La espiritualidad Era extraordinariamente interesante como ellos vivían su espiritualidad. En el sentido más estricto diremos que los integrantes de la edad de oro del anahuac no era gente religiosa, en cambio si era gente muy espiritual. Por la resplandeciente época del cuarto sol, solo existía una palabra que englobaba todo en cuanto a valores y virtudes se refiere, el amor. No había ningún tipo de creencias, porque creer es vivir algo que no se conoce o no se sabe si es verdad o no. Todos ellos no creían en algo, ellos lo Vivian, y aunque parezca increíble, conocían cara a cara, el poder de dios, al gran arquitecto del universo, al gran Águila Padre Madre. Por estos tiempos del renacimiento de la época dorada, muchos seres han logrado recordar este contacto magnifico, no es nuevo, es solo cuestión de una extraña perdida de memoria espiritual. También los dioses a los que se refiere nuestra historia, como quetzacoatl, huehueteotl, xolotl, tlaloc, entre muchos otros, Vivian entre los hombres. Eran verdaderos súper hombres inmortales, dioses vivos, con cuerpo físico como cualquier otro hombre, que por amor habían descendido del paraíso de anahuac, la lejana thule, para ayudar a subir a sus hermanos estacionados en la tierra. Cada uno de ellos tenía actividades específicas y trabajaban incansablemente sin desmayo, de día y de noche para lograr que la mayor parte de los habitantes del anahuac, regresaran a casa. Cada súper hombre tenía una especialidad en particular, y cuando un habitante quería escalar hacia la conquista de las serpientes sagradas, todos lo ayudaban para que pudiera hacerlo con mayor facilidad.
Cuando algún habitante de anahuac necesitaba el apoyo de alguno de estos seres especiales, solo necesitaba alzar la vista al cielo e invocarlo con todo su corazón. y en cuestión de momentos, de acuerdo con las necesidades de cada quien, este poderoso Ser, descendía con todo y cuerpo físico de lo alto del cielo. Pues como dijimos antes, ellos se desplazaban por los aires de pie, y después de descender deliciosamente, se paraban frente al invocador y le preguntaban que deseaba, la persona les explicaba con algunas palabras lo que le acontecía y ellos inmediatamente remediaban el asunto, ya sea por enfermedad o cualquier otra cuestión.
Cuando termino el día del resplandor cósmico, todos ellos, se retiraron a su lugar sagrado, esperando el día y la hora en que el Gran Águila Padre Madre los volviera a enviar.
Ustedes se preguntaran amigos: ¿Pero que estamos haciendo aquí en esta tierra, si no es nuestro hogar? Efectivamente el planeta azul es una escuela, un gimnasio, fue hecho con todas las posibilidades para que los eternos peregrinos tuviesen todo lo necesario para su subsistencia. Los eternos peregrinos somos todos los habitantes de la tierra, que un día por alguna razón del universo, salimos en procesión para aprender, con la promesa de regresar, pero han pasado tantas eras, tantos soles, y al parecer aun no aprendemos la tarea. Y no es que nuestro creador nos hubo abandonado, porque a cada nacimiento de un ser humano le procede una posibilidad ilimitada de regresar al ceno del amante padre. El hombre y la mujer cuando vienen al mundo traen consigo una única misión, la de regresar nuevamente al nido del Gran Águila Padre Madre, del que un día salimos. Un triste día partieron y ahora el padre clama su regreso. En su salida del nido original, no se fueron en línea recta como les habían indicado, en cambio entraron a un laberinto espantoso, donde se extraviaron todos. Entre mas entraban a ese laberinto mas densidad había, podredumbre y lodo por dondequiera se vislumbraban, sus pasos se cansaron, sus pies estaban ensangrentados, vida mal encausada, desobediencia ilimitada, desolación hecha hombre, rebeldía total, amor inalcanzable.
Al fin no pudieron mas, se sentaron a descansar y cayeron en un largo y profundo sueño, donde eso que soñaron se convirtió en realidad. Sueño eterno, visión profana, hechizo maligno, seres perdidos, amor encantado, odio sin razón, vida amarga y su rebeldía se intensificó. Conforme se profundizaban en el laberinto iban perdiendo su poder, corona tras corona soltaban al suelo, mi dios, perdónanos, si al menos te hubiésemos escuchado. Príncipes todos éramos, hijos de un gran rey, con siete coronas contábamos y las dejamos caer, el resultado fue, la perdida de memoria ancestral, amnesia total, no supimos mas y comenzamos a vagar ya sin ninguna razón. Hasta el día de hoy, que iniciamos un nuevo día, donde el señor nos vuelve a recordar nuestra sagrada misión. Pero para poder regresar, hay que reconquistar los siete templos sagrados, las siete serpientes, las siete coronas de oro que hubimos de tirar. Para que esta hazaña pueda manifestarse se necesita que el hombre primero, cambie de forma de pensar, de ser, su modo de actuar, y el primer requisito es dejar de criticar, dejar de juzgar, no hablar jamás mal de los demás.
El segundo requisito consiste en: Dominar los deseos, dominar la carne, esto es muy importante ya que así le cierras la puerta al maligno donde se nutre y se engrandece a merced de los deseos de los hombres. Cuando vayas a ofender o criticar, preferiblemente es que te muerdas la lengua antes de alimentar a las bestias que hay en ti. Así le decían a todos los aspirantes a ser caballeros águila y caballero Jaguar. Antes de comenzar su proceso de perfeccionamiento, primero tenían que tener una conducta intachable. Tenía que ser el aspirante un excelente hijo, un extraordinario esposo, un hombre ejemplar con una capacidad grandiosa de asombro y estar apasionado en alcanzar la verdad. Es decir tener intensas ganas de alcanzar el grado de caballero águila y caballero jaguar, lo cual consistía en reconquistar las siete serpientes sagradas. De tiempo en tiempo les median el grado de amor del aspirante, el cual esta impreso en sus células y en su columna vertebral.
Internamente eran conducidos rumbo los templos sagrados, y ahí les median los grados de amor, los grados de asombro, de fuerza interna, los de conducta intachable en todos los aspectos de su vida y le decían como estaba su desarrollo y en que tenían que trabajar con mas intensidad, por lo cual el aspirante estaba constantemente informado de su desarrollo espiritual. No existía el engaño, ni en ellos, ni en los maestros del anahuac no había nada que ocultar pues estaban en la misma empresa, todos para regresar. Cuando uno de los aspirantes a caballero águila y jaguar lograban reunir los grados de amor, los grados de asombro, de fuerza interior y de conducta intachable eran informados de esta hazaña. En los patios empedrados eran informados los aspirantes, esto casi siempre se hacia en el mundo interior.
