Julio Cesar Onetti - El Tango Y Su Tematica Libro

  • November 2019
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  • Words: 50,547
  • Pages: 108
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PROLOGO Tal como el titulo lo adelanta y el índice lo detalla, “EL TANGO Y SU TEMATICA” lo invita a transitar cada tango y cada historia por los “intrincados senderos, para ayudarlo a entender su esencia, su mensaje y su riquísimo contenido”. JULIO CESAR ONETTI toma autores, compositores, intérpretes, instrumentos, situaciones, sentimientos y en un crisol de 2 X 4 nos cuenta la génesis del Tango transitando luego por las logradas e inolvidables letras trayendo al presente la multiplicidad de las historias de vida del hombre argentino que en ella se insinúan o abiertamente se relatan. Reconocemos en ONETTI al estudioso auténtico, al rastreador profundo, al buceador incansable en la fuente del repertorio tanguero con la única y encomiable finalidad de acercar a las distintas generaciones un material imprescindible en toda biblioteca: “EL TANGO Y SU TEMATICA”. En este volumen se habla de lo nuestro, de lo popular, del maquillaje y las pilchas, se nos viste de jetra, funyi y lengue, para pasear en tranvías, mateos, carretas o colectivos por los antiguos paisajes de los barrios donde escucharemos el piropo de la barra o la ceremonia del pedido de mano a la novia propuesta para el matrimonio. Los amigos iremos a cotorros y bulines, tocaremos el piano, el bandoneón o el violín entre gauchos y criollos, mientras cada farol alumbrará el paso del organito; en los cafés surgirán amables las cosas de los naipes, la suerte, el destino, las milongueras, el padre o la madre, salpicando serpentinas en los carnavales de antaño. Saldrán a la pista de los bailongos famosos mientras algún chamuyo misterioso compartirá la gira tan a flor de piel que, cabe aquí la advertencia para los “jóvenes veteranos”: se entrará tan de lleno en la emoción de la nostalgia, la melancolía y el esplín que será necesario tener a mano un pañuelito y que quizás ruede un lagrimón... porque el autor nos retrotraerá a un ayer presente en los tangueros que peinan canas; ayer de puertas abiertas a los que se inician, ayer para el convite de continuar silbando un tango sentimental o canero, con denuncias y protestas, con colores, para dar lugar de estremecer a lo hembra o a lo macho en bodegones o cantinas con los adioses y la esperanza de las vueltas y regresos... ¿Hablar de la obra? ¡Menuda tarea hablar de la Vida! Y sobran los prologuistas cuando ya ONETTI, a través de su verbo lo hace con profesión y profusión y con el estilo del Maestro; a pura claridad, naturalmente, para ser entendido en cada vocablo, cada cita, cada uno de los cientos de ejemplos... ”percanta que me amuraste en lo mejor de mi vida...”, “aquel que solito entró al conventillo...”, llevan al lector, con el mayor respeto, adonde él quiere: evocar, conocer, registrar, silbar, tararear o cantar cada letra, cada melodía con el agregado de su parte de acotación justa. Nos decía alguien poseedor de notable sabiduría cuando se elogiaba su facilidad para recordar información: “¡Claro que tengo buena memoria, pero primero tuve que estudiar!”. En la Comarca de su hermosa Viedma, Patagonia Argentina, JULIO CESAR ONETTI lleva muchos años conduciendo programas de tango en distintas emisoras donde tuvo que tomar los cientos de títulos, historias y pasiones que seria y minuciosamente estudió y aprehendió. Es por eso que lo imaginamos, organizada la idea, firme y sin titubeos tomar el cincel, trabajar la escultura y colocar la escritura sobre las páginas en blanco transpirando la camiseta del escritor-historiador empecinado en dar lo mejor de su saber tanguero para, por fin “erudito y humano”, presentar “EL TANGO Y SU TEMATICA”, un nuevo hijo con el olor a tinta fresca característico con este libro cargado de conocimientos, un poco barrilete azul con la esperanza atada a su cola para que ahora, a partir del momento en que usted lector inicie la lectura, lo remonte en sus ojos, en su alma, en su cielo y pueda, solito, volar. AMALIA OLGA LAVIRA

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LA TEMATICA TANGUERA Tratar de comprender el tango y encontrar las razones del inexplicable milagro de su permanencia obliga a profundizar en el estudio, no solo de su música y su renovada y renovadora coreografía, sino también, y quizás en mayor medida, de sus letras. Algún trasnochado detractor, sin duda alguna poco conocedor del tango, dijo alguna vez que este era un prontuario policial con letra; no obstante, a medida que se profundice tratando de encontrar qué temas utilizan los poetas para plasmar su mensaje, su reflejo de la realidad y el elevadísimo vuelo de su inspiración; se ingresa a un universo de sorprendente e inesperada riqueza, que es algo más que el simple lamento del bacán amurado. En primer lugar se encuentra que el tango es una música con letra decididamente evolutiva, que pasa de alguna letrilla zafada, propia de los lupanares que le sirvieron de cuna, a convertirse en una de las cúspides poéticas que existen en la música popular. Sus poetas han sabido pintar con maravilloso realismo todas y cada una de las épocas que transitaron y han retratado con total fidelidad y realismo una riquísima galería de personajes que eran su esencia y con una admirable economía de palabras ubican al oyente o lector de sus letras en los distintos y coloridos paisajes del arrabal ciudadano. Tan rica y tan variada es la temática que abarca las letras del tango, que en casi quince años de realizar diarios programas radiales no he podido agotarla. Desde un principio he considerado que hacer un programa de tango es mucho más que hablar de bueyes perdidos o leer alguna publicación al respecto pasando algún tanguito de vez en cuando o, lo que es peor aún, de pasar uno o más tangos limitándose a anunciar únicamente sus títulos. Creo que un conductor auténticamente tanguero debe necesariamente dominar la historia y el conocimiento de sus figuras con total solvencia; dado que es menester no solo hacer escuchar y difundir las distintas interpretaciones sino también conducir a quienes gustan del tango y muy especialmente a quienes se asoman por vez primera a este encantado mundo por sus intricados laberintos para ayudarlo a entender su esencia, su mensaje y su riquísimo contenido. Es por ello que a lo largo de los años he tratado siempre de presentar mis programas contando breves pero interesantes historias, tratando de llamar la atención del oyente sobre determinado pasaje musical o destacando algún llamativo giro poético, todo esto agrupado y abarcando una determinada temática, algunas veces referida a la obra de algún autor o compositor. Lo antedicho me habilita para ofrecer este trabajo al interesado en profundizar en las características que hacen del tango una expresión única en el mundo. Finalmente, deseo efectuar un par de salvedades; en primer término, el lector encontrará términos como abandonao, bailao, fueye, taya, etc.; no se trata de errores de ortografía, sino simplemente de argentinismos que aparecen en los títulos de algunos de los temas citados. La segunda observación es sobre los autores y compositores de esos temas; puede que en algún tema no figuren y tal vez en algún otro caso la cita sea incorrecta. Sucede que en la mayoría de las veces los mismos han sido obtenidos de la grabación, no de la partitura original; y en varios casos los mismos pueden ser equivocados.

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CAPITULO I – Antecedentes Los primitivos tangos, que datan de finales del siglo XIX y de los cuales dijo Horacio Ferrer que eran apenas borradores del naciente género musical eran de propósito netamente bailable. No obstante los alegres parroquianos que disfrutaban esas tenidas danzantes solían improvisar letrillas de claro sentido prostibulario. No es casual que algunos de los primeros tangos que han rastreado los historiadores se titulen "El Queco ", "Señora Casera", "Andate a la Recoleta", "Señor Comisario" y "Pejerrey con papas", todos anónimos y fechados entre 1874 y 1880. Algunos de esos temas denuncian desde su mismo titulo un doble sentido; "Siete Palabras" (Prudencio Aragón-Juan Maglio), se llamaba en realidad "Siete pulgadas" y el tema conocido como "La Cara de la Luna" (Manuel Oscar Campoamor), escondía su titulo original bajo el eufemismo de "La C... de la L...". Ya comenzado el siglo XX surgen algunos letristas que adicionan textos con una clara influencia del cuplé español, todos ellos redactados en primera persona, "Yo soy la morocha, la más agraciada, la más renombrada de la población..." (La Morocha /Enrique Saborido-Angel Villoldo); "Soy nacido en Buenos Aires, me llaman el porteñito, el criollo más compadrito que haya nacido en el pago..." (El porteñito /Angel Villoldo-Antonio Polito), etcétera. Fue en 1917 que el poeta Pascual Contursi comete la travesura de ponerle letras, a veces sin la autorización del compositor, a tangos ya existentes y cuando escribe los versos del tango Lita lo hizo utilizando el lenguaje del hombre de la calle: "Percanta que me amuraste en lo mejor de mi vida/ dejándome el alma herida y espinas en el corazón..." (Mi noche triste /Samuel Castriota-Pascual Contursi) marcando un hito histórico porque estaba inaugurando, tal vez sin proponérselo, una nueva forma de expresión; los tangos con argumento que cuentan historias reflejo de la vida cotidiana y lo hace con el idioma propio de los argentinos. De ahí en más los poetas del tango comienzan a explorar senderos y a experimentar posibilidades que irían jalonando las distintas épocas transcurridas reflejando sus paisajes, sus personajes y su problemática. La temática a la que recurren es tan rica como variada y abarca prácticamente todos los aspectos de la vida. En este trabajo se han separado los distintos temas, citándose algunos pasajes de las respectivas letras de uno o más de los tangos, valses y milongas que tratan de ellos. En algún caso, un mismo titulo puede aparecer una o más veces, dado que es probable que una misma letra incursiones en más de un tema; además en todos los casos se han citado solamente algunos títulos, ya que la temática es mucho más rica y extensa y sería totalmente imposible citar la totalidad de los temas.

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CAPITULO II – Los Instrumentos Del Tango El tango tiene sus instrumentos claramente identificatorios desde aquellos primitivos tríos con la infaltable guitarra o mandolina, a los que se agregaba una flauta, un arpa, un violín o un simple peine, con el posterior agregado del piano y la inexplicable y milagrosa adopción del bandoneón. Es notorio el hecho de que en sus letras siempre aparece el homenaje que el tango hace a los instrumentos que le permitieron expresarse. Veamos los títulos de algunos de los tangos, valses y milongas que hablan de los distintos instrumentos.

LA GUITARRA Este instrumento inaugural de la expresión tanguera figura en los títulos y letras de infinidad de temas; sin duda por herencia del gaucho, los primitivos intérpretes se sirvieron de la guitarra. "Con flauta y guitarra" (Lacasa), es una milonga que evoca una de las primeras conjunciones de las que los tangueros se han servido, tal vez por la facilidad de su transporte. Pero desde "La guitarrita" (Eduardo Arolas), pasando por las milongas "La guitarrera" (Dadino) y "Cien guitarras" (Arturo Gallucci-Raúl Hormaza); llegamos a la añoranza de aquella "Vieja viola, garufera y vibradora;/ de las horas de parranda y copetín,/ de las tantas serenatas a la lora/ que hoy es dueña de mi cuore y la trompa del bulín..." (Vieja viola /Humberto CorreaOsvaldo Falero Frías); y a la "Guitarra, leyenda pura de barrio,/ de patios llenos de parras y de amor de manso percal;/ algún cantor Don Juan lloró unos ojos negros..." (Guitarra /Miguel Bucino); a la historia de "Aquel que solito llegó al conventillo/ echado a los ojos el funyi marrón,/ botín enterizo, el cuello con brillo,/ pidió una guitarra y por ella cantó..." (Ventanita de arrabal /Antonio Scatazzo-Pascual Contursi) hasta la “Guitarra, guitarra mía” (Carlos Gardel-Alfredo Le Pera) que cantó el Morocho; la "encordada", como se la llamaba cariñosamente, fue evocada una y otra vez por los troveros del naciente tango. Es que aquello pioneros, cuando intentaron sus primeros pininos en el universo del pentagrama fueron todos guitarreros intuitivos. Luego llegarían instrumentos más complejos o de mayor sonoridad, pero por siempre quedará vibrando el emocionado cantar que decía "Guitarra, guitarra mía/ por los caminos del viento;/ suenan en tus armonías/ coraje, amor y lamento..."

EL BANDONEON Nadie sabe a ciencia cierta cómo ni cuándo llegó el primer bandoneón a estas playas. Este instrumento, que fuera creado como órgano portátil para oficiar en las ceremonias de las pequeñas aldeas de la germana Bavaria, que era de muy difícil ejecución y cuya técnica de afinación y método de enseñanza eran totalmente desconocidos; fue tomado por los intuitivos pioneros del naciente tango que recorrieron inexplorados senderos, que desentrañaron los arcanos de su sonido y descubrieron impensadas posibilidades a la que convirtieron esa voz gris y rezongona, tal vez porque en esa voz resonaban ya esperadas nostalgias surgidas de un sonido definitivamente relacionado con el decir tanguero una y mil veces cantado por los vates de arrabal; "Lastima bandoneón, mi corazón, tu ronca maldición 5

maleva,/ tu lágrima de ron me lleva/ hasta el hondo bajo fondo/ donde el alma se subleva..." (La última curda /Aníbal Troilo-Cátulo Castillo); cuando el poeta se permitió tutearlo le dijo: "El duende de tu son, che bandoneón, se apiada del dolor de los demás,/ y el estrujar tu fueye rezongón/ se arrima al corazón que sufre más..." (Che bandoneón /Aníbal Troilo-Homero Manzi); incluso le reprochó "Fueye, no andés llorando tristezas..."(Fueye /Charlo-Luis César Amadori; o se convirtió en su confidente "Bandoneón, porque ves que estoy triste y cantar ya no puedo,/ vos sabés que yo llevo en el alma/ marcao un dolor..." (Bandoneón arrabalero /Juan Deambroggi-Pascual Contursi); sentenciando el poeta: "Son cosas del bandoneón, que se ha puesto a rezongar..." (Son cosas del bandoneón /Enrique RodríguezEnrique Cadícamo); "Pa' que te oigan, bandoneón", se jactó Tita Rossi; "Mi bandoneón y yo nacimos juntos..." aseguraba el cantor en (Mi bandoneón y yo /Rubén Juárez), a la vez que le preguntaba "Qué tango hay que cantar, decime, bandoneón..." (Qué tango hay que cantar /Rubén Juárez-Cacho Castaña), y sigue cantando el poeta a ese amigo inseparable, fiel y confidente: "Bandoneón amigo, con tus teclas dije penas y alegrías;/ bandoneón amigo, en tu fueye se amontonan horas mías..." (Bandoneón amigo /Osvaldo Fresedo-Homero Manzi); o diciéndolo al vesre: "Quise borrar lo amargo del fracaso/ que me arrastró a la fría soledad;/ contándole mi angustia al fueye/ que a veces sin querer me vio llorar..." (Amigo bandoneón /José Greco); "Unas notas de bandoneón/ en la noche de mi arrabal;/ son las notas de un corazón/ que al pasar el viento trae..." (Notas de bandoneón /Jorge Curi-Enrique Cadícamo); "La vi pasar con otro amor,/ la iba a llamar y me aturdí;/ y es por eso que esta noche,/ bandoneón, lloras por mí..." (Mientras gime el bandoneón /Enrique Cadícamo); "Mi viejo fueye malevo/ hoy, como vos, estoy listo,/ porque por siempre dejé en tu registro/ enterrao mi corazón..." (Cuando tallan los recuerdos/Rafael Rossi-Enrique Cadícamo); Aníbal Troilo tuvo su homenaje en tiempo de tango: "Aníbal bandoneón, dame tu acento/ en la voz de tu fueye está su voz,/ su voz de lágrimas que bebí en su aliento,/ su voz de lágrimas que bebí en su adiós..." (Aníbal bandoneón /Enrique Cadícamo); finalmente, Juan de Dios Filiberto estableció su himno definitivo cuando volcó en el pentagrama las lastimeras notas de "Quejas de bandoneón", el tango que puso alas en los dedos de los intérpretes del mágico instrumento.

EL PIANO A diferencia del popular fueye, el piano, si bien es integrante primordial del decir tanguero, aparece en muy contados versos. "El dientudo", en lunfa decir, se relacionó con el tango como instrumento solista de los primitivos peringudines en los dedos inaugurales de Manuel Oscar Campoamor, Samuel Castriota y el "Johnny" Prudencio Aragón. Cuando se sumaron otros instrumentos, el piano les puso el ritmo machazo marcando en compás de 2 x 4. Debió esperarse la llegada a renovadores como Roberto Firpo, Francisco De Caro y Juan Carlos Cobián para que el piano alcanzara la totalidad de sus posibilidades sonoras. Cuando comenzamos a rastrear los temas en que el piano es protagonista, de inmediato resalta un hecho; siempre está relacionado con romántica poesía: "Esta puerta se abrió para tu paso;/ este piano lloró con tu canción,/ esta mesa, este espejo y estos cuadros,/ guardan ecos del eco de tu voz..." (Ninguna / Raúl Fernández Siro-Homero Manzi); "Te lo dirán con los pianos y violines más lejanos;/ te lo dirán con sus sones/ los nocturnos acordeones..." aseguraba el mismo Homero en el vals "Llorarás, llorarás" (Hugo Gutiérrez-Homero Manzi); "El piano 6

está mudo, tus ágiles manos/ no arrancan el tema de un tango tristón..." (De todo te olvidas /Salvador Merico-Enrique Cadícamo), tango inspirado en el poema "Tu secreto", de Evaristo Carriego; "Pisito que puso Masple, piano, estera y velador,/ un telefón que contesta, una fonola que llora/ viejos tangos de mi flor/ y un gato de porcelana/pa’ que no maúlle al amor...", anunciaba en la intimidad de (A media luz / Edgardo Donato- Carlos César Lenzi); "Y tus manos en el piano acariciaban / los nocturnos y los valses de Chopin...", soñaba la evocación de aquellas "Noches de luna" (Daniel Alvarez-Rafael Buono); finalmente, llegaba la promesa a "La señora del chalet": "Tendrás piano y qué sé yo..." (Edmundo Rivero-Pagano) y con hondo romanticismo escribía el poeta: "Te sorprendí junto a tu piano sollozando...", en su tierno homenaje "A una mujer" el dulce vals de Horacio Salgán y Carmelo Volpe.

EL VIOLIN Instrumento fundacional del tango, presente en su misma cuna, la suave voz del violín coreó en sus albores las juguetonas melodías; años después, con la llegada de los inmigrantes judíos, muchos de ellos eximios violinistas, "el jamón", como lo llamaban con mucho gracejo, entabló fieros contrapuntos con su hermano bandoneón y su canto encalló para siempre en el alma de los tangueros. "Violín sentimental, vuelve a tocar esa canción inolvidable..." ruega el poeta en los versos de "La canción inolvidable", el precioso tango de Roberto Zerrillo y Carlos Bahr; el violín, siempre presente en tiernas historias de amor sentimental: "Es una casita blanca, con ventanal al jardín,/ se oye muy suave a lo lejos la armonía de un violín..." (Cómo se muere de amor/ Daniel Alvarez); "Que te cuente mi violín" de José Raineri y José Rótulo y "Te llama mi violín" del virtuoso Elvino Vardaro con versos de Cátulo Castillo, son temas que desde su mismo titulo denuncian la intención de su homenaje y Héctor Laparceri elevaba su gozo diciendo "Mi corazón es un violín". El hermano mayor del violín, el contrabajo, también se hace presente en "Bajo romántico" del bajista Oscar Murtagh y el Pepe Libertella y, en homenaje al "Gardel del contrabajo" como llamaba Pichuco a Quicho Díaz, Astor Piazzolla le permitía lucir su virtuosismo en los temas que le dedicara "Quicho" y "Contrabajeando".

LOS CANTORES Cuando el tango subió de los pies creativos de los bailarines a los labios del poeta para hacerse canción, necesariamente debió recurrir a sus lejanas raíces para poder encontrar su propia expresiva identidad que ya se hallaba presente en el recuerdo de los primitivos payadores, los que recibieron justiciero homenaje en algunos temas, abundantes en historias: "Cuentan que fue la piba de arrabal,/ la flor del barrio aquel,/ que amaba un payador...", narraba el cruento desenlace de "Duelo criollo" (Juan Rezzano-Lito Bayardo); a la vez que recordaba "La llevó un payador de Lavalle, cuando el año 40 moría..." (La pulpera de Santa Lucía / Enrique MacielHéctor Pedro Blomberg); y continuaba "Hasta el pago llegó un día/ un gaucho que nadie conocía;/ buen payador y buen mozo,/ cantó con voz lastimera..." (La uruguayita Lucía/ Eduardo "Chon" Pereyra-Daniel López Barreto); y Julián Plaza los evocaba en tiempo de milonga con "Payadora" y el Chula Gabriel Clausi junto a Mario Gomila rendían su homenaje en "A los payadores". Se recordaba "La pena del payador" (Luis Servidio-Eduardo Escaris Méndez); el pionero "Betinoti" quedaba perpetuado en los versos y la música de Homero Manzi y Sebastián Piana y se 7

cerraba una época con "El adiós de Gabino Ezeiza" (Enrique Maciel-Héctor Pedro Blomberg). El acervo tanguero se enriqueció más tarde con las historias que los propios cantores plasmaron en sus recuerdos; Mercedes Simone nació, vivió y murió "Cantando", toda una filosofía de vida que volcó en su tango; el Polaco Roberto Goyeneche ascendió de ser el simple "Cantor de mi barrio" (José Riverol-Francisco Loiácono "Barquina"), para constituirse en la voz de todo un pueblo con el "Cantor de Buenos Aires" (Juan Carlos Cobián-Enrique Cadícamo). Angel Cárdenas con su tema siguió "Este destino cantor", y cantaban los vates: "Entonces tú tenías dieciocho primaveras, yo veinte y el tesoro preciado de cantar..." (Misa de once /Juan José Guichandut-Armando José Tagini); "Mi barrio reo, mi viejo amor; oye el gorjeo, soy tu cantor,/ escucha el ruego del ruiseñor, que hoy que está ciego canta mejor..." (Barrio reo /Roberto Fugazot-Alfredo Navarrine). En cambio Roberto Medina contaba en su aubiográfico "Pucherito de gallina" que "Entre otras cosas, me daba por cantar...". Muchos otros temas narran estas historias de cantores, pero no puedo cerrar esta recorrida sin traer una vez más el recuerdo de "Aquel que solito llegó al conventillo, echado a los ojos el funyi marrón; botín enterizo, el cuello con brillo, pidió una guitarra y para ella cantó..." dejando por siempre esperando a la muchacha acodada en la "Ventanita de arrabal" (Antonio Scattazzo-Pascual Contursi). Claro, como sentencia la milonga "Oro de ley" (Aldo Junissi-Carlos Waiss) "No canta aquel que quiere, sino el que sabe cantar...".

DE GAUCHOS Y CRIOLLOS La mirada de los gauchos acostumbrados a abarcar el paisaje infinito de la pampa, les haya dado tal vez una filosofía de vida y un sentimiento muy distinto al del hombre limitado por el mezquino paisaje ciudadano y el tango así lo testimonia en esta temática, desde la evocación del “Chambergito de los gauchos” de Pedro Caramillo a la triste evocación de esa soledad: "Contemplando las tardes a la sombra del rancho/ parecieras un alma que se ha puesto a fumar..." (Conservando recuerdos / Osvaldo Fresedo-Homero Manzi), los poetas del tango lo han plasmado en el intenso drama del (Sentimiento gaucho /Francisco Canaro - Juan Andrés Caruso) "En un viejo almacén del Paseo Colón,/ donde van los que tiene perdida a fe,/ todo sucio, harapiento, una tarde encontré/ un paisano sentado en oscuro rincón..."; contando también que "Bajo el dolor de esa profunda llaga/ conque la infiel ha muerto su esperanza,/ y sin más ley, la ley de la daga/ le haría pagar su sed de venganza... (Honor gaucho /Agustín Magaldi-Juan Bautista Fugilniti) o describiendo el idílico paisaje: "Luciendo su color de esperanza luce el campo su paisaje/ y el viento hace vibrar su cordaje en los pastos y en la flor;/ yo tengo mi ranchito en la loma, donde cantan los zorzales,/,margaritas y rosales han brotado para vos..." (Nido gaucho /Carlos Di Sarli-Héctor Marcó); "Ven aquí junto a mi lado, reclina tu cabecita,/ y has de oír cómo palpita con delirio el corazón..." (Delirio gaucho /Alfredo Gobbi); y finalmente "Un rancho casi oculto, de pobre, humilde alero,/ desnudo entre las ramas de madreselva en flor;/ en medio de ese cuadro la voz de un buen cantor..." (Idilio gaucho /Luis Castagno). El crisol de razas de esta tierra dio lugar al nacimiento de sus hijos llamados genéricamente criollos que son representados en las letras de los tangos con sus dramas y sus conflictos; diciéndolo musicalmente en "Orgullo criollo", el tango de Julio De Caro y Pedro Láurenz o el dulce tema de Lidio Fasoli “Valsecito criollo”. Pero además puede contarnos que "Cuando la luna serena/ baña con su luz de plata/ 8

como un sollozo de pena/ se oye cantar su canción;/ la canción dulce y sentida/ que todo el barrio escuchaba/ cuando el silencio reinaba/ en el viejo caserón..." (Duelo criollo /Juan Bautista Domingo Rezzano-Lito Bayardo) o escuchar al trovero decir: "Criolla linda y querendona/ no desprecies mi cantar,/ porque traigo en mi bordona/ la suave caricia de mi madrigal..." (Criolla linda /Vicente Gorrindo-Bernardo GerminoLuis Rubinstein).

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CAPITULO III – El Arrabal, Cuna Del Tango Cuentan los historiadores que fue en los Corrales Viejos, en la periferia de la Gran Aldea, donde el tango nació. Tuvo paisajes y personajes propios cuyo recuerdo podemos rescatar recorriendo las letras de su cancionero. El Zorzal Carlos Gardel fue su representante auténtico, cantando con total autoridad "Arrabal amargo, metido en mi vida, como la condena de una maldición..." (Arrabal amargo / Carlos GardelAlfredo Le Pera), o entonando con su voz incomparable su inmortal “Melodía de arrabal” (Carlos Gardel-Alfredo Le Pera-Mario Battistella) . En la letra de este tango están prácticamente todos los elementos que una historia necesita, los personajes rodeados por su entorno para que el argumento fluya con total naturalidad, para terminar añorando el tiempo aquel: "Yo te canto envenenao,/ engrupido y amargao/ y me separo de vos./ Adiós, arrabal porteño,/ yo fui tu esclavo y tu dueño/ y te doy mi último adiós..." (Adiós arrabal /Juan Bauer-Carlos César Lenzi).

LOS PAISAJES Es tal la riqueza descriptiva de algunos tangos que recorrer sus versos equivale a mirar una fotografía o apreciar un cuadro paisajístico. Tal vez la historia arranque en 1918 cuando dice el poeta: "Un callejón en Pompeya/y un farolito plateando el fango,/ y allí un malevo que fuma/ y un organito moliendo un tango..." (Sobre el pucho /Sebastián Piana-José González Castillo), posta que fue tomada por las siguientes generaciones: "Un pedazo de barrio, allá en Pompeya,/ meciéndose al costado del terraplén;/ un farol balanceando en la barrera/ y el silencio de adiós que llora el tren..." (Barrio de tango /Aníbal Troilo-Homero Manzi), pintando con certeras pinceladas cómo era un retazo de arrabal. A veces al paisaje se agrega una historia: "Lejos pasaba un coche,/ cual centinela que la ronda terminó/ la luz tristona de un farol/ como un lamento se apagó..." (Yo te bendigo /Juan de Dios Filiberto-Juan Bruno); con admirable poder de síntesis, el tango nos ubica en el centro mismo de la escena cuando dice: "Una calle en Barracas al Sur, una noche de verano, cuando el cielo es más azul y más dulzón el canto del barco italiano..." (Silbando / Sebastián Piana-Cátulo Castillo-José González Castillo). El tango "Del suburbio" (Oscar Sabino- Víctor Lamanna), describe "Veredas en sombras en noches sin luna,/ silbido malevo, tajante y tristón;/ acordeón a piano, canción de inmigrante,/ que va a las estrellas como una oración..."; el magnífico tango "Los cosos de al' lao" (Pedro Láurenz-Marcos Larrosa) comienza diciendo: "Sollozaron los violines, los fueyes enmudecieron;/ y en la sombra se perdieron/ las delicias de un gotán;/ un botón que toca ronda por no quedarse dormido,/ y un bacán que está escondido/ chamuyando en un zaguán...". Es como poder volver a respirar aquellos perfumes, apreciar aquellos personajes y volver al pasado gracias a la magia de los tangos.

LOS SIMBOLOS DEL ARRABAL Decir barrio, decir arrabal, antaño significaba imaginar de inmediato la penumbra apenas iluminada por el clásico e infaltable farol. Tal vez fue en el ya citado tango "Sobre el pucho" (Sebastián Piana-José González Castillo) donde se reúnen 10

todos los elementos que caracterizan un paisaje de arrabal: el farolito, el fango, el malevo y el organito. Otro poeta recurre al mismo símbolo cuando nos ubica en el "Callejón" (Roberto Grela-Héctor Marcó): "Un farolito que parpadea, tumbado y viejo sobre tu esquina..."; e insiste "Farolito viejo del barrio malevo, broncea la esquina tu pálida luz..." (Farolito viejo / Luis Tesseire-José Eneas Riú). Otro gran poeta del tango utiliza también su colorida paleta para decir "Un arrabal con casas, la esquina del recuerdo y un farol..." (Farol / Virgilio y Homero Expósito); y en "Yuyo verde" (Domingo Federico-Homero Expósito), simboliza "Un portón, un farol, igual que en un tango...". Podemos encontrar la acertada pintura de un gris paisaje en una "Larga noche" (Vallejos-Canapale): "Siempre la misma cantina,/ siempre en el mismo rincón;/ farol que alumbra la esquina,/ el Riachuelo, la neblina y un llorar de bandoneón...". Claro, el progreso fue borrando los símbolos de arrabal y el tango los añora cuando Cátulo patetiza la "soledad del último farol...".

EL BARRO Otro de estos símbolos, el barro o fango, aparecen en algunos escritos. Celedonio Esteban Flores tenía un cuaderno de poesías, uno de cuyos versos se hizo tango con similar titulo, "Chapaleando barro" (A.Castillo-C.E.Flores) donde dice: "Barrio de casas bajas por el lado de Pompeya,/ donde puso la miseria un brochazo de dolor;/ una patota de pibes juega al rango en el barro,/ y en la esquina hasta la masa un carro/ peludiando se quedó...". Horacio Basterra, que firmó la mayoría de sus numerosos temas como Horacio Sanguinetti asegura que "Mi corazón se encuentra mancillado,/ porque el barro lo ha salpicado..." (Barro/ Osvaldo PuglieseHoracio Basterra). "Yo la vi que se venía en falsa escuadra;/ se ladeaba, se ladeaba, por el borde del fangal..." (Fangal /Homero Expósito-Enrique Santos Discépolo) ironizaban dos de las figuras consulares del tango, ironía que está emparentada con la miseria de arrabal como en los tangos "Princesa de fango" (Enrique Mario Francini-Horacio Sanguinetti) y "Flor de fango" (Antonio Gentile-Pascual Contursi).

EL ORGANITO Otro símbolo de arrabal, al que mucho le debe el tango, es el humilde organito, que llevó su música hasta su último confín; no en vano se lo recuerda así: "Al paso lerdo de un pobre viejo, puebla de notas el arrabal;/ con un concierto de vidrios rotos, el organito crepuscular..." (Organito de la tarde /Cátulo Castillo-José González Castillo). El bandoneonista Juan Carlos Caviello lo llama "Organito del suburbio", una hermosa milonga; y el Pepe Libertella compuso junto a Ernesto Baffa un juguetón "Organito arrabalero". Se evoca otra vez su sonido así: "Dulce pianito orillero que al viejo barrio traías,/ ingenua melancolía, nostálgicas en tu son..." (Música de organito /Manuel Buzón-Hermanos Montero); se despidió a este símbolo arrabalero en "El último organito (Acho y Homero Manzi), profetizando que "Las ruedas embarradas del último organito/ vendrán desde la tarde buscando el arrabal...", para sentenciar que "Allí molerá tangos para que llore el ciego;/ el ciego inconsolable del verso de Carriego,/ que fuma, fuma y fuma, sentado en el umbral...".

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LOS PATIOS DE ARRABAL Aquellas casitas bajas y aquellos conventillos que adornaban el arrabal tenían obligatoriamente amplios patios adornados con parrales o glicinas que se convertían en el epicentro de todas las actividades sociales. Bautismos, casamientos, cumpleaños reunían a familiares, amigos y vecinos; basta recordar las letras de algunos tangos, como el ya mencionado "Ventanita de arrabal" que sitúa la escena diciendo "En un barrio Caferata, en un viejo conventillo;/ con los pisos de ladrillo, minga de puerta cancel..."; y se recuerda al "Patio de la morocha que allá en el tiempo,/ puso frescor de sombras sobre el alero;/ sobre tu piso pobre ladrillos viejos;/ junto a mi pecho triste tus ojos negros..." (Patio de la morocha /Aníbal Troilo-Cátulo Castillo); y lo toma como cosa propia: "Patio mío, donde mama me cebaba/ y el tango manso trenzaba/ cada noche un desafío;/ patio mío, de la ropita colgada,/ de la barra que silbaba/ y el sabalaje bravío..." (Patio mío / Aníbal Troilo-Cátulo Castillo); se pinta otro magnífico cuadro en "Jirón porteño" (Bernardo Tiggi-Alfredo Navarrine): "El conventillo luce su traje de etiqueta,/ las mozas van llegando dispuestas a mostrar/ que hay galas domingueras, que hay porte, que hay silueta,/ igual que los galanes deseosos de tanguear;/ la orquesta ya musita un tango acompasado,/ atacan los varones buscando en el montón/ la princesita rosa de rulo ensortijado/ que espera a su Romeo como una bendición..."; y cierra los recuerdos diciendo "Aquel del patio con el aljibe,/ cancel de hierro, cordial portón;/ que brindaste cuando era pibe/ aroma criollo, menta y cedrón..." (Menta y cedrón).

LOS BARRIOS Es proverbial el amor del argentino por su barrio natal, testigo de sus primeros juegos, sueños y amores; no es de extrañar entonces que se encuentren tangos que acarician esos recuerdos como preciosa joya: "Nací en este barrio, crecí en sus veredas,/ un día alcé el vuelo buscando triunfar;/ y hoy pobre y vencido, cargado de penas,/ he vuelto cansado de tanto ambular..." (San José de Flores /Armando Acquarone-Enrique Gaudino); "Ya no están tus viejas calles cubiertas de barro y sueño,/ hoy la cara te han lavado y el asfalto te vistió;/ y no encuentro como entonces a la linda muchachita/ que en la esquina de Venancio tantas veces me esperó..." (Paternal /Jorge Caldara); "San Telmo, calles de San Telmo,/ adoquines viejos, piedras que he pisado;/ al verlas conmigo he quedado/ tragando saliva cuando lagrimeó..." (San Telmo /Gerardo Matos Rodríguez-Ivo Pelay); "Como escapando al progreso/ del centro por los confines/ y coqueteando en la Quinta Bollini/ vive mi barrio, Palermo..." (Siempre Palermo / Torrado-Larroca); "¡Cómo recuerdo, barrio querido,/ aquellos días de mi niñez...!/ Eres el sitio donde he nacido/ y eres la cuna de mi honradez..." (Almagro /Vicente San Lorenzo-Arturo Timarni); "Barrio de Belgrano, caserón de tejas,/ te acordás, hermano, de las tibias noches sobre la vereda..." (Caserón de tejas /Sebastián Piana-Cátulo Castillo); "Aunque no tuve colegio a nadie supe faltar,/ y ando medio animado, con unos tragos de más;/ es que evocando el pasado se me dio por festejar. Como no tuve costumbre, media copa me hace mal..." (Soledad, la de Barracas /Tarra-Carlos Bahr); "Cortada de San Ignacio, rincón azul de mi barrio,/ tras un farol parpadeando donde ayer/ amaneció más de una vez algún cantor;/ vengo de lejos a verte, ya ves que no te he olvidado,/ Cortada de San Ignacio, vuelvo a ser aquel muchacho de ayer..." (Cortada de San Ignacio /Horacio Salgán-Carmelo Volpe); "Adiós, vieja esquina de mi barrio humilde,/ rincón de recuerdos de mi juventud..." (Vieja esquina /Mario Perini-Roberto Lambertucci); "Mi barrio reo, mi viejo amor,/ oye el gorjeo, soy tu cantor;/ escucha el ruego del ruiseñor/ 12

que hoy que está ciego canta mejor..." (Barrio reo /Roberto Fugazot-Alfredo Navarrine); "Barrio pobre, campo abierto de mis líricas andanzas,/ de mi libro de esperanzas sos la página mejor... (Barrio pobre /Alfredo Beldevere-Francisco García Jiménez.). La del barrio es una de las temáticas más abundante que podemos encontrar, existe infinidad de temas del mismo tenor, pero considero que con los ejemplos expuestos es más que suficiente. El tango termina llorando el paisaje que ya no está, derrumbado por la piqueta del progreso: "¿Dónde está mi barrio, mi cuna querida?/ ¿Dónde la guarida, refugio de ayer?/ Borró el asfaltado de una manotada/ la vieja barriada que me vio nacer...” (Puente Alsina /Benjamín Tagle Lara).

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CAPITULO IV – Los Escenarios Del Tango

ANTECEDENTES Es sabido que el tango se elevó desde su humilde cuna en los próstilos y ranchos de arrabal para ir conquistando distintos escenarios en su permanente avance. ¿Cuáles fueron esos escenarios? Basta recorrer las letras de los tangos que nos hablan al respecto para asistir a la los vívidos personajes, la historia y el paisaje de aquellos lugares llamados "las catedrales del tango" y puede decirse que esta es una de las temáticas que más veces han frecuentado los compositores y autores tangueros. Así podemos arrancar desde el remoto pasado e ir avanzando en el tiempo hasta llegar al presente. Fueron los propios protagonistas quienes se encargaron de plasmar sus recuerdos en música y letras testimoniales: "Milonga que en lo de Laura/ bailé con la Parda Flora,/ milonga provocadora/ que me dio cartel de taura..." (En lo de Laura /Antonio Polito-Enrique Cadícamo); "Yo soy el picaflor del norte,/ me he diplomao haciendo cortes;/ por diversión yo tayo y rompo/ y pa' bailar soy como trompo..." (El llorón /Eduardo Radrizzani-Enrique Cadícamo); un guitarrista que actuaba en esos peringundines reflejó la estampa de una de las bailarinas pioneras, la "China" Joaquina Marán, en (Joaquina /Juan Bergamino); y una milonga describe: "Zapatitos de raso, pa' bailar la milonga,/ zapatitos de raso con taquito francés..." (Zapatitos de raso /Jorge Dragone-Fernando Caprio).

LOS CABARETS Ya entrada la década del veinte, el tango avanza hacia el centro y se afirma en los cabarets como su escenario natural donde se hace culto del baile; es así que comienzan a tramarse historias, a surgir personajes con perfiles muy definidos y a tomar renombre sus legendarias marquesinas: "Armenonville" de Juan Maglio "Pacho" nombra uno de los primeros cabarets; y encontramos nombres de lugares y actores: "Te acordás hermano la rubia Mireya,/ que quité en lo Hansen al guapo Ribera..." (Tiempos viejos /Francisco Canaro-Manuel Romero). El cabaret, escenario de una y mil historias: "Aquel tapado de armiño/ todo forrao en lamé/ que tu cuerpito abrigaba/ al salir del cabaret..." (Aquel tapado de armiño /Enrique Delfino-Manuel Romero); "Cuántas noches fatídicas de vicio/ tus ilusiones locas de mujer/ como las flores de una loca orgía/ las deshojabas en el cabaret..." (Zorro gris /Rafael TuegolsFrancisco García Jiménez; "Hoy la he visto a la salida/ de un lujoso cabaret; y en tu carita afligida/ mucha pena adiviné..." (Mano cruel /Carmelo Muttarelli-José Armando Tagini); "Sola, fané y descangayada/ la vi esta madrugada/ salir del cabaret;/ flaca, dos cuartas de cogote/ y una percha en el escote/ bajo la nuez..." (Esta noche me emborracho /Enrique Santos Discépolo); "Eras buena, eras honrada;/ pero no te valió nada,/ otras cayeron igual;/ y una tarde, pobrecita,/ tras la primera cita/ fuiste a parar el Pigall..." (Galleguita /Horacio Pettorossi-Alfredo Navarrine). Quizás la más dramática escena la encontramos en las estrofas que dicen: "Es media noche, el cabaret despierta,/ muchas mujeres, flores y champán;/ va a comenzar la eterna y 14

triste fiesta/ de los que viven al ritmo de un gotán..." (Acquaforte /Horacio PettorossiCarlos Marambio Catán). El inevitable progreso fue borrando la presencia física de aquellos templos, pero su recuerdo quedará por siempre presente en letras como: "Palais de Glace, del novecientos veinte/ no existes más, con tu cordial ambiente;/ allí bailé mis tangos de estudiante/ allí soñé con los muchachos de antes..." (Palais de Glace / (Rosendo Luna-Enrique Cadícamo). Cabe aclarar que Rosendo Luna era el alter ego de Cadícamo; ya que se trata del seudónimo que Enrique utilizaba a veces para firmar sus obras cundo estas le correspondían en música y letra. Y continúa el lamento: "Te redujo a escombros la fría piqueta,/ y al pasar de noche mirando tu esquina/ este milonguero se siente poeta/ y a un tango muy triste le pone sordina.// Ya no queda nada y aquello no existe,/ ni tus bailarinas, ni tu varieté;/ Príncipe Cubano, te veo muy triste/ pasar silencioso frente al Chantecler...". (Adiós Chantecler /Enrique Cadícamo).

