LAS OLAS
El agua del mar tiene otra característica: es muy inquieta, siempre está en movimiento. El movimiento más conocido del mar son las olas, movimientos rítmicos de la superficie del océano, siguen el compás que les marca el viento o la brisa.
Las olas se forman cuando el viento choca con la superficie del agua, mientras más fuerte sople el viento, más grandes serán las olas. El viento es el conductor de las olas. Si cambia su dirección, hace nuevas olas que juegan y chocan con la ya formadas. En las playas bajas, las olas llegan suavemente, extendiéndose en la arena, ribeteadas de espuma. Cuando la costa es abrupta o empinada, las olas se vuelven más grandes y revientan con más fuerza.