La soledad y la muerte En un tiempo muy cercano se encontraban dos espectros del tiempo, la soledad y la muerte, discutiendo acerca de ¿cual de los dos era el más cruel y temido por los mortales?, para saberlo se sentaron en las nubes y cada uno mostró sus habilidades. La muerte dio inicio a su camino de tragedia, traspaso fronteras de sombra, lugares sin sol, aterrorizó a muchos mortales con su presencia, jugando con sus destinos, dejando al final del día nada con vida. La muerte alegre de su hazaña, volvió a las nubes donde estaba la soledad y le dijo: puedes ver ahora cuánto me temen los mortales, no hay nadie en pie, no hay ni un sentimiento, ni un respiro… La soledad viendo lo sucedido le dijo: ¡no te haz dado cuenta!, nos has llevado temor a todos los mortales, en tu afán, no te diste cuenta que muchos de ellos, estaban eternamente agradecidos por estar contigo, algunos te esperaban como el que espera compañía, algunos otros te buscaban y te llamaban, por que más me temen a mí, la inmensa soledad, que llevo a los mortales a cometer locuras, errores incurables y hasta morir, todo esto para huir de mí. La muerte con un gesto burlón dijo: sí miras hacia abajo soledad, veras de nuevo a los mortales en pie, corriendo de un lado a otro, huyendo de sí mismos, los veras respirar otra
vez, demuéstrame lo que dices…la soledad le dijo con tono irónico: a mi lado se sienta la muerte que da vida… La soledad salto de las nubes e inicio esparciendo en el viento perfumes de tristeza, melancolía, angustia, desesperación sin compañía, millones de mortales sucumbieron, cayeron y huyeron de ella, utilizando un último recurso el quedar solos sin esperanza y poco a poco enloquecer … sin embargo, otros mortales disfrutaban de su aroma, se perdían llenos de alegría, por que al fin vivían sin distracciones, vivían para sí. Al ver lo sucedido la soledad desconcertada muy desconcertada volvió a las nubes donde estaba la muerte y preguntó ¿Quién ha ganado?, la muerte con voz de tristeza exclamó, no lo sé, nadie… ¿por qué? Preguntó la soledad y se quedaron en silencio sin tiempo… Un Dios al ver ese gran dilema entre los espectros, les dijo: para qué se atormentan y utilizan el tiempo del universo en saber ¿cual de los dos lleva más temor a los mortales?, acaso… ¿no se han dado cuenta de las vidas de los mortales? Y diciendo estas palabras desapareció. Ambos espectros se quedaron mudos y sentados en aquellas nubes por minutos, años y siglos observando a los mortales, allí se dieron cuenta de las guerras, las enfermedades, el egoísmo, el poder, la pobreza, la insensibilidad y la inautenticidad que los rodea, al ver cada uno de estos
aspectos los espectros exclamaron “que temor nos van a tener los mortales, ellos son los únicos capaces de matarse los unos a los otros, sin sentir piedad, de vivir en su infierno, de estar esclavos de sus instintos y de odiarse a sí mismos sin compasión”, además, “hay mortales inmunes a nosotros, mortales como semidioses inquebrantables, felices de sí, felices de su mundo, amando a cada instante y dando lo mejor de sí en cada presente”. Autor Ivanort