente estancado. Particularmente entre 1980 y el año 2000, el producto per cápita en la región creció sólo 11 por ciento durante todo el período, es decir un raquítico 0.5 anual 4

promedio. El ingreso se estancó alrededor de $4 dólares per cápita. Ello contrasta con el crecimiento de 4% anual promedio que se conoció en las décadas previas al neoliberalismo 1960 – 1979. Resultado, De una población total de unos 550 millones en la región, 220 millones son pobres y unos 100 millones viven con menos de un dólar al día. III. Salvemos al mundo Aunque la preocupación mundial por un medio ambiente sano tiene ya varias décadas, fue hasta 1987 con el llamado Informe Brundtland que se utilizó por primera vez el término desarrollo sostenible (o desarrollo sustentable), definido como aquel que satisface las necesidades del presente sin comprometer las necesidades de las futuras generaciones. Desde entonces, se ha desatado un fuerte movimiento verde en diversas partes del mundo que han tomado esta bandera de lucha para tratar de detener la contaminación, preservar la biodiversidad del planeta y evitar el deterioro de los ecosistemas naturales. Desde el principio, se planteó que esta lucha tendría que cambiar, a veces de manera profunda, los patrones de producción y consumo capitalista, buscando no sólo técnicas más limpias que permitan una mejor preservación de los recursos naturales sino también un modo de vida menos dispendioso. En la medida que en se ha hecho más evidente el deterioro del medio ambiente, se ha elevado la atención de la comunidad internacional. Las Naciones Unidas también han dedicado cada vez más recursos para promover la cooperación de los gobiernos y de la sociedad y poner en práctica distintos programas en la dirección de un desarrollo sustentable. De esta manera, el tema del medio ambiente se ha convertido en un tema de primera importancia en el escenario internacional tanto en foros de la sociedad civil como en de los organismos multilaterales. Sin embargo, desde la Cumbre de la Tierra de Río 1992 y luego con el protocolo de Kyoto en 1997 un tema se ha vuelto dominante en el debate mundial: el llamado calentamiento de la tierra. Actualmente, se considera un hecho científico que el clima global se ha venido alterando significativamente, desde mediados del siglo XX como resultado del aumento de concentraciones de los llamados gases de invernadero tales como el dióxido de carbono, metano, óxidos nitrosos y clorofluorocarbonos. La mayoría de esos gases se liberan en la atmósfera por la quema de combustibles fósiles como petróleo, gas y carbón. Estos gases están atrapando una porción creciente de radiación infrarroja terrestre y han hecho aumentar la temperatura planetaria La IPCC (Panel Internacional sobre Cambio Climático), un panel de 2500 científicos de primera línea, concluyó que "un cambio discernible de influencia humana sobre el clima global ya se puede detectar entre las muchas variables naturales del clima". Según el panel, la temperatura de la superficie terrestre ha aumentado aproximadamente en casi 0.8oC (según el último informe de 2007) en el último siglo.

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Este aumento de la temperatura según los expertos ha provocado sequías, inundaciones, erosión de los suelos, baja de rendimientos agrícolas, multiplicación de incendios, y disminución de la biodiversidad. Lo peor es que si la emisión de gases no disminuye, los efectos a corto plazo serán devastadores. Para evitarlos, en El Protocolo de Kyoto, aprobado en 1997, se acordó obligar a 38 países industrializados a reducir para el 2012 sus emisiones de gases invernadero en un 5 por ciento respecto de las de 1990. Un hecho significativo es que Estados Unidos, emisor de 25 por ciento de los gases invernadero, decidió en 2001 abandonar este Acuerdo. Aunque adujo distintas razones, la verdad es que se hizo eco de los intereses de los grandes consorcios, sobre todo petroleros, que se han manifestado abiertamente en contra de los acuerdos de Kyoto y que han considerado que las conclusiones de los científicos sobre el calentamiento de la tierra son “exageradas”. Con ello se demuestra que la lucha por un medio ambiente más sano y por detener la emisión de gases es un asunto de billones de dólares pues están en juego los intereses de muchas de las grandes compañías que dominan al mundo. Por ello, existe actualmente un debate mundial cada vez más importante que involucra a muy diversos sectores de la sociedad civil, pero también a los gobiernos de todo el mundo sobre la necesidad de hacer efectivas las medidas del Kyoto, de ir más lejos, y sobre todo para obligar a los EU (y a otros países) a sumarse a la comunidad internacional para prevenir las catástrofes que los científicos han demostrado que ya se han producido en el mundo y que seguirán presentándose en forma cada vez más severa si se continúa produciendo una mayor cantidad de gases a la atmósfera. Por ello, para el PRD el tema del medio ambiente, del desarrollo sustentable y de frenar la emisión de gases invernadero, deben formar parte de su agenda política internacional. Debemos apoyar las campañas y metas acordadas por las Naciones Unidas; promover el debate sobre estos temas para crear una mayor conciencia social y política, y sobre todo una mayor responsabilidad de los gobiernos, y asimismo apoyar las denuncias sobre los países y las compañías depredadoras y más sucias, principales responsables de la emisión de estos gases. La cuestión del medio ambiente se ha convertido en un asunto urgente. De ello depende en el futuro cercano, es decir en los próximos años, la posibilidad de evitar el sufrimiento de cientos o quizás miles de millones de seres humanos, sobre todo de los más pobres, pues son ellos los más desprotegidos ante fenómenos como huracanes, sequías prolongadas, inundaciones, maremotos, etc., como se demostró en el año 2005. IV América Latina y el Caribe: Las diputas electorales Las elecciones del año 2006 en América Latina que se realizaron en Chile, Colombia, Bolivia, Haití, Costa Rica, México, Ecuador, Perú, El Salvador, Nicaragua, Brasil y Venezuela han revelado el crecimiento de las fuerzas progresistas, nacionalistas y de izquierda. Estados Unidos ha perdido parte sustancial del control político sobre América Latina y El Caribe. Destacan las victorias de gobiernos de izquierda o progresistas en Chile, Bolivia, Haití, Ecuador, Nicaragua Brasil y Venezuela. En tres países más, El Salvador, 6

México y Colombia, los partidos de izquierda se han colocado como la principal fuerza de oposición a las corrientes neoliberales, representando una alternativa viable, en el corto plazo, para acceder al poder. Este ciclo de elecciones presidenciales, que debe cerrarse con la disputa en Argentina, en 2007, consolidó e incluso amplió el abanico de gobiernos progresistas y de izquierda en América Latina. Estos resultados demuestran que gran parte, quizá la mayoría de la población de nuestro continente, quiere seguir el camino de los cambios y no quiere vivir más bajo la hegemonía neoliberal. Este proceso de cambios asume distintas formas, desde las más radicales hasta las más moderadas e institucionales. Los caminos de la izquierda latinoamericana son diversos y plurales. Por su parte, la derecha ha respondido en estos países de manera muy similar, con métodos basados en el control de los medios de comunicación, el poder del dinero y la mentira, y con un rostro extremadamente reaccionario. En primer lugar, los Estados Unidos mantuvieron una actitud de ingerencia, que fue particularmente fuerte en América Central y en algunos países que el gobierno norteamericano trata como enclaves, como es el caso de Colombia, Paraguay y El Salvador. En segundo lugar, la maquinaria político-ideológica de la derecha, sus principales líderes, los medios y las fuerzas económicas en nuestra región hablan ahora de la existencia de una confrontación entre las fuerzas de mercado y democráticas versus el “populismo de izquierda” y autoritario. Llaman “populistas” a esos gobiernos en el afán de estigmatizar y descalificarlos, asociándola con el pasado. Al mismo tiempo, intentan dividir a los gobiernos progresistas en dos grupos: la “izquierda moderna” y la “izquierda atrasada”, con la intención de borrar los muchos objetivos comunes que unen a los gobiernos y partidos progresistas. Además, la derecha ha puesto en práctica un conjunto de medidas para intentar mantenerse en el poder que han violentado la legalidad y las instituciones. El caso de México no ha sido excepcional, si bien no en todos lados pudo ser exitoso.

IV. Un nuevo período en América Latina La coincidencia de varios gobiernos de izquierda y progresistas en América Latina constituye la gran novedad de la situación actual en esta región del mundo. En el 2006, más del 70% del electorado latinoamericano acudió a las urnas y opto mayoritariamente por alguna opción de izquierda, teniendo como prioridades los temas que más agobian a nuestras sociedades y que son recogidas y plasmadas en los planes de gobierno de las fuerzas progresistas que están accediendo al poder en la región.

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De Brasil a México y de Venezuela a Bolivia, el escenario latinoamericano atraviesa una creciente polarización entre izquierda y derecha, que se manifiesta en los procesos electorales como en la vida política cotidiana. Para los de arriba, lo grave no es sólo lo que está sucediendo sino lo que puede venir, como se sabe, el control político es clave para asegurar el acceso a las materias primas y a cualquier recurso natural, por ello el ataque frontal a los gobiernos de izquierda. El problema de fondo para el imperio, es que la oleada de gobiernos progresistas y de izquierda coincide con el ascenso de la movilización social que está fuera de su control, “los de abajo se han vuelto ingobernables”. Esta novedad se hizo posible gracias a la combinación de tres elementos principales: los efectos del neoliberalismo en la región, la capacidad que han demostrado varios partidos de capitalizar electoralmente la insatisfacción popular, y el crecimiento de los movimientos populares de resistencia y de protesta. Podemos decir, en síntesis, que la correlación de fuerzas en el continente, hoy, es mucho más favorable a las ideas progresistas. Estos avances traen consigo enormes posibilidades, pero también viejos y nuevos problemas. Además, esos éxitos no significan que el neoliberalismo haya sido derrotado, ni tampoco que el patrón histórico de desarrollo capitalista vigente en la región esté cerca de ser superado. Todo esto pese al gran esfuerzo que se vienen haciendo varios gobiernos de la región, en el sentido de ampliar la soberanía, la democracia y las políticas sociales.

V. Los retos de la izquierda latinoamericana Frente al fracaso del neoliberalismo, la izquierda latinoamericana tendrá que enfrentar varios retos para ser una alternativa real, mantenerse en el gobierno ahí donde los ha conquistado, y acrecentar su fuerza política en el continente. El primero de ellos es luchar por la democratización profunda de nuestras sociedades. Esto significa mucho más que elecciones periódicas. El sistema político existente en la mayoría de los países de nuestro continente sigue produciendo enormes distorsiones, susceptible a todo tipo de manipulación por parte de las oligarquías económicas y de los partidos conservadores. El control social sobre la actividad política y estatal es extremadamente reducido. A la mayoría de la población sólo le toca elegir periódicamente a sus representantes. Los medios de comunicación, que generalmente están en manos de monopolios privados, interfieren de manera descarada en perjuicio de la democracia. El segundo se refiere a la ampliación de las políticas sociales públicas, incluso la creación de nuevos derechos. Antes de la ola neoliberal, la cobertura del Estado en áreas como salud y educación era reducida en la mayor parte del continente. Sin embargo, el neoliberalismo aumentó esta debilidad al extremo, haciendo que varios de estos servicios públicos pasaran a ser accesibles solamente a través del mercado. Además de tener plenamente garantizado el derecho a la salud, la educación y la alimentación, los pueblos latinoamericanos y caribeños deben tener asegurados los servicios básicos (electricidad, telecomunicaciones, agua potable y alcantarillado, 8

transporte público y vivienda), así como el acceso cada vez más amplio a las redes de carreteras, caminos, puertos y aeropuertos. El tercer reto se refiere a la creación de un modelo económico alternativo que combine capacidad de crecimiento, capacidad de innovación y generación de empleo, con redistribución del ingreso y de la riqueza. Este objetivo, en el actual estadio de la economía internacional y en los marcos de la correlación de fuerzas vigente en el mundo, exige que se trabaje en marcos continentales. El modelo de desarrollo “latinoamericano y caribeño”, alternativo al neoliberal, debe acabar con la polarización pobreza-riqueza. Asimismo debe acabar con todo tipo de discriminación profundizado por el “capitalismo salvaje” y con el grave deterioro de los recursos renovables y no renovables de la naturaleza El PRD y la izquierda latinoamericana impulsamos propuestas políticas y económicas para recuperar los bienes públicos privatizados a lo largo ya de más de 20 años de política neoliberal. Impulsamos la ampliación de la propiedad social, incorporando como propiedad pública a sectores estratégicos de la producción y servicios. El cuarto desafío es el de combinar la soberanía nacional con la cooperación entre los distintos pueblos y países que abracen este proyecto de integración continental. Desafío aún mayor si recordamos que cada uno de nuestros países posee historias particulares y correlaciones de fuerzas específicas, a lo cual respondemos con estrategias y programas también diferenciados. La izquierda latinoamericana tiene que hacer un frente común de defensa de los logros de los gobiernos progresistas y de izquierda; compartir experiencias de de gobierno; fortalecer los tratados económicos regionales con una perspectiva de apoyo comercial como lo es el MERCOSUR y hacer frente a la estrategia de control impulsada por los EUA a través del ALCA; fortalecer y crear organismos internacionales de encuentro de las izquierdas como el Foro de Sao Paulo y la Internacional Socialista. (IDN) La polarización Norte-Sur debe ser reemplazada por la solidaridad y cooperación e Integración Sur-Sur, y cooperación Norte-Sur con respeto y beneficio mutuo, bajo el lema de que históricamente “un mundo mejor es posible” para los pueblos del tercer mundo.

