Lic. AMANDA E. GALARRETA BRICEÑO ULADECH-SEDE TRUJILLO
LA NUTRICIÓN EN LA ETAPA DE INFANTIL.
INTRODUCCIÓN. La alimentación influye de una manera decisiva en el proceso de desarrollo de los niños y niñas. Por ello debemos concienciar al alumnado de la necesidad de alimentarse correctamente para que este proceso de desarrollo y crecimiento se produzca de manera satisfactoria. La escuela ha decidido introducirla en el Currículo como un ámbito dentro de la Educación para la Salud (Eps), para dar respuesta a las necesidades de los niños y niñas así como a los problemas de salud que presenta la sociedad actual. EDUCACIÓN NUTRICIONAL. Es fundamental enseñar a los alumnos desde edades tempranas la importancia que tiene la alimentación en el mantenimiento de la salud, así como en el desarrollo emocional y psicosocial. Nosotros los docentes, desempeñamos un papel fundamental en este sentido. La educación nutricional se debe trabajar desde las diferentes áreas del currículo a lo largo de la etapa de Educación Infantil. Ahora bien, para que estas actuaciones sean eficaces, es importante que el diseño de las mismas esté recogido en los distintos niveles de concreción curricular, es
decir que quedará recogido en el Proyecto Educativo, en el Proyecto Curricular, así como en Las Programaciones de Aula. No solamente debemos trabajar la educación alimentaria por si misma, sino también la Educación del Consumidor para conseguir que los alumnos sean futuros consumidores responsables. Los hábitos alimentarios adquiridos en estas etapas de educación Infantil y Primaria son decisivos en el comportamiento alimentario en la edad adulta, y éste a su vez, puede incidir en los comportamientos de las siguientes generaciones. La educación debe considerarse, por tanto, como una herramienta indispensable en la prevención de los trastornos alimentarios. Mediante la educación nutricional se pretende modificar el comportamiento alimentario de las personas, pues ésta constituye un instrumento eficaz para promover la salud y prevenir la enfermedad. Pero, no solo es la escuela donde se educa nutricionalmente al alumnado, ya que en esta labor son decisivos la familia, el entorno y los medios de comunicación social (televisión, cine, etc.). Así, es necesario coordinar los mensajes para evitar posibles contradicciones, o al menos analizar dichos mensajes para enseñar a los alumnos estrategias que les permitan en el futuro tomar sus propias decisiones. Los hábitos alimentarios sólo pueden ser comprendidos en un contexto biográfico de factores sociopsicológicos y culturales concretos. El entorno escolar y familiar es determinante para que se produzcan cambios en los comportamientos. En este sentido, tanto la familia como los docentes debemos ser modelos si realmente queremos educar positivamente a los más pequeños.
CONDICIONES NECESARIAS PARA UNA EFECTIVA EDUCACIÓN NUTRICIONAL. •
Ser pertinente a nivel personal.
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Ser perfectamente comprensible.
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Hacer hincapié en la comida más que en los nutrientes.
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Ser coherente con los mensajes dietéticos.
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Tener en cuenta cómo perciben las personas los posibles riesgos.
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Recalcar los beneficios del cambio.
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Lograr hacer evidentes las barreras que impiden los cambios dietéticos.
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Contar con la participación activa de la comunidad escolar. Es bastante usual que el alumnado coma en la escuela, en estos casos es esencial que el Proyecto Educativo del centro incluya las modificaciones y normas para que el comedor escolar sea un ejemplo de alimentación saludable. Además de la alimentación correcta y equilibrada, la lucha contra el sedentarismo y el impulso de estilos de vida que incluyan una dedicación a la actividad física (no competición deportiva, juegos al aire libre, caminar,…) son la mejor manera de mantener niveles adecuados de salud en las distintas etapas de la vida. Las familias deben estar implicadas, tanto para conseguir cambios favorables, como para mantenerlos. La comunidad (servicios de salud, industria, y otros servicios ligados a la escuela) deben reforzar con mensajes positivos. COORDINACIÓN DE TODA LA COMUNIDAD EDUCATIVA. A nivel de escuela será más efectivo cuantos más miembros participen y se comprometan con el proyecto. Si se incluye una propuesta de educación en el Proyecto Educativo del Centro y se consigue que todas las aulas de las diferentes etapas educativas participen en él, será mucho más efectivo que una intervención aislada de un tutor en su aula, no obstante, si no se dan las condiciones ideales, cada docente puede hacer un proyecto de intervención que ayude a conseguir los objetivos propuestos para su grupo clase. Nosotros como maestros y maestras de Educación Infantil, desempeñamos un papel fundamental, pues debemos inculcar a los niños hábitos saludables.
EVALUACIÓN. Por último, sea cual sea la amplitud de la intervención (aislada o proyecto de centro) es esencial la evaluación adecuada que, nos informe si los resultados conseguidos tienen relación con los objetivos que queríamos alcanzar, y hasta qué punto se han cumplido dichos objetivos. Solo de esta manera podremos modificar nuestras intervenciones para hacerlas más eficaces y podremos demostrar que las actividades desarrolladas son realmente efectivas, contribuyendo a mantener y mejorar la salud. La evaluación debe permitir identificar aquellos elementos que resultan efectivos en un proyecto que pretende transmitirse al alumnado, pero no solo han de evaluarse los conceptos y procedimientos, sino también las actitudes y las conductas. BIBLIOGRAFÍA. - Nutrición saludable y prevención de los trastornos alimentarios, MEC, MINISTERIO DE SANIDAD Y CONSUMO, MINISTERIO DEL INTERIOR