7. FAMILIA (Ef 2:12-19). La Iglesia es la familia de Dios, pero es más que una figura, es una realidad. Las figuras que hemos visto, como la Iglesia comparada a una VID, comparan una cosa material con lo espiritual y de ahí se derivan verdades, principios y lecciones prácticas. Pero en este caso, no solo es una comparación, es algo real, somos la familia de Dios. En Ef.2:19 “familia” es lit. “los de la casa”.
(1) Pasajes claves: Mt.6:19-34; Ro.8:14-23. (2) ¿Cómo llegamos a ser hijos de Dios? (1Jn.3:1-3). Por el espíritu de adopción (Ro.8:15). En la ley romana del tiempo en que escribió el apóstol Pablo, la adopción tenía tres pasos legales: 1) La adopción era permanente. No se podía adoptar hoy y des-adoptar mañana. Si eres hijo lo eres para siempre. 2) La adopción daba todos los derechos de un hijo legítimo (Gá.4:4-6). 3) La adopción hacía perder por completo todos los derechos de la antigua familia, de tal forma que el hijo adoptivo era considerado como una nueva persona, tanto que deudas y obligaciones eran anuladas (2Co.5:17).
(3) El anhelo de Dios es una familia (Por eso nos adoptó). 1) La voluntad de Dios es tener hijos (Jn.1:13). Todos somos criaturas de Dios, pero Dios quiere hijos para formar su familia. 2) En el momento de salvación a lo que entramos es a una familia, no a una asociación, organización o institución, por eso la Biblia lo llama “nacer de nuevo”, y de ahí en adelante, alimentarnos como niños para ir creciendo (Jn.3:8; 1P.2:2). 3) Jesús reflejó el deseo de Dios al enseñarnos a orar el “Padre Nuestro” (Mt.6:9). Noten que no dice “Padre mío”, rompiendo con la individualidad, que lleva a USAR a la familia, más que amarla (1P.1:22; Gá.6:10). 4) Jesús mismo cumple el deseo de Dios al identificarse como nuestro hermano mayor, y no se avergüenza de llamarnos hermanos (He.2:11,12). 5) Dios quiere que la familia crezca, no es tiempo de anticonceptivos, es tiempo de “llevar muchos hijos a la gloria” (He.2:10). 6) Recibimos el ADN del Padre para ser familia (1P.1:23). Simiente es el semen de Dios que genera tener el mismo ADN y por consecuencia la misma sangre (J+). 7) Llamar a Dios por nombres del Antiguo Testamento es como decir que no le reconocemos como Padre. Cualquiera puede decir “Jehová”, pero solo los hijos pueden decir “Padre”. De todas las veces que Jesús habló con Dios, todas, excepto una, le llamó Padre, y una vez “Abba Padre” (Mr.14:36). “Abba” es la forma ara-
mea profundamente afectiva que usan los niños de pecho, implicando confianza total.
(4) El Roll del Padre. Todas las experiencias de una familia son nuestras (20): amor, ayuda, vestimenta, rumbo, cuidado, provisión, alimentos, compañerismo, interés, protección, entrenamiento, fraternidad, preocupación, refugio, disciplina, intimidad, aceptación, identidad, ánimo, educación, pero quiero enfatizar tres que implican casi todas las demás: 1) El Padre se encarga de proveer (Mt.6:31,32). Mt.7:9-11 dice que si los malos padres dan cosas buenas a sus hijos, cuánto más nuestro Padre Celestial. Por eso se nos dice “no hagáis tesoros en la tierra”, porque son los padres quienes atesoran para los hijos (2Co.12:14). 2) El Padre se encarga de proteger (Jn.15:7; Sal.91:2-7). Mi anécdota: “le echo a mi papá” (Willy en la escuela). 3) El Padre se encarga de disciplinar (Ef.6:4; He.12:7).
(5) Aplicación Final. 1) A pesar de todas las cosas que pasen en una Iglesia, la familia sigue unida, no se separa. 2) Sentirse o no parte de la familia depende de si andas o no en la voluntad de Dios (Mt.12:50). 3) Los hijos honran a los padres (Ef.6:2; Mal.1:6).