VI. Una integración alternativa El proyecto estratégico de integración continental concebido por los Estados Unidos fue el Acuerdo de Libre Comercio de las Américas. Concebido en 1992 y previsto para su arranque enero del 2005, como instrumento para competir con la Unión Europea por la hegemonía económica del Siglo XXI, “murió” sin embargo a comienzos del 2006. Estados Unidos tuvo que tomar el camino de tratados de “libre comercio” bilaterales y regionales (Chile, Colombia, Perú, Panamá, CAFTA), iniciado desde

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principio de los noventas, para bloquear los esfuerzos comunitarios que le estorbaban como MERCOSUR y la Comunidad Andina de Naciones. Los gobiernos progresistas, por su parte, han impulsado diversos proyectos de integración continental. Uno de ellos, a través del MERCOSUR. Por su parte, la Comunidad Sudamericana de Naciones, igualmente impulsada por los gobiernos del MERCOSUR y de la Comunidad Andina de Naciones, cumple un papel importante en la integración territorial y energética de América del Sur. En este sentido, la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), es un proyecto pensado al servicio de la causa de la integración latinoamericana. La Iniciativa para la Integración de la Infraestructura de Sudamérica (IIRSA) considera la realización de estas obras en América del Sur. La integración energética es otro factor de suma importancia. Por ello los acuerdos petroleros firmados por Venezuela, Brasil y Argentina durante la primera cumbre de la Comunidad Suramericana de Naciones (CASA) fueron un primer paso para la integración energética del sur. Otra propuesta es el Anillo Energético del Sur. Este plan prevé una red de gasoductos que abastecería a Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay con gas venezolano, al cual se sumaría Bolivia posteriormente. Llevar la integración del continente a su plenitud es probablemente el principal reto que está planteado para los gobiernos progresistas y de izquierda, ya de ella depende que se mantenga el desarrollo nacional y la reducción de la dependencia externa de los pueblos.

La Política exterior de la derecha mexicana Desde los primeros años de su sexenio, el Presidente Fox trató de explicar lo que llamó la nueva política exterior de su gobierno, misma que, se articulaba en dos ejes principales: “el primero ha consistido en desplegar una actividad más intensa en los foros multilaterales y el segundo ha buscado profundizar estratégicamente nuestra relación con Estados Unidos y Canadá --en América del Norte”2 Según Fox, “El segundo eje de la política exterior de México ha sido la construcción de una asociación estratégica para la prosperidad con Estados Unidos y con Canadá, partiendo de una relación ya estrecha que descansa en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte y que está articulada en torno a una visión integral de largo plazo y conceptualmente novedosa”. Esta estrategia suponía una subordinación del país a los propósitos norteamericanos en la diplomacia mundial. Se basó también en la idea de que la

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“La Política Exterior de México en el Siglo XXI”, Palabras pronunciadas por el Presidente Vicente Fox ante los integrantes del "Club Siglo XXI" en el Salón de Conferencias del Hotel Eurobuilding de la Ciudad de Madrid, España, 16 de mayo de 2002.

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única relación con carácter verdaderamente estratégico debía ser con Estados Unidos ya que de esa relación dependería el objetivo nacional del desarrollo. Según Fox, a diferencia del pasado, México se dedicaría, de ahora en adelante, a apoyar las acciones conducidas por parte de los Estados Unidos en el mundo que aunque vulneraran la autodeterminación de los pueblos, las soluciones pacíficas y la proscripción de la fuerza, resultaran congruentes con la nueva prioridad, la lucha contra el terrorismo. También, se olvidaría la cooperación internacional para el desarrollo como un objetivo prioritario, alentando entonces el libre comercio y las políticas emanadas del FMI como las únicas viables para todos los países del mundo. Esta nueva estrategia, en el caso de América Latina trajo como consecuencia inevitable un viraje en las relaciones con Cuba e intentó algo más peligroso: La “destrucción del gobierno revolucionario” de Cuba3. Uno de los actos más importantes, resultado de esta estrategia, se dio cuando el Presidente Fox decidió dar un paso más en la integración subordinada a los Estados Unidos, el 23 de marzo de 2005, al firmar la Alianza para la Seguridad y Prosperidad de América del Norte (ASPAN). Ello implicó acelerar la dependencia de nuestro país, sobre todo de su economía y de sus aparatos de seguridad e inteligencia, a la dinámica de la potencia del norte. Esta alianza se pactó sin la aprobación del Poder Legislativo y sin ningún tipo de consulta con la sociedad a la que hasta la fecha se le ha ocultado la información de lo que verdaderamente se ha pactado. Hay que reiterar que bajo el ASPAN, México asume que los enemigos de Estados Unidos son los nuestros y se compromete a reaccionar coordinadamente ante cualquier ataque o amenaza a la región. También se obliga a garantizar el abasto de electricidad e hidrocarburos a la región. Sin embargo, no fueron contemplados, en absoluto, como han planteado reiteradamente diversos sectores productivos y de la oposición política en México, los problemas centrales de nuestra relación: los fondos compensatorios para el desarrollo de las regiones afectadas por el TLCAN, el mercado laboral y, mucho menos, la migración. El Fracaso El objetivo principal de la estrategia foxista, es decir, un acuerdo estratégico con Estados Unidos, para lograr un acuerdo en materia migratoria, no se logró. Por ello, puede afirmarse que la diplomacia foxista tuvo una derrota estratégica. Y que, con ello, México perdió un papel en el mundo que había ganado en otras décadas. El gobierno del presidente Fox logró conjugar, al mismo tiempo, una mala relación con Cuba y con Estados Unidos; y debilitó los lazos de México con América Latina al abrir diferendos con los principales países de la región.

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Entrevista con el Embajador Gustavo Iruegas sobre La Política Exterior en México Lunes 20 de febrero de 2006.

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Ante este fracaso, Calderón ha intentado variar la estrategia tratando de restablecer los nexos con América Latina y bajar el nivel de conflictividad con Cuba y Venezuela. Sin embargo, la estrategia, en lo fundamental, es la misma: el acercamiento estratégico con Estados Unidos y la integración del bloque de América del Norte. En estos momentos, en que la suerte de una nueva ley migratoria se discutía en el Congreso de Estados Unidos, era difícil saber el curso de las relaciones entre los dos países y por lo tanto el futuro inmediato de la diplomacia mexicana.

Segunda Parte. La Política de Relaciones Internacionales del PRD I. Principios. La línea política del partido en los foros internacionales y en sus relaciones con otros partidos y organizaciones del mundo debe basarse, primero, en los principios básicos constitucionales: autodeterminación de los pueblos; no intervención; solución pacífica de controversias; proscripción del uso de la fuerza: igualdad jurídica de los estados; cooperación internacional para el desarrollo; y lucha por la paz y la seguridad internacionales. Pero ello no es suficiente, el PRD deberá participar con el propósito de debatir y construir un nuevo orden mundial. Se trata como señala nuestra plataforma electoral 2000 – 20006, de “un nuevo orden internacional construido entre todos los pueblos en el que globalización no signifique hegemonía de un país o un grupo de países sobre las naciones del mundo y permita construir una paz duradera entre todos los pueblos. Una globalización que revierta la depredación del medio ambiente y permita el ejercicio de los derechos humanos para todos y todas. La globalización a la que aspiramos busca poner el mercado al servicio de la sociedad y de la democracia para terminar con la pobreza generando empleos productivos que aproveche la tecnología moderna y las oportunidades de los mercados mundiales”. Una globalización alternativa que se forje en condiciones de igualdad y equidad entre las naciones requiere una profunda reforma de los organismos económicos multinacionales: el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y la Organización Mundial de Comercio. También se requiere regular los flujos mundiales de capital; apoyar las iniciativas de creación internacional del Impuesto Tobin sobre las transacciones financieras y otro tipo de medidas. Incluye también apoyar las medidas acordadas en los foros internacionales para la protección del medio ambiento, en primer lugar las del Protocolo de Kyoto sobre el cambio climático y un mayor compromiso de los gobiernos y las empresas para asegurar un desarrollo sustentable. Igualmente exige imponer al comercio mundial la aprobación de reglas internacionales de conducta para las empresas trasnacionales, sobre todo en el ámbito del trabajo según las normas de la OIT. Impulsar el fortalecimiento de las instituciones multilaterales como la ONU, la OEA, la FAO que les devuelva su mandato original que se ha visto debilitadas por las últimas reformas de que han sido objeto. Dicha globalización significa rechazar cualquier forma de intervención militar unilateral o multilateral en países soberanos, por fuera de la normatividad de la ONU; el fortalecimiento de la Corte Penal Internacional según el acuerdo de

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Roma; y la lucha coordinada pero soberana de cada país contra el terrorismo, el narcotráfico y el crimen globalizado. Nos pronunciamos por la paz mundial y la solidaridad con los pueblos que luchan por su liberación y el pleno respeto de sus derechos. Asimismo, por: a) la desmilitarización y reorientación del presupuesto armamentista para combatir el hambre, para la salud, la vivienda, la educación y el bienestar de las capas pobres del mundo; b) el desmantelamiento del arsenal nuclear y la prohibición de ensayos nucleares; c) por la no construcción de armas de destrucción masiva, bacteriológica y química; Debemos mantener nuestro compromiso de luchar por la salida inmediata de las tropas invasoras comandadas por Estados Unidos en Irak; estamos en contra de las amenazas a Irán, a Corea del Norte y a Siria. Nos sumamos a la demanda de una salida pacífica de los conflictos y el pleno respeto a la soberanía de sus pueblos en Chechenia, en el Tíbet, en Sudán, en Afganistán, en Cachemira, en Chipre, en Colombia y en Haití. Hemos manifestado nuestra clara oposición, y lo seguiremos haciendo, a la reforma constitucional que promueve el PAN para que el Presidente pueda disponer, sin la autorización del Senado, la salida de tropas mexicanas, la entrada de tropas extranjeras a territorio nacional, así como el estacionamiento de flotas extranjeras en aguas nacionales por mas de 30 días.le quita la facultad al Senado de autorizar el envío de tropas al exterior. Nos solidarizamos plenamente con la causa del pueblo Palestino y Saharaui y por el retorno a sus territorios; con el proceso de paz y el apoyo a las reivindicaciones de libre autodeterminación en el país vasco; con los gobiernos y pueblos de Cuba, Venezuela, Ecuador, Bolivia, Nicaragua y por la independencia de Puerto Rico. En particular demandamos la inmediata desocupación de las tropas estadounidenses de Guantánamo. Seguiremos impulsando la lucha por la liberación de los cinco héroes cubanos presos en Estados Unidos. La libertad bajo fianza al terrorista Luis Posada Carriles ordenada por la autoridad judicial estadounidense demuestra nuevamente la doble moral del imperio que encarcela a quienes luchan por la soberanía de sus pueblos y libera y protege terroristas. Nos unimos a la exigencia de los países no alineados que demandan la extradición del terrorista Posada Carriles a Venezuela para que sea juzgado por los tribunales de ese país. Exigimos el respeto irrestricto a los derechos humanos de los inmigrantes. En el sur del país, se presenta una permanente violación a los derechos humanos de la mayoría de los inmigrantes centroamericanos. México es escenario del abuso hacia los migrantes, lo que representa una absoluta incongruencia. Denunciamos la política mexicana en contra de la migración del sur de nuestro continente, pues demandamos como país el respeto a las y los migrantes mexicanos hacia el norte

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de nuestra frontera, pero violamos los derechos humanos de nuestros hermanos latinoamericanos. Reconocemos a nuestro país como un país binacional. Respecto a la frontera norte creemos que hay que oponerse tajantemente a la construcción del muro fronterizo, a la militarización de la frontera y al trato de carácter delincuencial de Estados Unidos a los migrantes. Exige del gobierno una decidida defensa de nuestros inmigrantes y el respeto a sus derechos humanos y laborales con base en las definiciones y acciones plasmadas en la Convención Internacional de Protección a los Derechos de los Trabajadores Migrantes y sus Familias. La inmediata adopción por la Asamblea General de la ONU a la declaración de Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas. Estamos en contra del Plan Puebla Panamá (PPP) porque representa la entrega de los recursos energéticos y de la biodiversidad de la región a las empresas trasnacionales, en el marco de la doctrina de seguridad hemisférica de Estados Unidos. Nos coordinaremos con los movimientos sociales de la región para enfrentarlo. Nos pronunciamos por un proyecto de integración regional con base en el respeto a las tierras y usos y costumbres de los pueblos; a la participación activa de los pueblos en las decisiones. Nos pronunciamos por la transformación profunda del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) para una integración hacia el desarrollo sustentable, solidario y subsidiario. En lo inmediato, nos pronunciamos en contra de la apertura en el 2008 de los granos básicos. Participaremos en las acciones en contra de ésta. II. Política de alianzas. El PRD tiene que definir las zonas geográficas prioritarias y los aliados estratégicos en los que tiene que concentrar su atención. a) Norteamérica: En esta área, tenemos que desarrollar una actividad política que atienda en primer lugar el asunto de los migrantes mexicanos en Estados Unidos. Para ello debe crearse una coordinación más estrecha entre la dirección nacional del partido, los grupos parlamentarios en el Congreso de la Unión y los comités organizados del PRD en Estados Unidos. El Partido debe tomar posición en los debates que se realizan no sólo en México sino también en Estados Unidos sobre las legislaciones y políticas públicas que toman los gobiernos de ambos lados de la frontera. Además debe desarrollar una actividad permanente de solidaridad y apoyo a las luchas de los mexicanos que viven y trabajan en la nación vecina. Impulsaremos en toda la comunidad, la creación de una organización unitaria de los mexicanos en Estados Unidos en lo inmediato, los legisladores federales del PRD impulsarán la convocatoria, por el Congreso de la Unión, del primer Congreso de Organizaciones y líderes mexicanos en Estados Unidos. Sin embargo, la labor del partido debe extenderse también a la sociedad civil, los partidos políticos y las diferentes áreas de gobierno en Estados Unidos y Canadá. Hay que realizar, por tanto, una labor de información y promoción del debate sobre los temas centrales de la relación con esos países. La migración, como ya 14

