Leyendas sobre la Coca-Cola En 1957 un publicista de la compañía de refrescos Coca-Cola puso en práctica una nueva forma de publicidad subliminal en los cines.
Consistió en proyectar
imágenes en las pantallas donde se exhibían las películas en las que se podía leer el siguiente mensaje: “Beba Coca-Cola”. Un mensaje corto y directo pero con una particularidad, no se veía de forma consciente, sino que se proyectaba en un solo fotograma cada pocas escenas. Causaba, eso sí, un poderoso impacto en la mente. Ninguno de los asistentes a aquellos cines sabía que había visto la imagen. Sin embargo, en el descanso, a mitad de de película, los espectadores compraban un 60% más de este refresco de lo habitual en otras proyecciones.
Este hecho vendría a demostrar el poder de la publicidad subliminal1. Aunque los asistentes al cine no veían el anuncio debido a la rapidez en la que aparecía y desaparecía, sí asimilaban su contenido. Desde entonces se ha hablado y especulado mucho con el asunto de la publicidad subliminal. Sin embargo, los estudios efectuados demuestran que no surten efecto alguno. Incluso la historia citada se demostró que no era más que otra leyenda urbana. Nunca se llevó a cabo ese proyecto de publicidad por parte de Coca-Cola. Se sabe que fue un invento de un publicista norteamericano llamado James Vicary2 que se inventó aquello en un medio de comunicación. Pese a ello dos de cada tres personas creen que aquello sucedió en realidad.
En el mundo de las leyendas urbanas es habitual que las marcas conocidas universalmente sean objeto de estos rumores sin fundamento e incierto origen. De entre todas ellas, el refresco Coca-Cola es la que más ha generado3. Todos hemos
1
El término mensaje subliminal fue popularizado en un libro de 1957 titulado The Hidden Persuaders, de Vance Packard. Este libro detallaba un estudio llevado a cabo en el cine Fort Lee (Nueva Jersey) en el que supuestamente se habían insertado órdenes de beber Coca Cola y comer palomitas de maíz con incrementos en las ventas durante los intervalos (un 18% y 57%, respectivamente). Y aunque años más tarde el autor mismo del estudio, James Vicary desmintiera la veracidad del experimento, la mecha quedó encendida. 2 James Vicary en la foto. 3 Hasta Snopes tiene una sección, Cokelore, dedicada a la Coca-Cola debido a la cantidad de leyendas urbanas que circulan sobre la famosa bebida.
oído en alguna ocasión alguna de ellas. Por ejemplo, aquella según la cual, si introducimos un filete de carne dentro de un recipiente con Coca-Cola, ésta se disuelve en apenas dos días. Este hecho ha sido destacado como reflejo de la capacidad corrosiva de este refresco. Sin embargo, también este hecho es una leyenda. Puede usted hacer la prueba si lo desea. En realidad lo que se busca con ese relato es introducir publicidad negativa sobre el refresco. A fin de cuentas si este liquido es capaz de consumir un filete de carne ¿qué no será capaz de hacer en nuestro estómago cuando lo digerimos? Aún así las leyendas sobre el poder corrosivo de la Coca-Cola son múltiples y variadas. Hemos recuperado algunas de ellas, todas, por supuesto, falsas.
Se asegura, por ejemplo, que es posible aflojar un tornillo oxidado empapando un paño en Coca-Cola. También se asegura que el líquido es bueno para quitar manchas de grasa en la ropa. Que incluso sirve para limpiar el parabrisas o el parachoques de un coche. Serian los presuntos efectos del acido fosforito, uno de los ingredientes de este refresco sobre el que, por cierto, se sigue afirmado que su formula es un secreto. Y no es cierto, también eso es una leyenda urbana. Del mismo modo que también es la afirmación según la cual en su origen se empleaba cocaína para fabricar el refresco más popular del mundo.
En ocasiones estas leyendas han llegado a generar historias verdaderamente asombrosas e increíbles pero con un gran nivel de creencia entre la población. Por ejemplo, en Estados Unidos se dice que las patrullas de policía llevan una garrafa con varios litros de Coca-Cola. Y que la llevan porque habrían descubierto porque es la mejor forma de limpiar las manchas de sangre que queda en una carretera tras un accidente de automóvil con fatal desenlace. Evidentemente, también se trata de una leyenda urbana.
Es lógico que muchas de estas creencias populares sin fundamento tengan como objetivo este refresco. Y es que esta moderna forma de folclore refleja el sustrato místico que todavía existe en las sociedades actuales. Y Coca-Cola no es sino la marca más famosa del mundo moderno. Además mucho de estas leyendas tienen como objetivo perjudicar la imagen de algo que es conocido o habitual pero por diferentes razones también cuenta con enemigos. A veces son loas propias firmas de la competencia lo que propagan estas leyendas. En todo caso los reflejados en el presente capitulo son la verdades demostración del impacto sociológico de estos relatos.