BOLETÍN ZONAL SANTIAGO, 02 AGOSTO DE 2008
ZONA SUR PONIENTE AÑO II · Nº 6
El Joven Timoteo ESPECIAL NUESTRO OBISPO CARLOS SAN MARTÍN
SÉ FIEL, TE ESPERO EN EL CIELO
ZONAL TALAGANTE JERUSALÉN
E
l pasado sábado 03 de mayo, la juventud de la Zona Sur Poniente se dirigió a la Iglesia de Talagante Jerusalén, administrada por nuestro
Pastor Abraham Moreno, para celebrar la primera reunión zonal del año calendario. Dimos inicio a este día de bendición con un punto de predicación, en el cual decenas de jóvenes ensalzaron el nombre de Dios y dieron testimonio de las bondades hechas en sus vidas; luego nos dirigimos al templo para dar inicio a nuestro servicio nocturno. Con regocijo entonamos el primer himno y desde ese momento la presencia de Dios remeció en nuestros corazones. El mensaje de la palabra fue leído y exhortado en San Mateo capítulo 25, verso 13, por nuestro hermano Andrés Reinún, jefe zonal, quien por intermedio de la revelación del Espíritu Santo, nos instaba a estar velando, ya que la venida del Señor está cada vez más cerca, el mundo cada día se aleja más de Dios y cae en las garras de Satanás, mas nosotros, los hijos de Dios, estamos protegidos bajo su alero, ahora sólo nos resta estar velando para que cuando Jesucristo venga, podamos ser alzados y llevados a sus moradas celestiales, entreguémosle nuestra juventud al Señor, estemos en comunión con Él y podremos ver victoria en nuestro caminar.
Durante el servicio se otorgaron oportunidades a los jóvenes agradecidos, la primera fue para nuestros hermanos José Leal e Ismael Bello, quienes en representación de los convencionales, nos contaron las maravillas de Dios hechas en nuestra vida durante la Convención Anual; la segunda oportunidad fue para la juventud de Talagante Jerusalén, quienes nos mostraron un power point con anécdotas. La última oportunidad, que era libre, fue tomada por nuestro hermano Eduardo Rojas, quien entonó una alabanza a nuestro Dios. Pudimos también contar con la presencia de nuestro supervisor, el hermano Isaías Cerna, quien nos dio algunos consejos para que nuestra zona crezca en comunión y sea un fruto agradable a los ojos de Dios.
Agradecemos a Dios por habernos permitido gozar de este maravilloso servicio, a Él toda honra y gloria.
VIDA Y OBRA DE UN GRAN VARÓN DE DIOS: NUESTRO OBISPO CARLOS SAN MARTÍN PULGAR El 28 de Diciembre de 1927, tuvo la bendición de nacer dentro de una familia cristiana, conformada por Ramón San Martín Mellado y Sara Pulgar, quienes fueron parte del avivamiento pentecostal de 1909, en la ciudad de Valparaíso y conforme a nuestra común fe, fue bautizado por el Reverendo Willis C. Hoover. El 09 de Agosto de 1947, contrajo matrimonio con la joven Otilia Alvarado Tapia, con quien tuvo tres hijas Miriam, Erika y Noemí, además de cinco nietos y dos bisnietos. Su fiel esposa, quien le sobrevive, le acompañó en este duro y largo camino, transformándose en Pastora Diaconisa de nuestra misión, siendo una de sus más fieles colaboradoras, compañera
y
amiga,
tanto
en
la
Iglesia
como
en
su
vida
personal.
Nuestro Obispo nació y creció dentro de la Iglesia del Señor, siendo honrado con diferentes cargos a lo largo de su vida, tales como: Aseador del templo, Portero, Jefe de Coro, Profesor, Oficial, Obrero, Pastor, Presbítero y Director Secretario de la Iglesia Metodista Pentecostal de Chile. El Señor nuestro Dios, depositó en Él la gracia de su Santo Espíritu, recibiendo el llamado pastoral por medio de nuestro Obispo Manuel Umaña Salinas, a quien le sucede como Presidente Interino al momento de su deceso. Corría el año 1964, y ante dificultades ocurridas en la Iglesia donde pertenecía, el joven Pastor Carlos San Martín Pulgar de tan sólo 37 años de edad, escogió el camino del sacrificio, junto a su congregación de Valparaíso y a las congregaciones y Pastores de Linares, Quilicura, Buli, San Luis, Peñalolén, El Triunfo, El Arrayán, Rodelillo, Vicentini, Peñaflor y Mariposas; para crear y organizar una nueva entidad llamada Corporación Iglesia Unida Metodista Pentecostal, la que nace el 09 de Agosto de 1965, presidiéndola desde ese momento, con el fin de conservar el patrimonio espiritual de la doctrina, que hasta
esa
fecha
había
recibido
y
practicado.