hemos mencionado, pero también el TLCAN y él ASPAN, principalmente. Esta labor debe abarcar la atención a Universidades, centros de estudio y de investigación (los llamados “think tanks). Además debemos preocuparnos por cultivar y construir relaciones con áreas de gobiernos de Canadá y Estados Unidos a través de sus Embajadas, pero también con miembros del Congreso y de otras áreas gubernamentales en que sea posible. Ello requiere la atención especial de un grupo de legisladores pero también de un equipo del partido. En lo que se refiere a los partidos políticos, debemos hacer esfuerzos especiales por estrechar nuestras relaciones con el New Democratic Party (NDP) de Canadá y el grupo Democratic Socialists of America (DSA) de Estados Unidos. Ambos pertenecen a la IS y mantienen posiciones progresistas y de izquierda. Habrá que señalar sin embargo, que a diferencia del partido canadiense, el DSA no es un partido sino un grupo más pequeño que mantiene una participación política sobre todo a través de alianzas con el Partido Demócrata de Estados Unidos. Con estos agrupamientos, sobre todo con el NDP, pueden establecerse alianzas para actuar conjuntamente en algunos foros binacionales, trinacionales o multilaterales A pesar de las diferencias ideológicas y políticas, el PRD debe mantener una relación de intercambio de información con los dos grandes partidos norteamericanos el Republicano y el Demócrata, principalmente con éste último. Ello con el objeto de que conozcan directamente nuestras posiciones sobre los diversos temas de la agenda internacional y sobre nuestra actividad política en México. . b) Latinoamérica y el Caribe. La relación con la izquierda de nuestro subcontinente resulta de vital importancia para el PRD. No sólo porque nos unen vínculos históricos y culturales muy profundos, sino también porque para el PRD y sobre todo para la izquierda, la identidad latinoamericana ha representado un factor de lucha, unidad y acción permanente entre nuestros pueblos. En estos momentos, como se señaló antes, la izquierda conoce un ascenso sin precedentes en esta región del mundo, lo que representa factor decisivo para la lucha que encabezamos en cada uno de nuestros países. El PRD debe atender los espacios de coordinación partidaria creados por la izquierda latinoamericana, como el Foro de Sao Paulo (FSP) ya que éste representa le espacio de debate, intercambio de información y solidaridad más importante que existe actualmente. La fuerza de la izquierda en América Latina se ha manifestado en el Foro de Sao Paulo, organismo coordinador de los principales partidos de la región. El avance se demuestra tan sólo por un hecho: en 1990, sólo Cuba tenía un gobierno dirigido por un partido miembro del Foro de São Paulo. Hoy, además de Cuba, partidos-miembros participan de gobiernos nacionales en Nicaragua, Brasil, Venezuela, República Dominicana, Bolivia, Chile, Uruguay, Argentina y Ecuador. El PRD deberá atender también su participación en otros foros como la Internacional Socialista (IS) de América latina, y otros de reciente creación como el ALBA. En la izquierda latinoamericana, existe una diversidad muy amplia en materia ideológica, programática y política. Por ello, nuestra actividad en estos foros debe entender que la unidad debe construirse respetando esa diversidad. 15

Tendremos que evitar cualquier intento de imposición de una línea única y al mismo tiempo aprovechar esa diversidad para enriquecer el debate, y la solidaridad. Además, debemos cuidar que nuestra actividad en estos foros se caracterice por la seriedad, la responsabilidad y la unidad, pues de otro modo podemos provocar conflictos que debiliten la imagen del partido o el correcto funcionamiento de estos foros internacionales. Un caso especial es el de la COPPAL, que fue promovida en la década de los ochentas por el PRI, con el objeto de asegurarse un respaldo internacional a sus políticas en el ámbito internacional y doméstico. El PRD forma parte de la COPPAL y debe mantener su participación activa en este foro, aunque con lineamientos más específicos que deberá discutir el Consejo Nacional. Además de su participación en estos foros, el PRD debe mantener una relación bilateral en particular con los partidos de izquierda de Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Cuba, Brasil, Uruguay, Colombia, Venezuela, Uruguay, Chile, Bolivia y Ecuador ya que estos representan a fuerzas políticas en el gobierno o los principales partidos de oposición en sus países. Esta posición no excluye el mantenimiento de relaciones bilaterales con otros partidos de otros países, según las circunstancias. La actividad del partido debe extenderse también a los foros institucionales como el PARLACEN o el PARLATINO, en donde debemos mejorar nuestros niveles de coordinación con la izquierda latinoamericana para hacer valer la nueva correlación de fuerzas en esos espacios y buscar su reorientación al servicio de las causas progresistas y de los pueblos. Igualmente, el PRD debe apoyar a los foros de la sociedad civil y los movimientos sociales que se han construido a nivel mundial y latinoamericano. Es importante recordar también que, en los últimos años, el movimiento social ha logrado alcanzar gran relevancia y articulación internacional, por ejemplo, por medio de los sucesivos “Foros Sociales Mundiales”, lanzando la consigna de que “otro mundo es posible”, contra la globalización neoliberal y el “pensamiento único”. En el continente americano, se organizó la “Alianza Social Continental”, que desde 1997 viene llamando la atención sobre los daños de todo orden que el libre comercio impulsado por los EEUU les trae a los países en desarrollo del continente. En consecuencia, la Alianza Social Continental ha defendido con firmeza el rechazo al ALCA y ha propuesto diversas alternativas económicas para el desarrollo de la región. Las “Cumbres de los Pueblos”, eventos paralelos a las cumbres de jefes de Estado de las Américas realizadas desde 1998 en Santiago de Chile, también han sido momentos memorables. El PRD mantendrá y acrecentará el diálogo político con los partidos y gobiernos progresistas de América Latina y El Caribe, ampliándolo a los ámbitos económicos y de gobierno de manera verdadera con la finalidad de confluir en temas de coyuntura regional y de intercambio de experiencias. El PRD no tiene porque cargar con las ineficiencias de los gobiernos panistas respecto a las aún deterioradas relaciones q tienen con la República de Cuba, Venezuela, Ecuador, Bolivia y en menor medida con 16

Nicaragua, el diálogo con estos gobiernos y sus partidos progresistas es sano y constructivo actualmente, tenemos que mantenerlo e influir en la política mexicana para su normalización desde el Congreso e impulsar nuestra política partidista que coadyuve e impulse los intercambios políticos, culturales, económicos y sociales de experiencias de gobierno.

c) Europa. Esta región del mundo es importante para el PRD por dos razones: la primera porque la Unión Europea es uno de los bloques económicos y políticos más importantes del mundo. Con este bloque existen diversos vínculos económicos (sobre todo el tratado comercial UE – México), políticos y culturales. Además algunos países de ese bloque mantienen una actividad internacional importante en América Latina. Por otro lado, algunos partidos progresista o de izquierda europeas mantienen posiciones divergentes con los Estados Unidos y han sido sensibles y solidarios con la izquierda latinoamericana. Nuestro vínculo más importante con estos partidos se ha dado a través de la IS, ya que aunque esta coordinación incluye a partidos de todo el mundo, sus principales fuerzas son europeas. Debemos mantener nuestra presencia activa en la IS con el objeto de estimular el debate sobre los grandes problemas mundiales, y en particular los que afectan más directamente a América Latina y a México, desde una perspectiva progresista y solidaria. Además hay que aprovechar estos foros para dar información sobre la situación mexicana y nuestras posiciones políticas. La IS es también un espacio para conocer el estado de cosas que priva en muchas regiones del mundo, y sobre las cuales el PRD debe pronunciarse. Existe otra coordinación de partidos políticos agrupada en el bloque llamado “Izquierda Europea” en la que se reúnen partidos políticos que se encuentran a la izquierda de la IS. Consideramos que el PRD debe buscar una relación constructiva y solidaria con este agrupamiento con el que hemos tenido escasos contactos hasta la fecha. En materia bilateral, el PRD debe mantener una política más activa con algunos partidos de la izquierda europea, sobre todo con aquellos que han mostrado un mayor interés en conocer nuestras posiciones o han mostrado su solidaridad. Entre otros se pude mencionar a partidos de Italia, Francia y Alemania. En el caso de España, a pesar de tener una mayor cercanía cultural e histórica, se ha producido un distanciamiento muy evidente en los últimos meses (después del 2 de julio). Consideramos, sin embargo, que el PRD debe hacer esfuerzos por abrir un debate con el PSOE, la IU y otras organizaciones civiles y académicas españoles para que se conozca nuestra verdad. Una labor importante que el partido debe prestarle mayor atención es el Parlamento Europeo ya que por diversas razones históricas y políticas, ahí se debaten problemas que tienen que ver con AL y a veces directamente con México. La actividad de nuestros grupos legislativos en el Parlamento Europeo debe adquirir una importancia de primer orden. Se hace urgente tender puentes de comunicación con los partidos de izquierda, socialistas, socialdemócratas y verdes de Europa, trabajando en

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primera instancia con las fundaciones de estos partidos en México y en el marco de la Internacional Socialista.

d) Asia y resto del mundo. La creciente importancia de Asia en el contexto mundial ha sido señalada más arriba. Sin embargo, las relaciones del partido con muchas de estas naciones se dificultan por razones de lejanía geográfica e idioma, además de que el interés de muchos de estos partidos hacia América Latina es mucho menor que, incluso en Europa. El PRD a pesar de ello, debe tratar de mantener una relación especial con el PC de China y el Partido del Congreso de la India. En el primer caso porque se trata de una de las principales potencias del mundo que está conociendo cambios rápidos y profundos y con ello, como ya se mencionó, está transformando las relaciones internacionales. Por ello, debemos estar atentos a estos cambios de la forma más directa y actualizada posible. Asimismo, el PC de China ha mostrado interés en el PRD y sobre la situación mexicana. Nuestro partido debe corresponder a ese interés manteniendo y reforzando sus relaciones bilaterales con el PC y el Gobierno de China. En el caso de la India, se trata también de un país que ha adquirido una importancia creciente en el contexto mundial y ha conocido un crecimiento económico que ha sorprendido a muchos. Sin embargo, la razón principal para proponer una relación especial con el Partido del Congreso tiene que ver con una iniciativa que ellos emprendieron recientemente para formar un Foro Social Mundial en el que participen partidos y organizaciones no gubernamentales de diversas partes del mundo. Ellos han considerado que uno de los partidos fundadores, por su importancia y por su abierta identificación con los postulados de Gandhi y de la no violencia, debe ser el PRD de México. Proponemos que el PRD acepte esta invitación y fortalezca sus vínculos con el Partido del Congreso, no sólo por reciprocidad sino también para colaborar activamente en esta experiencia y para fortalecer nuestros lazos de solidaridad y amistad. Por otra parte, el PRD y la izquierda mexicana han mantenido una vieja relación de solidaridad con dos movimientos: el de la liberación de Palestina y la del pueblo Sarahui. Proponemos mantener estros lazos de solidaridad sobre todo con Fatal, sin que ello signifique tomar posición sobre los problemas internos del Estado Palestino. Otros gobiernos con los que se ha mantenido una relación permanente es con Vietnam y Corea del Norte. Finalmente, debe señalarse que el PRD debe estar abierto a mantener relaciones de amistad, de alianzas políticas o simplemente de información con todos los partidos y gobiernos del mundo que deseen acercarse a nosotros para conocer nuestras posiciones, pedirnos solidaridad o establecer una alianza internacional. Las decisiones fundamentales sobre la conducta del parido en estos casos deberán ser tomadas por el Consejo nacional.

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e) Adicionalmente, debemos vincular académicos, intelectuales, profesionistas y dirigentes políticos y sindicales a estas experiencias de formación y de intercambios a través del Foro de Sao Paulo, la Internacional Socialista y fundaciones de los diversos partidos políticos como Perceu Abramo (PT Brasil), Friedrich Ebert (PSD Alemania), Jean Jaurès (PSF Francia), y Pablo Iglesias (PSOE España)

IV. Por una cultura internacionalista. EL PRD debe hacer un esfuerzo por socializar las actividades internacionales y fomentar una cultura democrática internacionalista. Nuestro partido ha abandonado, en buena medida, la tradicional solidaridad con los movimientos de liberación nacional y contra las injustas intervenciones militares de Estados Unidos o cualquier potencia, en todo el mundo. (ADN) Hay que formar a nuestra militancia en las cuestiones internacionales; difundir propaganda y promover la conciencia y participación de amplios sectores sociales en las cuestiones internacionales y globales; informar y organizar acciones de solidaridad y participar en las jornadas y movimientos internacionales. Promover el enlace y combinación de nuestras acciones y luchas locales con lo global y lo global con lo local. Paralelamente a lo anterior hay, la responsabilidad de participar activamente en movimientos de solidaridad con pueblos y naciones en lucha por su soberanía, de cooperación por la paz, el desarrollo y la democracia y de resistencia a las políticas neoliberales y militaristas. Se trata de construir con nuevas formas de vinculación una gran alianza internacional, en especial para América Latina, con fuerzas democráticas y de izquierda, gobiernos, partidos, organizaciones sociales y ciudadanas, intelectuales y académicos, para pensar y diseñar el conjunto de ideas y proyectos que derroten a los del neoliberalismo imperante, y para organizar y luchar por ellas. La responsabilidad de las relaciones internacionales se ha concentrado en un pequeño número de dirigentes del partido, principalmente legisladores y algunos miembros de la dirección nacional. Si bien existe una evidente limitación presupuestaria para que un mayor número de compañeros participe en reuniones o actividades fuera del país, lo cierto es que tampoco ha habido una política de información y difusión que permita que el partido pueda conocer y debatir sobre los problemas del mundo, las posiciones de la izquierda internacional y el PRD. Para cambiar esta situación es necesario tomar una serie de medidas que permitan fomentar una cultura de izquierda internacionalista que pueda ser compartida por un mayor número de militantes y dirigentes del partido. Estas medidas son:

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1.- Elaborar un informe sobre la situación internacional que deberá ser distribuido y en su caso debatido en cada sesión del Consejo Nacional. 2.- Elaborar y distribuir mediante internet una agenda internacional semanal o quincenal con una síntesis de las principales noticias de la situación internacional. Se deberá distribuir no sólo entre los miembros del Consejo Nacional sino también entre los comités y consejo estatales y si es posible, municipales. Esta agenda tendrá sólo, en un primer momento, un carácter informativo 3.- Mantener en el portal electrónico del partido, un link permanente sobre información, pronunciamientos y posiciones del PRD, de la Internacional Socialista y del Foro de Sao Paulo para que cualquier interesado pueda consultarlas. 4.- Fomentar el debate sobre la política exterior de México para darle un seguimiento crítico a las acciones del gobierno y para enriquecer las líneas programáticas de una propuesta alternativa. 5.- Promover mediante la realización de conferencias y proyección de videos, el debate y el conocimiento sobre la problemática internacional y de diversos países del mundo, sobre todo de aquellos actualmente gobernados por la izquierda o donde exista un conflicto o un movimiento que exija nuestra solidaridad. 6.- Incluir en los cursos de formación del partido, temas específicos sobre la situación internacional, y los documentos básicos del PRD, la IS y el FSP en esta materia. 7.- EL PRD debe mantener una política de información y de presencia activa en el mundo, manteniendo un sistema de información permanente con las embajadas acreditadas en nuestro país, así como también promoviendo nuestra participación en foros internacionales multilaterales y partidarios. 8.-Invitar a los diversos sectores sociales (jóvenes, mujeres, indígenas y autoridades locales) a los Congresos de la Internacional Socialista y Foro de Sao Paulo a fin de que participen en las discusiones políticas. 9.- El PRD impulsará la participación en las acciones del Foro Social Mundial

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NUESTRA LÍNEA NACIONAL

Introducción 1) El partido a sus 18. Al cumplir 18 años de su fundación, el Partido de la Revolución Democrática, se ha convertido en una verdadera opción política para millones de mexicanos en la lucha electoral frente al PRI y el PAN. El PRD ha hecho grandes aportaciones a la lucha democrática, a la lucha contra el neoliberalismo y a la construcción de una patria más justa para todos y todas. El PRD ha sido la organización política más importante de las izquierdas mexicanas, con la voluntad de recoger las demandas sociales y la misión de transformar al país. La lucha del PRD ha costado la vida a más de 700 compañeros, a quienes rendimos tributo, y los esfuerzos de miles de mexicanas y mexicanos que han contribuido a la construcción de este partido. Resultado de luchas tan importantes como los movimientos estudiantiles del 68 y 71, movimientos laborales, magisteriales, ferrocarrileros así como el fraude cometido en contra del Ing. Cuauhtémoc Cárdenas en 1988. Hoy contamos con 127 diputados federales y 26 senadores de la república, se gobierna en seis entidades federativas, así como al 25 % de la población nacional, en diversos estados y de ayuntamientos, entre los que destacan los más poblados del país: Ecatepec, Nezahualcoyotl, Iztapalapa, Gustavo A. Madero y Álvaro Obregón. A pesar de sus fallas y vicios, que no son pocos ni menores, el PRD es una alternativa viable. Nuestra responsabilidad es pues enorme y este Congreso Nacional debe dar respuesta a los grandes retos del presente para fortalecer al partido, unificarlo en torno a una estrategia común y hacer de él un instrumento de la sociedad más digno, combativo y eficaz para construir una patria soberana, justa y productiva para todos y todas los mexicanos.

El 2 de julio 2) Una nueva etapa política. A principios de enero de 2006 (inicio formal de las campañas presidenciales) AMLO mantenía una amplia ventaja sobre sus dos principales contendientes, Felipe Calderón Hinojosa del PAN y Roberto Madrazo del PRI. La estrategia era enviar el mensaje de que la disputa era entre el Presidente saliente y el próximo Presidente de México. A partir de marzo del 2006 el Partido Acción Nacional y su candidato, reajustan la estrategia político-electoral-mediática, a través de cambios drásticos en el comité de campaña de Felipe Calderón Hinojosa, y el entonces distanciamiento del candidato y su partido quedó rebasado, incorporándose al comité de campaña personajes ligados a El Yunque, así como de ex funcionarios del gobierno federal. Se da el alineamiento de los 21

poderes fácticos entorno a la candidatura de Felipe Calderón para frenar el ascenso y posibilidad de triunfo del candidato de la izquierda, ya que previeron una seria amenaza para sus intereses si ganaba AMLO la presidencia de la República. Lo anterior prefiguraba una elección de Estado, en donde todos los poderes formales y reales trabajarían en una sola estrategia: garantizar el triunfo del candidato de la derecha. La “telecracia” hizo patente su poder de manipulación e influencia sobre amplios sectores de la sociedad para orientar el voto hacia Acción Nacional, lo anterior con el beneplácito y la complicidad del Instituto Federal Electoral y el TEPJF. Con la reorientación que Felipe Calderón, Acción Nacional, El Yunque, los poderes fácticos y el gobierno federal dan a su estrategia se comienza a ver la campaña sucia en contra de AMLO, la cual consistió en: crearle una imagen mediática negativa y el dispendio de recursos públicos por parte de la Presidencia de la República, que en tan sólo un mes gastó 180 millones de pesos para promover a FCH. En la consumación del fraude y la operación de Estado de la derecha se articularon diversos factores, entre éstos podemos destacar la conformación del actual Consejo General del IFE y el desempeño parcial y faccioso de los órganos electorales (IFE y TEPJF), antes, durante y después de los comicios. Otro factor fue la injerencia ilegal del aparato estatal en apoyo irrestricto a la campaña de FCH con la utilización de los programas sociales, así como de diversos sectores como los empresarios encabezado por el Consejo Coordinador Empresarial, los medios de comunicación -Televisa y TV Azteca- y la Iglesia Católica; además del respaldo de Elba Esther Gordillo con su partido fachada, Nueva Alianza. La derecha desató una ofensiva de medios en contra de AMLO equiparándolo como el candidato de la violencia, la intolerancia, de la izquierda radical y de la inestabilidad económica. Estas acciones se llevaron a cabo gracias al apoyo de los medios de comunicación, principalmente de las dos televisoras más importantes en México: Televisa y TV Azteca, quienes dejaron entrever su preferencia hacia el candidato del PAN. Existen elementos que muestran la operación de un fraude desde el PREP (programa de resultados electorales preliminares) del IFE, tales como: 1) que en los estados donde ganó López Obrador la votación para la elección presidencial fue menor que la votación para senadores y diputados, mientras en aquellos donde obtuvo mayoría Calderón, la votación para presidente siempre fue superior a la de legisladores; 2) de acuerdo con la base de datos del PREP, existe un millón 621 mil 188 votos que fueron eliminados o sumados de manera ilegal; 3) las cifras no cuadraban con la diferencia que el IFE informó entre Calderón y López Obrador de 0.6%, ya que los votos indebidamente eliminados o sumados presentaban 3.9% de la votación, 4) la intervención de Diego Zavala, cuñado de Felipe Calderón y socio de la empresa Hildebrando, en el fraude cibernético, debido a que

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esta empresa realizó el diseño del PREP, a través del cual tuvo acceso al padrón electoral y a los programas sociales del gobierno federal, 5) rematando con los cómputos distritales de los que existen infinidad de pruebas documentales públicas que lo confirman. Bajo ese contexto, en el proceso electoral no cumplió con el principio de legalidad que es el que le otorgó el TEPJF al PAN, pero menos aún se garantizaron los principios de certeza, transparencia, imparcialidad, objetividad que marca la Constitución. Quedó documentado en el dictamen del tribunal que se vivió una contienda inequitativa, porque se acepta que la presidencia de la República tuvo injerencia antes, durante y después de los comicios; asimismo señaló que el Consejo Coordinador Empresarial violó la ley por su participación en el proceso electoral, pero en su decir la Coalición no presentó las pruebas suficientes para poder comprobar dicha injerencia y no integró bien el expediente en contra de las irregularidades cometidas por el PAN, el gobierno federal, los empresarios y la iglesia. Con el fraude operado para impedir a como diera lugar el triunfo de AMLO, la élite político-económica que ha dirigido el país durante los últimos 30 años con cinismo y ante los ojos de la nación, abandonaron su supuesto compromiso con la convivencia democrática y se prestaron a violentar el orden constitucional. El PRD tiene claro que en esta nueva fase de la lucha política se requerirá una acción más enérgica y coordinada por parte de las izquierdas y los sectores populares, para conquistar las condiciones que les permitan arribar a la presidencia de la República y aplicar nuestro proyecto de nación. No podemos dejar pasar desapercibida toda la maquinación orquestada por el gobierno de Vicente Fox y la derecha política que violentó el orden constitucional con la complicidad de los órganos electorales y los medios de comunicación quienes decidieron robarle la elección al candidato de la Coalición Por el Bien de Todos y cedérsela al candidato de Acción Nacional fiel representante de los intereses de la derecha. Es importante remarcar que este fraude de Estado se desarrolló en tres frentes: el primero, una guerra mediática que difundió el slogan de que “López Obrador es un peligro para México” mismo que causó enorme daño a la campaña del candidato de la izquierdas; el segundo, la utilización de recursos y personal públicos y la estructura de la mayoría de los gobiernos estatales y el federal, dedicadas a cooptar o impedir la función de los representantes de casilla, crearon un clima que permitió que se llevará a cabo el fraude y la alteración de sus actas; y tercero, el PRI con la mayoría de sus gobernantes pactaron impunidad a cambio de operar el voto a favor de Felipe Calderón. Todo confirma la acción coordinada por los altos niveles de poder económico y político, incluso varios de sus actores han reconocido públicamente su actuación en el fraude, Vicente Fox, los empresarios, algunos gobernadores, etc. Existen abundantes pruebas y testimonios que acreditan que no se respetó la voluntad popular, además de los análisis estadísticos que dan cuenta de un comportamiento fraudulento en 23

complicidad con los consejeros del IFE, órgano ciudadano que nunca fue representativo ni imparcial desde la forma en que fue nombrada por el PRI, el PAN y la decisiva participación de Elba Esther Gordillo entonces coordinadora del Grupo Parlamentario del PRI en la Cámara de Diputados El fraude de Estado también se demostró por el dispendio de recursos públicos por parte del gobierno federal, en particular por la Presidencia de la República gastó, tan solo en un mes, 80 millones de pesos para promover a Felipe Calderón. Por ello no hay duda sobre la existencia de esta operación ilegal ni sobre quienes participaron de ella y como la realizaron. Esa fue la forma en que Calderón accedió a la presidencia, mediante un fraude de Estado. El IFE dio una ventaja de 0.5% a Felipe Calderón en sus cifras oficiales, porcentaje que representaba poco más de 250 mil votos, los conspiradores lograban apretadamente su propósito, sin embargo, en la realidad más de 15 millones de ciudadanas y ciudadanos votaron por López Obrador, una base muy sólida del electorado mexicano que no se dejó convencer por la campaña de miedo ni por la ofensiva de Estado lanzada en contra de nuestro candidato presidencial. Atrás del fraude estuvieron los poderes económico y político que veían afectados sus interesas. Esa alianza se realizó para retener el poder en manos de la derecha y para ampliar sus intereses. Muchos espacios de poder estaban en juego, entre ellos, tres áreas de interés podemos destacar; primero, el de las reformas estructurales pregonadas por Fox y el FMI: la reforma al sector energético, al sistema de pensiones, así como la reforma laboral y la fiscal. * La segunda área se refiere sobre todo la de medios de comunicación y en especial la TV. El monopolio de la televisión es también un negocio de miles de millones de dólares. Finalmente, el tercer asunto tiene que ver con el crimen organizado ya que, como se sabe, sus ramificaciones se han extendido a sectores del gobierno, las policías, las burocracias políticas y diversos grupos empresariales y financieros. A ojos de los conspiradores, resultaba evidente que AMLO no iba a transigir en cuestiones tales como: la privatización de la electricidad y el petróleo y de las pensiones de los empleados públicos, como tampoco en mantener el monopolio televisivo, y cobijar las redes del crimen organizado.

3) Una visión autocrítica. La decisión de la elite económica y política de la derecha mexicana fue impedir a toda costa, abusando de todos los medios institucionales e ilegales, que el Proyecto Alternativo de Nación encabezado por Andrés Manuel López Obrador llegara a la Presidencia, al ver en peligro sus intereses.

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No tenemos ninguna duda de que Andrés Manuel López Obrador ganó la Presidencia y un fraude de Estado, operado desde el gobierno de la derecha y en contubernio con diversos poderes fácticos, violentaron la voluntad de más de 15 millones de mexicanos. En este contexto, cometimos también una serie de errores, los cuales debemos tener presentes y reflexionar sobre los mismos para lograr una acción político-electoral más eficiente y que de ninguna manera eximen de su responsabilidad política y legal a los defraudadores: 1. La falta de presencia territorial y de estructura electoral especializada del PRD en algunas zonas del país hizo necesaria la creación de las estructuras de campaña de promoción y defensa del voto, las cuales debieron complementarse con la estructura del partido; en muchos casos no sucedió así. 2. Estas estructuras paralelas de campaña de promoción y defensa del voto tuvieron poca comunicación para procesar acuerdos con el Partido, lo que ocasionó que muchas y muchos compañeros de probada experiencia no fueran incorporados a la organización electoral. 3. La respuesta tardía del PRD y el Comité de Campaña ante los embates de la guerra sucia en los medios. 4. El PRD, la Coalición por el Bien de Todos y el Comité de Campaña definieron en algunos casos candidatos con poco o nula representatividad y en otros, incluso, con trayectoria y honorabilidad altamente cuestionada. 5. El alejamiento del partido de los movimientos y organizaciones sociales, y la ausencia de una política de alianzas que permitiera su inclusión en la campaña electoral. 6. Un exceso de confianza generalizado. Estas y otras valoraciones que se han expresado, debieran ser consideradas para realizar una reflexión institucional, objetiva y pormenorizada de esta experiencia tan relevante para el partido. Resultado del fraude electoral, Felipe Calderón se encuentra en los Pinos. De cualquier manera, el PRD debe revisar su organización para enfrentar cada vez con mayor eficacia su lucha electoral y evitar que prospere la defraudación de la voluntad ciudadana. 4) La movilización post – electoral. Después del 2 de julio, la Coalición y en primer lugar Andrés Manuel López y el PRD se involucraron en un dura lucha por la defensa del voto, proponiendo como salida al conflicto un nuevo recuento de los votos. Esta propuesta, responsable y seria, no fue aceptada por el PAN y Felipe Calderón. Por ello, se instaló un plantón en el Zócalo y Reforma: como un movimiento de Resistencia Civil Pacífica que surgió después del 2 de julio que encabezó Andrés Manuel López Obrador y que se gestó como una respuesta política ante el descontento y desconfianza por el fraude electoral perpetuado por la derecha. También fue una salida estratégica ante la campaña mediática que había desatado la derecha, días después del 2 de julio, que se expresó en los spots constantes de grupos empresariales y del mismo Instituto Federal Electoral, donde quisieron mostrar que la elección presidencial había sido un éxito. 25