Cuando el aspirante era informado, El seguía su vida normal, cumpliendo con sus obligaciones de su hogar, pero ahora mas atento a sus pensamientos, sus sentimientos, sus actitudes con los demás y esperando el día y el momento a ser llamado por los grandes sacerdotes, para ser iniciado en el linaje de las águilas y de los felinos. Un buen día cuando estaba trabajando con más devoción, llegaba el Gran Sacerdote donde él se encontraba. Majestuosamente vestido y desplazándose por los aires de pie, como lo hacían los verdaderos caballeros águila que habían conquistado las siete serpientes de fuego. Habían adquirido todos los poderes del súper hombre. Le llamaba el sacerdote al aspirante con un dulce silbido y el aspirante, volteando al cielo le veía descender con tanta maestría que en ese momento el aspirante se inclinaba ligeramente en señal de respeto a tan alta personalidad. Con la vista siempre viéndole el rostro. El aspirante le preguntaba al gran sacerdote ¿Qué a que se debía tan honorable visita?
Y el gran Sacerdote en pocas palabras le indicaba que de ahora en adelante su vida tenia que purificarse más, puesto que grandes retos internos estaban por desatarse. Dando nuevamente otro dulce silbido, daba por terminada la conversación, alejándose por los aires de la misma manera que llego, majestuosamente desplazándose por los aires de pie.
A partir de ese momento tenia que vigilar con más intensidad sus pensamientos, sus sentimientos, sus actitudes, muchos seres lo estaban observando, puesto que era un candidato idóneo para conquistar la verdad.
En el valle de anahuac existían varios templos sagrados pero del que hoy hablaremos es el de iniciación caballero águila y jaguar. También el mas importante, puesto que al asistir a este espacio, se creaba el compromiso y empuje necesario para que los seres podrían al fin , regresar al gran nido cósmico. La montaña de los guerreros águila y jaguar en malinalco es un lugar espectacular de día, donde se respira uno de los aromas más exquisitos hasta ahora conocidos, pero en las dimensiones sutiles, es un espacio maravillosamente ataviado con una energía especial, que a continuación tratare de describir. “...Todos los habitantes del reino sabían exactamente, donde se localizaban la montaña de los caballeros águila y jaguar, pero esta era muy sagrada y nadie osaba ni siquiera acercarse en lo interno, porque la montaña tenia dos terribles guardianes. Grandes gigantes, caballeros águilas cada uno con un poderoso felino, que vigilaba de día y de noche, que nadie ni siquiera se acercara a ese fantástico lugar. Nadie se imaginaba que podía pasar, si un irreverente ser humano, sin tener los grados de amor necesarios se hubiera aventurado a entrar a ese templo de luz. Pero como el aspirante a caballero ya tenia los grados necesarios y además ya había sido visitado por el gran sacerdote instructor de una realidad sin limites, entonces el ya tenia derecho a entrar. Inmediatamente, al dar el primer paso dentro del monte sagrado, sentía como era introducido de una forma muy poderosa hacia el interior de ese lugar. Su percepción comenzaba a cambiar, su conciencia se empezaba a amplificar y podía ver, sentir, oír, palpar a los genios del monte y todos los elementales. Podía observar todo lo que había en su entorno y veía volar a los pequeños seres de luz, que se desplazaban de un lado a otro, juguetones. Riéndose los elementales, le invitaban a jugar, a divertirse, pero el sabia que no había ido al monte sagrado solo a jugar con los espíritus de los minerales, vegetales y animales. El sabia que ellos nunca se irían de ahí, pero su corazón le decía que tenia que escalar el monte sagrado, hacia la parte mas alta.
Ahí le estaban esperando, solo tenía doce horas para llegar y faltaban muchas pruebas por pasar. Con mucho amor despedía el aspirante a los espíritus de las plantas, animales y minerales y continuaba su ascenso, hacia lo alto. Cabe mencionar que para llegar a donde le pedían no existía ningún camino hecho, todo era un majestuoso bosque con muchas plantas, enredaderas y arbustos y para pasar tan solo veinte metros, requería un gran esfuerzo. Tomando en cuenta que era subida, era todavía más difícil. En todo momento tenia que estar atento, muy atento por que al menor descuido podía morir victima de una picadura de araña; serpiente o insecto venenoso. También había muchos animales de caza, que esperaban la oportunidad para lanzarse por su presa y comérselo. Por eso era tan importante, estar atento, a cada paso, cada centímetro, cada movimiento, su mente y su alma se tenían que armonizar, y se hacían uno con el monte sagrado. Tenían que armonizarse con todo y era la única forma de sobrevivir en los siguientes pasos hacia la cima. El aspirante se detenía, observaba su cuerpo, sentía su cuerpo, observaba a las serpientes, y no daba un paso hasta que las lograba sentir, es decir se armonizaba con ellas, de tal forma que se hacia parte del reino de ellas, y estas lo aceptaban y le permitían el paso con libertad. Pero eso solo eran las serpientes, tenía que emplear esta técnica una y otra vez, con cada peligro existencial que encontraba en su camino. Este proceso podría durar hasta cinco horas y ya armonizado con todos los peligros del monte sagrado, continuaba su ascenso en zig zag, a manera serpentina. Un poco mas adelante, le asechaban los dos poderosos felinos, que le impedían el paso hacia la cima de la montaña sagrada, Eran muy fieros, tremendos animales y gimiendo con el hocico abierto, le amenazaban lanzándole tremendos zarpazos al aspirante a misterios. O gran error si el aspirante quisiera huir de ese lugar, porque inmediatamente seria tragado por los poderosos jaguares.