LAS MILONGUERAS Las mariposas de la noche, como alguna vez las llamó el poeta, eran conocidas como "milongueras". Estas recordadas bailarinas de amores livianos eran parte imprescindible de los cabarets. Los poetas del tango las trataron siempre con muchísima ternura, apiadándose por anticipado del final dramático de sus vidas. He aquí algunos pasajes que representan fielmente estas historias: "Milonguera, bullanguera;/ que la vas de alma de loca/ la que con tu risa alegre/ vibrarás el cabaret;/ la que lleva la alegría/ en los ojos y en la boca/ la que siempre fue la reina/ de la farra y el placer..." (Alma de loca /Jaime Font-Guillermo Cavazza); "Almitas torturadas, pobres esclavas blancas del tango y la milonga;/ mujeres infecundas, autómatas del vicio, sin alma y sin amor;/ no sé porque esta noche reflejan tus pupilas la pena que te mata,/ y en cada carcajada, yo sé pobre milonga, solloza el corazón..." (Esclavas blancas /Guillermo Barbieri-Horacio Pettorossi); "Vieja recova, rinconada de su vida,/ la encontré sola y vencida/ con una mueca fatal;/ la mala suerte le jugó una carta brava/ se le dio vuelta la taba, la vejez la derrotó./ Vieja recova, si vieran cuánto dolor..." (Vieja recova /Rodolfo Sciamarella-Enrique Cadícamo).

CAFES Y CAFETÍNES Paralelamente con los cabarets, el tango encontró refugio en los cafés, esta verdadera institución de heredad española. Allí amenizaban las reuniones los mejores conjuntos musicales; allí se soñó en los locales de menores recursos con el misterio de las victroleras; allí el "invento tragavento", como llamó el tango a los tocadiscos automáticos, presenció la pulseada de los "hinchas" de las distintas orquestas y allí los "hombres sabios" trataban de arreglar el mundo al compás de un tango. El recuerdo de los cafés quedó en letras como: "Vení hermano, sentate, a tomar café conmigo..." (Café para dos /Francisco Canaro-Ivo Pelay); "De chiquilín de miraba de afuera/ como esas cosas que nunca se alcanzan,/ la ñata contra el vidrio, en un azul de frío..." (Cafetín de Buenos Aires /Mariano Mores-Enrique Santos Discépolo); "Café La Humedad, billar y reunión,/ sábado con trampa, qué linda función..." (Café La Humedad /Cacho Castaña); "Hoy te evoco perdido en la vida,/ y enredado en los 15

hilos del humo,/ junto a un grato recuerdo que fumo/ y a esta negra porción de café..." (Café de los Angelitos /José Razzano-Enrique Cadícamo); "Cafetín donde lloran los hombres que saben del gusto que dejan los mares..." (Cafetín /Argentino GalvánHomero Expósito); "Café de un barrio porteño en la noche del domingo;/ sexta edición, cubilete; el tema, fútbol y tangos..." (Domingo a la noche /Juan José Guichadut-Oscar Rubens); "Fantasmas de la vida, mentiras del camino;/ que evoco mientras tomo mi taza de café..." (Mi taza de café /Alfredo Malerba-Homero Manzi); "Salgamos ya de aquí, vayamos a aquel bar/ tomemos un café igual que ayer..." (Vayamos a aquel bar /Enrique Lary-Eduardo Moreno); "Corrientes de antes, Corrientes vieja,/ de muchachito me conocés; yo compadreado por tus veredas, paré en el feca Los 36..." (Corrientes angosta). Como en tantos otros casos, la inexorable piqueta del progreso fue derribando esos locales tan íntimamente ligados al sentir ciudadano; "Café Domínguez, de la vieja calle Corrientes que ya no queda...", prologaba Julián Centeya -el Hombre Gris de Buenos Aires- en su lamento por la desaparición de los lugares amados en (Café Domínguez /Angel D’Agostino); y el tango los lloró: "En la esquina del café que se fue/ solo queda un cuadrado de sol; la roída pared/ y en mi café un no sé qué/ de nostalgia y de vacío..." (Viejo café /José Basso-Julio Porter); "Ya no existe aquel Marzoto, lo mismo que el Bar Nidal,/ ni tampoco El Nacional; no se oye jamás un tango..." (Los 36 /Alfredo Bertagni-Antonio Milano); además eleva su vuelo poético "Y entonces comprendí mi soledad, y para qué,/ llovía y te ofrecí el último café..." (El último café /Héctor Stamponi-Cátulo Castillo); “Cómo olvidarte en esta queja, cafetín de Buenos Aires,/ si sos lo único en la vida, que se pareció a mi vieja./ En tu mezcla milagrosa de sabihondos y suicidas/ yo aprendí filosofía, dados, timba y la poesía cruel/ de no pensar más en mí...” (Cafetín de Buenos Aires/ Mariano Mores-Enrique Santos Discépolo). Por dicha, aún queda en pie el último baluarte del tango: "Viejo Tortoni, refugio fiel/ de la amistad junto al pocillo de café;/ en este sótano de hoy/ la magia sigue igual, y un duende nos recibe en el umbral..." (Viejo Tortoni /Eladia Blázquez-Héctor Negro).

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CAPITULO V – El Baile En El Tango

LOS BAILONGOS Cuando el mundo conoció la novedosa propuesta coreográfica que el tango ofrecía causó honda sensación y el triunfo fue inmediato. Es que hasta entonces la música popular se bailaba con los bailarines separados o, a lo sumo, lacidos; aunque la proximidad no iba más allá del alcance del brazo. La renovación que el tango significó con la pareja en íntimo y sensual contacto; con la riqueza y variedad de figuras posibles y con la libertad y creatividad que permitía, hizo que se impusiese en el mundo entero. Primero en París, la Ciudad Luz, epicentro de la cultura por aquellos años que de inmediato irradió su mensaje y se hizo moda: "le tangó". En los primitivos tangos el bailarín hacía alarde de su capacidad, puesta de manifiesto en próstilos y cabarets; incluso dibujando sus personajes más representativos: "De satén y color negro la pollera,/ de charol y tacos altos los zapatos,/ dibujando garabatos, del ritmo gris se adueña/ tu estampa de porteña./ Tú conoces el secreto de los tangos,/ y es por eso que los bailas como nadie/ y en los brazos que te abrazas,/ qué mística que pasas danzando en el salón..." (Bailarina de tango /Oscar de la Fuente/Horacio Sanguinetti); "Bailarín compadrito, que marcaste tu corte primero/ en el viejo bailongo orillero de Barracas al Sur;/ bailarín compadrito, que quisiste probar otra vida/ y al lucir tu famosa corrida te viniste al Maipú..." (Bailarín compadrito /Miguel Bucino); tema este que tal vez tenga algo de autobiográfico, ya que su autor fue, además de bandoneonista y compositor, magnífico bailarín. Y no fue el único que lucía con orgullo su porte de bailarín: "Yo aprendí a bailar cuando muchacho/ y desde entonces ya no lo pierdo;/ yo vivo de mis recuerdos/ si soy del tiempo de ayer..." (1910 / Leopoldo Díaz Vélez). La difusión masiva del culto tanguero de los años 30, 40 y 50, hizo que en salones de clubes, casas de familias y en todo hecho social el tango fuera dueño y señor. Todo el mundo bailaba tangos, todos se dejaban arrullar por sus sones: "Cuando te quiebras en una sentada juntando tu carita con la mía/ yo siento que en la hoguera de algún tango se va a quemar mi sangre el mejor día..." (Viejo rincón /Raúl de los Hoyos-Roberto Lino Cayol); sin dejar de lado la escuela creada por los pioneros: "Ahora una corrida, una vuelta una sentada,/ así se baila el tango, un tango de mi flor..." (Así se baila el tango /Elías Randal-Marvil); "Porteño y bailarín, me hiciste tango como soy, romántico y dulzón...” (Porteño y bailarín /Carlos Di Sarli-Héctor Marcó). El mundillo tan particular del tango fue escenario de historias de vida: "Al compás de un tango la habrás de olvidar/ con una pebeta que sepa bailar;/ una piba buena, que al mirar sus ojos/ comprenda la pena de tu corazón..." (Al compás de un tango /Suárez Villanueva-Oscar Rubens); "No llores no, muchacha; la gente está mirando,/ bailemos este tango, el tango del adiós;/ así entre mis brazos mirándote a los ojos/ yo quiero despedirme sin llanto y sin dolor..." (Bailemos /Pascual Mamone-Reinaldo Yiso); "Vamos morocha a bailar este tango sin par, que rezonga en la orquesta;/ vamos a vestir de fiesta el corazón/ que hasta la noche de hoy se presta...” (En el salón /Cristóbal Herreros-Leopoldo Díaz Vélez); "Vos muchacho que sos noble y sos derecho/ esta noche cuando salgas a bailar/ con la piba suspirando entre tus brazos/ por favor, haceme caso/ confesale que la amás..." (Muchachita de mi barrio /Jorge Caldara-Mario Soto); "Con los compases de un tango/ de este tango sensiblero,/ decirle cuánto la quiero/ y entregarle el corazón...” (Hoy la espera a la salida /Roberto Chanel-Raúl Hormaza); "Bailando un 17

tango nació nuestro romance/ mientras la orquesta tocaba estos compases..." (Cuatro compases /Oscar Rúbens-Luis Bruni). Pero además de amores, bailar tango significa el simple placer de hacerlo; "Con este tango no se pierde el compás/ porque es porteño, milonguero y varón;/ mi tango es este que se llama arrabal,/ y lo demás es puro cuento...” (Orgullo tanguero /Luis Stazo-Enrique Cadícamo); "A mí me gusta bailar milonga/ a mí me gusta bailar con corte;/ a mí me gusta ser muy sincero/ y que sean mis amigos mis mejores compañeros./ A mí me gusta todo lo nuestro; tango, milonga, el milongón; y el alma se me agiganta cuando escucho el bandoneón...” (A mí me gusta bailar milonga / Pintin Castellanos). La magia inexplicable de dejarse arrullar por los compases de un tango también reza para ellas: "Y al revolear mi percal/ márqueme su firulete/ que en el brete musical/ se conoce, la gran siete,/ mi prosapia de arrabal..." (Arrabalera /Sebastián Piana-Cátulo Castillo); "Bailar el tango con vos, apretaditos;/ sentir tu mano ciñendo mi cintura,/ acompañar el vaivén de tus caderas/ es remontarse y volar por las alturas./ Bailar el tango con vos, un tango reo/ mientras tus dedos se enredan en mi pelo,/ es coquetear al amor al son de un fueye/ que va marcando el compás de tanto anhelo..." (Bailar el tango con vos /Martina Iñíguez-Jorfer); "La sala en penumbra, la danza inquietante,/ el pecho agitado por suave temblor,/ en ritmo de tango te quise al instante/ y en ritmo de tango nació nuestro amor...” (Fue en Buenos Aires /Tito Ribero). La pasión de bailar tango ha superado la barrera del tiempo y ha sido motivo de culto de varias generaciones llegando hasta nuestro días: "Pero hoy sin grupo también tallamos,/ al tiempo viejo no lo envidiamos;/ fijate un poco, juná morocho, me sobra clase, manyá qué ocho./ Mirá mi piba si tiene rango,/este es el tango del tiempo de hoy;/ lo bailo un quilo, y en cuanto a ella/ ni la Mireya lo bailó mejor...” (Así se baila hoy /Viera-Cárdenas); "Yo les digo a los muchachos que el tango de hoy/ no se baila con jetra, a lo shusheta,/ que es tan macho con un lengue, camisa sport/ o con blue jean...” (Un tango va /Sadi Gómez Lacerbo).

LOS CARNAVALES Los fiestas carnestolendas, tanto en las grandes ciudades como en los pueblos del interior, tuvieron perfiles muy definidos. Si bien se organizaban los clásicos corsos, con las consabidas carretas, murgas y comparsas era en los bailes donde el culto del tango, además de otros ritmos, alcanzaba su máximo esplendor. Recorramos algunas letras: "En la orquesta lloró el último tango,/ te ajustaste nerviosa el antifaz/ y saliste conmigo de aquel baile/ más alegre y más rubia que el champán..." (Melenita de oro /Carlos Vicente Geroni Flores-Samuel Linnig); "Rueda la vida, también rodaste vos,/ yo soy el mismo que ayer era tu amor/ muy poca cosa, un buen muchacho, menos plata que ilusión;/ y aquí en la puerta, cansado ya de andar,/ las mascaritas al baile miro entrar...” (Carnaval /Anselmo Aieta-Francisco García Jiménez). En un ambiente tan particular, no podían dejar de tejerse romances tan fugaces como los carnavales mismos: "Esa colombina puso en sus ojeras,/ humo de la hoguera de su corazón,/ aquella marquesa de la risa loca/ se pintó la boca por besar a un clown...” (Siga el corso /Anselmo Aieta-Francisco García Jiménez); "Sólo una vez me hice un disfraz/ y ella me amó solo una vez;/ tras el país del antifaz y lo que no es,/ yo fui aquel clown sentimental/ con almidón de Carnaval/ y un después sin después que hace mal...” (Vals del carnaval /Aníbal Troilo-Cátulo Castillo). Poesía de alto vuelo, genuina poesía surgida de la inspiración de los grandes poetas que el tango ha tenido. 18

Las vivencias tan marcadas de las fiestas carnavaleras, la falsa alegría, la tristeza escondida, todo, todo presente en la letra de los tangos: "Mascarita pizpireta que detrás de tu antifaz/ hay dos ojos mentirosos que embellecen tu disfraz,/ mascarita que palpitas todo el año en tu balcón/ y sin querer se marchita tu alocado corazón..." (Pobre mascarita /S.Granata-A.Romanelli); "Entre la loca alegría/ volvamos a darnos cita/ misteriosa mascarita/ de aquel loco carnaval;/ dónde estás cascabelito/ mascarita pizpireta,/ tan bonita y tan coqueta/ con tu risa de cristal...” (Cascabelito /José Bhor-Juan Andrés Caruso); "Carnaval de mi barrio donde todo es amor/ cascabeles de risa matizando un dolor; carnaval de mi barrio, pedacito de sol/ con nostalgia de luna y canción de farol..." (Carnaval de mi barrio /Luis Rubinstein); "Esta noche por lo visto, cuántas luces encendidas/ que armonioso se presenta el bonito carnaval...” (Disfrazado /Da Silva-Antonio Tello); "La fiesta está en su apogeo/ la eterna paz se quebranta/ las mascaritas sus voces levantan,/ el dios Momo canta, ríe el dios Orfeo...” (Pobre colombina /Emilio Falero-Virgilio Carmona); "Pasaste en el turbión del carnaval/ como un detalle más de tu tropel;/ y me arrojaste, riéndote al pasar/ un montón de trozos de papel..." (Papel picado /Cátulo Castillo-José González Castillo); "Esta noche bajo el arco de la vida/ va paseando su locura el carnaval/ suena al mundo la corneta de su risa/ y se ha puesto su careta de bondad...” (Serpentina de esperanza /José Canet); "Carnaval, carnaval, que inconsciente/ atropellas con tu bufonada;/ yo soy joven, te miro de frente/ dile a Momo que saque su espada..." (Juventud /Juan Bauer-Roberto Aubriot Barboza); "Y siempre es carnaval, van cayendo serpentinas/ unas gruesas, otras finas, que nos hacen tambalear;/ y cuando en tu disfraz la careta queda ausente/ en tu cara de inocente todo el año es carnaval...” (Siempre es carnaval /Osvaldo y Emilio Fresedo). Parece ser que esta comparación del eterno carnaval es una constante siempre presente en el tango, porque, como sentencia el poeta: "Detrás de tus desvíos, todo el año es carnaval...". Finalmente resta considerar las caricaturas que se han escrito sobre la farsa carnavalera: "En el corso de Belgrano una noche hacía pinta/ cuando pasó una odalisca al alcance de mi mano;/ me tiró papel picado, -Adiós -me dijo- buen mozo-/ yo para hacerme el gracioso le dije -Adiós, mi sultana-/ y al ladito de mi dama me sentia el rey del corso..." (Son cosas del carnaval /Luna-D'Arino-Merlo); "La conocí en Puente Alsina, en el corsito de barrio,/ yo iba de presidiario y ella de colombina;/ jugamos con serpentina, después con papel picado,/ y al rato de haber charlado, temblando le confesé/ -Quisiera mirarla a usted sin su antifaz colorado..." (En el corsito de barrio /Reinaldo Yiso-Abel Aznar).

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CAPITULO VI – Timba, Burros Y Escolazo Desde la noche de los tiempos el hombre ha manifestado una necesidad lúdica que muchas veces lo ha tentado a desafiar la suerte. Este pasión ha sido fielmente reflejada en nuestra música popular y puede decirse que en ella podemos encontrar todas las variantes que el juego puede presentar, incluso, comparándolo con la vida misma. Veamos: "Jugarse entero a una chance o una fija/ esperando que lo elijan la fortuna o el azar;/ si la vida es lotería, no hay mejor filosofía/ que jugarse a suerte o verdad; no es cuestión de perder, ni es cuestión de ganar;/ es jugarse a suerte y verdad...” (La pasión del escolazo /Eladia Blázquez); "En la timba de la vida me planté con siete y medio/ siendo la única jugada de la vida que acerté..." (Tengo miedo /José María Aguilar-Celedonio Esteban Flores); "Te conocí cuando entrabas a fallarme en la carpeta,/ me robaste con bondades poco a poco el corazón,/ el hombre como el caballo, cuando ha llegado a la meta,/ afloja el tren de carrera y se hace manso y sobón..." (Cuando me entrés a fallar /José María Aguilar-Esteban Celedonio Flores); "Vieja calle de mi barrio, donde he dado el primer paso,/ vuelvo a vos gastado el mazo en inútil barajar..." (Las cuarenta / Roberto Grela-Francisco Gorrindo; "Con las cartas de la vida por mitad bien marquilladas/ como guillan los malandras carpeteros de cartel,/ mi experiencia timbalera y las 30 bien fajadas,/ me largué por esos barrios a encarnar el espinel..." (Barajando /Nicolás VaccaroEduardo Escaris Méndez); "Muchacho, que no sabés que es secarse/ en una timba y armarse, para volverse a meter...”(Muchacho /Edgardo Donato-Celedonio Esteban Flores); "Y otras noches salí seco a chamuyar con la luna/ por las calles solitarias del sensiblero arrabal...” (Canchero /Arturo De Bassi-Celedonio Esteban Flores); "Agitando el cubilete con los dados del cariño/ comenzó la generala pasional de nuestro amor..." (Cero al as /Arturo Gallucci-Bohigas). Experiencia de vida, que le dicen... Pero muchas veces la pasión desmedida dio lugar a finales dramáticos aunque tomados con paciente humor de arrabal no exento de cierto fatalismo: "Por culpa del escolazo me quedé bien en la vía,/ las cosas que, mama mía, me tuve que apechugar;/ ya no podía empilchar, anduve mishio de faso/ y al no gustarme el pechazo ni los grupos pa' filar/ para poder escabiar me fui del whisky al quebracho..." (Por culpa del escolazo /Roberto Grela-Cerere); "Y pensar que condenado por la ley del escolazo/ juego igual si el mismo mazo me lo vuelven a tirar..." (Escolazo /Anselmo Aieta-Francisco García Jiménez).

LOS NAIPES "Cuarenta cartones pintados con palos de ensueño, de engaño y de amor;/ la vida es un mazo marcado, baraja los naipes la mano de Dios... ", dice el tango "Monte criollo" de Francisco Pracánico y Homero Manzi, una magistral definición comparativa de naipes y vida; tema presente en más de una letra: "Veníamos del último fracaso/ de haber gastado el mazo en miles de partidas;/ hicimos otra vez el mismo juego/ y en ese mismo juego las trampas aprendidas..." (Nuestra última partida /Manuel Sucher-Abel Aznar). Es que en el complicado juego de la vida es casi imposible ganar, por más cartas que se tengan: "Me ganó el amor la falta envido,/ a pesar de haber tenido treinta y tres..." (Naipe /Aníbal Troilo-Enrique Cadícamo); "Cuántas veces con un cuatro a un envido dije quiero/ y otra vez me fui a baraja sobrando con treinta y tres..."(Cuando me entrés a fallar /José María AguilarEsteban Celedonio Flores); y vale la comparación: "En el naipe de la vida cuando 20

cartas son mujeres/ aunque lleve bien fajadas pa'l amor las treinta y tres/ es inútil que se prendan al querer con alfileres,/ si la mina no es de paño, derechita y sin revés..." (Barajando /Nicolás Vaccaro-Eduardo Escaris Méndez). Porque como dice el tango: "Oro, copa, espada y basto como pintas del amor,/ las primeras traen encanto y las otras penas son..."(Oro, copa, espada y basto /Agustín Magaldi-Antonio Tello); y el cuadro surge con toda fidelidad: "Alrededor de la mesa lista está la muchachada/ palpitando su parada, cada cual con su ilusión/ y entre el humo de los puchos se van jugando su dicha/ y el ruidito de las fichas les golpea el corazón..." (De salto y carta /Di Cicco-Acuña).

LA QUINIELA El mundillo tan especial de este juego que más vende ilusiones que realidades tiene sus códigos y su idioma, una jerga interna que el tango ha recogido, por ejemplo, el saber llevar los números sin anotaciones comprometedoras: "Vaya parando la oreja todo lonyi quinielero/ que viene un taita orillero en el arte de apuntar;/ hay que saber jotrabar de cráneo, sin manyamiento,/ yo jotrabo con el muerto sepultado en el melón/ y zarpo de refilón la precisa en el momento..." (Palito, docena y media /Jorge Vidal); pero además, la garantia del cobro: "Yo tanto le llevo al cráneo redoblona y escalera;/ apúntese un numerito y ver como es primera/ yo le aseguro, patrona, si acierta que va a cobrar/ porque mi capitalista es ventudo y gran bacán..." (El quinielero /Miguel Montero); o la esperanza sin fin: "Y, hay que darse el gusto, total... en una de esas viene el 9, llama al 13 y nos manda al 94. -Qué 17...!" (Por culpa del escolazo /Roberto Grela-Cerere). Un mundo de ilusiones y esperanza que puede llevar a un final imprevisto, como la historia de “Jorobeta”, el tango de Agustín Magaldi, Pedro Noda y Claudio Frollo, que hizo su fortuna por la creencia de que su joroba traía buena suerte, una historia que finaliza diciendo: "Y el giboso se reía, se reía a carcajadas,/ al quitarse por las noches su joroba de algodón...".

LOS BURROS Tal vez porque los primitivos tangueros fueron aquellos gauchos que llegaban con sus arreos y carretas a los Corrales Viejos, los personajes de la fauna tanguera han demostrado su amor por los pingos y una fuerte inclinación hacia el deporte de los reyes, como se llama a las carreras de caballos. Figuras como Carlos Gardel y Francisco Canaro, solo por nombrar alguno, cultivaban esta pasión. No es de extrañar entonces que encontremos infinidad de composiciones que pintan este ambiente con total realismo en uno de los temas tratado con mayor frecuencia; es así que numerosos jockeys han recibido su homenaje en la letra y la música de un tango o una milonga: “Leguisamo solo” de Modesto Papávero; “Arriba Jara” de Héctor Marcó, “El Yacaré” tango de Alfredo Attadía y Mario Soto, dedicado a Elías Antúnez; “Pelusita”, tema del mismo Attadía que nombra el apodo de Artigas; y “Calleja solo” de Juan D'Arienzo y Luis Rubinstein, son algunos cuantos ejemplos que encierran ya desde su titulo este homenaje; además de aquellos que aparecen en las letras; "Los últimos cuatro mangos traté de multiplicarlos,/ jugándole a Leguisamo, por el pescuezo perdió;/ en la carrera siguiente le aposté a Rubén Quinteros/ y el maestro sobre el disco del todo me amasijó..." (Se tiran conmigo /Luis y José Lisandro Díaz); "Cuando mi pingo pisó las arenas de Palermo/ Artigas se sintió enfermo y Legui se las tomó..." (Milonga burrera /Jorge Vidal). No solo los jinetes, también los escenarios 21

son reflejados:"Tango y barrio, sinfonía que rebota en el arroyo;/ y cruzando la de socios se metió en la popular,/ el recuerdo de una piba que perdí por las carreras/ en el bosque es una estrella que ilumina El Rosedal..." (Siempre Palermo /TorradoLarroca); "Bajo Belgrano, cada semana el nombre tuyo se viene al centro,/ programa y monta para mañana, las ilusiones prendiendo van..." (Bajo Belgrano /Anselmo Aieta-Francisco García Jiménez); "44 al fondo, vías y barrera,/ el Viejo Rayo, la glorieta y churrasquera;/ la colorada al viento, campana de largada/ y mil fijas que van en la parada..." (Después de la última /F.Labandeyra-R.Giúdice); "Mirando tu perfomance del hipódromo platense/ nunca al marcador llegaste, siempre fuiste No Placé;/ mal la soltó en la largada, la pecharon en el codo,/ eso gritó la gilada y por eso te compré..." (N.P. /Juan José Riverol-Francisco Loiácono). Claro, no falta la comparación; la vida es una carrera: "El hombre en pista liviana, en barrosa o en pesada,/ si tiene sangre en las venas jamás se debe achicar..." (Pan comido /Ismael Gómez-Enrique Dizeo); "El hombre, como el caballo, cuando ha llegado a la meta/ afloja el tren de carrera y se hace manso y sobón..." (Cuando me entrés a fallar /José María Aguilar-Celedonio Esteban Flores). El mundo encantado de las carreras de caballos presente en la letra de los tangos con sus esperanzas y sus frustraciones: "De gusto andás yugando por cuatro cobres,/ cinchando como un burro, de sol a sol;/ si todos los domingos salís del sobre/ y yo ya tengo el dato de un marcador./ Palermo, San Isidro, los eucaliptus,/ vení que está la papa, vas a saber/ lo qué es un biromista, un arbolito;/ lo qué es prenderse a un pingo con cien y cien..." (Tirate un lance /Héctor Marcó); "Se acabaron esos saques/ de cincuenta ganadores;/ ya no hay tarros de colores/ ni hay almuerzos en el Julien./ Ya no hay paddock en las carreras/ y hoy, si no te ve ninguno,/ te acoplás con uno y uno.../ ¡Qué distinto era tu tren..!” (Uno y uno /Julio Fava Pollero-Lorenzo Juan Traverso); "Un catedrático escarba su bolsillo/ a ver si un níquel le alcanza pa' un completo;/ ayer salió con la fija del potrillo/ mascando rabia y rompiendo los boletos..." (Lunes /José Luis Padula-Francisco García Jiménez). No en vano cantaba Carlitos: "Los domingos me levanto de apoliyar, mal dormido/ y a veces hasta me olvido de morfar por las carreras,/ me cacho mis embrocantes y el correspondiente habano/ y me pillo un automóvil para llegar bien temprano..." (Soy una fiera /Francisco Martino); y qué mejor para un burrero que seguir este sabio consejo: "Los domingos por la tarde enfilá pa' las carreras/ que entre esa mersa burrera yo sé que te avivarán/ después andá a la milonga y aunque no te quede un mango/ te bailás tus buenos tangos y ¡stop!, no hace falta más..." (Don Juan Mondiola /Antonio Arona); pero bien puede decirse que los mangos no abundan precisamente en la economía del burrero; aunque sí la esperanza sin límites: "A lo mejor acertamos las ocho/ ¡y quien te ataja ese día, corazón...!” (Lunes /José Luis Padula-Francisco García Jiménez); "Con el dato que me dio el petiso en el café/ me fui para el H.P. dispuesto a jugarme todo,/ empeñé mi sobretodo y hasta la viola vendí;/ el asunto iba a venir porque estaba decretado/ y tanto me aseguraron que hasta en un taxi me fui..." (Paciencia, será otra vez /M.A.Berón-C.Rebeiro); cómo entonces no iba a renegar: "Maldito seas Palermo,/ me tenés seco y enfermo/ mal vestido y sin morfar,/ porque el vento con los pingos/ lo patino los domingos/ en el H Nacional;/ por jugar al que no pierde/ me atraganto con La Verde/ y me estudio en pedigree/ y a pesar de la cartilla/ dejo yo en la ventanilla/ todo el laburo del mes..." (Palermo /Enrique Delfino-H.Braga-Villalba). A pesar de todos los sinsabores y de todas las frustraciones, el amante de los chuchos recordará con nostalgia: "Allá en el tiempo del jopo, peinado al Agua Florida/ cuando era linda la vida y era mi escuela un stud/ nació mi amor por los pingos con Spineto y Surprice/ y ese amor echó raíces al llegar mi juventud...", para finalizar diciendo: "Y cuando llegue la hora de dar el último abrazo/ me iré pensando en 22

Payaso para morirme feliz...” (Milonga que peina canas /Alberto Gómez); pero quizás la mejor definición la hayan dado Carlos Gardel y Alfredo Le Pera en su tema “Por una cabeza” cuando dicen: "Por una cabeza, metejón de un día/ un final reñido yo no vuelvo a ver;/ pero si algún pingo llega a ser fija el domingo/ yo me juego entero... ¡Qué le voy a hacer...!”

LA SUERTE Todo amante del juego es firme creyente de la influencia de la suerte en estas cosas del azar y así lo acreditan las letras de los tangos: "Cuando la suerte, que es grela,/ fallando y fallando te largue parao;/ cuando estés bien en la vía,/ sin rumbo desesperao..." (Yira, yira /Enrique Santos Discépolo); "He tenido mala suerte, pero hablando francamente,/ yo te quedo agradecido, si has sido novia y mujer;/ si la vida ha de apurarme con rigores algún día,/ ya podés estar segura que de vos me acordaré..." (Mala suerte /Francisco Lomuto-Francisco Gorrindo); "La mala suerte le jugó una carta brava,/ se le dio vuelta la taba, la vejez la derrotó..." (Vieja recova / Rodolfo Sciamarella-Enrique Cadícamo); "Todo fue un soplo, pues quiso el destino/ que amara una criolla más linda que el sol;/ pero hubo otro gaucho del pago vecino/ que la idolatraba, lo mismo que yo./ De más uno estaba, bien lo comprendimos,/ echamos la suerte para definir;/ el alma en la taba con ansias pusimos,/ yo estuve en la mala del juego y perdí..." (Mala suerte /José María Aguilar-Eugenio Cárdenas). "He vivido intensamente y ahora estoy en la pendiente donde los sueños se van;/ he aprendido que la suerte no es tan fuerte y que cualquier esperanza el tiempo siempre la amansa/ o si no la echa a rodar./ Hoy conozco todo eso, todo eso y mucho más..." (A suerte y verdad /Manuel Parodi-Carlos Waiss). Pero no todo ha de ser mala suerte, también hay afortunados: "En el naipe del vivir suelo acertar la carta de la boca,/ y a mi lado oigo decir que es porque estoy con una suerte loca./ Al saber le llaman suerte, yo aprendí viendo trampearme; y ahora solo pueden coparme los que banquen con la muerte..." (Suerte loca /Anselmo AietaFrancisco García Jiménez); "Qué tipo de suerte que sos, mama mía;/ siempre muy jailefe, y no laburás;/ al feca con chele de la lechería,/ le diste el olivo, cómo prosperás./ Me dieron el dato que no hay un domingo,/ que una redoblona siquiera palmés;/ aunque larguen chanta, primero tus pingos;/ si te desconozco, qué tarro tenés..." (¡Qué fenómeno! /Anselmo Aieta-Enrique Dizeo); "Estás cachuzo a besos, te han descolao a abrazos,/ se te ha arrugao la cara de tanto sonreír;/ si habrás ensuciado puños en mesas de escolazo,/ si habrás rayao alfombras, muchacho bailarín./ Cómo tembló Palermo, cuando sacando vales,/ pelabas la de cuero repleta de tovén..." (Pa' lo que te va a durar /Guillermo Barbieri-Celedonio Esteban Flores); "Muchacho, que porque la suerte quiso,/ vivís en el primer piso/ de un palacete central;/ que para vicio y placeres,/ para farras y mujeres/ disponés de un capital..." (Muchacho /Edgardo Donato-Celedonio Esteban Flores. También relacionados con la suerte están los amuletos que, según decires, la favorece: "Medallita de la suerte,/ que te llevo desde niño;/ y es tan grande mi cariño/ como el miedo de perderte./ Yo nací para quererte/ porque junto a mi cunita/ te bendijo mi viejita/ con el llanto de su amor..." (Medallita de la suerte /Carlos GardelAlfredo Le Pera-Mario Batttistella); "Pasa un hombre quien pregona:/ -Cotorrita de la suerte,/ augura la vida o muerte!/ ¿Quiere la suerte probar...? (Cotorrita de la suerte /Alfredo de Franco-José de Grandis).

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EL DESTINO Intimamente relacionado con la suerte, el destino suele tayar en las cosas de la vida: "Vuelvo vencido de la trágica Siberia,/ el alma herida y corazón helado; yugo de látigo por ley,/ ante el dolor, código cruel/ mi mustia carne ha lacerado./ Voy por las calles de Moscú triste y errante,/ no puedo ver porque la nieve me ha cegado;/ del dulce hogar queda una cruz,/ lloran mis ojos ya sin luz/ ante el destino despiadado..." (Triste destino /Agustín Magaldi-Antonio Tello); "Pena de saber lo que vale tu amor,/ tarde, cuando el vicio de ti me alejó;/ llanto, es un canto por ti;/ con destino de flor,/ perfumar y morir..." (Destino de flor /Roberto Rufino-Alejandro Romay); "La vi llegar, pobremente,/ la había mandado el destino;/ tenía unos ojos dolientes/ y había una sombra en su frente/ que le alumbraba el camino..." (El destino la llevó /Miguel Bucino); "Mi vida es andar cantando/ por donde quiera que voy;/ voy a decirle quién soy/ y qué traigo en mi bagaje./ De un pueblo soy el mensaje/ de fe, esperanza y amor/ que el divino creador/ me puso en este camino/ marcándome mi destino,/ mi destino de cantor..." (Este destino cantor /Angel Cárdenas).

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CAPITULO VII – Tangos Deportivos

EL FUTBOL Esta verdadera pasión de multitudes ha tenido siempre una íntima relación con el tango; puede decirse que es exclusividad de los tangueros el amor por estas dos vertientes; es así que desde sus mismos albores los autores han expresado la admiración por su club favorito con la música o la letra de un tango. Los temas “Racing Club” de Vicente Greco, “Club Independiente” de Agustín Bardi, “A Boca Juniors” de Rodolfo Sciamarella, “El Taladro” (como se llama al Club Atlético Banfield) de Alfredo de Angelis, “A Sarmiento de Junín” de Jorge Dragone y Juan Luis Ricardi y “Nacional” de los uruguayos Pedroza y Federico Silva, son solo algunos de los numerosos tangos que ya desde su titulo encierran su homenaje. Pero no solo las instituciones futbolísticas están presentes; también podemos encontrar historias y puñados de recuerdos: "Si mañana no llueve "la máquina" de Ríver, en la cancha de Boca con Lazzatti hablará..." (Buenos Aires del 40 /Enrique Campos-Jorge Moreira-Domingo Smurrai); "El fútbol nos da emoción con San Lorenzo en la punta;/ Ríver y Boca se juntan, Racing mueve el tanteador;/ Boyé se corre, hay un gol, noticia sensacional,/ la jugada fue en orsai;/ la hinchada ruge y hay datos/ y quedan en la balanza los dos juntos al final..." (Milonga de la esquina /Enrique Mario Francini-Héctor Marcó); y surge la confesión: "Muchachos, yo soy de Boca, el cuadrito más guerrero;/ porque tiene mucha clase y se juega todo entero;/ muchachos, yo soy de Boca, el campeón de La Rivera;/ el que en todas partes, sí,/ su bandera de campeón, con orgullo la paseó..." (Muchachos, yo soy de Boca /D.R.). Como en todas las cosas de la vida, surge la discusión: "Café de un barrio porteño en la noche del domingo,/ sexta edición, cubilete; el tema, fútbol y pingos./ Cuatro muchachos charlando en la mesa de rigor,/ José, Ricardo y Anselmo y el cuarto, un servidor;/ mientras están discutiendo si es mejor Ríver o Boca,/ si es mejor Legui que Antúnez o qué orquesta es superior..." (Domingo a la noche /Juan José Guichadut-Oscar Rubens); "En la cancha de mi vida quise yo tentar mi suerte/ y me puse los colores de esperanza que soñé;/ intenté una gambeta, pero con tu gran defensa,/ me paraste propiamente, cuando nada había que hacer./ No me intimidé por eso y al junarte vi en un claro,/ en la valla de tus ojos levanté el tiro final;/ y otra vez que estaba solo, el referí de tu viejo,/ justamente cerca del arco, paró el juego por orsai..." (Mi primer gol /Bonano-Fatorini). Eran años en que los pibes soñaban con llegar a ídolos: "Mamita querida, ganaré dinero;/ seré un Baldonedo, un Martino, un Boyé,/ dicen los muchachos del Oeste Argentino/ que tengo más tiro que el gran Bernabé./ Vas a ver qué lindo cuando allá en la cancha/ mis goles aplaudan, seré un triunfador,/ jugaré en la quinta, después en primera,/ yo sé que me espera la consagración..." (El sueño del pibe /José Puey-Reinaldo Yiso): "En el fútbol nacional se destaca un jugador/ de lo más fenomenal por ser un gran goleador,/ no hay quien pueda resistir su formidable tapón/ a muchos logró batir..." (Bernabé /D.R.). Los lauros obtenidos han sido perpetuados en tangos que dicen y cantan: "La estrella del fútbol rutila en el Plata,/ nació en un potrero de un pié sin botín/ de un pibe lauchita, de un barrio de lata,/ por eso el suburbio shoteando en un team./ El mundo te aclama, campeón de campeones,/ mi blanca y celeste casaca inmortal;/ un hurra a esos cracks que te dieron honores,/ silencio muchachos por los que no están./ De 25

pronto un pase del eje medio,/ un wing se corre buscando el gol;/ gol en el aire, ¡Gol argentino!,/ y a la criolla nace un campeón..." (Gol argentino /Alberto Mastra-Héctor Marcó); "Con pujanza arrolladora, sin desmayo, sin desgano,/ como triunfan los valientes, frente a frente y con valor,/ el equipo de Argentina es campeón americano,/ fueron once voluntades pero un solo corazón./ Caballeros del deporte, con altura y señorío,/ la casaca azul y blanca la lucieron con honor/ y pasearon su prestancia, armoniosos, decididos;/ y ganaron como buenos, con altura de campeón..." (Argentina campeón /D.R.); "Vibraron las tribunas desde el primer partido,/ los bravos argentinos salieron a ganar,/ y fueron uno a uno cayendo los rivales/ ante la atropellada del cuadro nacional./ El fútbol argentino está lleno de historia,/ revivir la gloria su gran consagración;/ ya me parece verlo ganando por goleada;/ es que la muchachada juega sensacional..." (Campeón 78 /Jorge Dragone-Juan Luis Ricardi).

EL BOXEO Muchas de las figuras más destacadas del tango hicieron su paso por el arte de los puños; baste citar a los poetas Celedonio Esteban Flores, Cátulo Castillo y el cantor Héctor Mauré; todos de destacada actuación: No es extrañar entonces que podamos encontrar numerosas composiciones referidas a este deporte; comencemos por algunos homenajes: "En nombre de la Nación, uniendo música y barco,/ valoraremos tu esfuerzo, tu coraje y tu tesón./ Pascual Pérez, sos campeón; ya eras cóndor andino,/ de la tierra del buen vino predilecto hijo natal,/ y ahora sos campeón mundial;/ muchas gracias, mendocino...” (Muchas gracias, mendocino /Héctor Palacios-S.Cortinez); "En el arte de los guantes no hay ninguno que te iguale,/ por algo tu nombre brilla en lo alto, como el sol;/ te consagraste una noche, a campeones derrotaste/ con coraje, con guapeza, con estilo y con valor./ Hoy te admira todo el mundo, muchacho de mi argentina,/ porque a pesar de tus triunfos sos humilde, sos cordial;/ y tu nombre está en la lista de los grandes luchadores,/ Accavallo, un argentino, que llegó a campeón mundial..." (Horacio Accavallo /D.R.). Tal como sucede muchas veces, también el clima tan especial del mundo del boxeo está fielmente descrito en los versos de un tango: "Ya tiembla el cuadrado, se encienden las luces/ y explota el aplauso que es como un clarín; segundos afuera, el músculo cruje/ y van dos titanes al centro del ring./ Comienza el combate; fintean, la gloria,/ un uppercut, un gancho, un cross, el knock out;/ y a esponja y sudores se escribe tu historia/ hasta que el gong marque tu último round..." (Segundos afuera /Héctor Marcó); claro que a veces el vencido puede ser el corazón: "Algo groggy por mis besos te pusiste a suspirar,/ yo contengo a la distancia quise el lance terminar;/ y en un dulce cuerpo a cuerpo martillé en tu corazón,/ vos caíste, y qué suerte;/ te salvaste por el gong..." (Knock out de amor /Vicente San Lorenzo-Iván Diez); incluso, ese último round puede ser el de la vida: "¡Qué bronca! saber que el tiempo se va/ y abandonar la pelea antes del último round..." (El último round /Chico Novarro). Finalmente, el homenaje al negro Celedonio Esteban Flores, que, como se sabe y al igual que otras figuras como Cátulo Castillo y Héctor Mauré, fue destacado boxeador: "Triunfador, que en las sogas del ring se destaca;/ soñador, como estrella que al viento se zafa;/ figura morena de indómita raza,/ alma que se pasa plantado en el ring..." (Un poeta en el ring /Jorge Dragone-Juan Luis Ricardi).

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EL AUTOMOVILISMO Otro deporte de hondo arraigo popular en el que también se canta a sus figuras más destacadas: "Bajan el banderín, fuerte ruge el motor;/ se oye gritar sin fin, Fangio en el pelotón./ Vibrando de emoción te vemos perfilar/ cual saeta veloz, seguro de triunfar..." (Fangio /E.Macea); que también es homenajeado en el candombe de Francisco Canaro "El Chueco Fangio". Además, hay otros nombres recordados, como el de Eusebio Marcilla y el de Carlos Alberto Reutemann, en otro tango que dice: "Su fe inquebrantable lo lleva adelante,/ pegado al volante lo vemos andar;/ la bandera a cuadros lo encuentra primero;/ ahora es puntero, ya empezó a tallar..." (El gran corredor /Jorge Dragone-Juan Luis Ricardi).