En esta etapa se buscó que el plantón fuera no sólo un instrumento de resistencia civil pacífica, sino también, un contrapeso al cerco informativo. Así se mantuvo un espacio de interlocución con los miles de simpatizantes que se daban cita todos los días a las asambleas informativas, y a la par se mantenía una ventana con los medios nacionales e internacionales, que daban testimonio del acontecer de la misma. En esta etapa, aunque no se pudo revertir la decisión de imponer a Calderón como Presidente Electo de México, se alcanzaron otras metas. La primera, fue el propio movimiento. Desatar una movilización ciudadana amplia y combativa contra el fraude electoral permitió que se escuchara otra verdad sobre los resultados electorales. Además, se pudo conducir la protesta por medios pacíficos. Con todo lo que el plantón de Reforma y el Centro Histórico tuvo de riesgoso, las acciones post electorales se desarrollaron sin violencia y las maniobras de repliegue se pudieron hacer en forma ordenada y sin divisiones internas. Además, las acciones posteriores al 2 de julio permitieron abrir cauces a la participación de otros ciudadanos y otras organizaciones más allá de los partidos políticos de la Coalición. Durante los días posteriores a la resolución del TEPJF de validar la elección y previos al Grito de Independencia, se vivió una gran polémica entorno a sí, en primer lugar, el Presidente Fox realizaba el Grito en la Plaza de la Constitución que permanecía en poder del movimiento y, en segundo lugar, si se realizaría el tradicional desfile militar, lo cual implicaba necesariamente el levantamiento del plantón. El Gobierno del Distrito Federal jugó un papel importante en la solución de esta disyuntiva, éste acordó con el Gobierno Federal y con la Secretaría de la Defensa Nacional una salida política y llegaron a un acuerdo: el presidente Fox optaría por dar el Grito en Dolores Hidalgo, Guanajuato, y se dejaría que el Jefe de Gobierno lo diera en la Plaza de la Constitución; asimismo, se levantaría el mega plantón y se permitiría el desfile militar. Estos acuerdos se leyeron como una derrota de Fox al ceder la plaza política más importante del país al movimiento de resistencia civil. El 15 de septiembre, en un hecho sin precedente en la historia reciente de México, el jefe de Gobierno, Alejandro Encinas, y no el presidente en turno, llevó a cabo la ceremonia del Grito de Independencia en un Zócalo repleto de simpatizantes de AMLO, quienes protestaron la presencia del secretario de Gobernación, Carlos Abascal, y no cesaron en expresarles, con consignas y rechiflas, el descontento por los resultados de la elección. La noche del 15 de septiembre fue una victoria contundente del movimiento de resistencia civil y el preámbulo para llevar a cabo la CND. La Convención Nacional Democrática del 16 de septiembre juega un papel estratégico en el futuro del movimiento. Dotó a éste de una plataforma básica articulada en 5 grandes temas: 1) combate a la pobreza y la 26

desigualdad; 2) defensa de las instituciones y el patrimonio público; 3) el derecho a la información y los derechos ciudadanos; 4) el combate a la corrupción y la impunidad, y 5) el rescate y depuración de las instituciones. La Convención Nacional Democrática es el instrumento más amplio e incluyente del movimiento social emergente, esto es, de la Resistencia civil Pacífica que definirá su ruta política a partir de la representación directa de los pueblos de México, con el objetivo de expresar la legitimidad y representatividad del conjunto de fuerzas políticas democráticas y mayoritarias en el país para transformar las instituciones en un Congreso Constituyente. El PRD reconoce en el programa de la Convención Nacional Democrática el contenido esencial de la resistencia al proyecto de la derecha y el fundamento básico para refundar las instituciones, conformar otra economía y construir la Nueva República. Otro logro fue el Frente Amplio Progresista que representó un avance significativo pues ha permitido coordinados a los partidos de la Coalición. Una ruptura hubiera significado automáticamente un debilitamiento del movimiento y un fortalecimiento de la derecha. Pero además la creación del Frente abrió el camino para una acción legislativa y electoral que, ante la alianza PRI – PAN, resultó aún más necesaria y valiosa. El Frente Amplio Progresista no deberá caer en la trampa de aceptar la desmovilización bajo el argumento de que en las actuales instituciones los actores políticos del bloque de derecha están dispuestos a negociar reformas mínimas a la agenda del FAP, por el contrario, sólo una fuerza política y social movilizada será capaz de contener la ofensiva de la derecha en los ámbitos parlamentarios y gubernamentales que tienen como objetivo imponer la segunda generación de reformas estructurales neoliberales. Una estrategia política que diera una salida a la protesta civil se concreto en el movimiento de resistencia civil, y en la instalación del campamento Zócalo- Reforma, que a su vez posibilitó la convocatoria a la Convención Nacional Democrática con el objetivo de un Congreso Constituyente para crear la 4ª República. Se optó por priorizar la construcción de un movimiento nacional de masas, democrático y transformador del país, a partir de la CND. Así, la CND tiene como objetivo convertirse en el instrumento de la sociedad para el cambio verdadero. Un logro más, tiene que ver con la evolución del movimiento hacia la definición de un programa más avanzado que el de la campaña electoral. Además, y esto es lo más importante, ayudó a levantar un proyecto político muy importante basado en la creación de una Nueva República. Esta Nueva República, supone un nuevo pacto social, un nuevo modelo económico, una democracia más amplia y participativa, un nuevo sistema político, y sobre todo la creación de nuevas instituciones; todo ello enmarcado en una nueva constitucionalidad.

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El reconocimiento de Andrés Manuel López Obrador como Presidente Legítimo de México, implica el desconocimiento de Felipe Calderón como presidente y el rechazo frontal a la imposición de un gobierno espurio. El PRD reconoce, apoya y respalda de manera activa al Gobierno Legítimo encabezado por Andrés Manuel López Obrador como la verdadera expresión de la voluntad popular, como un movimiento social y ciudadano de rechazo a la usurpación de la Presidencia de la República, como un proceso de movilización fundamental para resistir y derrotar las políticas anti populares y antinacionales de la derecha, para construir un proyecto alternativo de nación y fundar una Nueva República.. El PRD reconoce en el programa de la convención nacional democrática el contenido esencial de la resistencia al proyecto de la derecha y el fundamento básico para refundar las instituciones, conformar otra economía y construir la nueva república. Reafirmamos la adhesión del PRD al programa, iniciativas y actividades de la convención nacional democrática.

5) Crisis política. El fraude perpetrado por la derecha en el pasado proceso electoral del 2 de julio ha provocado una profunda crisis política en el país. Los hechos que culminaron con el rompimiento del orden constitucional y el atropellamiento de la voluntad popular, son los síntomas acentuados de la descomposición del régimen iniciada en la década pasada cuando se convirtió al gobierno en un mero instrumento al servicio de una minoría. Vivimos un retroceso en una incipiente democracia en donde se consolida un régimen totalitario donde los partidos políticos se convierten en facilitadores de la oligarquía como es el caso del PRI y del PAN, al renunciar a la vida democrática que da como resultado un desgaste institucional que atenta contra el estado de derecho, pero sobre todo una gravísima violación a nuestra carta magna. Esto significa un quiebre en el proceso hacia la democratización de la vida pública en el país y lo coloca en una frágil y delicada condición al cuestionarse nuevamente la vía electoral como medio para que la sociedad decida libremente qué proyecto de país desea y quién debe ocupar la presidencia de la República. La profundidad del daño causado a la sociedad, el grave deterioro de las instituciones y la clara decisión de la derecha (particularmente del grupo que ha gobernado de facto el país durante las últimas décadas) de mantener a toda costa su proyecto y sus privilegios, hacen evidente la necesidad de llevar a cabo una profunda transformación de las instituciones y la destrucción de la red de intereses y complicidades entre los hombres de negocios vinculados al poder, especuladores, traficantes de influencias y políticos corruptos, como única posibilidad para impedir un mayor retroceso político, económico y social, y para rescatar y continuar la democratización de nuestra sociedad. A quienes violentaron el orden constitucional no les importa el destino del país ni la suerte de la mayoría de los mexicanos en tanto estén salvaguardados sus intereses y puedan mantener sus privilegios. Su ambición y su hipocresía no tienen límites. Llevar adelante los cambios que requiere el proyecto neoliberal en el país (delineados en su llamado “Proyecto 20 – 30), es la tarea fundamental de 28

Calderón como compromiso con quienes lo llevaron ilegal e ilegítimamente a la presidencia de la República. El despojo de la presidencia a Andrés Manuel López Obrador se hizo para evitar que desde el gobierno se impulsaran políticas no gratas a la oligarquía transnacional que domina al país. La imposición de Calderón se realizó para que opere una nueva ofensiva neoliberal contra las y los trabajadores y la nación. Tendremos que enfrentar políticas para asegurar la superexplotación de los trabajadores, el saqueo de las riquezas nacionales, mayor autoritarismo y regresión política, traición al estado laico, agresiones a la educación pública, oscurantismo cultural; entreguismo de soberanía al capital trasnacional. Está en juego toda una etapa de la historia del pueblo mexicano. El camino escogido por la derecha para llevar a cabo su proyecto es el del autoritarismo. Difícilmente tienen otra opción, pues los intentos por legitimar a su presidente espurio, dentro y fuera del país, no son suficientes. Por ello pretenden, con el uso faccioso de los programas sociales, el control de los medios de comunicación y la utilización ilegal del aparato militar, entre otras medidas, socavar y aniquilar las luchas de resistencia y por la transformación del país. Por todo ello, la etapa política actual es sustancialmente distinta a la que hemos vivido antes. Bajo ninguna circunstancia el PRD reconocerá a Felipe Calderón como presidente de México. Con Calderón no habrá ni diálogo ni negociación alguna. Aunque la coalición de intereses ha sido básicamente la misma bajo los gobiernos neoliberales del PRI y PAN, hay diferencias importantes. En primer lugar, ya no está el PRI, partido que después de muchos años de hegemonía llegó a su decadencia con el repudio de muchos sectores ciudadanos y políticos. La corrupción y el autoritarismo se convirtieron en signos inherentes del PRI. Debido a este descrédito, este partido gobernó, al final, con muchos problemas. El triunfo del PAN en el 2000 fue seguido de un grave desgaste de la presidencia por serios problemas de gobernabilidad. La torpeza de Fox, la falta de proyecto de gobierno, la ineficacia de su gabinete, la confrontación con el Congreso, son parte de un saldo negativo del llamado gobierno de la alternancia. Este sexenio fue una continuación, en lo fundamental de las políticas del PRI pero con una menor habilidad para la negociación. A pesar de ello Fox terminó su período con una opinión relativamente favorable de los ciudadanos debido a que no tuvo que cargar con el desprestigio del PRI. Ahora, con Felipe Calderón, el PAN tiene, en un sentido, mejores condiciones para gobernar: lograron ilegalmente la Presidencia. Una coalición de intereses más sólida, una alianza más estrecha con los poderes mediáticos, y un sentimiento en algunas capas de la población de aceptación al panismo como el partido gobernante. Si la Presidencia de Felipe Calderón se consolida y ello se traduce en un mayor control político del país y en triunfos electorales de la

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derecha, ello podría conducir a un hecho de gran importancia y de enorme gravedad: la conversión del PAN en el partido mayoritario del país. Si esto sucede, la derecha podría avanzar en un proyecto que le permitiría conseguir algunos de sus objetivos más importantes: integrar a nuestro país a la Unión Norteamericana con Estados Unidos y Canadá lo que equivaldría a una subordinación absoluta a la potencia del Norte en el terreno económico y político; privatización de los energéticos, flexibilización total del trabajo, sistema fiscal con mayores privilegios para las empresas. En otras palabras un modelo de país y de sociedad con fuerte dominio del mercado y un Estado social mínimo. Ello incluiría una democracia casi puramente representativa sin inclusión ni participación ciudadana. La transformación del PAN de partido en el gobierno a partido mayoritario se daría mediante la derrota del PRD y el control del movimiento social bajo la hegemonía directa de la coalición de poderes fácticos que lo llevó ilegalmente a la Presidencia. Se trataría de una sociedad polarizada al extremo, con vías políticas democráticas muy delegadas que propiciaría la violencia institucional y la represión constante a los movimientos populares Ello se ha comprobado ya desde los primeros días del gobierno espurio. Los primeros pasos de Calderón fueron seguir la represión con métodos de terrorismo de estado en Oaxaca y el arresto traicionero de dirigentes de la APPO que acudían a dialogar con la Secretaría de Gobernación. Desde la represión de junio y el surgimiento de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), la violencia gubernamental ocasionó 20 muertos, decenas de heridos, cientos de presos y mucha destrucción. Pocas veces ha sido tan evidente el repudio ciudadano a un gobernador rapaz y sanguinario, sin capacidad de gobernar, producto de un fraude electoral; sin más mérito que ser ficha de cambio en las transas politiqueras del PRI y el PAN. Desde el primer día de gobierno se echó mano del spot como medio de gobierno, siguió el bombardeo con frases vacías y sin credibilidad: FCH miente con facilidad, lo hizo con el Decreto de Austeridad: rebaja 10 % los altísimos sueldos de la cúspide de funcionarios pero exenta a los altos mandos del Ejército Mexicano. La falta de principios de Calderón y la coincidencia de intereses político-económicos de panistas y priistas se mostró también en el apoyo para que permanezcan en el poder en Puebla y Oaxaca gobernadores repudiados por la mayoría de los pobladores de esas entidades. (Dignidad) En los meses trascurridos se perfila claramente como un gobierno de mano dura, autoritario, represivo e intolerante. La extrema derecha asume cargos y posiciones para tratar de consolidar su proyecto ultraconservador. El gobierno de Calderón promueve los intereses geopolíticos de Estados Unidos, supeditando nuestra soberanía nacional a Washington. La Alianza para la Seguridad y la Prosperidad en América del Norte (ASPAN) constituye uno de los principales instrumentos de esta subordinación a Estados Unidos. Evidencias claras de los intereses empresariales y extranjeros que representa Calderón son el creciente desempleo, el sub-empleo y la explotación mediante 30

empleo precario, el aumento del precio de la tortilla y los alimentos de la canasta básica, la violación sistemática a los derechos de los trabajadores mediante reformas a la ley del ISSSTE y la permisión a la violación de las leyes de los trabajadores, así como el impulso al Plan Puebla Panamá (PPP). Los derechos humanos, las libertades políticas, la democracia, el carácter laico del estado, el desarrollo sustentable y equitativo en el país, se encuentran en peligro ante el arribo al gobierno del grupo derechista apoyado por las fuerzas más oscuras de la reacción. Calderón y el PAN han desatado también una ofensiva de la derecha en América Latina. FCH y Manuel Espino lanzaron a dos voces, como un bicho bífido, el inicio de una ofensiva derechista contra la izquierda y los pueblos de América Latina. En giras por El Salvador, Suiza, Londres o Madrid, Calderón atacó a gobiernos que no aceptan tratados de libre comercio propuestos por Estados Unidos, que condicionan las inversiones extranjeras o realizan expropiaciones; pontificó sobre el camino de América Latina para que “pueda llegar a tiempo a su cita con el futuro"; y hasta dio lecciones de democracia. Espino, presidente del PAN y de la Organización Demócrata Cristiana de América (33 partidos de sello religioso y vocación neoliberal), encabezó una reunión de “estrategia y planeación para triunfar en países donde gobierna la izquierda en América Latina”, para "instaurar la democracia […] libertad y justicia en el orden social", y planear acciones contra los gobiernos de Cuba y Venezuela, los cuales consideran una "amenaza".