En lugar de eso no se tenía que mover, se sentaba, cruzaba los pies y ponía sus manos en posición de oración en forma de aspas, la derecha sobre la izquierda, descansadas sobre su corazón, los ojos volteando hacia lo alto del cielo. Con una fe inquebrantable, comenzaba a buscar sentir la presencia de su dios interno, poco a poco se iba serenando, saliendo de la sorpresa, y como bien es cierto que era su única opción para salir victorioso de esa prueba no había otra opción. Poco a poco se iba conectando con su real ser, con su dios interno, la idea era que a partir de ese momento, su dios particular tomara control de su cuerpo físico. Esto sucedía en las siguientes tres horas aproximadamente. Cuando esto se lograba, el se paraba y los poderosos felinos, se hacían a un lado para permitirle el paso al aspirante a misterios iniciaticos. El aspirante seguía su ascenso hacia donde lo esperaban. Por ultimo los dos gigantes, grandes guerreros, caballero águila le esperaban en la entrada del templo sagrado, y le hacían una pregunta, el inmediatamente les contestaba, de acuerdo a lo que su corazón había sentido. Los dos grandes guerreros se miraban uno al otro, de forma inquisitiva y asentían con su mirada el pase al templo del aspirante. El aspirante pasaba, cansado, muy cansado después de once horas y media de lucha para poder estar ahí. Al entrar a los patios del templo, eran recibidos al fondo por un sacerdote de misterios nahuas. El mismo que lo había ido a visitar dos días atrás, y le había dado todas las indicaciones para que pudiese entrar a ese lugar. Claro esta que las indicaciones solo eran las llaves, pero el esfuerzo sobrehumano, el lo tenia que realizar. El gran sacerdote le miraba, con una gran sonrisa llena de amor y de satisfacción, le daba la más calurosa bienvenida. Después de eso, le invitaba a pasar para que conociese un poco lo que era el área de iniciación. El aspirante, solo podía observar con gran sorpresa el maravilloso templo, que se erguía. Este se encontraba bellamente tallado en una sola pieza, es decir los grandes arquitectos de anahuac, de la montaña sagrada la habían labrado con tal maestría, que cada símbolo,
cada escalera, cada sitio de ofrendas, incluso la misma pared de las cámaras de iniciación estaban hechas con la misma roca. Todos los felinos, serpientes, guardianes, habían sido prácticamente arrancados de la conciencia de la madre tierra siendo todas una sola pieza. Caminando un poco al fondo a la izquierda podía observar todo el valle de anahuac, desde donde solo pocos hombres habían tenido tan alto honor de hacerlo. Al observar el paisaje se sentía arrebatado por la conciencia y grandeza de la madre tierra, que honor más grande de hombre sobre el reino, que poder observar tan perfectos paisajes exquisitamente tallados. Ahí estaba el aspirante, cuando llegaba el gran sacerdote por sus espaldas y le decía que el trabajo tenía que continuar, que tenia que subir los escalones sagrados, para alcanzar el templo de iniciación de caballero águila y jaguar. Entonces el aspirante se dirigía con gran asombro, hasta los escalones centrales del templo de iniciación y estaba a punto de subir su primer escalón cuando el guardián central le indicaba con un severo movimiento que por ahí solo podían pasar los sacerdotes iniciadores de misterios nahuas y que lo hiciera por la escalera del lado derecho. El obedecía inmediatamente y escuchaba nuevamente dos poderosos rugidos de los felinos, los cuales se postraban, uno al lado de la escalera central. También se encargaban de proteger el templo de cualquier intruso. Cada escalón, que subía, cada paso que daba pronunciaba la palabra perfecta y el monte sagrado temblaba a la oración ofrecida por el aspirante. Esto lo hacia una y otra vez, hasta alcanzar el segundo patiecito sagrado, daba un flanco izquierdo y se dirigía a la entrada. Se desplazaba aproximadamente doce pasos y llegaba al frente del templo de iniciación de caballeros águila y felino. Y seguía maravillado, observando el escenario, lo primero que veía eran los dos poderosos guerreros guardianes, el de el lado derecho estaba uno de ellos encima de una serpiente, el de el lado izquierdo encima de una roca con incrustaciones de piedras preciosas. Cada uno con un significado trascendental para el aspirante. Atrás se encontraba un incensario tallado en la roca y salía un olor del mismo, hermoso, a copal, que era una ofrenda al dios todopoderoso, para que permitiese que el iniciado ingresara a los misterios del Águila y Jaguar.
Frente a el, se encontraba una serpiente tallada en roca, con las fauces y colmillos en posición de ataque y la lengua estaba extendida a manera de tapete, llegando hasta afuera del templo, donde recogía al aspirante a iniciado y se lo tragaba al interior del templo. La puerta de entrada del sacrosanto lugar era el mismo hocico de la serpiente abierto. Daba el aspirante el primer paso en el interior y se observaba en el centro del templo una cabeza de águila y e cuerpo tenia una base a manera de recipiente, el cual servia para que el gran sacerdote se parara en el centro y durante los siguientes momentos, le diera instrucciones precisas al aspirante para su desarrollo espiritual. Al fondo del sagrado sitio, se encontraba una cabeza de jaguar en señal de ataque y se podía ver claramente sus dos garras, también en señal de gran ferocidad. Atrás de la cabeza y las garras, dando a la pared, se encontraba otra pequeña base donde el aspirante se sentaría y permanecería ahí sin moverse de ese lugar. Al lado derecho en el interior del templo existían tres cabezas de águila, y al lado izquierdo otras tres cabezas. Cada cabeza tenía un significado muy profundo y serian explicadas después por el gran sacerdote. Todo esto estaba tallado sobre la pared en una sola pieza, como lo mencionamos anteriormente. y el aspirante escuchaba una voz muy fuerte e imponente donde le indicaba que se sentara en el lugar antes mencionado y el aspirante obedecía con prontitud y rapidez. Durante los momentos recibiría la enseñanza por etapas, es decir un rato le mostraban el conocimiento y otro tanto le permitiría asimilarlo. Ya estando todo listo, el aspirante en su sitio, y el gran sacerdote en el suyo continuaba la explicación “...En el principio de los tiempos, todos los seres que conoces y que haz de conocer y que haz conocido recientemente partimos de un mismo lugar. Todo aconteció después de esa gran catástrofe cuando los hombres quisieron superar al nuestro creador, al Gran Águila Padre Madre en poder y en gloria. Ellos creían que era de ellos el poder que tenían, que eran soberanos, que eran reyes, de hecho lo eran pero en lo que les fallo, fue el creer que aquellos grandes poderes que poseían los seres de aquel tiempo les pertenecían. La realidad era otra, porque todo el poder que ellos ostentaban era únicamente del gran constructor de mundos y universos.
Cuando creyeron que eran los dueños de tan preciados dones, decidieron por cuenta propia, desconectarse de la gran fuente. Has de saber hijo mío, que por la época del primero, segundo y tercer sol, los hombres estaban conectados con un hilo muy delgado, del corazón de ellos al corazón del constructor de mundos y universos. Ese hilo delgado tenia una gran misión, la de estar emanando constantemente amor, poder y gloria del corazón de la gran fuente al corazón del hombre. El hombre antepasado sabia que no debía de romper nunca el hilo, pero ellos en su afán de saber si era verdad o no lo que el Gran Águila Padre Madre les había indicado, lo rompieron. Al principio pareciera que nada había pasado y se corrieron la voz, diciendo que nada pasaba que se sentían completamente iguales, pero muchos lo hicieron en un solo día, Ahí cometieron la primera falta y ya no les fue difícil seguir cometiendo una tras otra, hasta convertirse en seres infractores de lo divino. Eso no fue lo más grave, lo mas grave de todo fue que cometieron el crimen de crímenes, se hicieron impuros a los ojos de DIOS. Después de haber cometido esa gran falta, por ahí por el tercer sol, fueron sacados del nido original, hecho para todos nosotros por el Gran Águila Padre Madre. Todos los infractores fueron sacados de la casa mayor y no regresarían hasta que aprendieran lo que es vivir sin la conexión del corazón, sin recibir alimento divino por muchos días. Y así ya no volver a ser impuros a los ojos de DIOS. Por lo tanto hijo mío, tenéis una gran misión en la vida, regresar a la casa del Gran Águila Padre Madre, para eso necesitas convertirse en un caballero águila. La intención es que de hoy en adelante luches incansablemente por alcanzar la gracia de DIOS y convertirte en DIOS mismo, conectar tu corazón en forma permanente al corazón del Gran Constructor de mundos y de Universos, en eso consiste tu trabajo a partir de hoy. Ahí terminaba la primera intervención del gran sacerdote. El sacerdote no salía caminando del templo de iniciación, simplemente desaparecía al instante.