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CAPITULO VIII – Las Etapas De La Vida

LA NIÑEZ Es indudable que las letras de los tangos reflejan la vida en todos sus aspectos; puede decirse sin temor que es un fiel reflejo de ella y que en ella se nutren y abrevan. Al recorrer los versos que nos regresan a la edad feliz, que nos hablan de ella o cuyo personaje central es un niño, encontramos muchas veces pinceladas de hondo contenido dramático: "Usted no me conoce, me llamo Cucusita/ y tengo una hermanita que no puede jugar;/ es de trencitas rubias, si viera qué bonita,/ y hace seis meses largos no puede caminar..." (Cucusita / Riobal-Carlos Lucero), cabe acotar que Riobal era el seudónimo que el cantor Alberto Castillo utilizaba para firmar sus composiciones; "A punto fijo no sé, si el dolor que senti/ escuchando la voz de la nena/ o fue que cuando miré a su vieja senti/ que lloraba en silencio su pena..." (La cieguita /Kepler-Lais); "Con sus ropitas viejas, curtido por el sol,/ la vida lo ha tratado con todo su rigor,/ siempre en la misma esquina voceando su pregón/ -Señor, aquí se lustra mejor que en el salón..." (Se lustra señor /Enrique Alesio-Marvil-Eduardo del Piano); "Llevando a un muchachito sujeto de la mano/ se presentó el sargento que estaba de facción,/ el mundo está perdido le dijo entre asombrado;/ apenas siete años, tan chico y ya ladrón..." (Cuatro líneas para el cielo /Arturo Gallucci-Reinaldo Yiso); "Yo la conocí a Mamboretá en el barrio aquel de la niñez/ con su pena cruel de no tener mamá/ ni conocer otro consuelo que llorar;/ pobre huerfanita, triste flor, era su madrastra la impiedad,/ carne de dolor, ni nombre se le dio,/ fue nada más que la infeliz Mamboretá..." (Mamboretá / María Isolina Godart-Francisco García Jiménez); "Si se salva el pibe, si el pibe se salva,/ vas a ver la fiesta que vamos a dar;/ si Dios no permite que el pibe se vaya/ será fiesta patria en el arrabal..." (Si se salva el pibe /Francisco Pracánico-Celedonio Esteban Flores); tema este al que sus autores hicieron una segunda parte titulada “El pibe se salvó”. Pero no sólo drama podemos encontrar dentro de esta temática; también hay tiernos recuerdos relacionados con la infancia: "Medallita de la suerte que te llevo desde niño/ y es tan grande mi cariño como el miedo de perderte,/ yo nací para quererte porque junto a mi cunita/ te bendijo mi viejita con el llanto de tu amor..." (Medallita de la suerte /Carlos Gardel-Alfredo Le Pera-Mario Battistella); "Dormite mi niño Pedro que está por llegar/ envuelto en nube y cielo Papá Baltasar,/ llenita su alforja blanca con cien matracas, con un tambor;/ un trompo de cuerda larga, un tren de carga y un carretón..." (Papá Baltasar /Sebastián Piana-Homero Manzi); recuerdos que giran muy próximos a nuestro corazón: "Llora la calesita de la esquinita sombría/ y hace sangrar las cosas que fueron rosas un día..." (La calesita /Mariano Mores-Cátulo Castillo); "Calesita de mi barrio que en mis tiempos de purrete/ eras el mejor juguete que podían brindar,/ cuando paso por tu lado recordando aquellos tiempos/ no sé explicar lo que siento, pero quisiera llorar..." (Calesita de mi barrio /Juan José Paz-Juan José Otero); "Todo está lo mismo, la vieja casita/ de los limoneros junto al huerto aquel/ donde por las tardes una calesita/ canta dando vueltas como un cascabel..." (Música de calesita /Cátulo Castillo-José González Castillo); "Un ciego con una piba, limosna pidiendo van,/ rascando el viejo una viola y tarareando un gotán;/ la piba con voz tristona acompaña a su patrón/ la copla que el viejo gime y que dice esta canción..." (Traicionera /Luis Garros Pe-Ghiralda). 28

Aún el reflejo en la niñez de los problemas de su progenitores está contemplado en las letras de los tangos: "Pero cuando pienso en el purrete/ siento que se me hace un siete donde tengo el corazón" (Una carta /Miguel Bucino); "No quiero que venga y toque al purrete/ ni que me la nombren, total para qué..." (El purrete / Eladio Blanco-Raúl Hormaza); "Te marearon con el oro que yo no pude ofrecerte/ pues al irte de mi casa te olvidaste lo mejor;/ podrás bañarte en el oro, que a vos te ayude la suerte,/ pero al pibe de mi vida, al pibe lo tengo yo..." (Al pibe lo tengo yo /C.Acosta). No quiero finalizar esta breve recorrida sin mencionar algunos tangos que nos hablan sobre el significado de ser padres: "Porque ahora tengo un pibe que es mi vida y mi ilusión/ que apacigua con ternura tanta locura;/ a mi casa trajo el cielo, ángel de mi corazón;/ y me tiene prisionero tan a gusto compañero/ que me quedo en la prisión..." (Prisionero /Anselmo Aieta-Francisco García Jiménez); "Ahora aunque me faje, purrete arrabalero,/ ya sabe que lo quiero con todo el corazón;/ y que yo soy suya, que suyo es mi cariño,/ que nuestro será el niño, obra del metejón..." (Arrabalero / Osvaldo Fresedo-Eduardo Calvo); "Mi mujer trajo a la vida un rosadito purrete,/ contentos con el pebete lo pasamos todo el día..." (Sin pensarlo /Jorge Vidal-Raúl Cobián); y el dolor por el pibe que nunca llegó: "Los años cumpliría por Diciembre, tal vez cuando festejan Navidad,/ creciendo lo verían de repente el sofá y el escritorio de papá;/ tendría un trajecito marinero, después para el colegio un delantal/ y luego cuando cumpliera con el sexto habría que ir pensando en algo más..." (Pudo ser una vida /Elías Randal-Carlos Bahr).

LA JUVENTUD Es en esta edad, sin duda alguna la más hermosa de la vida en la que los sentimientos quedan grabados a fuego, que vamos descubriendo el milagro de la vida y los misterios del amor que son fielmente registrados en numerosas composiciones; ser joven significa soñar: "Sueño de juventud que muere en tu adiós/ timida remembranza que añoraré/ canto de una esperanza que ambicioné/ acariciando tu alma en mi soledad..." (Sueño de juventud /Enrique Santos Discépolo); "Los veinte abriles daba yo/ y ya deseaba recorrer el mundo que me ilusionó,/ mi pobre madre en su pesar lloró de pena/ y en alas del ensueño abandoné el hogar;/ mi porvenir interrogué/ y aunque me dijo el sabio que era oscuro/ proseguí con fe;/ soñaba al son de mis primeros años,/ sin ver los desengaños pero desperté..." (Sueño querido /Angel Maffia-Mario Battistella). Y la vivencia de asomarse al amor, amores de juventud, amores de estudiante: "Entonces tú tenías dieciocho primaveras,/ yo veinte y el tesoro preciado de cantar..." (Misa de once /Juan José Guichandut-Armando José Tagini); "Hoy un juramento, mañana una traición;/ amores de estudiante, flores de un día son;/ en unos labios ardientes dejar una promesa, apasionadamente..." (Amores de estudiante /Carlos Gardel-Alfredo Le Pera); "Era de la calle maleva una flor,/ linda como una mañanita de sol;/ y yo un estudiante, soñador y amante,/ que no pensó, pero aquel romance terminaría..." (Estudiante /Carlos Gardel-Alfredo Le PeraMario Battistella); "Yo tengo un amor que me tiene penando;/ por él yo dejé de seguir estudiando..." (El vals del estudiante /Francisco Canaro-Ivo Pelay); "No quise creer que fueras la misma de antes,/ la chica de la Tienda La Parisién;/ mi novia más querida cuando estudiante/ que incrédula decía los versos de Rubén..." (Sólo se quiere una vez /Alejandro Carlos Vicente Geroni Flores-Claudio Frollo).

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LA MADUREZ Los distintos estadios de la vida pasan mucho más rápido de lo que uno quisiera y así lo reconocen los versos en tangos, valses y milongas llenos de evocación: "Cuando vuelvo la mirada a lo pasado/ y me fijo que está todo diferente,/ mil recuerdos se me agolpan en la mente/ evocando aquellas horas del ayer;/ Ya no somos los muchachos bullangueros/ que vivían soñando en el mañana/ alejando del alma los quebrantos/ para vivir tan sólo la gloria de un querer..." (Quién tuviera dieciocho años /Guillermo Desiderio Barbieri); "En su viejo balcón parecía/ una flor de la vieja barriada,/ yo tan sólo veinte años tenía/ y al mirarla en los ojos soñaba..." (Yo tan sólo veinte años tenía /Julio César Sanders-Enrique Cadícamo); de inmediato surge la inevitable evocación: "Veinticinco abriles, volver a tenerlos;/ si cuando me acuerdo me pongo a llorar..." (Tiempos viejos /Francisco Canaro-Manuel Romero); "Treinta años y mirá, mirá qué viejo estoy..." (Barrio reo / Roberto Fugazot / Alfredo Navarrine). ¡Qué rápidamente se llega a la madurez!: "Hoy cumplo cuarenta abriles/ y no niego el acusar;/ justito cuarenta abriles, le paso el dato a los giles/ pa' que puedan chimentar..." (Cuarenta escalones); "En el fondo del espejo de la vida me estoy viendo/ que ya voy tirando a viejo porque estoy encaneciendo;/ cómo corre el tiempo, hermano, cumplo hoy un año más,/ uno más y son cuarenta los que ya suman la cuenta/ de mi vida que se va..." (Cuatro recuerdos /Gatti-Iglesias); "Hoy que estoy en los cuarenta,/ en el debe de la vida, cacé una mina raída/ que tiene más de la cuenta..." (El conventillo /Ernesto Baffa-Arturo De la Torre); "Voy camino a los cincuenta, punto y coma de la vida,/ sin pensar, sin darme cuenta, cerca del punto final;/ esquivando a los espejos que antes fueron mi alegría/ y los miro desde lejos para poderme peinar..." (Voy camino a los cincuenta /Cacho Castaña).

LA VEJEZ El vertiginoso e implacable paso de los años es contemplado con mucha preocupación, incluso con los problemas creados en las relaciones cuando existe una notoria diferencia de edad: "De pronto ya todo quedó sin paisaje,/ la nube que vuela, el tiempo de amar;/ y supimos tarde cuál es el mensaje/ para dos que tarde quisieron soñar;/ tu luz de verano me soñó el otoño/ y yo te agradezco la felicidad;/ no puedo engañarte, mi adiós es sincero,/ tu estás en enero, mi abril ya se va..." (No nos veremos más /Luis Stazo-Federico Silva); "Yo sé bien que no es cariño lo que te tiene a mi lado,/ que de puro noble y buena a mi lado te quedás;/ porque me estoy dando cuenta que ya estoy en el ocaso/ y que vos son una rosa que comienza a perfumar..." (Estas cosas de la vida /Arturo Gallucci-Reinaldo Yiso); "Vos sos buena, no te cabe ni un reproche/ y sos para mí una amiga desinteresada y leal,/ una estrella en lo triste de mi noche,/ una máscara de risa en mi pobre carnaval;/ vos me torciste la vida, te cruzaste en mi camino/ para engañarme con risas, con amor y con placer;/ y entré a quererte por esa ley del destino/ sin darme cuenta que estaba ya viejo para querer..." (Cuando me entrés a fallar /José María Aguilar-Celedonio Esteban Flores). También para ellas el paso del tiempo es despiadado: "Vieja recova, rinconada de su vida,/ la encontré vieja y vencida/ con una mueca fatal;/ la mala suerte le jugó una carta brava,/ se le dio vuelta la taba,/ la vejez la derrotó..." (Vieja recova /Rodolfo Sciamarella-Enrique Cadícamo); "Mina que fue en otro tiempo/ la más papa milonguera,/ y en esas noches tangueras/ fue la reina del festin;/ hoy no tiene pa' ponerse/ ni zapatos ni vestido,/ anda enferma y el amigo/ no aportó para el bulín..." 30

(El motivo /Juan Carlos Cobián-Pascual Contursi); "Fiera venganza la del tiempo/ que nos hace ver deshecho/ lo que uno amó..." (Esta noche me emborracho /Enrique Santos Discépolo); aunque siempre existe una excepción que confirma la regla: "Ya sabe que a su hermosura ya le queda poco paño,/ también sabe que los años se morfan cualquier pintura;/ pero ya cuando natura le empiece a dar con vigor/ tendrá un piso, un auto flor,/ el viejito, su chequera,/ y más guita en la cartera que banco de Nueva York..." (La canchera /Solaberieta-Acuña). Con deliciosa y sencilla filosofía exclama el hombre de arrabal: "¡Cómo se pianta la vida, cómo rezongan los años!/ Cuando fieros desengaños nos van abriendo una herida..." (¡Cómo se pianta la vida! / Carlos Viván); "Se va la vida, se va y no vuelve,/ escuchá este consejo:/ si un bacán te promete acomodar/ plantá derecho viejo..." (Se va la vida /Edgardo Donato-Roberto Zerrillo-Luis Mario) seudónimo este último de la escritora María Luisa Carnelli; "La vida es corta y hay que vivirla,/ en el mañana no hay que confiar,/ que hoy la mentira se llama sueño;/ tal vez mañana se haga verdad..." (La vida es corta /Ricardo Tanturi-Francisco Gorrindo); "Volver con la frente marchita,/ las nieves del tiempo platearon mi sien;/ sentir que es un soplo la vida,/ que veinte años no es nada,/ que febril la mirada/ errante en las sombras/ te busca y te nombra..." (Volver /Carlos Gardel-Alfredo Le Pera). La etapa final de la vida es anticipada así: "Cuando estemos viejos/ y se nos achique el paisaje en los ojos;/ y el sol del invierno/ se nos ponga lejos/ y nos cachetee la cara del espejo..." (Cuando estemos viejos /Zárate-Marvil) seudónimo de Elisardo Martinez Vila; y su llegada hace surgir el lamento: "¡Qué viejo estoy!/ y qué extraños desengaños/ van produciendo los años/ con su necio machacar..." (¡Qué viejo estoy! /López-Rose-J.M.Velich); "Me estoy sintiendo viejo,/ detrás del alma se va la vida;/ hoy me miré al espejo/ y siento mi alma que está vencida..." (Yo también /Luis Visca-Luis Rubinstein); "Vamos, vamos, zaino viejo,/ ya estamos los dos iguales;/ nos hemos ido tan lejos/ con cincuenta carnavales;/ vamos, vamos, zaino viejo,/ ya es hora de descansar..." (Vamos, vamos, zaino viejo /Antonio TelloV.Velázquez); pero el tango siempre ha sabido tomar las cosas de la vida, aún las más dramáticas, con filosófico humor; no es de extrañar entonces la presencia de algún pintoresco personaje: "Ya te pasaste de largo el corso de los sesenta/ y si el recuerdo me amargo de jamás dejar la cuenta;/ ya no te da la osamenta y clama por un velorio;/ calmate Don Juan Tenorio que ya no sos un muchacho,/ ni aguantan como el quebracho tus huesos de vejestorio..." (Viejito calavera /Luis Rubinstein); "Muy bien vestido, siempre sobrador,/ la juega de señor, el viejito mejillón;/ parece ser un ciudadano en paz/ pero puede causar más daño que un ciclón..." (El viejito mejillón /Horacio Salgán-Roberto Lambertucci); "Cuando un viejo se enamora anda el pobre en un revuelo,/ con betún para el bigote y pinturita pa'l pelo;/ cuando un viejo se enamora anda todo alborotado,/ y pa' que ella no se avive, ni lo tome como un pibe/ duerme todo encorsetado..." (Cuando un viejo se enamora /Rodolfo Sciammarella-Manuel Romero). Estos equívocos personajes encuentran su réplica y un buen consejo: "Viejito, ¡salud! Podés espiantar,/ que mi juventud no es flor pa' tu ojal,/ la gloria que vos a mí me ofrecés,/ guardala mejor para otra mujer..." (Gloria /Humberto Canaro-Armando José Tagini); "¡Qué querés, Cipriano, ya no das más jugo!/ Son cincuenta abriles que arriba llevás;/ junto con el pelo, que fugó del mate,/ se te fue la pinta, que no vuelve más./ Dejá las pebetas para los muchachos,/ esos platos fuertes no son para vos;/ piantá del sereno, andate a la cama,/ que después mañana andás con la tos..." (Enfundá la mandolina /Francisco Pracánico-José María Zubiría).

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CAPITULO IX – Los Familiares

LA MADRE Sin duda alguna, la figura de la madre ha sido la más homenajeada en las letras de los tangos; la dulce viejecita está permanentemente presente y, tal vez porque en aquella sociedad la mujer debía luchar sola con mucha frecuencia, es que esta temática sea muy frecuentada y ha sido motivo de inspiración para los poetas del tango. Es materialmente imposible recorrer estas letras en su totalidad, tal es su riqueza; pero comentaremos algunas de las más representativas: "¡Madre, no hay cariño más sublime ni más santo para mí!/ Los desengaños redimen y a los recuerdos del alma volví..." (Madre /Francisco Pracánico-Verminio Servetto); "Pagando antiguas locuras/ y ahogando mi triste queja;/ volví a buscar en la vieja/ aquellas hondas ternuras/ que abandonadas dejé..." (Madre hay una sola /Agustín Bardi-José de la Vega); "Pobre viejecita que llorando está/ por la mala hija que no volverá;/ huyó de su lado tras un falso amor/ y hoy la pobre madre muere de dolor..." (No llore viejita /José Antonio Scarpino-Julio Aparicio); "A Dios le ruego que no me haga llegar tarde,/ que la fe de mi viejita es posible que me aguarde..." (Desaliento /Armando BaliottiLuis Castiñeira); "Hacelo por la vieja, abrite de la barra;/ sabés lo que te espera si continuás así;/ no ves que es peligroso tomar la vida en farra/ hacelo por la vieja si no hacés por mí..." (Hacelo por la vieja /Rodolfo Sciamarella-Carlos Viván-Héctor Bonatti); "Pobre mi madre querida, cuántos disgustos le daba,/ cuántas veces encondida, llorando lo más sentida/ en un rincón la encontraba..." (Pobre mi madre querida /José Betinoti); "Perdón viejita, única amiga;/ una y mil veces pido perdón..." (Perdón viejita /Osvaldo Fresedo-Saldías); "Hoy ya ves, estoy tranquilo, por eso es que buenamente,/ te suplico que no vengas a turbar mi dulce paz;/ que me dejes con mi madre, que con ella, santamente,/ edificaré otra vida, ya que me siento capaz..." (Tengo miedo /José María Aguilar-Celedonio Esteban Flores); "Por noble y por buena, por santa y divina;/ la llevo metida en el corazón;/ mi vieja muchachos y todas las viejas,/ son todas iguales: ¡Un cacho de Dios...!” (Un tango para mi vieja /Enrique Alesio-Reinaldo Yiso); "Yo dejé mi barrio viejo, en el barrio una casita,/ en la casita una pena, en la pena a mi viejita..." (Santa madrecita /Juan D'Arienzo-Héctor VarelaCarlos Waiss); "Con los amigos que el oro me produjo/ las horas con afán pasaba yo;/ y de mi bolsa el poderoso influjo,/ todos gozaban de esplendente lujo,/ pero mi madre no..." (A mi madre (Con los amigos) /Carlos Gardel-José Razzano-José Bonifacio Palacios). Como vemos, un riquísimo venero del que apenas hemos recorrido una mínima parte; cierta vez una periodista le preguntó a Troilo porqué había tantas madres en el tango, y el inefable Pichuco le contestó: -¿Y dónde querés que estén las madres...?

EL PADRE A diferencia de la madre, la figura del padre es más bien escasa en las letras de tangos porque así era la sociedad de aquellos años. Carlos Gardel nunca quiso conocer a su padre y puede decirse que esto era una constante. No obstante, 32

podemos encontrar algunas letras que honran la figura paterna: "Papá, palabra muy tierna, que siempre perdona, que todo lo da;/ papá, que tanto luchaste por darme un camino de amor y verdad./ Papá serás siempre inolvidable, por que sos junto a mi madre/ lo que más quiero papá..." (Papá /Enrique Alesio-Reinaldo Yiso); "Padre mío, desde el fondo de mi alma/ te recuerdo; siempre, siempre, con amor./ Padre mío, siempre tuve tu cariño,/ para vos soy aquel niño que precisa tu calor./ Padre mío, por tu amor, por lo que hiciste;/ por todo lo que me diste te llevo en mi corazón..." (Padre mío /Gómez-Carde); "Por el cariño de un hijo bueno,/ oh! padre, en tu nombre me arrodillo;/ si con un gesto me robaste el sueño/ tu amor me lo dio todo con cariño..." (A mi padre /Héctor Marcó); "No llore, viejo querido, déjeme llorar a mí;/ déjeme que arrepentido abra mi pecho oprimido/ para llorar lo que fui./ La vieja, la pobre vieja, quiero verla...¿dónde está?/ Porqué se queda callado? Comprendo soy un malvado/ y Dios me perdonará..." (Mi viejo querido /Juan Carlos Bera-Abel Aznar); como vemos, aún en los homenajes al padre la madre siempre está presente, con alguna excepción: "Pero hoy junto a mi ventana se ha parado el viejo ciego,/ al asomarme a la puerta el chico me empieza a hablar,/ le pregunto si tiene madrecita y más hermanos/ -No señor- dice- solitos vivimos con mi papá..." (Serafín /Antonio y Aníbal Melgarejo).

LOS HERMANOS Si bien no en forma abundante, la figura fraternal también está presente en la temática tanguera; veamos en primer término la confidencia entre hermanos: "¿Qué te pasa hermano, que vivís tan triste,/ que tus ojos baten una pena cruel?/ Estás amargado porque la quisiste/ y porque supiste que te ha sido infiel./ Estas son sorpresas que la vida guarda/ al pagar afectos con frío desdén;/ es un viejo dicho que ya ni acobarda,/ por la misma pena sufrí yo también..." (Resignate hermano /Guillermo Desiderio Barbieri-José Ricardo-José Rial); "¡Qué cosas, hermano, que tiene la vida,/ yo no la quería cuando la encontré!/ Hasta que una noche me dijo resuelta,/ ya estoy muy cansada de todo y se fue./ ¡Qué cosas, hermano, que tiene la vida!/ Desde aquel momento la empecé a querer..." (Quién hubiera dicho /Rodolfo Sciammarella-Luis César Amadori); "Ya sé que tu falta será para el mundo/ escándalo, risa, placer o baldón;/ más yo soy tu hermano, y al ser juez me fundo/ según los dictados que da el corazón..." (Levantá la frente /Agustín Magaldi-Antonio Nápoli); "Vos sabés lo que yo hice por ella,/ vos sabés que al venirse conmigo/ no tenía alimento ni abrigo/ y su frío y su hambre maté..." (Dejame llorar hermano /Anselmo Aieta-Francisco Bastardi). No es de extrañar que el amor de una mujer separe a dos hermanos: "Cumplí con tu deber, que es triste muy triste,/ pelear entre hermanos un mismo querer;/ llevátelo todo, mis pilchas mi vento,/ pero a ella dejala, porque es mi mujer..." (Llevátelo todo / Rodolfo Sciammarella); aunque la vida puede volver a reunirlos: "En fin, eso pasó. ¿Estás llorando?/ Mirá, si te hace daño mi pasada,/ después de darle un beso a la finada/ yo me voy, pa' m es igual..." (Pa' mí es igual /Lucio DemareAgustín Irusta-Roberto Fugazot-Enrique Cadícamo).

LOS ABUELOS Con toda la ternura que significan los abuelos, su figura recibe el homenaje en algunos temas: "La voz del recuerdo te trae de la Italia/ la grave sirena del barco al 33

partir,/ y en medio de un pueblo al que diste el alma/ te sientes nonito, abuelo y feliz..." (El nono /Vicente Demarco-Luis César Locasio); "No tome más, abuelo, y deje el vino,/ no tome más, tatita, es una pena;/ que con la fiesta, abuelito, un vecino/ vino a esta mesa alegrando nuestra pena..." (Abuelito /Angel Cabral-Eduardo Trongé). Pero no todo ha de ser tristeza en el recuerdo de los abuelos que nunca han perdido la alegría de vivir: "Mil novecientos, los bailes de antaño/ eran alegres jardines de flores/ y las parejas valsaban contentas/ mientras los ojos hablaban de amores..." (El vals de los abuelos /Luis Rubinstein); "Así bailaban mis abuelos, elegantes marcando el compás,/ así bailaban, enamorados,/ mientras bailaban al ritmo del vals..." (Así bailaban mis abuelos /Héctor Varela-Titi Rossi-Silvio Soldán).

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CAPITULO X – Otras Relaciones

LA NOVIA La figura de la novia siempre ha sido muy considerada en las letras de los tangos y puede decirse que sus versos encierran un sentimiento de culpa: "Yo te canto novia mía/ con los versos más hermosos,/ con el alma enamorada/ en la reja decorada/ con la gloria de tus ojos;/ con escala de jazmines/ subir mi fantasía/ a besarte suavemente/ y decirte dulcemente, que te quiero corazón...” (Yo te canto novia mía /Luis Visca-Luis Rubinstein); "Adiós, mi novia provinciana, adiós,/ cualquier tarde cuando vayas a rezar/ murmura una oración de paz./ Adiós, mi novia provinciana, adiós,/ junto al arroyo, donde está el sauce llorón/ arroja aquel anillo que te di...” (Novia provinciana /Pomati-Dávila-Horacio Sanguinetti); "Novia mía, se retira vencido el alcohol/ tarde, cuando el vicio de mí te alejó;/ mira, hoy la tarde es feliz,/ el cielo se desangra por ti...” (Destino de flor /Roberto Rufino-Alejandro Romay). Pero es inevitable el emocionado y tierno recuerdo de la novia de la lejana juventud: "A veces repaso mis horas aquellas/ cuando era estudiante y tú eras la amada,/ cuando con tu sonrisa repartias estrellas/ a los puntos altos de aquella barriada./ Ah! Las noches tibias. Ah! La fantasía/ de nuestra veintena de abriles felices/ cuando solamente tu risa se oía/ y yo no tenía mis cabellos grises..." (La novia ausente /Guillermo Barbieri-Enrique Cadícamo); "De un tiempo a esta parte, muchacha, te noto,/ más pálida y triste, decí ¿qué tenés?/ Tu carita tiene el blancor del loto/ y yo, francamente, chiquita, no sé..." (De todo te olvidas (Cabeza de novia) /Salvador Merico-Enrrique Cadícamo); "Noviecita mía, yo te quiero/ con el cariño puro de aquel que puso en ti su corazón;/ eres la esperanza de mi ensueño y de mi amor,/ te amo y te respeto como a Dios..." (Noviecita mía /Angel D'Agostino-Timarni); “¿Dónde estarás, dulce novia que fue/ dueña de mi ternura?/ hoy como ayer eres tú/ mi único rayo de luz..." (Mi novia de ayer /Arturo Gallucci-Osvaldo Bazán); "No quise creer que fueras la misma de antes,/ la rubia de la tienda "La Parisién";/ mi novia más querida cuando estudiante/ que incrédula decía los versos de Rubén..." (Sólo se quiere una vez /Carlos Vicente Geroni Flores-Claudio Frollo).

EL NOVIO Aunque en menor medida, también la figura del novio aparece en las letras de los tangos, incluso el del novio que nunca fue: "Nunca tuvo novio, pobrecita,/ porque el amor no fue/ a su rincón de humilde muchachita/ a reanimar las flores de sus años..." (Nunca tuvo novio /Agustín Bardi-Enrique Cadícamo); "Se fue murmurando su enorme desdicha/ pensando en el novio que nunca llegó,/ llevaba escondida en sus negros ojos/ la huella profunda de lo que sufrió..." (La que nunca tuvo novio /Agustín Magaldi-Pedro Noda-Carlos Pesce); "¡Mama, yo quiero un novio/ que sea milonguero, guapo y compadrón!/ Que no se ponga gomina, ni fume tabaco inglés/ y que pa' hablar con una mina/ sepa el chamuyo al revés./ ¡Mama, si encuentro ese novio/ juro que me pianto aunque te enojés..! (Mama, yo quiero un novio /Ramón Collazo-Roberto Fontaina). 35

NOVIAZGOS EN CONFLICTO Lógicamente, la relación entre seres humanos es problemática y la ya casi en desuso institución del noviazgo formal solía tener sus puntos de roce, en algún caso, por razones sociales: "Más no éramos iguales, y eso nos separaba,/ un mundo de distancia había entre los dos;/ tú eras de familia muy rica y distinguida/ yo en cambio solamente era un trabajador./ Vivías entre el lujo, en un regio palacio,/ ningún amor sincero podías ya sentir;/ tus autos y lacayos, tu oro y pedrería;/ tus sedas y tus encajes te apartaron de mí..." (La brisa /Francisco Canaro-Juan Andrés Caruso); "Mi sangre, aunque plebeya, también tiñe de rojo/ el alma en que se anida mi incomparable amor./ Ella es de noble cuna y yo un simple plebeyo;/ no es distinta la sangre ni es otro el corazón;/ Señor, por qué dos seres no son de igual valor..." (El plebeyo /Miguel Nijenson). Otras veces la diferencia residía en los gustos: "Y otra cosa más te pido, mi querida noviecita,/ en la noche de mi boda, y no lo tomes a mal,/ yo quiero que me arrulle el tango La Cumparsita,/ que por algo soy porteño y nací en el arrabal..." (Bolero /Héctor Marcó); "Susanita, vos sabés que te quería,/ vos sabes que me moría por la gloria de tu amor. ¡Che, pebeta! Te volviste petitera,/ vos que fuiste tan tanguera, no me hagás esta traición./ Susanita, para vos seré un guarango,/ yo me quedo con el tango, vos quedate con el rock..." (Susanita /Enrique AlesioReinaldo Yiso). De gustos o de costumbres: "Porque yo sé que mi vida no es una vida modelo,/ porque el que tiene un cariño al cariño se ha de dar,/ y yo soy como el jilguero que aún estando en jaula de oro/ en su canto llora siempre el antojo de volar./ He tenido mala suerte, pero hablando francamente,/ yo te quedo agradecido, has sido novia y mujer;/ si la vida ha de apurarme con rigores algún día,/ ya podés estar segura que de vos me acordaré..." (Mala suerte /Francisco Lomuto-Francisco Gorrindo).

NOVIAZGOS REALIZADOS No siempre el noviazgo tiene que ser conflictivo, a veces lo encontramos en su plenitud: "Ya ven que aquel mocito taura y rompedor hoy es un convencido yugador,/ bien calladito y conforme con su uniforme de changador;/ la vida es puro grupo y nada mas, hay que vivir en serio y laburar/ y buscar a la fulana que a uno lo haga cambiar..." (La fulana /Alberto Mastra). Otras veces, el romance se extiende en el tiempo lleno de dulces recuerdos: "Dame un abrazo, mi noble esposa, que al calorcito del dulce hogar/ mientras los chicos juegan y ríen añoraremos la mocedad./ ¿Te acordás, vieja, de aquella tarde, cuando temblando por la emoción,/ y acobardado por tus encantos por vez primera de hablé de amor...? (Calor de hogar / Eugenio Carrere-Jesús Fernández Blanco); "Lita, bailemos este vals,/ mira, los hijos se nos van./ Solos, muy solos otra vez,/ con tu amor y mi amor nada más, nada más..." (Lita (Que seas muy feliz) /Roberto Rufino-Alejandro Romay); "Espérame en el cielo, corazón, si es que te vas primero;/ espérame que pronto yo me iré allí don tú estás;/ espérame en el cielo, corazón, si es que te vas primero,/ espérame en el cielo, corazón, para empezar de nuevo..." (Espérame en el cielo /Francisco López Vidal).

LOS COMIENZOS Pero, ¿cómo comenzaban esos noviazgos que a veces fracasaban y otras duraban eternamente? Si nos remontamos en el tiempo, la cosa pudo haber sido así: 36

"Linda estaba la tarde en que la vide/ el patio de su rancho acomodando/ y aunque guapo pa' todo me sentía/ no pude hablarla y me quedé temblando./ Estaba como nunca la había visto/ vestida livianito de zaraza,/ con el pelo volcao sobre los hombros;/ era una virgen que encontré en la casa..." (Temblando /René Ruiz (Charrúa)-Alberto Hilarión Acuña). Andando el tiempo, el transcurrir de los años trajo otras costumbres; el conocimiento se producía, por ejemplo, en un cruce en la calle: "Adiós, corazón, te decían los muchachos,/ adiós, corazón, aquel día dije yo,/ y comenzaste a sonreír porque la frase te agradó/ y por la calle te seguí/ diciendo así con emoción:/ adiós, corazón; si usted quiere la acompaño./ Soñé con su amor, quiero ver qué hay de verdad;/ y mi presencia te turbó, quedaste casi sin hablar;/ mientras dijiste con tu adiós: Hasta mañana corazón..." (Adiós, corazón /SapelliEtchegoncelay); de otra manera, la cosa podía ser a la salida de un baile: "En sus ojos voy leyendo que en su alma hay alegría./ ¿Porqué entonces, vida mía, me hizo tanto suspirar?/ Pero sigamos bailando, porque el tango ya termina;/ hoy la espero a la salida, tengo mucho que contar..." (Hay la espero a la salida /Roberto ChanelRaúl Hormaza); otras veces, sólo el encuentro casual: "Era una tarde, corría la brisa,/ muy cálida y suave por La Rosaleda;/ cerca del lago, leyendo poesías,/ te hallabas oculta entre la arboleda./ Turbé el silencio con mis pisadas;/ hubo un suspiro y dos miradas..." (La brisa /Francisco Canaro-Juan Andrés Caruso); "La conocí por Palermo una de esas lindas tardes,/ fue mirarla y entregarle alma, vida y corazón/ y a los seis meses justitos quiso que vieran sus padres/ al hombre que era su sueño, su esperanza y su ilusión..." (Bolero /Héctor Marcó). Otras veces ese primer encuentro podía presentar ribetes de tragicomedia: "Era un mono loco que encontré en un árbol/ una noche de hambre que me vio pasar,/ me tiró un coquito y yo, que soy chicato,/ me ensarté al oscuro y la llevé al bulín./ Sé que entré a la pieza y encendí la vela;/ sé que me di vuelta para verla bien./ ¡Era tan fulera que la vi y di un grito!/ Lo demás fue un sueño, yo me desmayé..." (Justo el 31 /Enrique Santos Discépolo-Félix Radaelli (Rada). Incluso con algún inesperado inconveniente: "A las nueve menos cuarto, fue su última palabra;/ se imaginan lo contento, que esa noche ni dormí./ Era martes, martes trece, pero eso qué importaba/ y a las nueve menos cuarto, como fierro, estaba allí./ Ella dijo: -Clavelina; yo le dije: -Pomuselo./ yo sentia las trompadas que me daba el corazón;/ Cuando dijo: -Caminamos; yo le dije: -Caminemos;/ y justito al declararme este hipo me chapó..." (El hipo /Enrique Alesio-Reinaldo Yiso); "No era feo el paparulo,/ pintaba bien su esqueleto,/ pero tenía defectos:/ era rengo y tartamudo;/ en su boca como engrudo/ las palabras se pegaban/ y al largar el chamuyo/ la fulera suerte quiso/ se le piantaron los dientes... -Claro! Si eran postizos..." (El descolao /Vicente Spinelli-Aldo Queirolo).

LAS PROPUESTAS Una vez conocido el motivo de nuestros desvelos y llegado el momento de hacer la correspondiente propuesta lo indicado era emplear un lenguaje sencillo, el del arrabal: "Cachá viaje, no seas sonsa,/ que aunque soy un vagoneta,/ detrás de esta camiseta/ palpita un gran corazón;/ y si acaso te envolviera/ algún lío inesperado/ en vez de un gil diplomado,/ a tu lado habrá un varón..." (Cachá viaje /José VilaEugenio Cárdenas); claro que también cabe un buen engrupe: "Piantá de tu barrio reo, dejá el convento mistongo/ que lo que yo te propongo allí no lo has de encontrar;/ vas a ver qué tren diquero con tu nueva indumentaria,/ pa' que bronquen las otarias que tienen que laburar./ Te voy a empilchar debute en una maisón francesa;/ ya de blanco, ya de fresa, ya de pallio o crepé mongol;/ con cuatro o cinco pulseras y un pedantiff con brillante/ y un zarzo con un diamante más brilloso que un farol..." (La 37

señora del chalet /Edmundo Rivero-José Pagano). A causa de la presencia de extraños, a veces, para poder efectuar la declaración se hacía necesario recurrir a ciertos subterfugios: "Yo andaba loco por una vecina/ y hablarla a solas no pude jamás/ pues siempre el padre, la madre o la tía,/ a todas horas le andaban detrás./ Y ya en el trance de hablar en familia/ pues no podía callar mi pasión,/ utilizando una clave sencilla/ le declaré de este modo mi amor..." (Se-pe-ño-po-ri-pi-ta-pa /Fulvio Salamanca-Carlos Bahr). Suele suceder que el soñado amor no llega nunca, pero se lo espera con ansiedad: "Si no me engaña el corazón cuando me dices que vendrás,/ como en el cine y en los cuentos, mi sueño más feliz se cumplirá./ Si no me engaña el corazón, y junto a mí te encuentro un día,/ yo te daré la bienvenida con la dulce melodía de un cantar de amor..." (Si no me engaña el corazón /Mauricio Mise-Carlos Bahr).

EL CASORIO En la sociedad de antaño lo regular era que, de marchar todo bien, el noviazgo culminase en casamiento. Este hecho figura en algunas letras que, en la mayoría de los casos, trae el lamento del novio dejado de lado; ella siempre se casa con otro: "Te vi salir del templo con tu flamante esposo,/ envuelta en los acordes de la marcha nupcial;/ un resplandor de dicha te iluminaba el rostro,/ el porte de una reina lucías al andar./ En mi redor la gente comentaba tu belleza,/ yo sentí mi herido pecho estremecerse de emoción..." (La marcha nupcial /Juan Amancio Clauso-José Armando Tagini); "¡Que vivan los novios! Gritaba la gente/ en tanto llovían los granos de arroz./ ¡Que vivan los novios! Y él, complaciente,/ lloraba por dentro su pena de amor./ Si sé que sus besos jamás serán míos,/ que nunca tendré su cariño y su amor; si en todas las noches habrá un lecho frío;/ por qué es que la quiero. ¡Decime, Señor...!" (Que vivan los novios /Antonio Di Rosa-Marvil); "No sabe, corazón, qué es lo que pasa;/ soñé con un amor y he fracasado./ Por eso es que me ve desesperado,/ me han dicho, corazón, que ella se casa..." (Y...ella se casa /Rodolfo Aiello); "Justo un año se cumple esta noche/ y bien sabes que el cielo es testigo,/ ante Dios aceptabas al hombre/ que eligieron para ser tu marido./ Hace un año que eres su esclava/ y es tu dueño despótico y cruel;/ que al dormirse apoya su cara/ en tu cuerpo comprado por él..." (Justo un año /Miguel Bucino). Para finalizar, una deliciosa viñeta de uno de aquellos casorios: "¡Saraca, muchachos; dequera, un casorio./ Uy, Dio, qué de minas, está todo alfombrao!/ Y aquellos pebetes, gorriones del barrio,/ acuden gritando: ¡Padrino pelao!/ El barrio alborotan con su algarabía,/ y allí, en la vereda, se ve entre el montón/ el rostro marchito de alguna pebeta/ que ya para siempre perdió la ilusión./ Y así, por lo bajo, las viejas del barrio/ comentan la cosa con admiración:/ ¿Ha visto, señora? ¡Qué poca vergüenza,/ vestirse de blanco después que ha pecao!/ Y un tano cabrero rezonga en la puerta/ porque a un compadrito manyó un estofao:/ -Aquí en esta casa, osté non me dentra;/ me soy dado cuenta que osté es un colao...! (Padrino pelao /Enrique Delfino-Julio Cantuarias).

PAREJAS, DRAMA Y HUMOR La dura realidad de la diaria convivencia o la infidelidad traen problemas que el tango ha sabido reflejar, a veces en toda la dimensión de un crudo drama: "Yo sé que es mentira todo lo que estás diciendo,/ que soy en tu vida sólo un remordimiento;/ yo sé que es de pena que mentís pa' no matarme,/ lo sé y sin embargo sin esa mentira 38

no puedo vivir..." (Cobardía /Charlo-Luis César Amadori); "Y hoy que la tengo en mis brazos/ besándome como siempre/ al ver que miente otra vez, que miente como ayer callé;/ es que no puedo, la quiero/ y aunque me engañe prefiero/ seguir viviendo esta comedia/ ante el miedo de perderla y enloquecer..." (Triste comedia /Héctor Stamponi-Oscar Rubens); "Por fin has logrado, mujer de la calle/ que un hombre decente se pierda por vos,/ que manche tu carne con odio asesino/ quien un calabozo jamás conoció./ Mientras trabajaba de noche en la imprenta/ para que tuvieras el pan que te di,/ vos hasta olvidando que tienes un hijo,/ su nombre y el mío manchabas así..." (Anoche a las dos /Raúl de los Hoyos-Roberto Lino Cayol); "No puedo ser más vil, ni puedo ser mejor,/ vencido por tu hechizo que trastorna mi deber,/ por vos a mi mujer la vida he destrozao/ y es pan de mis dos hijos todo el lujo que te he dao./No puedo reaccionar ni puedo comprender,/ maldigo la tormenta de tu voz que me embrujó;/ la seda de tu piel que me estremece/ y al latir florece por mi perdición..." (Secreto /Enrique Santos Discépolo); "Fue a conciencia pura que perdí tu amor,/ nada más que por salvarte;/ hoy me odiás y yo feliz/ me arrincono pa' llorarte./ El recuerdo que tendrás de mí será horroroso,/ me verás siempre golpeándote como un malvao,/ y si supieras bien que generoso/ fue que pagase así tu buen amor..." (Confesión /Enrique Santos Discépolo-Luis César Amadori). Pero como sucede habitualmente en el tango también este tema puede ser tomado con un dejo de humor: "piantá de aquí, no vuelvas en tu vida,/ ya me tenés bien requeteamurada,/ no puedo más pasarla sin comida/ ni oírte así decir tanta pavada./ No te das cuenta que sos un engrupido,/ te crees que al mundo lo vas a arreglar vos;/ si aquí ni Dios rescata lo perdido,/ que querés vos, hacé el favor..." (Qué vachaché /Enrique Santos Discépolo); "Che Pepino, levantate e' la catrera/ que se ha roto la tijera de cortar el bacalao./ ¿Qué te has creído, que dormís pa`que yo cinche?/ Andá a buscarte otro guinche si tenés sueño pesao./ ¡Guarda que te cacha el porvenir!/ ¡Ojo! Que hoy anda el vento a la rastra,/ el que tiene guita lastra/ y el que no se hace fakir..." (El que atrasó el reloj /Guillermo Barbieri-Enrique Cadícamo); "Ya me tenés requeteharta/ con tanto grupo en almíbar,/ me has hecho bajar seis quilos, de un solo saque traidor;/ vos me hacés ver la comida/ con catalejo 'e marina/ y después andás hablando/ que estoy flaca por amor..." (Hambre /Juan Carlos Cobián-Enrique Cadícamo); "Al principio qué dulzura, todo mimo, cariñitos,/ me decía -Cuchi, cuchi- y yo a ella bomboncito,/ todo iba viento en popa hasta que un día el de la zurda/ le dio por ponerse en curda y se acabó el cotillón..." (Una historia más /Riel-Raúl Hormaza).