6) Un deterioro estructural. Con la imposición de un usurpador se dividió a la nación y hubo una ruptura constitucional. Ello no vino sino a agravar una larga crisis estructural que vive nuestro país desde hace varios años y que se manifiesta en: La ineficacia y corrupción de las instituciones. La impunidad de la alta burocracia indigna y amarga a la sociedad pero el ciudadano esta inerme, sin instrumentos legales eficientes para combatirla. El profundo deterioro de las relaciones sociales que se origina en la monstruosa polarización entre la riqueza acumulado por pocos y la pobreza y miseria de la gran mayoría; en la caída de los salarios y el aumento del tiempo y cargas de trabajo; en la economía de campesinos, agricultores medianos y obreros rurales que es diezmada sistemáticamente; en la emigración masiva dentro del país y hacia los Estados Unidos; en el desempleo y la exclusión social que parece ser el destino de decenas de millones, sobre todo de las nuevas generaciones. La descomposición de las formas y valores de la convivencia social, pues aumentan las distintas formas de violencia tanto al interior de las familias y los hogares como en las calles, producto esta última de la represión estatal y del crimen organizado. Mientras la institución familiar se debilita, aumenta la inseguridad pública y se multiplican distintas formas de discriminación; intolerancia, y crispación. La crisis afecta también la escuela, las iglesias, los medios de comunicación, la solidaridad social y otros aspectos de la vida de la nación.

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7) Miseria y estancamiento económico. La consolidación del poder de Calderón tiene en su contra la persistencia y agudización de los graves problemas del país. La pobreza extendida, los bajos niveles de vida de la población, un crecimiento económico muy lento, pocos empleos, etc. Además, en el corto plazo, Calderón tendrá que enfrentar dos serios problemas económicos: el agotamiento irresponsable del petróleo como fuente de financiamiento y un crecimiento relativo más lento de las exportaciones manufactureras. En el plano internacional el conflicto con Estados Unidos por la migración es cada vez más complejo de resolver desde el punto de vista político y más explosivo desde el punto de vista social. Los resultados de las privatizaciones han sido desastrosos y, particularmente la de los hidrocarburos y la electricidad que han roto las cadenas productivas nacionales. Esta desindustrialización generó desempleo, precariedad y corrupción laboral. Ha fortalecido el poder y la influencia de los grandes capitales en la conducción de las decisiones nacionales, que ahora pretenden desmantelar grandes conquistas sociales porque exhiben y atentan contra sus privilegios. No parece inminente, pero no puede descartarse una crisis orgánica. Es decir la combinación de la crisis política con la crisis económica. En 2006 hubo aumentos de producción, ventas, empleo y ganancias; se combinaron condiciones externas favorables y el gasto gubernamental de nutridos ingresos por los altos precios internacionales del crudo. Pero en 2007 estos factores se modificarán negativamente, quizá para varios años. Las previsiones de la Secretaría de Hacienda para este año, hablan de disminución en ingresos petroleros por alrededor de 10 mil millones de dólares; y habrá menor crecimiento como reflejo de lo que ocurrirá en EU, respecto de cuya economía se es más dependiente. Existe la posibilidad de que el déficit comercial y el déficit fiscal de Estados Unidos lleguen a un límite, obligando a este país a una devaluación del dólar y un aumento significativo de las tasas internacionales de interés para restablecer el equilibrio macroeconómico. También pueden bajar el monto de las remesas de trabajadores migratorios y los ingresos por turismo De suceder lo anterior, las repercusiones para la economía mexicana serían muy graves. Así, se puede dar el caso de que en México la crisis de legitimidad se vea acompañada de desequilibrios en el plano financiero internacional, lo cual colocaría al país en un serio riesgo de estallido social. Los neoliberales apagaron los motores internos del crecimiento y éste se hace depender de la inversión extranjera que sólo es atraída por los bajos costos de la mano de obra y por las acciones gubernamentales para asegurar amplios márgenes de ganancia al capital especulativo. 8) La violencia del narcotráfico. El gobierno ilegítimo de Calderón inició su mandato apoyado por la fuerza del Ejército, a quien le ha asignado la tarea ilegal y contraria a su responsabilidad constitucional, de combatir al narcotráfico. El uso del ejército para combatir a las bandas de narcotraficantes está siendo aprovechado para criminalizar la lucha social. Además, la violación de derechos

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humanos de la población está cada vez más en riesgo. Todo ello abona en una tensión creciente y en riesgos de violencia social y política cada vez más altos. El crimen organizado y el narcotráfico han penetrado a lo más alto de las instituciones del Estado mediante soborno, extorsión, lavado de dinero e incluso financiamiento de campañas electorales en todos los niveles. Esta intromisión del narcotráfico en estructuras del gobierno, desde donde se favorece a unos carteles en contra de otros, nos lleva a concluir que el país se encuentra ante la grave amenaza de su viabilidad como proyecto soberano, como país justo y equitativo, como sociedad democrática y civilizada pues nos estamos enfrentando al fenómeno de un Estado con características mafiosas. La “lucha contra el narcotráfico”, no sólo ha colocado en un alto grado vulnerabilidad las garantías individuales de los habitantes de las zonas en las que se llevan a cabo los operativos y a instituciones como el propio ejército sino que, además, entre más se constata la incapacidad y el desacierto más se avanza en poner en riesgo nuestra soberanía. La guerra contra el crimen organizado y de manera estelar contra el narcotráfico que ha sido declarada y establecida como política fundamental del Estado mexicano y prioridad indiscutible de la reciente administración calderonista no está pensada para ser ganada. Por eso, los señalamientos críticos y verídicos sobre el recrudecimiento de la violencia, de la fuerza desplegada por los criminales, del aumento de bajas civiles, policíacas y militares, de los interminables ajusticiamientos y levantones, de la incapacidad oficial para terminar con el problema y brindar seguridad a la población, no obstante la implicación creciente del Ejército en esa tarea, lejos de cuestionar la estrategia y la decisión política que se tomó para llevar a cabo dicha guerra la fortalece, pues así se concibió. En efecto, no se trata de ganar la guerra sino de instalarla. La predominancia de “la guerra” sirve, pues, a los dos objetivos primordiales de Calderón al inicio de su gobierno: legitimidad y control político. Que la aquella sea cruenta, incierta, que obligue a sacrificios mayores, que haga que la guerra forme parte de la cotidianidad de la república y, por lo mismo, que el simbolismo bélico tome un lugar prominente del acontecer nacional sin duda favorece sus planes. De ahí la insistente mención del titular del Ejecutivo, hecha desde el principio, de que esta lucha costará muchas vidas. No perdamos de vista que hay experiencias en diversos países donde el reclamo social legítimo por contar con seguridad ha abierto el paso al sacrificio de libertades y que, lejos de generar un fuerte descontento por ello, pueden contar con el aplauso mayoritario de la sociedad. En ese escenario de histeria que se está inoculando desde el poder y los medios electrónicos, la oposición corre el riesgo de ser estigmatizada y perseguida si no refrenda esa lógica guerrera contra un enemigo que está en casa y al que sólo se le combate en sus efectos. Ha retomado experiencias de la derecha en varias partes del mundo e irresponsablemente ha colocado a las fuerzas armadas en el centro del acontecer político; ha intentado apropiarse de los símbolos del ejército y desplegado una campaña propagandística para presentarse como audaz, valiente y fuerte, a partir de acciones más espectaculares que efectivas en entidades federales asoladas

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por el crimen organizado y el narcotráfico. Relacionado con esto se propuso complacer a Estados Unidos, entregándoles sin traba ni proceso de por medio a los criminales que éste solicite. Y es que a Calderón le sirve la guerra, no vencer en ella. Por eso deja intacto al negocio y se abstiene de amenazar a las redes financieras que lavan millones de dólares del crimen organizado. Para ambas partes, los muertos de esta guerra son desechables, pero cubren una función de enorme trascendencia: persuaden a los ciudadanos del peligro que se cierne sobre sus cabezas. Lo extraño, lo insólito, lo peligroso es que el gobierno federal se plantee la colombianización del país de manera artificial. Y lo hace porque además de todo es un modelo para derechizar a la sociedad y conseguir réditos electorales, ser beneficiarios de un voto del miedo que piensan instalar estructuralmente en “la democracia mexicana”. En medio de esta guerra provocada por sí mismo, la administración panista piensa perpetuarse.

La estrategia 9) El país vive una compleja situación de deterioro institucional y de crisis política del actual sistema de gobierno, resultado del agotamiento estructural del viejo régimen priista, de la notoria insolvencia del modelo económico neoliberal que se aplica en México (con su incapacidad para resolver el estancamiento económico y la terrible desigualdad social) y del fraude electoral cometido por la derecha panista y la oligarquía económica, en agravio de la ciudadanía en general y en particular de la Coalición por el Bien de Todos y de Andrés Manuel López Obrador. 10) La superación de esta crisis implica una profunda transformación del régimen político de gobierno y de otras instituciones caducas que sobreviven al viejo sistema autoritario y antidemocrático; implica, la construcción de un nuevo Estado democrático y social de derecho, y de una nueva República soberana y democrática que suprima todas las formas de discriminación y desigualdad prevalecientes. En el logro de ese objetivo fundamental, el Congreso Nacional Extraordinario del PRD ubica, como un elemento estratégico de primer orden, la construcción, el desarrollo y la consolidación de una gran alianza democrática y progresista que cuente con la fuerza, con la unidad y con la capacidad para enfrentar exitosamente al gobierno conservador y reaccionario de la derecha. La formación de esta gran alianza es el elemento principal que nos permitirá modificar la correlación de fuerzas ahora existente. Una gran alianza que considere el mayor espectro político, que abarque los sectores democráticos de la sociedad y la más amplia diversidad de las izquierdas; la organización sin exclusiones sectarias y garantizando la representación de todos quienes la integren. Esta gran alianza debe impulsarse y conducirse bajo una estrategia común que mantenga como principios y fundamentos la defensa y ampliación de los derechos y las libertades Constitucionales, la preservación de la paz, la lucha

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contra la desigualdad y la pobreza, así como propiciar el desarrollo económico del País. 11) Nuestra estrategia hará posible la construcción de una mayoría social y políticamente participativa y organizada, con capacidad para influir de manera decisiva en las políticas públicas y el rumbo del país. El PRD y la izquierda deben estar presentes, consistente y comprometidamente, en la acción política nacional, estatal y regional; debe ser parte activa en la movilización social más amplia; y debe participar con definiciones políticas claras, con candidatos prestigiados con arraigo popular y reconocimiento ciudadano, unidad y despliegue de todas nuestras capacidades y ganar el apoyo ciudadano en las contiendas electorales. Los dirigentes y los militantes del PRD, los gobernantes y representantes perredistas y frentistas, hombres y mujeres, tienen el imperativo de establecer una relación con la ciudadanía basada en principios de servicio al pueblo y de respeto pleno a sus derechos humanos y libertades sociales y políticas, sin hacer uso de prácticas clientelares, control corporativo o acciones autoritarias. 12) Nuestra estrategia debe combinar diversas formas de lucha desde distintos ámbitos de la sociedad y frentes de acción política. Se debe participar en la movilización social, en la protesta pacifica ante cualquier abuso e injusticia y, desde luego, en la lucha electoral y en los espacios institucionales. En el PRD no hay duda de que el gobierno de Calderón es ilegitimo, resultado de una grave violación al orden institucional y a la soberanía popular. En el movimiento de la izquierda y en el PRD recae la operación y la responsabilidad de impedir la continuidad de las regresiones autoritarias; nos corresponde la tarea de restablecer el rumbo hacia los cambios democráticos y el compromiso de rescatar la vigencia del orden constitucional. Esta tarea le da la razón histórica, autenticidad y legitimidad constitucional a nuestro movimiento de protesta pacifico en contra del gobierno de la derecha panista. 13) El PRD reafirma el derecho constitucional, inalienable e inalterable, a la libre expresión de las ideas. Las y los ciudadanos y las organizaciones deben y pueden hacer uso de la protesta pública y de la movilización para oponerse a las injusticias, a los abusos de poder y a las decisiones autoritarias del gobierno. Refrendamos que la vigencia de estas libertades y derechos constitucionales no son bajo ninguna circunstancia contradictorios con la esencia pacífica y democrática de nuestro partido, y en consecuencia, de nuestra estrategia política para acceder al ejercicio del poder público y el impulso de nuestra propuesta programática. El PRD rechaza los intentos de la derecha por criminalizar la protesta social y limitar el derecho de manifestación. 14) Nuestra acción política debe dar la certidumbre de que nos proponemos transformar la sociedad y propiciar el desarrollo económico y el bienestar social en el marco de la estabilidad democrática. Requerimos estar presente en todos los espacios del quehacer político: en el debate de las ideas, en el trabajo