El conocimiento que el aspirante estaba recibiendo no solo lo recibía en el nivel de la mente, si no que también lo recibía en todos los niveles, los cuales suman siete en total, El aspirante simplemente se encontraba fascinado, porque el estaba viviendo su proceso en un estado real de conciencia y todo lo entendía perfectamente. Un tiempo después regresaba el sacerdote y continuaba la enseñanza: Para que logres convertirte en caballero águila y caballero jaguar es necesario que conquistes las grandes batallas que están por venir. -Estas batallas no son externas, son totalmente internas y todas serán en contra de lo que hay en tu interior que no es agradable a nuestro Dios. -Dentro de ti hay muchos moustros, decía el Gran Sacerdote, cambiando el tono de voz para que pusiera mayor atención el aspirante. En ese instante el sacerdote se metía en el interior de el y le invitaba a que fueran a visitar la parte obscura del aspirante, las sombras y todo lo que había ahí dentro. Este estaba asombrado por todo lo que le habían mencionado pero aceptaba viajar al interior de el mismo, solo para comprobar todo lo que le había dicho el sacerdote. Porque el sabia que tenia ya grados e amor importantes y otras virtudes que pocos hombres sobre el reino tenían, por lo tanto el no se sentía con tantas bestias como el gran sacerdote lo decía pero viniendo de sus labios, que era toda una autoridad en el arte de iniciar caballeros águila y jaguar, existía una posibilidad. Al principio del viaje todo era dicha y felicidad, había muchas virtudes y valores, todo parecía estar armonizado correctamente, viajando por el micro universo se podían ver grandes campos cultivados exquisitamente. El aspirante pensaba para si. Mi interior es extraordinario creo que ya estoy en un grado elevado de conciencia. En cuanto este pobre hombre terminaba de pensar y como una respuesta a su irreverente forma de sentir su propia vida, Llegaban al inicio de una colina muy bella con una gran fuente y ahí se encontraba sentado, esperándolos del viaje el Gran Águila Padre Madre, Con mucha paciencia e infinito amor. Todavía el aspirante preguntaba: -¿y donde están las bestias de las que hablaba?
Interrogando al gran maestro. Este contestaba: - ahí, Señalando con el dedo índice la entrada de una cueva. Entremos invitaba el gran sacerdote y los tres continuaba hacia el interior de la cueva. Dentro de la cueva había tanta oscuridad como un mundo sin sol y sin destellos de ninguna estrella sobre el firmamento. Pero ahí no había nada solo era un camino, solo existía oscuridad. Llegando al fondo de la cueva que era como de noventa metros aproximadamente, al fondo había una escalera que bajaba seis escalones y ahí se veía la terrible realidad. Ningún hombre alguno se podría imaginar lo que existía en el interior de ese sitio, ni siquiera el mismo Dante Aligheri que vivió y conoció el infierno se podría imaginar lo que ahí estaba sucediendo. Casi cae desmayado el aspirante al ver todo lo que hay en su interior. Era una gran sala con medidas de noventa de largo por treinta de ancho en proximidad. Había una luz medio tenue pero se podía observar perfectamente todo lo que había ahí. Había tantos moustros y bestias como hay personas en una ciudad un día de reunión obligatoria para todas. Cada bestia haciendo diferentes cosas. Todas la bestias que ves aquí, le explicaba el gran sacerdote, tu las has hecho cuando te irritas, cuando mientes, cuando injurias, cuando condenas cuando no estas de acuerdo con la voluntad del señor, y las alimentas cada vez que de tu mente sale un pensamiento impuro. Terrible verdad estaba el aspirante escuchando y casi a punto de la locura por la sorpresa habla el Gran Águila Padre Madre y le comenta: Observa, pon atención a lo que hacen, decía el Constructor de Mundos y Universos con mucho amor. Y el aspirante observaba que las bestias hacían lo que el pensaba, pero todavía con muchos grados mas de impureza.
Los moustros de ira, se lanzaban unos contra otros, ofendiendo a otras bestias, insultándolas, maltratándolas. Las del amor propio se sentían terriblemente ofendidas por lo que decían los moustros de la ira. Y se sentaban a llorar, de la manera más desconsoladora y grotesca que nadie les podía ganar en esa tarea. Los de envidia siempre observando a las otras bestias y codiciando lo que estas tenían, pensaban: que pelo tan fino tiene fulanita, que dientes tan hermosos tiene zutanita, que panza tan atractiva tiene manganita, yo que daría por tener lo que ellas tienen. Los de la pereza eran terribles, horrorosos, siempre acostados con una gran panza, tomando, comiendo y echándoles la culpa a todos los que pasaban por ahí por sus desgracias que tenían. Los de la lujuria se sentían los más guapos de todos los moustros y se la pasaban seduciendo a todo el que se les atravesara por su camino. Vivian fornicando de día, noche y de mil y una forma lo realizaban, se justificaban diciendo " es parte de mi naturaleza " no veo porque no lo puedo hacer. Los de la gula, ahí estaban siempre tragando; a todas horas y siempre argumentando que tenían mucha hambre, que lo hacían porque en todo el día no habían probado bocado alguno. El resultado no se hacia esperar, siempre estaban mas grandes que los demás, mas robustos mas gorditos. Uno de los mas horribles era la bestia de la critica, ahí estaba, sentado observando a todos y a cada uno le criticaba, con grandes colmillos, boca muy grande y cada vez que pronunciaba una palabra salía de su boca un veneno parecido al cianuro que manchaba a todo el que le escuchaba, los hipnotizaba con ese veneno y después de momentos, todos los animales que llegaban con esta bestia, comenzaban a criticar, cada uno de acuerdo a su especialidad. Los de la lujuria decían que aquella o esta era una prostituta, por que ya había estado con el, los de la ira que esta otra era una desgraciada enojona, iracunda, los de la pereza que este otro es un perezoso. Cada uno con lo que ellos eran, así criticaban las horripilantes bestias, y todos adoraban y admiraban a la critica, aunque otras bestias no estaban de acuerdo y preferían ellos hacerlo por su propia cuenta y riesgo.
