LA BIBLIA Y EL OCULTISMO La Biblia condena categóricamente, sin excepción, todas las prácticas del ocultismo. En Deuteronomio 18:9-14, nos muestra de una manera muy clara como Jehová da un mandamiento a todo el pueblo de Israel de no practicar el ocultismo, como pasar a su hijo o a su hija por el fuego, la adivinación, la hechicería, etc, pues dice claramente que es de abominación a Jehová. Pero no solamente el Antiguo Testamento condena el ocultismo sino también el Nuevo Testamento lo hace (Gálatas 5:20). En Efeso, muchos de los que practicaban el ocultismo se hicieron creyentes en Jesucristo y renunciaron a sus prácticas ocultistas. "Así mismo muchos de los que habían practicado la magia trajeron sus libros y los quemaron delante de todos..." (Hch.19:19).