Nuestro Obispo y Presidente, fue investido como Obispo de la Iglesia Unida Pentecostal, en la Asamblea Anual, celebrada en la iglesia de El Arrayán el año 1972. Fueron más de 50 años dedicados a amar a Cristo, a amar a Dios, de trabajar en forma exclusiva para la obra del Señor y así nuestro Buen Dios premió su sacrificio. Su trayectoria es muy destacada, desde niño el Señor le mostró para lo que fue llamado, revelándole en sueños el pueblo que le esperaba; Un varón con una visión revelada por Dios, quién instó a la formación de los diferentes cuerpos de carácter nacional que conforman la Iglesia Unida Metodista Pentecostal, tales como DORCAS, JIUMP, CICLISTAS y VIUMP, esto con el firme propósito de que la congregación que pastoreaba, estuviera en permanente accionar espiritual, contribuyendo al espacio e integración
de
sus
miembros.
Fue una alta autoridad cristiana dentro de nuestro país y en el extranjero; Algunos de los
cargos
que desempeñó fueron: Vicepresidente de CONELA
para
Latino
América), Presidente del Consejo de Pastores
de
Chile,
(Confraternidad
Consejero
LAUSANA,
Suiza;
Evangélica
permanente
del
Reconocido
comité además
internacionalmente, como uno de los líderes evangélicos más influyentes en los cinco continentes. Además recibió el reconocimiento público en el Congreso Nacional el año 2006, por su contribución a la sociedad chilena, en el ámbito espiritual, social y moral. Las Iglesias Pentecostales el año 2004 en el marco de la celebración de los95 años del Avivamiento Pentecostal en Chile, le rindieron un sentido reconocimiento a su Biografía Obispo Carlos Sergio San Martín
Pulgar.
Sin embargo, el 31 de mayo del presente año, se dio término a su carrera con gozo en la tierra, ya que el Señor lo llama a su presencia a las 12:50 horas de aquel día,
dejando un legado de más de trescientos pastores establecidos en Chile y congregaciones con Pastorados en Argentina, Canadá, Suecia, Francia, España, Australia y una naciente Iglesia en
África.
Su iglesia quedará a la espera de volver a encontrarse con Él, ya que esta separación será momentánea; Mientras tanto, sigamos trabajando alegres en la obra del Señor, deseo que tuvo Nuestro Obispo y Patriarca, hasta el final de sus días.
Fuente Iglesia Unida Metodista Pentecostal
Nuestro Amado Obispo Carlos San Martín Pulgar
"YO SOY LA VID VERDADERA Y MI PADRE ES EL LABRADOR. TODO PÁMPANO QUE EN MI NO LLEVA FRUTO, LO QUITARÁ; Y TODO AQUÉL QUE LLEVA FRUTO, LO LIMPIARÁ; PARA QUE LLEVE MÁS FRUTO" (San Juan Cáp. 15- vers. 1-8) Al decir Jesús estas palabras lo hacía con el conocimiento cabal de la veracidad de esta expresión; porque tenía ante sus ojos la evidencia de una viña plantada con primor, en un recuesto lugar fértil; con vides escogidas y destinada a dar frutos agradables; pero que lamentablemente, sólo dio uvas silvestres. Con cuanta razón Jesús lloró sobre la ciudad de Jerusalén, comprendiendo el cumplimiento cercano, dada la profecía de Isaías contra aquellas vides que no llevaban frutos agradables y con cuanta dureza y claridad hubo de reprenderles diciendo: ¡Ay de vosotros Escribas y Fariseos hipócritas! porque limpiáis lo de fuera del vaso y del plato, pero de dentro estáis llenos de robo y de injusticia. (Mateo Cáp. 23 vers. 25). Pero sí con amargura lloró por aquellas vides, también dio un testimonio con gozo, diciendo de Natanael: "He aquí un verdadero israelita, en el cual no hay engaño"; pues éste como sarmiento apegado a la vid, oraba siempre con fe
tratando
de
dar
un
fruto
agradable
a
Dios.
Todo ser que reconozca que Jesús es la Vid verdadera y desee que la savia bendita de ella, aliente su vida para dar fruto agradable, ha de estar como pámpano apegado al tronco, para obtener de Él la sustancia necesaria, porque separada de la Vid es imposible dar frutos de Dios. Es necesario entonces, hacer nuestro testimonio que Jesús diera de Natanael, orando con fe, deponiendo nuestras personalidades, dejándonos podar por el Labrador, para así experimentar el gozo de la promesa cumplida: "Yo en ellos y tú en mi, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos, como también a mi me has amado. (San Juan Cáp. 17 vers. 23). Hermanos, es el momento de servir a Dios, porque: No me elegistéis vosotros a mí; mas yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, Él os lo de". (San Juan Cáp. 15 vers. 16). Obispo Carlos San Martín Pulgar.