LOS AMIGOS Se tiene por cierto que los argentinos hacemos un verdadero culto de la amistad. No en vano fue un argentino, el odontólogo Enrique Febraro, quien lanzó la iniciativa para que, con motivo de la llegada del hombre a la luna, se estableciese el 20 de junio de cada año como Día Internacional del Amigo. Y vaya que abundan los tangos en que se exalta este sentimiento: "En la vida tenemos mil cosas/ que son grandes, sublimes o hermosas,/ que ennoblecen y alegran el alma/ alentándonos el corazón./ Pero hay una sutil y suprema/ que nos llega tranquila y serena,/ es hombría, lealtad, sentimiento y bondad;/ es sublime, se llama amistad..." (Amigos que yo quiero /Hugo Gutiérrez); "Rindo culto a la amistad,/ si hay que jugarse, me juego,/ si un amigo de verdad anda en un fato fulero./ Yo tengo amigos que son de fierro,/ nunca se borran,/ sigo su ejemplo;/ por eso, hermano, batime el muerto,/ venite a casa, tenés mi afecto..." (Soy millonario en amigos /Aníbal y Héctor AppiolazaDaniel Quiroga); "Hermano fiel de mi orfandad,/ tu mano firme y noble floreció en 39

amistad;/ el tiempo cruel no ha de borrar/ jamás tu fiel recuerdo, buen amigo leal..." (Buen amigo /Julio De Caro-Carlos Marambio Catán); "Tengo un amigo aún, lástima grande que esté crucificado y malherido;/ que no pueda aliviar que se desangre, ni evitar sus dolores infinitos./ Tengo un amigo aún, yo estoy tan solo/ y a salvo estoy de todos los olvidos;/ él sabe que yo fui por mucho menos/ traicionado como él y mal vendido..." (Tengo un amigo /Arturo Gallucci-Julio Camilloni). Esos amigos siempre presentes en nuestro afecto son recordados al paso de los años; "De mis páginas vividas/ siempre guardo un gran recuerdo;/ mi emoción no las olvida,/ pasa el tiempo y más me acuerdo./ Tres amigos siempre fuimos/ en aquella juventud; era el trío más mentado/ que pudo haber caminado/ por esas calles del sur..." (Tres amigos /Rosendo Luna-Enrique Cadícamo); “¿Dónde están mis amigos, mis amigos de ayer;/ si me vieran llegar con un débil llorar y llorar al volver./ Se perdieron tal vez por un rumbo sin luz, sin destino, sin fe;/ por distintos caminos me perdí yo también;/ si me vieran llegar con un débil llorar, mis amigos de ayer..." (Mis amigos de ayer /Francisco Lomuto-José María Contursi). Tal vez nada haya más doloroso y desgarrante que perder uno de esos queridos amigos: "Cuando un amigo se va queda un espacio vacío,/ que no lo puede llenar la llegada de otro amigo./ Cuando un amigo se va queda un tizón encendido/ que no se puede apagar ni con las aguas de un río./ Cuando un amigo se va una estrella se ha perdido;/ la que ilumina el lugar donde hay un niño dormido./ Cuando un amigo se va, se detienen los caminos/ y se empieza a revelar el duende manso del vino..." (Cuando un amigo se va /Alberto Cortéz); "Hoy yo le canto al amigo que se fue,/ hoy sólo quiero dejar recordación;/ quiero estrechar esa mano que no está, de corazón..." (Recordación al amigo que se fue /Sadi Gómez Lacerbo); "Me diste en oro un puñado de amigos,/ que son los mismos que alientan mis horas:/ José, el de la quimera;/ Marcial, que aún cree y espera;/ y el flaco Abel, que se nos fue,/ pero aún me guía..." (Cafetín de Buenos Aires / Mariano Mores-Enrique Santos Discépolo).

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CAPITULO XI – Los Medios De Transporte

LAS CARRETAS Las enormes distancias que separaban los puntos poblados de nuestro territorio obligó a utilizar distintos medios de transporte que se fueron actualizando con el paso del tiempo, cambios que quedaron registrados en las letras de los tangos; el más antiguo de esos medios fueron las legendarias carretas a las que se las recuerda así: "Como si fuera renegando del destino/ de trenzar leguas y leguas sobre la triste extensión,/ va la carreta rechinando en el camino/ que parece abrirse al paso de su blanco cascarón..." (El aguacero /Cátulo Castillo-José González Castillo); "Una carreta cargada/ como un farol titilante/ se va hamacando, cansada,/ siempre sendero delante..." (Colorao, colorao / Alberto Hilarión Acuña-Celedonio Esteban Flores); "A los chirridos del rodar del carretón/ y que despiertan al guardián chajá,/ el alma en pena del boyero va/ rumbo a los pagos por el cañadón..." (Por el camino /José BhorJosé González Castillo); "Blanca huella, que todos los días/ clavado en el yugo me ves picanear./ Compañera del largo camino/ las horas enteras te veo blanquear./ Mientras que bajo el peso del trigo/ los ejes cansados los siento quejar,/ yo anudando la pena a esa queja/ con cantos y silbos te sé acompañar..." (Zaraza /Benjamín Tagle Lara); "Rodando por el llano/ va la carreta de lerdo paso,/ vieja carreta que aguante el rato;/ lluvia de invierno, sol de verano..." (La carreta / José y Luis Servidio-Francisco García Jiménez); "No hay que apurarse, Barcino;/ vamos despacio nomás;/ total, andar es mi sino/ y el destino es una meta/ que ya tengo en la carreta..." (Camino del Tucumán /José Razzano-Cátulo Castillo). Sí, muy despacio pero sin pausas, cubriendo distancias inconmensurables; las legendarias carretas fueron llegando en su viaje a su destino final: "Se han sentado las carretas/ y en la noche tibia y clara/ la luna vuelca su cara/ y recorta su silueta..." (Se han sentado las carretas /Agustín Bardi-Enrique Cadícamo); "La noche tendiendo está su negro manto/ y una carreta que avanzando va,/ por ese sendero donde aquel quebranto/ implora consuelo y clama piedad..." (Llevame carretero); "Al costado del camino/ y en larga fila apretada/ las carretas se han dormido/ bajo una luna plateada;/ los bueyes muerden despacio/ un campo verdoso y lacio;/ y alrededor de un fogón/ mate, guitarra y canción..." (Fogón de huella /Arturo Gallucci-Yaraví).

LOS CARREROS Herederos directos de los carreteros trasplantados a la ciudad con sus enormes percherones y sus altísimas chatas cargueras los carreros fueron saliendo de los corralones para entrar en la historia. Traían en su memoria la tristeza de sus antecesores y la nobleza del gaucho; eran compadrones y de florido decir, pero habían heredado hondas penas: "No te apures, Carablanca,/ que no tengo quien me espere;/ nadie extraña mi retardo;/ para mí siempre es temprano, para llegar./ No te apures, Carablanca;/ que al llegar me quedo solo;/ y la noche va cayendo/ y en sus sombras los recuerdos/ lastiman más..." (No te apures, Carablanca /Roberto GarzaCarlos Bahr); "Vamos, cargao con sombra y recuerdo,/ vamos, atravesando el 41

pasado./ Vamos, al son de tu tranco lerdo/ vamos, camino al tiempo olvidado..." (El pescante /Sebastián Piana-Homero Manzi). Sólo el amor de una china querendona podía mitigar la pena del carrero: "¡Porteñito, Mano blanca, vamos, fuerza, que viene barranca!/ ¡Mano blanca, Porteñito, fuerza, vamos, que falta poquito!/ ¡Bueno, bueno! Ya salimos,/ ahora sigan parejo otra vez,/ mientras sueño en los ojos aquellos/ de la Avenida Centenera y Tabaré..." (Mano blanca / Antonio De Bassi-Homero Manzi); "¡Chiche, Moro, Zaino!/ Vamos, pingos, por favor,/ que pa' subir el repecho/ no falta más que un tirón./ ¡Zaino, Chiche, Moro!/ La barranca ya pasó,/ y por verla tengo apuro/ de llegar al corralón..." (El carrerito /Raúl de los Hoyos-Alberto Vaccarezza); "Por carrero y pobretón me arreglo con cuatro cosas:/ una yunta de mi flor, una chata y una moza,/ y este ritmo cuarteador que anda pegao a mi sobra./ Milonga de corralón;/ milonga, siempre milonga..." (Milonga de corralón /Horacio Quintana-Alberto de la Torre). Una china, o varias: "Con mi perro a la culata,/ silbador y presumido,/ no hubo amor ni china ingrata/ que no prendiera en su bata/ mi corazón atrevido;/ y a la vuelta de una esquina/ con un mate bien servido,/ así me esperó Manuela,/ Rosa, Elvira, Inés, Leonor;/ y hoy guardarán todas ellas/ de mi cariño una flor..." (Yo también carrero fui /Héctor Marcó).

LOS CUARTEADORES Las barrancas de la Gran Aldea, el pésimo estado de las calles y el excesivo peso de los carromatos, entre los que se encontraban los novedosos "tranways", posibilitaron la llegada de otro pintoresco personaje de aquellos días, el cuarteador: "Yo soy Prudencia Navarro,/ el cuarteador de Barraca;/ tengo un pingo que en el barro,/ cualquier carro tira y saca..." (El cuarteador / Rosendo Luna-Enrique Cadícamo); "Con corralera cortona y pañuelo volador,/ pantalones de cambrona, clavel en la oreja y boina punzó;/ viene cuarteando el tranvía hasta el repecho nomás,/ son treinta metros de trecho/ y al grito de ¡Zaino! ya quedan atrás..." (La barranca / Charlo-Enrique Cadícamo).

EL TRANVIA El primitivo "tranway", tirado por robustos equinos, pronto tomó el criollo nombre de "tranvía"; porque criollos eran también los personajes que actuaban en su entorno, picaflores y floridos, poniendo perfumes y sonidos que quedan en el recuerdo de aquella época: "Soy mayoral del tranvía,/ que por la calle serena,/ lleva blancas azucenas/ despertando simpatías./ Con ese tari-tarira/ de mi modesta corneta/ brinda a la moza coqueta/ su madrigal de alegría..." (El mayoral del tranvía / Anastasio Laino); "Tarí-tarí... Lo apelan Roque Barullo, conductor del Nacional;/ con su tranway, sin cuarta ni cinchón/ sabe cruzar el barrancón de Cuyo;/ el cornetín, colgado de un piolín/ y en el ojal un medallón de yuyo./ Tarí-tarí... y el cuerno listo al arrullo si hay percal en un zaguán..." (Cornetín /Pedro Maffia-Cátulo Castillo-Homero Manzi); "Así cruzaba el tranvía/ la Buenos Aires baldía/ de los románticos días;/ surgiendo desde el olvido, de nuevo llega al oído/ el toque de aquel clarín./ Pinta criolla de cochero,/ verseador, dicharachero;/ hoy vuelve del novecientos/ y mete en los cuatro vientos/ el son de su cornetín..." (El cornetín del tranvía /Carlos AronaJosé Armando Tagini). 42

El progreso reemplazó los nobles corceles por la moderna electricidad y el sonido del cornetín fue cambiando por el una campana: "Soy el criollo mayoral que va,/ que va tocando en la vía, ta-ra-ra-arí,/ su cornetín de alegría, que da la señal/ de que ya viene el tranvía./ -Y yo soy el motorman, talán-talán,/ que lleva de Once a Lorea, con seguridad,/ para que el público vea/ lo que puede la electricidad..." (Milonga del mayoral /Aníbal Troilo-Cátulo Castillo); “Talán, talán, talán.../ Pasa el tranvía por Tucumán./ -¡Prensa, Nación y Argentina!/ Gritan los pibes de esquina a esquina./ -¡Ranca e manana, dorano e pera!/ Ya viene el tano por la vereda..." (Talán, talán /Enrique Delfino-Alberto Vaccarezza). Deliciosas escenas del pasado fielmente reflejadas en tangos y milongas... Como tantas otras cosas, también el tranvía fue quedando en desuso y, una vez más, debemos recurrir a la poesía tanguera para encontrar un homenaje: "En la nerviosa colina/ y un serio coche a motor/ fue que nació un servidor/ en los talleres "Chapita"./ Cuando salí de Cepita,/ por la pinta que tenía,/ al verme gritó: -Tranvía,/ orgullosa mi estación;/ y me fui a Constitución./ Compadre, ando en la vía..." (Yo te recuerdo, tranvía /Leopoldo Federico-Héctor Gagliardi); "Cuántos recuerdos dejó el tranvía,/ si a veces creo que no se fue./ Cuanta tristeza, cuanta alegría;/ fuiste juguete de mi niñez./ ¡Cómo olvidarte, viejo tranvía,/ si fuiste parte de mi arrabal;/ tu miriñaque, que salvó mi vida,/ por la de veinte, que picó mal..." (Cómo olvidarte, viejo tranvía /Fredy Noseti-Quique Sabella Rosa).

EL FERROCARRIL Sucesor de la carreta y hermano mayor del tranvía; el tren significó un importante hito para el desarrollo de nuestro país; a su alrededor se tejieron infinidad de historias: "En el andén, la tarde que partí/ yo te juré:/ -Volveré, espérame./ Hoy han pasado muchos años/ de esa tarde tan lejana, muchachita provinciana;/ tu buen amor lo he perdido en Buenos Aires/ se me extravió en el laberinto de sus calles..." (Novia provinciana /Dávila-Horacio Sanguinetti); "Ya sale el tren, el humo pinta el cielo,/ y en el andén yo agito mi pañuelo;/ ruedas que rechinan con la angustia del adiós/ y es mi muñeca que se ahoga con su tos./ Se va en el tren mi pobre novia enferma,/ mi corazón se muere en el andén..." (Ya sale el tren /Luis Rubinstein); "Qué lento corre el tren, que ganas de llegar,/ las horas van pasando y la ansiedad de ver las cosas del ayer/ hace vibrar todo mi ser./ Qué lento corre el tren, más corre mi ansiedad;/ qué cosas me dirás, qué cosas te diré./ Qué lento corre el tren, qué ganas de llegar..." (Qué lento corre el tren /Alfredo de Angelis-Carmelo Volpe); "Triste horario de una cita/ que en la esperanza grita y muere en el andén;/ dos minutos con un sueño que se destroza sin dueño/ en el apuro del tren..." (El tren de Buenos Aires /SandursaH.Silva); "Corre el tren peregrino por el viejo camino,/ más allá del dolor, más allá de mi amor, más allá del destino./ Corre el tren peregrino por el largo camino;/ y en un sueño lejano vendrás a mi mano llenando el andén..." (Adiós, te vas /Cátulo Castillo); "Amo los andenes de la espera,/ la poesía de los rieles que la luna replatea;/ amo los andenes suburbanos/ de estaciones patinadas por el tiempo y los olvidos;/ amo la garita y las barreras,/ amo el tren que te despide/ y amo el tren en que tú llegas..." (Hasta el último tren /Julio Ahumada-Julio Camilloni).

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LOS COCHEROS Otro importante hito significó la presencia de los coches de plaza, genéricamente conocidos como Mateos debido a la obra teatral homónima de Armando Discépolo, cuyo auriga se convertía en una especie de confidente de los pasajeros noctámbulos mientras se integraba al paisaje ciudadano: "Lejos pasaba con coche,/ cual centinela que la guardia terminó;/ la luz tristona de un farol/ como un lamento se apagó..." (Yo te bendigo /Juan de Dios Filiberto-Juan Antonio Bruno); "Unidos por las riendas del destino/ como una sombra, lentamente, pasas,/ vas trotando por la senda del olvido/ como atado a tu viejo coche de plaza./ Cochero que te alejas de este mundo/ envuelto en sombras y enlutado de dolor;/ ya no se oye tu trote vagabundo/ por las calles de la vida, sin amor..." (Viejo cochero / Eduardo Bonesi); "Viejo coche, que cuando era un muchacho calavera/ de madrugada ocupé;/ del pasado me ha quedado como un recuerdo grabado/ de mis éxitos de ayer./ Eras nuevo y lustroso/ y tu buen caballo brioso por el centro se lució;/ viejo coche, quién diría,/ que a la larga rodarías; como también rodé yo..." (Viejo coche /Eduardo Pereyra-Celedonio Esteban Flores).

EL AUTOMOVIL Como no poda ser de otra manera, también los vehículos motorizados fueron motivo central en la letra de algunos tangos y gracias a ellos podemos ubicarnos en un pasado con denominaciones plagadas de galicismos: "Ayer te vi pasar con aire de bacán/ en una vaituré cupera;/ yo te saludé y vos te hiciste el gil/ como si no me conocieras..." (Pato /Ramón Collazo-Roberto Fontaina-Víctor Soliño); "Llegando la noche recién te levantas/ y sales ufano a buscar un beguén,/ lucís con orgullo tu estampa elegante/ sentado muy muelle en tu regia baquet..." (Pero yo sé / Azucena Maizani); "Yo quiero una cama que tenga acolchao/ y quiero una estufa pa'entrar en calor;/ que venga el mucamo corriendo apurao/ y diga: -Señora, araca, está el Ford..." (La mina del Ford /Antonio Scatasso-Fidel del Negro); "Parao en la vereda, bajo la luna que me empapaba la vi pasar,/ el auto limusine como un estuche de mí la aislaba con su cristal..." (Las vueltas de la vida /Francisco Canaro-Manuel Romero); "Che, pituca, no derroches los canarios,/ que a tu viejo el millonario/ lo voy a ver al final/ con la bandera a media asta/ cuidando coches a "nasta"/ en alguna diagonal..." (Pituca /Ferreyra-Enrique Cadícamo); "Como tembló Griselda aquellos carnavales,/ que marcó ciento veinte tu regia vaituré..." (Pa' lo que te va a durar /Guillermo Barbieri-Celedonio Esteban Flores); "Hoy que estoy en los cuarenta, en el debe de la vida,/ cacé una mina raída que tiene más de la cuenta;/ ando en un auto polenta, diqueándome noche y día,/ sin manyar la gilería que me está envidiando el brillo/ que nací en un conventillo de la calle Olavarría..." (El conventillo /Ernesto Baffa-Arturo de la Torre); "Muriéndome de hambre y frío te vi pasar, corazón,/ con el auto que fue mío y el tapado de visón.// Chofer japonés con el auto, avión a chorro,/ y vos apretando el morro del perrito pekinés..." (Tu perro pekinés /Luis Rubinstein).

EL TAXI Tal vez con la misma filosofía de su antecesor, el chofer de un coche o el popular "tachero" es también confidente y receptor de los problemas de sus pasajeros: "Yira que te yira a través de la ciudad,/ este taxi mío es un mundo en 44

libertad;/ mundo que de tanto en tanto habita/ el apuro de llegar a alguna cita./ Cada pasajero que consigo levantar/ es un libro extraño que yo aprendo a deletrear,/ seres con su cielo y con su infierno,/ con sus ganas de reír o de llorar..." (Taxi mío /Rodolfo y Manuel Taboada); "El taximetrista recorre la ciudad,/ ve cosas muy tristes, también felicidad;/ siempre tiene algo que contar,/ la calle es su eterna Facultad./ El taximetrista recorre la ciudad,/ gira sin saber adónde ir;/ su alma sola está y anda sin cesar/ hasta que lo quieran ocupar..." (Taxi libre /S.Vaccaro-J.Conti); "Lucís siempre con orgullo, bien plantado en el volante,/ la sonrisa palpitante y esa pinta angelical,/ escuchando a los viajeros los chimentos del momento,/ unos finos, otros gruesos, pero vos siempre neutral..." (Tachero de mi ciudad /Alfredo de Angelis-Horacio Lagos). Para finalizar, una breve mención a otro importante medio de transporte ciudadano, el colectivo, que no abunda mucho en la temática tanguera. Baste un párrafo de la genial creación de Les Luthiers "Candonga de los colectiveros": "Semos los colectiveros que cumplimos nuestro deber;/ no se puede, yo lo siento, ni bajarse ni subir/ con el coche en movimiento, no me gusta transigir,/ salvo cuando son ancianos; los que gustan descender/ que se larguen sin son sanos, no me pienso detener./ Semos los colectiveros que cumplimos nuestro deber;/ plata chica no me queda cuando tengo que cobrar,/ o me pagan con monedas o se bajan. ¡Qué embromar!/ Eso sí, ante la afrenta de pagarme con diez mil/ con monedas de cincuenta, doy el vuelto muy gentil...".

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CAPITULO XII – Modas, Usos Y Costumbres Es indudable que, con el paso de los años, la sociedad va cambiando y con ella las modas, los usos y las costumbres. Una vez más, recorrer las páginas de la expresión tanguera es un vehículo válido para revivirlas con sensación de presencia.

JETRAS, FUNYIS, LENGUES Y TIMBOS Accesorios infaltables en el vestir del varón de antaño, en absoluto contraste con la moda actual, los hombres los lucían con total orgullo: "Vamos hacer volver atrás el almanaque/ y recordarles el mil novecientos diez,/ cuando las damas se vestían de miriñaque/ y se cubrían desde los hombros hasta los pies./ Cuando mi padre se dejaba la patilla,/ cuando el bigote daba porte de señor;/ cuando se usaba el pantalón con la trencilla,/ el cuello alto y la corbata de plastrón..." (Miriñaque /Alberto Mastra). Eso de que el bigote daba porte de señor fue dejado de lado; los impresionantes mostachos con forma de manubrio se convirtieron en la fina línea que caracterizaba a los villanos del cinematógrafo y el tango así lo registró: "Que estás comprometida con Albertito,/ un elegante yatchman del Tigre Club,/ que tiene un par de anchoas por bigotitos/ y pa' decir araca bate mondiú..." (Pituca /Ferreyra-Enrique Cadícamo); "Si ves unos guantes patito rajale,/ a un par de polainas rajale también;/ a esos sobretodos de catorce ojales/ no le des bolita porque te perdés;/ a esos bigotitos de catorce líneas,/ que en vez de bigotes son un espinel./ ¡Atenti pebeta! Seguí mi consejo,/ yo soy zorro viejo y te quiero bien..." (Atenti pebeta /Ciriaco Ortiz-Celedonio Esteban Flores); "Si tu vieja levantara la cabeza/ y te viera lucir esa pelusita a lo Chaplín;/ Bigotito, te lo juro por el cielo/ que a tirones, pelo a pelo, te arrancaba el berretín..." (Bigotito / M.Massa-Ismael R. Aguilar). Pero la elegancia en el vestir era distintiva del varón de antaño: "Toda la calle Florida lo vio/ con su polaina, galera y bastón;/ dicen que fue, allá por su juventud,/ un gran Don Juan del Buenos Aires de ayer/ que engalanó las puertas del Jockey Club/ y en el ojal siempre llevaba un clavel./ Toda la calle Florida lo vio/ con su polaina, galera y bastón..." (Shusheta /Juan Carlos Cobián-Enrique Cadícamo); "Me gusta lo desparejo y no voy por la vereda,/ uso funyi a lo Masera, calzo bota militar./ La quise porque la quise/ y por eso ando penando;/ se me fue ya ni se cuándo,/ ni se cuándo volverá..." (Milonga del 900 /Sebastián Piana-Homero Manzi); "Aquel que solito llegó al conventillo/ echado a los ojos el funyi marrón,/ botín enterizo, el cuello con brillo,/ pidió una guitarra y para ella cantó..." (Ventanita de arrabal /Antonio ScatassoPascual Contursi); "Zapatitos de raso pa' bailar la milonga,/ zapatitos de raso con taquito francés;/ pollerita cortona, con un tajo al costado,/ y una seda muy negra y una pierna muy blanca/ marcando su compás./ Galán, pantalón bombilla,/ sin bajos y con trencilla,/ pa' milonguear; pa' milonguear./ Con el saquito cortito, con tajo y bien redondito,/ pa' compadrear; pa' compadrear..." (Zapatitos de raso /Jorge DragoneFernando Caprio). Es que la elegancia era un culto y una pasión que el varón lucía con orgullo: "Y esos jetras tan costosos,/ funyi y tarros de un color,/ que de puro espamentoso/ lo tenías al por mayor..." (Uno y uno /Julio Fava Pollero-Lorenzo Juan Traverso); "Viejo smoking de los tiempos/ en que yo también tallaba,/ cuánta papusa garaba/ en tus solapas lloró;/ solapas que con su brillo,/ parecían que encandilaban,/ y que en donde iban sentada/ mi fama de gigoló..." (Viejo smoking /Guillermo Barbieri-Celedonio 46

Esteban Flores); "Pa' las pilchas soy de clase,/ siempre cuido mi figura;/ para conquistar ternura/ hay que fingir posición./ Yo conozco bien el fato,/ para mí el chamuyo es juego;/ lo bato sencillo y reo/ pa' que sepan cómo soy..." (Pa' que sepan cómo soy /Emilio González-Norberto Aroldi). Esa moda decimonónica y de principios del siglo veinte fue cambiando con el tiempo, y así los registró el tango: "Petitero de pullover y de saco bien cortito,/ de zapatos mocasines y de camisa de orlón./ Petitero, sos el héroe de la moda que acomoda,/ al girar de licuadora el batir del corazón..." (Petitero /Leo Lipesker-Aldo Camarotta); "Che, Giusseppe Malatesta, que usás saco con tajito,/ pantalón a lo Divito y melena croquiñol;/ con los ojos bien en blanco, agarrándote al fierrito,/ no hay mujer que se resista cuando empieza la audición./ Yo que manyo el espejeime de tu vida rantifusa/ y fui yunta de tu hermana, chamuyándola al revés,/ con alguna llave inglesa te daría en la cucuzza/ cuando juno el luminoso que te anuncia Tommy Key..." (Giusseppe, el "crúner" /D.F.SciaraffiaE.A.Rodríguez). El sombrero o funyi era toda una institución y se debían respetar las reglas que dictaban su uso, gacho y requintado; como lo usaba Carlitos: "Gacho gris, compadre y rediquero,/ fiel testigo de un tiempo de farra,/ siempre fuiste mi fiel compañero/ a quien nunca he podido olvidar./ Requintado y echado a los ojos/ te llevaba en mis noches de taita;/ y hoy la moda tan llena de antojo;/ te ha traído de nuevo a tallar..." (Gacho gris /Alejandro Sanzol-Juan Carlos Barthé); "Bajo el ala del sombrero,/ cuántas veces embozada,/ una lágrima asomada yo no supe contener..." (Cuesta abajo /Carlos Gardel-Alfredo Le Pera). También los tamangos, tarros o timbos tenían singular importancia: "Mis zapatos elegantes, mis zapatos de charol,/ ya no brillan elegantes, ya no cantan su canción;/ no redoblan como antes, ya los tacos se han gastado./ Están tristes, apenados,/ si parece que han llorado con su llanto de charol;/ ayer noche se han mojado/ al caer un chaparrón..." (Zapatos /Juan José Guichandut-Horacio Sanguinetti); "Zapatos de charol, traje de alpaca,/ pañuelo color blanco como corbata./ Un poco de champán en la mirada; extraño caminante, cantor del alba..." (Zapatos de charol /Cacho Castaña); "Aquí están, botines viejos, de mis líricas andanzas;/ buscadores de esperanzas que la vida nos truncó./ Por la calle de mis penas tristemente caminaron/ hasta que se destrozaron desde la suela al talón..." (Botines viejos /Juan de Dios Filiberto-Alberto Vaccarezza). El pañuelo que el gaucho lució al cuello con orgullo, se convirtió en el lengue de los arrabaleros. Su recuerdo está en el tango instrumental homónimo que firma Edgardo Donato.

ELLAS Y LAS PILCHAS Pero no sólo el cambio de la moda masculina causó impacto; también ellas supieron escandalizar a una sociedad no acostumbrada a los cambios violentos: "No te andés empolvando/ ni pintándote el hocico,/ que no sos hija de rico/ pa' andarte tanto arreglando./ Andá a lavarte, te mando;/ mirá cómo te venís,/ si tan sólo la nariz/ te ha quedao sin acomodo;/ uñas, pelo, ojos, todo,/ y flaca como lombriz..." (Tata no quiere /Ruiz-Charrúa); "Quitate el rouge de los labios,/ que no me marque su sello;/ estoy herido de agravios/ y ese rouge es un venero./ Vení sentate a mi lado./ ¿Por que te has pintado el pelo?/ ¿Por que has tiznado tus ojos,/ si son tus ojos tan negros...? (Cómo nos cambia la vida /Roberto Rufino-Marvil). Es que la imagen de la muchachita de arrabal conservaba el recuerdo de una sencillez a la que la rebeldía 47

femenina siempre quiso transgredir: "Que progreso que has hecho, pebeta,/ que cambiaste por seda el percal;/ disfrazada de rica estás papa,/ le mejor que yo vi en carnaval..." (Carnaval /Anselmo Aieta-Francisco García Jiménez); "Desde lejos se te embroca, pelandruna abacanada,/ que has nacido en la miseria de un cuartucho de arrabal;/ porque hay algo que te vende, yo no sé si es la mirada,/ la manera de sentarte, de charlar o estar parada,/ o ese cuerpo acostumbrado a las pilchas de percal..." (Margot /José Ricardo-Celedonio Esteban Flores); "Percal.../ ¿Te acuerdas del percal?/ Tenías quince abriles,/ anhelos de sufrir y amar,/ de ir al centro a triunfar/ y olvidar el percal..." (Percal / Domingo Federico-Homero Expósito); "Las pibas de hoy, en pantalones,/ te dan besos de varones/ con gusto a faso y alcohol..." (El progreso /Oscar Valle).

SILBANDO UN TANGO Ya no se escucha a los muchachos silbar; este sonido distintivo de los barrios se ha perdido para siempre; quizás porque ya la muchachada ha olvidado la costumbre, o tal vez, simplemente, porque la música actual ha perdido la melodía que caracterizaba al tango. Lo cierto que el hecho de silbar sólo queda en el recuerdo o en un verso que dice así: "Y desde el fondo del Dock,/ gimiendo un lánguido lamento,/ el eco trae el acento/ de un monótono acordeón;/ y cruza el cielo el aullido/ de algún perro vagabundo,/ y un reo meditabundo/ va silbando una canción..." (Silbando /Cátulo Castillo-Sebastián Piana-José González Castillo); "Con el silbar ya no es tan triste el sendero,/ en el andar pesado del carretón.// Cabeceando sobre el pértigo, en la huella,/ busco olvido en este eterno trajinar;/ y mi silbo está a la luz de las estrellas,/ aparcero confidente en mi rodar..." (Con un silbido en los labios /Víctor Braña-Tito Ribero-Ernesto Gaudino); "Y así, silbando un tango,/galgueando de hambre,/ pa' mi cotorro me encaminé..." (Las vueltas de la vida /Francisco Canaro-Manuel Romero); “Con tanto estaño y tanta luna que llevás,/ por la comarca marca un tango su compás/ que tarareando en dos por cuatro va pasando en tu cantar/ y tu romántico silbar...” (Pelusa, el penúltimo bohemio /Aníbal Appiolaza-Julio César Onetti).

EL FASO Puede decirse que el cigarrillo, vulgo faso, tiene una muy íntima relación con el tango; no es de extrañar, entonces, la abundante cantidad de temas que lo toman como figura central. Cierta vez, el en ese entonces muy joven pianista Sebastián Piana presentó con mucho respeto una composición suya al muy venerado poeta y dramaturgo Don José González Castillo con la intención de que le pusiese letra. Como el tema sería presentado en un concurso organizado por cigarrillos Nacional se pensó mencionarlo en el desarrollo del tema. Ni lerdo ni perezoso, Don José aprovechó la bolada y tituló al naciente tango "Sobre el pucho", que se impuso fácilmente sobre los demás sentando el precedente de haberse constituido en el primer "chivo" comercial: "Un callejón en Pompeya/ y un farolito plateando el fango;/ allí un malevo que fuma/ y un organito moliendo un tango...". Un antiguo cuplé se transformó en tango sensual y fue suceso: "Fumar es un placer genial sensual./ Fumando espero al hombre que yo quiero,/ tras los cristales de alegres ventanales;/ y mientras fumo, mi vida no consumo,/ porque flotando el humo me suelo adormecer..." (Fumando espero /Juan Masanas-Félix Garzó-Juan Viladomat); estos tangos iniciales fueron seguidos por una interminable sucesión de composiciones que hablan 48

del faso: "Fume compadre, fume y charlemos;/ y mientras fuma recordemos,/ que como el humo del cigarrillo ya se nos va la juventud./ Fume compadre, fume y recuerde,/ que yo también recordaré;/ con el alma la quería/ y un negro día la abandoné..." (Nubes de humo /Manuel Jovés-Manuel Romero); "Y mientras fumo forma el humo tu figura/ y en el aroma del tabaco tu fragancia/ me converso de distancia, de tu olvido y mi locura..." (Tabaco /Armando Pontier-José María Contursi); "Cigarrillo y mate, mate y cigarrillo,/ y la noche oscura castigándome;/ y mi pensamiento en tu pensamiento, así estoy las horas recordándote./ Cigarrillo y mate, mate y cigarrillo,/ y una pena grande por lo que sufrí; por lo que sufro cuando me pregunto:/ ¿Dónde están tus besos? ¿Qué será de mí...? (Cuando se ha querido mucho /Leone-Enrique Dizeo); "Estoy pitando un cigarrillo/ mientras un grillo, que silba y silba,/ con su monótono silbido/ me trae nostalgias del tiempo ido..." (Mi barrio tenía cosas /Pedro Noda-Bernardo Tiggi); "El cigarrillo me quemó los dedos;/ el ruego inútil se quebró en mi voz,/ y en esta esquina de los viejos sueños/ quedamos solos tu recuerdo y yo..." (Noches largas /Astor Piazzolla-Carlos Bahr); "Te fuiste como el humo/ que disipa el viento,/ y en esta noche que recuerdo y fumo/ en el humo del tabaco/ te vuelvo a ver..." (Como el humo /Juri-Roberto Miró); "Esperaré otro rato y veré por qué demoró,/ quiero creer que este nuevo querer es mi gran amor,/ por no estar tan solo y esperar/ fumaré otro cigarrillo más;/ pero algo hay que me hace pensar que ya no vendrá..." (No vendrá /Enrique Cadícamo). Pero tal vez, el más representativo de todos los tangos referentes al faso, el que logra el clima justo, sea el único que Homero Manzi escribiera junto a su hijo Acho, "El último organito": "Y allí molerá tangos para que llore el ciego,/ el ciego inconsolable del verso de Carriego,/ que fuma, fuma y fuma, sentado en el umbral...". Finalizamos este recorrido con un sabio consejo: "El último pucho de mi vida, lo dejo aquí, en la mesa del café,/ plasmando en estos versos lo que al profe/ tantas y tantas veces le escuché:/ -Si querés seguir viviendo largos años,/ limpios tus bronquios y sano el corazón/ repetía mi doctor con insistencia./ -Haceme caso, pibe, no fumés..." (Haceme caso, no fumés /Dr. Rafael Albertini).

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CAPITULO XIII – Los Medios De Comunicación

LAS CARTAS Se decía escribir cartas, postales, esquelas, misivas o simplemente líneas. La cantidad de sinónimos nos da una idea de la importancia que por aquellos años tenía este medio de comunicación. Escribir al amigo, al familiar o al ser querido significaba un momento de intimidad, en que, frente al papel, pluma en mano; podíamos volcar lo más íntimo de nuestros pensamientos a la vez que nos permitía repasar una y mil veces lo escrito, que era una manera de revisar nuestro sentimiento. Otro muy abundante filón de la temática tanguera: "Recibí tu última carta,/ en la cual tú me decías:/ te aconsejo que me olvides,/ todo ha muerto entre los dos..." (Te aconsejo que me olvides /Pedro Maffia-José Curi); "Quemá esas cartas donde yo he grabado,/ solo y enfermo mi desgracia atroz;/ que nadie sepa que te quise tanto,/ que nadie sepa, solamente Dios..." (Quemá esas cartas /Alberto Cosentino-Juan Pedro López); "He recibido una cartita tuya,/ donde me dices adiós, sin alma;/ yo me pregunto cómo puedo ahora/ seguir viviendo si tú no me amas..." (Quién tiene tu amor /Leopoldo Díaz Vélez); "No me escribas, yo prefiero no tener noticias tuyas;/ tengo miedo, mucho miedo que tus cartas me hagan mal./ Que me digan algún día que de mí te has olvidado,/ que tus besos y caricias pertenecen a un rival..." (No me escribas /Agustín Bardi-Juan Andrés Caruso); "Cuando lee la carta amarillenta/ llena de pasajes de su vida;/ siente que la pena se le aumenta/ al ver tan destruida la esperanza que abrigó..." (Una lágrima /Nicolás Verona-Eugenio Cárdenas); "Ya no te espero, pero sigo en el cuarto,/ junto a las cosas que feliz me vieron,/ el velador que alumbra tu retrato,/ el viejo álbum y tus cartas de amor..." (Nosotros dos /Félix Garza-Carlos Bahr); "Devolverte tus cartas no puedo, es en vano colmar tu anhelo,/ en mis horas de triste recuerdo/ ellas sirven de alivio a mi amor..." (Tus cartas /Antonio Bonavena), "Y yo que le escribía cartitas perfumadas/ y la adoraba loco, con su satisfacción;/ mientras tanto ella, con unas amiguitas/ mirando se reía detrás de su balcón..." (Cartitas perfumadas /Angel Greco-Juan Andrés Caruso); "Hoy tus cartas quemé/ y con ellas quemaba mi vida,/ y al crujir del papel,/ entre lenguas de fuego reías.// Hoy tus cartas quemé,/ y con ellas quemé el corazón..." (Lenguas de fuego /Juan D'Arienzo-Carlos Waiss). "Ven no te vayas, qué apuro de ir saliendo,/ aquí el ambiente es tibio y afuera está lloviendo,/ ya te he devuelto tus cartas, tu retrato;/ charlemos otro rato que pronto ya te irás... (Rubí /Juan Carlos Cobián-Enrique Cadícamo). Como podemos apreciar, generalmente los poetas del tango han preferido referirse al lado dramático del arte ya casi olvidado de escribir cartas; pero no siempre la correspondencia ha de ser portadora de malas noticias: "El otro día el cartero al pasar me dio una carta,/ al pasar me dio una carta,/ fue muy grande la sorpresa, le aseguro compañero;/ temblé porque nunca espero tener alguna misiva,/ abrí la carta enseguida y asómbrese, hermano mío,/ me invitaban a pedido los muchachos de allá arriba..." (Cien guitarras /Arturo Gallucci-Raúl Hormaza); "Golpearon la puerta de la humilde casa,/ la voz del cartero muy clara se oyó;/ y el pibe corriendo con todas sus ansias/ al perrito blanco sin querer pisó./ -Mamita, mamita, se acercó gritando./ La madre, extrañada, dejó el piletón;/ y el pibe le dijo, riendo y llorando./ -Del club me han mandado hoy la citación..." (El sueño del pibe /José Puey-Reinaldo Yiso). 50

Un rasgo muy argentino aparece en las cartas que no llegaron a destino: "Quien sabe que novela se termina/ o empieza en esta carta que nadie recogió;/ un nombre de mujer se lee en el sobre,/ y a parte de este nombre no hay otra dirección;/ quien sabe quién es y para quién,/ quién sabe que destino la extravió./ Acaso esa inquietud frente a un retrato,/ dos seres esperando se mueren de dolor..." (La carta perdida /A.Zappettini-Carlos Bahr); "Su carta no ha llegado, la tarde ya pasó,/ la noche está vacía, vacío el corazón;/ la luna está temblando y evoco en su fulgor,/ comprendo que estoy solo,/ su carta no llegó..." (Su carta no llegó /Víctor FeliceCarlos Lucero). Finalizamos con dos joyas de tangos llenos de evocación inspirados en las cartas: "Cartas viejas, aventuras del pasado,/ de un pasado que ya nunca volverá./ Me preguntan para qué las he guardado,/ para qué, si da tristeza recordar..." (Cartas viejas /José Serveto-Rada); "Carillas azules, pálidas y rosas/ donde rezan cosas que no puedo creer,/ jirones herejes del sutil emblema/ que flameó el poema del primer querer./ Frases primorosas que evocan rubores/ y entonan amores que sintió mi ayer,/ esquelas que otrora guiaban sonrojos/ y nublan mis ojos si las vuelvo a leer..." (Aquellas cartas /Roberto Maida).

EL TELEFONO Si bien la comunicación telefónica no estuvo por aquellos años al alcance del hombre común ni de los habitantes de los barrios, el tango también ha sabido reflejar el uso del teléfono; incluso trayendo a la memoria la utilización que en ese entonces se hacía de las características con nombres propios: "Belgrano, sesenta once,/ quisiera hablar con Renée;/ no vive allí, no, no corte,/ podría hablar con usted;/ no cuelgue, la tarde es triste,/ me siento sentimental./ Renée ya sé que no existe,/ charlemos, usted es igual..." (Charlemos /Luis Rubinstein); "Pisito que puso Mapple, piano estera y velador;/ un telefón que contesta,/ una fonola que llora/ viejos tangos de mi flor,/ y un gato de porcelana/ pa' que no maúlle al amor.// Juncal, doce veinticuatro, telefoneá sin temor;/ de tarde té con masitas,/ de noche, tango y champán..." (A media luz /Edgardo Donato-Carlos César Lenzi). Cuando se extendió el uso telefónico se concertaron citas así: "Hablame corazón al cinco, dos, tres, seis; hablame por favor, que voy a enloquecer; hablame corazón, ardiente como ayer/ de todas esas cosas tan lindas que sabés./ Decí que me querés, que no podés vivir;/ que hay fuego en tu vivir, tan solo para mí;/ hablame corazón, que voy a enloquecer,/ hablame despacito al cinco, dos, tres, seis..." (Qué te pasa, vida mía /CrespoRianco). Y finaliza la historia: "Y siempre igual, con sus luces mortecinas,/ cigarrillo y café para esperar,/ ruido de dados, palabras con sordina/ y una esperanza rodando en el billar;/ y siempre igual, todos los sueños sentados,/ se ve llegar el que no pudo ser,/ y siempre igual, el teléfono ocupado..-¡Express, marche un cortado. -Mozo, ¿cuánto es...?" (Y siempre igual /Arturo Hércules Gallucci-Luis Caruso).

