Yo soy Sofía una niña de 12 años y vivo con mi mamá en una casa a medio derrumbarse no la arreglamos porque no tenemos el suficiente dinero, apenas nos alcanza para comer. Mi mamá hoy en la mañana se levantó muy enferma se endureció sus manos y tenía mucha fiebre, tuve que llamar al doctor Andrés el único doctor que existía en el pueblo, él le puso ampollas y le receto un montón de pastillas, con el dinero que mi mamá había ganado en la venta de pachamanca ayer, le pagué al Doctor, él me dijo que tenía que ser fuerte en cualquier momento mi mamá se iba a morir por que tiene una enfermedad mortal, paso una semana desde ese día y mi mamá no mejoraba al contrario cada día se ponía peor, mamá tenia ahorrado 1000 soles para que lo usara por cualquier emergencia, gaste 100 soles para cubrir todos los gastos de esa terrible semana, yo estaba volviendo a mi casa llevando las medicinas necesarias para mi madre, entre a mi casa y encontré a mi mamá muy enferma a su lado estaba el doctor quien me dijo que no se podía hacer nada para salvarla, mi mamá pronuncio sus últimas palabras: hija con el dinero que sobro de mi ahorro vete a Huánuco en busca de tu padre él es un empresario muy conocido, su nombre es Lucas Espinoza… hija sal por la puerta de trasera y aunque escuches disparos no mires atrás, ah me olvidaba llévate esa caja y tu mochila, ya el doctor lo lleno de cosas necesarias; ahora vete. Yo me fui corriendo sin mirar atrás como me dijo mi madre y de pronto escuche dos disparos me asuste corrí más y más rápido, quise volver pero en mi pequeña cabecita pasaba un montón de preguntas como por que residen me aviso mi madre que tenía un papá o por que la mataron acaso ella ya sabía que eso pasaría… rayos, tantas preguntas pero ninguna respuesta. No supe a donde ir entonces ice lo primero que se me vino a la mente que era tomar un carro e irme directo para Huánuco, unas horas después ya estaba ahí, baje del auto y me acerque a la plaza, me senté en uno de los bancos y revise mi mochila ahí estaba ropa y un libro que decía la Pachamanca de Sofía, también decía que era del año 1639 pero mi gran pregunta era por qué decía La pachamanca de Sofía si en ese entonces yo no existía, no podría estar hablando de mí. Una señora se acercó y me dijo: Niña soy una representante de niños abandonados, yo me sorprendí y le dije: porque piensas que estoy abandonada entonces ella me respondió porque estas muy triste y sola aquí no es muy usual que una niña tan pequeña este por aquí sola. Yo la veía muy amable entonces decidí acompañarla me llevo en una casa muy grande tenía dos pisos, entramos y me dijo: Sofía tu haca tienes que trabajar, que sabes hacer, yo le dije: yo se cocinar mi mamá me enseño desde muy pequeña, entonces ella me respondió: Prepárame la comida que más te sale mejor, si me gusta te quedas si no te vas. Ella me llevo a la cocina y me dijo ¡Ya prepáralo! Yo me guie con el libro que mi mamá me había echado en la mochila, eran los ingredientes más raros según yo, bueno poco tiempo después ya casi estaba listo, solo faltaba un último ingrediente que decía una pisca de amor y sal, yo no estaba muy segura de lo que iba a hacer, entonces me acorde lo que mi mamá me decía siempre Sofía el amor es uno de los principales ingredientes de la vida, nunca supe que quería decir hasta hoy, uff ya había terminado, todo parecí que iría bien, hay no dije yo, ya se acerca, sus pasos se escuchaban hasta la cocina, me apure en servir la pachamanca, y con un fuerte golpe abrieron la puerta, era la señora, felizmente yo ya había terminado de servir, me miro y bruscamente se sentó en la silla. La note renegando como si no le hubiera gustado en ese preciso momento que me iba a dar la respuesta sentí una gran angustia, se
hacía un gran nudo en mi pequeña garganta, ella me dijo: esta delicioso, puedes pasar la noche aquí. Me sentí aliviada, pero me llevo a un cuarto, ahí me dijo: ok por ahora aquí pasar la noche. Donde quieres trabajar me dijo ella entonces yo le respondí: en la calle, ella me dijo: ok, ahí está un carrito; yo comencé a cocinar, todo al poco ratito ya estaba listo, solo faltaba muy poco para que esté listo la Pachamanca. Ya termine ahora me voy a vender die yo, de repente apareció la señora y me dijo: todo el dinero que ganes en la venta de tu platillo me lo darás a mí, eso cubrirá los gastos que me estas ocasionando. Me fui a vender, ya estaba en la plaza, pro nadie me venía a comprar, tuve que promocionar mi producto ¡Vendo! ¡Vendo una rica pachamanca de la hermosa sierra¡ en ton por fin alguien me animo en venir a comprarme, era un señor que me dijo: deme un plato para llevar y yo le respondí ok. Senti una enrgia muy buena, sentía que ya conocía a ese señor desde mucho antes. Al día siguiente el señor trajo a mas personas, y esas personas trajeron a más y más, así fue como mi negocio pasaba ser el favorito de la plaza, ya tos me venían a comprar, y yo cd ves que venía alguien le preguntaba sobre mi padre Lucas Espinoza, pero nadie sabía nada, de repente llego un señor diciéndome acaso estas buscando Hija, yo le respondí claro que si papá, ya se lo que paso con tu mamá, en verdad lo siento mucho, por culpa de mi madre ahora la tuya está muerta; que acaso mi bula la mano a matar y el me respondió que sí. Aunque ya sabía la vedad me sentí muy trise, mi papá me dijo: Vente a vivir conmigo, yo acepe, fuimos a su casa y su esposa me enseño a cocinar muchos potajes y juntos fuimos a vender entonces la gente nos compraba mucho fue así que desde ese momento sentí que nuestra gastronomía puede unir corazones.
Nikol Loyola Aguilar.