Estos solo eran algunos de los que había ahí, pero en ese salón existían miles y miles de bestias mas. El aspirante no sabia que decir, estaba callado triste, avergonzado por lo que en esa sala había. En eso el Gran Águila Padre Madre le interrogaba ¿Quieres ver los otros que faltan? y este pobre aspirante sorprendido indagaba ¿Todavía hay mas? y se perdía su equilibrio, a punto de perder el conocimiento y en ese momento era tomado de la mano por el gran sacerdote y le volvía a dar fuerzas para que continuara el trayecto para que conociera su verdadera profundidad. Los tres se comenzaban desplazar entre los pasillos de ese salón, al llegar a la mitad, había un tubo y una escalera en espiral, pero no se veía nada hacia abajo puesto que se perdía en el mismo piso y al llegar al final se abrían nuevamente unas escaleras hacia abajo. Era como si ellos hubieran estado siempre en la cima de un edificio tan grande como la torre ifel, y en eso observaban el vació. En forma de caracol estaban las escaleras pero también en la misma forma estaban mas niveles, es como imaginar una penitenciaria con miles y miles de delincuentes todos observando a los tres seres bajar, y les gritaban todo tipo de maldiciones y les amenazaban, y lo que se podía ver era que a cada grito de ellos, a cada insulto, sacaban espuma por la boca, cual bestias sedientas de sangre. También se podía observar que había muchos pisos como el primero que vieron, con características similares, treinta y tres eran en total. Cada vez que se bajaban más... más antiguos y moustrosos eran... Hasta que perdían toda forma humana y solo eran horribles gusanos arrastrándose por el lodo de la inmundicia de aquel lugar. Un olor nauseabundo se sentía cada vez que seguían bajando, mas podrido todo era, era como si el excremento de todos los animales de la tierra se hubiera reunido en aquel sitio por miles de años y no permitiesen las bestias que se saliera de ahí. El aspirante comenzaba a vomitar, lleno de nauseas e inmediatamente se acercaba el sacerdote, le ayudaba y este se comenzaba a recuperar. Llegando hasta el fondo el sacerdote comenzaba a explicar: -Hijo mío para que tú puedas ser un caballero águila y jaguar, tu misión es que extermines todas las bestias que hay aquí, eso será tu trabajo.
Debes de saber que las luchas de las que te hable son estas, luchar sin tregua y sin descanso con cada uno de estos moustros que viven en ti. Hasta que los elimines, esta es tu misión. Porque hay algunos tan poderosos y resistentes que seria mas que imposible hacerlo por ti mismo. Para lograr este maravilloso trabajo hijo mío...necesitas trabajar sin descanso, de día y de noche liberando al Gran Guerrero que habita en tu corazón. Este guerrero es el único que puede destruir todos los moustros que hay en tu interior. También puedes pedir la ayuda de el Gran Águila Padre Madre, en Oración el también los puede exterminar. Dios madre es el ser mas amoroso y poderoso de la creación y es la parte femenina del gran constructor de mundos y de universos. Lo que deberás hacer de aquí en adelante es: - Estar siempre atento, observando cada pensamiento que hay en ti. Por que las bestias se mantienen a través de tus pensamientos, son muy inteligentes, porque te hacen creer que eres tu el que piensa negativamente y en verdad tu no eres sino la bestia que habita aquí. En el momento que detectes que un moustro se ha apoderado de ti, en ese instante observa, cual es el origen de ese malestar, comprende toda la escena que estés viviendo a profundidad. De esta forma les iras quitando la fuerza a estas bestias y finalmente se extinguirán.
Para lograr esta hazaña, deberás nutrirte de fuerza, esta fuerza la tomaras de un deposito interminable que existe en lo mas profundo de tu corazón, ahí esta la gran planta de energía para que te nutras de ella. Podrás ir cuando desees pero al menos dos veces al día serán necesarios para completar con tu misión.
Sentándote en una posición cómoda, relajando tu cuerpo.
Debes de empezar por reconocer que tu cuerpo es sagrado, cada parte del el, también reconoce que el cuerpo es el templo de DIOS vivo el cual es un recipiente de contención divina. Penetrar al interior de tu corazón e ir hacia el templo sagrado donde vive tu bendito padre interior, entrar al templo, el esta sentado en un trono de color verde, esperando con infinita paciencia y amor. Al verle inmediatamente, debes adorarle y reconocer su poder y su gloria, reconocer que el es tu padre interno. Pedirle que se fusione contigo, tu sentirás al irse realizando la fusión sensaciones extraordinarias y sentimientos nunca antes vividos. Después de que tu dios interior se ha fusionado a ti, pídele que te transporte hasta el gran océano divino, ahí donde salió la vida primordial en el primer día de la creación. Por unos momentos hazte uno con la gran fuente eterna, siente que eres tú mismo el océano de la vida. Posteriormente observa tu mente y pídele al Gran Águila Padre Madre que también ilumine a tus seres amados, a tus padres, hermanos, hijos... En seguida pide que sea llevada tu alma al templo de purificación eterna, ahí donde es lavada con agua de la más pura esencia primigenia. En este lugar maravilloso tu alma es limpiada de las impurezas causadas por los gusanos que invadieron durante el día y la noche tu alma. En ese momento el gran sacerdote le decía:
- Hijo mío, ve por ti mismo lo que pasa por dentro de ti, cuando eres tocado por esta agua sagrada.
Al principio esta energía en forma ya de agua, regaba todos los campos verdes, todos los valores que poseía el aspirante, se podía observar como al entrar en contacto con las virtudes, estas crecían se llenaban de vitalidad y de fuerza en todos los niveles. Posteriormente esta agua sagrada penetraba en las treinta y tres cámaras donde habitaba el ego.
Era un verdadero espectáculo ver las bestias, como al ser tocadas por esa agua especial, saltaban corriendo de un lado hacia otro, como si fuese ácido de la más alta concentración. La mas pequeña que habitaba en las cámaras, eran eliminadas casi al instante y las mas grandes y robustas solo se movían de un lado a otro, unas encima de otras temblando de terror. Impresionante era ver todo aquello, pues parecía que las paredes de las cámaras fueran más bien jaulas y toda la bendita energía podía entrar al mismo tiempo por las treinta y tres cámaras y no dar tiempo a ninguna bestia que fuese a esconderse a algún otro sitio. Toda la podredumbre donde las bestias se arrastraban, era eliminada en poco tiempo, solo se podía observar como todo el excremento era transportado por la misma energía hasta el fondo de los niveles. Ahí, había un gran drenaje donde la podredumbre se purgaba. Parecía interminable la limpieza, hasta que poco a poco, la energía salía más y mas limpia. Una vez que sientas que tu alma ha sido purificada, pide que sea trasladada al templo del Fuego, para que tu bestias internas sean eliminadas en forma total e integra. Pide una por una, de las que observaste durante el día y las que te fueron mostradas por la noche. - Por lo pronto, creo que ya es hora de regresar Comentaba el Sacerdote. y con el poder del Gran Águila Padre Madre comenzaba el regreso, se levantaban los tres por los aires, recorriendo nuevamente los treinta y tres niveles, salían de la cueva y regresaban rápidamente.