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CAPITULO XIV – Otros Usos Y Costumbres

EL PIROPO La historia arranca allá lejos y hace tiempo, cuando la heredad de la galantería española que acostumbraba arrojar una frase que era como una flor al paso de una mujer como homenaje a su belleza; se tornó en estas playas en burda y agresiva y el elogio se convirtió en procacidad. Esto obligó a las autoridades policiales a proteger el decoro mediante la Orden del Día del 10 de abril de 1889, que imponía quince días de arresto o cincuenta pesos de multa "a los que ofendan públicamente el pudor con palabras, actos o ademanes obscenos". En diciembre de 1906 el jefe de policía Ramón Falcón renovó la ordenanza, y fue entonces que Angel Villoldo, agudo observador de la sociedad, compuso el tango "Cuidado con los cincuenta": "Una ordenanza sobre la moral/ decretó la dirección policial,/ y por la que el hombre se debe abstener/ decir palabras dulces a una mujer..."; pero no siempre los piropos fueron así y los sucesores de Villoldo volcaron en su obra la circunstancia del piropo florido: "Y los piropos que te dicen los muchachos/ como florcitas que a tu paso te ofecieran/ que los recoges y lo enredas en tu pelo,/ y te nombran la más guapa y más porteña..." (Silueta porteña /Hermanos Cucaro-D'Annielo-Noli); "Se caminaba con aire sobrador,/ se chamuyaba al revés por diversión/ y era el piropo una industria nacional,/ florido y sentimental..." (La milonga y yo /Tito Ribero-Leopoldo Díaz Vélez); "Cuando veo una pollera/ ni me fijo en el color;/ las viuditas, las casadas y solteras,/ para mí son todas peras/ en el árbol del amor./ Y si las veo, coquetonas por las calles,/ con sus ojos tan porteños/ y su talle cimbreador,/ le acomodo el camuflaje/ de un piropo de mi flor..." (Si soy así /Francisco Lomuto-Antonio Botta); "Todo empezó al doblar la esquina;/ qué budín, qué flor de mina, mama mía dije yo;/ y sucedió cuando me fui detrás de ella,/ yo le hablé de las estrellas, de la luna y que se yo..." (Se dio vuelta y para qué /Angel Domínguez-Bernardo Tiggi); "Ayer un mozo elegante, con pinta de distinguido,/ demostrando ser constante, desde el taller me ha seguido,/ y cuando estuvo a mi lado me habló como un caramelo/ del sol, la luna y el cielo, y lo piante con razón..." (Mama, yo quiero un novio /Ramón Collazo-Roberto Fontaina).

LA SERENATA Otra hermosa costumbre ya casi olvidada era la del galán enamorado que dejaba su endecha de amor al pie de la reja de la mujer amada: "Muchachos, esta noche, saldremos por los barrios,/ a recordar las horas de un tiempo que pasó;/ será una pincelada de viejas tradiciones,/ que al son de las guitarras dirá que no murió;/ iremos por Palermo, Barracas, Puente Alsina,/ y en Flores dejaremos prendida en un balcón/ la vieja serenata que nadie, nadie olvida;/ muchachos, esta noche yo pierdo el corazón..." (La vieja serenata /Sandalio Gómez-Teófilo Ibáñez); "Muchachos, hoy que es noche clara y estival,/ invito a todos la barriada a recorrer;/ hay mucha luz, y es que la luna de arrabal,/ nos acompaña por las calles como ayer./ Es media noche, ella duerme y su balcón,/ entornado me espera que llegue;/ junto al gemir del diapasón,/ yo quiero alzar, sentimental,/ la serenata de mi amigo, el corazón..." (Luna de arrabal /Julio César Sanders-Enrique Cadícamo); "El trovero que llega hasta ti,/ 52

para verte asomada al balcón;/ hoy te vuelve a ofrecer su canción/ esperando le digas que sí..." (El trovero /Rafael Tuegols-Agustín Irusta); "Al oír mi canción tú también llorarás,/ sentirás el dolor en mis notas de amor,/ y sentiré la emoción del arpegio al brotar,/ al cantar mi guitarra: traición..." (La serenata /Samuel Aguayo-Vicente Salerno); "Alma mía, con quien soñás,/ he venido a turbar tu paz,/ no me culpes, soy tu cantor/ que he querido mezclar en tu sueño/ un verso porteño, borracho de amor..." (Alma mía /Diego José Centeno-Héctor Marcó); "Llegaba en coche a la ventana de la moza/ y se embriagaba con glicinas y jazmines;/ traía un ansia de zorzal en los cantores,/ ponía el alma en las guitarras y violines,/ a la hermosura quinceañera le dejaba/ el homenaje de su acento y de su amor/ y se alejaba con el premio de un suspiro,/ una sonrisa, un muchas gracias y una flor..." (La serenata de ayer /Manuel Buzón-Ismael Rafael-Aguilar); "Vine al pie de tu vieja ventana, mi bien,/ a ofrecerte, mi vida, este canto de amor,/ porque quiero que sepas que te amo, mi edén/ y que sientas latir mi fiel corazón./ Yo quisiera mujer que comprendas/ que el cariño tan leal que te tengo,/ que me paso las horas pensando/ y es esa la causa que yo ya ni duermo..." (Tu vieja ventana /Guillermo Barbieri-Ríos); "Serenata que vuelvo a evocar/ y desatas en mí la emoción,/ yo regreso a tu modo de amar/ con las alas de la ensoñación;/ serenata que quiero traer/ desde un sueño que dice: jamás;/ y quisiera poder recrear la ilusión/ de pensar que otra vez volverá,/ que es posible el candor y que existe al amor/ de ese tiempo que fue de mamá..." (Un cielo de serenata / Eladia Blázquez); "En su viejo balcón parecía/ una flor de la vieja barriada,/ yo tan sólo veinte años tenía,/ y al mirarla a los ojos soñaba;/ esos ojos, te tanto mirarlos,/ poco a poco me hicieron poeta,/ yo le hablaba de amor y al mirarlos/ resolví la más dulce cuarteta..." (Yo tan sólo veinte años tenía /Julio César Sanders-Enrique Cadícamo). Todos los temas serenateros hasta aquí mencionados son valsecitos; es que el vals era la contracara necesaria para que el tango, siempre recio y varonil, tuviera una salida para que aflorase el romántico que todo varón lleva dentro de sí; pero la dulzura que brota en los valses, también podía mostrar una ternura insospechada y hacerse serenata en tiempo de tango: "Es imposible, vida querida,/ que no haga un alto en tu ventana,/ para cantarte mis trovas siempre,/ llego dichoso con mi guitarra./ Junto a tu reja están grabados/ mis sentimientos, mis esperanzas;/ yo ya no creo en mis desvelos/ pero igual dejo mi serenata..." (Serenata mía /Juan Pablo Marín); "A tu reja llegué, una estrella me guió,/ y aquel día forjé mi primera ilusión;/ serenata que allí para ti improvisó mi amor,/ tu mirada, un clavel, tus promesas de amor,/ dieron premio a mi canción..." (Mi serenata /Edgardo Donato-Juan Carlos Thorry); "Vieja viola, garufera y vibradora,/ de las horas de parranda y copetín;/ de las tantas serenatas a la lora/ que hoy es dueña de mi cuore/ y la trompa del bulín..." (Vieja viola /Humberto Correa-Osvaldo Falero Frías). No siempre las serenatas tuvieron final feliz, muchas veces el trovero enamorado recibía como única recompensa el contenido de alguna palangana o balde con agua... pero qué hermoso era dar serenatas; cuántas aventuras, cuántos sueños. Lástima que ya no se las escuche más...

DE BULINES Y COTORROS Otra verdadera institución de la paisajística tanguera, el bulín, cotorro o garçonier era mucho más que la mera pieza donde dormir; significaba el refugio de sueños y soledades y el testigo de amores muchas veces contrariados. De ahí, entonces, que podamos compartir pasajes de tangos que nos traen su recuerdo: "Cotorrito mistongo, tirado/ en el fondo de aquel conventillo,/ sin alfombra, sin lujo, sin 53

brillo; cuántos días felices pasé/ al calor del querer de una piba/ que fue mía, mimosa y sincera,/ y una noche de invierno fulera/ hacia el cielo de un vuelo se fue..." (El bulín de la calle Ayacucho /José y Luis Servidio-Celedonio Esteban Flores); "Viejo rincón de mis primeros tangos/ donde ella batió que me quería;/ guarida de cien noches de fandango/ que en mi memoria viven todavía./ Oh, callejón de turbios caferatas/ que fueron taitas del "mandolión". ¿Dónde estará mi garçonier de lata,/ testigo de mi amor y su traición...?” (Viejo rincón /Raúl de los Hoyos-Roberto Lino Cayol); "Cotorro al gris; una mina ya sin chance por lo vieja/ que sorprende a su garabo en el trance de partir;/ una escena a lo Melato, y entre un llanto y una queja,/ arrodillada ante su hombre,/ así se le oyó decir..." (Lloró como una mujer /José María Aguilar-Celedonio Esteban Flores); "En mi bulín mistongo no hay cintas ni moñitos,/ ni aquellos retratitos que cita la canción;/ no escucho ni el rezongo de un fueye que se queja,/ no tengo pena, vieja, ni preocupación..." (Por que soy reo /Herminia y José Velich-Manuel Meaños); "Cuántas noches en mi rante bulincito de poeta/ una lágrima indiscreta furtivamente cayó/ y pensé que eras el sueño más intenso de mi vida/ porque aún sangra la herida que tu espiante me causó..." (Recordándote /Guillermo Barbieri-José De Grandis); "Minga de departamento, mi bulín es muy sencillo/ con confort a la piú bella,/ mi bulín es auto Ford;/ no lo tengo por el centro,/ lo tengo en un conventillo/ donde el coso es respetado/ por un camba y gran señor..." (Cachá viaje /José Vila-Eugenio Cárdenas); "Bulincito que conoces mis amargas desventuras,/ no te extrañes que hable solo, que es tan grande mi dolor,; si me faltan sus caricias, sus consuelos, sus ternuras,/ ¿qué me queda ya a mis años, si mi vida está en su amor...?" (Amurado /Pedro Maffia-Pedro Láurenz-José De Grandis). Pero la figura del bulín mistongo y el cotorro al gris estaba presente ya en los primitivos tangos cuando este comenzó a hacerse tango canción. Fue el poeta y cantor Pascual Contursi quien los tomó como escenario central donde se desarrollaba la acción de las historias de arrabal que ya iban tomando perfiles propios y definidos: "Percanta que arrepentida de tu juída has vuelto al bulín,/ por todos los despechos que vos me has hecho te perdoné,/ cuántas veces contigo y con mis amigos me encurdelé,/ y en una noche de atorro volví al cotorro y no te encontré..." (De vuelta al bulín /José Martinez-Pascual Contursi); "Cuando voy a mi cotorro/ y lo veo desarreglado,/ todo triste, abandonado,/ me dan ganas de llorar;/ y me paso largo rato/ campaneando tu retrato/ pa' poderme consolar..." (Mi noche triste /Samuel Castriota-Pascual Contursi); "Al cotorro abandonado/ ya ni el sol de la mañana/ asoma por la ventana/ como cuando estabas vos;/ y aquel perrito compañero,/ que por tu ausencia no comía,/ al verme solo el otro día /también me dejó..." (La cumparsita /Gerardo Matos Rodríguez-Enrique Pedro Maroni-Pascual Contursi). Los escasos recursos y la eterna mishiadura, desarrollaron la inventiva para hermosear bulines y cotorros: "Cuartito azul, de mi primera pasión,/ vos guardarás todo mi corazón,/ si alguna vez volviera la que amé/ vos le dirás que nunca la olvidé./ Cuartito azul, hoy te canto mi adiós;/ ya no abriré tu puerta y tu balcón...” (Cuartito azul /Mariano Mores-Mario Battistella). Tal vez el adiós de este último tango represente el adiós definitivo a todos los cotorros y bulines donde se amaba y se soñaba y donde nacieron tantos, tantos tangos...

LA BOHEMIA Esos bulines mistongos, esos cotorros al gris, eran las místicas moradas de los poetas del tango; todos ellos inmersos en profunda e inevitable bohemia dado que 54

ella era el estado de gracia necesario que permitía aflorar el numen peregrino, la musa mistonga. Evaristo Carriego, el poeta fallecido en 1912 a los 29 años de edad apenas llegó a conocer al naciente tango, pero se convirtió en el máximo referente de todos los vates que vinieron tras él y se convirtió en su prototipo. Dice el poeta: "He cenado muchas veces con un verso de Carriego,/ con diez guitas en el bolsillo hasta supe sonreír;/ en la cola de los vivos/ a mí no me van a ver,/ yo sé bien que soy bohemio,/ tengo mucha plata en sueño,/ soy así, qué voy a hacer ..." (Bien bohemio /Tití Rossi-Pomati-Rainer); "Yo soy aquel que usó como blasón su moño volador/ y que cenó en noches de infortunio/ con pan de plenilunio y vino de ilusión..." (Perfume de mujer /Juan José Guichandut-Armando José María Tagini); "Y en mis horas de lirismo por los tibios arrabales/ rimé tiernos madrigales que a tu lado deshojé;/ puse vida en cada estrofa, mi amor, mi paz y ternura/ y la inefable dulzura de tu almita de mujer..." (Recordándote /Guillermo Desiderio Barbieri-José de Grandis). Esta necesidad de transitar la noche y vivir en permanente estado de vagancia, ha llevado al bohemio a perder lo más querido:"Yo no pude prometerte cambiar la vida que llevo/ porque nací calavera y así me habré de morir;/ a mí me tiran las farras, el café, la muchachada;/ y donde haya una milonga yo no puedo estar sin ir..." (Mala suerte /Francisco Juan Lomuto-Froilán Francisco Gorrindo); "Como el sol, hace mucho, me alegraba de día,/ hoy me alegra en la noche la caricia lunar;/ mi bohemia se hunde en su melancolía, mi bohemia la busca, misteriosa y fatal./ Si estoy solo en mi pieza, en mi lúgubre pieza,/ soledad que matizan cigarrillo y café,/ abro bien la ventana y la luna me besa/ y me besa la luna con su beso de fe..." (Vieja luna /Arturo Hércules Gallucci-Celedonio Esteban Flores); "Con tu elegante figura de gotán,/ tu chaca-chaca es chamuyo de arrabal;/ vos sos, Pelusa, el penúltimo bohemio,/ de aquellos sueños que yo quiero recordar..." (Pelusa, el penúltimo bohemio /Aníbal Appiolaza-Julio César Onetti). ¿Y por qué esto de "penúltimo bohemio"? Simplemente porque mientras algún noctámbulo vate rime tiernos madrigales en compás de dos por cuatro, siempre, pero siempre habrá un bohemio más...

UN CHAMUYO MISTERIOSO La rica y variada jerga del citadino argentino pasó de ser el críptico lunfardo a la parla popular que el tango ha registrado como fiel cronista que ha testimoniado las distintas épocas: “Como con bronca y junando/ de rabo de ojo a un costado/ sus pasos ha encaminado/ derecho pa’l arrabal,/ lo lleva el presentimiento/ de que en aquel potrerito/ no existe ya el bulincito/ que fue su único ideal...” (El ciruja /Ernesto de la Cruz-Francisco Alfredo Marino); “Sos un malevo sin lengue,/ sin pinta ni compadrada,/ sin melena recortada,/ sin milonga y sin canyengue./ Al elemento bacán/ batiste reo chamuyo.../ ¡Lindo parlamento el tuyo/ pa’ volcarlo en un gotán..!” (El malevo /Julio De Caro-Mario Castro); “Barrio de hacha y tiza, papuso y canyengue/ ande tuvo cuna la nueva emoción,/ ande el alma rea sigue usando lengue/ y el tango se tuerce como un bandoneón...” (Florida de arrabal /Ricardo Luis Brignolo-Dante A. Linyera); “El bulín de la calle Ayacucho/ que en mis tiempos de rana alquilaba,/ el bulín que la barra buscaba/ pa´ caer por la tarde a timbear;/ el bulín donde tantos muchachos/ en su racha de vida fulera/ encontraron marroco y catrera/ rechiflado, parece llorar...” (El bulín de la calle Ayacucho /José y Luis ServidioCeledonio Esteban Flores); “La laburó de guapo, piolamente,/ y la milonguera, su caro berretín,/ ñapada postamente en el bulín/ rejunó cayetana el expediente;/ era una naifa piya y cadenera/ que andaba con la yuta cabreiroa,/ con prontuario a la gurda, sobradora,/ y una pintusa de percanta buena...” (Aguja brava /Edmundo Rivero55

Eduardo Giorlandini); “¿Qué quedó de aquel jailefe/ que en el juego del amor/ decía siempre mucha efe/ me tengo pa’ tayador?/ ¿Dónde están aquellos briyos/ y de vento aquel pacoy/ que diqueabas poligriyo/ con las minas del convoy...” (Uno y uno /Julio Fava Pollero-Lorenzo Juan Traverso); “Rechiflate del laburo, no trabajés pa’ los ranas,/ tirate a muerto y vivila como la vive un bacán,/ cuidate del sumernage, dejate de hacer macanas,/ dormila en colchón de plumas y morfala con champán...” (Seguí mi consejo /Salvador Merico-Eduardo Trongé).

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CAPITULO XV – Tangos Marinos

EL MAR Puede decirse que el tango nació a horcajadas con un pie en Buenos Aires y el otro en Montevideo, ambas ciudades puerto. Cuando su música y su danza comenzaron a expandirse fue en ciudades puerto donde recaló en primera instancia y fue en ciudades puerto de nuestro país, como Rosario y Bahía Blanca, donde el tango brilló en todo su esplendor. Las letras de tango que toman el mar con su entorno como escenario de sus historias, poseen una particular belleza poética y un clima gris y brumoso muy acordes con su espíritu que le confieren especial sabor: "Tú quieres más al mar, me dijo con dolor/ y el cristal de su voz se quebró;/ recuerdo su mirar, con luz de anochecer/ y esta frase como una obsesión:/ -Tienes que elegir entre tu mar y mi amor./ Yo le dije no y ella dijo adiós./ Su nombre era Margot, llevaba boina azul/ y en su pecho colgaba una cruz..." (Tristeza marina /José Damés-Horacio Sanguinetti); "Frente al mar, frente a Dios;/ empapada de noche y de pena/ mi voz se estremece en el último adiós;/ frente al mar, frente a Dios,/ yo te ruego que al menos me digas/ por qué me castigas..." (Frente al mar /Mariano Mores-Rodolfo Taboada); "Lluvia sobre el mar/ que va encrespando las aguas al golpear,/ y que pone un tul/ que es como un manto de sombras y es azul,/ ese fue mi amor descontrolado,/ con los celos desatados,/ en tu vida, pobre vida, resignada..." (Lluvia sobre el mar /Armando Pontier-José María Contursi); "Con ella, con ella en el mar,/ y con ella me quiero casar;/ nuestra barca cruzando las aguas/ y un cielo de estrellas;/ esta noche veremos sirenas muy rubias y bellas..." (Con ella en el mar /Enrique Mario FranciniHoracio Sanguinetti); "Ondas que traen rumores/ de orquestas y amores con cruel palidez;/ barca lejana y perdida/ que regresa con lento vaivén..." (En el fondo del mar /Humberto Basilio-Horacio Sanguinetti); "Era la hija del viejito guardafaro,/ la princesita de aquella soledad;/ y le decían con amor los pescadores/ que era la perla más bonita y blanca que guardaba el mar..." (Ilusión marina /José y Antonio Sureda). El romanticismo creado por el clima marino puede que hoy suene anacrónico y hasta un tanto cursi, pero es altamente representativo del sentimiento de una época.

LOS PUERTOS Estos balcones sobre el mar, como los llamaría el poeta, han sido testigos de historias reflejadas en la poesía tanguera: "Puerto Nuevo, en una noche de invierno,/ solitario y harapiento me viste llegar;/ Puerto Nuevo, vos solito comprendiste,/ la tragedia de mi vida, con hondo penar..." (Puerto Nuevo /Hermanos Lespes-Carlos Pesce); "Qué tendrán los pescadores,/ que no entonan barcarolas;/ de ese puerto que está junto al mar/ hay una sensación de desconsuelo fatal..." (Rosa de mar /Roberto Garcés-Leopoldo Díaz Vélez); "Las olas van golpeando sin cesar/ la quilla de mi barco de ultramar,/ entramos en el mar de las Antillas/ en la tarde gris y tibia/ y allá lejos se ve el puerto;/ fue bravo capear viento y temporal;/ allá vuelan sobre el mar las golondrinas/ y es enorme la alegría de mis hombres al llegar..." (Llegando a puerto /Mario De Marco-Enrique Lary); "Fue en el puerto que te hallé, ya sin fe y valor,/ en la 57

densa oscuridad de una noche cruel,/ cual una barco anclado, triste y desolado;/ en tu gris mirada huellas del pasado..." (Sombras del puerto /Armando Pontier-José María Contursi); "Tu amor es un puerto que ya no me espera,/ adonde no puedo volver a amarrar;/ calles ahora de arena desierta/ de que en tu orilla me quedé sin mar..." (Tu amor es un puerto /Marcelo Falcón-Esteban Salaberry); "Vestida de blanco, sentada en el puente,/ leía novelas y versos de amor,/ o si no miraba la espuma que hirviente/ cantaba en la estela del viejo vapor./ En noches serenas, sentada a mi lado,/ bañados de luna y ensueño los dos;/ sus ojos miraban el cielo estrellado/ pensando en el puerto del último adiós..." (La viajera perdida /Enrique Maciel-Héctor Pedro Blomberg).

BARCOS Y LANCHAS Otro escenario donde transcurren las historias de los tangos marinos son los navíos: "Vago como sombra atormentada/ bajo el gris de la recova, que contempla, y no soy nada;/ soy como mi lancha carbonera/ que ha quedado recalada, vive atada a la ribera./ yo, también atado a mi pasado,/ soy como un barco que está atado/ y siento en mis carnes sus amarras;/ como garfios, como garras..." (Amarras /Marchisio-Santiago); "Se va la lancha,/ se va, se va con el pescador,/ y en esa nave que cruza el mar,/ se va también mi amor./ Se va, se va, hasta cuando/ la lancha no volverá;/ y yo seguiré cantando aquí,/ se va, se va, se va..." (Se va la lancha /Edgardo Donato-Héctor María Artola); "La voz del recuerdo le trae de la Italia,/ la grave sirena del barco al partir,/ y en medio de un pueblo al que diste tu alma/ te sientes, nonito, abuelo y feliz..." (El nono /Vicente Demarco-Luis César Locasio). Tal vez el poema más logrado y que pinta con mayor fidelidad el clima marino, de puertos y barcos sin rumbo, sea el precioso tango "Mañana zarpa un barco", que firman Lucio Demare y Homero Manzi: "Riberas que no cambian tocamos al anclar,/ cien puertos nos regalan la música del mar;/ muchachas de ojos tristes nos viene a esperar/ y el gusto de las copas parece siempre igual./ Tan sólo aquí en el puerto se alegra el corazón,/ riachuelo donde sangra la voz del bandoneón;/ bailemos hasta el eco del último compás,/ mañana zarpa un barco, tal vez no vuelva más...".

LOS MARINEROS ¿Cuánto habrá de cierto respecto a la leyenda del amor en cada puerto de los marineros? Importantes protagonistas de los tangos marinos, su figura se describe así: "El muelle, calle angosta, view París;/ luz roja, marineros, cafetín;/ mujeres, un idilio en cada mesa/ y yo bebo mi cerveza, escondido como siempre./ ¿Dónde, dónde estoy por aquel amor?/ Me pierdo de un borrón con mi tristeza/ y tirado en esta mesa sueño y canto mi canción..." (Sin barco y sin amor /Erma Suárez-Enrique Lary); "En esta copa de pernod están sus ojos,/ en este humo gris-azul mi sueño muerto;/ en este rojo amanecer sus labios rojos/ y el barco del olvido meciéndose en el puerto..." (Amor de marinero /Dante Gilardoni-Marcelino "Cholo" Hernández); "Te dejé tan sola llorando en el puerto,/ al soltar amarras mi barco aquel día;/ que sentí en el alma tener que partir,/ tanto me dolía hacerte sufrir./ Como una paloma tu pañuelo blanco/ se perdió en la niebla de la tarde fría,/ y hoy en cada puerto, muchacha argentina/ revive tu pena, regresa tu voz..." (Adiós, marinero /Arturo Gallucci-Reinaldo Yiso); "Espesa de bruma de todos los mares/ y tu cara llena de curiosidad,/ llegaste en un barco que vino a estos lares/ de un país lejano como tu ansiedad;/ tenían tus ojos 58

dulzura de enero,/ empinado el gesto por la ensoñación;/ frescura en el alma, tu acento extranjero,/ no sé que destino me unió a tu ilusión..." (Marinera /Pedro Láurenz-Carlos Marín); "Espere, capitán, un minuto, por favor,/ que la vida se me va; dos palabras con mi amor./ Yo le pido que no zarpe todavía/ que me lleva el corazón..." (Espere, capitán /Ramón "Palito" Ortega- Chico Novarro).

BODEGONES Y CANTINAS Escenario de infinidad de historias y motivo de innumerables tangos, los bodegones y cantinas portuarios han sido fielmente pintados muchas veces en temas de alto vuelo poético en las que se refleja el desarraigo y la "nostalgía" de los tanos: "La cantina, llora siempre que te evoca,/ cuando toca piano, piano, su acordeón el italiano,/ la cantina, que es un cacho de la vida,/ donde estabas escondida tras el hueco de mano;/ de mi mano, que te llama silenciosa,/ mariposa que al volar, me dejó sobre la boca,/ me dejó sobre la boca, tu salado gusto a mar..." (La cantina /Aníbal Troilo-Cátulo Castillo); "La Boca, callejón, Vuelta de Rocha,/ bodegón, Genaro y su acordeón./ Canzoneta gris de ausencia, cruel malón de penas viejas,/ escondidas en las sombras del figón..." (Canzoneta /Erna Suárez-Enrique Lary); "Vino en un barco italiano/ con vía hacia el puerto, lloraba de gris;/ con su ambulante acordeón y con su alma infeliz./ Tanto vagar por el mundo tras una esperanza, tras una ilusión;/ ancló su vida en turbias guaridas del viejo Paseo Colón..." (Náufrago /Luis Rubinstein-Fidel Pintos); "El farol de una cantina, la neblina del Riachuelo/ se ha tendido bajo el cielo con un pálido telón,/ y en la mesa donde expresa su tristeza sin consuelo/ Don Giovanni está llorando con la voz del acordeón..." (Domani /Cátulo Castillo-Carlos Viván). Parece ser que el acordeón de los tanos estuviese siempre presente en esta temática; pero veamos otros casos en los que no figura: "Brillando en las noches del puerto desierto/ como un viejo faro la cantina está/ llamando a las almas que no tienen puerto/ porque han olvidado la ruta del mar..." (Aquella cantina de la ribera /Cátulo Castillo-José González Castillo); "Con el codo en la mesa mugrienta/ y la vista clavada en el suelo,/ piensa el tano Domingo Polenta/ en el drama de su inmigración./ Y en la sucia cantina que canta/ la nostalgia del viejo paese,/ desafina su ronca garganta/ ya curtida con vino carlón..." (La violeta /Cátulo Castillo-Nicolás Olivari); "Y aquel buzón carmín/ y aquel fondín/ donde lloraba el tano/ su rubio amor lejano/ que mojaba con bon vin..." (Tinta roja /Sebastián Piana-Cátulo Castillo); "Sol de Nápoles lontano,/ María Curro, sueño verte;/ pero el barco de mi suerte/ amarró en el bodegón..." (Canción de inmigrante /Ricardo Malerba-Enrique Cadícamo).

EL RIACHUELO Y LA RIBERA Otro frecuente escenario de esta riquísima temática de muy definido perfiles es el del Riachuelo: "Turbio fondeadero donde van a recalar/ barcos que en el muelle para siempre han de quedar;/ sombras que se alargan en la noche del dolor,/ náufragos del mundo que han perdido el corazón./ Puentes y cordajes donde el viento viene a aullar,/ barcos carboneros que jamás han de zarpar; triste caravana sin destino ni ilusión/ como un barco preso en la botella del figón..." (Nieblas del Riachuelo /Juan Carlos Cobián-Enrique Cadícamo); "Sobre las aguas del Riachuelo,/ 59

allá muy cerca del macadam,/ de tarde en tarde ancla un velero/ que trae la brisa del Paraná/ Llevando al viento sus amplias velas/ y por emblema trae el timón/ una cruz roja que abre sus brazos/ sobre las aguas de alrededor..." (Chismes de la ribera); "Allá junto a la ribera un tano feliz vivía/ trabajando noche y día junto con la compañera;/ del Riachuelo al rumor y arrullado por sus murmullos,/ eran felices los grullos engrupidos en su amor..." (El olivo /Antonio Scattasso-N.Cabral-A.Vivas); "La luz de un nuevo sol alumbra la ciudad/ y besa el arrabal por sobre el puente Brown;/ mensajero de Dios, ajeno al bien y al mal/ y a todos por igual les llega con amor..." (La canción de la ribera /Miguel Bonano-Alfredo Bigeschi).

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CAPITULO XVI – De Guapos, Taitas Y Malevos En una sociedad donde abundaba la violencia y los hechos de sangre, los descendientes urbanos del gaucho heredaron el sentido del honor que defendían a punta de puñal. El tango supo reflejar esos hechos y los contó en uno y mil poemas.

LOS DUELOS El enfrentamiento entre varones, ya sea por cuestiones de honor, de polleras, o simplemente por nombradía; ha servido a los poetas del arrabal para pintar con certeras pinceladas el alma del malevo: "Tome mi poncho, y no se aflija,/ si hasta el cuchillo se lo presto;/ cíteme en la cancha que usté elija/ que he de dir, y en fija,/ no pondré mal gesto..." (Mandria /Juan Rodríguez-Francisco Brancatti-José Miguel Velich); "Frente a frente, dando muestras de coraje,/ los dos guapos se enfrentaron en el bajo,/ y el ciruja, que era listo para el tajo,/ al cafiolo le cobró caro su amor..." (El ciruja /Ernesto de la Cruz-Francisco Alfredo Marino); "Dos hombres llegan, son dos rivales,/ que en duelo criollo se han de enfrentar;/ que el brazo diga quien tiene más derecho/ a desflorar los besos de la mujer fatal..." (Allá en el bajo /Agustín MagaldiPedro Noda-Ismael Rafael Aguilar); "Pero otro amor por aquella mujer/ latió en el corazón del taura más mentao;/ y un farol en duelo criollo vio,/ bajo su débil luz, morir los dos..." (Duelo criollo /Juan Rezzano-Lito Bayardo); "Cuentan que una noche bramó como fiera/ en un entrevero que hasta se comenta;/ repartiendo hachazos era una tormenta,/ mostró su coraje batiendo a un malón..." (El Tigre Millán /Francisco Canaro); "Bajo el dolor de esa profunda llaga/ con que la infiel ha muerto su esperanza/ y sin más ley, la ley de la daga,/ que ha de apagar su sed de venganza..." (Honor gaucho /Agustín Magaldi-Juan Bautista Fulginiti); "En una cortada dos guapos malevos,/ en un entrevero tienen que aclarar; es cosa de hombres jugarse la vida,/ el pleito en sucia flor del arrabal..." (Pleito malevo /Florindo Sassone-Raúl Hormaza); "Andaban rechiflaos por una mina/ que a los dos llevaba la corriente/ y buscaron de verse frente a frente/ pa' arreglar el asunto en una esquina;/ uno y otro fajarse se imaginan,/ porque si uno es pesao, otro es valiente,/ y además, es fulero que la gente/ sepa pa' quién quedó la percantina..." (El amasijo /Edmundo RiveroYacaré). Pero, como dice el refrán "guapos eran los de antes", ya no los hay: "Ayer, de miedo a matar,/ en vez de pelear/ me puse a correr..." (Malevaje /Juan de Dios Filiberto-Enrique Santos Discépolo); "Dicen que dicen que una noche zurda/ con el cuchillo deshojó la espera; y entonces solo, como flor de orilla,/ largó el cansancio y se mató por ella..." (Te llaman malevo /Aníbal Carmelo Troilo-Homero Aldo Expósito); hasta puede que aparezca por ahí algún guapo de pacotilla: "Contando sus hazañas en un boliche / un guapo que de grupo se hizo cartel, / a giles engrupía, pa' chupar de ojo, / con famosas hazañas que no eran de él..." (As de cartón /Luis Viapiana-Roberto Aubriot Barboza-González). Sí, ya no hay más guapos, allá va el último de ellos: "Jugar con desprecio su vida / por el sol de un florido percal, / y se irá sin llevar ni una herida / el último guapo del viejo arrabal..." (El último guapo /Riel (Leonardo Lipesker)- Abel Aznar).

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TANGOS CANEROS Los frecuentes encuentros entre guapos y malevos hizo que muchas veces uno de ellos fuese a purgar entre rejas, puede decirse que hasta con orgullo, el precio de la vida tomada y así nos lo cuentan las letras de algunos tangos: "Vieja, una duda cruel me aqueja, / que es más fuerte que esta reja / que me sirve de prisión... (Una carta /Rodolfo Sciamarella-Enrique Domingo Cadícamo); "En una celda oscura del presidio lejano / el penado catorce su vida terminó..." (El penado 14 /Agustín Magaldi-Pedro Noda-Carlos Pesce). Otras veces el motivo de la ida a la cárcel era el cobro de una afrenta o una traición: "¡Arrésteme, Sargento, y póngame cadenas! / Si soy un delincuente que me persone Dios. / Yo he sido un gaucho bueno, me llamo Alberto Arenas, / señor, me traicionaban y los maté a los dos..." (A la luz de un candil /Alejandro Carlos Vicente Geroni Flores-Julio Plácido Navarrine); "¿Han venido a prenderme? ¡Ya estoy listo! / La cárcel a los hombres no hace mal. / ¡Aquí me tienen! Ya no me resisto; / estoy vengao, ¡soy un criminal..!” (Justicia criolla /Rafael (El Rata) Iriarte-Francisco Brancatti); "Me encerraron muchos años en la sórdida gayola, / y una tarde me largaron pa' mi bien o pa' mi mal..." (La gayola /Rafael Eulogio Tuegols-Armando José María Tagini); "Allá en la Penitenciaria / Ladrillo llora su pena / cumpliendo injusta condena / aunque mató en buena ley. / Los jueces lo condenaron / sin comprender que Ladrillo / fue bueno, noble y sencillo, / trabajador como un buey...". ¿Y porqué fue condenado este personaje, sencillo hombre del pueblo, no un malevo y matón? Veamos: "El día que con un baile / su compromiso sellaba, / un compadrón molestaba / a la que era su amor. / Jugando, entonces su vida / en duelo criollo, Ladrillo / le sepultó su cuchillo / partiéndole el corazón..." (Ladrillo /Juan de Dios Filiberto-Juan Andrés Caruso). Pero no sólo el hecho de matar es motivo de una temporada en cafúa, también tener "dedos ágiles" puede finalizar con el personaje en cana: "Si alguno lo pone en duda lo que este cosos comenta, / Moreno quince cincuenta, que le pasen mi tosán; /por apretar el gatillo en una bronca fulera / diez pepinos en Las Heras me hizo morfar un fiscal. / Ochenta y dos remisiones, varias con treinta en Devoto, / dos en Tierra por el coco y un kilo de apelación, / son datos e informaciones, pedriguée de un chorro viejo;/ El Pesao con todo esto se ofrece sin pretensión..." (El Nene del Abasto /Eladio Blanco-Raúl Hormaza); "Una vez un tal Loyola / me embarcó en guay fulero; / saltó la bronca, taquero, / celular, biaba y gayola; / di concierto de pianola / manyando minga de solfeo, / y aunque me tengo por feo / colgué mi fotografía / donde está la galería / de los ases del choreo..." (El conventillo / Ernesto Baffa-Arturo De la Torre); "Tendrás piano pa' tocar y qué se yo que moblario, / figurarás en los diarios en galería social; / aunque yo pa' mantenerte esté siempre engayolado / y eternamente escrachado en crónica policial..." (La señora del chalet /Edmundo Leonel RiveroAngel Pagano).

LOS JUECES Todo delito merece castigo previo juicio y la presencia de los Jueces está fielmente atestiguada en algunos tangos: "Un farol en una calle tristemente desolada / pone con su luz de foco su motivo de color. / El cariño de mi madre, mi viejecita sagrada, / que por santa merecía, señor Juez, ser venerada; / por la calle de mi vida fue como luz de farol. / Y piense si aquella noche cuando vi que aquel malvado / escupió sobre sus canas el consejo bajo y cruel, / hombre a hombre, por el despecho cegado, /por mi cariño de hijo, por mi cariño sagrado, / sin pensarlo cobré rabia y 62

hombre a hombre lo maté..." (Sentencia /Pedro Maffia-Celedonio Esteban Flores); "Con sombras de cárcel lavé mi pecado, / si acaso la cárcel lo pudo lavar; / los jueces de mármol nunca comprendieron / que a veces la vida te obliga a matar..." (Volvamos a empezar /Daniel Alvarez-Eduardo Maradei); a ellas también suele alcanzarlas el largo brazo de la justicia: "Pero se acaba, y esa noche / que lo vi con otra me cegué / y poniendo a mi suerte triste broche /usted sabe, señor Juez, que lo maté..." (Usted sabe señor Juez /Oreste Cufaro-Raúl Meralla).

LOS CANAS Evidentemente la autoridad policial, vulgo "cana", no es muy respetada en las letras de tangos y milongas, hasta aparece caricaturizada: "Un botón que toca ronda /por no quedarse dormido, / y un bacán que está escondido / chamuyando en un zaguán..." (Los cosos de al' lao /José Canet-Marcos Larrosa); "Todo es calma alrededor, / almacén sin pasador, /se espiran los jugadores / y sin luz al interior. /De pronto de un corredor / sale un hombre de repente, ¿saben quién era? / el agente, que más mamao que un aljibe /le pega un -Alto, quién vive! /a un buzón que estaba enfrente..." (Boliche El Cuco /Atilio Supparo-Manuel Costas); "-Pase agente Belisario ¿Hay alguna novedad? / -Para decir la verdad, ninguna mi Comisario; / solamente he visto varios hombres allá en el boliche / El Lobo del gringo Felice prendidos en un truquito / pero todo tranquilito como nene con un chiche..." (Sin novedad).

TANGOS ETILICOS Según la anécdota fue un hombre primitivo que cargó un puñado de uvas en su morral como provisión para la larga travesía que emprendía, transcurridos algunos días el azúcar de la maltratada fruta se convirtió en alcohol dando nacimiento a la bebida etílica que alegra el espíritu pero que consumida en exceso suele causar problemas. El tango ha sabido tratar esta temática unas veces con total crudeza y otras con un toque de humor: “¡Mozo! Traiga otra copa/ y sírvase de algo el que quiera tomar/ que ando muy solo y estoy muy triste/ desde que supe la cruel verdad...” (La copa del olvido /Enrique Delfino-Alberto Vaccarezza); “Tomo y obligo, mándese un trago,/ que hoy necesito el recuerdo matar./ ¡Sin un amigo, lejos del pago,/ quiero en su pecho mi pena volcar!/ Beba conmigo y si se empaña/ de vez en cuando mi voz al cantar;/ no es que la llore porque me engaña,/ yo sé que un hombre no debe llorar... (Tomo y obligo /Carlos Gardel-Manuel Romero); “¡Vamos! ¿No ves que ella ríe?/ ¡No es de este siglo llorar!/ ¡Vamos, mandate otro whisky;/ total la guadaña no va a hacer sonar..!” (Whisky /Carlos Di Sarli-Héctor Marcó); “Una canción que me mate la tristeza/ que me duerma, que me aturda/ y en el filo de esta mesa vos y yo, los dos en curda,/ los dos en curda, y en la pena sensiblera/ que me da la borrachera yo te pido, cariñito,/ que me cantes como antes, despacito, despacito,/ tu canción una vez más...” (Una canción /Aníbal Troilo-Cátulo Castillo; “Dicen mis amigos que mi vino es triste,/ que no tengo aguante ya para el licor,/ que soy un maleta que ya no resiste/ de la caña brava ni el macho sabor;/ y es que en mí se ha muerto todo lo que existe/ y entre copas quiero ahogar mi rencor./ Siempre estoy borracho desde que te fuiste,/ siempre estoy borracho pero de dolor...” (El vino triste /Juan D’Arienzo-Manuel Romero); ¡Che mozo! Sirva un trago más de caña,/ yo tomo sin motivo y sin razón; no lo hago por amor, que es vieja maña,/ tampoco pa’ engañar al corazón./ No tengo un mal recuerdo que me aturda,/ no tengo que olvidar 63

una traición;/ yo tomo porque sí, de puro curda,/ pa’ mí siempre es buena la ocasión...” (De puro curda /Carlos Olmedo-Abel Aznar); “Anoche cerró por duelo el bodegón “La Maroma”,/ murió el negrito Carmona, remanyado escabiador;/ en el mistongo convoy donde el pobre es velado,/ varios curdas jubilados, acariciando el cajón,/ lagrimeaban apenados empinando semillón...” (Entre curdas /Vicente SpinelliAldo Queirolo); “¡Eche amigo, nomás, écheme y llene/ hasta el borde la copa de champán,/ que esta noche de farra y alegría/ el dolor que hay en mi alma quiero ahogar...” (La última copa /Francisco Canaro-Juan Andrés Caruso); “Sirva otra vuelta pulpero,/ que me ayude a recordar,/ pues son muchas primaveras las que voy dejando atrás./ Sirva otra copa, mi amigo, que entre charlar y charlar/ he de contarle a este mozo cosas que suelen pasar...” (Sirva otra copa /Arturo Gallucci-José Rótulo); “Ven, payaso, buen amigo, compañero de tristezas,/ ven y siéntate a mi mesa si te quieres embriagar,/ que si tú tienes tus penas yo también tengo las mías y el champán hace olvidar...” (Ríe payaso /Emilio Falero-Virgilio Carmona); “Para ahogar hondas penas que tengo/ que me matan y que no se van/ yo levanto temblando en mis manos/ esta copa de rubio champán./ Los invito conmigo a beber/ que bebiendo se habrán de olvidar/ los destellos de amores perdidos/ que suelen de llanto los ojos nublar...” (Destellos /Francisco Canaro-Juan Andrés Caruso). Apenas una breve recorrida de esta temática tantas veces utilizada por los poetas del tango para contarnos una historia o reflejar un instante de una vida cualquiera.