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legislativo, en el esfuerzo de nuestros gobiernos y, con mayor eficacia y consistencia, en la lucha electoral. 15) Nuestro partido debe impulsar y establecer una nueva relación con la sociedad, respetando la autonomía de los movimientos y las organizaciones civiles y sociales; ofreciendo y aportando la solidaridad más amplia a sus luchas cotidianas frente a la política neoliberal; recogiendo sus demandas y haciéndolas propias para transformarlas en políticas públicas. El PRD debe fortalecer su base ciudadana, ser espacio de confluencia de las demandas de organizaciones sociales, sindicales, agrarias e indígenas. Los ciudadanos deben hacer del PRD su instrumento de lucha. El PRD debe hacer de la solidaridad y el esfuerzo colectivo sus pilares. Construir una sociedad más justa y equitativa requiere de asumir una conducta participativa, solidaria, transparente y de respeto a las visiones divergentes, tanto al interior del partido como de otras organizaciones políticas, económicas y sociales, así como ante los grandes retos nacionales. Esto exige que el PRD no permita bajo ninguna circunstancia la existencia en su seno de relaciones clientelares y corporativas, las cuales prácticas incompatibles con un partido democrático de izquierda que tiene en la libertad de sus miembros uno de sus principios fundamentales. Esas prácticas, que se consienten y alientan por muchos dirigentes y militantes del partido, son claramente violatorias de nuestros ordenamientos estatutarios, de nuestras bases principistas y conducen al PRD a un grave deterioro ético y político que daña severamente nuestra relación con los ciudadanos y con las organizaciones civiles y sociales y afecta el prestigio de nuestra organización partidaria. Este Congreso Nacional Extraordinario resuelve que cualquier dirigente, militante o corriente que aliente o consienta el clientelismo y el corporativismo sea sancionado. 16) El PRD refrenda su compromiso con la lucha social y la resistencia civil pacífica, así como con la vía democrática y la acción electoral para acceder al gobierno y al ejercicio del poder político, poniendo éste al servicio del pueblo para transformar profunda y radicalmente las relaciones sociales y económicas de la sociedad con un sentido de igualdad, justicia, legalidad y libertad. 17) El PRD se propone realizar una acción política de acumulación de fuerzas en el terreno político-electoral, especialmente durante las elecciones constitucionales locales de 2007 y 2008 y desde luego, para las elecciones federales del 2009. Esto implica desarrollar una estructura electoral que tome en cuenta la diversidad social, económica y cultural; que contemple la realización de un esfuerzo especial en las entidades del Bajío y del Norte del país; que esté presente en todas las secciones electorales; que contemple una mayor influencia, programática y organizativa, y entre sectores importantes de la clase media, especialmente en las grandes zonas metropolitanas; que aplique un plan nacional para la comunicación mediática en la batalla de las ideas; que haga posible incluir a ciudadanos honrados y prestigiados como nuestros candidatos y que nos permita hacer de nuestra lucha electoral un esfuerzo permanente y exitoso, vinculado constantemente a los electores. 18) Las alianzas políticas del PRD se harán sólo con aquellas personas, organizaciones y sectores progresistas que manifiesten pública y explícitamente 36

su compromiso de transformación democrática del país y su coincidencia con nuestra plataforma de acción y de gobierno, la misma que estará en concordancia con nuestro proyecto programático y con los lineamientos éticos establecidos por nuestro partido. En consecuencia, el PRD no hará alianzas electorales con el PRI y con el PAN. 19) Es imperativo señalar, especialmente, un fenómeno pernicioso que se extiende en las filas partidarias y que afecta gravemente nuestra eficacia electoral: la lucha fraticida, descarnada, ausente de convicciones políticas e ideológicas por las candidaturas del PRD a los puestos de elección popular. Ciertamente es un derecho fundamental de los perredistas ser postulado a cargos de elección, pero esta prerrogativa, en no pocas ocasiones, se convierte en una reprobable actitud de patrimonialismo sobre el partido. Debemos detener, de inmediato este fenómeno. El PRD no es propiedad de nadie, de ningún individuo, grupo o corriente y no puede ser utilizado para satisfacer intereses particulares. Nuestro partido, se ha originado, se construye, se desarrolla y se fortalece, sólo en razón del interés y del bienestar general del pueblo y la nación. 20) El trabajo legislativo es uno de los ejes centrales de nuestro accionar político para lograr reformas profundas al actual sistema político y al modelo económico. El PRD debe legislar con la sociedad e impulsar reformas para impedir que prosperen las propuestas de la derecha; requerimos consolidar alianzas con diversas fuerzas democráticas y progresistas para potenciar el esfuerzo de transformación democrática del país. El Congreso de la Unión y los Congresos locales son un espacio para la denuncia, para el debate de las ideas y los programas; un espacio de luchas y acuerdos para lograr cambios verdaderamente profundos hacia la democratización, evitando la inmovilidad y generando mejores condiciones de bienestar social y económico de la población. La movilización social, la acción política-electoral, el debate y la búsqueda de acuerdos en el Congreso son parte de una misma estrategia. Los legisladores federales y locales del FAP deben abordar su tarea legislativa con los ciudadanos, atendiendo a las diversas opiniones y propuestas del movimiento democrático y de la sociedad en su conjunto. 21) El movimiento democrático y de izquierda también triunfa en el campo de las ideas. Nuestra organización partidaria debe actuar como un espacio para la lucha ideológica, pese a la situación desventajosa, en los medios de comunicación. Como oposición a la derecha debemos tener respuestas a la crisis de ingobernabilidad, a la grave condición de desigualdad que vive la sociedad; dar salidas a los grandes problemas nacionales y ganar la batalla en el terreno de las ideas. Una tarea urgente y prioritaria del PRD en esta nueva etapa es revertir el proceso de exclusión, del sistema de medios de comunicación electrónicos, de quienes no reconocen la legitimidad de Calderón. Rechazamos la idea de que los concesionarios tienen derecho a impedir la expresión de la pluralidad política de la sociedad mexicana. La izquierda debe discutir a fondo su relación con los medios de comunicación y luchar por una nueva Ley de Radio y Televisión que asegure el derecho a la información y al espacio radioeléctrico y aéreo como parte inalienable del 37

patrimonio de la Nación. Se deben evitar los monopolios privados y garantizar que las concesiones sean otorgadas de manera transparente por un órgano autónomo. El partido se compromete con el fomento de la radio y la televisión públicas y comunitarias. Así mismo, impulsaremos cambios constitucionales que garanticen que el sistema de medios electrónicos esté al servicio de la consolidación de la democracia, la vigencia de la libertad de expresión y el derecho a la información de todos los mexicanos. 22) Nuestros grupos parlamentarios en el Congreso de la Unión y en los Congresos Locales trabajarán por reformas que combatan todo tipo de discriminación, y a favor de la ampliación de las libertades y derechos de los ciudadanos y ciudadanas. En particular nuestros legisladores impulsarán la Ley de Sociedades de Convivencia, despenalización de la interrupción del embarazo y la ortotanasia o testamento de vida; temas fundamentales de nuestro Programa que contrastan dos visiones de sociedad: la visión dogmática, discriminadora, oscurantista y conservadora de la derecha frente a la visión incluyente, racional, tolerante y progresista de la izquierda. Será suspendido en sus derechos, sin menoscabo de que pueda cancelarse su afiliación al PRD, todo representante de elección popular que vote iniciativas contrarias a nuestra línea política, principios o programa. 23) El PRD se compromete a trabajar por el reconocimiento pleno de los derechos de los Pueblos Indígenas, el reconocimiento a su libre determinación y autonomía, así como por la preservación, el rescate y desarrollo de sus lenguas, usos y costumbres, dentro de la transformación del marco constitucional mexicano. También se procurará facilitar su acceso a la representación popular en todos sus niveles. 24) Impulsaremos reformas radicales en las instituciones públicas que fueron utilizadas para concretar la imposición de un gobernante ilegítimo. Impulsaremos la construcción de alternativas democráticas que nos permitan lograr un país con equidad y justicia para todas y todos a través de propuestas específicas sobre políticas públicas que se correspondan con las demandas fundamentales de la sociedad, especialmente, en torno al reforzamiento de la cultura, la educación, la salud, el ingreso a la seguridad social, la preservación del medio ambiente, los apoyos a sectores vulnerables y por los derechos humanos. 25) El PRD se compromete con las reivindicaciones de los jóvenes, incorporándolos en sus órganos de toma de decisiones, impulsando sus demandas en la agenda legislativa y desarrollando políticas públicas que garanticen salud, educación y empleo para las y los jóvenes. 26) Este Congreso Nacional emite la siguiente agenda legislativa: En materia electoral. * Una ley de partidos políticos para regular el funcionamiento de las actividades internas de los partidos, su financiamiento y sus propios mecanismos electivos * Renovación de la actual integración del IFE, especialmente de los miembros de l consejo general y revisar la situación del TEPJF 38

* Reducción de los tiempos del proceso electoral y la armonización de los calendarios electorales, propiciando la concurrencia de los procesos locales con los federales. * Eliminación de los recursos privados para el financiamiento de los partidos y de precampañas y campañas electorales tanto internas como constitucionales. * Prohibición de contratar publicidad en los medios de comunicación electrónica por los partidos. * Utilización del tiempo del estado para publicidad de los partidos. * Eliminación del secreto bancario en relación con el manejo financiero de los partidos políticos y candidatos. * Prohibición a toda autoridad, persona u organismo de hacer publicidad política durante los procesos electorales. * Sanciones durante el proceso electoral a quienes violenten los topes de gastos de campaña y/o reciban aportaciones del extranjero o de fuentes ilegales. * Registro de candidaturas comunes. * La presentación de resultados electorales casilla por casilla, a través de los medios impresor y electrónicos para efectos de cotejarlos con las actas correspondientes. * Garantizar la paridad de géneros en los espacios de dirección, de representación, de decisión, en las candidaturas de mayoría y de representación proporcional, y en los órganos autónomos. * Crear el instrumento para garantizar la plena representación de los Pueblos Indígenas en el Congreso de la Unión así como en los congresos locales. En materia de régimen de gobierno. * Ratificación senatorial de los secretarios de estado y remoción de los mismos por el propio Senado. * Creación del Gabinete de gobierno como órgano colegiado con funciones legales. * Nombramiento senatorial del Procurador. * Acción penal a la Auditoria Superior de la Federación y fortalecimiento de la misma. * Votación en la Cámara de Diputados del Plan Nacional de desarrollo. * Capacidad de las Cámaras para investigar cualquier asunto de interés nacional y posibilidad de integrar comisiones bicamarales de esta naturaleza. * Capacidad de las comisiones del Congreso para citar a comparecer a cualquier persona, bajo protesta de decir verdad. * Sustitución del llamado “Informe Presidencial” por un debate parlamentario y republicano entre poderes sobre el estado de la nación, en el marco de un nuevo régimen político. Posición de minoría: Manteniendo nuestro rechazo a debatir con quien usurpa la presidencia de la República. * Obligación de cada Cámara de votar, dentro de un plazo, los proyectos de la colegisladora. * Obligación de las Cámaras de votar las iniciativas del Ejecutivo, las legislaturas de los Estados y los grupos parlamentarios, a petición de parte después de vencidos los plazos reglamentarios y sin necesidad de dictamen de comisión. * Desaparición de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos, para que estos sean fijados por la Cámara de Diputados 39

* Creación de la figura de la revocación del mandato en todos los ámbitos. En materia hacendaria el PRD, dentro del marco del Frente Amplio Progresista, presentó una propuesta de reforma fiscal basada en cuatro ejes: Una política de austeridad del gobierno federal que implicaría una contracción del gasto corriente por cien mil millones de pesos. No crear impuestos, la desaparición de los regímenes especiales para que paguen impuestos los grandes contribuyentes. Eliminar la discrecionalidad de la Secretaría de Hacienda cancelando los perdones y los privilegios fiscales. Que los ingresos resultado de estas medidas se destinaran a infraestructura, educación, ciencia y tecnología, desarrollo social y regional. Otorgar a los gobiernos de los estados y municipios mayores potestades tributarias y reformas a la Ley de Coordinación Fiscal para modificar el esquema de reparto entre las entidades federativas y la federación. En este sentido el Congreso Nacional del PRD ratifica su rechazo a la propuesta de Calderón porque: 1. No es una propuesta de reforma hacendaria, es sólo impositiva. 2. No han respondido ni en el Congreso, ni públicamente a nuestra propuesta. 3. Crea nuevos impuestos y no simplifica el sistema fiscal. 4. No se compromete con la orientación ni el destino del gasto. 5. Implica serias amenazas al empleo al no hacer deducibles los salarios y/o prestaciones. Por lo anterior el Congreso Nacional del PRD, rechaza la propuesta fiscal de Calderón y resuelve que sigamos en el marco del Frente Amplio Progresista defendiendo nuestra propuesta. Además, el PRD impulsará las reformas necesarias para que se suspendan las pensiones vitalicias de los expresidentes de la República y se les retire todo apoyo con cargo al erario que represente un privilegio. En materia de derechos sociales el PRD privilegiará una amplia y profunda alianza con las organizaciones sindicales, campesinas y ciudadanas. Particularmente promoverá renegociación del TLCAN en materia agropecuaria, excluyendo del mismo el maíz blanco y el frijol. 27) El PRD se compromete a promover los cinco puntos del programa de la Convención Nacional Democrática, refrenda Obrador y su apoyo a la Presidencia Legítima que encabeza Andrés Manuel López y asume su propuesta de los quince puntos para la conformación de una nueva República 28) El PRD refrenda su adhesión a la agenda del Frente Amplio Progresista. 29) El PRD respaldará las acciones que sean necesarias para defender el patrimonio nacional que es de todas y todos los mexicanos, sobre todo de los 40