El aspirante estaba casi sin hablar, lleno de asombro por lo que acababa de vivir. En su misma posición dentro del templo de iniciación de caballero águila y jaguar. Aun tenia los ojos cerrados, tratando de asimilar tan majestuosa experiencia, poco apoco con respiraciones rítmicas y sencillas, comenzaba a tomar conciencia donde estaba y que estaba haciendo ahí. El gran sacerdote viendo que ya el aspirante había regresado, se disponía a abandonar la sala de iniciación. Mientras el hombre asimilaba la segunda lección.
El gran sacerdote no salía caminando de ahí, simplemente desaparecía de su lugar donde daba la instrucción. Pasaban algunos instantes para que el sacerdote volviera, cuando lo hacia, ya el aspirante se estaba recuperando de lo que había visto dentro de el. Más humilde aun de lo que había llegado el hombre, el gran sacerdote le interrogaba acerca de su estado y este le respondía que ya estaba mejor, que podían continuar. El segundo requisito que debes cumplir para ser caballero águila y jaguar es construir tus siete iglesias: esto se lograra trabajando intensamente en la sexualidad sagrada. Has de saber hijo mío, que tu no solamente tienes un cuerpo, tu en realidad posees siete cuerpos, y estos siete cuerpos, los tienes que alimentar, los tienes que construir, los tienes que iluminar. Hoy por hoy solo posees uno, y este cuerpo, que es el cuerpo físico, solo trabaja en un porcentaje mínimo de lo que es capaz de hacer, pero tus otros seis cuerpos, están prácticamente en receso, sin trabajo, muy mal iluminados y débiles, es necesario que los revitalices, los llenes de energía, los ilumines, hasta convertirlos en soles, Cada vez que iluminas un cuerpo solar, estas conquistando una corona, estas avanzando un grado, estas subiendo un templo sagrado, porque cada vez que se ilumina un cuerpo, también se ilumina el templo al que pertenece. En tu interior hay siete templos, los cuales se corresponden a los siete cuerpos que posees, cada uno de ellos necesita un alimento. Todos los cuerpos necesitan del alimento que proporciona la madre naturaleza y El tercer alimento es muy especial, es el alimento de vida, Es el amor en su mas alta pureza. Estos tres alimentos los deberás de consumir de manera equilibrada, para que puedas construir y alimentar tus cuerpos. LA COMIDA: harás tu dieta, rica en vegetales, de preferencia crudos, pero también los puedes cocer,. Incluirás muchas frutas... en tu alimento diario, fríjol y atole de maíz, tortillas, habas, lentejas, chocolate y panecillos de harina de maíz. Deberás eliminar todo alimento nocivo como carnes en exceso que pueden dañar tu cuerpo. Recuerda hijo mío puedes comer todo tipo de alimentos que te da la madre tierra, equilibrados sin ningún exceso.
EL ALIENTO SAGRADO: Cuando tu respiras el aire por tu nariz, no solamente respiras el aire, ya que en el aire también esta mezclado de manera armoniosa el espíritu; El espíritu viene en el alimento del aliento sagrado, en forma de miles y de millones de puntos luminosos de energía, los cuales se mueven rítmicamente. En el lugar que tu te encuentres, ahí hay aire, pero siempre donde hay aire, también esta este maravilloso alimento que se necesita para nutrir a tus cuerpos sagrados. El espíritu en forma de aliento sagrado se almacena en primera estancia, dentro de tu cuerpo físico, y ahí el primer cuerpo se alimenta. Este alimento extraordinario se va desdoblando octavas superiores hasta lograr alimentar a tus siete cuerpos. Por lo tanto debes de aprender a alimentarte del aliento sagrado, por medio de la respiración. En otras palabras debes de aprender a respirar para atrapar el máximo de alimento en el plexo solar. En cualquier momento de tu vida, que encuentres un espacio para ti, alimenta a tus cuerpos sagrados. Comienza relajando tu cuerpo físico, suelta cada parte de ti, Después comienza una respiración profunda suave y discreta. Al inhalar el aire, observa como este baja por tus pulmones, pero a la altura de tu plexo solar, Se van almacenando las miles de chispas luminosas que penetran por tu nariz con el aire. Ahí pon tu atención, observa como se almacena y para retenerlas completamente, “...expresa el nombre de tu dios en tu idioma.” con suavidad, nuevamente comienza el ciclo, una y otra vez, hasta que tengas la posibilidad de hacerlo. ENERGIA SEXUAL: La energía sexual es muy importante para la creación de tus cuerpos dorados. Has de saber mi amado hijo, que sin la transformación de tu energía primaria no seria posible conquistar las siete coronas que un día arrojaste al piso en ese aterrador laberinto. Con la energía primaria se recrean los guerreros del sol. La energía sexual es la energía mas poderosa que existe sobre el universo y jamás fuerza alguna será igualada por la ella.
Esta energía le da vitalidad a tu cuerpo, a todos tus pensamientos, sentimientos y acciones que realizas en tu vida, pero mas aun, cuando te encolerizas, cuando sufres, cuando explotas, cuando tienes pensamientos de odio, de resentimiento, de envidias, ahí estas empleando tu energía vital, la cual proviene de tu energía primaria. Aquí comienza tu trabajo de energía sagrada, evitando todo tipo de explosiones antes mencionadas. Otra forma de transformarla concientemente es: Sentándote en una posición cómoda, con la columna vertebral recta, comienzas a observar tu energía creadora Relaja tu cuerpo físico, relaja tu mente, esto es dejar que los pensamientos de la mente se muevan como un río, con suavidad pero sin retener pensamiento alguno. Posteriormente comienza a imaginar, sintiendo como tu energía sexual comienza a subir por tu columna vertebral templo por templo, hasta llegar al séptimo.