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CAPITULO XVII – El Tango En París En sus comienzos el tango fue resistido por la burguesía de nuestro país, se lo consideraba música prostibularia o carcelaria, por lo que estaba totalmente prohibido en los salones del centro. Fue en 1905 cuando la casa Gath & Chaves envió una delegación a París que estaba integrada, entre otros, por Alfredo Gobbi, su reciente esposa, la cantante chilena de zarzuelas Flora Rodríguez y Angel Gregorio Villoldo, con la finalidad de grabar algunos tangos, cosa que en ese momento era imposible de realizar en este país; así fue que primer tema llevado al surco es El Sargento Cabral, un tango del pianista negro Manuel Oscar Campoamor, interpretada por la Guardia Republicana de París, esto sucedió en 1907. Bien puede decirse que la Ciudad Luz explotó a la llegada del tango; la novedosa coreografía fue adoptada de inmediato por la sociedad parisina para de allí conquistar el mundo entero. De ahí en más la concurrencia de músicos, cantantes y bailarines argentinos que partían con el sueño de alcanzar el esquivo triunfo fue incesante y las letras de los tangos fue dejando la cronología de esas aventuras, a veces triunfantes y otras no tanto: "Yo estuve en el puerto la mañana aquella/ cuando te embarcaste con rumbo a París,/ llevando en los ojos un fulgor de estrellas/ que fosforecían bajo el gacho gris..." (Y te fuiste a París /Eduardo Pereyra); "Rajé de Puente Alsina para Montmartre/ que todos me batían para engrupir/ tenés la pinta justa pa' acomodarte/ con la franchuta que va al dancing./ Que hacés en Buenos Aires, no seas otario,/ morocho y argentino, rey de París... (Araca París /Luis Viapiana-Roberto Aubriot Barboza); además siempre estaba presente la inevitable añoranza: "Tirao por la vida de vida de errante bohemio/ estoy Buenos Aires, anclao en París;/ cubierto de mala, bandeado de apremios,/ te evoco desde este lejano país..." (Anclao en París /Guillermo Barbieri-Enrique Cadícamo); "Te acordás de aquella noche de garufa en el bulín/ con la criolla muchachada que soñaba con París;/ con la clásica Victrola, con la sentida canción,/ y de los primeros llantos de un machazo corazón./ La nevada por la calle, la guitarra, el bandoneón,/ y una mina que chamuya palpitando un metejón;/ era grande la alegría, soñador el copetín,/ serán siempre mis recuerdos esas noches de París..." (Evocación de París /Luis Mandarino); "Yo sé que te acuerdas del barrio perdido,/ de aquel Buenos Aires que nos vio partir,/ y en tus labios tiemblan los tangos aquellos/ que en París cantabas antes de morir./ La lluvia de otoño mojó los castaños/ pero ya no estabas en el bulevar;/ muchachita criolla de los ojos negros/ tus labios dormidos ya no han de cantar... (La que murió en París /Jorge Maciel-Héctor Pedro Blomberg). París recibió al tango con los brazos abiertos, pero le pagó con moneda de ley cuando le entregó sus personajes: "Era la papusa del barrio latino/ que supo a los puntos del verso inspirar,/ pero hasta que un día llegó un argentino/ y a la francesita la hizo suspirar..." (Madame Ivonne /Eduardo Pereyra-Enrique Cadícamo); "Un día más, un año más,/ que voy perdida en la neblina,/ en esa niebla de la noche parisina/ que te alejaste para nunca más volver./ Yo te llamé Mimí Pinzón/ porque tu afán de ser coqueta, te fue arrastrando al igual que la griseta/ y el mismo mal y su final te castigó... (Mimí Pinzón /Aquiles Roggero-José Rótulo); "Francesita, que trajiste pizpireta,/ sentimental y coqueta, la poesía del Quartier;/ quien diría que tu poema de griseta/ solo una estrofa tendría, la silenciosa agonía de Margarita Gauthier..." (Griseta /Enrique Delfino-José González Castillo); el trágico personaje de Alejandro Dumas tiene su propio tango: "Hoy te evoco emocionado, mi divina Margarita,/ hoy te llevo en mi recuerdo, oh, mi dulce inspiración./ Soy tu Armando el que te clama, dulce, dulce muñequita,/ el que llora, el que reza embargado de emoción..." (Margarita Gauthier /Joaquín Mauricio Mora-Julio Jorge Nelson). París y 65

el tango han tenido una temática que ha enriquecido el acervo de la canción popular y sus poetas han sabido cantarla con emoción.

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CAPITULO XVIII – El Tango, Cronista Social

TANGOS DE DENUNCIA Y DE PROTESTA Puede decirse que esta temática nace con el género mismo, ya que en sus albores uno de los padres del tango escribía: "La chanchuya y la matufia hoy forman la sociedad,/ y nuestra vida moderna es una calamidad;/ de unas drogas hacen vino y de porotos café,/ de maní es el chocolate y de yerbas es el té;/ la medicina veneno que quita fuerza y salud, los licores vomitivos que llevan al ataúd..." (Matufias o el arte de vivir /Angel Gregorio Villoldo). Toda la problemática social, la mezquindad y la corrupción son mostradas con total crudeza en temas de desgarrante dolor: "Sus hijos no lloran por llorar,/ ni piden masitas, ni chiches ni dulces, señor,/ sus hijos se mueren de frío y lloran hambrientos de pan,/ la abuela se queja de dolo, doliente reproche que ofende su hombría;/ también su mujer, escuálida y flaca/ en una mirada toda la tragedia le ha dado a entender..." (Pan /Eduardo Pereyra-Celedonio Esteban Flores); "Sus hijos piden pan y su pobre mujer/ no sabe cómo hacer pa' que no pidan más/ y el hijito mayor que alcanza a comprender/ sentado en un rincón contempla a su mamá..." (La canción de la ribera /Eduardo Bonano-Enrique Bigeschi); "Verás que todo es mentira, verás que nada es amor,/ que al mundo nada le importa; yira, yira.../ aunque te quiebre la vida, aunque te muerda un dolor,/ no esperés nunca una ayuda, ni una mano, ni un favor..." (Yira, yira /Enrique Santos Discépolo); "La gente que es brutal cuando se ensaña,/ la gente que es feroz cuando hace un mal,/ tomó para ser títeres en su guignol/ la imagen de tu amor y mi esperanza..." (Infamia /Enrique Santos Discépolo); "Que el mundo fue y será una porquería, ya lo sé,/ en el quinientos diez y en el dos mil también;/ que siempre ha habido chorros, Maquiavelos y estafaos,/ contentos y amargaos, valores y doblez./ Pero que el siglo veinte es un despliegue de maldad insolente, ya no hay quien lo niegue,/ vivimos revolcaos en un merengue y en el mismo lodo todo manoseados..." (Cambalache /Enrique Santos Discépolo); podemos apreciar que el recordado Discepolín era especialista en esta temática; pero siguen los casos que incluso a veces ponen un toque de amargo humor: "Hoy en día todo es grupo disfrazado de verdad,/ una sarta de mentiras ha invadido la ciudad,/ cualquier gato con tarjeta hoy la va de gran señor/ y los chorros se dan cita en el campo del honor..." (Camuflaje /Enrique Mario Francini-José García); "Si el mundo revirao, golpeándote,/ te tira pa' un costao en la pared;/ si el vento es un suspiro y el día tres/ ya se piantó de yiro y queda el mes./ Si al juego de la broma todo fue/ y el jugo de paraguas hoy es café,/ servime de testigo, tené fe; gritá, gritá conmigo, viejo, ¿Y a mí qué...?" (Y a mí qué /Aníbal Troilo/Cátulo Castillo); "Cuántos viven disfrazados/ sin saber que así quedaron,/ cuánto se oye sin reír,/ este mundo es escenario de un gran cine continuado/ que nos hace consumir./ Cuando al fin bromean y es un juego el acertar;/ la señora está indispuesta o ha salido hace un momento/ y el esposo se hace el muerto si es que vienen a cobrar..." (Siempre es carnaval /Osvaldo y Emilio Fresedo); "Todo el mundo está en la estufa,/ triste, amargao y sin garufa,/ melancólico y cortao;/ se acabaron los robustos/ y hasta yo que daba gusto/ cuatro kilos he bajao./ Todo el mundo anda de asalto/ y el puchero está tan alto/ que hay que usar el trampolín,/ si habrá crisis, bronce y hambre/ que el que compra un poco 'e fiambre/ hoy se morfa hasta el piolín..." (Al mundo le falta un tornillo /José María Aguilar-Enrique Cadícamo); "Aprendí todo lo bueno, aprendí todo lo malo,/ sé del beso que se compra, sé del beso que se da;/ del amigo que es amigo 67

siempre y cuando le convenga/ y sé que con mucha plata uno vale mucho más./ Aprendí que en esta vida hay que llorar si otros lloran/ y la murga se ríe uno se debe reír,/ no pensar ni equivocado, para qué si igual se vive,/ y además corrés el riesgo que te bauticen gil... (Las cuarenta /Roberto Grela-Francisco Gorrindo); "Que si falta la guita, que si no hay pa' gastar,/ y nuestra conciencia no vale mucho más./ Pucha, qué bronca me da/ ver tanta injusticia de la humanidad..." (Bronca /Edmundo RiveroMario Battistella); "En el medio de este mambo/ qué delirio tan profundo;/ el cartel de primer mundo/ nos vinieron a colgar;/ tan grotesco es el absurdo,/ tan inmundo está el chiquero/ que mirando el noticiero/ me reí por no llorar... " (Argentina primer mundo /Eladia Blázquez). ¿No notan en todos estos pasajes una sorprendente actualidad? Es que el tango habla de las cosas de siempre y por aquello de que no hay nada nuevo bajo el sol los problemas del hombre de ayer no se diferencian demasiado a los del hombre de hoy.

EL TOQUE DE HUMOR Como si fuera la otra cara de la moneda el tango siempre ha sabido tomar las cosas de la vida, aún las más dramáticas, con un desenfado que quizás no sea más que un inútil intento por ocultar la realidad. A veces con humor sutil, otras con grotescas caricaturas, podemos encontrar una interminable serie de temas que nos ayudan a dibujar una sonrisa, veamos: "No te traje pa' tu santo/ un par de zarzos bien debute/ que una noche a un farabute/ del cotorro le pianté/ y con ellos unas botas/ con las cañas de gamuza/ y una pollera papusa/ hecha de seda crepé..." (Ivette /Costa Roca-Pascual Contursi); "Er botón de la esquina de casa/ cuando sargo barrer la vedera/ me se acerca el canalla y me dice: -Pipistrela, Pipistrela./ Tengo un coso ar mercao que me mira./ es un tano engrupido de criollo;/ yo le pongo lo ojo pa' arriba/ y en de mientra le afano un repollo./ Me llaman la Pipistrela/ y yo me dejo a llamar,/ es mejor pasar por gila/ si una es viva de verdad;/ me llaman la Pipistrela,/ manyen qué linda mujer/ la pinta que Dios me ha dao/ la tengo de hacer valer..." (Pipistrela /Francisco Canaro-Fernando Ochoa); "Mirá, Ñata, es necesario/ que hablemos como es debido,/ porque ya estoy aburrido/ de hacer el papel de otario;/ mi vida aquí es un calvario,/ te lo bato con franqueza,/ sacate de la cabeza/ el berretín de mandar,/ porque si no vas a rajar/ con tus pilchas de la pieza.// Y la parda sobradora lo miró con mucha cancha,/ le hizo hacer la pata ancha y sin decirle –Atajate,/ le partió al ciruja el mate con el filo de la plancha..." (Cobrate y dame el vuelto /Miguel CalóEnrique Dizeo); "Yo no tango, tungo, tengo;/ ya me ca-cache en dié empieza el lío,/ es la lenga, lunga, lengua,/ que se araca, que se hamaca, atraca digo;/ yo jamón, jamás la pata/ nunca mato, nunca meto qué embromar,/ y pa`calma, colmo peso, paso el día sin hablar..." (El tarta /José María Rizzutti-Emilio Fresedo); "La indiada gritó ¡Largaron! y ahí fue el merengue, Dios mío,/ un tungo rajó pal río, los otros se desbocaron./ Datos y fijas fallaron, nunca se vio nada igual,/ y mi robusto bagual, despacito y sin alarde,/ llegó tres días más tarde, pero ganó el Nacional..." (Milonga burrera /Jorge Vidal); "Era un mono loco que encontré en un árbol/ una noche de hambre que me vió pasar;/ me tiró un coquito, yo que soy chicato,/ me ensarté al oscuro, la llevé al bulín./ Sé que entré a la pieza, encendí la vela,/ sé que me di vuelta para verla bien;/ era tan fulera que la vi y di un grito.../ después no me acuerdo, yo me desmayé..." (Justo el 31 /Enrique Santos Discépolo-Rada); "Porque tenés un pisito allá en la calle Corrientes/ y alternás en otro ambiente no te hagás el compadrito,/ para mí vos sos Pepito, el hijo del carbonero,/ un caradura y manguero, te juro me da tiricia,/ que me vengas a dar pifia haciéndote el petitero..." (No te hagás el pituquito /Miguel Montero-Reinaldo Yiso); "Che, rea vestida a plazos/ con desplante de señora/ 68

que no me das ni la hora/ desde que chapaste al ganso,/ acordate de este manso/ con paciencia de mamita;/ cuando se acabó la guita/ para pagar el buyón/ empeñé hasta el bandoneón/ pa' tenerte bien gordita..." (Andá que te cure Lola /Luis Caruso); "Nunca trates de fallar/ las reglas del bebedor/ y arrimate al mostrador,/ yo te aconsejo, muchacho,/ hay que prenderse al vinacho,/ cuando más tinto, mejor..." (El vinacho /José Rezzano-Alfredo Navarrine); "Vos tenés en el marote todo un corso a contramano,/ sos un caso de escopeta,/ ade chaleco y algo más;/ el favor que nos harías si chaparas un bufoso/ y sin decir ni hasta luego/ de una vez te amasijás..." (Chichipía /Juan D'Arienzo-Carlos Waiss); "Cuando un viejo se enamora/ anda el pobre en un revuelo/ con betún para el bigote/ y pinturita para el pelo./ Cuando un viejo se enamora/ anda todo alborotado/ y pa' que ella no se avive/ y lo tome por un pibe/ duerme todo encorsetado..." (Cuando un viejo se enamora /Rodolfo Sciamarella-Manuel Romero); "Se arma la bronca completa/ y por no pasar por giles/ apagaron los candiles/ la barra de "La Limeta";/ anduvieron meta y meta,/ sacaron bufo y filosa;/ total no ha pasao gran cosa,/ en cana llevaron ocho,/ al hospital treinta y ocho/ y siete otarios al pozo..." (Boliche “El Cuco" /M.Costas-Atilio Supparo); "Hacé el favor, Filomena, y batime hasta cuando/ voy a seguir patinando de mi casa hasta el taller,/ ya van cinco media suelas que le cambio a los tamangos/ y de flaco estoy quedando como un cacho de papel..." (Sarampión /Juan D'Arienzo-Héctor Varela-Carlos Waiss); "Te pasaste treinta agostos de una esquina a otra esquina,/ sin saber qué era una mina, ni una copa, ni un café,/la yugabas como un burro y amurabas meneguina/ practicando infantería de tu casa hasta el taller,/ fútbol, timbas y carreras eran cosas indecetes,/ sólo el cine era tu vicio si podías garronear,/ y una vuelta que asomaste los mirones por Corrientes/ al marearte con sus luces te tuvieron que auxiliar..." (Amarroto /Miguel Bucino-Cao); "Que querés, Cipriano, ya no das más jugo,/ tus cincuenta abriles que arriba llevás,/ junto con el pelo que fugó del mate/ se te fue la pinta que no vuelve más./ Dejá las pebetas para los muchachos,/ esos platos fuertes no son para vos;/ piantá del sereno, andate a la cama,/ que si no mañana andás con la tos..." (Enfundá la mandolina /Francisco Canaro-Zubiría); "Contando sus hazañas en un boliche/ un guapo que de grupo se hizo cartel/ a giles engrupía, pa' chupar de ojo,/ con famosas hazañas que no eran de él./ Conocedor de frases y de modales/ de la jerga fulera del arrabal/ se contaba combates fenomenales/ donde él siempre jugaba rol principal..." (As de cartón /Emilio González-Luis Viapiana); "Pronto se armó la podrida,/ piñas, trompadas, tortazos,/ Santillán tiró un balazo con un chumbo que traía;/ toda la gente corría,/ quedó la casa pelada,/ pa' terminar la velada/ yo me chorié un bandoneón,/ un piloto Pantaleón/ y el loco la jeta hinchada..." (Un baile a beneficio /Juan Carlos Caviello-Juan Alberto Fernández); "No era feo el paparulo, pintaba bien su esqueleto,/ pero tenía defectos: era rengo y tartamudo,/ en su boca como engrudo las palabras se pegaban/ y al largar la chamuyada, la fulera suerte quiso,/ se le piantaran los dientes... claro, si eran postizos..." (El descolao /Vicente Spinelli-Aldo Queirolo). Hemos hecho una breve recorrida por la temática de los temas con humor, la lista es mucho más extensa, pero hemos pretendido demostrar que no siempre el tango es gris y rezongón y que a veces también sabe reírse de sí mismo...

CON PERMISO, SOY EL TANGO Muchos poetas del tango han intentado definirlo sin haberlo logrado en su totalidad; tal vez fue Enrique Santos Discépolo quien más se aproximó cuando dijo “El tango es un pensamiento triste que se puede bailar”. Después siguieron una abundante cantidad de tangos que hablan de sí mismo, muchos plenos de 69

nostalgia,haciéndolo frecuentemente en primera persona y expresándose con orgullo: “Dando vueltas como trompo,/ como trompo y calesita/ he llegado de visita,/ permítame, voy a entrar;/ en los bailes soy primero/ y con todos me doy cita,/ un acorde bien porteño/ en mi sentido compás...” (Con permiso, soy el tango /Cristóbal Herreros-R.P.Garavano) “Yo soy un cacho de arrabal que no se rindió/ mi ley era seguir sin flaquear jamás;/ un bandoneón me dio con su acento compadrón/ el coraje pa’ guapear./ Yo soy aquel varón de ayer que volvió a tayar/ ganando la partida, me dieron por perdida/ aquellos que me vieron aflojar...” (Me llaman tango /Emilio De Caro-Mario Soto); “Soy el tango milongón/ nacido en los suburbios malevos y turbios;/ hoy que estoy en el salón/ me saben amansado, dulzón y cansado:/ pa’ qué creer, pa’ qué mentir que estoy cambiado/ si soy el mismo de ayer...” (Yo soy el tango /Domingo Federico-Homero Expósito); “Soy Juan Tango,/ un cornetin que ayer nomás/ cruzó la calle bravía/ sobre el lomo de un tranvía/ llenó de trote la aurora;/ soy la esquina soñadora/ que se borró en el olvido,/ soy en la noche ser herido/ por la llama de un farol...” (Juan Tango /Pedro Maffia-Sebastián Piana-Cátulo Castillo). Otras veces es su hijo de arrabal quien hablando en segunda persona se dirige al tango y le dice: “Eras un gran varón, altivo y compadrón,/ de una palabra sola,/ rimaba tu canción con la emoción triunfal/ del bandoneón de Arolas;/ pero empezó tu decadencia/ cuando te dieron tanta ciencia/ y refinao en tus modales/ dejaste los barriales que te vieron nacer...” (Tango de otros tiempos /Francisco Alfredo Marino); “¡Tango, tango!/ Vos que fuiste el amigo confidente de su amor./ ¡Tango, tango!/ Hoy precisa de tu ayuda para calmar su dolor./ ¡Tango, tango!/ Vos que estás en todas partes esta noche es la ocasión/ de que llegue hasta tu reja el eco de la queja/ de un triste bandoneón...” (Lo han visto con otra /Horacio Pettorossi); “Suena tango quejumbroso,/ compadrón y callejero,/ como suena en la tristeza/ mi abatido corazón;/ y si ves a mi querida/ no le digas que la quiero/ porque ya me da vergüenza/ de pensar en su traición...” (No le digas que la quiero /Enrique Delfino-Alberto Vaccarezza). Finalmente el tango genera historias que los poetas han sabido registrar: “Vengan a ver qué traigo yo/ en esta unión de notas y palabras,/ es la canción que me inspiró/ la evocación que anoche me acunaba;/ es voz de tango modulada en cada esquina/ por el que vive la emoción que lo domina,/ quiero cantar por este son/ que es cada vez más dulce y seductor...” (Una emoción /Raúl Kaplún-José María Suñé); “Que bailen los que vienen pa’ bailar,/ que escuchen los que quieran escuchar;/ pa’ todos hay un tango acompasado,/ pretencioso y retobado reinando en mi ciudad./ Yo canto porque vivo la emoción/ del tango pretencioso y compadrón;/ yo canto cuando alguno pega el grito/ que hay un tango compadrito buscando un corazón...” (Canción de rango (Pa’ que se callen) /Raúl Kaplún-José María Suñé); “Buena como nadie, linda como el sol,/ reinaba por su pinta en el salón;/ bailando un tango nació nuestro romance/ mientras la orquesta tocaba estos compases,/ cuatro compases que alegraron/ mi triste corazón con su divino amor...” (Cuatro compases /Luis BruniOscar Rubens); ”Yo soy así, no he de cambiar,/ me gusta el tango,/ llevo el compás en el latir del corazón,/ desde purrete lo he vivido en las esquinas/ cuando tayaba un organito rezongón./ Yo soy así, no he cambiar,/ me gusta el tango,/ sin importarme si es de ayer o si es de hoy/ y al dulce arrullo de su música y sus versos/ saldrá el zorzal sentimental de mi emoción...” (Yo canto tangos /Roberto Pansera-Roberto Lambertucci); “El tango es la musa de mi Buenos Aires,/ andando entre guapos aprendí a vivir;/ en la mala racha jamás fue cobarde/ y en los entreveros clavó alto el clarín./ El tango es un naipe que no tiene contra,/ es el as de triunfo para la emoción;/ final de Palermo a taco y a lonja/ y es un ciego curda en el bodegón...” (El tango no tiene contra /Pedro Maffia-Ginardi); “En esta noche de capricho y de fandango/ no sé 70

con qué me van a hablar a mí de tango;/ si en los portones de Palermo fui como patrón,/ juego de taba y milonga/ y en la mistonga domingada en los corrales/ fui respetado como en tantos carnavales,/ cuántos recuerdos queridos, cómo poder olvidar...” (A mí no me hablen de tangos /Juan José Paz-José María Contursi); “Yo llevo un tango en el alma,/ tango de hondas vibraciones,/ confidente de emociones de mi barriada porteña;/ el que cantando se adueña/ del sentir de mi ciudad/ que lleva un tango en el alma/ como yo y así dice su cantar...” (Yo llevo un tango en el alma /Osvaldo Sosa Cordero); “Yo soy el alma misma de mi tango/ cargado de emoción y desengaño,/ amargo en su decir y su emoción,/ amargo como mi dolor...” (Con alma de tango /Juan D’Arienzo-Carlos Waiss); “Cuando oigo un disco de un tango viejo,/ un tango de esos que hacen soñar,/ pienso muchachos que no hay ningún derecho/ que a mi tango lo quieran transformar...” (Así era el tango /Juan José GuichandutMontoni); “Al compás de un tango la habrás de olvidar,/ con una pebeta que sepa bailar,/ una piba buena que al mirar tus ojos/ comprenda la pena de tu corazón...” (Al compás de un tango /Oscar Suárez Villanueva-Oscar Rúbens); “Así se baila el tango, sintiendo en la cara,/ la sangre que sube en cada compás,/ mientras que el brazo como una serpiente/ se enrosca en el talle que se va a quebrar./ Así se baila el tango, mezclando el aliento,/ cerrando los ojos pa’ escuchar mejor/ cómo los violines le cuentan a los fueyes/ por qué desde esa noche Malena no cantó...” (Así se baila el tango /Elías Randal-Marvil).

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CAPITULO XIX – Temas Varios

LOS OFICIOS Como una especie de cronista de época, el tango ha dejado testimonio de los distintos trabajos y oficios; algunos de ellos ya olvidados, ya que muchos eran artesanales y se iban trasmitiendo generación tras generación. En sus respectivos capítulos ya hemos visto temas que hablan del mayoral, el motorman, el taxista, el colectivero, el organillero, etc. Veamos algunos otros ejemplos: "Yo soy Prudencio Navarro, el cuarteador de Barracas,/ tengo un pingo que en el barro/ cualquier carro tira y saca..." (El cuarteador /Rosendo Luna/Enrique Cadícamo"; "E tique, taque, tuque, se pasa todo el día,/ Giusseppe, el zapatero, alegre remendón,/ masticando el toscano y haciendo economía,/ pues quiere que su hijo estudie de doctor..." (Giusseppe el zapatero /Guillermo del Ciancio); "Hay que apurar el reparto,/ sino, se enoja el patrón;/ lecherito del Abasto,/ trabajador, picaflor..." (Lecherito del Abasto /Emilio Balcarce-Luis Caruso); "Conozco su historia y sé de su valor;/ que cierto día el padre no regresó al hogar/ y que él, sin decir nada hizo aquel cajón y que en su casa nunca les ha faltado el pan...” (Se lustra, señor /Enrique Alesio-Eduardo del PianoMarvil); "Con un lazarillo llegás por las noches/ trayendo las quejas del viejo violín,/ y en medio del humo parece un fantoche/ tu rara silueta de flaco rocín..." (Viejo ciego /Sebastián Piana-Cátulo Castillo-Homero Manzi); "Manos laburantas forjaron tu arcilla,/ mezcla milagrera de obrero y gorrión;/ quien nace diariero morirá canilla/ cumpliendo en su vida la ley del pregón..." (Para vos, canilla /A.Gutiérrez-J.Gutiérrez Martin).

TANGOS EN COLORES Recorriendo los títulos de la temática tanguera encontramos que existe una serie de lo que bien pudieran llamarse tangos de colores, veamos apenas unos pocos: "Cuartito azul, dulce morada de mi vida,/ fiel testigo de mi tierna juventud;/ llegó el momento de la triste despedida,/ ya lo ves todo en el mundo es inquietud;/ ya no soy más aquel muchacho oscuro,/ todo un señor desde esta tarde soy;/ y sin embargo, cuartito, te lo juro,/ nunca estuve tan triste como hoy..." (Cuartito azul /Mariano Mores-Mario Battistella); "Altiva y soberbia, cual diosa pagana/ pasaste a mi lado mostrando el rencor/ y desde aquel día yo sé que he perdido/ la gloria inefable de un sueño de amor..." (Ilusión azul /A.Arci); "Cuando faltes tú en el lago azul/ mi quimera gris buscará tu amor/ y a mi corazón llamará el dolor/ cuando faltes tú en el lago azul..." (En el lago azul /Roberto Rufino-Alejandro Romay); "Bajo el cono azul de luz/ bailando esta Susú su danza nocturnal,/ sola en medio del salón/ se oprime el corazón, cansada de su mal..." (Bajo el cono azul /Alfredo De Angelis-Carmelo Volpe); "Con tu pollera azul, airosa y juvenil,/ así te vi pasar, mi chiquilina;/ y al verte comprendí que tú eres el amor,/ que tú eres la esperada por mi vida..." (Tu pollera azul /Carlos Dante-Víctor Braña-Reinaldo Yiso); "Yo tuve un trompo azul, que fue mi hermano,/ lejano, saltarín de piedras viejas,/ por la zurda del barrio, a contramano/ y en la calle de portones y de rejas..." (El trompo azul /Héctor Stamponi-Cátulo Castillo); "Paredón, tinta roja en el gris del ayer,/ tu emoción de ladrillo, feliz/ sobre mi callejón con un borrón pintó la esquina/ y al botón que en el ancho de la noche/ puso 72

al filo de la ronda como un broche..." (Tinta roja /Sebastián Piana-Cátulo Castillo); "Campaneando de reojo una vidriera,/ la pebeta del local me cautivó,/ y elegí, compre una corbata de seda/ brillante, de color rojo punzó..." (La corbata rojo punzó /Hugo Varela); "Callejón, callejón lejano, lejano,/ íbamos perdidos de la mano/ bajo un cielo de verano,/ llorando en vano;/ un farol, un portón, igual que en un tango,/ y los dos perdidos de la mano/ bajo un cielo de verano que partió..." (Yuyo verde /Domingo Federico-Homero Expósito); "Verdemar, Verdemar, se llenaron de silencio tus pupilas;/ te perdí, Verdemar; tus manos amarillas, tus manos sin color/ y el frío de mi noche sobre tu corazón./ Faltas tú, Verdemar; se apagaron tus pupilas, Verdemar..." (Verdemar /Carlos Di Sarli-José María Contursi); "Qué tendrán los pescadores/ que no entonan barcarolas,/ desde el puerto que está junto al mar/ hay una sensación de desconsuelo fatal..." (Rosa de mar /Roberto Garcés-Leopoldo Díaz Vélez); "En mi corazón esta noche de dolor,/ llama moribunda que te busca, triste faro,/ aguas errantes te alejaron y el viento lloró..." (Rosa Celeste /Antonio Rodio-Horacio Sanguinetti); "Tu corazón era un tango/ y un bandoneón tus caderas,/ lloraba un tango en tu alma/ perdido en la sombra de tu ojeras..." (Rosa de tango /Luis Rubinstein); "Almitas torturadas,/ pobres esclavas blancas/ del tango y la milonga;/ mujeres infecundas/ autómatas del vicio/ sin alma y sin amor;/ no sé por qué esta noche/ reflejan tus pupilas/ la pena que te mata/ y en cada carcajada,/ yo sé pobre milonga,/ solloza el corazón..." (Esclavas blancas /Guillermo Barbieri-Horacio Pettorossi); "Dónde vas, carrerito del Este,/ castigando tu yunta de ruanos/ y mostrando en la chata celeste/ las dos iniciales pintadas a mano..." (Mano blanca /Sebastián Piana-Homero Manzi); "Lava la ropa, mulata, pena y amor,/ la espuma muy blanca parece algodón,/ tus manos son negras, betún y carbón;/ lava la ropa, mulata, pena y amor..." (Ropa blanca /Alfredo Malerba-Homero Manzi); "En la capilla blanca/ de un pueblo provinciano/ muy junto a un arroyuelo de cristal/ me incitan a rezar tus manos..." (La capilla blanca /Carlos Di Sarli-Héctor Marcó); "Con la angustia de un niño perdido/ busqué en tu amor la salvación/ y la pena antigua de los celos/ convirtió en martirio mi pasión./ Ay! Quién le ha puesto crespón a este luto,/ al corazón que te dí yo..." (Luto blanco /Armando Pontier-Alberto Martinez); "Hoy me levanté con ganas/ de darle a mi corazón/ el gusto de hacer un tango/ que en sus acordes porteños/ lleve engarzado el amor..." (Cabecitas blancas /Osvaldo PuglieseEnrique Dizeo); "Sobre las riberas del Río Negro/ Viedma y Patagones se levantan/ juntas en histórico recuerdo,/ puente majestuoso las abraza..." (Río Negro /Manuel Carlos Ravone); "¡Ay, qué negro, qué negro soy!/ ¡Ay, qué pobre. qué pobre estoy!/ La mulata que me maltrata/ a hierro mata mi corazón..." (Pobre negro /Héctor Stamponi-Homero Expósito); "Perdoname si un día/ yo tuve el desatino/ de huir del buen camino/ burlándome de ti,/ te juro por mi madre/ que fue en un mal momento/ del cual hoy me arrepiento/ borrando mi sufrir..." (Oíme negro /Rosita Quiroga). Parece ser que los oscuros ojos de las hijas de estas tierras siempre han motivado a los poetas del tango para que rimen tiernos madrigales cantándoles así: "Cuando clavaste tus ojos en mí/ un misterio fatal presenti,/ luego una cita y un beso de amor/ y después el dolor del adiós..." (Por unos ojos negros /José DamésHoracio Sanguinetti); "Nena, escuchame, que yo te imploro,/ nos ves que lloro de corazón,/ sólo contigo vivir yo puedo,/ nena, te ruego, dame tu amor..." (Dos ojos negros /Raúl de los Hoyos); "Ojos negros y soñadores,/ de mis amores dueños son de mi vida,/ ojos, que encantan a mi alma/ y le dan dulce calma a mi fiel corazón..." (Ojos negros /Vicente Greco-Juan Porteño); "Mi corazón barco sin puerto/ va tras de la ruta de ilusión,/ encontré al fin en su desierto/ la estela azul de un viejo amor..." (Por tus ojos negros /Azpiazú-Alfredo Le Pera-Carlos César Lenzi).

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Otro color que aparece en los títulos y en las letras de los tangos es el gris; tal vez porque es un color siempre presente en la nostalgia del hombre de arrabal: "Qué ganas de llorar en esta tarde gris,/ en su repiquetear la lluvia habla de ti,/ remordimiento de saber que por mi culpa, vida, nunca te verás;/ mis ojos al cerrar te ven igual que ayer/ temblando al implorar de nuevo tu querer,/ y hoy es tu voz que vuelve a mí en esta tarde gris..." (En esta tarde gris /Mariano Mores-José María Contursi); "Por qué llorás, acaso mi presencia/ en este instante a vos también te apena,/ o al recordar tu vida sin esencia/ te arrepentiste y hoy querés ser buena./ La tarde gris, tan gris como mi pena/ acompañó mi quebranto por mi herida/ porque tus besos trajeron a mi vida/ la dicha de soñar y el ansia de vivir..." (Tarde gris /Juan Bautista Guido-Luis Rubinstein); "Cuántas noches fatidicas de vicio/ tus ilusiones locas de mujer,/ como las flores de una loca orgía/ la desojabas en el cabaret..." (Zorro gris /Rafael Tuegols-Francisco García Jiménez); "La seriedad del mañana no me asusta,/ por qué cambiar lo que soy si esta es mi vida;/ no me hace mal la bebida y tomo porque me gusta..." (Muelle gris /Romanelli-Luis Caruso); "Gacho gris, compadre y rediquero/ fiel testigo de un tiempo de fama,/ siempre fuiste mi fiel compañero/ a quien nunca he podido olvidar..." (Gacho gris /Alejandro Sanzol-Juan Carlos Barthé).

LOS OTARIOS Este término tan argentino referido al principio al individuo fácil de ser timado pasó a designar al hombre que pagaba los favores de una mujer y aparece infinidad de veces en la letra de los tangos e incluso en algunos títulos, desde la antigua milonga de Gerardo Metallo “El otario” hasta "Sufran otarios, no manyen la cachada,/ si por la mina yo no tuve querer,/ yo solo quise hacerle la trastada/ para que aprendan para alguna otra vez:/ porque es muy feo andarse dando dique/ por una mina que nadie conquistó,/ ya ven que es fácil también el ensartarse,/ sufran otarios que sufrir es ser varón..." (Sufran, otarios /J. Di Clemente); "Otario que andás penando/ sin un motivo mayor,/ quién te dijo que en la vida todo es mentira, todo es dolor,/ si tras la noche más oscura sale el sol/ y de la vida hay que reírse igual que yo./ Jajarai, jajai, jajai, jará jajai, jarai, jojó..." (Otario que andás penando /Enrique Delfino-Alberto Vaccarezza); "Se acabaron los otarios que en otros tiempos había,/ los muchachos de hoy en día no son giles, al contrario./ Se acabaron los otarios, que los salgan a buscar con linternas o candiles,/ que aunque tengan quince abriles no los podrán encontrar;/ con que al campo a cazar giles/ con sus gracias juveniles aquí no van a cachar..." (Se acabaron los otarios /Francisco Canaro-Juan Andrés Caruso); pero como todas las cosas de la vida, no falta que quien sostenga lo contrario: "No sé porqué dicen que no hay más otarios,/ que todos son ranas y taita a la vez,/ si por cada vivo marca el calendario/ más de diez gilastros que nacen por mes;/ yo conozco alguno, polenta y osario,/ a Mimí, Charlotte, Ninón y Zazá,/ y cada cual tiene su robusto otario/ que forma debute la mensualidad..." (Todavía hay otarios /M.PizarroH.N.Behety).

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CAPITULO XX – El Tango En El Calendario

LOS MESES DEL AÑO Apenas como una curiosidad, los invito a recorrer algunos temas donde se citan algunos meses, desde los tangos instrumentales “Muñeca de marzo” y “Margarita de agosto” de Raúl Garello, hasta “Octubre” y “Romance de abril” de Osvaldo Piro, hasta "Rey Mago Baltasar, que como yo eres negro,/ que vives en el cielo muy cerca del Señor,/ que traes los regalos para los niños buenos,/yo no te pido nada, ni un sulky, ni un tambor..." (Seis de enero /Arturo Gallucci-Reinaldo Yiso); "La tarde que en tus ojos vi/ un mundo de mi cielo ideal/ todas mis ansias puse en ti/ y desde entonces supe amar,/ mientras que en un velo azul/ brillaba majestuoso el sol/ yo te supe entregar mis suspiros de amor..." (Rosas de abril /Rafael Rossi-Eugenio Cárdenas); "Yo ni sé de dónde llegó,/ si un día la amé, si un día me amó;/ sólo sé que en mis sueños estaba,/ fue terrible mi sed de alcanzarla..." (Aquel abril /Antonio CetiAntonio Pernas); "Hoy que ya no estás aquí/ soy como un extraño en mí,/ recuerda cuando entramos a esta casa estaba el sol/ brindándonos total la copa rubia del amor..." (Canción de mayo /Alberto Mastra); "Sin un solo adiós dejé mi hogar cuando parti/ porque jamás quise sentir un sollozar por ti./ Un amanecer que nunca más he de olvidar/ hay en mi tango al recordar por lo que yo sufrí..." (Nueve de julio /José Luis Padula-Lito Bayardo).

LOS DIAS DE LA SEMANA Sí, también hay tangos que nombran algunos días de la semana, comenzando con la magistral descripción que dice: "Un catedrático escarba su bolsillo/ buscando un níquel que sirva pa' un completo,/ ayer salió con la fija del potrillo/ mascando rabia y rompiendo los boletos;/ el almanaque nos canta que es lunes, que se ha acabado la vida galana,/que se nos viene una nueva semana/ con su cansado programa aburridor./ Camino del taller va Josefina,/ la que en el baile ayer la iba de fina,/ la reina del salón ella se oyó llamar,/ del trono se bajó para ir a trabajar;/ el flaco Pantaleón ata la chata/ de traje fulerón y en alpargatas,/ ayer en el paddock jugaba diez y diez,/ hoy va a cargar carbón al dique tres..." (Lunes /José Luis PadulaFrancisco García Jiménez); "Ya sabés que el martes trece, no te cases ni te embarques,/ yo sé bien lo que te digo y no quiero que te ensartes;/ también yo me casé un martes trece,/ mirá cómo quedé/ ni el pelo crece,/ mi suegra me pegó y mi mujer también,/ al fin que las culpas las pagué..." (Martes trece /Rodolfo Sciamarella); no conozco títulos que nombren los días miércoles y viernes, pero sí los magníficos temas instrumentales “Jueves” (Rafael Rossi-Ubertino Toranzo) y “Sábado inglés” (Juan Maglio). Llega el ansiado fin de semana y el tango lo describe así: "La boca del subte bosteza mi andar/ rumbo a la salida de la diagonal,/ cuando el obelisco le tira un mordisco/ a una nube flaca que intenta pasar;/ es un viejo Apolo que nunca despega/ parado en la tarde de un sábado más..." (Un sábado más /Chico Novarro); "Mañana es domingo, deje que me lave/ despacito, mama, con jabón de olor,/ pláncheme el pañuelo pa lucir al cuello,/ sacúdame el traje que me dio el doctor..." (Mañana es domingo /Agustín Magaldi-Pedro Noda-Loruso); "Preparate pa'l domingo se querés cambiar de yeta,/ tengo una rubiada papa que pagará buen 75

sport,/ me asegura el fiel datero que lo corre una muñeca/ y que paga por lo menos treinta y siete a ganador..." (Preparate pa'l domingo /Guillermo Barbieri-Ríos); "Café de un barrio porteño en la noche del domingo,/ sexta edición, cubilete, el tema fútbol y pingos;/ cuatro muchachos charlando en la mesa de rigor,/ José, Ricardo y Anselmo y el cuarto un servidor..." (Domingo a la noche /Juan José Guichandut/Oscar Rubens).