energéticos y de la industria eléctrica, conservando PEMEX, CFE y Cía. de Luz y Fuerza como pilares de la soberanía nacional. Así mismo tomará las medidas necesarias para revertir la privatización y desmantelamiento crecientes que el actual gobierno está llevando a cabo. El Congreso Nacional se compromete a defender un proyecto alternativo para integrar la industria energética y orientarla hacia el desarrollo económico y social así como para garantizar la soberanía y seguridad energética del país. 30) En materia de biocombustibles, el PRD luchará por la subordinación de su producción a garantizar alimentos estratégicos para la soberanía alimentaria como el maíz. 31) El PRD luchará por la protección del medio ambiente, la biodiversidad y los recursos genéticos de los alimentos como maíz y otros, y el rechazo al uso de organismos genéticamente modificados; por la defensa de la soberanía y la salud alimentaria y nutricional como asuntos de seguridad nacional; y por los derechos agrarios y laborales como nuevos derechos humanos. 32) El PRD se opone resueltamente a los esfuerzos, que desde sectores influyentes del gobierno panista y conservadores de la iglesia, pretenden debilitar y terminar con la laicidad del Estado Mexicano. Cada vez con más descaro, se violenta la Constitución y la ley en esta materia. No podemos permanecer al margen y debemos convocar a las organizaciones civiles y a los ciudadanos para crear un frente de lucha a favor de la educación laica, científica y gratuita. 33) La política del PRD para esta etapa debe centrar su atención en el impulso de un nuevo pacto social para democratizar la economía. La reforma social y democrática del Estado es hoy una tarea fundamental para instrumentar las nueva formas institucionales que garanticen la participación de la sociedad civil en las decisiones de gobierno y que permitan los cambios en la política social para pasar de la caridad pública al reconocimiento pleno de los derechos sociales y humanos para todas y todos los mexicanos; para apoyar las diversas capacidades productivas y organizativas de los diversos sectores sociales y económicos; para poner en el centro de esa nueva política social a la educación laica, gratuita, obligatoria y de calidad; para garantizar sin discriminación de ningún tipo y sin ninguna exclusión la seguridad social básica, es decir, la salud, la pensión digna, el salario bien remunerado y el ejercicio del pleno derecho al empleo. 34) El PRD debe: Enarbolar una política económica vinculada estrechamente a la política social y a favor del empleo y de la cohesión de la sociedad. Diseñar una política industrial diferenciada por sector, región y tamaño de las empresas. Impulsar la competitividad el país como política de Estado a favor del desarrollo y el crecimiento económico.

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Crear las condiciones de libre competencia que garanticen precios justos en beneficio de los consumidores. Promover la innovación y el desarrollo tecnológico para generar mayor valor agregado y empleos mejor remunerados. Garantizar a las empresas seguridad jurídica y condiciones de competitividad similares a los que tienen sus principales competidores en otros países. Establecer una relación activa y permanente con organismos empresariales, emprendedores, cooperativas, empresarios y empresas culturales, tecnológicas, industriales, comerciales, agropecuarias y de servicios. De todos los tamaños: micro, pequeñas, medianas y grandes empresas que generen empleo, creen riqueza y la distribuyan con equidad y justicia, contribuyendo al desarrollo económico del país. 35) El Congreso Nacional asume de inmediato una renovación y actualización del programa del partido. Es necesario impulsar un nuevo discurso y un ejercicio de gobierno que valore las nuevas realidades del mundo y las de nuestro país y que han dado paso a la protección de nuevos derechos y nuevas exigencias en las sociedades. En nuestro programa debemos incluir: La protección del medio ambiente El fortalecimiento de los derechos ambientales en nuestro marco constitucional que reconozca que la producción de la naturaleza y el espacio geográfico que la contiene es social. El apoyo al crecimiento económico y la creación de empleos dignos y bien remunerados La cultura, educación, ciencia y tecnología La defensa de todo lo que engloba el patrimonio de la nación: monumentos y sitios históricos, símbolos patrios, zonas de reserva ecológica, zonas arqueológicas, agua, etc. La igualdad de género La lucha contra cualquier forma de discriminación La lucha contra el tráfico y cualquier forma de trata de personas El derecho de las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo. El respeto a la preferencia sexual Los derechos de los niños, los jóvenes y los adultos mayores

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Los derechos de los mexicanos migrantes en el exterior, y de los migrantes extranjeros en territorio nacional Los nuevos derechos laborales Los derechos a la seguridad de las personas y de las familias El derecho a la información El derecho de Pueblos Indígenas originarios y minorías étnicas a su territorio y autonomía. La recuperación de la soberanía alimentaria. La defensa de la propiedad social como ejidos y comunidades. El derecho de acceso a las nuevas tecnologías El acceso, al comercio internacional justo y equitativo y el apoyo a las pequeñas y medianas. La creación de nuevos instrumentos de participación ciudadana en la toma de decisiones, tales como plebiscito, referéndum, revocación del mandato, entre otras. La presentación de todos los desaparecidos políticos y el castigo a todos los responsables de la guerra sucia de los años 70. La renovación del partido 36) El PRD requiere una renovación ideológica y programática para enfrentar una nueva situación política que contemple una visión responsable con ser el principal partido de oposición a la derecha. Por ello, la confrontación entre los valores, ideas y posiciones entre la izquierda y la derecha debe ser el eje de nuestra línea ideológica. Debemos enfrentar a una derecha que se apoya en ideas como el predominio del mercado sobre la sociedad, los valores de la religión por encima del Estado laico, y un concepto de Estado y democracia que busca suprimir la organización autónoma de los grupos sociales. La renovación no debe ser sólo en el papel, el partido requiere una renovación ideológica en sus prácticas políticas y en sus relaciones internas. Ello tiene que ver con un concepto de ejercicio del poder basado en una ética política que todos respetemos. Desterrar la corrupción, el uso faccioso de los cargos, el fraccionalismo e individualismo, los intereses de grupo y los enfrentamientos internos. El PRD es, debemos reconocerlo, un partido con muchos rezagos en su funcionamiento institucional, sin organicidad regular de su estructura básica, sin comités jurisdiccionales que funcionen cabal e imparcialmente, y sin mecanismos que den certeza y garanticen el respeto al voto de los militantes en las elecciones internas. A esta situación se agrega que muchas de las decisiones del Partido se toman fuera de los órganos formales de dirección.

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Por ello, no se debe permitir que ninguna corriente, organismo partidario, dirigente o militante actúe al margen nuestra legalidad interna sin que sea sujeto de sanción. En este sentido, la cruenta lucha intestina que se da es resultado de la falta de institucionalidad y de la incapacidad para levantar la mira y anteponer las necesidades del proyecto a los intereses grupales y personales. En el PRD conviven varias izquierdas, que con concepciones diferentes sobre diversos temas, y se necesitan reglas claras para hacer de esa pluralidad una riqueza que nos fortalezca y no sea un permanente foco de conflicto. Se trata de que hagamos del PRD una verdadera institución que funcione de acuerdo a sus normas y documentos básicos, lo que implica que sus órganos autónomos sean realmente imparciales y no como ocurre actualmente, que se nombran por cuotas de las corrientes y referentes políticos. Por tanto, quienes los integren deben gozar de plena honorabilidad e intachable conducta, con experiencia en las funciones que se requieran, tanto en la organización de las elecciones internas y constitucionales, como en la garantía de los derechos de los militantes, así como en las funciones de fiscalización. Existe también un pragmatismo generalizado y ausencia de una cultura democrática. Hacia afuera la crisis del partido se refleja en la pérdida de autoridad moral y de credibilidad ante la sociedad. Debemos construir un PRD donde el debate y la crítica sean cotidianos y sirvan para evaluar y corregir; un PRD que no cultive la incondicionalidad y donde los méritos sean los que definan las responsabilidades; un PRD que actúe con transparencia, que dé cuentas a la sociedad, que viva con apego a la legalidad; un PRD en el que la democracia sea el principio rector de la vida interna y no sea rehén de las conveniencias de corrientes; que discuta la política en todas sus instancias de dirección, es decir en las esferas nacional, estatal o municipal; un PRD que promueva la formación política de sus militantes y con mayor razón de sus dirigentes, considerándola como tarea prioritaria y permanente para lograr una identidad ideológica que de unidad y cohesión a la militancia; un PRD propositivo y constructivo que tenga como prioridad impulsar en la sociedad ideas y propuestas para vivir mejor, en lugar de llevar conflictos pequeños y mezquinos del ámbito interno; un PRD que renueve su programa y que éste, norme su actuación, la de sus militantes, la de sus dirigentes, la de sus legisladores y la de sus gobiernos en la esfera de que se trate; un PRD que oriente sus energías para convencer a la sociedad sobre las bondades de su programa, que lo difunda en los comités de base, del municipio del estado y del país; un PRD que no se aísle, sino que mantenga vasos comunicantes fluidos con la sociedad civil, organizaciones sociales del campo y de la ciudad, universidades, e intelectuales. Aspiramos a ser un partido democrático conformado por militantes libres que se agrupen en torno a ideas y proyectos cuya guía sean nuestros estatutos, el programa y la línea política y sirvan de instrumentos para coadyuvar en la transformación del país para terminar con la agraviante pobreza que padece gran parte de nuestro pueblo y se construya una auténtica democracia representativa y participativa en la que todos los mexicanos puedan ejercer efectivamente los 44

derechos y las garantías individuales reconocidas en la Constitución. Debemos construir un partido que pueda ser el instrumento político que luche por mejores condiciones de vida de las mujeres y que sea reconocido su derecho a estar igualitariamente en todas las esferas de la vida social, cultura, económica, política y civil. En la reforma del Partido debemos impulsar la vigencia de los valores de una izquierda democrática que preserve las libertades, que impulse y proteja la laicidad del Estado, que aliente la libertad de pensamiento y la expresión de las ideas; una izquierda democrática que apoye el respeto a la decisión de la mayoría, pero que irrestrictamente anime el respeto a los derechos de la minoría; una izquierda que salude la diferencia y proteja la disidencia; que aliente el debate y la discusión; una izquierda democrática que combata la desigualdad social y que, al mismo tiempo que busque garantizar el ejercicio de derechos humanos y sociales establecidos, que luche por ampliarlos; una izquierda con sentido ético de la política y del ejercicio del poder público, en fin, contraponer a la derecha los conceptos de una izquierda democrática, una izquierda igualitaria y una izquierda libertaria. Los gobiernos del PRD 37) El buen desempeño de nuestros gobiernos se convertirá en un aspecto decisivo para cambiar la correlación de fuerzas en el País. Los gobiernos perredistas, en razón de la coyuntura son objeto permanente de presiones y condiciones inadmisibles. Existe un asfixiante centralismo que posibilita que el Ejecutivo Federal, ilegal y perversamente, condicione a otros niveles de gobierno la distribución de los recursos económicos del presupuesto federal. El partido habrá de manifestarles y demostrarles a los gobiernos perredistas su apoyo y al mismo tiempo realizará la evaluación sobre su comportamiento frente a la sociedad, lo que requerirá trabajar cerca de ellos, pero sin subordinación o sometimiento. La razón única de la búsqueda del poder político por el PRD es, que desde este, se aplique su programa, que entendemos es el que refleja los intereses y las aspiraciones de la mayoría de la población. Por ello es inadmisible que existan gobiernos y representaciones, que emanados del PRD desdeñen y olviden el programa y las propuestas partidistas. El PRD no es franquicia para utilizarla durante las elecciones y después desecharla. Quien acceda a cargos de representación o de gobierno por el Partido estará indefectiblemente obligado a aplicar el programa del partido. La formación ideológica y técnica-administrativa de los cuadros destinados al gobierno debe fortalecerse, convirtiéndose en obligatoria para todos aquellos militantes que aspiren a acceder y/o actúen en puestos de gobierno, pero sin someterse ni subordinarse a ellos. Por ello nos comprometemos a: · Gobiernos austeros, que prioricen el uso de los recursos hacia los servicios, obras y programas de beneficio social y de carácter universal. · Gobernar para todos, dando preferencia a los que menos tienen con programas que eleven la calidad de vida de la población. · Honradez y espíritu de servicio en congruencia con las necesidades sociales y de carácter universal, así como en adquisiciones y compras que propicien la generación de empleos en el sector social de la economía. 45

· Administración eficiente y eficaz. · Diálogo, tolerancia y concertación con los ciudadanos y las organizaciones sociales · Desarrollo municipal con enfoque sustentable · Compromiso con la educación, la ciencia y las manifestaciones culturales. · Participación ciudadana y construcción de ciudadanía activa. · Vigencia del Estado Social de Derecho que preserve el bien público por encima de intereses particulares. · Defensa, promoción y garantía de los derechos humanos integrales y de las libertades · Abordar la Seguridad Pública con una visión integral que ataque causas y efectos, que impulse acciones preventivas y punitivas. · Transparencia en el uso de los recursos, en la información de la hacienda pública y en la publicidad gubernamental. · Promover en los gobiernos municipales y estatales del PRD leyes de equidad y transparencia para la publicidad gubernamental. · Promover la equidad social En suma: Las actuales condiciones políticas del País hacen necesaria la construcción de una gran alianza democrática y progresista de la que el PRD debe ser el principal impulsor. Vamos a diseñar y aplicar una estrategia electoral para confirmar a la izquierda, en 2009, como la primera fuerza política del país. El Partido debe fortalecer al movimiento democrático en torno al impulso político, social y legislativo de un programa de lucha que nos conduzca a la transformación del País, la construcción del Estado Democrático y Social, de Derecho y la Nueva República Democrática y Soberana. Este Congreso Nacional resuelve iniciar la renovación ética, ideológica, programática, e institucional de nuestro partido y construir con el PRD representaciones y gobiernos austeros, honrados, eficaces y comprometidos con la participación ciudadana y al servicio del pueblo, especialmente con los que menos tienen.

El X Congreso Nacional Extraordinario del Partido de la Revolución Democrática. Ciudad de México. Agosto de 2007.

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