Posteriormente bajarla por el frente también llegando a cada templo, hasta el cuarto y ahí la almacenas. El templo del corazón es el almacén mas grande de energía, ahí es la morada de dios, el es el que utiliza esta energía para los propósitos mas sublimes del hombre. En tu interior no solo vive dios padre, también vive dios madre. Ella vive y mora en tu primer templo y debes de saber que la morada de tu bendito padre esta a la altura de tu corazón. Aquí esta la enseñanza que ha traído al mundo nuestro señor quetzalcoatl, el creador, que es el resultado de la fusión de dios madre con dios padre en tu interior. Tu bendita madre divina vive en el primer templo, es necesario que tu la ayudes a levantarse por medio del amor mas puro, el aliento divino y alimento puro. Cuando ella vive sola en el primer templo se llama quetzalli-madre y tu padre se llama quetzalli-padre, el cual mora en tu corazón. La hazaña consiste en que alimentes a quetzalli-madre, con los alimentos que te mencione anteriormente y ella ira ascendiendo de templo en templo, hasta llegar al templo que esta dentro de tu corazón.
Ahí se realizara la fusión eterna, cuando quetzalli-madre llega a encontrarse con quetzalli-padre; se fusionan totalmente y nace de esa fusión un nuevo ser, ese ser se llama quetzalcoatl y solo quetzalcoatl podrá subir por los templos que faltan por conquistar. Cuando quetzalcoatl llega al séptimo templo, se enciende el primer templo en forma permanente; se construye el primer cuerpo sagrado, se conquista la primera corona de la victoria, se adquiere la primer serpiente de fuego y el padre te hace un gran regalo, que ningún ser humano conoce; sino tu y el que te lo entrego. Esta hazaña se tiene que repetir siete veces, cuando lo hayas logrado, serás un caballero águila y caballero jaguar. Nadie pude llamarse cabalero águila sin antes haber pasado siete veces la hazaña de encender los templos sagrados permanentemente. Si aun no lo has logrado, debes de llamarle asimismo " Aprendiz de Guerrero”. Pero has de saber hijo mío, que quetzalli-madre no subirá si no has vivido una vida digna, llena de amor y respeto a tus hermanos. Es la única forma de que quetzalli-madre ascienda por tu columna vertebral. A mayor servicio y amor a tu hermano el hombre, mayor será el avance de quetzallimadre. Te describiré en que consiste el mencionado amor y servicio. Cada acción que emprendas de aquí en adelante, hazla con el mayor amor posible, desde la acción de sonreír, a tu hermano. Hazlo con todo amor, el servicio comienza en tu hogar, haz lo mejor que puedas las cosas. Que nunca de tu boca salga maldición alguna ni reniegues, ni te irrites por lo la labor de servicio al ser humano, porque en la medida que ayudes al hombre, también se lo estas haciendo a dios. Dios vive en cada ser, por lo tanto, toda acción que emprendas y resulte en beneficio de tu hermano, te lo estarás haciendo a ti mismo. Esto es lo que necesitas para que quetzalli-madre pueda ascender por tu columna vertebral, templo por templo. Si por amor a dios y al ser humano, decides consagrar tu vida al servicio de los demás, de forma tal, que antes de pensar en ti, pienses como hacerle bien a otros, que no solo pienses, si no que lo realices.
Y vayas más lejos aun y ayudes al que el ser humano se reconozca lo que es en realidad, como un ser humano con naturaleza divina y como finalidad única de regresar al gran nido cósmico. Si te consagras, si piensas, si sientes, en cada palpitar de tu corazón, en cada poro de tu piel, en cada mirada que das, en cada palabra que hablas, en cada aliento que inhalas. Entonces, serás de una naturaleza diferente a los demás, el impulso de quetzalli-madre será superior. En poco tiempo lograras la gran hazaña y te convertirás en guerrero, un verdadero hombre águila y jaguar. Estos son los tres requisitos que necesitas llevar a la practica, para que alcances tus objetivos. No deberás descuidar ninguno de ellos, ya que si descuidas alguno, no lograras cumplir con la misión a la que has venido. Después de que salgas de este centro sagrado de iniciación, deberás de comenzar con este trabajo. No es nada fácil, pero se que eres de una naturaleza diferente a los demás y con la ayuda del Gran Águila Padre Madre, lo conseguirás. Cuando salgas de ahí, tu vista se agudizara, tu corazón crecerá y tus oídos escucharan palabras que solo los iniciados escuchan. Para que conquistes los siete templos, hijo mío siempre se te pedirán los tres requisitos, pero en cada grado, en cada templo, en cada conquista de las serpientes de fuego, se te exigirá más y más. Más trabajo y amor por los demás, más pureza, mayor compromiso, hasta que logres hacerte uno con la voluntad del creador de mundos y universos. Cuando logres la iluminación de tus templos internos, te abras ganado el derecho a vivir en mundos maravillosos, incluyendo el nido original. Cuando logres gran hazaña te transportaras con todo tu cuerpo físico a los mundos de los dioses, ahí vivirás es un lugar de dicha infinita, donde el mundo es la expresión misma del amor eterno. En ese momento el gran sacerdote se bajaba de su lugar de enseñanza y se acercaba al aspirante a caballero, le tocaba su rostro con sus manos y con mucha ternura le
preguntaba, ¿te gustaría visitar en este momento el lugar de donde te hablo? y el aspirante le contestaba -¡si! si quiero conocer ese lugar. El ese instante el sacerdote transportaba al aspirante a un sitio hermoso. Era una playa, donde Vivian seres en gran armonía con los cuatro elementos de la naturaleza. En ese momento se sentían unos rayos cristalinos como el agua, que al tocarlos la piel del aspirante, se sentía como se relajaba de una forma extraordinaria y una gran dicha corría por todo su cuerpo. A lo lejos se podían observar, muchas personas que realizaban quehaceres cotidianos, como los de su reino, pero lo hacían todo, con un sentido sagrado de las cosas. Cada movimiento que realizaban, lo hacían con una tranquilidad y suavidad que en ese momento se podía observar que todo era perfección. Desde sus vestidos, cuerpos, miradas, movimientos y actividades más sencillas eran con una gracia y tranquilidad perfectas. El aspirante seguía observando a los niños, niñas, hombres y mujeres, sus cuerpos eran cristalinos, como el fino diamante. En eso interrumpía sus pensamientos el gran sacerdote y le decía: -Todos estos seres que ven tus ojos, ellos son personas que han logrado la perfección, han conquistado las siete serpientes de fuego, han encendido sus siete templos, han creado sus siete cuerpos solares. Todos ellos hijo mío, en un tiempo atrás, lograron cumplir con su misión en la tierra, alcanzar el máximo ideal. Todos ellos son caballeros águila y jaguar. Los niños que ves ahí, jugueteando son seres, que no hace mucho tiempos se convirtieron en caballeros. Cuando tu logres hacerlo, con tu cuerpo físico, saldrás del reino de anahuac y te introducirás en este reino de dicha y felicidad. Al entrar a este reino, tu cuerpo se transformara en el cuerpo de un niño y te asignaran una familia, ahí llegaras y comenzaras otra etapa de perfeccionamiento. Porque debes de saber, que todavía después de este mundo, hay muchos otros, que tendrás que pasar para alcanzar la fusión con el Gran Águila Padre Madre.