TANGOS DIURNOS También las horas diurnas están presentes en la temática tanguera: “El día que me quieras la rosa que engalana/ se vestirá de fiesta con su mejor color,/ al viento las campanas dirán que ya eres mía/ y locas las fontanas se contarán tu amor...” (El día que me quieras /Carlos Gardel-Alfredo Le Pera); “Cada día te extraño más y en mi afán te nombro,/ cada día te extraño más a pesar de todo;/ cada día que pasa con cruel instancia/ tu imagen se agranda, se agranda y se aleja...” (Cada día te extraño más /Armando Pontier-Carlos Bahr); “En la sombra de su pena trasnochada/ bajo el peso de un cansancio destructor;/ sin consuelo por mi ausencia suspiraba/ y un mal día de mi cuarto se alejó...” (Un mal día /Riente-Carlos Almada); “La vida pasa, pasa los días/ sin cambiar en nada el ritmo/ sólo el silencio de un compás/ con la esperanza que por lo menos/ salga el sol este domingo...” (Todos los días /Virgilio y Homero Expósito); “El día en que te alejes/ y aquel en que me olvides/ tan sólo nos separan los ensueños/ ni un amor que ya ni existe...” (El día de tu ausencia). El inexorable paso de las horas convierte la noche en mañana, la mañana en tarde, la tarde en noche y mañana será otro día: “Gira la noche en el horario/ del desvelado y triste reloj del campanario,/ rueda la pena de un tranvía que solitario/ viste de azul melancolía/ y un fantasma de neblina/ envuelve de fina neblina el café...” (La madrugada /Angel Maffia-Cátulo Castillo); “Una esquina de ayer en las horas que el sol/ hace rato apoliya en la silla de un bar;/ una dama vulgar y un galán que la ficha;/ un bohemio en un rincón escribe letras,/ con el dedo un gran señor manda otra vuelta/ un saludo cordial y el silbato alegrón/ de un vapor al llegar...” (En la madrugada /Tito Cabanno-Federico Silva). Amanece otro glorioso día y el tango lo describe así: “Llega el sol timidamente/ sobre la casa dormida/ y le da la bienvenida/ el calor y alegremente,/ se estremecen levemente/ las glicinas apuradas/ mientras se lava la cara/ el gato tranquilamente...” (La mañana /Miguel Bucino); “Riveras que no cambian tocamos al anclar,/ cien puertos nos regalan la música del mar;/ muchachas de ojos tristes nos vienen a esperar/ y el gusto de las copas parece siempre igual; tan sólo aquí en tu puerto se alegra el corazón,/ riachuelos donde sangra la voz del bandoneón,/ bailemos hasta el eco del último compás,/ mañana zarpa un barco, tal vez no vuelva más...” (Mañana zarpa un barco /Lucio Demare-Homero Manzi); “Mañana iré temprano/ con las flores que tú amabas,/ y el estar allí, a tu lado,/ será un consuelo mi dulce bien...” (Mañana iré temprano /Enrique Mario Francini-Carlos Bahr); “Mañana no estarás aquí, cerquita mío,/ mañana no estarás y yo me moriré de hastio;/ me cuesta imaginar que has de partir tan lejos,/ lejos de este amor tan viejo./ Mañana no estarás y yo seré un espectro,/ fantasma del camino, nocturno peregrino/ fantoche del amor...” (Mañana no estarás).

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LA TARDE El sol ya ha superado el cenit y comienza la tarde: “Desde la tarde azul que tu mirar me iluminó,/ desde la tarde azul que tu mirar me cautivó/ pensando estoy distante de nuevo en las horas/ pensando a toda hora esclavo vivo yo...” (Tarde azul /Don Filinto-Gabino Coria Peñaloza); “Volvés de tardecita/ al barrio lindo que te vió/ en otra tardecita ir persiguiendo la ilusión./ Es que todo está igualito,/ nada cambió en mi nidito/ que alegrabas con tu risa ayer,/ y aunque vuelvas derrotado/ sabrás que la muchachada te sigue teniendo fe...” (De tardecita /C.Pintos-Nicolás Messuti); “No, no me digas adiós,/ no lo digas por Dios,/ ni lo pienses siquiera;/ quiero que nos separemos/ como si nada ocurriera,/ como si fuese esta tarde/ una tarde cuaquiera...” (Una tarde cualquiera /Hermanos Puccio-Rodolfo Manuel Taboada); “De cada amor que tuve tengo heridas,/ heridas que no cierran y sangran todavía;/ error de haber querido ciegamente/ matando inútilmente la dicha de mis días...” (Tarde /José Canet); “La tarde gris, tan gris como mi pena/ acompañó mi quebranto por mi herida,/ porque tus besos trajeron a mi vida/ la dicha de soñar y el ansia de vivir...” (Tarde gris /Juan Bautista Guido-Luis Rubinstein); “¡Qué ganas de llorar/ en esta tarde gris/ y en su repiquetear/ la lluvia habla de ti!/ Remordimiento de saber que por mi culpa nunca,/ nunca, vida te veré;/ mis ojos al mirar/ te ven igual que ayer/ temblando al implorar/ de nuevo tu querer/ y hoy es tu amor que vive en mí/ en esta tarde gris...” (En esta tarde gris /Mariano Mores-José María Contursi); “Al paso lerdo de un pobre viejo/ puebla de notas el arrabal/ con un concierto de vidrios rotos/ el organito crepuscular...” (Organito de la tarde /Cátulo Castillo-José González Castillo); “Qué tarde que has venido,/ no ves que ya es invierno,/ que toda mi ternura/ la vida la quemó;/ qué tarde que has venido/ si las llamas de tu infierno/dejaron sólo llamas/ en vez de un corazón...” (Qué tarde que has venido /Héctor Varela-Carlos Waiss); “Alma mía, no es el lujo ni la seda ni el dinero,/ alma mía, que a mis brazos te arrojaron traicioneros./ Fue tu amor, fue tu inocencia/ que brotó como una flor;/ con mis versos vos soñabas que eras mía,/ qué importaba todo el oro en aquella pieza chica...” (Hoy es tarde /Juan Carlos Howard-Enrique Cadícamo); “Pero no puedo, quiero olvidar tu voz, tu amor, pero no puedo,/ porque mis días están llenos recuerdos,/ porque jamás a nadie quise más que a ti...” (Cae la tarde y tú no estás /L.Manantial-R.Amado); “Todo está igual, nada ha cambiado,/ el mismo patio, el mismo sol,/ la misma hiedra, igual que mi esperanza/ en la ausencia fue creciendo en su sentir./ Tan sólo yo vuelvo cambiado,/ traigo el tormento de vivir;/ tengo clavado en mi pecho el desencanto/ y el corazón desangrándose al sufrir...” (Demasiado tarde /F.Trópoli-A.Delamónica); “La tarde declina y en el firmamento/ su manto en la noche comenzó a extender/ y vagando a solas con mi pensamiento/ evoco momentos que no han de volver...”(Atardecer /De Pauli-Cassiani).

UN TANGO EN LA NOCHE Puede ser que las horas de la noche sean las más indicadas para que el tango brille en todo su esplendor, no es entonces de extrañar que sea esta una de las temáticas preferidas por los vates de arrabal: “Acércate a mí y oirás mi corazón/ contento latir como un brujo reloj,/ la noche es azul, invita a soñar,/ ya el cielo ha encendido su faro mejor...” (Esta noche de luna /Graciano Gómez-José GarcíaHéctor Marcó); “Volvió una noche, no la esperaba,/ había en su pecho tanta ansiedad/ que tuve miedo de recordarle/ lo que he sufrido por su impiedad...” (Volvió una noche /Carlos Gardel-Alfredo Le Pera); “La guitarra en el ropero/ todavía está colgada,/ nadie en ella canta nada/ ni hace sus cuerdas vibrar;/ y la lámpara del 77

cuarto/ también tu ausencia ha sentido/ porque su luz no ha querido/ mi noche triste alumbrar...” (Mi noche triste /Samuel Castriota-Pascual Contursi); “La noche que te fuiste, más triste que ninguna,/ palideció la luna y se tornó más gris mi soledad;/ la lluvia castigando mi angustia en el cristal/ y el viento murmurando ya no vendrá jamás...” (La noche que te fuiste /Osmar Maderna-José María Contursi); “Otra noche que estoy solo/ llorando mi mala estrella,/ otra noche de fortuna,/ otra noche de amargura,/ otra noche más sin ella...” (Otra noche /Rodolfo Sciamarella); “La noche que me esperes me sentiré feliz/ porque esa noche, amada mía, tú volverás a mí;/ la noche que me esperes yo seré para ti/ porque te quiero tanto que sin ti no vivo,/ que sin ti me muero y soñando espero/ que vuelvas a mí...” (La noche que me esperes /Juan Canaro); “Sigan muchachos la fiesta/ cantando y bailando al compás de la orquesta,/ que esta noche de tango quiero dejar de penarla;/ quiero poder olvidarla/ y del corazón quiero poder arrancarla./ En esta leve verbena siento que se va mi enorme pena;/ sigan muchachos la fiesta/ que siento que mi alma empieza a olvidar...” (Noches de tango /Nicolás Vacaro-Horacio Sanguinetti); “Yo sé que habrá una noche feliz en mi existencia,/ será la noche aquella triunfal de mis amores,/ cuando el cansancio de vivir te haga volver,/ yo sé que habrá una noche en que vendrás a mí...” (Será una noche /José Tinelli-Manuel Ferradás Campos); “No me esperes esta noche, no me esperes corazón,/ cómo quisiera besarte, cómo quisiera abrazarte y entregarte el corazón./ No me esperes esta noche, mi cansancio puede más;/ a mi lado está el infierno,/ soy fracaso, soy invierno, no me esperes nunca más...” (No me esperes esta noche /Lapérgola-Rianco); “Esta noche de copas amigos,/ tengo ganas de echarme a llorar,/ me lastiman las notas del tango,/ me muerden las penas en este lugar...” (Esta noche de copas /Juan Carlos HowardJosé María Contursi). Finalmente llega la hora encantada de la media noche, la hora en que los duendes salen por las cornisas a cazar rayos de luna; la hora de los sueños, la hora en que duele la soledad: “Media noche ya ninguno se ve de la barra mía,/ para darme una alegría o el fracaso del dolor;/ si parece que hasta saben que además de la cerveza/ me encurdela la tristeza de un amargo sinsabor...” (Medianoche /Antonio Tavarozzi-Eduardo Escaris Méndez); “Un reloj da las doce, las doce de la noche./ ¿Qué harán los muchachos?/ Tal vez en el feca jugando al billar,/ o acaso colados en un casamiento;/ qué solo me siento, qué ganas de llorar...” (Medianoche /Aníbal Troilo-Héctor Gagliardi); “Esta noche, mejor dicho cuando llegue medianoche,/ mis amigos, yo festejo la tristeza de mi alma,/ brindaremos por la dueña de los ojos más hermosos,/ por mi vida, por mis sueños, mis recuerdos,/ porque quiero ver las penas de mi vida sin amor...” (Esta noche /Carlos Marcucci-Lito Bayardo). El reloj continúa su marcha inexorable y la oscuridad comienza a disiparse: “Gira la noche en el horario/ del desvelado y triste reloj del campanario;/ rueda la pena de un tranvía/ que solitario viste de azul melancolía;/ y un fantasma de neblina/ envuelve de fina penumbra al café...” (La madrugada /Angel Maffia-Cátulo Castillo); “Una esquina de ayer en las horas que el sol hace rato apoliya;/ y en la silla de un bar una dama vulgar y un bacán que la ficha;/ un bohemio en un rincón escribe letras,/ con el dedo un gran señor manda otra vuelta;/ un saludo cordial y el silbato alegrón de un vapor al llegar...” (En la madrugada /Tito Cabanno-Federico Silva); “Después cuando la noche se termina/ tuvimos que enfrentar la realidad,/ ninguno de los dos estaba libre/ y al fin nos confesamos la verdad...” (Cuando la noche se termina /Gogó Andreu).

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CAPITULO XXI – Tangos En El Cielo

EL TANGO Y LA LUNA Desde la noche de los tiempos el hombre ha elevado su mirada hacia el cielo comprobando su propia pequeñez y al asombrarse ante la bellezade la rubia Selene sintió brotar de su interior la necesidad de expresar su soledad rimando tiernos madrigales; los vates de arrabal no podían permanecer ajenos a este sentimiento bordando arabescos poéticos en su canción: “Acércate a mí y oirás mi corazón/ contento latir como un brujo reloj,/ la noche es azul, invita a soñar,/ la luna ha encendido su faro mejor...” (Esta noche de luna /José García-Graciano GómezHéctor Marcó); “Vieja luna que me brinda la fortuna/ de tu plata y tu bondad,/ vieja luna que quiero como a ninguna,/ como nadie te querrá...” (Vieja luna /Arturo Gallucci-Celedonio Esteban Flores); “Muchachos, hoy que es noche clara y estival,/ invito a todos la barriada a recorrer;/ hay mucha luz y es que la luna de arrabal/ nos acompaña por las calles como ayer...” (Luna de arrabal /Julio César SandersEnrique Cadícamo); “Era un barrio que quizás ni lo recuerdes/ con casitas de estilo patriarcal/ donde iban a juntarse las estrellas y la luna te extasiaba contemplar...” (Noches de luna /Daniel Alvarez-Rafael Buono); “La luna llena del cielo/ se aburre colgada sobre el callejón cortón/ y está tirada en el suelo/ del rojo pañuelo del patio en reunión...” (Luna llena /Perini-Cátulo Castillo); “Yo la llamaba luna y era morocha,/ como aquella que acuna mis arrabales,/ como la filosofía de meta y ponga,/ barrio donde todos somos iguales...” (Mi luna /Carlos Olmedo-Lito Bayardo).

TANGOS ESTELARES La noche gusta adornarse con miríadas de gemas preciosas que han despertado la inspiración del poeta del suburbio: “En esta noche vuelvo a ser/ aquel muchacho soñador/ que supo amarte y con su verso/ te brindó sus penas,/ hay una voz que me dice al oído/ yo sé que has venido por ella, por ella...” (Bajo un cielo de estrellas /Héctor Stamponi-Enrique Mario Francini-José María Contursi); “Y no hallarás ni un perdón para tu herida/ y en tu partida las estrellas no estarán; no encontrarás la calidad de un consuelo/ y en el desconsuelo ni una noche para amar...” (Sin estrellas /Donato Racciatti-Enrique Soriano); “La noche se vistió de silencio/ y la luna se escondió a llorar,/ el celaje escribió tu nombre,/ el que no olvidaré jamás...” (Se apagó una estrella /Pellejero-Yorio); finalmente, arribamos a un nuevo universo: “De otro planeta, yo vengo de otro planeta,/ en donde la plata no es el oro ni el papel,/ y la mentira junto con la hipocresía/ no es el pan de cada día/ ni es el precio del poder...” (De otro planeta /Gloria Marcó).

FEBO ASOMA Las tinieblas de la noche inevitablemente han de disiparse con la llegada del nuevo día y cuando la gloria del sol brilla en todo su esplendor el tango la canta así: “Abrázame querida, regálame tus besos,/ y ofréndame la vida antes que salga el sol,/ 79

la playa está desierta con su silencio amigo,/ vivamos un momento antes que salga el sol...” (Antes que salga el sol /Héctor Palacios-Primo Antonio); “Cielito azul, rayito ‘e sol,/ florida aurora, ave canora,/ eso sos vos;/ noche sin luz, árbol sin flor,/ pájaro herido lejos del ruido, eso soy yo...” (Mañanitas de sol /Carlos Gardel-Alfredo Le Pera-Mario Battistella); “Fuiste más que una reina/ de un pecho esclavo/ rendido por la pasión;/ fuiste una vieja mala dueña/ por quien feliz cantando/ luché de sol a sol...” (De sol a sol /L.Schiffrin-M.Arcos); “Claro caminito criollo florido y soleado,/ con el pañuelo bordado vos me viste pasar,/ mientras los pastos amigos que saben mi anhelo,/ como un dulce consuelo su verde saludo me hacían llegar...” (Caminito soleado /Carlos Gardel-Alfredo Le Pera).

FENOMENOS METERIOLOGICOS También el tango ha sabido relatar los avatares del tiempo, desde la tristezade una suave garúa hasta la violencia de un temporal: “Nieblas del Riachuelo,/ amarrado al recuerdo yo sigo esperando;/ nieblas del Riachuelo,/ de su amor para siempre me vas alejando./ Nunca más volvió, nunca más la vi,/ nunca su voz nombró mi nombre junto a mí,/ esa misma voz que dijo adiós...” (Nieblas del Riachuelo /Juan Carlos Cobián-Enrique Cadícamo); “Garúa, solo y triste por la acera/ va este corazón herido con tristeza de tapera,/ sintiendo tu hielo/ porque aquella con su olvido/ hay me ha abierto una gotera...” (Garúa /Aníbal Troilo-Enrique Cadícamo); “Llega tu recuerdo en torbellino,/ vuelve en el otoño a atardecer,/ miro la garúa y mientras miro/ gira la cuchara de café...” (El último café /Héctor Stamponi-Cátulo Castillo); “Afuera es noche y llueve tanto,/ ven a mi lado me dijiste,/ hoy tu palabra es como un manto,/ un manto grato de amistad;/ tu copa es esta y la llenaste,/ bebamos juntos, viejo amigo,/ afuera es noche y llueve tanto/ y comenzaste a llorar...” (Por la vuelta /José TinelliEnrique Cadícamo); “Sin una caricia, solo, triste y viejo,/ tras los vidrios turbios mirando la lluvia;/ una cuantas cartas, el perfume viejo,/ una cinta rosa y una trenza rubia...” (Mirando la lluvia /Rodolfo Avilés); “La lluvia fría de agosto/ golpea sobre el cristal/ alucinando sin querer,/ contemplándola correr sobre desde mi ventanal...” (La lluvia y yo /José Tinelli-José María Contursi); “Tras el ventanal, mientras pega la llovizna en el cristal,/ con tus ojos más cansados de dolor/ te ves sin pena marchitar...” (Nunca tuvo novio /Agustín Bardi-Enrique Cadícamo); “Rojas cual rosas marchitas/ sangran las cuitas mi desilusión,/ mientras sigue la lluvia,/ en mi alma diluvia/ largo llanto sin sol...” (Llueve sobre mi alma /Mariano Mores-Martin Darré); “La boca se resecaba/ estaqueada en el humor,/ aquello no lo arreglaba/ nada más que un chaparrón...” (Chaparrón /Pintin Castellanos); cuando arrecia la furia de los elementos, la tempestad puede ser interior: “Aullando entre relámpagos, perdido en la tormenta, / de mi noche interminable, Dios,/ busco tu nombre;/ no quiero que tu rayo me enceguezca en el horror/ porque preciso luz para seguir...” (Tormenta /Enrique Santos Discépolo); “El huracán rasgó con su crueldad/ el rosal que planté en el jardín del amor;/ te cuidé con afán y al nacer una flor/ la traición le cortó sin piedad su raíz/ y el rosal nunca floreció...” (El huracán /Oscar y Edgardo Donato-Nolo López). Suele suceder que Eolo sople su aliento despeinando el arrabal: “Gime, gime el viento/ y es un lánguido lamento su canción de abril,/ gime y el murmullo de sus hojas/ trae voces del ayer feliz;/ has vuelto, dulce bien, has vuelto junto a mí/ y el aire me acaricia como un beso...” (Gime el viento /Atilio Bruni-Oscar Rúbens); “El viento me cuenta cosas/ aprovechando el silencio,/ sabe que sufro de penas/ que viven en el recuerdo;/ sabe que es mucha la angustia/ cuando uno se sabe muerto/ y el viento me cuenta cosas/ aprovechando el silencio...” (El viento me cuenta cosas /Miguel 80

Bucino); “Pampero, viento macho y altanero,/ que le enseñaste al gaucho/ golpeándole la cara/ a levantarse el ala del sombrero;/ de ti aprendió la raza/ a corcovear bravía/ cuando quiso montarla un extranjero...” (Pampero /Osvaldo Fresedo-Edmundo Bianchi).

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CAPITULO XXII – Conclusión

LOS ADIOSES Adiós, la hermosa palabra cuyo remoto origen es "A Dios os recomiendo", es la despedida de las cosas más queridas, incluso de la vida, y el tango la utilizado una y mil veces: "En la tarde que en sombras se moría/ buenamente nos dimos el adiós;/ mi tristeza profunda no veías/ y al marcharte sonreíamos los dos..." (El adiós /Vicente San Clemente-Maruja Pacheco Huergo); "Adiós muchachos, compañeros de mi vida,/ barra querida de aquellos tiempos,/ me toca a mí hoy emprender la retirada,/ debo alejarme de mi buena muchachada..." (Adiós muchachos /Julio César SandersCésar Vedani); "Adiós pampa mía,/ me voy, me voy a tierras extrañas,/ adiós caminos que he recorrido,/ sendas, montes y cañadas,/ tapera donde he nacido./ Yo he de volver a tu suelo/ cuando presienta que mi alma escapa/ como paloma hasta el cielo, adiós..." (Adiós pampa mía /Francisco Canaro-Mariano Mores-Ivo Pelay); "Es la última corrida, la barra veterana/ después de esta milonga se empieza a jubilar,/ es hora del sosiego, llegaron los cuarenta,/ y las pobres cabezas empiezan a blanquear..." (Adiós Buenos Aires /Rodolfo Sciamarella-Leopoldo Torres Ríos); "Mañanita arrabalera,/ cinta y taco en la vereda/ y pibas en el balcón,/ tus faroles apagados/ y los guapos retobados/ en tu viejo callejón;/ yo te canto envenenado,/ engrupido y amargado/ hoy me separo de vos,/ adiós, arrabal porteño,/ yo fui tu esclavo y tu dueño/ y te doy mi último adiós..." (Adiós, arrabal /Juan Bauer-Carlos César Lenzi); "Dime porqué te fuiste de mi rivera,/ llevo en mis labios tus besos,/ tengo ternura de tiempo aquí en mi corazón;/ dime porqué te fuiste de mi ribera,/ dónde habrá anclado tu olvido,/ mientras lloro por tu ausencia/ algún barco que se aleja/ hoy estrena amores nuevos..." (Sabor de adiós /Mariano Mores-Silvio Soldán); "Con el llanto en tus ojos/ y las manos sin destino te vi partir,/ destino cruel que así mató/ aquel amor que nos perdió.../ Adiós, qué triste fue el adiós,/ qué triste al partir/ ya sin vos, te lloré./ Partir fue regresar a ti/ al escuchar tu voz/ sin tenerte a ti..." (Adiós /Mariano Mores-Alberto Martinez); "Amor, que refleja en la inmensidad del mar/ la luz de las estrellas que alumbran nuestro andar;/ sublime bendición que el cielo destinó/ para los dos unidos ante Dios./ No habrá final en nuestro eterno amor,/ tal vez un solo adiós antes de llegar a la eternidad..." (Un solo adiós /Martin Darré); "Antes del adiós, antes te diré,/antes que mi amor no ha de morir jamás,/ y aunque no estés./ Antes del adiós, antes de partir, antes del adiós que tiembla en ti..." (Antes del adiós /Nicolás Maful-Nievas Blanco). Finalmente, el más triste de todos los adioses: "Mientras la orquesta llora esta canción/ perfumando la fiesta su compás,/ hoy quiero yo bailar, como hice ayer,/ poniendo el corazón en este vals/ para vivir la vida que se va,/ ya que todo en el mundo es ilusión,/ para olvidar las penas del amor..." (Adiós juventud /Francisco Canaro).

VUELTAS Y REGRESOS Claro, como dijo Carlitos, siempre se vuelve al primer amor; es por eso que también existen temas que relatan el regreso: "Volver con la frente marchita,/ las nieves del tiempo platearon mi sien,/ sentir que es un soplo la vida,/ que veinte años no es nada,/ que febril la mirada/ errante en las sombras/ te busca y te nombra./ Vivir 82

con el alma aferrada/ a un dulce recuerdo que llorootra vez..." (Volver /Carlos GardelAlfredo Le Pera); "Vuelvo vencido a la casita de mis viejos,/ cada cosa es un recuerdo que se agita en mi memoria;/ los veinte abriles me llevaron lejos,/ locuras juveniles, la falta de consejos./ Hay en la casa un hondo y cruel silencio huraño/ y al golpear como un extraño me recibe el viejo criado;/ habré cambiado totalmente que sólo por la voz/ apenas me reconoció..." (La casita de mis viejos /Juan Carlos Cobián-Enrique Cadícamo); "Mucho tiempo después de alejarme/ vuelvo al barrio que un día dejé, con el ansia de ver por sus calles/ mis viejos amigos del viejo café;/ en la noche tranquila y oscura/ hasta el aire parece decir:/ -No te olvides que siempre fui tuya/ y sigo esperando que vuelvas a mí..." (Bajo un cielo de estrellas /Enrique Mario Francini-Héctor Stamponi-José María Contursi); "La historia vuelve a repetirse,/ mi muñequita dulce y rubia,/ el mismo amor, la misma lluvia,/ el mismo, mismo loco afán./ Te acuerdas, hace justo un año/ nos separamos sin un llanto;/ ninguna escena, ningún daño,/ simplemente fue un adiós/ inteligente de los dos..." (Por la vuelta /José Tinelli-Enrique Cadícamo); "Percanta que arrepentida de juída has vuelto al bulín,/ por todos los despechos que vos me has hecho te perdoné;/ cuántas veces contigo y con mis amigos me encurdelé,/ y en una noche de atorro volví al cotorro y no te encontré..." (De vuelta al bulín /José Martinez-Pascual Contursi); "Qué bueno que hayas vuelto/ después de todo un año/ con ese vestidito que yo te regalé,/ tus lujos, tus alhajas, me hubieran hecho daño;/ qué bien que te has portado/ volviendo como ayer..." (Sólo se quiere una vez /Alejandro Carlos Vicente Geroni Flores-Claudio Frollo); "Hoy tengo el gusto de verte/ volver como yo quería,/ mirá si yo la sabía/ que ni un momento dudé/ que el día menos pensado/ como una cosa resuelta/ ibas a pegar la vuelta/ sin grupos, y no le erré..." (Y no le erré /Carlos Olmedo-Abel Aznar); "Volverás, yo sé que volverás,/ yo sé que en un altar caerás arrodillada./ Volverás, yo sé que volverás/ cansada de rodar y avergonzada;/ y allí estaré, junto a tu Dios,/ para hacer más cruel tu humillación..." (Yo sé que volverás /Ortiz-Zagnoli); "Como aquella mariposa/ que a la luz volando va,/ tus alitas se quemaron/ entre sedas y champán;/ por tus locos desvaríos/ cuántas noches llorarás/ recordando a tu viejita/ hasta aquel humilde hogar..." (Cuándo volverás /Pedro Maffia-José Antonio Staffolani). Para finalizar el recorrido de esta temática, un tema de 1932, que como tantas otras veces en la letra de un tango, encontramos un fiel reflejo de la sociedad por aquellos años en que la mujer dependía totalmente del hombre, sobre todos por razones económicas: "Volvé, mirá, volvé, engáñame nomás,/ no te molestaré con celos jamás;/ vos serás como vos quieras para todas las mujeres/ y yo no pensaré si me engañás o no/ pero a mi lao volvé, volveme a mentir,/ o me matarás, he de vivir/ sin vos no soy capaz..." (Volvé /Edgardo Donato-Luis Bayón Herrera). Con esto finalizamos el extenso pero necesariamente incompleto recorrido por la rica y variada temática tanguera. Se podría continuar jugando indefinidamente citando, por ejemplo, flores, nombres de mujer, nombres de varón, personajes pintorescos, etc., etc.; pero considero que con esto ha quedado ampliamente demostrado que el tango ha incursionado en todos los temas de la vida y es mucho más que lo que sostienen quienes jamás lo han escuchado con atención. No en vano en la llamada "época de oro" las mejores plumas argentinas escribieron tangos porque es un género en que el poeta puede volcar toda su inspiración y pintar un cuadro completo o contar toda una historia. Sólo nos resta esperar que los poetas del mañana sigan utilizando el género para expresar el sentimiento de un pueblo.

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APENDICE Si bien en un principio se consideró al lunfardo como la jerga propia de los hampones o parla canera, es innegable que posteriormente su uso se extendió a todo el pueblo y la letra de los tangos se nutrió de sus expresiones. Como todo cuerpo vivo, el lunfardo fue evolucionando constantemente, incorporando nuevas acepciones y dejando otras de lado; incluso cambiando el significado de algunas de ellas. Las nuevas generaciones han ido sumando nuevos términos, acorde a sus tiempos, enriqueciendo las posibilidades expresivas. La recopilación y estudio definiendo su significado se remonta a 1879, cuando Benigno Lugones publica en "La Nación" los primeros articulos citando términos lunfardos; a los que posteriormente se sumaron nombres de otros estudiosos que culminaron con la obra de José Gobello. La fundación el 21 de diciembre de 1962 de la Academia Porteña del Lunfardo no hizo más que oficializar la existencia de una manera netamente argentina de expresarse enriqueciendo su estudio con numerosa bibliografía. Como culminación de este trabajo, he incorporado un diccionario lunfardo, en el que aparecen términos que figuran en las letras de los tangos; como así también algunos neologismos lunfas, auténticas creaciones populares; con esto he intentado rescatar la memoria de antiguos giros y colaborar humildemente a la comprensión de su significado.

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DICCIONARIO LUNFARDO

A ACAMALAR: Abrigar, cobijar, proteger. ADOBADO: Borracho, bebido. A FINICHIO: Falso italianismo por e finito "está terminado". AGUANTIÑAR: Lunfardismo por "aguantar". A LA DERNIER: El modismo es au dernier cri "al último grito" (de la moda). A LA GURDA: Es una genovización de a la gorda. Vale por "de gran calidad, de bute". AFANAR: "Acción y efecto de robar". Del español popular afanar "robar". AFILAR: "Cortejar, hacer el novio". Es un italianismo -io afilo per María- en italiano popular equivale a "yo cortejo a María". AINENTI: Nombre dialectal -en genovés da ninte "de nada"- de la payana. AJOBA: Vesre irregular de abajo. ALTIYO: Cabeza, sesera. Yeísmo por "altillo". AMARROCAR: Procede de marroco -jergal italiano marocco "pan"- pero en Montevideo nombra también al "dinero", de donde ha derivado marrocar y amarrocar "acumular dinero, ahorrar, ganar demasiado". AMASIJO: Es voz metafórica que nombra a la "paliza, zurra, soba, biaba", y también al "homicidio". Amasijo, es en español "acción de amasar". AMURAR: Abandonar, es voz procedente del genovés amurrá "encallar" cruzado con el italiano murare "emparedar". APOLIYAR: Vale por "dormir". Procede, por confusión acústica y cruce con polilla, de poleggiare "dormir", voz del gergo. APUNTAMENTO: Equivale a "cita"; tal vez referido al hecho de "apuntar" -anotarlugar y hora del encuentro acordado. ARACA: Voz de alarma con que los presos se informan mutuamente de la cercanía. Luego pasó a ser mera interjección. Del gitano español aracatanó "guardián". ARBOLITO: En la jerga burrera, arbolito es el pasante de datos. También se llamó así a los que ejercían la compra-venta de divisas extranjeras. ARRABAL: Suburbio, extramuros. Procede del árabe arraba, “fuera de la ciudad". ARRIBEÑO: Voz referida a "arriba". Arribeños eran los soldados patrios procedentes de las provincias norteñas. El término alude al hecho de obtener algo sin pagar. ATORRANTE: Es voz acuñada por Eduardo Gutiérrez a fines del siglo pasado para designar a ciertos individuos que vivían filosóficamente sin trabajar, pidiendo comida y durmiendo por lo general en los caños de las obras de salubridad en construcción y que llevaban la firma "A.Torrant". Hoy atorrante es sinónimo de "vago". B 85

BACÁN: Vale por "persona adinerada". Procede de baccan término del genovés popular que significa "patrón". BAGAYO: Atado de ropa. Del genovés bagaggio "equipaje". Extensivamente, mujer fea. BAILONGO: "Reunión danzante", formado por "baile" más la desinencia "ongo". BALURDO: Primeramente designó al "rollo de papeles que semeja una gran suma de dinero con el que se estafa al otario". Luego nombró al "engaño" y también al "embrollo, enredo, confusión". Del italiano jergal balordo "cosa falsa". BANCAR: "Aguantar", "copar". Se refiere a la banca de los juegos de azar. BAQUEANO: Ultracorrección de baquiano "experto, práctico", y éste de baquía, voz americana de origen incierto que determina el "conocimiento práctico de un terreno". BARBIJO: "Cicatriz en la cara, feite." BARRA: Este término asumió el significado de "reunión de personas" y de tácita asociación de personas unidas por la amistad, la costumbre o algún interés" en enero de 1908, cuando el presidente José Figueroa Alcorta declaró clausuradas las sesiones extraordinarias del Congreso y los habituales miembros de la barra dieron en agruparse en las esquinas para comentar los episodios políticos: entonces cualquier grupo esquinero pasó a llamarse, por chunga, la barra. BATIMENTO: Es el acto y efecto de batir.// "Discurso, perorata". BATIR: "Decir, contar, declarar, denunciar". Procede del italiano jergal battere "ilustrar, magnificar". Batir da batidor "delator". BERRETIN: Vale por "capricho, idea fija". Procede del genovés berettin "gorrito". La traslación del significado a "capricho, cosa que se mete en la cabeza" es análoga a la que se produce en el caso de beguín, del francés beguin "cofia" a "capricho amoroso" en argot. BIABA: Vale por "paliza". Procede el genovés biava "avena" y, figuradamente, "paliza". BICHOCO: Nombra al "caballo inútil para la carrera" y, en sentido traslativo, a la "persona caduca". Procede de bicho choco, sobre la base de la antigua voz española choco "tuerto". De ésta procede también chueco "patituerto". BIORSE: "Baño, letrina, excusado". En realidad, debiera escribirse "viorse", ya que es vesre con elisión de servicio. BIRRA: Del italiano birra, "cerveza". BIYARDA: Juego que se hace con dos palos; uno de ellos muy pequeño y aguzado en ambos extremos, que es proyectado hacia arriba por medio del otro y luego golpeado. BIYUYA: "Dinero". BOBO: Es el reloj. Procede de bovo, término del gergo adoptado también por el argot.// Corazón (porque trabaja siempre). BOCHON: Es la bolita preferida para dar chante. BOLEAO: "Atontado, confundido". BOLETA: En la jerga del hampa "hacer la boleta" equivale a "asesinar". "Ser boleta", se dice. 86

BOLICHE: Es vieja voz española de origen germanesco que no desconocieron los gauchos. Vale por "pequeño local de comercio". BOLONQUI: Vesre irregular de quilombo, en el sentido de "desorden". BONCHA: Vesre de chambón "torpe, poco hábil", del que deriva chabón. BONDI: Es el tranvía, Procede del brasileño bonde "tranvía" y éste, a su vez, del inglés bond "bono, titulo de la deuda", por los bonds que emitió la compa¤¡a que explotó los primeros tranvías en Río de Janeiro. Posteriormente el término se extendió a "colectivo". BRAMAJE: Vesre irregular de hembraje, "cantidad de mujeres". BRECA: Vesre irregular de cabaret. // Vesre irregular de cabrero. BRIYO: "Joya, alhaja, aros, anillo". Yeísmo de brillo. BRODO: "Sopa, caldo". Procedente del italiano brodo "caldo". BROLI: Vesre de libro. BOTON: Vale por "agente de policía". Término surgido en Buenos Aires durante la revolución de 1890, cuando los revolucionarios disparaban sus fusiles desde los cantones contra los botones de los uniformesde los vigilantes de policía llevados a reprimirlos. BUCHON: Delator, batidor; tal vez por cruce con bocón. BUFOSO: "Arma, revólver". Quizá derivado del italiano buffo, buffonare "ráfaga, soplo de viento". BULIN: Pieza, dormitorio. Primitivamente se dijo bolín. Se trata de un italianismo jergal referido al lugar de alojamiento del arrabalero, sinónimo de "cotorro". BURRERO: Es lo "relativo a los caballos de carrera", llamados afectivamente burros, por una suerte de antifrasis. BUSARDA: Nombra al "estómago". Procede el bajo genovés buzzo "vientre". En el sentido de "estómago abultado", tal vez derive del francés busard "pieza curva". BUSECA: "Guisado". Extensivamente, "panza, estómago prominente". Procedente del italiano busecca "tripa". BUYON: Nombra a la comida en general. Lunfardismo que procede del francés bouillon "caldo". Algunos lo nombran, equivocadamente, como sinónimo de "estómago". Buyonar es "comer". C CÁBALA: "Cálculo supersticioso". Del hebreo qabbalah "tradición" se convierte en el primitivo americanismo cábula, por contagio o atracción de fábula. CABARUTE: Vituperación de cabaret. CABRERO: Es voz popular española que vale por "atufado" (alude a las frecuentes rabietas de las cabras). CABREIROA: Voz festiva por cabrero, "enojado". CACHAFAZ: "Pícaro, bribón, tunante", voz tal vez procedente del italianismo cacciaffanni "tipo que alegra". 87

CACHAR: "Tomar el pelo, sobrar". // "Tomar, asir, agarrar". Es italianización del andaluz cazar "agarrar". CACHET: Retribución, cotización, generalmente referida a los actores; del francés cachet, "vale, tarjeta de abono". CACHO: Trozo, pedazo, porción. CACHUZO: Procede del italiano cacioso "caseoso, relativo al queso y, por lo tanto, con ojos y cavidades, cruzado con el español cacho "pedazo". Equivale a deteriorado. CAFAÑA: Zafio, voz procedente del italiano meridional cafone, "hombre rústico". CAFERATA: "Guapo, malevo", referido a los habitantes del barrio homónimo. Es voz utilizada generalmente en sentido despectivo. CAFIOLO: Vituperación derivada de cafishio. CANFINFLERO: Antigua voz de origen desconocido que nombraba al proxeneta que explotaba a una sola mujer. CAFISHO: "Proxeneta" y, figuradamente, "elegante". Su difusión es posterior a la de canfinflero y es posible la influencia del italiano stoccafisso "pejepalo". Es el "rufián que disfruta el dinero ganado por las prostitutas" y, por extensión "el que vive a expensas del esfuerzo ajeno". CAFUA: Vale por "cárcel". Procede del portugués cafúa "cueva, lugar oscuro". CAJETILLA: Elegante, atildado. CALAVERA: Farrista, trasnochador; tal vez referido al aspecto cadavérico de quien lleva este tipo de vida. CALO: Lenguaje o dialecto de los gitanos. CAMBA: Vesre de bacán. CAMPANEAR: Es "mirar, observar", sobre todo con disimulo. Procede de campana "auxiliar del ladrón" cuya misión es vigilar, y este de campane "orejas", término del gergo. CAMOTE: Enamoramiento, metejón. CANA: Voz véneta que vale por "cárcel". En lunfardo también es la "policía" y el "agente policial". CANARIO: Por su color amarillo se llamó canario al billete de cien pesos que circuló hasta la década del cuarenta. CANCHERO: Se dice de la persona que domina una situación en particular o todas las situaciones. Procede de cancha "espacio llano y desembarazado donde se ejecutan juegos de agilidad, fuerza o destreza", y éste del quechua kancha “ámbito para deportes o espectáculos". CANDOMBE: Es un afronegrismo, del quimbundu ndombe, "negro" y el prefijo ka. Significó "baile de negros". CANEJO: Interjección eufemística que reemplaza a la grosera ¡carajo! CANERO: Es lo relativo a la cana. CANFINFLERO: Antiguo término que designaba al "proxeneta", luego se lo llamó cafishio. CANTAR: "Confesar, delatar". 88

CANGUELA: Pobreza. // Cantidad, multitud. CATEDRATICO: Aficionado a las carreras de caballos, estudioso de la cátedra. CATRAMINA: Voz festiva referida al vehículo antiguo y en mal estado mecánico. CATRERA: Voz festiva por "cama", extensiva de catre. CANYENGUE: Es voz procedente del cruce de milonga con yongo. Pertenece a la tecnología del tango y tiene dos acepciones: 1) Estilo de baile de tango provisto de espectacular coreografía abundante en cortes y quebradas. 2) Efecto rítmico que se obtiene golpeando con el arco y la mano sobre el cordal del contrabajo. (El creador de este efecto fue Leopoldo Thompson, contrabajista que actuó, entre otras, en las orquestas de Francisco Canaro y Julio De Caro). CARETA: Vale por "descarado, caradura". CARALISA: "Proxeneta, cafishio" CARPETA: Del francés carpette "alfombra" “es la cubierta que se pone sobre las mesas de juego". Tener carpeta vale por tener cancha. CARTON: Equivale a "tonto, otario". Más utilizado es el aumentativo cartonazo. CAYETANO: Voz festiva, yeísmo de callado. CAZOTE: "Golpe", término procedente del italiano cazzotto, "puñetazo". CHABON: Una curiosidad, chabón es vesre de boncha, el que a la vez es vesre de chambón. CHAMUYAR: Es "conversar". Procede del gitano español chamullar "platicar". CHANGA: Trabajo temporario. Changa da changarín, el que ejerce estos trabajos. CHANTA: Es el golpe en el que la bolita jugadora desplaza a otra ocupando su lugar. // Individuo mentiroso y poco confiable. CHANTAPUFI: Voz festiva por chanta. CHANTE: Del genovés cianytá -únn-a boccia, "golpear la bocha del adversario, desplazándola del lugar, que es ocupado por la propia". Chante da chanta, "individuo falso, mentiroso, fabulero". CHASIS: El término francés chassis, "bastidor"; además de nombrar al componente automotriz, ha pasado a ser en lunfardo "armadura, esqueleto". CHAPAR: Se refiere a "acariciarse, franelear". CHECATO: Se refiere a la persona con mala visión; derivado del italiano ceco, "ciego". CHECONATO: Voz festiva vituperación de cheque. CHERONCA: Vesre irregular de canchero. CHETO: Amanerado; que simula modales de la clase superior. Es apócope de concheto. CHICHIPÍO: Voz festiva por "loco, demente". CHIQUE: Es "ostentación, dique". Procede del argótico chique "simular". 89

CHINA: Mujer del gaucho, voz que pasó al lunfardo para referirse a la mujer en general. CHINGAR: "Errar, equivocarse". CHIMENTO: Voz cruzada con chisme y que tiene el mismo significado. Chimento da chismosa, "cuentera, trasmisora de chismes". CHIRUSA o CHIRUZA: Moza del pueblo de poca instrucción, también sinónimo de tilinga. CHITRULO: Vale por "tonto". Del italiano meridional citrullo "bobo" (en italiano cetriolo es "pepino" y, figuradamente, "estúpido"). CHIVO: En la jerga radial y televisiva, se refiere al hecho de pasar un aviso o publicidad en forma disimulada; quizá referido al fuerte olor de este animal, ya que chivo también nombra a la persona de fuerte sudoración. // Estar chivo, "estar enojado". CHOLULO: Se refiere al admirador de las figuras de la farándula, que se preocupa por averiguar detalles de sus vidas privadas. Cholulo/a da cholulismo. CHORLITO: "Ingenuo, candidato al engaño". Procedente del pájaro homónimo. CHOREO: Robo, latrocinio. Procede de chorar, "robar" y choro, "robo"; voces del caló. CHORRO: Vale por "ladrón". Procede de choró; voz del caló y la germanía que nombra al "ladrón". CHUCHO: Despectivamente "caballo", especialmente los de carrera; derivado del español popular chucho, "burro". CHURRASCA: Mujer bonita, falso feminismo por churrasco "asado jugoso". CHUZA: Vale por "cabellera". Falso femenino del español chuzo "palo armado con un pincho de hierro usado a modo de lanza". CIELO: Es la última zona o jaquel de la rayuela. CIMARRÓN: "Caballo sin domar".// "Mate amargo", del brasileñismo cimarráo, mate utilizado por los gaúchos del sur de Brasil. CIRUJA: Recolector de elementos en desuso. Quemero. Giro festivo de cirujano. CLAVO: Deuda incobrable. COBRAR: Popularmente, "recibir una paliza". COCINERO: En la jerga de los quinieleros, el número cinco; voz extensiva del vesre de este número. COCO: Por "cabeza". Es metáfora difundida en toda esta América. COCÓ: Galicismo diminutivo de cocaína. COCOLICHE: Se refiere al champurreado de español mezclado con italiano hablado por los inmigrantes; término surgido de un personaje de sainete. COLARSE: Ingresar a un lugar sin pagar la entrada correspondiente, derivado del artefacto de cocina llamado colador. COLIFATO: "Loco", cruce del vesre diminutivo de loco cruzado con fato, del italiano fatto "hecho, ejecutado".