En esos mundos no hay tiempo ni espacio, lo que tu mides en un abrir y cerrar de ojos en el reino de anahuac, aquí puede pasar una eternidad, y lo que tu mides como una eternidad en tu mundo, aquí es solo un abrir y cerrar de ojos. Son reinos diferentes en mundos diferentes, cada uno con un alto grado de perfección. En ese momento el aspirante le pregunta al gran sacerdote: -Y el ser mas pequeño de este mundo, comparado con mi persona, a que altura estoy de el. El gran sacerdote sonríe un poco y con gran amor le responde; tu pregunta será contestada en este instante... En ese momento, se veían el aspirante en una gran montaña solo y no observaba nada. Era como estar en una cordillera, donde solo hay una montaña, y mas allá de esta no hay mas, solo una inmensa llanura. El aspirante no entendiendo la respuesta, le pregunta al gran sacerdote: - ¿que significa esta respuesta, no la entiendo? Y el sacerdote lo saca del monte, al instante, era como si hubiera cambiado la dimensión del lugar. El aspirante podía observar a una escala mayor y asombradísimo solo respiraba muy profundo y solo podía exclamar " PADRE MIO, SEÑOR MIO " Ahí se le contestaba la interrogante, y es que la montaña donde el había estado unos instantes atrás, era solo la yema del dedo índice del ser mas pequeño que existía en ese mundo. En eso se escucharon sonidos deliciosos a manera de campanas musicales y todos los habitantes del reino sagrado dejaron de hacer sus actividades ordinarias e inmediatamente se convirtieron en águilas y comenzaron a volar hacia lo alto del cielo. El aspirante muy intrigado interroga: - ¿hacia donde van? El gran sacerdote le contesta. -Hacia el templo del " CONSTRUCTOR DE MUNDOS Y UNIVERSOS, EL GRAN PADRE MADRE AGUILA DORADA" y ellos también comenzaron a elevarse por los aires, pero sin sufrir transformación alguna, ya que ellos solo eran invitados.
Al llegar las águilas al templo del GRAN CONSTRUCTOR, se transformaron nuevamente en seres humanos, pero ahora con mas luminosidad que antes, como si cada persona fuera un sol. Todos en posición de respeto y oración hacían sus plegarias para los reinos habitados en la tierra, para su rápida transformación en caballeros, en guerreros. Todos en coro decían: " QUE PRONTO ESTEN ELLOS CON NOSOTROS " se podía ver como en sus espaldas, aunque tenían forma humana poseían todos alas doradas. En eso se abre el cielo y de ahí se presenta el Gran Águila Padre Madre y comenzaba a instruirlos, para que siguieran elevando su nivel de perfección. Todos escuchaban atentos las palabras maravillosas del Águila Mayor. Estas palabras no las podría mencionar jamás el aspirante, pues solo era para el entendimiento de los habitantes de los reinos superiores. Al terminar la enseñanza de Dios, todos se transformaban en niños y comenzaban a juguetear. Después el cielo nuevamente se cerraba y el Gran Águila Padre Madre la dorada desaparecía entre el firmamento. En ese instante todos tomaban nuevamente figuras de águilas y comenzaban el descenso hacia su mundo. Al llegar a tierra se transformaban nuevamente en seres humanos, hacían otra plegaria y continuaban sus actividades. En eso... el gran sacerdote observaba al aspirante y le decía... -Este es el objetivo de todo tu esfuerzo ¿crees que vale la pena? El aspirante muy emocionado contestaba afirmativamente. El gran sacerdote nuevamente abría sus labios para decirle: -Ya es tiempo de partir hijo mío. En eso ya sin pronunciar palabra alguna y solo con su intención, regresaban en forma inmediata al centro de iniciación para caballero águila y jaguar.
En el interior del mencionado templo se aproximaba al aspirante y le tocaba con sus manos la cabeza, haciendo una oración maravillosa, que solo se podía escuchar ese día y en ese momento.
Al recibir las manos del sacerdote se podía sentir una gran luz dentro de el, comenzaba a sudar y sentía que no lo iba a soportar, era como si la fuerza de un rayo hubiera entrado a el.
El aspirante poco a poco iría asimilando la gran energía que estaba sintiendo. Sentía un maravilloso impulso por convertirse en caballero águila, era como si esa luz, hubiera activado fuerzas internas adormecidas hasta ese momento y por La imposición de las manos, se hubiera reactivado todas sus necesidades de regresar al gran nido cósmico. En ese momento, el gran sacerdote lo felicitaba por haber pasado las pruebas, ahora el aspirante ya estaba iniciado en el linaje de las águilas y los jaguares. El aspirante se paraba en su lugar de origen, el cual estaba situado, detrás de las garras del jaguar. El sacerdote le ayudaba a bajarse y se disponía a abandonar el templo sagrado de iniciación cuando el sacerdote le invitaba a que antes de salir de las instalaciones volteara hacia atrás. El aspirante obedecía y miraba hacia atrás, observaba admirado el edificio que se erguía frente a el. El lugar donde había estado era solo un nivel, mas arriba de este, se levantaban majestosamente otros siete niveles. Cada vez que veía uno, el que seguía era mas hermoso, solo podía ver el iniciado las fachadas y puertas de los templos, solo le permitían eso por el momento. En eso le interrumpe el gran sacerdote y dice: cada templo que ven tus ojos, corresponden a tus templos internos, cuando alumbres tu primer templo, cuando conquistes tu primer serpiente de fuego, recibirás la enseñanza en el segundo templo que ves, es exactamente arriba de donde te has iniciado hijo mío. Ahí recordaras tantas cosas nunca han pasado por tu mente. Ten en cuenta que en medida que vayas haciendo meritos y eliminando tus bestias internas, en esa medida iras conociendo cada uno de esos templos sagrados, pero sábelo bien, nadie podrá hacerlo por ti, ni invocando a los dioses santos, ni rogando a los grandes seres celestiales.
Tu, tu tienes que recorrer el camino, un camino áspero un camino doloroso, lleno de esfuerzo sobrehumano, pero al final la recompensa serán obtener las coronas caídas en el laberinto del olvido, tesoros que pertenecen al Gran Águila Padre Madre. El nuevo iniciado asumía con humilde movimiento de cabeza en forma afirmativa. En seguida el nuevo iniciado, se dirigía a la puerta de salida para bajar caminando por donde había subido. En eso, el gran sacerdote lo toma de la cintura y lo levanta por los aires, en pocos segundos estaban en la parte mas baja del cerro sagrado. El iniciado ya abajo, le daba las gracias al gran sacerdote y se retiraba muy contento hacia su hogar. Su vida ahora comenzaba en realidad. Para más información visita: www.lagnosisdevelada.blogspot.com