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COLIMBA: Recluta, soldado que cumplía con el Servicio Militar Obligatorio, término que, según la tradición, estformado por la siglas de corre, limpia, barre; actividades desarrolladas por ellos. // Duración del Servicio. COMBOY: Es el "conventiyo", cruce con el inglés cow-boy "vaquero" voz pronunciada popularmente comboi. COMPADRE: Vale por "elegante y jactancioso", que así era el compadrito. CONTAMUSA: Fabulador, mentiroso; quizás surgido del cruce de contar con la figura mitológica de las musas. COPETÍN: Para la Academia, como americanismo, vale por "aperitivo, trago de licor" y como argentinismo, por "coctel". CORRALERO: Dícese del trompo al que se hace bailar en un espacio determinado llamado corral o troya. CORRIDA: Dícese de la mujer de vasta y deshonesta experiencia sexual. También se llama corrida a la figura coreográfica que consiste en dar varios pasos seguidos para igualar el compás. CORRIDO: Se dice quien tiene experiencia en juergas y diversiones más o menos turbias. CORTADA: Llámase de este modo a la "callejuela sin salida" (en francés cul de sac). La de Carabelas nace en Cangallo (Perón) 951 y muere en la diagonal Roque Sáenz Peña 971. CORTE: Figura del tango. COTORRO: Es corrupción del español cotarro "albergue nocturno para pobres y vagabudos - por cruce con cotorra- nombra a la "habitación" y vale por bulín. CUARTEADOR: Es el que presta ayuda mediante la cuarta. La cuarta es el "lazo auxiliar" destinado a ayudar a los vehículos empantanados, (voz metafórica que alude a las cuatro partes en que inicialmente se doblaba el lazo, que era de cuero fuerte de toro o novillo). CRACK: Vale por "astro deportivo", "de gran suceso", procede por elipsis del inglés crack, "crujido, estallido". CROTO: "Vagabundo, linyera". Voz procedente del nombre del gobernador Crotto, quien en la década del 20 autorizó que los cosecheros pudieran viajar gratuitamente en los trenes de carga. CUFA: Es la "cárcel". Procede del genovés cúffa "canasta". CULADERA: Se llama así, en el juego de rango, al salto en el que sedebe rozar con las nalgas la espalda del "burro". CUORE: Obvio italianismo por "corazón". CURDA: Del gitano español curdó "borracho". También vale por "ebrio" y "embriaguez". CURDELA: Del gitano español curdela "borracho". CURRO: Se refiere a un medio de obtener ingresos sin demasiado trabajo. CUSIFAI: Término despectivo equivalente a coso "sujeto, persona innominada". Parece ser el cruce de coso con el italiano meriodional cussi-cussi "más o menos". En sentido afectivo se denomina cusifai al bandoneón. 91

D DEBUTE: Se emplea indistintamente como adjetivo o como adverbio. Vale por "lo mejor, cabalmente, perfectamente. Procede el gitano español de buten "de lo mejor". DECHAVAR: Procede del genovés descciavá "desclavar". En lenguaje de ladrones fue "abrir una puerta u objeto cerrado". Prevaleció, sin embargo, el significado metafórico "delatar" y "confesar". Alterna con deschavar (más frecuente). DE PREPO: Abreviación de prepotencia "prepotentemente". DEQUERA: Falso feminismo de diquero. DERECHO: Este popularísimo adjetivo vale por "recto, de conductas y actitudes leales". DIQUERO: A fines del siglo XIX dar dique era ejecutar una suerte de robo que consistia en enseñar o dejar ver un objeto y cambiarlo luego en el momento de entregarlo en venta (del gitano español dicar "ver". De esa expresión proceden el adjetivo diquero "ostentoso" y el verbo diquear "ostentar". DIVERTIMENTO: Es palabra italiana que significa "diversión". DOPADA: Vale por "drogada". Procede de dope, voz del antigüo cant que significa "tonto", y que ha sido asumida por el slang para designar el estado especial determinado por la ingestión de ciertas sustancias. DORAPA (DE): Vesre de "de parado", especialmente referido al acto sexual. DUBLÉ: Procede del francés doublet, "doblete". E EFE: Vesre irregular de fe, tenerse efe, se dice. ESBUFO (ESTAR): Estar enojado. Del italiano sbuffare, "bufar, resoplar". EMBROCAR: Vale por "ver, observar, darse cuenta de las intenciones de alguien". Procede del italiano jergal imbroccare "ver, adivinar". EMPILCHADO: Vale por "vestido". De empilchar y éste de pilcha. ENCANUTADO: Estar en cana. ENCARAJINAR: Complicar un asunto con intención de quitarle claridad. ENGRUPIR: Engañar, mentir. Antiguamente grupí era el compinche que colaboraba con el charlatán para engañar al candidato. ENGRUPIDO: Vale por "vano, jactancioso, que cree valer más de lo que realmente vale". De engrupir. ENTRADOR: Se dice del individuo simpático, persuasivo, dotado de don de gentes. ESCABIO: Nombra a la "bebida alcohólica". Procede de scabi "vino", antiquísima voz del gergo. ESCOLAZO: Vale por "juego de azar". Escolazador es el jugador y escolazar es "jugar dinero". ESCORCHAR: Molestar, importunar. ESCRUCHE: El escruchante es el "ladrón que practica el robo con fractura". En el gergo se encuentra el término scrus "robar con fractura". 92

ESGUNFIAR: Aburrir. Estar esgunfiado, se dice. ESNOB: Hombre que se entusiasma con todo lo nuevo aunque carezca de méritos. Procede del inglés snob, "fatuo, necio, imitador de las personas elegantes". ESPAMENTO: Detuperación de aspaviento, "exageración de ademanes". ESPARAR: Vale por "disimular". Procede de esparo "auxiliar del ladrón", y ésta de spará el tir, voz del gergo que vale por "avisar". ESPEJO VICHADERO: Se refiere al anillo con mesa lustrosa que el pequero utilizaba para espiar -vichar- las barajas al repartir la mano. ESPIANTE: Vale por "partida, huida, raje". Procede del italiano jergal spiantá "huir". Espiantar y piantar del italiano general piantare "dejar, abandonar", suelen cruzarse. ESPICHAR: Morir; voz procedente de espiche, dispositivo de desagote de los barriles. ESPLIN: Tristeza, desgano, bajón. Del inglés spleen, "tristeza, melancolía". ESPOR: Dividendo que pagan los ganadores de las carreras de caballos. Del inglés sport, "deporte". ESQUENÚN: Vale por "perezoso". Procede del genovés schenna "espalda" con la terminación despectiva, también genovesa un. ESQUIAFO: Cachetada, bofetada. Del italiano schiaffo, "bofetón". ESTAÑO: Se refiere al metal que cubría los mostradores de los bares. ESTRILAR: Renegar. Procede del italiano strillare, "gritar, chillar". ESTUFADO: Vale por "aburrido, fastidiado". Procede del italiano popular stufare "aburrir, cansar". Alterna con estufo. Tal vez cruzado con el español atufado, "fastidiado". F FACA: Diminutivo de facón, cuchillo de gran tamaño utilizado por los gauchos. FACHA: Aspecto. // Rostro, cara. Del italiano faccia "cara". FAJAR: Es "golpear, castigar". Procede del germanesco fajar "azotar". FANÉ: Arruinado, deteriorado. FANDANGO: Fiesta, farra. // Cosa complicada. FANGULOS: Calzado, zapatos. FATO: Asunto, hecho; del italiano fatto, "hecho, ejecutado". FARABUTE: Mentiroso, fanfarrón. Del genovés farabutto, "engreído". FARIÑERA: por "daga o cuchillo grande". Es voz de procedencia brasileña, que llaman farinheira al afilado cuchillo de los gaúchos de Río Grande que utilizan para comer la carne asada revolviéndola en la farinha. FARRA: Se trata de un americanismo de origen onomatopéyico, común con el brasileño farra "diversión" y con el vasco farra o parra "risa". FASO: "Cigarro". Procede el véneto fazo "haz" por la forma de haz que tuvieron los cigarros.

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FASTRAI: Vale por "cachetada". Es voz onomatopéyica de origen circense. Más corriente es la voz fastrás. FASULES: Billetes de dinero. FAYUTO: Yeísmo que vale por "falso, fingido". Falluto por "falso" es término usualísimo derivado del napolitano faglio "trampa". FECA: Vesre de café. FEITE: Cicatriz en la cara, barbijo. Alude a las navajas de afeitar o rasurar. FERCHO: Vesre de chofer, "volante", del francés chaffeur, "calderista". FIACA: Pereza, desgano. FIACUN: Voz despectiva por perezoso; de fiaca más la desinencia genovesa un. FIFI: Voz despectiva por "delicado, amanerado". FILO: Relación amorosa, especialmente si es clandestina. FILOMISHIO: Paquete que aparenta contener dinero preparado para engañar. FIOLO: Apócope de cafiolo, vituperación de cafishio. FIRULETE: Figura creativa del baile del tango. Se refiere a firulete, "dibujo complicado". FLÍA: Usual apócope de familia. FORFAI: "Vencido, entregado". // Caballo anotado que se retira de la carrera. Por extensión "fuera de competencia". // Falto de dinero". // Procede del francés forfait "interdicto", por vía del inglés forfeit, "multa, prenda, pérdida legal de un derecho". FORRO: Voz grosera que nombra metafóricamente al "escroto". // Preservativo. // Individuo tonto, de pocas luces. FRANCHUTE: Es término del español familiar que vale por "francés". Generalmente se utiliza en sentido despectivo. FRUNA: Se refiere a la novia oficial, voz festiva derivada de una marca de caramelos masticables. FULE: Regresión de fulero. FULERÍA: Ful es voz germanesca que significa "falso, apócrifo". De ful derivó el lunfardo fulero "pobre" y luego "feo", apocopado a veces en fule y cruzado en ocasiones con el afronegrismo fulo. De fulero deriva, a su vez, fulería, "pobreza, cosa pobre, delación, batida” (por lo que tiene de cosa fea). FÚLMINE: Personaje de historieta creado por el dibujante Lino Palacios que representaba al yetatore, capaz de trasmitir la mala suerte o el mal de ojos. FUNCAR: Funcionar, tal vez derivado del español fungir, "hacer las veces de, reemplazar". FUNYI: Sombrero. Fungo es muy antigua voz del gergo. Aquí la hemos genovizado (cruce con funzi "hongos"). FURCA: "Maniobra de salteadores que proceden distrayendo uno de ellos a la víctima y atacándolo el otro por la espalda, pasándole el brazo por el cuello de modo de inmovilizarla". Procede del italiano meridional furca "horca". G 94

GACHO: Se refiere al estilo de usar el sombrero, con el ala volcada sobre los ojos; gacho y requintado, como lo usaba Carlitos. GAITA: Español, especialmente gallego, referido a su instrumento musical preferido. GAMBA: Con el significado de "cien liras" es voz muy difundida en el gergo septentrional. Gamba pasó al lunfardo como "cien pesos" y media gamba "cincuenta pesos". // También se lo utiliza con el italianismo gamba, "pierna". GARABO: Muchacho, galán, equivale a gavilán. GARPAR: Usualísimo vesre de pagar. GARRRONEAR: Vale por "usufructuar algo gratuitamente". El garrón, en lenguaje prostibulario, es el "favor que una prostituta hace gratuitamente a alguien que le resulta simpático". Deriva del español germanesco gorrón "el que no paga los servicios recibidos", por cruce con garrón "extremo de la pata por donde se cuelgan las reses del matadero". GARUFA: Fiesta, farra. GAUCHO: Se dice popularmente de la persona servicial y generosa, voz relacionada con la bizarría del habitante de las pampas. GAVILÁN: Lo mismo que gavión, procede del portugués gaviáo "gavilán". Vale por "seductor, engañador de mujeres, caburé, tiburón". GAYOLA: Cárcel. Del portugués gaiola "jaula". GIL: Es el "tonto". Procede del gitano español jilí "tonto", por cruce con el nombre propio Gil. GOMÍA: Vesre irregular de amigo, se utiliza especialmente en sentido afectivo. GOMERA: Vale por suerte de honda, compuesta por un trozo de goma cuyos extremos están unidos a un trozo de rama en horcadura que usan los muchachos para arrojar proyectiles. GOTÁN: Vesre usualísimo de tango. GRATAROLA: Voz festiva por gratis. GRELA: Mujer, garaba, feba, querida, amante. GRILO: Es el "bolsillo lateral externo del pantalón". Procede de grillett, voz del gergo que nombra al "bolsillo". GRINGO: Es palabra española -alteración de griego en el sentido de "lenguaje incomprensible". Vale por "extranjero". En el habla popular argentino se dice especialmente del italiano. GRISETA: Mujer de la noche; del francés grisette, "obrerita", referido al guardapolvo gris que utilizaban comúnmente. GRUPO: Sinónimo de "mentira", es un deverbal de engrupir "engañar", que a la vez procede de grupí, auxiliar del ladrón. GUACHO: Sin padres, es un antiguo término del que, según algunos investigadores, derivaría gaucho. GUAPO: Término que en español vale ahora por "bien parecido", pero que significó primitivamente "rufián". En América equivale a "valiente". GUITA: "Dinero en general" y también vale por "centavo". Los nativos de la isla de Coro usaban como monedas las semillas del guitero. 95

J JABÓN: Susto, miedo. JAILEFE: Elegante, bien vestido; del inglés high life, "vida social, alta sociedad". También se suele utilizar la forma jailaife. JETA: Se refiere a los labios abultados, de jeta deriva jetón, individuo de boca grande. JODER: Del antiguo término español hoder "copular" y "perjudicar" que se corresponde con el italiano popular fregare "copular" y "estafar". JODIDO: Se dice de la persona difícil de tratar. También se utiliza como sinónimo de embromado. JOTRABA: Vesre irregular de trabajo, que ha dado el verbo jotrabar. JOVATO: Voz despectiva, vituperación de jovie, vesre de viejo. JUNAR: "Mirar" y también "conocer". Junar a una persona se refiere a conocer su pasado. En este sentido equivale a manyar. L LABURAR: Vale por "trabajar". Del italiano meridional lavurare "trabajar". LABURO: Del italiano meridional lavuru "trabajo". LANCERO: Primitivamente, "el que robabautilizando la lanza". Luego, el individuo proclive a "tirarse lances". LANZA: Se llama al "robo practicado en los bolsillos de la víctima". Tirar la lanza es practicar ese robo. LASTRAR: Alimentarse, comer -especialmente en abundancia- derivado de lastre; "peso que cargan los barcos cuando no transportan carga útil". LATA (HACER LAS LATAS): Es voz prostibularia. alude a las fichas que la regente o madama del prostibulo entregaba a las pupilas, a cambio del dinero pagado por el cliente. LONYI: Loco, demente; término surgido del vesre irregular de gilún. También se suele escribir longi. LECHERA: Es la bolita blanca y también la bolita que trae suerte (tener leche, con alusión sexual, es expresión jergal y grosera equivalente a "tener suerte". LIENZOS: Ropaje, prendas de vestir en general. Bajarse los lienzos, se dice. LINUSA: Pereza, desgano, fiaca. También linuza. LINYERA: Vagabundo, derivado del piamontés lingera "vago, viajero". LUNFA: Apócope de lunfardo, que sin embargo se refiere más al habla popular. LUNFARDO: Voz derivada de lombardo, "ladrón", que en un principio nombró a la jerga del hampa, pero que posteriormente fue de uso popular. LENGUE: Nombra al "pañuelo". Primitivamente se dijo lengo. LUNGO: Voz italiana que significa "largo". M 96

MACANA: Es voz caribe usada en Buenos Aires con el significado de "despropósito, desatino" y popularizada como sinónimo de "mentiras" y de "inconveniente, dificultad". MACHETE: Nota disimulada que utilizaban los estudiantes como auxilio durante los exámenes. MADAMA: Meretriz directora del lenocinio; del francés madame, "señora". MAGNATE: Hombre de gran fortuna, del francés magnat. MALANDRA: Apócope de malandrín. MALANDRINO: Es el italiano malandrino "malandrín". MALEVAJE: Conjunto de malevos, especialmente referido a los habitantes del arrabal. MALEVO: Todo indica que es un vulgarismo del apócope de malévolo, que puede ser sinónimo de "arbitrario, prepotente, vengativo" más que de "malvado". Sin embargo, este adjetivo no carece de connotaciones afectivas y ponderativas. MANCADA: Salir mancada, ser mancada es "frustrarse un robo". Procede del italiano mancare "fallar, no ocurrir". MANDOLION: Usual deturpación de bandoneón. MANGO: Contracción del brasileñismo marengo "peso, moneda”. MANGUERO: Vale por "pedigüeño". Del gitano español mangar, manguelar "pedir, mendigar". MANYAR: "Conocer, saber, calar las intenciones ajenas". Del genovés jergal mangiá "comprender, entender". MANYAMIENTO: "Conocimiento". Ronda de detenidos con fines identificatorios. MAÑERO: Difícil de manejar, rebelde. MARINGOTE: Término despectivo por marinero. MARQUILLADO: Se refiere a las cartas marcadas para hacer trampas en los juegos de naipes. MARROCO: Término canero por pan. MASCALZONE: Voz italiana que significa "bribón, canalla, villano". MATEO: Cochero de plaza, nombre surgido de la obra teatral Mateo, de Armando Discépolo. MATINA: Del italiano mattina "mañana". MATUNGO: Voz despectiva referida al caballo viejo; también mancarrón. MAULA: Cobarde, vil. MAYORAL: Encargado de la conducción de los antiguos tranvías. MAYORENGO: Oficial de policía. MECHERA: Ladrona de tiendas, que roba ocultando la mercadería entresus ropas. MENEGA: Dinero. MERZA: Vale por "cáfila, runfla" en sentido despectivo. Como adjetivo invariable equivale a "de baja condición, de baja calidad". Tal vez procedente del piamontés merssa, "cada uno de los palos de la baraja". También se escribe mersa. 97

METEJÓN: "Enamoramiento y deuda de juego o gran pérdida de dinero". METERSE: Significa "enamorarse", voz de origen español y también "endeudarse en el juego". MILONGUERA: Alude a las mujeres contratadas de los cabarets y no a las meras bailarinas. MINA: Nombra a la mujer en general. Ciertamente las negras minas eran muy esbeltas; en portugués menina es tratamiento afectuoso que se da a las doncellas. Sin embargo mina en lunfardo proviene de las jergas italianas"Mina: Donna // Miniera: Prostituta giovine e bella". MINGA: Es voz que indica negación. Procede del milanés minga, que significa "miga", y también "no". MIQUETA: Vale por "puñetazo" y procede del genovés michetta "panecillo". La relación alimento = paliza se da también en boyo, hostia, piña, torta, etc. MISHE: Hombre, generalmente maduro, que paga los favores de una mujer. También miché. Se lo suele utilizar como sinónimo de otario. MISHIADURA: "Pobreza", de mishio "pobre" y éste del genovés miscio "seco" y, figuradamente, "pobre". MISHIO: Pobre, raído. MISHO: Falso, de poco valor. MISTONGO: Del genovés miscio "falto de dinero más la desinencia ongo que comporta, en este caso, una connotación afectiva. Vale por "humilde", en el sentido de "carente de nobleza, de baja condición social". MONTE: Juego de naipes y de azar. MORFI: En el gergo medioeval -lingua zerga- morfa y morfia valen por "boca". De allí procede el francés morfer "comer" y de éste -si no directamente del gergo- el lunfardo morfar "comer"; morfe y morfi "comida". MORLACOS: Dinero. Billetes. MORONDANGA: Voz festiva por "falso, de poco valor". MOSCA: "Moneda corriente, dinero". MUEBLE: Mujer. // Apócope de amueblado "hotel alojamiento". MUFA: Enojo, malestar. Del italiano muffa, "moho" MUFADO: Enojado, molesto, de mal carácter. Del italiano muffare, "mohoso". N NAIFA: Voz de origen indígena que nombra a la mujer. NALES: Aféresis de nacionales, antiguos billetes de dinero. Ñ ÑAÑA: Delicadeza, amaneramiento. ÑAPAR: Asir, tomar, agarrar. 98

ÑATA: Nariz chata, arremangada. ÑOQUI: Se refiere al empleado público que sólo aparecía en el lugar de trabajo los días de cobro; que en épocas normales, era el día 29 de cada mes; hecho este relacionado con la tradición de comer ñoqui en esa fecha, colocando un billete debajo del plato para que se multiplicara. Del italiano gnocco, en plural gnocchi, "pasta para sopa". O OREJEAR: Acto de ir descubriendo las barajas de a poco para ver la pinta. ORRE: Vesre de reo. ORSAI: Fuera de lugar, en situación comprometida; del inglés off side, "fuera de juego". ORTIVAR: Vale por "delatar, batir". Lo correcto es escribir ortibar, puesto que procede de ortiba, vesre con elisión de batidor "delator". OTARIO: Vale por "tonto, individuo fácil de robar" y es una de las más antiguas voces del lunfardo. Es sinónimo de mishé, -en argot miché - "hombre, generalmente maduro, que paga los favores de una mujer". Del español otario, pinnípido de extrema mansedumbre ya extinto; se lo cazaba fácilmente a palos. P PACO: Paquete con dinero, equivale a toco. PAICA: Voz indígena que nombra a la "mujer". PÁLIDA: Mala onda, mala noticia, estado depresivo. Tirar pálidas o andar con la pálida, se dice. PALMAR: Voz de germanía, alude a la palma de la mano y vale por "entregar". Palmar es "pagar, entregar el dinero" y también "morir, fallecer". PAPARULO: Vale por "tonto". Derivado del español papamoscas, papanatas y paparote. PAPIRUSA: Vale por "hermosa". Procede de papusa, -afectivo de papa, calco del véneto que vale por "mujer hermosa"- cruzado con el polaco papjerosi "cigarrillos", voz usual entre las prostitutas polacas. PATACON: Antigua acepción por "dinero". PATINAR: Equivale a "despilfarrar, gastar sin medida". PATO: Se llama pato al carente de dinero; tal vez porque el pato se mantiene seco en el agua (y seco por "pobre" se da también en genovés: miscio que, en sentido recto, significa "seco", es en sentido figurado "falto de dinero"). PATOTA: Conjunto de individuos provocativos y envalentonados. Patota da patotero, "integrante de la patota". PATO VICA: En un principio se llamó así a los físico culturistas, luego pasó a ser la denominación genérica del personal de seguridad, especialmente de los lugares nocturnos. Su origen es un fallido intento de imponer en el mercado una raza de patos con prominente pechuga. 99

PATRIADA: Vale por toda "acción intrépida y desinteresada." En un principio se refería a los "actos realizados en favor de la independencia de la patria". PATRIQUI: Vituperación de "para atrás". PAYANA: Del quechua pallána y éste de pálla "acción de recoger o reunir alguna cosa". Es el nombre del juego, también llamado ainenti, que consiste en recoger, de cierta manera especial, piedrecillas dispuestas en el suelo. PAVURA: Miedo, temor. Falso italianismo por pavor. PEBETA: Dice la última edición del Diccionario Académico "Pebeta: (De pebete (Argentina y Uruguay) niña, chiquilla, muchacha". Debe agregarse que es término fuertemente afectivo. PEBETE: "Niño", que no es derivado de pibe. Es anterior a la difusión de dicha voz y procede del español pebete "pasta hecha con polvos aromáticos que al quemarse exhala un humo muy fragante", por alusión irónica al mal olor de los infantes. PEDIGRÍ: Del inglés pedigree, "genealogía". PELECHAR: Echar buena, progresar, derivado del cambio de pelaje de los animales. También empelechar. PENDEJO: En español es "pelo del pubis". En lunfardo significa "niño, adolescente". PENDEVIEJO: Término festivo referido al hombre mayor que viste y actúa como joven. PENDEX: Eufemismo por pendejo. PEPINO: Es el trompo en forma de pepino o de zanahoria. También se lo llama "batata". PERA (HACER LA): No concurrir a una cita. Derivado de la cara larga de la persona defraudada. PERCANTA: Se refiere a la mujer. Procede del pez de nombre similar que, según decires, era el preferido de los tiburones. El diminutivo es percantina. PERCHA: Prestancia, elegancia en el vestir. PERINGUNDIN: Fue originariamente un baile traído por los inmigrantes septentrionales -el perigordín de los genoveses, el perigoldín de los piamontesesLuego peringundín pasó a designar ciertos locales donde se bailaba y de algún modo se favorecía la prostitución. PETITERO: Voz ya en desuso que nombraba a los concurrentes al Petit Café, que a mediados de la década del 50 crearon una muy amanerada moda de vestir, con saco cortón y con tajitos y pantalones finos y cortones. PIANTADO: Loco, demente; por lo de ido. PIANTAR: Quitar, sacar, huir, echar. (Ver espiante). PIBE, PIBA: Pivello "niño" circula ya en las jergas italianas del fin de la edad media. PICHULEAR: Regatear, discutir una rebaja o descuento. PILCHA: Nombra a la "ropa en general". Procede del araucano pelcha o pulcha "arruga". PIOLA: Se refiere al "individuo tranquilo". También "confiable".

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PIPISTRELA: Mujer pizpireta, del cruce de ésta con el italiano pipistrello, "murciélago". PIRULOS: Graciosa sinonimia por "años", especialmente referida a la edad. PIYADO: Engreído, envanecido. Yeísmo de pillado. POLENTA: Antigua voz del gergo que designa al "oro", aludiendo a su color. POLIGRIYO: Vago, reo, atorrante. PONJA: Vesre de Japón, aunque se lo utiliza para referirse en forma genérica a los japoneses. POSTA: Es término invariable, empleado como adjetivo, que indica "apuesto". Procede del italiano a posto "apuesto, elegante, correcto". De posta se ha formado el adverbio postamente "apropiadamente". PRIMUS: Antiguo calentador a querosén, que trabajaba a presión y tenía un gasificador que se debía calentar previamente con alcohol. PUA: Del español popular púa "persona astuta". PUCHA: Interjección eufemística que reemplaza a la grosera ¡puta! PUCHO: Es la "colilla" y, en general, cualquier "residuo". Procede del quechua puchu "sobra". PUNGA: Apócope con desinencia de punguista, "ladrón, carterista". Del italiano jergal punga, "bolsillo". PUNTO: Ingenuo, candidato al engaño. Tomar de punto es tomar a alguien como centro de las cargadas. PURRETE: Niño. pibe. PRETENCIOSO: Es argentinismo -del francés prétentieux, "vano, presuntuoso"- que vale por "presuntuoso, engrupido". Q QUECO: Muy antigua palabra que designan al "prostibulo". QUEMA: Basural, nombre recibido por la eterna humareda que de él de desprende. QUEMERA: Ciruja. Buscadora del basural. QUEMO: Situación comprometida, puesto en evidencia. QUIA: Vesre de aquí, término con el que refiere a una persona próxima. QUINIELA: En la Argentina es la "apuesta clandestina a los números sorteados en las loterías oficiales". R RAGÚ: Hambre, apetito. Ragú es término de haute coussine. También ragún. RAJAR: Vale por "huir", Procede, por confusión acústica, del gitano español najar "huir". También echar, despedir. Dar el raje, se dice.

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RANERO: Se llamó ranero al habitante del barrio "Las Ranas", emplazado al sudoeste de la ciudad, donde se levanta ahora el estadio del Club Huracán. Por extensión ranero equivale a reo y suele ser usado peyorativamente. RANTE: Es aféresis de atorrante, dicho afectivamente. RANTIFUSO: Es voz despectiva, cruce de rante, aféresis de atorrante con esquifuso "repugnante", procedente éste del siciliano schifiusu "asqueroso". RANÚN: Aumentativo a la genovesa de rana "individuo sagaz". RASPOSO: Vale por "raído". Del español raspar "raer". REA: Vale por "mujer de la vida". REAJE: El reo es el "vago", el "atorrante"; en un sentido afectivo es "el que se toma la vida en broma". El reaje es la "tácita colectividad de los reos". RECHIFLADO: Chiflar (se) vale en español por "volverse loco". Rechiflado -con el afijo reforzativo re- equivale a "enloquecido" y, extensivamente, a "enojado". RELOJEAR: Vale por "observar, campanear". REMANYAR: Es el aumentativo de manyar "conocer, comprender, calar las intenciones ajenas". Del genovés jergal mangiá "comprender, entender, ser competente en algo. Manyar da manyado, "conocido, de conducta e intenciones notorias" y remanyar da remanye "conocimiento, reconocimiento". REPE: En el juego de la bolita es el golpe de rebote. REQUINTADO: Modo de usar el sombrero inclinado sobre un costado, al sesgo. Del portugués requintar, "hacer las cosas con afectación". RUNFLA: Serie de cosas de una misma especie, serie de cartas de un mismo palo, voz procedente del catalán runfla "muchedumbre". S SABALAJE: Gente baja, del arroyo; término relacionado con el pez sábalo. SABLEAR: Pedir prestado. SAQUE: En español saque es la "acción de sacar en el juego de pelota"; en nuestro país, por comprensible metáfora, es "bofetada". SCRACHE: Lunfardismo actual referido a la acción de denunciar a una figura pública. Procede del jergo italiano scraccio "rostro, cara". En la jerga canera salir o estar scrachado era ser fotografiado para el prontuario personal. SEBÓN: Perezoso, fiaca. Relacionado con el hecho que el animal poco activo crea sebo. Hacer sebo, se dice. SHOFICA: Es vesre de cafisho "proxeneta" y, figuradamente, "elegante". Este término, cuya difusión es posterior a la de canfinflero, parece ser derivado del italiano stoccafisso "pejepalo". SHOMERIA: Falso. // Pobreza, miseria. Vesre irregular de mishiadura. SHUSHETA: Voz del argot que significa "elegante, atildado". STUD: En inglés, stud of horses, "caballeriza." SUNCHO: Es voz española que significa "abrazadera". En lunfardo suncho es el "cuchillo rudimentario fabricado por los presos". 102

T TABA: Antiguo juego que se hacía arrojando el astrágalo del bovino. TACHO: Reloj. // Taxi. Tacho da tachero, "taxista". TAITA: Vale por "guapo, valiente". El taita (padre) era en España el regente de la mancebía. TALIPE: Andar desnudo. Vesre y eufemismo diminutivo de pelotita. TAMANGOS: Botín militar, voz procedente del portugués, tamango era el calzado de las tropas brasileñas en la guerra de la triple alianza. A posteriori genéricamente "calzado", pero referido especialmente al botín rústico. TAMBO: Voz grosera referida al prostibulo, relacionada con el acto de ordeñar. TANO: Apócope de napolitano, con que sin embargo se nombra a los italianos en general. Equivale a gringo. TAQUERA: Vale por "bailarina" y por "mujer en general". Procede de taco, vulgarismo por "tacón". TAQUERIA: Policía; relacionado por la costumbre de cortar los tacos de los compadritos que usaban el taquito militar. TARROS: Voz metafórica por "zapatos". TARÚPIDO: Tonto. Voz festiva derivada del cruce de tarado con estúpido. TAURA: Valiente, intrépido. Tal vez por desinencia de toro, gauchismo que vale por "valeroso". TAYAR: Es "intervenir con predominio en una conversación o debate y, por extensión, en cualquier asunto. En el juego tayar es copar la apuesta. TECOR: Vesre de corte "figura tanguera". Darse corte es "alardear". TIMBA: Voz del jergo español que vale por "partida de juegos de azar" // "Casa de juego, garito". TIMBOS: Vesre irregular de botines. TIRA: Es el "policía de investigaciones, que va vestido de civil". Procede del italiano jergal tira, "espía de la policía". TONGO: Vale por "engaño"; parece ser voz navarra. Pasó a ser "engaño en el juego", referida especialmente a las peleas de boxeo o carreras de caballos arregladas de antemano. TOCO: Vale por paco, fajo o paquete con dinero. Procede del italiano general tocco, "pedazo". TOVEN: Vesre de vento. TRINCAR. Agarrar, en sentido sexual, tal vez relacionadocon trinchar, "pinchar". TROMPA: Vesre de patrón. TROYERO: Dícese del trompo de combate, al que se arroja contra otros trompos en movimiento o yacentes, para romperlos o sacarlos fuera del redondel. TRUCHA: Rostro, faz, cara. TRUCHO: Falso, inauténtico. TUMBA: Voz canera que nombra a la comida con carne. 103

TUNGO: Apócope de matungo. TURCO: Generalización con que se nombra a los árabes en general. TURRO: Es voz que originariamente significó tonto que se cruzó luego con atorrante y asumió el significado de éste. De tal modo turra pasó a ser en Buenos Aires. "prostituta" y es palabra grosera, aunque en Montevideo mantiene el significado de "tonta". V VENTO: Vale por "dinero". Del genovés jergal vento "dinero". VENTOLAI: Lunfardismo por vento "dinero". VESRRE (VESRE): Travesura lingüística que consiste en invertir las sílabas. VIARAZA: Enojo, golpe de locura. VIDURRIA: Término jocoso referida a "llevar buena vida, con comodidad y generalmente sin trabajar". VIOLA: Vale por guitarra. Es un brasileñismo usualísimo en la literatura popular. VIVILLO: Es diminutivo despectivo del español vivo "sutil, ingenioso". VULEVU: Significa "exceso de cortesía" y, usado como adjetivo, "afectadamente cortés". Deriva del francés voulez vous?, fórmula de cortesía equivalente a "sírvase, ¿gusta usted?" Y YAPA: Voz popular que vale por "adehala", "lo que se da de más". Del quechua yapán "aditamento". YECA: Vesre con yeísmo de calle. YEITE: Cuestión, asunto, rebusque. Osvaldo Pugliese, sabedor y creador de términos lunfas, llamaba yeite a ciertos efectos músicales con que adornaba sus interpretaciones. YETA: Mala suerte, derivado del jergo getattore, individuo transmisor de mala suerte. YIRAR: Del italiano girare "dar vueltas", es "hacer la calle, andar la prostituta, llamada yiro, en busca de clientes". YOBACA: Vesre con yeísmo de caballo. YOMPA: Término canero, vesre con yeísmo de pabellón. YORNO: Voz derivada del italiano giorno, "día". YOTIVENCO: Vesre con yeísmo de conventillo. YORUGUA: Vesre irregular de uruguayo. Se lo utiliza generalmente en sentido afectivo. YOYEGA: Vesre irregular con yeísmo de gallego. YUGAR: Vale por "trabajar". Del italiano giogare "enyugar, uncir al yugo las yuntas de labranza". 104

YUGUILLO:Se refiere al "traba corbata" que se utilizaba en el cuello de la camisa. Comparativo a los hierros que van sobre la pechera de los caballos, donde se prenden los tiros. Posteriormente yuguillo se refirió al cuello de la camisa en general. YUTA: "Policía". Procede de giusta, término del gergo que nombra a los vigilantes urbanos. Z ZARZOS: Aros, anillos; del español zarcillo. ZOLCIYONCAS: Vesre y vituperación festiva de calzoncillos.

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INDICE INDICE _______________________________________________________________ 106 PROLOGO________________________________________________________________ 1 LA TEMATICA TANGUERA __________________________________________________ 3 CAPITULO I – Antecedentes_________________________________________________ 4 CAPITULO II – Los Instrumentos Del Tango____________________________________ 5 LA GUITARRA ____________________________________________________________ 5 EL BANDONEON __________________________________________________________ 5 EL PIANO ________________________________________________________________ 6 EL VIOLIN ________________________________________________________________ 7 LOS CANTORES __________________________________________________________ 7 DE GAUCHOS Y CRIOLLOS _________________________________________________ 8 CAPITULO III – El Arrabal, Cuna Del Tango ___________________________________ 10 LOS PAISAJES __________________________________________________________ 10 LOS SIMBOLOS DEL ARRABAL ____________________________________________ 10 EL BARRO ______________________________________________________________ 11 EL ORGANITO ___________________________________________________________ 11 LOS PATIOS DE ARRABAL ________________________________________________ 12 LOS BARRIOS ___________________________________________________________ 12 CAPITULO IV – Los Escenarios Del Tango ____________________________________ 14 ANTECEDENTES _________________________________________________________ 14 LOS CABARETS _________________________________________________________ 14 LAS MILONGUERAS ______________________________________________________ 15 CAFES Y CAFETÍNES _____________________________________________________ 15 CAPITULO V – El Baile En El Tango _________________________________________ 17 LOS BAILONGOS ________________________________________________________ 17 LOS CARNAVALES _______________________________________________________ 18 CAPITULO VI – Timba, Burros Y Escolazo ____________________________________ 20 LOS NAIPES _____________________________________________________________ 20 LA QUINIELA ____________________________________________________________ 21 LOS BURROS____________________________________________________________ 21 LA SUERTE _____________________________________________________________ 23 EL DESTINO _____________________________________________________________ 24 CAPITULO VII – Tangos Deportivos _________________________________________ 25 EL FUTBOL _____________________________________________________________ 25 EL BOXEO ______________________________________________________________ 26 EL AUTOMOVILISMO _____________________________________________________ 27 CAPITULO VIII – Las Etapas De La Vida ______________________________________ 28 LA NIÑEZ _______________________________________________________________ 28 LA JUVENTUD ___________________________________________________________ 29 LA MADUREZ ____________________________________________________________ 30 LA VEJEZ _______________________________________________________________ 30 CAPITULO IX – Los Familiares______________________________________________ 32 LA MADRE ______________________________________________________________ 32 EL PADRE_______________________________________________________________ 32 LOS HERMANOS _________________________________________________________ 33 LOS ABUELOS___________________________________________________________ 33 CAPITULO X – Otras Relaciones ____________________________________________ 35 LA NOVIA _______________________________________________________________ 35 EL NOVIO _______________________________________________________________ 35 NOVIAZGOS EN CONFLICTO _______________________________________________ 36 NOVIAZGOS REALIZADOS_________________________________________________ 36 LOS COMIENZOS ________________________________________________________ 36 LAS PROPUESTAS _______________________________________________________ 37 EL CASORIO ____________________________________________________________ 38 PAREJAS, DRAMA Y HUMOR ______________________________________________ 38 LOS AMIGOS ____________________________________________________________ 39 CAPITULO XI – Los Medios De Transporte____________________________________ 41 106

LAS CARRETAS _________________________________________________________ 41 LOS CARREROS _________________________________________________________ 41 LOS CUARTEADORES ____________________________________________________ 42 EL TRANVIA_____________________________________________________________ 42 EL FERROCARRIL________________________________________________________ 43 LOS COCHEROS _________________________________________________________ 44 EL AUTOMOVIL __________________________________________________________ 44 EL TAXI_________________________________________________________________ 44 CAPITULO XII – Modas, Usos Y Costumbres __________________________________ 46 JETRAS, FUNYIS, LENGUES Y TIMBOS ______________________________________ 46 ELLAS Y LAS PILCHAS ___________________________________________________ 47 SILBANDO UN TANGO ____________________________________________________ 48 EL FASO ________________________________________________________________ 48 CAPITULO XIII – Los Medios De Comunicación _______________________________ 50 LAS CARTAS ____________________________________________________________ 50 EL TELEFONO ___________________________________________________________ 51 CAPITULO XIV – Otros Usos Y Costumbres __________________________________ 52 EL PIROPO ______________________________________________________________ 52 LA SERENATA___________________________________________________________ 52 DE BULINES Y COTORROS ________________________________________________ 53 LA BOHEMIA ____________________________________________________________ 54 UN CHAMUYO MISTERIOSO _______________________________________________ 55 CAPITULO XV – Tangos Marinos____________________________________________ 57 EL MAR_________________________________________________________________ 57 LOS PUERTOS___________________________________________________________ 57 BARCOS Y LANCHAS_____________________________________________________ 58 LOS MARINEROS ________________________________________________________ 58 BODEGONES Y CANTINAS ________________________________________________ 59 EL RIACHUELO Y LA RIBERA ______________________________________________ 59 CAPITULO XVI – De Guapos, Taitas Y Malevos ________________________________ 61 LOS DUELOS ____________________________________________________________ 61 TANGOS CANEROS ______________________________________________________ 62 LOS JUECES ____________________________________________________________ 62 LOS CANAS _____________________________________________________________ 63 TANGOS ETILICOS _______________________________________________________ 63 CAPITULO XVII – El Tango En París _________________________________________ 65 CAPITULO XVIII – El Tango, Cronista Social __________________________________ 67 TANGOS DE DENUNCIA Y DE PROTESTA____________________________________ 67 EL TOQUE DE HUMOR ____________________________________________________ 68 CON PERMISO, SOY EL TANGO ___________________________________________ 69 CAPITULO XIX – Temas Varios _____________________________________________ 72 LOS OFICIOS ____________________________________________________________ 72 TANGOS EN COLORES ___________________________________________________ 72 LOS OTARIOS ___________________________________________________________ 74 CAPITULO XX – El Tango En El Calendario ___________________________________ 75 LOS MESES DEL AÑO ____________________________________________________ 75 LOS DIAS DE LA SEMANA_________________________________________________ 75 TANGOS DIURNOS _______________________________________________________ 76 LA TARDE ______________________________________________________________ 77 UN TANGO EN LA NOCHE _________________________________________________ 77 CAPITULO XXI – Tangos En El Cielo_________________________________________ 79 EL TANGO Y LA LUNA ____________________________________________________ 79 TANGOS ESTELARES ____________________________________________________ 79 FEBO ASOMA ___________________________________________________________ 79 FENOMENOS METERIOLOGICOS ___________________________________________ 80 CAPITULO XXII – Conclusión_______________________________________________ 82 LOS ADIOSES ___________________________________________________________ 82 VUELTAS Y REGRESOS___________________________________________________ 82 APENDICE ______________________________________________________________ 84 DICCIONARIO LUNFARDO _________________________________________________ 85

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